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CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN MUNDIAL

DESDE EL AÑO 0 AL 2050

El rápido crecimiento de la población mundial es un fenómeno reciente en la


historia del mundo. Se estima que hace 2000 años, la población mundial
rondaba los 300 millones. Durante un largo periodo de tiempo, la población
mundial no creció significativamente, dándose periodos de crecimiento
seguidos de periodos de declive. Fueron necesarios más de 1600 años para que
la población mundial alcanzase los 600 millones de personas.

En 1750 la población mundial se estimaba en 791 millones, de los que


se atribuía un 64% a Asia, un 21% a Europa y un 13% a África. Norte
América estaba todavía prácticamente vacía. En 1900, 150 años después, la
población mundial tan sólo había sobrepasado ligeramente el doble, 1650
millones. El mayor crecimiento se produjo en Europa, cuyos porcentajes se
incrementaron hasta el 25%, y en Norte América y Latino América, cuyos
porcentajes se incrementaron hasta el 5% para cada una. Mientras tanto, el
porcentaje de Asia había disminuido al 57%, y el de África al 8%. El
crecimiento de la población mundial se aceleró después de 1900, alcanzando
los 2520 millones en 1950, lo que supone un incremento del 53% en 50 años.

El rápido crecimiento de la población comenzó en 1950, con una


marcada reducción de la mortalidad en las regiones menos desarrolladas,
resultando una población estimada de 6055 millones para el año 2000, cerca
de 2.5 veces la población de 1950. Con el declive de la natalidad en la mayor
parte del mundo, la tasa de crecimiento global de la población ha ido
decreciendo desde el máximo de 2.0 % en 1965-1970. En 1998 la población
mundial ronda los 5.9 billones, y está creciendo al 1.3% cada año, lo que
equivale a una adición neta anual de 78 millones de personas.

De acuerdo con la variante media de la Revisión de las estimaciones y


proyecciones oficiales de las Naciones Unidas de 1998, se espera que el
mundo tenga 8.909 millones de personas en el 2050, un incremento
ligeramente menor que la mitad de la población del 2000. Por entonces, la
cuota de Asia se habrá estabilizado en el 59%, la de África será mayor del
doble, hasta un 20%, y la de Latino América estará cerca de doblarse, el 9%.
Mientras tanto, la cuota de Europa habrá decaído al 7%, y será menor que un
tercio de su máximo nivel. Mientras que en 1900 la población de Europa era
tres veces la de África, en 2050 la población de África será tres veces la de
Europa.

La población mundial continuará creciendo después del 2050. Las


proyecciones poblacionales de mayor alcance de la Naciones Unidas indican
un buen crecimiento poblacional en el siglo XXII.

EL CRECIMIENTO POBLACIONAL NO ES MALO PARA LA


HUMANIDAD.

Una vez más se desata la histeria general acerca de que el mundo está
demasiado poblado y de que nacen demasiados bebés. Pero ahora está bien
establecido científicamente que no se trata del fantasma que la opinión
convencional y la prensa creían que era. En los 80 tuvo lugar una revolución
en las perspectivas científicas sobre el papel del crecimiento de la población
en el desarrollo económico. Los profesionales economistas han apartado la
vista casi por completo del juicio previo de que el crecimiento poblacional es
un factor negativo crucial en el desarrollo económico. Todavía existe
controversia sobre si el crecimiento de la población es aún un factor negativo
menor en algunos casos, o si es beneficioso a largo plazo. Pero no hay a la
larga un soporte científico para el pronto criterio que constituyó las bases de la
política de gobierno de Estados Unidos, y luego de las políticas de otros
países.

Las creencias erróneas sobre el crecimiento de la población han costado


caras. En los países pobres restó atención al factor que ahora sabemos es
central en el desarrollo económico de un país, su sistema político y
económico. Y en los países ricos dirigió mal la atención hacia el crecimiento
de la población y sus supuestas consecuencias sobre la escasez de los recursos
naturales, que han causado un derroche a través de tantos programas ahora
abandonados, como los de sintetización de combustibles, y el inútil desarrollo
de aviones que serían apropiados para una época de mayor escasez.

