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3. El estado actual de la investigacién tedrica Actualmente se distinguen algunas concepciones princi- pales de la pragmatica. Por una parte, como ya hemos visto, la pragmatica se situa en el contexto del debate entre compe- tencia y actuacién, y se reconocen las hipétesis de una prag- matica como parte de la actuacion (llamada «teoria del uso») y como parte de una teoria de la competencia lingiiistica del hablante (y, por tanto, parte de una teoria psicolégica que estudia los conocimientos que permiten al hablante usar las estructuras de su propia lengua). Por otro lado, la pragmati- ca se considera simplemente como un conjunto de hechos cuya explicacion no es de naturaleza psicologica; esta orientacion esta representada por la definicién de Montague 1974 de la pragmatica como parte, no de la psicologia, sino de la mate- matica, asi como por la posicién de Stalnaker 1970 que, en la elaboracién de un programa de pragmatica desde la pers- pectiva de la tradicién semantica, limita el estudio a los ac- tos lingiiisticos y a los contextos en que se cumplen. Hemos visto anteriormente que la concepcion de la pragmatica como teoria del uso esta unida a una vision instrumental de la len- gua que enfrenta una estructura formal, definida independien- temente por la finalidad comunicativa de la lengua, a los prin- cipios de uso comunicativo definidos de forma independiente por consideraciones estructurales sobre la naturaleza del ins- trumento. En realidad, el interés por las relaciones entre lenguaje y comunicaci6n es, segtin el parecer de quien escribe, un as- pecto crucial de la reflexién que debe conducir a la defini- cién de la pragmatica como teoria. Asi como es cierto que dificilmente llegaremos a una comprensién del modo en que la lengua funciona en los procesos comunicativos reales, man- 100 NACIMIENTO Y EVOLUCION DE LA PRAGMATICA TEORICA. teniendo las barreras entre uso y estructuras idealizadas (Hall Partee 1979), también es cierto que no se lograra ningun pro- greso superponiendo el concepto de la lengua sobre el de co- municacion. El estudio de la especificidad del medium lin- glilstico respecto a otras formas de comunicacion es esencial en la investigacién del modo en que los individuos se comu- nican. Una de las principales cuestiones todavia no resueltas en la investigacion tedrica sobre el lenguaje es el hecho de no poder analizar dicha especificidad independientemente del analisis de los usos comunicativos del lenguaje. Actualmen- te, la reflexidn del estudio de la pragmatica esta orientada ha- cia el concepto de «uso»; y si en esta direccién del estudio parece «poco cientifica», es suficiente recordar que «a me- nudo, para ser verdaderamente ‘‘cientificos”’, no es necesa- rio ser mas “‘cientificos’’ de lo que la situacién requiere» (Eco 1975, pag. 45). No obstante, seria un error considerar que el objetivo de una teoria pragmatica es un modelo indiferenciado de la comunicacién, y no un modelo psicoldgicamente ade- cuado de /a lengua en cuanto sistema comunicativo especia- lizado. En este sentido, disponer de una definicidn del concepto de «uso» del lenguaje es un logro importante. Es indudable que, en caso de tomarse en serio el concep- to de uso como caracteristica definidora de una disciplina (0 de una 4rea de disciplina) que intenta constituirse hoy como teoria, nos encontraremos con problemas nada irrelevantes. Y esto por varios motivos. En primer lugar, porque el con- cepto de uso aplicado a la practica comin del lenguaje es tan vago que abarca un amplio abanico de intereses para cual- quiera que se dedique al estudio del lenguaje —incluso es un concepto valido para aquéllos que simplemente se ocupan de aspectos que, con oportunas idealizaciones, se deducen a par- tir del uso lingiiistico. Porque, ,quién, sin olvidar que toda ciencia trabaja con idealizaciones, podria negar que la vali- dez empirica de las hipétesis tedricas depende de la capaci- dad de éstas para explicar las situaciones reales en que se usa el lenguaje? Por otra parte, si atribuimos al término «uso» un signifi- cado estrictamente relacionado con el comportamiento («todo lo que se hace por medio del lenguaje»), corremos el riesgo EL ESTADO ACTUAL DE LA INVESTIGACION TEORICA 101 de limitar la pragmatica al estudio de los actos lingiiisticos, ignorando otras investigaciones que reflexionan sobre el len- guaje desde otras perspectivas, como las ilustradas ante- riormente. La pragmatica tampoco puede aceptar como eje central de su estudio la acepcién, todavia mas restringida, del con- cepto de uso de la etnolingiiistica. En el andlisis de las prac- ticas magico-religiosas, por ejemplo, se hace referencia a un concepto de uso que no sdlo no puede explicarse mediante las categorias de la comunicacién, sino que incluso prescin- de de ellas, ya que las palabras cuentan en si y para si y, al menos en el uso sagrado, la eleccién lingiiistica es minima © inexistente dado que no existe intercambio comunicativo y, por tanto, la demanda de informacion es nula (véase Car- dona 1976). Finalmente, una acepcién genérica del concepto de uso conduce, inevitablemente, a la superposicién con dreas afi- nes pero diferentes, como la etnografia de la comunicacién © la sociolingiiistica. Desde el punto de vista de los gramaticos formalistas, las investigaciones etnograficas y sociolingiiisticas se caracteri- zan por una metodologia de recogida de datos que no consi- dera la intuicién del hablante nativo, sino mas bien centra su interés en la capacidad del oyente de captar la infinita gama de la variabilidad de los «usos» lingiiisticos. En realidad, la especificidad y la importancia tedrica —y no sdlo social— de los estudios etnograficos y sociolingtiisticos van mas alla de registrar los modos reales del uso lingiiistico; la caracteri- zacion de los esquemas de variacién sistematica puede consi- derarse uno de los objetivos intermedios de un vasto progra- ma de investigacién, que estudia la capacidad del lenguaje de funcionar en e/ contexto como instrumento de accién y teflexién sobre el mundo. En este sentido se enfocan los es- tudios de la «lingiiistica de la praxis», de caracter marcada- mente etnografico, asi como las investigaciones sociolingiiis- ticas que centran su interés en el uso de los cddigos en la conducta social, representando dimensiones de estudio que pueden analizarse desde el punto de vista pragmatico, aun- que no exista una identificacidn completa con éste (véase tam- bién Giacalone Ramat 1983). 