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12 de agosto de 198% Precio $a S— DOCUMENTO ELECTORAL: Participemos en las elecciones para llamar a la movilizaci6n obrera y popular contra el pago de la deuda externa Hasta e! 30 de octubre, el partido en su conjunto se voleara a la campafa electoral. A partir de este momen- to, comienzan 3 meses de una muy fuerte actividad. To- dos deberemos echar el resto, trabajar incansablemente para aprovechar hasta el ltimo minuto estos escasos 90 alas. La situacion en que la clase trabajadora y el pais van a estas eleeciones, demanda de nosotros los mayores es- fuerzos, toda muestra capacidad de militancia. Es que los trabajadores nos vemos arzojados a un abismo de miseria como jamés conocimos, apenas a fuerza de huclgas, dis putamos algunos mendrugos de aumento de salarios, que en 2.6 8 semanas son liquidados por la inflaciOn. El pais todo se hunde en una eatdstrofe econdmico-social sin pa- rang6n. Si en el mundo hay un ejemplo tipico de como el imperialismo y la ersis capitalista van aniquilando las fuerzas productivas de un pais, van destruyendo toda ac- tividad creadora, Ia de sus obreros, la de sus hombres de campo, los profesionales y los estudiantes, ese ejemplo es ‘Argentina, EI nudo de la orca imperialista que nos asf xia se llama Zeucla exterior. ¥los grandes partidos tradi- ‘ionales como la UCR y el Partido Justicialista (y los de “iaquierda”, como el PI y el PC) si em algo estén de acuerdo, es'en pagaria a costa de la miseria obrera y el remate total del pats Los socialistas del MAS estamos, entonces, ante una gran batalla revolucionaria, Saldremes en estas eleccio- nes, a pelear contra el imperialismo, los eipayos v los en- treguistas, levantando la bandera del no pago de la deude externa, Esa bandera, esa consigna — No pasar Ie deuda exterior!~ serd ol eje de nuestra campama. Participaremos en las elecciones prineipalmente para eso: para convencer a las mas amplias masas (especial ‘mente a los trabajadores peronistas) de que no hay que pagorle la deuda al imperialismo, para llamarias a movi- lizarse contra el pago, tanto antes de las eleceiones como después, bajo el futuro gobierno radical o isabelista. Como dijimos, la campatia electoral la dirigiremos so- bre todo hacia los trabajadores que han venido votando tradicionalmente al peronismo, muchos de los cuales hoy descontian de sus dirigentes. Para defini sintsticamente, en una sola frase, nuestra tarea electoral Haremos camiparia por el no pago de la deuda externa, golpeando principalmente sobre las masas (rabajadoras peronistas =" Feta lucha, por supuesto, no terminard el 30 de octu- bre; seguir bajo otras formas. Y mucho de lo que sem- bbremos en las eleeciones solamente fructificaré después, ceuando los hechos nos den lamentablemente la raz6n de to que serdn los isabelisis y/o los radicales en el gobier. no. Pero el 30 de getubre tendremos un balance proviso- lo de esa lucha, balance que tendrd dos clases de cifras, ambas muy importantes: Por un ledo, los datos que saquemos; a cudntos traba- jadores, estudiantes y ciudadanos en general hemos con- vencido para que voien por el partido que estd contra cl pago de la deuda exterior. Por el otro lado, las cifras de nuestro crecimiento orginico; cusntos locales més abri- mos, cudntos militantes hemos ganado, cuanto aumenta- mos la venta de periddico fijo, a cusntos votantes por el MAS hemos empadronado, en’ euantas fabricas, oficinas y colegios entramos, ete. 4 = Hacemos, entonces, un encendido llamado a todos los compatieros —desde los que recién se incorporan hasta a los euadros del partido— para que hagamos los mayores esfuerzos en librar la batalla politica de las elecciones. El partido debe ponerse en estado de movilizacion genera, Saliendo a pegar como un solo hombre para aprovechar ‘al maximo la oportunidad que se nos presenta. Entende- ‘mos por eso no sélo que vendamos mas periddicos, abra- mos més locales y dialoguemos con més gente que, por supuesto, habra que hacerlo, sino también que des Pleguemos el’ maximo de audacia, de ingenio, de inieiati- te para descubrir y explotar a fondo las oportunidades que en los barrios, las fabricas y los colegios va se nos es- tin presentando. Mediante este documento solamente queremos dar una orientacién general a la eampafa, para golpear com més precisién, Pero a partir de aqut, 1o esencial seré la energfa, la claridad politica y Ia iniiativa audaz.y erea- dora con que apliquemos esta orientacidn general. CAPITULO I JACION EN QUE VAMOS A LAS ELECCIONES acer un andlisis exhaus- al y nacional en que ¥: _ tld sobre el tema diver articulos’ealgeistas y, ademas dos meses atras hic os tina nueva diseusion al respecto. Sin embargo, para “dar una ofientacion correcta al trabajo electoral, debe- mos necesariamente partir de un cuadro sintético de esta situacién. ‘Vamos & estas elecciones en el marco de un profundo ascenso revolueionario en todo el Cono Sur de América Lalina, eon sus puntos mas avanzados en Bolivia y Ar- genting, Una as otra las dictaduras del Cono Sur van entrando en erisis y cayendo. Es un extraordinario pro: ‘230 revolucionario continental. Estos regimenes militares, que hace pocos afios pare: fan tan soidos, caen o por lo menos sienten temblar sus timientos, no sdlo por la creciente oposicion y movil ion de las masas obreras y populares: se ven también profundamente corroidos por la peor crisis econémica de Ta historia de nuestros paises. Criss la que no se ve sal a. ¥ crisis de la que son directamente responsables esos gobiernos militares (y las burguesias nacionales que los hhan respaldado) al haber entregado nuestros paises a la ‘colonizacion del imperialismo. Fan producido una eatdstrofe cuya magnitud en to- das las naciones del Cono Sur tienen un mismo patrén de ‘medida: la deuda externa con el imperialism. Ta més grande por habitante, la de Chile. La mayor dal mundo, la de Brasil. ‘Vamos @ Jas elecciones en momentos en que estos = gimenes militares (y sus sucesores civiles y “democrati- cos” cOmo los de Bolivia y Argentina) anie la crisis slo atinan a entregarse mas al imperialismo, aceptando una colonizacién aiin mayor: le dan al Fondo Monetario In- ternacional asi direetamente el manejo de los ministe- tios de economia y el dictado de los planes econémi- cos, para pagar las deudas externas aunque los trabaja- Gores lleguen a limites de extrema miseria. Por todo e50, empieza a darse un hecho nuevo, cayas dimensiones re- Yolticionarias pueden ser incalculables: que los trabaja- ores y los pueblos del Cono Sur comenzamos a tener consignas de lucha comunes. Y consignas no historicas y abstractas, sino inmediatas y concrelas, como la de ios trabajadores estatales del Brasil —"jFMI, fuera de aqui!” que podriamos grtarla simulldneamente en Santiago, La Paz, Montevideo o Buenos Aires. Una revolucién demoerética atravesada por la peor crisis econémica de nuestra historia. La deuda externa, nudo de la crisis. En este marco del Cono Sur, en la Argentina hemos asistido a la debacle de unos de ios peores regimenes mi- litares del continente y el mas contrarrevolucionario de Jos que sufrimos desde 190. El “fin del Proceso” ha sig- nificado una verdadera revolucion democratic. La movilizacion por las Malvinas y la caida de Galtie- ri abrieron, como analizamos repetidas veces, una situa: ¢ién revolucionaria, Vivimos una etapa que esta lejos'de ceertarse, de crisis generalizada de la economia y las ins- titueiones, y de contradicciones y luchas sociales y po: litieas que tenderdn a agudizarse cada vez més. Dos factores se combinan y se alimentan mutuamente para hacer dificil una recuperacion de la estabilidad: Ia colosal crisis econémiea y la amplitud del descontento y de las uchas obreras y populares: No hay términos suficientemente fuertes en el di nario para deseribir la crisis de Ia economfa capitalista se- micolonial argentina. Mas que crisis, es una especie de te rremoto. Después de los largos alos de la decadenciaini- tiada en 1930, ahora no estamos simplemente en una telapa més de esa rodada “cuesta abajo”, sino de una cai- da “en pieada”, en medio de un derrumbe general. Con Martinez de Hoz, el capitalismo semicolonial argentino “se suicid6” economicamente. Ta deuda externa es el clemento mas emponzofiado el organismo descompuesto de la economia argentina. ‘Aunque el mecanismo de dependencia semicotonial de nuestro pais no se reduce s6lo ala deuda exterior, es sin fmbargo la euestion més ertiea, y la que evidencia en la forma més patente y eseandalosa la explotacion del eapi- {al finaneiero, del imperialismo. ‘Todo esto’ alimenta el segundo factor de que habla- mos més arriba: el crecimiento de las mouilizaciones: fbreras » populares, La ersis ha determinado un aumert- to sin igual de la explotacién y la miseria de las masas trabajadoras (Vn consiguiente aumento de su descon- tento y st predisposicion a la lucha). Y ha desquiciado también las. condiciones de vida de la clase media. La movilizacion de masas que empez6 como popular ¥ na- Cional-antiimperialista cuando la guerra de las Malvinas {que serfa el factor principal del derrumbe de Galtier, fue luego hhaciéndose obrera y popular (por el salario,| contra los impuestazos ¥ siempre contra la dictadura).| En este camino, la clase trabajadora realiz6 dos huelgas generales, que ademés tuvieron el apoyo de amplios see- Tores de la pequenia burguesia. Y, en Jos tltimos tiempos, tuna oleada de paros en los més diversos gremios ha ido | profundizando este ascenso de las luchas obreras y po-) pulares. ! ‘Asi las masas no sélo lograron el triunfo de liquidar al gobierno. de Galtieri sino también al régimen del “proceso”, abriendo una etapa electoral y de libertades democriti¢as muy amplias. La contrarrevolucién “democratica”, las elecciones y el papel de los partidos. Pero este triunfo democratico de las masas ~las elee- ciones— la burguesia y el imperialismo lo aprovechan, para volverse conira elias, La burguesia, el imperialismo, 1 gobierno, la iglesia, los jefes militares, los partidos tra- dicionales y la burocracia sindieal, (pese a todas sus con- tradiceiones y peleas) se ponen de acuerdo en desviar ha- cia los cauices electorales la amenazante movilizacién de Jas masas. Esperan que un régimen democratico-burgués con su gobierno clecto tenga el consenso y la autoridad ide que earece Bignone para frenar la movilizacion obrera y popular, estabilizar el sistema capitalista y garantizar al imperialismo la aplicacion, sin tanto sobresalto, de los pplanes de austeridad que permitan ir amortizando la deu- da exterior. Los partidos tradicionales —en especial el peronismo yy la UCR— son la lave maestra de este plan de contra: ‘revolucion “democratica”. Coaligados en la Multipart daria, han contado ademas con la fervorosa colaboracion, del Partido Comunista y de la burocracia sindical de am- bas CGT. No es necesario que nos extendamos sobre el papel que viene cumpliendo ese frente dinico reaccionario y proimperialista que encabeza la Multipartidaria, papel decisivo desde el dfa de la reunién del Congreso en que entronizaron a Bignone. Lo hemos analizado y denun- ciado miles de veces, Pero en lo que debemos detenernos —porque 3 fun- damental para nuestra orientacién electoral— es en la situacion de una de las dos piezas claves de ese bloque reaecionario y cipayo: la situacién del movimiento pe- ronista 4 La erisis del peronismo No es easual que de los dos grandes partidos burgue- ses sea el peronismo el que aparezea con sintomas de crisis. Bs que el movimiento peronista arrastra una con- tradiecion mortal ¢ irresoluble, Si ella atin no lo ha li- quidado, es porque los golpes militares vinieron a “con- gelar” relativamente el desarrollo hasta el fin de esa con- tradieeién. El peronismo hace 40 afios conquisto la adhesion de Jas masas trabajadoras gracias a las fabulosas coneesiones econémicas y sindicales que pudo otorgar, A.eso se sumé su resistencia nacionalista —muy timida y mezquina, pe- ro resistencia al fin—a la colonizacion yangui Aunque no lo formulen asi