La política estadounidense de anti-natalidad extranjera es peligrosa


políticamente también, porque corre el riesgo de ser etiquetada de racista,
como ocurrió en la India, cuando Indira Ghandi fue derrocada a causa de su
programa de esterilización. Además, la creencia extraviada de que el
crecimiento poblacional ralentiza el desarrollo económico proporcionó un
soporte para programas inhumanos de coacción y de negación de la libertad
personal en una de las decisiones más sagradas y valoradas que puede tomar
una familia (el número de hijos que desean tener y criar), en países como
China, Indonesia y Vietnam.

LA REVOLUCIÓN EN ECONOMÍA POBLACIONAL

Para la perspectiva de que el crecimiento de la población es un factor


negativo crucial en el desarrollo económico, el "oficial" punto de vuelta se
produjo en 1986, con la publicación de un libro por el Consejo Nacional de
Investigación y la Academia Nacional de las Ciencias, titulado "Crecimiento
Poblacional y Desarrollo Económico". Este informe invirtió casi por completo
un informe previo sobre la misma materia y desde la misma agencia.
El informe de 1971 decía que:
- La reducción en las presentes tasas de crecimiento poblacional es
altamente deseable desde muchos puntos de vista, porque la alta natalidad y el
rápido crecimiento poblacional tiene efectos económicos y sociales seriamente
adversos.
- el rápido crecimiento poblacional ralentiza el crecimiento de los
ingresos per cápita en los países menos desarrollados.
Luego procede a enumerar supuestos efectos negativos sobre la
economía, inversiones, abastecimiento de alimentos, desempleo,
modernización, cambio tecnológico, industrialización, efectos sociales,
educación, desarrollo infantil y el gobierno.

Compara el informe de la NRC-NAS de 1986. En el tema de mayor


preocupación, las materias primas, concluye: "La escasez de recursos
agotables es a lo sumo una restricción secundaria del crecimiento económico...
en lo concerniente al impacto del rápido crecimiento poblacional sobre el
agotamiento de los recursos, éste ha sido exagerado". Y se produjo la calma
sobre la mayoría de los otros efectos que causaron alarma en el informe de
1971.

La conclusión general llegó tan sólo hasta "En balance, nosotros hemos
alcanzado la conclusión cualitativa de que un crecimiento poblacional más
lento sería beneficioso para el desarrollo económico de la mayor parte de los
países desarrollados". Es decir, en 1986 la NRC-NAS encontró fuerzas que
operaban en ambas direcciones, positiva y negativa, sus conclusiones no son
aplicables a todos los países, y el alcance del efecto es desconocido, aún
cuando se cree que está presente.

Y desde que la corriente económica revisó el tema, éste había ido


incluso más allá de las viejas advertencias.
De hecho, durante casi tanto tiempo como el que la idea Maltusiana ha sido el
núcleo de la teoría estadounidense de ayuda extranjera, comenzando en los 60,
ha habido un sólido cuerpo de evidencias estadísticas que contradicen los
conocimientos tradicionales sobre los efectos del crecimiento poblacional
(datos que contradecían las ideas que soportaban la política poblacional
estadounidense hacia los países menos desarrollados). Por el momento, se han
acumulado quizás dos docenas de estudios estadísticos competentes que
abarcan a los pocos países para los que los datos están disponibles desde el
siglo pasado, y también a aquellos muchos países cuyos datos están
disponibles desde la II Guerra Mundial, y casi todos están en pleno acuerdo.
El método básico consiste en recoger datos de las tasas de crecimiento
demográfico de cada país y de sus tasas de crecimiento económico, y luego
examinar si (mirando los datos en su conjunto) los países con altas tasas de
crecimiento demográfico tienen tasas de crecimiento económico por debajo de
la media, y si los países con bajas tasas de crecimiento demográfico tienen un
crecimiento económico más rápido que la media.

El consenso bien definido de este cuerpo de trabajo es que un


crecimiento demográfico alto no está asociado a un crecimiento económico
lento. En general, los países cuyas poblaciones crecen más rápido no tienen un
crecimiento económico más lento. Esto es, no hay bases en las estadísticas que
permitan creer que el rápido crecimiento demográfico es el origen de un
crecimiento económico lento.