102 NACIMIENTO Y EVOLUCION DE LA PRAGMATICA TEORICA. Aunque una teoria pragmatica del lenguaje, entendida como teoria del modo que la lengua funciona en los proce- sos comunicativos, no puede prescindir de los datos de la so- ciolingiiistica y de la etnolingiiistica, existen otras perspectivas de observacién de los procesos comunicativos determinantes en la creacién del formato final de la teoria pragmatica. En- tre éstas, se encuentra fundamentalmente la perspectiva psicoldégico-cognitiva, para la cual es primordial establecer un concepto de «uso» lingiiistico delimitado estructuralmente. La teoria pragmatica también persigue este objetivo. Las contribuciones de H. Clark en psicolingiiistica y de J. Verschueren en lingiiistica son representativas de esta di- reccién que toma la investigacién pragmatica. 3.1. El espacio tetradimensional del uso lingiiistico H. Clark (1987) considera que la concepcidn de la prag- matica como teoria del uso lingiiistico debe referirse a una noci6n de uso entendida como «una clase de actividades hu- manas en las que la lengua no es mas que un ingrediente» (pag. 9). El uso de la lengua abarca mas que las meras es- tructuras lingiiisticas: incluye intenciones y acciones recipro- cas de los participantes. Por tanto, para entenderlo, es nece- sario ir mas alla de la estructura lingiiistica y observar la actividad en si, casi como sus relaciones con las demas acti- vidades humanas y la diferente expresién de sus realizacio- nes (conversaci6n, prensa, vallas publicitarias, novelas. La esencia de esta actividad puede organizarse en cuatro dimensiones que representan el espacio tetradimensional en el que vivimos, con sus ejes horizontales, verticales, laterales y temporales. Al representar los factores principales que de- terminan las elecciones productivas e interpretativas de los interlocutores, estas cuatro dimensiones muestran de qué modo las diferentes clases de objetos que llamamos «usos» lingiiisticos forman una unica familia; ain mas especifi- camente, «estas dimensiones sugieren que el uso lingiiistico es un ‘‘género natural’ en el sentido de John Stuart Mill» (pag. 9). Las cuatro dimensiones propuestas por H. Clark son: a) EL ESTADO ACTUAL DE LA INVESTIGACION TEORICA 103 la dimension bipersonal, b) la dimensién perceptiva, c) la es- tratificacién del discurso y d) la dimension temporal. La dimension bipersonal considera la relacion entre ha- blante y oyente el fundamento del uso comunicativo de la len- gua. No se trata de una relacién cualquiera, sino de una rela- cién finalizada, definida por los dos conceptos griceanos de «significado del hablante» y comprensién de este significa- do por parte del interlocutor. Esta relacién debe producirse una vez reconocida la intencién del hablante: las intenciones de los participantes son «reflexivas» en cuanto presuponen que una parte de la intencién comunicativa del hablante es la intencién del oyente de reconocer dicha intencién comuni- cativa. La relacién entre el hablante y oyente es posible gra- cias a la existencia de un «terreno comtn» (common ground), conjunto de conocimientos y creencias comunes adquiridas por via cultural, lingiiistica o perceptiva. Si no presupone- mos la existencia de conocimientos comunes de fondo (el he- cho de hablar la misma lengua o una lengua conocida por los participantes, la conciencia comun de determinados su- cesos de nuestro mundo o de eventos que-circundan en el con- texto de interaccién), no podremos entender ningiin proceso de interaccién social. La dimensién personal se encuentra en la base de la interpretacion de algunos elementos portadores del discurso, sobre todo los deicticos. La segunda dimension, que se cruza con la primera en un plano horizontal, se constituye de diferentes tipos de oyen- tes: ademas del hablante que se escucha a si mismo y del que dependen pausas, autocorrecciones, reformulaciones, etc., se encuentran los oyentes que participan y otros que no estan directamente implicados en la interaccién; segun el estatuto que se les reconoce a estos participantes oyentes, es decir, como simples presencias ocasionales, destinatarios, o verda- deros y propios interlocutores, el discurso presenta caracte- res estructurales y formales mas o menos elaborados. A estas dos dimensiones, que representan la base del ana- lisis del uso interactivo de la lengua, se afiade una tercera —que representa las diversas estratificaciones de los diferen- tes «centros deicticos» del discurso (véase Parte II, paragra- fo 2.1.6.1) de los que provienen las informaciones— y una 104 NACIMIENTO Y EVOLUCION DE LA PRAGMATICA TEORICA cuarta, la dimension temporal, responsable de algunos fend- menos fundamentales de la interaccién comunicativa como la sincronizacion entre los intervalos de habla de los partici- pantes, la organizacion local de los enunciados y la global del discurso, la distribucion de la informacién en bloques que orientan el proceso de comprensién en el fluir evanescente de las palabras. Las palabras son evanescentes; cuando el hablante se di- rige a un interlocutor, debe «confeccionar» su propio enun- ciado teniendo en cuenta este caracter del fluido verbal y per- mitiendo al interlocutor economizar el tiempo de procesacién de informacion. La estructura en constituyentes, la concor- dancia