con total claridad, nues- tros compaiieros trabajadores que se siguen diciendo pe- ronistas, lo hacen porque mantienen la esperanza, el an helo ~en muchos apenas un delgado hilo de esperanza, de volver esa situacion: de que otra vex haya un gobier- no nacionalista burgués que le dé a la clase obrera (o me- jor dicho, le devuelva) el perdido nivel de vida que slean- 26 bajo el primer gobierno de Pers, Pero es0 es absolutamente imposible; v été es el eje de la crisis, de la contradiecién mortal que viene arras- trando el peronismo. Hace muchos afios que la ess del capitalismo. semicolonial argentino impide absolutamen- ‘e a cualquier gobierno burgués —sea peronista, militar 0 radical dar grandes concesiones a los trabajadores. Mas atin: desde que la crisis comenz6 a agravarse (bajo el in- flujo de la crisis econdmica mundial desatada en 1973/ 74), ni siquiera puede mantener el nivel de vida obrero, por lo menos, reducirlo moderadamente, Por el contza- lo necesitan atacarlo, redueir drasticamente el nivel de vida y todas las conquistas obreras que alin queden en pie. El “rodrigazo” de Isabel en 1975 es apenas un pali- do anticipo de las medidas que tomaré el futuro gobier- no “‘constitucional” para cumplir con los compromisos con el FMI ypagarle la deuda externa al imperialismo. Ya sea que el partido justicialista gobierne, va sea que le toque el papel de colaborar desde la “oposicién”, o con rinistros como le propone Alfonsin, el peronismo no tendré forma de iuriarle el cuerpo a esa contradiecion ni de lavarse las manos. En sintesis: el peronismo “de la primera hora” —un gobierno patronal que di6 extraordinarias conquistas a Jos trabajadores y mantuvo una relativa independencia, frente al imperialismo—estd muerto y sepultado, porque termin6 definitivamente la época “tie las vacas gordas” del capitalismo semicolonial argentino. Es imposible, absolutamente imposible, volver a é1, como desean los trabajadores que todavia son peronistas. Hoy. el Partido Justicialista forma parte del bloque reaccionario y proimperialisia eoaligado en la Multiparti- daria que, cuando suba al gobierno, aplicaré planes de hhambre mil veces peores que los de Rodrigo. ¢ Isabel, porque ahora se trata de “levantar un muerto” de 43.000 millones de d6lares. Pero si los trabajadores, “aunque muchos con grandes dudas— son todavia pe- ‘onistas, es porque q) jren retornar a las cone 45/55 y no a los Ro de Isabel. ¥ en esa diccion se desgarra el ronismo. Con esa contradiec (n “estructural” se combina factor de crisis, que F Hrfamos Hamar que quizas se ponga al ciones, El peronismo fue in movimiento bonapartista; un movimiento o “frente nico” de corrientes politicas ¥/o sindicales muy heterogéneas, que llego a reunir ada suerte de politicos burgueses (entre ellos una infintiad de caudillos provineiales con intereses encontrados), a bu- rOeratas sindicales y activistas obreros Iuchadores, a co- rrientes pequefioburguesas ultraizquierdistas (tipo mon- toneros) y de ultraderecha (GNU, ©. de 0.) ete., ete. Ese “frente” 0 movimiento era dirigido autoriiariamente por Peron, como arbitro supremo e inapelable que repartia cargos y candidaturas, Hoy el proceso de revolucién democratica ha alean- zado también al peronismo cuando esté en tren de orga- nizarse para las elecciones. 2Va a seguir como movimiento bonapartista, ahora ‘con Isabel como Bonaparte, como arbitro supremo? ;0 va a ser un partido parecido al radical, donde mandan los ‘caudillos 0 grandes “>punteros” que dominan la “inter- na”? Cualquiera de esas dos variantes (0 una combinacién, un compromiso provisorio entre ambas para no destrozar al peronismo en visperas de elecciones)es fuente de crisis, La primera —que Isabel tome el control total del par- tido o que em su pelea por hacerlo llegue @ la escision del peronismo— significaria un salto cualitativo de la crisis del justicialismo, La figura de Isabel es detestada por la ‘mayoria de la base obrera peronisia. Ademés, el proceso revolucionario democritica se ha reflejado en el Partido ‘usticlalista no s6lo con los 8.000.000 de afiliados, y con Ja formaci6n de 400 listas en Ia provincia de Buenos Ai- tes y de centenares en todo el pais, sino también con un rechazo a la digitacion y el autoritarismo bonapartista Un intento de Isabel de imponerlo a toda costa, preten- diendo ignorar los resultados de la interna, podria llevar aun estallido, Una solucién “tibrida”, un compromiso por el cual Isabel acate los resultados de la interna y las candidatu- ras que de ella resulten, a cambio de ser presidenta del Congreso y del Partido (aunque con recortados poderes), impedirfa una explosion y también posiblemente la rup. tura de dirigentes menores. Pero sui regreso al pais y la asuncién (aunque sea meramente simbélica) de la jefatu- ra del Partido Justicialista, pueden ser la gota que colme el vaso de ese sector de la clase trabajadora que empieza a decir: “si yuelve Isabel, yo no voto al peronismo””. Asi, por arriba, el peronismo podria mantener una completa tunidad sin que rompiese ni una unidad bésica, mientras ue, por abajo, podria perder un sector més o menos am- plio de su voto obrero ¥ popular. Y aun la vatiante més favorable para el peronismo —que haya una candidaturaque no despierte rechazos, como la de Luder, y que Isabel se quede en Madrid, mar- gindndose definitivamente— no impediré que a la larga no se ahonde Ia erisis con el trabajador peronista. Bs que de la “interna” esté surgiendo de hecho un nuevo parti- do, un partido burgués muy parecido ala UCR (0 mejor dicho, una mezela de “punteros” tipo UCR con caudillos del viejo estilo de Barcel6). Las elecciones internas y en general la “democratizacion”” del peronismo han sido co- padas por “‘maguinarias” electorales que mueven sumas fabulosas y que son manejadas fundamentalmente por dirigentes politicos burgueses del tipo de Luder, Bittel, Cafiero y ottos caudillos semejantes a nivel de las provin- cias. Han dejado escaso margen al movimiento sindical y obrero: en la “interna” no sélo no figura ninguna co- hasta la misma bu- indario. (1) yy ante muchos tra- 0 una lucha entre lonatdas en pelearse no tienen nada que jue nace, un partido cada vez: més por el cobreto peronista como un partido qeno a él. ‘Lp etisis del justicialismo como partido o movimiento poliiseo se da simulténeamente con otro proceso al que std estrechamente relacionada: la crisis de la buroeracia sindieal. El proceso de revolucién democratica atin no ha golpeado con todo en los sindicatos; pero en los lugares donde se insinda como en el gremio bancario, por ejemplo, Is erisis de la burocracia se hace galopante, Es inevitable’ que el movimiento sindical y obrero sea un frente de tormenta cada vez més agitado para el peronis- ‘mo y la burocracia. En este terreno, hay que distinguir dos cuestiones ‘muy diferentes: por un lado, en la mayoria de los gre- mios, por no haber surgido todavia una eorriente organi- zada de nuevos activistas la vieja burocracia puede seguir desde arriba manejando el sindicato. Pero, por el otro la- do, por abajo, se ha venido acumulando desde hace arios la bronca de los trabajadores contra los viejos burdcratas peronistas. Y esto puede llegar a reflejarso en las eleccio- nes. El desprestigio y a veces hasta el odio. de que gozan los viejos buréeratas entre las bases obreras, es asi otro importante factor de ruptura de los trabajadores con el peronismo. Por ejemplo, tras el ataque de Alfonsin al pacto militarsindieal, pudimos por primera vez detectar ‘en muchas fabricas una corriente favorable al candidato radieal. El rechazo a la buroemacia y el deseo de que ha- ya democracia sindieal pueden hacer que en estaseleccio- nes un sector de la clase trabajadora le niegue su voto ab peronismo, rriente sindical “‘combativa”, sino | rocracia juega en dltimas, un papel_ Las elecciones internas aparecer bajadores afiliados al peronismo « aparatos de dirigentes que gastan “por el queso”, y con los cuales el cBstamos en visperas de un giro histérico? Por todas estas razones ~pero principalmente por la primera que sefialamos: ya no hay posibilidad alguna de volver a un gobierno patronal que dé grandes concesio- nes a los trabajadores es muy probable que estemos en visperas de un giro historico la ruptura parcial o total de [a clase trabaiaciora con el peronismo, Quizds estamos en: el umbral de un cambio, de una revolucién ideol6gica, 1. Hay que subrayar dos fenomenos: uno, ave tos diets since con ses Sota “inttna como Lorenzo Mgue oer fos fbseas ¥en of momenta sorero 9 siecea, 0 Bore silos stor sv han convartle en grandes puteos Braue tir carla han onaeguido no poraue tengan en ica miles de acinists ydelegos ave le hogan a campat sino ponindo plots y soreno undedes bisa, gual que Caro Bt Gero Robo, Societe lng unidados bss de Miguel no difeencan en naiad las Ge evo eaudion, No he abo, por Nicer jugar como un "parido ainda” dent de pernimo. Los urate aue hose han hecho elle memos grandes punts tor, como Miguel 6 Iglesias, 0 ham quad eyplzados oni tera 0 tiguten come segundones de ioe dtntorenuailos de (orem police” for ex5 de Cuero, Trac Ge Robieco, te Ei oma fenbopero in fesiwo es eels “aude peo ta (inramigencay Movie) 00 figura ns plas en In tern Su lun on Catarmarce no ign nad on exe soto {uns victoria del tadieanelaparate de Sand, que en esa Po inca x alo parecdo ot de ta funiie Homers de Corrente, Tuna con mence fortuna como se dio en 1945/46, cuando bruscamente millones de trabajadores, al sentirse defraudados, le dieron la es- palda al Partido Comunista, al Partido Socialista, alos restos del anarquistno y a la UOR, para volverse peronis- tas, La experiencia definitiva de la elase trabajadora con el peronismo y la formacion de una nueva direccién politi cay sindical del movimiento obrero son procesos que se fueron relativamente “postergando”, sobre todo por os, golpes de estado, Ya desde 1952, cuando Perén habia disipado la fabu- Josa acumulacion obtenida por Argentina durante la Se- gunda Guerra Mundial, comenzaron los races con el mo- vimiento obrero, al intentar el gobierno peronista recor- tar algunas conquistas. El golpe gorila de 1955 corto ese proceso. La reorganizacién posterior del movimiento obrerb —euya columna vertebral fue la UOM= abrid de nuevo, ppor un tiempo la posibilidad de luchar por una dircecion, independiente de Peron. La derrota de la huelga meta Iirgica de 1956, el triunfo de la burocracia vandorista y. finalmente, el perfodo de retroceso del movimiento obrero que comienza en 1959, volvieron a cerraria. Pero fue bajo el itimo gobierno peronista, especial- mente en la etapa de Isabel, que las masas trabajadoras, ‘comenzaron a hacer una experiencia a fondo, dmarcada ppor los asesinatos de la Triple A, el intento de imponer con Rodrigo un plan de hambre, la respuesta a la huelga general obrera, el ereciente sentimiento de repudio a Lé- pez Rega, primero, v a Isabel, después, etestera. Todo levaba a la ruptura de los trabajadores con el peronismo. Es verdad que el golpe militar de marzo del 76 frend ese proceso, y que ademas la guerrilla terrorista cumplio en él un papel nefasto, creando una monumental confu- _sion politica en los obreros y la clase media Pero pese a todo eso —y a qué, en relacidn a las mons- ‘fruosidades del “Proceso”, Isabel salié ganando por com- pparacion—, la experiencia preliminar del 73/76 dejo una hhonda huclla en la conciencia de las masts trabajadoras peronistas, huella que no se ha borrado. Y esa huella punta ya hacia la revolucién ideoldgica de ruptura con el peronismo, aunque esa ruptura esté en germert y no |llegue todavia en Ta mayoria de tos trabajadores a expre- sarse en el voto. Sobran las priebas de lo que decimos. Para compro- barlo facilmente basta recordar el estado de animo y la conciencia del trabajador peronista comtin y corriente en visperas de las eleeciones de 1973 y compararios eon los ide ahora. Mientras que en 1978 tenia confianza absoluta y fe inquebrantable en Pern y el peronismo, hoy tiene, por Jo menos, desconfianza y deseteimiento. Intuye que hay