Una fuerte evidencia adicional proviene de aquellos países que tenían la


misma cultura e historia, y estilos de vida muy semejantes cuando se
separaron después de la II Guerra Mundial (como Alemania del Este y del
Oeste, Korea del Sur y Korea del Norte, China y Taiwan)(ver tabla 2-1). En
cada caso, el país comunista comenzó con menos presión poblacional
(tomando como medida la densidad por km. cuadrado) de lo que lo hicieron
los países no comunistas. Y los países comunistas y no comunistas de cada
par, también comenzaron con tasas de natalidad y crecimiento poblacional
muy similares. Datos de otros países interesantes también están incluidos.
Tabla 2-1 Bauer.

Las economías de mercado dirigido se han realizado abrumadoramente


mejor económicamente que los países de planificación central. Los ingresos
por persona son más altos. Los salarios han crecido más rápido. Las llaves
indicadoras de la infraestructura como el número de teléfonos por persona,
muestran un nivel de desarrollo mucho mayor. Y los indicadores de riqueza
individual y de consumo personal, como coches y periódicos, muestran
enormes ventajas para la economía de mercado dirigida en comparación con
las economías de planificación central, de control central. Además, las tasas de
natalidad cayeron por lo menos tan rápido en los países de mercado dirigido
como en los de planificación central, para bien o para mal.

Estos datos comparativos proporcionan una sólida evidencia de que un


sistema de empresas funciona mejor de lo que lo hace un país planificado.
Para nuestro propósito aquí, esta poderosa explicación sobre desarrollo
económico corta de raíz las explicaciones basadas en el crecimiento
poblacional. Y bajo condiciones de libertad, el crecimiento demográfico se
plantea menos como un problema a corto plazo, y conlleva muchos más
beneficios a largo plazo, que bajo condiciones de planificación gubernamental
de la economía.

¿DÓNDE ESTÁ EL ERROR DEL MALTUSIANISMO?

¿Cómo puede el convincente sentido común encarnado en la teoría


Maltusiana ser incorrecto?. Efectivamente, a corto plazo, una nueva persona
(bebé o inmigrante) inevitablemente supone un descenso del nivel de vida de
todos; cualquier padre de familia conoce esta verdad. Más consumidores
implican menos existencias de bienes disponibles para repartir entre más
personas. Y un gran número de trabajadores con la misma corriente
establecida de capital implica que habrá menos rendimiento por trabajador.
Éste último aspecto conocido como “la ley de disminución de ganancias”, es
la esencia de la teoría de Maltus, tal y como él mismo expuso en un principio.

Pero si los recursos con los que trabajamos no son fijos durante el
periodo analizado, entonces la lógica Maltusiana de la disminución de
ganancias no es aplicable. Y lo que queda claro es que, tomando algo de
tiempo para adaptarse a la escasez, los recursos básicos no permanecen fijos.
La gente crea multitud de recursos de todo tipo. Cuando el transporte de
caballos se convirtió en un problema importante se crearon el ferrocarril y el
coche. Cuando las casas escuela comenzaron a llenarse, se construyeron
nuevas escuelas – más modernas que las antiguas -.

Extraordinariamente natural – la escasez de recursos – es decir, el coste


de las materias primas, que es el relevante económico acompasado / comedido
de la escasez, ha tendido a decrecer en lugar de incrementar con respecto a lo
sucedido durante toda la historia, como vemos en las tablas 1-3 y 1-4. Esta
tendencia es tan válida como cualquier otra observada en el trascurso de la
historia humana. Y el crecimiento demográfico ha acelerado el proceso en
lugar de impedirlo.

El aspecto más significativo de los recursos ( la creación de procesos es


algo temporal o a la espera de escaseces; debido al crecimiento poblacional, la
subida de impuestos u otras causas…) tiende a dejarnos aun mejor que esa
escasez no hubiese surgido, debido a la continuidad en los beneficios del
capital intelectual y físico creado para combatir la escasez. Esto ha sido una
realidad en el pasado, y por lo tanto es probable que también lo sea en el
futuro, ya que, no sólo necesitamos resolver nuestros problemas sino que
necesitamos los problemas que acompañan al crecimiento poblacional e
ingresos.