morfoldégica, la distribucién del mas al menos cono- cido, la linea melddica, son interpretables como instrumen- tos que las lenguas han desarrollado a partir de la dimension temporal del uso lingiiistico. Si bien parecen heterogéneas, las cuatro dimensiones propuestas por Clark se refieren con- ceptualmente a un nucleo comin, que constituye el eje del uso lingiifstico: la coordinacion de las acciones verbales. Cada una de las dimensiones propuestas especifica el conjunto de los elementos que deben coordinarse para que el hablante pue- da usar la lengua con fines comunicativos. En este sentido la dimensién temporal es el parametro fundamental del uso lingiiistico. Mediante la dimension temporal se distingue un proceso de una funcidn; la descripcién de funcionar como bromear, contar, recitar no requiere un concepto de tiempo en el mis- mo sentido y modo que lo requiere el proceso de compren- sién de las mismas funciones. El concepto de tiempo se vuelve indispensable en el momento en que se logra la interpreta- cién o la produccién correcta de un uso determinado de la lengua. Por tradicion, el estudio de las funciones de la len- gua es objeto de la lingiiistica, mientras que el estudio de los procesos de produccién y comprension es objeto de la psico- logia. El problema de una pragmatica como teoria del uso lingiiistico es que existen tantas conexiones entre ambos do- minios que es dificil mantener una distincion precisa de és- tos como pertenecientes a uno u otro campo de estudio. «Para que sea posible una teoria del uso lingiiistico», concluye Clark, «estos dos ducados medievales, bajo la proteccién de EL ESTADO ACTUAL DE LA INVESTIGACION TEORICA 105 sus celosos duques, deben pasar a la época moderna unidos y gobernados por nuevos principes. Hasta que esto no suce- da, el uso lingiiistico continuara fragmentado e ingoberna- ble» (pags. 24-25). 3.2. La adaptabilidad del lenguaje Segun J. Verschueren 1987, el uso de la lengua consiste primariamente en concluir iniciativas que escogemos, mas 0 menos de forma consciente, por razones lingiiisticas 0 extra- lingiiisticas, hecho que se manifiesta en todos los niveles del lenguaje, desde la fonética y la morfologia a la sintaxis, el léxico y la semantica. Dichas elecciones nacen de la exigen- cia de adaptar la forma y el contenido de nuestro mensaje a los efectos que el hablante intenta obtener por medio del reconocimiento de su enunciacién. Por esto, «la pragmatica podria y deberia concebirse como el estudio de los mecanis- mos y motivaciones que originan dichas elecciones lingiiisti- cas y de los efectos que éstas producen intencionadamente» (Verschueren 1987, pag. 14). De esta forma, la pragmatica no puede considerarse como un componente que se afiade a la fonologia, a la sintaxis y a la semantica, sino que debe concebirse como una perspec- tiva de andlisis que acta desde el interior de los demas com- ponentes. Antes de profundizar en este modo de concebif la prag- matica, queremos considerar la concepcidén contrapuesta, de- nominada «componencial». 3.2.1. Esta concepcién, mantenida, entre otros, por Gazdar 1979, Leech 1983, Levinson 1983 y Horn 1989, coloca la pragmati- ca en una escala jerarquica que se divide en grados de com- plejidad creciente desde la fonética a la semantica, pasando por la morfologia y la sintaxis. En este orden ideal compo- nencial, las disciplinas que se encuentran por debajo de la pragmatica se engloban bajo el término de «la gramatica». 106 NACIMIENTO Y EVOLUCION DE LA PRAGMATICA TEORICA. El problema central de esta concepcion es la relacién estable- cida entre gramatica y pragmatica, asi como la delimitacién de los campos de investigacién de la semantica y la pragma- tica: ;Qué aspectos del significado de una expresién pertene- cen a la semantica y cuales a la pragmatica? ;Puede la se- mantica asumir y formalizar conceptos pragmaticos como la fuerza ilocutiva de un enunciado, introduciendo en la repre- sentacién de la forma ldégica un verbo performativo? Y, ,qué relacién se establece entre el performativo con la estructura léxica del mismo verbo en los usos no performativos? Ade- mas, puesto que los elementos deicticos como «aqui» y «aho- ra» pueden interpretarse sdlo haciendo referencia al contex- to, es posible introducir en la semantica un concepto de contexto capaz de sustraer el estudio de estos elementos de la pragmatica? (véase Parte II, paragrafo 2.1.6.1). La visién componencial de la teoria lingitistica tiende a mantener a la pragmatica lo mas amparada posible en la gra- méatica. Como consecuencia, se deriva una actitud de recha- zo de los aspectos «no controlables» de la interaccién lingtiis- tica, considerados irrelevantes para una teoria pragmatica y atribuibles, por ejemplo, a la sociolingiiistica. Asi, mientras Levinson 1983 tiene serias dudas sobre la utilidad de una teoria de los actos lingiiisticos como parte de la pragmatica, Leech 1983 sostiene que no son competencia de la pragmatica los efectos perlocutorios, porque la fuerza pragmatica de un enunciado esta mas relacionada con los ob- jetivos que con los resultados, posicidn en contraste evidente con la observacién de los datos de la conversacién, en los que los enunciados son indicios claros de los «efectos» causados (véase también Parte II, paragrafo 4). La visi6n componencial asigna a la pragmatica un con- junto de fendmenos como objeto de estudio: deixis, actos lin- giiisticos, presuposiciones, implicaturas (en la propuesta de Levinson 1983), al tiempo que trabaja con hipotesis contra- intuitivas y deformantes que derivan de una idealizacioén de los hechos. La idealizacién incluye, en este caso, el concep- to de «variacién», que injustamente repudia la teorizacién pragmatica, puesto que en realidad constituye el producto mismo de la adaptabilidad del lenguaje a los fines comuni- cativos. EL ESTADO ACTUAL DE LA INVESTIGACION TEORICA 107 3.2.2. La pragmdtica como perspectiva Como alternativa a la visi6n componencial, Verschueren 1987 propone la vision de la pragmatica como «perspectiva» del estudio lingiiistico. La pragmatica no puede ignorar ninguno de los campos de estudio de la lengua, ya que se encarga de relacionar los hechos lingiiisticos de las expresiones con los datos contex- tuales. La fonologia, la morfologia, la sintaxis, el léxico y la semantica pueden estudiarse desde una «perspectiva» prag- matica que no abarca todos los aspectos de los que tratan di- chas disciplinas, pero hace una seleccién de éstos —en parti- cular, investiga aquélios que guardan relacién con los conceptos de variacién, adaptacién y negociacién—. 