algo que “no marcha” en el peronismo y generalmente Jo atribuye a que no est Peron, con lo que sin darse | cuenta esta diciendo ya que el peronismo no tiene “arre- glo”. De la misma manera que reivindica a Pern, detesta 4 Isabel y critica o desconfia de los dirigentes: “son unos vendidos”, “lo tinico que hacen es pelearse por el que- £50”, ete. Estas u otras frases parecidas es frecuente escucharse- las, aunque se haya afiliado al Partido Justicialista. Nadie sale a gritar “la vida por Luder”, 0 por Cafiero, 0 por Bi tel No es necesario que sigamos dando ejemplos, ya que ‘con eso nos encontrarmos diariamente cuando diseu- timos con compaiieros peronistas, especialmente con tra- bajadores, Y este didlogo hoy es facil, a diferencia de ha- ‘ce diez afios.atrés: hoy convencemos a muchos, como lo prueba el hecho de que la enorme mayoria de ios actua- Tes militantes del MAS son compafieros que vienen del eronismo. PeMpote proceso, la crisis del peronismo, es un proceso objetivo, es decir, se da independientemente de nosotros. No podemos prever ni menos determinar cual serd st ri mo hasta el 30 de octubre: no sabemos, por ejemplo, si el Congreso peronista logrard soldar la unidad por arriba © si serd ocasion de una batalla eampal, ni adivinar en qué medida la “interna” dejara un tendal de perdidosos ¥ marginados que comiencen a boicotear ealladamente a los candidatos oficiales, et. Todo es posible. Pero, aunque se dé la variante més probable, que el “terremoto” quede postergado, para después, para la etapa del gobierno constitucional, eso no signifieara que la crisis no esté en curso, O de otra forma: creemos que es posible que exista ya una franja (cuya extensin no podemos medir cabalmente) de compatieros peronistas (especialmente, trabajadores) que ya tienen profundas dudas sobre el Partido Justicia- lista: un sector con el cual es posible tener un didlogo y ganarlo para que rompa con el Pl, votando al socialismo. Es decir, ereemos que hay condiciones para tratar de convencer a una minoria de trabajadores de que en las. elecciones dé ese “giro” 0 “revolucién ideoldgica”, vo- tando por el MAS. f Ahora bien: nada seria mas equivocado que pensar que el proceso de crisis y de ruptura de los trabajadores ‘con el peronismo los llevard —antes o después de las elec- clones— casi automaticamente hacia el socialismo y en especial a nuestro partido. Nada de eso! Sera por el contrario una batalla tremenda y muy dificil, en la que tendremos poderosisimos competidores. En lo inmedia- fo, en estas elecciones, competirin con nosotros la UGR, el PC, el P, ete. Por ejemplo, comenzamos 2 encontrar en muchas Tabricas, sobre todo en la capa de obreros javenes, a compafieros que se plantean la posibilidad de votar por Alfonsin. Este es un fendmeno nuevo: afios atrés, los radicales tenfan la imagen del “gorila”: ahora, hay j6venes obreros que ignoran la historia negra del redi calismo y ven a Alfonsin como algo “nuevo” y que pelea por la democracia contra burocratas prepotentes como Lorenzo Miguel. Por su parte, al PC y el PI, aun- ‘que poco insertados en el movimiento obrero, no los, Podemos menospreciar como competidores en la capta- ‘in de esta franja de los trabajadores peronistas. En suma: no serd féeil conseguir el voto de un sector de la clase trabajadora peronistas, Habré muchos que, pot peso de inercia, tenderdn. a soguir votando como an- tes al Partido Justicialista y los que rompan con el jus- tielalismo serdn presionados por otras opciones, como la de Alfonsin, “Pero, aunque no sea fécil, debemos aprovechar las cleceiones para intervenir —volcando en ello todas nues- tras fuerzas— en el mas importante proceso politico ob- tivo que se da hoy: el de la erisis del peronismo. Se tala del destino de nuestra clase: hoy la batalla por el socialismo, por la revolucion socialista, no se libra tanto en la calle, como en la mente del trabajador peronista. Esta es, pues, la situacién en que vamos a las eleccio- 77 ee CAPITULO IL NUESTRA ESTRATEGIA ELECTORAL Deciamos al principio de este documento, que parti iparemos en las elecciones para hacer camparia por el no pago de la deuda exterior, golpeando prineipalmente sobre las masas trabajadoras peronistas. En esta frase se resume nuestra estrategia electoral. Véamosla més en concreto Hacemos la campaiia con una consigna central que no es clasista, sino popular y antiimperialista. ‘Como decfamos més arriba y segiin venimos también planteando en nuestra prensa, la cuestidn de la deuda ex. terna ¢s el nudo de la dependéncia semicolonial de la Ar gentina,la forma més escandalosa de explotacion por parte del imperialismo, del capital finaneiero. Los conve- nios con él FMI para amortizar la deuda son la causa ma- yory més inmediata de la miseria popular. Es facil demostrar cdmo es absolutamente imposible solucionar el més minimo problema de los trabajadores, ycel pueblo ~ia miseria, la carestia , los salarios reales ca- {da vez més bajos, las jubilaciones de hambre, la vivienda,, Ja salud pitblica, la edueacién, etc.— mientras sigamos pa- gando ese tributo monstruoso al imperialismo. Explicare- ‘mos pacientemente, en especial a los compaferos pero- nistas, que s6lo demagogos y charlatanes pueden prome- ter a los trabajadores que solucionarén los problemas del salario, el empleo, la vivienda, la salud y la educacion, pagando al mismo tiempo la deuda exterior. ;Comer o pagar!: és es la disyuntiva que tenemos que explicar a las masas. En resumen: queremos que en esta campaiia se conoz- ‘ca al MAS como el partido que esté contra el pago de la deuda exterior. Nuestro partido es muy joven —ticne menos de un aiio de vida~y nunea hizo tina eampaia electoral. Pero ‘convendria comparar nuestra actual campaiia con la que hicieron otras corrientes socialistas en las elecciones de 1973. En 1973, habia un eje clasista: No vote patrones ni generates, ni dirigentes vendidos, Vote por sus compate 19s trabajadores. a Hoy, en 1983, nuestro eje no es clasista, sino popular, nacionakantifmperialista: No vote a los que quieren pa- agar la deuda externa. Vote por el MAS, que esta contra el pogo de ta deuda Es popular porque, aunque es la clase obrera quien més sufre por lo de la deuda, ésta afecta a amplios secto- res de la clase media e incluso de la burguesia, Arruina zo s6lo al obrero sino tambien al taxista, al almacenero, al pequefio comerciante o industrial, al arquitecto, al maestro, al médico ...¥ hasta llega a poner en crisis al aparato represivo del estado: cuando los poliefas de Tu- cumén salen en manifestacién por ganar § 800, aunque ellos. no lo sepan, estan objetivamente protestando con- tra el FMI y contra el pago de la deuda externa ... Recor- demos, incluso, que durante Ia guerra de las Malvinas hu- bo militares retirados que plantearon no pagar la deud: Este amplio cardeter popular es preeisamente lo que le da una extraordinaria potencialidad revolucionaria a Ja consigna antiimperialista de no pagar la deuda, lo que la hace transicional. Por un lado, coincide objetivamente con los intereses de la clase obrera y los mas amplios sec- tores populares; se trata, hasta podramos decitlo, de una consigna de saluacién nacional, ya que Argentina corre el riesgo incluso de disgregarse si no-soluciona su crisis. sea que podria llegar a movilizar a los mds amplios secto- res del pueblo argentino. Pero, por el otro lado, se trata de tna” consigna, hasta ahora intolerable para el capita- lismo semicolonial argentino, ya que significaria un en- frentamiento revolucionario con el imperiaismo, una ruptura que nuestra buxguesfa cipaya quiere evitar a toda ‘costa, Por es0, ninguno de los partidos patronales —ni la UCR ni el Partido dusticialista, ni tampoco en verdad el PI-- levanta la consigna del no pago. El PC, obediente a la linea de Moses de pagar las deudas con el imperialis- ‘mo, tampoco lo hace. El PO la tiene como yna consigna de infima importanela. Intransigencia y Movilizacién Pe- ronista charla sobre el no pago de la deuda, pero eso no significa nada mientras siga siendo la obediente patitaiz- uierda del partido isabelista, que fervorosamente pro- mete pagarla, Sélo el FIP de Abelardo Ramos ha tomado como eonsigna central el no pago, pero solamente a EE, UU, Inglaterra, ‘Nosotros no nos alegramos de esto, No somos secta- ios y nos gustaria sinceramente que, por ejemplo, el pe ronismo —que nacié enfrenténdose al embajador yanqui Spruille Braden— hoy volviera a enfrentarse con FMI y el imperialismo encabezando la lucha contra el pago de la deuda exterior. ¥ durante nuestra eampana tenemos per- manentemente gue invilar a los candidatos peronistas @ ‘que se pronunecien en ese sentido, aunque desde va tone- mos que prever que no modificardn su posicion proimpe- rialista For es0, lo mas probable es que en estas elecciones el MAS sea el inico que haga del no pago de la deuda ex terna el eje de su campaita ‘Nuestra consigna de gobierno Todo lo que planteamos se debe reflejar, por consi- guiente, en nuestra consigna de gobierno, Si tanto ahora, como después de las elecciones ningin sector importante, de Ja burguesia toma la consigna del no pago, ello signi- ea que quizas, en el futuro, esa consigna prepare las ba- ses politicas de lo que los elisicos del socialismo eientifi- ‘co denominan “gobierno obrero y campesino”; es decir, tun gobierno de ruptura con la burguesia, que en la Ar- gentina se plantea como gobierno obrero y popular, de- ido al peso decisivo de Ia clase media urbana. Quizis el dia de mafiana, contra el pago de la deuda y por la rup- tura con el FMI se movilicen con la clase obrera grandes orrientes pequefioburguesas, produciéndose un gran. ‘movimiento de masas contra el pago de la deuda que sea popular y hasta de direccion o codireccion pequenobur. guesas, ‘Asi, en la perspectiva de grandes movilizaciones de ‘masas populares por el no pago, la consigna de gobierno que agitaremos en la campana electoral serds Por un gobierno de las organizaciones obreras y po- pulares que estén contra el pago de la deuda extern ‘Nuestra principal consigna internacionalist: ;Por un Frente de Argentina, Brasil, Chile, Bolivia, ‘México y demas paises latinoamericanos para cesar el pago de la deuda exterior! Asi bajamos a tierra la tradicional consigna de “Fede- racion de repiiblicas socialistas de América Latina” y la que veniamos levantando de ‘Segunda Independencia” En estos momentos, el acto més terminante y conereto de independencia frente al imperialismo y de unidad lati- rnoamericana seria el del frente de deudores para no pa- gar. Ademés, el proceso de luchas obreras ¥ populares que vive el Gono Sur, como ya explicamos antes, apunta objetivamente en ese sentido, Es posible, entonces, que silo de la deuda se vuelve un céncer cada vez mis asfi- xiante, ésta Hegue a ser la gran consigna que unifique po- Iiticamente a las masas obreras, campesinas y de clase ‘media del Cono Sury de América Latina. Ante esta posibilidad, vamos a aprovechar esta campa- iia electoral para explicar pacientemente a las masas esa perspectiva. Otras consignas de nuestra campaiia Vamos a editar un manifiesto que nos serviré a modo de plataforma para el trabajo electoral. Asimismo, desde cl periédico, que sera nuestra principal herramienta para la campaiia, seguiremos planteando nuestras consignas y osiciones sobre los principales problemas o aconteci- mientos: desde nuestras campatias en el terreno sindical =salarios, apoyo a los gremios en lucha, unifieacion de los eonflietos, contra la buroeracia, ete.