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Aplicaciones médicas de las radiaciones. 12 Las radiaciones ionizentes constituyen en 1a actualidad una herramienta eficaz en numerosas ramas de la Medicina, tanto en el terre- no Giagnéstico como en el terapéutico. Un ejemplo caracteristico lo proporcionan los aparatos productores de rayos X, de tan extendida utilizacién en radiografia, radioscopia y en el tratamiento de determinadas enfermedades malignas. Las fuentes encapsulades de radiacién, principalmente el Co-60 y el Cs-137, encuentran un importante campo de aplicacién en la irradiacién de tumores, bien sea externamente, bien sea implantadas quirdrgicamente en la regién de interés. Ademés de estos emisores gamma, también se han emplea- do emisores beta, tales como el Sr-90/Y-90, para irradiacién de los ojos o de 1a piel. En.grandes centros hospitalarios o de investigacién, ce han use- do con interesantes resultados haces de fotones, de particulas cargadas o de neutrones de alta energfa. En cuanto a las fuentes no encepsuladas, su utilizacién también esta muy extendida en el diagnéstico y en la terapia. La incorporacién al organismo, por via oral o intravenosa, de una solucién de un determinado re- @ioniiclido, da lugar @ una distribucién del mismo en los diferentes érganos y tejidos, que puede ser homogénea o selective. Las técnicas de diagnéstico, tales como 1a gammagrafia, se basan en la observacién del comportamiento del radioniiclido incorporado al organismo, obteniéndose as{ util informacion sobre posibles patologias. En el aspecto terapéutico, si el radiomiclido se concentra en un érgano determinado, tal como sucede con el 1-131 en el tiroi, des, suministra al mismo una dosis de radiacién previamente calculada. Examinarenos a continuacién muy someramente las principales aplica- ciones de las radiaciones ionizantes a la Medicina, con especial énfasis en los aspectos que afectan a 1a proteccién del operador y del paciente. 301 PSS oe ES Los principios basicos de distancia, tiempo y blindaje no siempre se pueden aplicar en Medicina de le manera habitual. asf, un paciente que ha ingerido o al que se le ha im plantado una actividad apreciable constituye un riesgo para el personal del hospital, para los otros pacientes y para los visitantes. Cada practica médi ca en la que intervienen fuentes de radiacién tiene sus procedimientos espe- cificos de radicproteccién, a los que nos referirenos més adelante, pero se pueden enumerar unas cuantas reglas de cardcter general. a) Las técnicas de terapia o de diagnéstico en las que se utilizan radiaciones ionizantes s6lo deben emplearse cuando representen un beneficio neto para el paciente, comparadas con otras alternativas. Esta regla no es més que la aplicacién al caso médico de la primera regla bésica de la radio~ proteccién, expuesta en la Leccién 8 (Ver tabla VI de la Leccién 8). b) Estas précticas deben realizarse, siempre que sea posible, en recintos destinados especificamente a tal fin. c) Las dosis recibidas por el paciente deben ser tan pequefias como sea téonicamente posible; en particular, las dosis en los érganos y tejidos Gistintos al que recibe tratamiento se procuraré que sean minimas. Esta re- gle es la aplicacién al caso médico de la segunda regla bésica de 1a radio- proteccién, expuesta en la Leccién 8 (Ver Tabla VI de la Leccién 8). 4) La dosis en las génadas se minimizaré limitando en lo posible e1 tamaiio de los campos o mediante protecciones especificas adecuadas. e) Bn la préctica ginecolégica y en la practica pedidtrica se toma— rén precauciones suplementarias especiales con el fin de proteger adecuada— mente a las mujeres gestentes y a los nifios. £) Todos los procedimientos se optimizarén con el fin de minimizer las dosis recibidas por las personas distintas al paciente. En general, los grandes centros hospitalarios cuentan con una Uni- dad de Proteccién Radiolégica y un Jefe de Proteccién Radiolégica a cuyo car go est la organizacién y coordinacién de 1a radioproteccién en las diferen- tes instalaciones. 302 #124, BL tubo de rayoe X. Es esencial que todo el personal profesionalnente expuesto, tanto médico como auxiliar, tenga o no Licencia, esté debidamente informado sobre los riesgos asociados a la utilizacién de les radiaciones ionizantes, asi como de los procedimientos a seguir y del plan de energencia. Tel como se ha estudiado en las Lecciones 9 y 10, las precauciones a toner son distintas segin les fuentes sean encapouladas o no encapsuladas, ya que en el primer caso, salvo accidentes, no existe riesgo de contamina cién. En las aplicaciones médices, adenés de las fuentes encapsulades de ra~ dionGclidos emisores ganna o beta, hay que considerar los aperatos producto- res de rayos X, que representan la principal contribucién a la irradiacién externa de la poblacién en general. RUMI PEN oeaw Cuando un haz de rayos X atraviesa un cierto espesor de materia, le interaccién con los atomos de la misma da lugar, a través de los procesos estudiades en la Leccién 4, a una atenuacién tanto més acusada cuanto més denso es el absorbente y més elevado es su mimero atémico Z. Las