El mismo caso ocurre con los suministros / abastecimientos de recursos


“no materiales”. Los datos muestran cómo las sociedades con, relativamente,
altas proporciones de individuos jóvenes, por alguna razón, encuentran la
forma de educar a sus niños de forma, casi, tan completa como lo hacen en
países con niveles de ingreso similares y tasas más bajas de natalidad. Son
destacados ejemplos de altos ritmos de educación de cara al, relativamente,
gran número de niños; Filipinas, Costa Rica, Perú, Jordania y Tailandia.

No tiene sentido reducir el crecimiento de población por el supuesto


incremento en la contaminación de nuestro aire y agua; hemos visto que estos
cada vez están más limpios en vez de más sucios. Fig. 1-8.

En el capítulo 1 vimos el extraordinario descenso en las tasas de


mortalidad en el mundo en términos del incremento de la esperanza de vida.
Vamos ahora a explicarlo de otro modo. A principios del SXIX el planeta
Tierra podía mantener, tan sólo, a un billón de personas. Hace diez años,
solamente, cuatro billones podían mantenerse vivos. En la actualidad, cinco
billones de personas viven más y más saludablemente que nunca. Este
incremento en la población mundial representa nuestro triunfo sobre la
muerte.

Esperaría que los amantes de la humanidad saltasen y disfrutasen ante


este triunfo de la mente y la organización humanas frente a las fuerzas de la
naturaleza. Sin embargo, muchos lamentan que haya tantas personas para
disfrutar el regalo de la vida. Ellos incluso aprueban los brutales programas
coaccionantes de control poblacional en China.

El beneficio más importante del tamaño y del crecimiento poblacional


es el incremento de stock de conocimiento útil que conlleva. Las mentes
importan económicamente tanto o más que las manos o las bocas.

El progreso de la civilización está muy limitado por la disponibilidad de


trabajadores cualificados. El combustible más importante para acelerar el
progreso del mundo es la reserva de conocimiento humano. Y el último
recurso es habilitado, enérgico, gente esperanzada ejerciendo sus voluntades e
imaginaciones para mantenerse a sí mismos y a sus familias, de esta forma
inevitablemente contribuyendo al beneficio de todos.

La gente hábil y creativa requiere, de todos modos, un marco


económico y político adecuado que suministre incentivos para trabajar duro y
correr riesgos, permitiendo a sus talentos florecer y realizarse. Los elementos
clave de dicho enfoque son, respecto a la propiedad, reglas justas y sensibles
de mercado, enfocadas hacia una igualdad para todos y la libertad personal
que acompaña a la libertad económica. En ausencia de enfoque, los costes a
corto plazo del crecimiento poblacional son mayores, y los beneficios a largo
plazo menores, que en sociedades libres.

¿CUÁL DEBE SER NUESTRO PUNTO DE VISTA?

Los “predicadores” del control de movimiento de población ofrecen una


visión de los límites, disminución de recursos, un zero –sum game,
conservación, deterioro, temor, y conflictos concluyendo con las llamadas que
piden más intervención gubernamental en los mercados y negocios familiares.
¿Debería ser ésta nuestra visión?. O debería ser la de aquellos que miran con
optimismo por encima de la gente como un recurso en lugar de una carga
(una visión de límites retraídos, incremento de recursos y posibilidades) un
juego en el que cualquiera puede ganar, creación, la emoción del progreso, y
la fe en las personas y las empresas, actuando espontáneamente en busca de su
propio bienestar, y regulado sólo por reglas de un juego justo, ¿producirá lo
suficiente para mantener e incrementar el progreso económico y mantener la
libertad?.

¿Y cuál debería ser el modo?. Según los restriccionistas deberíamos


estar tristes e infelices. Yo y muchos otros creemos que las tendencias
proponen alegría y celebración ante el descubrimiento de nuestra capacidad
para soportar la vida humana saludablemente, y con un rápido incremento para
acceder a la educación y a oportunidades por todo el mundo. Yo creo que el
movimiento restriccionista tiende a desaparecer y a la resignación. Mi punto
de vista se dirige hacia la esperanza y el progreso con la expectativa razonable
de que los intentos energéticos del género humano prevalecerán en el futuro
tal y como lo hicieron en el pasado para incrementar por todo el mundo
nuestros números, nuestra salud, nuestra riqueza y nuestras oportunidades.

Traducción: Mari Carmen Rodriguez Rubio y Elena Venegas Venegas


(2º CCAA, Curso 1999-2000)

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