—, sobre los dere- chos humanos, vivienda, juventud, ete. Lo mismo con respecto a nuestra consigna permanente de “Argentina Socialista’”. Pero todo lo que digamos en la campafia electoral, 10 vamos a tratar siempre de relacionar y subordinar a nues- tra consigna central del no pago. Estamos en contra de hacer la campafia electoral con “programas-6mnibus”” ‘eon decenas de consignas de peso equivalente y desco- nectadas entre si, muchas de las cuales incluso pueden, ser un obsticulo para que nos apoyen. Por ejemplo, si hablamos de los derechos humanos, debemos terminar siempre recaleando To que dicen las mismas Madres de Plaza de Mayo: que reprimieron a mansalva a los trabajadores y al pueblo, para sofocar to- da protesta contra el Plan Martinez de Hoz, responsable de la mayor parte de la deuda exterior, etc. Lo mismo debemos hacer, si se presenta el caso, al sutir sobre las plataformas de otros partidos. Ahora saldrén los magos y curanderos de la UCR, el partido Justicialista, el PI, el PC, etc.,.con detalladisimos progra- ‘mas en que resolveran todo: et salario, 1a desocupacion, la vivienda, Ia escuela, daran de comer a los nifios y hasta, resueitardn a los muertos. Los candidatos a intendentes, consejos municipales y juntas vecinales rivalizaran en. prometer kilometros de pavimento, cloacas, ete. El een: iro permanente de nuestro ataque debe ser demostrar ‘que nada de lo que prometan lo podran cumplir, mien: tras la economia del pais se desangre pagando la deuda externa ... do, deberemos alacar ya, por anticipado, no peronista 6 radical, del cual seremos los més inflexibles opositores desde la izquierda. Buscan- do técticamente no aparecer como gente odiosa que s6lo sabe criticar, deberemos sin embargo explicar paciente- mente a los trabajadores como el futuro gobierno radi cal, peronista o de “tunidad nacional” va a ser el peor fenemigo de los obreros y de qué forma ya esta planean- do reventarnos de hambre para pagarle al imperialismo. Al trabajador a quien convenzamos de eso —que no puede confiar ni esperar nada bueno del futuro gobier- no-, muy probablemente nos votara. Y al que no logre- , mos convencerlo, después seguramente se acordaré que fue el MAS el tinico partido que le dijo la verdad. Dirigiremos la campaiia principalmente sobre los trabajadores peronistas Pero, como en toda campatia, debemos tener preci- sadas no solamente las consignas y ejes politicos, sino también el lugar de trabajo, hacia qué sectores apunta- ‘Como antes dijimos, el mas importante proceso poli- tico objetivo es el que se da con el peronismo. Voleare- ‘mos alli nuestra intervencién en la campaiia electoral. Nos parece que hay un sector, como decfamos antes, de trabajadores peronistas muy desereidos de sus ditigen- tes, especialmente de Isabel Per6n, que para muchos de ellos es una figura revulsiva. Hay que desarrollar la cam- ppafa principalmente en ese terreno, sobre esos sectores, para tratar de ganar una franja que vote por el MAS, Con esta orientacidn ~tirarnos a ganar una franja que hoy no podemos medir del voto peronista—, no estamos dando un giro de 180°, Mas bien bien se trata de sacar conelusiones, y de profundizar y levar al terreno electo- ral la experiencia que hemos estado haciendo en el ili En efecto: todo indica que de nuestros nuevos mili tantes y de la concurrencia a nuestros actos, del 80 al 90% viene del peronismo, ¢ incluso hay un porcentaje que atin se dice peronista, o que reivindiea a Peron di- eiendo que en verdad era socialista, ete. Por cada uno que viene de la izquierda 0 dela UCR, ganamos 20 6 30 compaiteros que vienen del peronismo, Esto también se haa reflejado mucho en la composieién social de nuestros, actos: mayoria de obreros y de trabajadores, Ahora bien: geste fendmeno expresa solo @ una pe. quefia vanguardia de 15,000 6 20.000 compaferos que eniran al MAS y/o vienen a nuestros actos? 20 detrés puede existir un sector mayor, una franja que segura- ‘mente no viene sola por su propia cuenta hacia nosotzos, pero que podemos ir a duscurla donde esté y. si sabemos dialogar bien con ella, convencerla y ganar su voto? Te- nemos que jugarnos con todo a esta segunda hipdtess, Por consiguiente, debemos precisar ahora, aunque sea fn lineas generales, adonde vamos a ir a buscar esa franja del peronismo y eémo tender puentes de didlogo con ella Descartemos de entrada que debamos apuntar princi palmente hacia la lamada “izquierda peronista” y sus Activistas. De alli, por supuesto, quizés ganemos gente suelta y valiosos militantes, pero como sector no s6lo es fundamentalmente pequefioburgués y/o marginal (aun que és0s no serfan sus mayores inconvenientes), sino que no le vemos ningiin otro curso progresivo. Se parece al resto de las organizaciones de la izquierda argentina que =desde el PC al PO— usan un lenguaje “muy: combati- v0”, hablan de “los trabajadores”, de la “liberacion na- cional’” ete,, pero siempre para terminar diciendo que hay que unirse politicamente con la burguesia en algin tipo de frente. En el caso de Intransigencia y Movilizz ci6n Peronista, ese frente lo coneretan siendo una co- rriente disciplinada del Partido Justicialsta, respetuosa de sus dirigentes burgueses y en primer lugar de Isabel Perén, a la que jamas eritican en piblico. Sus planteos sobre la deuda externa y la ‘“‘tendicién de euentas” no nos deben confundir: no indican un curso. progresivo; son apenas la cuota de demagogia imprescindible para ser el “ala izquierda” del Partido isabelista, partido que ‘va a pagar la deuda y no le va a pedir cuentas a ningiin general Al revés de la “izquierda peronista”, es el trabajador peronista comtin y corriente al que vemos en un curso ogresivo. ¥ esto no es casual, porque en el fondo siem- pre ha sido mas clasista que Ia izquierda pequefioburgue- Sa, Si fle y es peronista, es porque para él el peronismo siempre ha sido el partido de os trabajadores, el partido donde estan los obreros. Podemos decir que es un elasis- ta inconsciente 0 sélo sindical; o que es un classta eq ‘yocado, Pero es diametralmente opuesto al *izquierdis- {a que tiene como programa consciente la unidad con la burguesia, Si vamos entonces a buscar en el peronismo al obrero 6 al trabajador, la campafia la tenemos que concentrar ‘donde ellos estan concentrados, donde mayoritariamente viven y trabajan. Coneretamente, esto significa, a eseala nacional, que el peso mayor de nuestra campatia lo va- mos a uolear esencialmente sobre el Gran Buenos, y lue- 60 sobre la periferia de la Capital y sobre los comparieros que desde esos lugares vienen a trabajar el centro de la }.Copital. Esto es el coraz6n de la clase obrera peroni: un éxito electoral aqui serfa de una inmensa trascenden- | cia nacional y para el futuro de la construccién del parti- do. En el interior, debemos hacer algo semejante, de acuerdo a las fuerzas que tengamos y adapténdonos a la situacion conereta y las posibilidades electorales de cada lugar. Por ejemplo, en Tucumén el 90% de nuestra fuer- za tenemos que volcarla a los pueblos de los ingenios, no ala ciudad de Tucuman. En el plano organizativo, esto implica de inmediato lo siguiente: que ya en el Gran Buenos Aires tenemos que darnos como minimo el objetivo de duplicar inmediata- mente 19s locales (itnos a 300 y si fuese posible llegar a 400 en el curso de la campaiia). Son las “bases de ope- raciones” imprescindibles —sin ellas no hay campaiia— para tocar casa por casa en el barrio y/o en su lugar de trabajo a los obreros y trabajadores peronistas. Las for- mas concretas en que haremos este trabajo, las veremos en el proximo capitulo, No perderemos el tiempo abriendo més locales en ba- rigs pequofioburgueses 9 céntricos, aunque sean del Gran Buenos Aires. En Capital Federal s6lo abriremos ‘més locales en su periferia obrera o excepeionalmente en. el centro para atender alguna concentracién muy impor- tanto de trabajadores.En el centro de las ciudades algunos barrios pequenioburgueses, nos dedicaremos pri cipalmente a bloquear los lugares de concentracion de trabajadores bancarios, telefonicos, ferroviarios, ete. ¥ de estudiantes secundarios en el caso de la juventud del MAS. Los nuevos locales los abriremos preferentemente en los barrios mas periféricos, y alejados de los centros, siempre que sean bien obreros y de trabajadores, no de himpenes y marginales. E] didlogo con los. compaiieros peronistas Nuestra eampaiia por el no pago de la deuda externa tiene que ser como tna palanea que, metida en las grietas que abre la erisis del peronismo, nos permita desgajar seetores, Pero hay que ver bien donde estén las grietas y como usar la palanea. Sirven de poco o nada las sabihondas diseusiones hi torico-académicas sobre Perén. Eso dejémosio para los cursos. Ademés, no se trata de “ganarle” diseusiones a ‘ningan tratajador peronista, sino de convencerlo de que zo vote al PJ, sino al MAS. Son cosas muy distintas y ge- neralmente opuestas: podemos “ganar” todas las discu- siones, y no convener a nadie ni conseguir un solo voto. ara dialogar con el compaiiero peronista que esté en ‘duda, tenemos que partir de lo que tenemos en comiin, de lab cosas en que estamos de acuerdo o podemos estar de acuerdo; no hay que empezar con la discusién de lo que estamos en desacuerdo total. Y ese terreno en co- rmiin, si es un trabajador, generalmente es muy grande. A veces mas grande de lo que pensamos, si sabemos escu- ‘charlo interpretar qué signifiea en el fondo lo que esta diciendo. Por ejemplo: vamos @ hablar con un compaiiero que nos saca earpiendo de entrada y que defiende fervorosa- mente a Peron y al peronismo. Serfa un grave error em- pezar a replicar discutiéndole. Mas bien habria que pre- guntarle: gpero usted, compaiero, opina Io mismo de Isabel? Si so tira contra Isabel, ahi ya empezamos a tener ¢l terreno comin y la greta donde meter la palanca. ‘La suerte ha querido que las dos etapas del movimien- to peronista a inicial en que di6 fabulosas conquistas, y la final, en que di6 el Rodrigazo— sean identificadas ‘con dos personas distintas ~PerOn e Isabel—, en la con ciencia de muchos peronistas. El trabajador que defiende fervorosamente a Perén y al peronismo, y cuestiona o desconfia de Isabel (o dice: ‘el peronismo ya no es el de antes”) estd diciendo a su modo, con sus ptopias pala- ras, esa verdad. i En nuestra agitacion electoral, tenemos que decirle |auo tiene razén: el peronismo no es el isabelismo, (7¥ ‘punto!: el dia de manana, cuando le demos un curso si “es que To captamos, va le explicaremos lo de las dos eta pas de los movimientos nacionales, el eardcter de clase de | Poron y el peronismo, ete.) Ahora, sin que ello impligue salimos para nada de nuestros prinipios, debemos deci- “Ie: “jfiene razén, compafiero! ;Perén dio de todo! Pe- “como usted mismo dice, el peronismo de ahora no es el | de antes. Es queef isabelismo no es peronismo. Isabel no | dio nada. Acuérdese cdmo traté de quitarnos. ¥ hoy & Ii me parece que précticamente 9@ no hay mas peronis- mo, hay isabelismo. i.Acaso el Partido Justicalsta no lo ‘irigen los izabelistas, 0 por lo menos, no le ceden en to do & Isabel? ;Y si no es asi, side verdad estén en contra de ella, por qué todos —Lder, Catlero, Miguel~ dicen que la van a poner de presidenta del parlido? ;No le pa- Tece que si de verdad estuvieran en contra de ella la echa- rian y no la pondrian a presidir? Pero, aparte de eso, yo treo compatiero que usted tiene una prueba infalble ta saber por antieipado si el Partido Justcilista, si llega 8 ganar las elecciones, va a hacer un gobierno peronista Isabelista, si nos va a devolver las conquistas sociales o si todavia nos vaa sacar mis: fijese si piensa pagar 0 no la deuda externa, Si el Partido Justicialsta dice que va a Suspender su pago para poder devolver las eonguistas so- ciales, le creo compatiero, va a haber un gobierno pero- nist, tal como usted entiende lo que debe ser el peronis- mo. ¥ yo diria que seria todavia més que un gobierno peronista: superaria al mismo Peron, porave el pueblo Argentino lograria entonces una eonquista que en el pri- ‘met gobierno de Peron no pudo conseguir totalmente: Ja independencia completa del imperialismo. Pero, en ‘cambio, si el PJ dice que va a pagar la deuda, entonces, ‘compaiiero, no le quepa la menor duda: van a hacer un gobierno isabelista, Vamos a estar igual 0 peor que aho- Ta, y no vamos a recuperar ninguna conguista social En resumen, la diferencia entre “‘peronismo”’e “isabe- lismo” es una brecha en la conciencia de amplios secto- res de trabaiadores, que debemos explotar a fondo. No queremos dar ‘libretos” rigidos. Que cada uno, al