diferentes propiedades de absorcién de las distintas partes de la estructura atravesada aparecen como diferentes densidades sobre 1a placa rediogréfica y la imagen asi obtenida permite conseguir informacién Gtil so- bre posibles patologias o defectos internos, de gran relevancia para el dieg néstico correcto ¢ incruento de numerosas enfermedades. Dado que los rayos-X se producen en el frenado de los electrones muy répidos al penetrar en un absorbente pesado, un equipo de rayos-X requeriré una fuente de electrones, un generador de alta tensién para acelererlos y un blanco sobre el que incidan los electrones acelerados. El componente fundamental de un equipo de rayos X es el llamado tubo de ra~ yos-K. PEEMCENNSAM £1 fundamento del tubo de rayos-X ya ha sido descri to en la Leccién 1. gn la Fig. 1 se esquematiza un tubo de rayos-X a énodo giratorio y en la Fig. 2 se representa el tubo en el interior de su carcasa 303 Lee. 12. Aplicaciones médicas de las radiactones. protectora revestida interiormente de plono y cuyo fin es proteger al pacien te y al operador de 1a radiacién de fuga. Si la carcasa es adecuada, la tasa Ge exposicién a 1 metro del tubo en condiciones extremas de operacién no debe superar los 26 yC/kgxh (+100 mR/h). En 1a carcasa existe un orificio © ventana, a través del cual emerge el haz util. Snodo. rotor rotatori, eovsteard™ meee NS ‘itanenes lance Focalizador ventana pee Fig. 1.- Diagrana esquenstico de un tubo de rayos X con Snodo rotatorio. E1 tubo de rayos X es un tubo de vacfo, por lo que 1a envoltura de vidrio, habitualmente de tipo Pyrex para resistir los grandes calentamien tos, debe ser completamente hermética, Si el vacfo se deteriorase, 1a presen cia de gas en el interior del tubo impedirfa su correcto funcionamiento. Por una parte, los electrones no alcanzarfan 1a velocidad deseada y por otra, los iones positives presentes destruirian el cétodo. Bl catodo es el electrodo negativo del tubo y consta de dos partes: El filamento y el focalizador. £1 filamento es un arrollamiento de hilo de tungsteno toriado por el que circula una corriente suficientemente intensa para ponerlo al rojo y provocar la termoemisién de electrones. El focali~ zador esta cargado negativamente y compensa le repulsién autua entre los electrones concentrando el haz. La intensidad de corriente que circula por el tubo se controla me~ diante la corriente de filamento y es practicamente independiente de le ten- sién aplicada. 304 12.4. BL tubo de rayos XK. cadiacién de fuge “a plone’ arco para Filtros ara colinaderes Hi haz Gti] Fig. 2.- €1 tubo de rayos X esti ubicado en el interior de una carcasa protectora que tiene como sisién reducir 1a radiacién de fuga. Las tensiones aplicadas al tubo en fluoroscopfa estén comprendidas entre 40 y 100 KV, con corrientes de tubo de unos pocos mA, mientras que en radiografia las tensiones se sitdan entre 25 y 150 KV y las corrientes de tubo van desde unas decenas de mA hasta los centenares de mA. El modo es el electrodo positive del tubo y acta como conductor eléctrico, como soporte mecénico del blanco donde se producen los rayos x y como conductor del calor, contribuyendo a 1a disipacién de la gran energia térmica generada cuando el haz de electrones incide sobre el blanco. La eleccién del material anédico est determinada por consideracio- nes de rendimiento y de carga méxima admisible, es decir, se hace necesario Gisponer de un material de elevado niimero atémico y de punto de fusién alto. Los 4nodos suelen construirse de tungsteno (2=74), cuyo punto de fusién de 3410 °C y aceptable conductividad térmica lo hacen muy adecuado. Existen dos tipos de anodes: Estacionarios y giratorios. Los prime~ ros, cuya representacién esquematica se muestra en la Fig. 3, admiten cargas moderadas y s6lo se emplean actualmente en Odontologia o en equipos portéti- les. El blanco es una plancha de tungsteno empotrada en un bloque de cobre. Los segundos, que admiten cargas muy superiores, van provistos de un blanco en forma de disco que gira a miles de r.p.m. 305 Lec. 12. Aplicaciones médicas de tas radtacione: co Figs 3.- Representacién esquenitica de un Snodo estacionario xostrando Ta roma del blanco La parte del énodo sobre le que incide el haz de electrones se deno mina el foco, En el caso de un énodo estacionario el foco es una pequefia su- perficie de unos pocos mm’, y en el caso de un Snodo giratorio es una pista focal circular cuya mayor superficie permite cargas nés elevadas. En Radiologia, para conseguir una imagen lo més nitida posible, el foco ha de ser lo més pequefio posible, con la consiguiente concentracién de energia calorifica. Existe una forma de combinar las ventajas de un foco pe- quefio en 1o que se refiere a calidad de imagen y de un foco grande en lo que se refiere a disipacién de calor. El principio se ilustra en la Fig. 4. Si el haz incidente de electrones forma un cierto éngulo con la superficie del blanco, el foco efectivo es menor que el real y las cargas admisibles pueden ser mayores. Fige 4.- Principio del foco Lineal. seceién del haz Fre electrones” | <

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