3.2.2.1. Concebir la lengua como un objeto adaptable significa inserirla entre los fenémenos que contribuyen a la supervi- vencia de los seres humanos. Es decir, significa inserirla en- tre los fendmenos bioldgicos y evolutivos. El concepto de adaptacién es de origen darwiniano. La teoria de la seleccién natural, que Ch. Darwin proponia como explicacién de la variedad en la naturaleza, presupone la ca- pacidad de la especie para adaptarse en el ambiente en que vive. Esta adaptacion no la concebia Darwin todavia de modo determinante o unidireccional; como ha aclarado Lewontin 1948, los procesos de adaptacién son multidireccionales, y cada forma de adaptaci6n crea nuevas posibilidades evoluti- vas en el interior del sistema ecoldgico: * Existe una interaccién constante entre organismo y ambien- te, de modo que, aunque la seleccién natural adapte continua- mente el organismo a un conjunto particular de circunstancias ambientales, la evolucién del mismo organismo muda estas cir- cunstancias (pag. 159, cit. en Verschueren 1897, pag. 44). Al transferir el concepto de adaptacion de la biologia a la lingiiistica, es importante tener en cuenta estas ultimas ob- 108 NACIMIENTO Y EVOLUCION DE LA PRAGMATICA TEORICA servaciones: la adaptacién de la lengua a las circunstancias de su uso no debe entenderse en términos de comportamien- to, es decir, como secuencia mecdnica de asociaciones estimulo-respuesta. Al contrario, al elegir la manera de ex- presarnos, adaptamos nuestro discurso a un conjunto de fac- tores (lo que queremos obtener, lo que creemos, etc.), y los interlocutores reciben estos mismos factores, credndose a su vez un ambiente que influye en el curso de la interaccién orien- tando las iniciativas de eleccién siguientes. Aunque interpretado en sentido dinamico, es decir, de for- ma multidireccional, el concepto de adaptacion se constitu- ye como base natural para la explicacién del modo en que funciona la lengua. La esencia de la funcionalidad del len- guaje se localiza en el dinamismo de su adaptabilidad. La adaptacion de un sistema presupone la variedad intrin- seca del sistema mismo. Mientras para Verschueren 1987 la variedad es uno de los temas centrales de la pragmatica, Ost- man 1988 se aventura en una definicién ontolégica del con- cepto, proponiendo un centro regulador que cumple el fin de alterar el comportamiento gobernado por reglas: dicho cen- tro, constituido por antirreglas, es tan importante como las reglas que intentan fijar la estructura de la gramatica de for- ma que no admiten excepciones o variaciones: Para mi la variabilidad no es secundaria respecto a la pro- piedad [de la gramatica] de estar gobernada por reglas, ni en Ultima instancia es gobernable en términos de esta propiedad. Entre ambas contribuyen a definir la esencia de los seres huma- nos, del comportamiento humano y de la lengua. Si nos expré- samos metaféricamente, podemos decir que la mayor parte de las veces estas dos «fuerzas» tiran en direcciones diferentes, pero precisamente por esto ambas son igualmente generadoras y pro- ductivas respecto a la comunicacion y al lenguaje (pag. 20). La variabilidad lingiiistica es fisioldgica; el problema de su existencia, observa Ostman, no es el hecho de que no ha- yamos encontrado todavia las reglas que la configuran, y que debamos buscar restricciones de nivel superior. El problema es que la variabilidad esta relacionada con la existencia, en la lengua, de dreas de imprecisién que son el resultado y, mismo tiempo, el presupuesto de su dinamica, de su posibi EL ESTADO ACTUAL DE LA INVESTIGACION TEORICA 109 dad de cambiar en el tiempo y de adaptarse localmente a las exigencias de las diferentes situaciones interactivas. La prag- matica debe estudiar todas estas posibles circunstancias y aceptarlas sin afirmar por ello que no existe regularidad en la lengua y que todo es un caos. 3.3. Adaptabilidad bioldgica y neurofisiolégica La importancia de las reflexiones de Verschueren y Ost- man relativas a los conceptos de adaptabilidad y variabilidad en el sistema lingiiistico es evidente cuando se considera el aspecto neurofisiolégico del lenguaje. Como comportamiento voluntario, suponemos que la ac- tividad lingiiistica esta regida, igual que todas las restantes actividades del sistema nervioso central, por un sistema fun- cional que se compone de dos procesos: a) percepcién y ne- cesaria valoracién de la situacién interactiva y de su relacion con el individuo comprometido en dicha situacién; b) altera- cién de la mencionada situacién respecto a su contenido, me- dios y objetivos (el individuo debe decidir qué hacer, cé6mo hacerlo, cuando y con qué medios, en funcidn de un objeti- vo previsto como situacién final). Estos procesos se articulan analiticamente en varios esta- dios que presuponen necesariamente la capacidad de adap- tarse al sistema (para un estudio mas extenso, véase Bertuc- celli Papi, en curso de publicacién). Si incluimos la actividad comunicativa entre las varias formas de comportamiento del hombre, resulta evidente que entender en qué modo usamos la lengua para interaccionarnos con los demas no es diferen- te, desde el punto de vista neurofisiolégico, del modo en que usamos las manos para interaccionarnos con la realidad ex- terna; la unica diferencia sustancial consiste en el hecho de que, mientras la interaccién manual con un objeto depende unicamente del sistema funcional del individuo agente, la in- teraccion verbal supone la coordinacidn de dos sistemas fun- cionales como minimo, el del hablante y el del oyente. En este sentido, la tesis de Verschueren es afin a la de Clark 1987 res- pecto a la importancia del concepto de «coordinacién» para una teoria del uso lingiiistico. 