dialo- gar con compafieros peronistas, argue el rollo que erea mejor, con sus propios ejemplos, y, sobre todo, que Ios escuche antes cuidadosamente, Pero, cualquiera que sea la forma, tenemos que insistir: el isabelismo de 1983 no es el peronismo de 1946. Si logréramos popularizat las palabras “isabelismo” 0 “isabelistas” para denominar al PJ y a sus candidatos y dirigentes como llegaron a po- pularizarse relativamente las palabras “burocracia sind cal”, que antes eran usadas slo por un puftado de acti- vistas~, ello indicaria un importante avance en el proce- so de Yevolucién ideolégica de las masas peronistas. Otra brecha importante, especialmente en el movi- miento obrero y en los activistas, son los temas de la de- ‘mocracia, especialmente la democracia sindical, y de la durocracia, Una encuesta realizada por el Partido Justicia- lista —eiteda por La Prensa (11-8-83)— daba a Lorenzo ‘Miguel como el personaje mas impopular del peronismo después de Isabel . . . No tenemos que abandonar esta brecha a la demagogla democratera del alfonsinismo. ‘Tiene que ser parte fundamental de nuestro dilogo con ¢l trabajador peronista. En esto, como siempre, tenemos que empezar primero por escucharlo, para ver sies muy retrasado y no ve todavia lo de la burocracia, 0 si ya em- pieza a ser consciente y le ha agarrado bronca. . . Si es ‘asi, partiremos de esa coineidencia, para tratar de que sa- que su conelusién politica: que no puede votar por esos dirigentes que repudia sindicalmente: que si esta en con- tra de ellos como dirigentes sindicales, no puede votar por ellos y por los politicos que apoyan (como Luder 0 Cafiero), para que gobiernen el pai Los conflictos y la campaiia electoral Hasta el momento, las eleeciones no han logrado, eo- mo quiere la burguesfa, distraer por completo & las masas de sus graves problemas. La agucizacion de la carestia y la crisis han venido impulsando a muchos gremios a salir alalucha. ‘Tenemos que meternos en fodos los conflictos, sin ex- cepeion. Que estemos en campaia electoral no es para ello una traba, sino al contratio, una herramienta pode- Tosisima para la intervencién. Asimismo, esta interven- cin en los eonflicios forialecera nuestra camparia elee- toral en todo sentido: io sélo porque ampliara nuestra audiencia, sino porque 1os conflictos agudizan la con- ciencia politica de los trabajadores. Por ejemplo: para el empleado puiblico que est en lucha contra los nive- les de salaris firmados por Whebe con el FMI, lo de la deuda externa es algo directamente relacionado con él, que sufre en eae propia. Lo mismo, en relacion a la conducta capituladora de la buroeracia peronista, ete: ote. Lo primero que debemos hacer frente a cualquier conflicto, es hacernos presentes para ofrecer la solidart dad» el apoyo, ¥ no solo verbalmente, sino siempre con tun volante. En segundo lugar, de acuerdo a a situacién conereta, tenemos. que ver como entran a jugar nuestros candida: tos y otros elementos de la campafa. Por ejemplo, fren te a un conflicto como el que se dio hace unos meses en Volkswagen, nuestros candidatos presidenciales y a la “ gobernacién deberian hacerse presentes de inmediato en {a olla popular, para ponerse al servicio de la huelga, De- berian invitar a los candidatos de otros par PJ, la UCR, ete., a que hagan lo mismo: que vengan a dat apoyo; hacerles este planteo pilbicamente, hasta me- dante carlas abiertas (respetuosas v que no parezean ma- niobras electorales), donde también les propongamos compromisos determinados: que todos los eandidatos se comprometan solemnemente a que si Volkswagen no reincorpora, sera expropiada por el proximo. gobierno, ete. ‘Asimismo, pondremos nuestras tribunas a disposicién de los huelguistas. Si el eonflieto es muy importante, de aleances nacionales, podrfamos ver de utilizar al ser- vieio del eonflicto parte de los espacios que en la campa- fia dan a los partidos politicos por la television; lamar a Jos otros partidos a que hagan lo mismo: etc. ‘También, si ain no se ha cerrado la inseripeion de candidatos, deberiamos tratar de incluir en nuesiraslis- tas a dirigentes 0 activistas reconocidos en esas luchas, ete. Por miles de candidaturas de luchadores Una campafia electorar no la hacen entelequias, sino candidatos de carne y hueso. La gente no vota solamente por ideas puras, sino por hombres que las corporizan. Te- nnemos un atraso en las candidaturas, a consecuencia prineipalmente de las demoras en la personeria electoral del MAS. Lamentablemente, también el peronismo viene demorado: el fin de la interna, las peleas definitivas por Jos puestos y su Congreso Nacional ~que pueden generar situaciones que aceleren 0 posterguen el proceso de cti- sis se dan casi al filo de la fecha de cierre de inseripcion de candidatos. Son procesos objetivos, que no maneja- ‘mos, pero que pueden tener una influencia decisiva en ‘nuestra campaiia y también en lo que se refiere al punto de candidatos. En efecto, no sabemos si en lo inmediato el proceso de crisis del peronismo va a seguir siendo solamente “molecular” (es decir, que va petdiendo més 0 menos gente, pero en forma individual) o si van a empezar a jos, como el § nismo que rompan con un grupo de gente, con cierta corriente detrés de ellos. Debemos explorar con audacia la posibilidad de que haya luchadores obreros o bartiales del peronismo que sean barridos y marginados en la“ terna”, y que puedan venir en nuestras listas, especial- mente de coneejales, juntas vecinales, ete. Para explorar estas posibilidades, tenemos que evitar como la peste aparecer como oportunistas que andamos ofreciendo uestos a punteros peronistas para que nos traigan una olsa de votos. Por eso, de acuerdo a las condiciones en cada lugar, podrfamos empezar con una téctica sui gene- yp 7is de lista’ obrera, No comenzar planteando al inicio que ‘ rompan con el peronismo para venir a nuestras listas y Sotar por el MAS, sino lo contrario: ir a las unidades ba- sieas 0 donde estén, a decitles que nosotros otariamos por la lista de concejales del Partido Justicialista, si y s6- ‘lo siestuviera integrada por un 100% de luchadores obre- ros y populares, como los compafieros Fulano, Zutano y Mengano (que serian los que quisiéramos que vinieran {con nosotros), No hay, ereemos, la més minima posibili- {dad que el PJ en ningin municipio acepte hacer una lista con 100% de luchadores obreros. O sea, que no empeza- jamos el didlogo diciendo: “;Votennos!” o “Vengan en (nuestra lista”\sino: “nosotros ios votariamos si...” Al mismo tiempo que ensayemos ésta u otras tacticas hacia activistas politicos peronistas, (especialmente si se tata de luchadores obteros o barriales) hay que organi. ‘' zar ya para fin de mes, tal como se ha planteado en las cir. |, culares internas, asembleas populares en nuestros locales & donde se postulen precandidatos para las listas del MAS. Asambleas que sean un acontecimiento del barrio, don- e veamos si podemos levantar las precandidaturas de algiin vecino muy querido y/o conocido como luchador Sobrero o popular. Si hemos conseguido algiin ditigente .© activista peronista, lo postularemos all En base a estas propuestas de precandidatos, los con- ‘72608 nacional y de distrtos (provineias) confecciona- ‘an las listas definitivas de candidatos que presentara el, MAS. Sobre las candidaturas hay dos eosas que debemos te- ner en cuenta: calidad y cantidad. Especialmente en los principales eargos, deben ser lis- tas de luchadores, sobre todo que se hayan destacado en 1a resistencia al Proceso; tanto luchadores obreros y si icales, como por los derechos humanos contra la repre- sion, por causas populares como los impuestos y el te- cho, activistas del movimiento estudiantil, contra la con- sura y por la libertad de la cultura, ex-combatientes de las Malvinas si alcanzan a la edad, ete. Y, por supuesto, en primera fila, los luchadores por el socialismo, por la construceién del partido que permitira cambiar toda la sociedad. Como hemos aclarado antes, no tienen por qué ser afiliados al MAS: nuestras listas estén abiertas a todos Jos luchadores politicos y sindicales que, aunque se si- gan reivindicando peronistas, estén de acuerdo en los puntos centrales de nuestra agitacién electoral: el no, ppago de la deuda, por un gobierno de las organizaciones obreras y populares que estén contra el pago de la deuda externa, ete. E Para garantizar que haya candidaturas de luchadores, sobre todo en los prineipales cargos, y que no se nos fi tren aventureros politicos, hay que averiquar cuidadosa- ‘mente las biografias y trayectorias de los precandidatos. Gon los mejores candidatos, veriamos la posibilidad de hacer carteles con su retrato para el barrio, que diga: “Vote por Fulano, luchador obrero o defensor de los derechos humanos, o luchador docente”, etc., etc. O si no: “Vote por el luchador obrero peronista’ Mengano (FOTO), que va en la lista del MAS”, Pero, al mismo tiempo que cuidamos la calidad de las ‘eandidaturas, hay que conseguirlas en la mayor cantidad ¢ darse casos de activists politicos y/o sindieales del pero- posible. En las ciudades donde est implantado el parti- o, no vaa ser dificil lenar todos los renglones de candi aturas. Pero de ninguna manera debemos reducimos a 30: nuestro objetivo debe ser presentarlstas en la ma- yor eantidad de pueblos ¥ provincias posbles, incluso aunque no tengamos local ni trabajo partidario. En lat Provincias donde estemos reconocidos como partido de distrito, hay que tratar de hacer listas on todos los ‘municipios que podamos. ¥ en las provineias donde no tengamos el reconocimiento de partido de distrto, ta. tar de presentar por lo menos candidatos « electores de presidente y a diputados nacionales. Para e30, en los principales centros del partido, hay que levantar répidamente un padron de compaieros que hayan nacido y/o tengan residencia en pueblos y provin. clas donde no estemos organizados, tratando de que @ través de ellos y de parientes amigos, presentemos lis- ta. ;Cuantos mds candidatos presentemos, mds votos sa- caremos! En el siguiente capitulo, veremos eémo aprovechar Juego, en la campafa electoral misma, las candidaburas, La juventud: un problema especial Por exceso de simplificacion, venimos hablando de las ‘masas obreras y populares como si éstas fueran homogé. hheas. En verdad no es asi. Hay diferencias y desarrolios desiguales en todo sentido. Se ven, por ejemplo, al pasar de un barrio obrero al otro: no son iguales los barrios muy viejos con industrias cerradas o en decadencia que las Zonas nuevas con industrias modernas, ‘Mas importante todavia para nuestra actividad son las diferencias generacionales, sobre todo si es verdad que estamos pisando el umbral de una revolucion ideolégica de las masas. Por ejemplo, cuando las masas trabajadoras Se hicieron peronistas, a la cabeza de ese proceso estaba el joven proletariado venido del interior, al que la oligar- quia llamaba despectivamente “cabecita negra” que una cosa sea la mentalidad del trabajador que alean- 26 a conocer el primer gobierno de Peron; otra, Ia del que solo conocio al peronismo por Isabel y por lo que le contaron Ios padres; y, finalmente, otra distinta la de los jovenes que erecieron bajo el “Proceso”. No tenemos eso estudiado a fondo. Nos parece, en principio, que la juventud tiene sobre todo en la cabeza tun gran signo de interrogacién. Que hay avidez por cono- cer, por preguntarse cosas, por euestionar 10 viejo, por buscar respuestas generales ~ qué es el comunismo, qué es el socialismo?, ete. ete—, junto con un bajisimo nivel politico y/o cultural y una gran confusion, pero al mi ‘mo tiempo con un odio profundo al “Proceso” y a toda forma de represion, No podemos tener el mismo didlogo con el peronista ae 50 afios de edad, en crisis con la ideologia de toda su vida, que con el chico de 17 anos que no tiene une solida ‘opinion formada y para quien Perén es apenas una leyen- da familiar. Aqui quizés lo de “peronismo e isabelismo” no sera de fundamental interés, sino que el dilogo se en- caminard hacia cuestiones generales, como