la historia a ti te ha de deber, por ser causa de nuestra victoria. Aceptas del ngel la Buena Nueva, y presurosa en misin te pones; llevando en tu seno al que tu alma llena y sin pensarlo a Isabel socorres. Tu saludo gracia lleva, y una anciana te bendice; pues su nio de gozo se llena porque t Mara, a Jess conduces. Mara, proclamas de Dios su grandeza, sirviendo a tu prjimo sin medida; y en ti se refleja singular belleza, que no es otra, que por amor entregar la vida