110 NACIMIENTO Y EVOLUCION DE LA PRAGMATICA TEORICA En consecuencia, el concepto de uso lingiiistico presupo- ne el de una interaccidn comunicativa o de didlogo. La adap- tabilidad y la variabilidad se producen en cuanto existe un objeto al que se dirige el acto de comportamiento: el didlogo es pues, desde la perspectiva pragmatica, un cardcter estruc- turante del lenguaje y, como consecuencia, el andlisis de la conversacién (entendida aqui como interaccion verbal) no es simplemente un campo de investigacién sino una exigencia metodoldgica en el estudio del uso lingiiistico. 3.4. Dimensiones de la adaptacién lingiiistica Sila adaptabilidad y la variabilidad son los caracteres in- trinsecos, definidores del funcionamiento de un sistema que permite el cumplimiento de un acto de comportamiento cual- quiera, presumimos que la lengua debe concebirse como un conjunto de limites, como un esquema de control de las po- sibilidades expresivas de un hablante al interaccionarse ver- balmente con los otros miembros de una comunidad socio- cultural e histéricamente determinada. Cada interaccién verbal supone una cierta indeterminacién en la organizacién interna del sistema, y al mismo tiempo manifiesta la exigen- cia de limites que permitan establecer los sentidos comunica- tivos de dicha indeterminacién. Para entender el funcionamiento de la lengua deben fi- jarse los limites de tolerancia del sistema respecto a las dreas de indeterminacion y ambigiiedad que contiene en todos sus niveles de articulacién. Esto se logra por medio del andlisis de la interaccién verbal, es decir, del andlisis de las estrate- gias que los participantes emplean para escoger, entre las po- sibilidades interpretativas, aquélla que el hablante intenta que elabore el oyente mediante el reconocimiento de su intencién. No importa que el objetivo no se consiga siempre; la existen- cia de malentendidos, incompresiones o interpretaciones parciales del mensaje recibido es también un dato empiri- co, que justifica la necesidad del concepto de adaptacién como ntcleo principal de la observaci6n pragmatica de la lengua. EL ESTADO ACTUAL DE LA INVESTIGACION TEORICA i Preguntarse en qué consiste la adaptabilidad del lenguaje y en qué modo es operativa en la investigacion significa pre- guntarse cudles son los objetos que se adaptan reciprocamente, a qué nivel de articulacién de la lengua sucede la adaptacién, qué estadio de adaptacion esta implicado, en qué medida y con qué funcién. La propuesta de Verschueren se basa en una pragmatica entendida como perspectiva de andlisis que abarca todos los dominios en que tradicionalmente trabaja la ciencia del len- guaje. Distinguiendo preliminarmente entre micro y macro andlisis, establece una distincién entre estudio de los proce- sos de adaptacién que se encuentran en los contextos de inte- raccion cotidiana y estudio de los fenémenos que se mani- fiestan en los intercambios ocasionales. Los primeros son visibles en el lenguaje adulto y en la adquisicion del lenguaje por parte de los nifios; los segundos se presentan sincrénica- mente en los fendmenos de disglosia, bilingiiismo, comuni- cacion interétnica, etc., campos de investigacién que perte- necen tradicionalmente a la sociolingiiistica, y se producen, diacrénicamente, en fendmenos de pidginizacion, creoliza- cién, mutacion y derivacién lingiiistica... Los objetos de adaptacion estan minimamente represen- tados por los componentes fundamentales de la interaccién. Estos ultimos figuran en el esquema siguiente: Mundo fisico y social hablante oyente — creencias — creencias — deseos — deseos — intenciones — intenciones relaciones sociales INTENCIONES COMUNICATIVAS EFECTOS COMUNICATIVOS a elecciones lingitisticas 112 NACIMIENTO Y EVOLUCION DE LA PRAGMATICA TEORICA. El mundo fisico y social, asi como las relaciones que vin- culan a los participantes, condicionan evidentemente la es- tructura de adaptacién al medio lingiiistico proporcionando las coordinadas para las elecciones léxicas 0 morfosintacti- cas en el Ambito de la deixis (véase también). El hablante mo- difica y adapta el mensaje, bien cuando emite el enunciado (puede ser fuente unica del mensaje, una de las fuentes o sim- plemente aquél que refiere los hechos), bien mediante su po- sicion fisica: postura, aspecto fisico, condiciones psicofisicas, sexo, son todas ellas variables que influencian las modalida- des de transmision del mensaje. Por ejemplo, si tenemos que comunicar una mala noticia a una persona psicolégicamente fragil, fisicamente débil, escogeremos las palabras de forma adecuada; por otra parte, si tenemos que impartir 6rdenes que no admiten réplica, sera mas oportuno hacerlo de pie y con un cierto tono de voz, que no tumbados sobre un sofa y co- miendo chocolatinas. Los niveles de adaptacién implican toda la estructura lin- giiistica —desde las diferentes dimensiones del andlisis de los sonidos, a la prosodia, la morfologia, el léxico y la sintaxis en todos sus aspectos distributivos y funcionales—. Las po- sibilidades y elecciones de adaptacién son importantes para los contenidos proposicionales y su articulacién formal, el tipo de acto lingiiistico, la organizacién retérica del discurso, el nivel de formalidad, el estilo locutivo, el cddigo, el canal y el sistema semidtico. En el estudio de la adaptabilidad es necesario distinguir los estadios de adaptacidn; es decir, si la adaptacién esta con- dicionada por circunstancias preexistentes como