el socialismo, ete, ‘Ademés, entre 1a juventud vamos a tener que pegar duro no s6lo contra el peronismo sino tambien contra Alfonsin y el PC. Como deciamos antes, percibimos cier- ta simpatia hacia Alfonsin entre obreros jovenes de algu- nas fabrieas, sin hablar ya del peso enorme del alfonsinis- ‘mo en el esiudiantado, Por su parte, al PC lo vemos cre- ‘er entre los secundarios. En la campafa contra la UCR y el PC, deberemos dar gran importancia a su trayeetoria de colaboracionistas de [a dictadura y de gorilas de toda la vide. Habra que publi- ne cear sistematicamente en nuestra prensa, especialmente la juvenil, datos, citas, ete, que demuestran irrefutable- mente a los jovenes que ignoran esos hechos, como la UGR y el PC apoyaron fervorosamente a Videla. ‘Vamos a aprovechar las eleeciones, para tratar de de- sarrollar una gran juventud socialista, organizada en for- ma independiente del partido, que haga una campaiia electoral adecuatia a su sector, Haremos la experiencia de partir con un petitorio dirigido a todos los partidos y candidatos para que pongan como punto fundamental de su programa el no pago de la deuda exterior, aver si de esa forma abrimos un didlogo politico con miles de jovenes, especialmente de los colegios secundarios. Si las condiciones nos ayudan, si interesa a sectores mas am- plios que los que nucleamos, este movimiento juvenil contra el pago de Ia deuda podria ser el punto de partida de una gran juventud socialista. Vamos a experimentar ‘unas semanas eon este ojo, que si anda nos permitiria em- palmar bien con la campana electoral del partido. La tactica del frente socialista o de las “internas de la izquierda que se pronuncien por el socialismo” UI Qe definamos nuestra estrategia letra diendo que harms une eampate po tm pgo dels dents ex tha, goieande printpamene sobre ks masts abl dom porns 0 sgnficn que debamos sbandonar nail ten ent soit ode “nts dela | Gulerd qu se eelame det soto" ‘Runge hala ahora no eros tnide Ia menor res _rueta posta seta popuerta de fet elector le | antenos en nuestra propaganda com tetcn menor, ) cotter, que nos puede servir para golpear sobre el PC, 1 PI, ete, expeciaimente on sectores estudiantes y de | clase media que podrian ver con buenos ojos la unidad | de la izquierda, y que estén contra el voto al isabelismo. \ vy la UCR. *="El planteo de frente electoral del socialismo no se contrapone para nada con el hecho de que agltaremos como consigna prineipal de nuestra campaia el no pago de la deuda exterior, En el caso hipotético de que se de catiese un frente electoral con otto partico socialist, co ‘mo el PC, por supuesto no lo formariamos si pusiesen como condleign que renuneiéramos a la consigna del no pago. 2 Junto a esta tactica socialista de frente electoral, ha- bria que comenzar a plantear otra: la de frente de los portidos obreros contra el pago de la deudla exterior. Es {que estamos ante el hecho de que hay otro partido obré- ro, el FIP, que esti haciendo tambien su campaiia elec- {oral en base al no pago (aunque solamente a EEUU. © Inglaterra). Pose las diferencias que nos separan, no de bemos ser sectarios, pretendiendo ignorar este hecho de la realidad En visperas de publicar este documento, parece en vias de coneretarse el COLINA. (Convergencia para la Liberacion Nacional), a través del cual el PC, el PSP, ete., llevarfan en sus boleta alos electorespresidencales y de gobernaciones del Partido Justcialista,Psto, como es ob- ‘io, elausuraria definitivamente cualquier posibilidad de frente socialista u obrero con los partidos que apoyen al peronismo. Sin embargo, el haber levantado la cons na de frente socialista o de interna de la izquierda que es- {6 por el sociaismo, es un hecho que debemos seguir u Tizando para alacarla eapitulacion de esos partidos al pe- CAPITULO IT ACTIVIDADES Y ORGANIZACION DE LA CAMPANA La campafa electoral es una combinacin de tareas muy diversas, Ademés, tiene un calendario estricto, que no podemos cambiar a voluntad. Por ejemplo, todos los candidatos los tenemos que tener en principio, antes del {0 de setiembre, dia en que presuntamente se cerrard la inscripel6n. Hiaciendo una lista, incompleta y desordenada de las tareas que tenemos que encarar ya es como para preocu- parse mucho. En efecto: hay que abrir mas locales, especialmente en el Gran Buenos Aires; hay que vender muchos més periddicos; salir a ver con los lectores del periddico a 5us amigos y parientes para pedirles el volos habra que conseguir buenos candidatos, que sean preferiblemente activistas peronistas, hay que hacer wifes y/o bonos para financiar la campania elecioral; hay que blogquear las fé brieas, bancos, empresas y colegios de la zona; cada local © zona tiene que redactar, imprimir y distribuir muchos ‘olantitos para esos lugares de concentracion obtera y es- tudiantil; hay que hacer charias en el local con gente del barrio y/o compafieros de trabajo o estudio para tratar de convencerlos que nos voten y que ademas activen en Ja campafia ganando més votos; hay que ir haciendo en cada local el padrén de votantes seguros por el MAS con 1 domicilio y mesa donde votan puntedndolos en el pe- dron electoral oficial; hay que organizar actos publicos y traer mucha gente a ellos; hay que buscar y organizar a Jos fiseales de mesa; distribuir las boletas en especial al padrén de votantes seguros; hay que hacer pintadas; hay que pegar carteles,y poner obleas ete., etc, ete Existe el peligro que esto se nos transforme en un ver- dadero caos, que no sepamos ordenar y jerarquizar esas tareas ni de qué punta tirar primero, ;Como se ordena este berenjenal”” La campatia electoral nos presenta dos aspectos 0 tipos de tareas. Hacer los dos es obligatorio, pero uno es ‘més importante que el otro para un partido como el nuestro, El primer conjunto es lo que podemos lamar las (a: reas agitativas. Son importantisimas, y no se puede hacer tuna campafia electoral sin ellas. Sin embargo, pese a ello, ‘para nosotros es aun mas importante el segundo conjun- to de tareas: las del trabajo hombre a hombre (o trabajo “hormiga”, tanto “a domicilio”, es decir en el barrio, ‘como en las fabricas, los bancos ¥ demas lugares de tra: ajo 0 estudio, Es que lo que algunos maestros del socia- lismo lamaban la ‘propaganda personal verbal”. Veamos en qué consisten y como se articulan ambos aspectos de la actividad electoral. Agitacion sta se divide a su vez en dos ordenes: 1) La que hacemos a través de los medios de comuni- cacion de masas, como la televisin, la radio y 10s dia- ‘tos, Hoy estos medios, especialmente la radio y Ta tele- vision, son de influencia muy podeross, pero lamentable- mente no los controlamos en lo més mfnimo. Tenemos hoy dia una pequefia “cuota” de ellos, ero sepamos que 10 odemos vemos absolutamente boicoteados el dia de ) malian, A través de nuestros principales candidatos que ‘rabajarén ayudados por comisiones especiales, tratare- ‘mos de aprovechar lo mas que podamos la radio y Ia te- levisin. 2) Ia agitacién que podemos hacer nosotros directa- mente por otros medios: Desde ya que esta agitacton no podra ser “espectacular”, porque nuestro partido es pobre. Haremos, pues, Io qule podamos, con el exiterio ‘obrero de no gastar més de lo que tenemos vy de no en- deudamos ‘Aclarado esto, veamos algunos aspectos o tareas de la agitacion y cOmo las jerarquizamos, 4) Carteles: Si nos alcanza el dinero, pensamos sacar varios cartoles impresos. En primer lugar, uno con espa: clo en blanco que sirva para anunelar los actos piiblicos en todo el pais. Al hacerlo en cantidad, nos saldrd rela- tivamente barato, Bn segundo lugar, tenemos que tratar de sacar los carteles de eandidatos, de los que hablamos en el Capitulo TE Aqui probablemente se nos plantee un problema serio de costos, porque serian muchos carteles Aistintos de poco tiraje. En tercor lugar, estudiaremos la pposibilidad de un buen cartel con muestra consigna prin- cipal del no pago de ta deuda. ‘Ya hay locales que trabajan con planograf, con el que pueden imprimir earteles sobre dlarios viejos. Todas las ~zonas y regionales deberian tener compaiieros que apren- ddan esa técnica para sacar carteles locales muy baratos. b) Obleas: Fueron de impacto cuando el acto del lama Park. Hay que hacer céleulos para ver si podemos sacar una oblea con nuestra consigna de deuda externa, ppara meter en los bafios de las fabricas, los transportes, ote, ‘) Pintadas: Cada zona y local debe hacerse un plan de pintadas, tratando de mantener paredones que sean “nuestros”. Esto esta al aleance de nuestros bolsilos. 4) Otras actividades de agitacidn: Vamos a tratar de hhacer la experiencia de otros medios y actividades de agi tacion, Por ejemplo: ir con un camién parlante pueblo por pueblo del interior, improvisando tres o cuatro pe- uehos actos o habladas por dia. Otra actividad que po- siblemente experimentemos 5 la de que nuestros candi- datos hagan recorridos por un barrio obrero 0 una lo- calidad, saludando a los vecinos..En el recorrido ira acompaiado por compafieros del lugar, que venderén el periédico y lamarin a ir al local, donde el candidato contestaré preguntas y discutira con ellos. Pe) Lo fundamental: Camparia de volantes sobre fébri- | cas y demés lugares de trabajo. De todos los medios de " agitacion, es éste al que debemos darle fundamental im: | portancia, No hablamos de volantes generales por miles ¥y miles (que haremos, por supuesto, en caso de grandes confictos 0 acontecimientos), sino de volantes modes tos, un puftado a mimeografo, que sistematicamente sa- quen las zonas y locales. Cada zona y/o local debe aplicar un plan de bloqueo de las principales fébricas, bancos, talleres y estaciones. ferroviarias, grandes oficinas de empleados piblicos, de luz y fuerza, de telefonicos, ete. Saber bien qué pasa dentro y en base a ello empezar a pegar sistematica- ‘mente con Volantes. Kn casi todas las empresas, nuestros compaiieros que trabajen alli no van a poder hacer cam- ppafia libremente, porque en cuanto abran la boea los van a echat. En la mayoria de los lugares apenas van a poder hablar con algunos compaiieros de més confianza. Pero sino pueden hablar eon toda la fébrica, si pueden y de- bben escuchar euiidadosamente, averiguar bien qué pasa dentro, los problemas, los abusos de la patronal, Ia si- tuacién’ de 1a buroeracia, las discusiones politicas y el ‘estado de mimo de los obreros, ete. Hs un deber inclu- dible de todas las direcciones de locales conocer asi a fondo, hasta con lujo de detalles, la situacton de cada fabriea, ya sea por medio de compafieros que tengamos " adentro 0 ya sea conversando con ottos trabajadores. Un modesto volantito a mimedgrafo, bien escrito en base ‘aun conocimiento exacto de la situacién de la fabrica, puede ser un golazo. No es necesario que haya un conflicto para sacar un volante (aunque, por supuesto, en ese caso ser absolu- tamente obligatorio sacar uno dando apoyo). Tampoco hay que reducirse solamente a la denuncia de problemas yy abusos patronales. Puede haber muchos otros temas ‘que sean de impacto politico, por ejemplo, algin jefe de personal o capataz odiado que haga campaita por el pero- nismo o por la UCR. En la industria de la alimentacion de 1a Capital, por ejemplo, uno de los patrones més ne- greros es un alto dirigente del peronismo: eso merece tuna campaia a fondo de los locales que tomen esas fé- brices. Una campaia sistemética de este tipo, sacando en los lugares més importantes hasta un volante semanal, pue- de lograr grandes resultados. Y aqui, en este terreno, no nos pueden hacer competencia ni Alfonsin, ni Luder, ni Cafiero. Es un campo casi libre para nosotros: desde los centenares de locales podemos llegar a miles de fabri- eas y otras empresas! 