las presupo- siciones semanticas (véase ademas, Parte II, paragrafo 2.1.7.1), o si ella misma crea circunstancias condicionantes (como en el caso de las implicaturas, véase paragrafo 1.3.2 de esta sec- cién). En relacion con esto existe un problema no liviano: si las adaptaciones son todas conscientes, provocadas, inten- cionales y en qué medida. Finalmente, una teoria del uso lingiiistico centrada en el concepto de adaptabilidad del len- guaje debe establecer cudles son las funciones de las adapta- ciones concluidas, lo que equivale a establecer en qué modo €stas se emplean y explotan en el transcurso de la interaccién verbal. EL ESTADO ACTUAL DE LA INVESTIGACION TEORICA 113 Verschueren estudia la naturaleza del medium de adapta- cién, es decir, la naturaleza del lenguaje mismo, y la formula en términos del dualismo mente/sociedad, sin llegar a esta- blecer una dicotomia entre ellos. La conocida formula vygots- kiana mind in society facilita los dos conceptos fundamenta- les de una pragmatica entendida como teoria de la adaptacion: todo lo que es social es objeto de elaboracién mental, y la elaboracion mental es posible gracias a la adquisicion de una capacidad de comportamiento social, que a su vez condicio- na las capacidades mentales en continuo movimiento rotato- rio en el tiempo. Asi, mente y sociedad se vuelven conceptos claves en los que se articula dialécticamente la nocién de uso lingiiistico. De aqui la coexistencia, en el campo de la pragmatica, de orientaciones tan diversas como la teoria griceana de las im- plicaturas y el estudio de los honorificos, la teoria de la per- tinencia y la légica de la cortesia. En este sentido, la pragma- tica no es reducible facilmente a la oposicién entre lengua-E y lengua-I (véase el paragrafo 2.3.1.3 de esta seccién). La prag- matica no considera simplemente los aspectos externos del lenguaje; también estudia la interaccion entre: a) factores in- ternos (cognitivos) implicados en el proceso de manifestacién externa (social) del lenguaje social y b) factores internos im- plicados en el cdlculo mental que subyace a las estructuras de secuencias gramaticales. De esta interaccién, como hemos visto, deriva la «adaptabilidad» de los enunciados a la situa- ciédn comunicativa y en tal interaccién residen los presupues- tos de la «funcionalidad» del lenguaje verbal. 3.5. La funcionalidad del lenguaje Como el concepto de uso, el concepto de funcién tiene un papel clave en las discusiones sobre el estatuto tedrico de la pragmatica. Nuyts 1991 se pregunta en qué consiste la «funcionalidad» del lenguaje humano en cuanto explicandum de una teoria pragmatica. 114 NACIMIENTO Y EVOLUCION DE LA PRAGMATICA TEORICA 3.5.1. El concepto de «funcién» El término «funcién» se usa en lingiiistica, asi como en otras ciencias, con significados diferentes. Si prescindimos del significado limitado que se le atribu- ye en matematicas y fisica, es posible adaptar los principales usos del término a la biologia y las ciencias humanas en el esquema siguiente: (E1>Al) > €2>A2) donde E = entidad y A = actividad o propiedad, y la flecha indica la relacién de dependencia entre entidad y actividad (Nuyts 1991). Una primera lectura de esta formula muestra una relacién entre los dos bloques incluidos en los paréntesis y unidos por la flecha central. La formula equivale en este caso a una ex- presién del tipo «la funcién de El y/o Al es consentir a E2 hacer A2, y conservar A2 en E2». En otros términos, Al y/o El tienen un «objetivo» respecto a A2 y E2. Este concepto de funciédn se denomina «funcidén-objetivo». La férmula también puede leerse como expresién de una actividad o propiedad inherente a cualquier unidad o siste- ma que forma parte de otro sistema mas amplio —si se hace referencia a la flecha que aparece en el interior de los parén- tesis—. Se expresa, de esta manera, la denominada «funcién organica». Los dos significados del concepto de funcién se represen- tan mediante ejemplos como los siguientes: a) Respirar cumple la funcidén de transportar oxigeno al organismo. b) El pancreas cumple la funcién de segregar la bilis. Aunque la estructura de las funciones-objetivo y las fun- ciones organicas es diferente, existen entre ambas vinculos evi- dentes: una funcién organica, como la ejemplificada en b), implica que A (segrega bilis) es la funcién de E (el pancreas) dentro de un sistema determinado. Dicha funcién puede en- tenderse como «objetivo» en el interior de un sistema mas EL ESTADO ACTUAL DE LA INVESTIGACION TEORICA 115 vasto en el que el bloque considerado constituye una parte. En la direccién contraria, una funcién-objetivo es siempre analizable de forma sistematica como un conjunto, mds 0 me- nos ordenado jerarquicamente, de funciones orgdnicas. Na- turalmente, las funciones-objetivo y las funciones organicas tienen caracteristicas diferentes si analizamos otro tipo de fe- ndmenos que ahora no nos interesan. Tanto en las funciones- objetivo como en las funciones organicas pueden o no dis- tinguirse funciones intencionales, que comportan una elec- cién mas o menos consciente de una entidad capaz de con- trolar el proceso o la situacién. Asi, nunca diremos que un martillo cumple la funcién de romper la cabeza a la gente, aunque si podemos decir que un determinado martillo ha cumplido la funcién de romper el craneo a una persona. En la ciencia del lenguaje existen varios usos del concep- to de funcién: 1. «Funcién» se utiliza para definir el papel estructural —-sintdctico, semantico o pragmatico— de los constituyen- tes de un enunciado, es decir, es lo que permite a los consti- tuyentes desarrollar un papel en el funcionamiento del enunciado. 2. Con una acepcién mas general, el término se usa para indicar el papel de cualquier estructura interna dentro de una unidad mas amplia: se habla asi de funcién de los fonemas en parejas minimas, de funcidén de los morfemas en las pala- bras, de funcién de las frases en los textos, etc. Se presupone una funcién orgdnica de las unidades estructurales. 