7 | El trabajo hombre a hombre en barrios y fabricas, o “propaganda personal verbal” Este debe ser el aspecto del trabajo electoral al que ediquemos la prineipal atencién y esfuerzos. Bs lo que mejor responde a nuestros medios, posiblidades y habi- lidades. Bs, ademés, profundamente orgénico: es decir, que asi establecemos lazos orgénicos definidos con los trabajadores, los estudiantes u otra gente que tocamos, y no meramente una relacion de simpatia difusa e im. precisa. Responde también a la necesidad de ganar po- iticamente a cada trabajador dando respuesta a la con- fusién y gran cantidad de interrogantes que tiene cada uno de ellos. aBn qué consiste esta actividad para el caso de la ‘campatia electoral? J Desde los locales —usando como herramienta princt- | pol et periédico y secundariamente un manifiesto elec- toral que vamos a sacar para que nos sirva de platafor- J ma, vamos a hacer ablertamente en el barrio, “a do- | micilio” y también en los lugares de trabajo (pero alli con muchisimo cuidado para que no echen a ningin compaiiero), una actividad de propaganda “hombre a hombre”, de hablarlos para conveneerlos que nos vo- ten. Asi iremos haciendo cada compaiiero y cada local una lista de votantes seguros por el MAS (con nombre ¥ apellido) que vayan a votar “llevados de la mano” por el partido, Bn relacion a esto, debemos aprender como trabajan los punteros radicales de los pueblos del interior. Si un puntero hace la cuenta de que tiene 254 votos, no es por un “palpito”, sino porque en los padrones electorales del pueblo tiene punteadas 254 personas, a las cuales hia apa- labrado y comprometido seriamente para que voten pot su lista en la “interna” o en las eleceiones generales. No se trata de fantasmas inedgnitos, sino de personas con nombre, apellido, domicilio, circuito y mesa donde vota, ete. Asi, sies buen puntero, no le erra un voto. Esta es entonees la principal tarea de la eampatia elec- total: ir construyendo desde ahora mismo (a lista de vo- tantes seguros por el MAS, o padrén de votantes “de ferro”. 2Cémo hacerlo? Recorriendo cada uno de los lectores fiios del periédico para garantizar su voto y para que nos, de una lista de “referidos” con los cuales, con él perso- nalmente © con su recomendacién, podamos diseutir para que ellos también voten por el MAS: y que estas nuevas personas nos lleven a su vez. a nuevos “referidos”. Por ejemplo: parientes (los padres, los hermanos, la se- flora, ..), amigos y vecinos, compafieros de trabajo o de estudio, ete, De aqui extenderemos nuestro padron de leetores fijos, tarea que también vamos a desarollar, por un lado, visitando casa a casa toda el drea de influencia del local y, por el otro, organizando el “bloqueo” de las fébricas ¥y ‘os sitios de concentracion de trabajadores y de jovenes. ‘La cuestién es si de esa actividad podemos sacar un promedio de cuatro votos seguros por cada periodico fijo. Pero, deben ser cuatro votos como los del puntero radical que dabamos de ejemplo: con nombre, apellido, domicilio, mesa donde vota, ete. Se trata, entonces, de hacer una inmensa tarea de pro- pagenda directa, personal, a cientos de miles de trabajz- dores, y de alli ir sacando un padrén de votos seguros, de ferro”, por el MAS. 4Qué objetivos tenemos? Como hemos dicho, toda nuestra campalia para la consecucion del voto la haremos en los iugares de mayor coneentracion obrera, fundamentalmente en los barrios ‘obreros del Gran Buenos Aires 0 en los gremios impor tantes de Capital, a través de los locales y la coloeacién del periddico, > Lo ideal seria legar a las eleeciones en provincia de Buenos Aires y Capital con 150.000 votos “Ylevados de “Ja mano"; y si ademés obtenemos una cantidad similar por arrastre o por el impacto que produzcamos a través de los medios de comunicacién, o por la prestancia de nuestros eandidatos, podriamos tener algin miembro en l parlamento. Pero, aunque no logremos representacion parlamentaria, ya que en el juego electoral muchos fac- toes pueden ir en contra nuestra, esa cantidad de votos en mano, més 400 locales en la provincia de Buenos Ai- res, més de 600 en todo el pais, 70 u 80.000 periodi- cos fijos, nos pondrian en el camino de ser el partido més importante delaizquierda argentina. 4Qué metas nos damos por local? Para obtener 100.000 votos punteados ~como antes explicamos: con nombre, apellido, mesa donde votar, tipo puntero radical en Provincia de Buenos Aires y 50,000 de Capital (0 las metas que nos demos en cada provincia de acuerdo a nuestras postbilidades) debemos Plantearnos las tareas, los ritmos y objetivos que nos permitan legar aese resultado. Greemos que sobre tuna base comin, que es el traba- jo hombre a hombre, hay diferencias importantes entre ‘trabajo del Gran Buenos Aires y el de Capital tos dos lugares que hemos privilegiado para la campafia electoral. El resto de las provincias creemos se asemeja mas a tra bajo del Gran Buenos Aires. Bn ese sentido hemos sefialado que para la provincia de Buenos Aires uno de los puntos fundamentales es abrir mas y mas locales en los barrios obreros, mientras que en la Capital nos parece que debemos centrar nues- {0 trabajo en los gremios mayoritarios. En Provincia de Buenos Aires estamos en los 200 lo- cales y queremos terminar agosto con 280 6 300 y vers en el teanscurso de setiembre podemos abrir 100 més. Esta es la primera y fundamental tarea a la que deben abocarse los compaferos de la provineia para poder lie- var adelante la campaiia. En todas las zonas ya hay pla- nes para cumplir esas metas: de lo que se trata es de con- cretarlos en el menor plazo de tiempo posible. Tos objetivos generales de votos, significan que por local en la provincia de Buenos Aires y en el interior (en 2 aquellos lugares donde tengamos un trabajo bien estne- furado) deberemos conseguir entre 250 y 300 “puntes- dos”. Para la Capital, entre 400 y 500 “>punteados”. gDe qué situacién partimos? ‘Aungue con algunas diferencias, la situacion de la que ppartimos en los locales del Gran Buenos Aires es mas 0 ‘menos la siguiente: eolocamos entre 60 y 70 periddicos fijos. Hay un niicleo pequeiio que hace actividad varios dias a la semana y un eirculo algo mas amplio que asiste a las asambleas y hace alguna minima tarea. De nuestro ‘trabajo anterior, afiliaciones, actos del primero de mayo y del Lana Park, ha quedado una periferia de alrededor de 200 a las cuales no llegamos sino esporadicamente y en algunos casos no la hemos vuelto a ver. En Capital, estas cifras son un poco mas elevadas, pero se debe 4 la mayor cantidad de compaiieros por lo- ‘eal, Se reparten unos 100 periédicos fijos, y la periferia ‘eonocida por los locales no es mucho mayor, a lo sumo ‘unos 300 compaiteros. ‘Ahora bien, ya sea para lograr los 250 votos 0 los 500, es evidente que deberemos conocer, dialogar y em: padfonar como 10 al doble de personas. Eso signi- fica que en lineas generales tenemos que relacionarnos con 300 a 500 compaiteros nuevos por local. Como Ia ‘campaia tiene diez semanas, deberemos conocer entre 30 y 50 compaiteros por loeal por semana. Cuando decimos conocer nos referimos precisamen- te a eso: es decir, dialogar, pasarle un periodico 0 un vo- ante, quedar en una nueva cita para seguir conversando, ete. Cémo hacemos para relacionarnos con més compafieros? En primer lugar queremnos alertar sobre una posible desviacién, muy cara a nosotros, y es que se interprete ‘que conocer gente nueva es sindnimo de abandonar to- do-o casi todo lo que hemos logrado en estos meses de trabajo. En este sentido queremos ser taxativos: para nosotros conocer nuevos companeros y ampliar el padron comien- 2a por lograr referidos y nuevos contactos de nuestro ac- tual padron de lectores fijos. Para esto es imprescindible que nos detengamos con cada uno de nuestros lectores cl tiempo necesario, explicdndole Ia importancia de la ‘campafia electoral, que lo armemos alrededor de nues- tras posiciones si tiene dudas y que lo ayudemos a con- feceionar una lista de amigos, parientes, companeros de trabajo 0 vecinos alos cuales podamos conocer, tratando, que él se enganche en esta actividad aceredndoles el pe- riédico 0 acompaiiindonos a visitarlos. ‘De un local que pasa por ejemplo 60 periddicos fijos, tenemos que lograr como promedio que cada uno de es- tos lectores nos presente una persona. De esta forma ya legariamos a 60 compaiieros. "En segundo término, debemos retomar todo el pa- drén de afiliados, y el de tacos los compafieros que inui- tamos al acto del Lana y hacer lo mismo que con los lec- tores fijos. De aqui también sacaremos nuevos contactos para incorporar al padroi En tereer lugar, combinado con esta atencién de nues- tra actual periferia, deberemos volver a “‘timbrear” todo cel barrio, In el caso de locales nuevos ésta sera probable- mente una de las actividades fundamentales. {Como hacemos el “‘timbreo”? Debemos planificar cientificamente el recorrido de todas las manzanas que ‘correspondan al barrio del local de tal manera que no quede una sola casa en el radio de influencia del local a lo que no Weguemos. Nos parece importante que cada local tenga un mapa det barrio, con las manzanas bien di- bujadas y que vayamos distribuyendo por ero. o por gru- pos de cros. las zonas. Cada compafieto 0 grupo debe sa- Ii con tna planilla adonde anotard casa por casa que re- sultados obtuvo. Nombre del vecino, de qué trabaja, si nos compr6 el S.S. y quiere seguir recibiéndolo, si est aflliado a otro partido y a cual, ete., ete. Después de rea- lizada la actividad, debe entregar los datos al responsable el local, para que éste pueda hacer el relevamiento total del barrio y confeccione el padrén. El otro sector al cual debemos dirigimos son los tuge- res de trabajo. {No puede quedar ni une fébrica o lugar importante de concentracién a la que no lleguemos!! En nuestro trabajo sobre las fabricas, bancos, ferroca niles y otros lugares de trabajo, combinaremos los volan: teos sobte problemas especificos o generales importan- tes, como ya detallamos en la primera parte de este cap tulo, con el pigueteo del S. S. En todos los casos, nues- tro objetivo sera sacar contactos, saber qué opinan los, comparieros, cual es la situacion de la fabrica, quedar en cilas para seguir charlando, ete. Para esta tarea aconseja- ‘mos que el grupo de compafieros que vaya a una fabrica sea siempre el mismo; 0, por lo menos, para darle conti- nuldad al trabajo, un ntleleo al que después se le pueden acoplar otros companeros, Ast los trabajadores los cono- ‘cen, se acostumbran a verlos determinadas veces a Ia se- ‘mana en la puerta del trabajo. Estamos llenos de ejemplos de otras épocas, de haber ganado a muchos buenos activistas e incluso comisiones internas o delegados, por compaferos sin ninguna expe- riencia pero con gran constancia y seriedad en ese tra- bajo. A la vuelta del piqueteo, también deberemos informar por escrito al responsable del local los periédicos que he: ‘mos vendido, el nombre de los compafieros con los cua les"hemos conversado y con quienes quedamos en citas, para volvernos a ver, ‘De esta manera el padrén del local se seguir amplian- do, en base a los contactos que vayamos logrando de ca- da “timbreo” easa por casa, 0 piqueteo o volanteada de la tabrica, ‘Debemos ser especialmente cuidadosos cuando nos ‘encontramos ¢on una fabrica 0 gremio en conflicto. Ya ‘que si bien no vamos a dejar de distribuir nuestra prensa ¥ sacar contactos (muy por el contratio toda situacién de lucha aumenta nuestras posibilidades), es necesario aclarar que la primera actitud de nuestro partido es la de Bonernos al servicio del confilcto, dar toda nuestra soli aridad sin pretender “darinea” si no conocemos a fon- do la situacion. Esta sera la mejor forma de que los tra. bajadores nos reconozean. Ta ampliacion de nuestro padron por las vias que he- mos planteado, nos debe hacer aumentar el periddico de manera permanente, ya que es S. 8. la herramienta que hemos definide como fundamental para toda la apertura, Para set més precisos: creemos que por local debemos aumentar de un 10 a un 15s, semanal nuestra venta del S. S. De este aumento de la venta del per debemos lograr que el 80% quede como ii. Incorporemos miles de compafieros al trabajo de la campaiia electoral Estas posibilidades extraordinarias que nos presenta la ‘campaia de conocer a miles de trabajadores, sélo podte- ‘mos aprovecharla