3. Un tercer concepto de funcion se refiere al lenguaje como unidad. ,En qué consiste la funcién del lenguaje? Se- gtin todo lo dicho hasta ahora, el problema plantea dos pre- guntas: a) {Qué actividades pueden desarrollarse por medio de la lengua (gcudles son sus funciones-objetivo?)? b) gQué propiedades de la lengua permiten a los hablan- tes ejecutar estas acciones (zcudles son sus funciones organi- cas?)? Como observa acertadamente Nuyts, responder a esta pregunta significa realizar hipdtesis sobre la naturaleza de los universales del lenguaje. El problema se expone en el esquema siguiente: 116 NACIMIENTO Y EVOLUCION DE LA PRAGMATICA TEORICA E lengua > ?) —> (E hablante > ?) En la bibliografia lingiiistica, las respuestas a preguntas conflictivas sobre la funcién del lenguaje son numerosas. La respuesta mas frecuente es que la funcién del lenguaje es la comunicaci6n, pero esta respuesta satisface simplemente a la segunda parte de nuestro esquema: si por comunicacién se entiende la actividad comunicativa de los hablantes, enton- ces es evidente que hablamos de una funcién-objetivo y, si bien es indudable que la comunicacién es UNA de las funcio- nes del lenguaje, no esta tan claro que sea la UNICA funcién. Como recuerda Chomsky, no debemos olvidar que existen comportamientos verbales de tipo no interactivo y que el len- guaje puede considerarse también como instrumento del pen- samiento. La pragmatica parte del presupuesto de que la comunica- cién es la funcidn primaria del lenguaje, y las diferentes con- tribuciones de la teoria de los actos lingiiisticos consideran y desarrollan la posibilidad de articular, a su vez, dichas funciones-objetivo en otras funciones (los actos comunicati- vos) que tienen validez universal. La investigacion en este 4m- bito demuestra que el problema es complejo, ya que la len- gua permite la actuacién de una variedad infinita de actos comunicativos. Es posible distinguir algunas categorias prin- cipales de estas funciones articuladas (los actos comunicati- vos), que pueden subdividirse hasta llegar a constituir un solo acto; pero entonces el problema se vuelve metodolégico, y es necesario establecer criterios de andlisis y niveles de abstrac- cién. La cuestién se complica si consideramos la perspectiva intercultural (véase también, Parte II, pardgrafo 5.3). Por tanto, de la universalidad del hecho de que el lengua- je sirve para comunicar, no se deriva automaticamente la po- sibilidad de identificar de forma universalmente valida el con- junto de los actos comunicativos manifestados en las diversas lenguas. Por consiguiente, aunque podemos responder a la inter- pretacién de la segunda parte de nuestro esquema, todavia queda por establecer cuales son los posibles candidatos para la interrogacién de la primera parte: EL ESTADO ACTUAL DE LA INVESTIGACION TEORICA 7 E lengua > ?) —» (E hablante > A comunicacién) Una funcién objetiva deriva, como se ha dicho anterior- mente, de la propiedad organica del instrumento lingiiistico. Las diversas contribuciones del funcionalismo lingiiistico re- chazan algunas de dichas propiedades. 3.5.2. El estudio de las funciones del lenguaje, de larga tradi- cién filoséfica,'* encuentra en K. Bihler la primera formu- lacién sistematica dentro de la lingiiistica de la escuela de Pra- ga. El modelo elaborado por Biihler comprende tres funciones: «representativa», «expresiva» y «apelativa»; las tres se identifican mediante la orientacién del mensaje hacia los objetos o estados de cosas, el emisor y el destinatario respec- tivamente. R. Jakobson recoge la triparticién biihleriana y profundiza en ella en un ensayo de 1960 en el que expone las relaciones entre lingiiistica y poética. «El lenguaje», afirma Jakobson en conformidad con los contenidos de las tesis de Praga,'* «debe estudiarse en toda la variedad de sus funciones» (en Jakobson 1966, pag. 185). Antes de afrontar el tema especifico de la funcién poética, es necesario establecer una relacion entre ésta y las demas fun- ciones del lenguaje. 14, Blestudio de las funciones del lenguaje se remonta a una larga tradi- cién filoséfica. No sdlo la retorica grecolatina y la lingiiistica de los sofistas hari estudiado e hipotizado sobre las funciones del lenguaje, sino también, como sefiala Morris 1938, las teorizaciones mas abstractas sobre la natura- leza de los signos han realizado consideraciones sobre las relaciones menta- les de quien interpreta el signo y, de forma mds o menos explicita, sobre el uso del mismo signo (Eco 1987). La importancia del concepto de uso de la lengua como caracteristica de- finidora de la pragmatica, y el consecuente enfoque inductivista de los and- lisis fingiifsticos realizados desde esta perspectiva, también-pueden interpre- tarse desde un paradigma filos6fico (Rosiello 1967 y Simone 1990b sefialan como ejemplo el empirismo inglés, que privilegia el uso sobre la razén, la inducci6n sobre la deduccién y la individualizacién sobre la universalidad). 15. La concepcién funcional del lenguaje era explicita hasta las formu- laciones de las Tesis que provocan los trabajos del Circulo Lingiifstico de Praga (1929), cuyos autores principales son R. Jakobson y N. Trubeckoj. 