a fondo si logramos incorporar a més ¥ més compafieros ala actividad electoral. La campafia hnos plantea las més diversas tareas, a las que deberemos incorporar a la mayor cantidad de compafieros que poda: mos, de acuerdo al interés 0 posibilidad que cada uno tenga. El lograr incorporar més y mds compatieros a la acti- vidad cotidiana del partido es un arte que debemos aprender. En este sentido, por ejemplo, creemos que es un error | plantear una misma tarea para todos los compaferos, Va- ‘mos a encontrar a muchos que no estén dispuestos o no pueden ir a las puertas de fabrica o pasar periédicos, etc. pero que les puede gustar colaborar en vender une rifa, ‘en las pegatinas, o en la proparacidn de los actos, 0 en | \hacer pintadas o.en traer sus amigos a una charla, o en | Jorganizar una funeion de cine en el local, un baile © una efia, ete. i Debemos conocer y escuchar mitcho a cada compatie- | ro para saber qué tareale podemos ofrecer, y estas tarcas las debemos presentar de. manera tal que tesulten itiles, deseables y practicas 1 ‘Veamos algunos ejemplosipracticos: Si queremos, por ejemplo, que un companero nos abra el local todos © va- rios dias @ la semana desde temprano, y nosotros pensa- ‘mos, atinque no se lo digamos, “ya que no sirve para otra cosa, que me abra el local”, estamos mal encaminados. Lo primero es demostrarle al compaiiero la enorme ufili- dad que tiene paral partido tener abierto el local el ma- yor tiempo posible. Después es importante saber si a él le ‘gustaria, es decir, si para 61 es “deseable”. ¥.por fin, si es Prictica’o posible: si por sus horarios y oeupaciones esta en condiciones de realizarla, Lo mismo para todas las tareas que propongamos, Te- hemos que huir del formalismo como de la peste, Por ejemplo: si le proponemos a uno de nuestros lectores permanentes que nos pase mais periddicos a sus eonoci dos 0 @ otros afiliados del barrio, debemos facilitarle la tarea acompanandolo la primera vez para que se familia- ce con ella. En resumen: debemos desplegar 1 més grande inicia- tiva, si queremos aprovechar a fondo la campafa, incor- porando miles de compaiteros ala actividad, Aprovechemos a fondo a los candidatos Los candidatos, bien aprovechados, pueden ser una gran palanca, tanto para engrosar el padron de votantes Seguros, como para enganchar compatieros que activen para la campafia. Un compaiiero que tenga prestigio en su barrio o lugar de trabajo, con muchas relaciones, nos puede abrir infinidad de oportunidades. Tenemos que sentarnos con él para hacer una lista: amigos del barrio, del trabajo, parientes, si fue o es dirigente de algo, etc. Sobre ese “‘padron del candidato”, tenemos que impul- sarlo a que trabaje, y también acomipatiarlo por lo menos en los primeros tramos. Entre sus amigos y relaciones, ademas de votos, tenemos que tratar de que organice al- gin grupo o comité para apoyar expresamente su can- didatura, ete. {Como organizamos el trabajo desde el local? Para poder aprovechar al maximo las posibilidades que la situacion nos brinda, debemos declararle la guerra @ muerte al rutinarismo. Nuestros locales, las tareas que Proponemos, nuestra militancia deben renovarse, debe- mos ser audaces y desplegar todas las iniciativas posibles para hacer llegar nuesiras posiciones y acercar aun ni- ‘mero cada vez més grande de compatieros a la actividad del partido. ‘Veamos algunos ejemplos para que se entienda lo que queremos decir: en los tltimos meses, sobre todo después de la campaiia de afiliaciones, y del acto del La- 13 1na Park, nuestros locales no tienen mucha vida. Los abri- ‘mos a las 17 6 18 y s6lo pasan algunos compaiieros para ‘buscar materiales o tomar alguna actividad. En la mayo- ria de os locales, la tiniea actividad central son las asam- bleas del viernes 0 sdbado y en el resto de 1a semana pricticamente en el local no se realiza ninguna actividad. Greemos que comenzando por el local, nuestra activi dad debemos encararla de manera completamente distin- ta En primer lugar, debemos fener abierto et local la ma- ‘yor cantidad de tiempo posible, Esto es muy importan- te ya que de nuestro trabajo sobre las fabricas 0 gremios se van a comenzar acercar cada vez mas compaiteros al local a la salida del trabajo. Ya nos ha ocurrido que, después de una o dos veces que vamos a piquetear un lugay, vienen compaieros al loeal y Jo encuentran eorra- do. Si les pasa eso, es después més dificil volver a ligar- los. En segundo lugar, la asamblea del local, aunque sea la actividad més importante, no puede ser la Gnica, Aun- que debemos tratar de mejorar las asambleas, hay que programar también actividades para el resto de ta se- mana, Por ejemplo, sabemos que hay mucha avidez en la gente, incluso en nuestros compaiieros més nuevos y simpatizantes, por conocer las posiciones mas importan- tes del partido: zpor qué, entonees, los dirigentes del local no organizan charlas alrededor de los puntos mas importantes de nuestra plataforma electoral, sobre la deuda externa, peronismo o isabelismo, la democracia cobrera, los derechos humanos, el socialismo, Bolivia, Nicaragua, ete. En algunos locales ha dado también mucho resultado hacer reuniones con mujeres para discutit nuestras posi- ciones frente a los problemas femeninos. Estas charlas no tienen por qué hacerse tinicamente los fines de semana. Seguramente habra mucha gente que prefiera venir cualquier dia de la semana: por ejem- plo las amas de casa, los jévenes e incluso algunos tra- bajadores que el sabado y domingo prefieren estar en su casa. Seria bueno que en cada local tuviéramos una Biblio teca, para que os afiliados o simpatizantes que estén in teresados puedan venir a leer, etc. Estos tres meses van a ekigir de todos, pero funda- mentalmente de los eros. de més tlempo en el partido y de quienes toman responsabilidades en el local, que le dediquemos el mayor tiempo posible al partido. Los res- pponsables tienen que pensar la actividad de eada compa- ‘ero para aprovechar al maximo las horas que éste le pueda dediear al partido, En este sentido, para lograr un trabajo bien intensivo y en profundidad, puede ser bueno que formemos “gri- pos de trabajo”, eon zonas geograficas bien delimitadas onde golpear, 0 por gremios o lugares de trabajo. Tam- bién pueden servir para determinados tipos de tareas, que permitan hacer mas efeetiva la actividad. Asi, ade- ‘més, se iran deslacando eros. on esos grupos que piiedan ser futuros responsables y cuadros. Desde el primer dia ir confeccionando el padrén de votos seguros El padrén que ya tenemos, al que iremosincorporan- do diariamente los nuevos contactos, es la gran herra- mienta con la que contaremos durante la campaia elec. toral y, luego de las elecciones, cuando nos volquemos a consblidar a los cientos de compatieros a los que ha- yamos llegado. Desde el primer momento deberemos ir “punteando” de nuestro padron quiénes son los votos seguros. En sintesis: la gran tarea de estas elecciones es la lu ‘cha por conquistar una franja del voto obrero y popular especialmente del peronismo. Para ello, cada local debe conseguir un niicleo s6lido de votos “de fierro”, puntea- dos nombre por nombre. Es a partie de ese nlicleo 0 pi 50 minimo de yotantes, que obtendremos mas. votos. Eilos vendran pot diversas causas que hoy son impos: bles de prever ni de medir; por la influencia del grupo de votantes ‘ide fierro”, por efecto de la agitacion y princi- palmente de los volantes de fabrica, por candidatos con peso electoral propio que llevemos, por el impacto que podamos lograr en la tadio y la TY, ete. Pero lo que si podemas controlar es ese padron de votos seguros. Hacerio, convenciendo a miles y miles de trabajadores para que voten por el MAS, sera la gran ta- rea. Tarea que no sélo tendra importancia el dia de las elecciones, sino después va que, si trabajamos bien, po- demos salir con un amplio sector de nuestra periferia or- ganizada en un padron que luego sera punto de apoyo extraordinario para toda la actividad del partido, espe- cialmente en el movimiento obrero. CAPITULO IV LAS ETAPAS DE LA CAMPANA ELECTORAL, Bl conjunto de actividades que resefiamos més arriba no s6lo debe ser hecho, sino también hecho a tiempo. La campafia tiene por si misma efapas y plazos obligato- ios, que no podemos cambiar a voluntad, y que impo- nen una diferente combinacién a las tareas. Por eso, ca da local, cada zona © regional y el partido en su conjun- to deben hacerse el plan sobre un calendario, sobre una agenda. Cada semana, hasta el 30 de octubre, debe em- pezar ya a planificarse. Para elld debemos tener en cuenta que la campania tendré cuatro etapas. Ta primera, hasta los primeros dias de setiembre, es lactapa de finalizacion de los trémites legales parala per- soneria electoral del partido y de eleccidn e inscripcion de los eandidatos. La segunda sera la campafia electoral en si misma. La tereera, la actividad del mismo dia de las eleccio- La cuarta, seré de balance y consolidacion de lo ga- nado. Primera etapa: candidatos y tramites legales Aqui tenemos que cumplir un calendario estrictisi- mo: en la provincia donde no lo garanticemos, no vamos, a poder participar en las elecciones. (Sobre todo esto ba- jaran, ademas, instracciones por Cireular sobre los deta: Iles téenico-legales.) Sébado 27 de agosto: Debemos hacer asambleas po- pulares en cada local para discutir las listas de precan- didatos, invitando a los afiliados, vecinos, amigos, sim- ppatizantes, etcétera, en la forma que explicamos antes. Estas asambleas y reuniones para proclamar precan- idatos debemos tratar de hacerlas en todo lugar donde cexista organizacin partidaria, aunque sean provincias donde no tengamos reconocimiento como partido de distrito. En esas provincias, si logramos el reconocimien- to como partido nacional, podemos presentar listas de electores a presidente y vice, senadores y diputados nacionales, Domingo 28 de agosto: Elecciones de autoridades ppartidarias provinciales y/o nacionales en los distritos de Capital Federal, provincia de Buenos Aires, Cérdo- a, Santa Fe, Tucumdn, Catamarca, Jujuy, Rio Negro, Neuquén, Santa Cruz, Chubut y San Juan. Hay que hacer una campaiia sobre los afiliados para Hevar la mayor cantidad posible a votar, no s6lo porque el Estatuto de los Partidos Politicos nos obliga a que voten por lo menos el 10% de los afiliados, Tenemos que yer lo més que podamos del patron de afiliados y tratar de que vote, para que asi comience ya a par- lcipar de esa forma en la campaia, También lo in- vitaremos a la asamblea de proclamacion de precandi- datos del sabado 27, El recorrido del padron de afilia- dos ser muy beneficioso pata sumar fuerzas para la ‘campaiia. Si sabemos dialogar con ellos y convencerlos, vamos a encontrar centenares de compaiieros dispuestos a hacer algo en la eampatia, © que nos van a dar alguna punta, “referidos”, ete. Del lunes 29 de agosto al sibado 3 de setiembre: En los distritos (provincias y Capital Federal) donde haya- mos conseguido el reconocimiento como partido de istrito, haremos en esos dias los respectivos congresos de disirito. Tomando en cuenta las propuestas de pre- candidaturas de las asambleas populares de los locales, los congresos confeceionaran las listas definitivas dé candidatos a electores nacionales, senadores y diputa- dos nacionales, senadores y diputados provinciales, coneejales, etc. Domingo 4 de setiembre: Reunién del Congreso Na- cional del MAS, para votar la formula presidencial y clegir las listas de electores presidenciales, diputados y senadores nacionales para las provincias donde no te- ‘niemos personeria de partido de distrito. Del lunes 5 de setiembre al viernes 9 de setiembre: Inseripeién de las listas de candidatos aprobadas en los ‘congresos de distrito y nacional. ‘Segunda etapa: la campaiia electoral en si misma y-los actos pablicos Aqui salimos ya con todo a la bisqueda del voto, im- plementando las tareas de acuerdo lo que deciamos en Jos capitulos anteriores. Nuestro objetivo central: el pa-

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