118 NACIMIENTO Y EVOLUCION DE LA PRAGMATICA TEORICA Gracias a las coordenadas fundamentales del proceso co- municativo: EMISOR-MENSAJE-DESTINATARIO y una vez iden- tificado el CONTEXTO, el CODIGO y el CANAL 0 CONTACTO, que permiten establecer y mantener la conversacién, es posi- ble identificar seis funciones principales del lenguaje; una 0 varias de estas funciones prevalecen como centro de organi- zacion del mensaje. La funcidn referencial deriva de la foca- lizacion del contexto entendido como conjunto de referencias verbales u objetos de la comunicaci6n verbalizados; la fun- cién expresiva 0 «emotiva» se concentra en el emisor y en la actitud de éste frente al enunciado; la funcién conativa esta dirigida al destinatario, mientras que la fatica se refiere al ca- nal; la funcién metalingiiistica centra su atencion en el cdédi- go empleado y, finalmente, la funcién poética muestra la clase y el cardcter del mensaje. Jakobson sugiere algunas realizaciones lingiiisticas tipi- cas de las diferentes funciones: el estado puramente emotivo se manifiesta en la lengua en todos sus niveles (fénico, gra- matical, léxico) por medio de expresiones; la funcidn conati- va se expresa gramaticalmente mediante el vocativo y el im- perativo; la funcidn fatica se manifiesta por medio de mensajes que sirven para establecer el contacto comunicati- vo —como ,Digame? en el teléfono—, para mantenerlo o in- terrumpirlo; la funcién metalingiiistica se explicita mediante la misma lengua, «esta palabra quiere decir esto»; la funcién poética es la funcién dominante del arte del lenguaje y, por tanto, no se expresa solamente por medio de la poesia ni de formas unicas de expresién. EI gran interés de Jakobson por esta ultima funcién es el motivo de la escasa atencion prestada a los problemas socia- les y psicoldgicos relacionados con la teorizacién de las de- mas funciones del lenguaje. La escuela de Londres, represen- tada por M. A. K. Halliday, ha estudiado estos problemas. Halliday 1970 critica el andlisis de Biihler y, en general, las tipologias funcionales porque, aunque éstas estan orientadas en sentido psicoldgico y socioldgico, no pueden esclarecer la naturaleza de la estructura lingiiistica. Como alternativa, Hal- liday propone una clasificacién de las funciones desde un pun- to de vista intrinseco al sistema mismo: cada contraste siste- EL ESTADO ACTUAL DE LA INVESTIGACION TEORICA 9 matico en la gramatica esta relacionado directamente con la eleccién de una funcién determinada. La colaboracién con Bernstein y las observaciones sobre las modalidades de adquisicion del lenguaje por parte de los nifios ayuda a Halliday a establecer la taxonomia propuesta. Propone siete funciones que corresponden a siete tipos de ac- ciones realizables por medio de la lengua (segun Halliday 1973, 1975): 1. Funcién instrumental: se activa cuando el nifio utiliza la lengua para actuar sobre el mundo que le rodea (por ejem- plo, «Quiero un mufieco»). 2. Funcion regulativa: la activa el nifio para actuar sobre los demés y lograr asi que hagan lo que él desea («Ven» o «Dame»). 3. Funcién interactiva: se realiza cuando el nifio utiliza el lenguaje para interaccionarse con las personas de su al- rededor. 4. Funcién personal: corresponde a la consciencia del nifio de si mismo como sujeto activo, capaz de expresarse hablan- do (por ejemplo, los juicios como jBien! o la expresion de los sentimientos «Tengo miedo»). 5. Funcién heuristica: consiste en el uso del lenguaje para descubrir la realidad que le circunda («esto es una silla», «esto es azul»). 6. Funcién imaginativa: se expresa cuando la lengua sir- ve para crear situaciones imaginativas (por ejemplo, «Imagi- nemos que tu eres un gato»). 7. Funcién representativa: podemos decir que se corres- ponde con la referencial; consiste en el uso de la lengua para expresar contenidos articulados. Esta funcion no es primaria en los nifios. En el adulto, las funciones lingiiisticas, aunque son prac- ticamente infinitas, se pueden reducir a un conjunto de tres «macrofunciones» que compendian, de modo abstracto, la pluralidad de los usos del lenguaje. Las tres macrofunciones propuestas son: 1. Interpersonal. 2. Ideativa. 3. Textual. La primera retine los usos de la lengua como medio para esta- blecer contactos y relaciones sociales; la segunda comprende 120 NACIMIENTO Y EVOLUCION DE LA PRAGMATICA TEORICA los modos en que el hablante expresa verbalmente la con- ceptualizacion del mundo y de la experiencia interior; la ter- cera hace referencia a los usos de la lengua para constituirse como discurso coherente y vinculado a la situacién de enun- ciacién. Cada una de estas funciones corresponde a un nivel de articulacién del enunciado: en su intento de fundar funcio- nalmente la gramatica, Halliday propone considerar la mo- dalidad del enunciado (modos gramaticales y formas decla- rativas/interrogativas o positivas/negativas) como expresién de la funcién interpersonal y, por tanto, del valor del enun- ciado como accién; en cambio, la funcidn ideativa se expresa mediante el «sistema de transitividad», que analiza la expe- riencia en procesos en los que participan un conjunto de en- tidades con «papeles» distintos (andlogos a los casos fillmo- rianos de agente, paciente, etc.); la funcién textual se manifiesta en los elementos de cohesion y coherencia del tex- to; son éstos los que permiten la division de la estructura te- miatica del mensaje en «conocido» y «nuevo» (véase Parte II, pardgrafo 1.3.1). Mientras la funcidn ideativa puede equipararse a la repre- sentativa de Biihler, las funciones expresiva y apelativa se atinan en el sistema de Halliday en la funcién interpersonal, y la funcién textual no tiene correspondencia en el sistema biihleriano. En efecto, los dos sistemas estan construidos con presupuestos bastante diferentes. El proceso comunicativo puede observarse desde dos puntos de vista principales: a) des- de el punto de vista de uno de los participantes, b) desde el punto de vista neutro del observador. Biihler asume esta se- gunda perspectiva, tratando asf de evitar la parcialidad de una vision que coincida con el individuo participante. Por ello no considera la funcionalidad que tiene la lengua para quien la ‘usa, sino que se limita a clasificar los momentos esenciales de la situacién comunicativa, dejando aparte las valoracio- nes subjetivas. En cambio, para Halliday, la funcionalidad de la lengua es funcionalidad para quien la usa: de aqui la reduccién logica de expresividad y apelatividad a la interpre- tabilidad. EL ESTADO ACTUAL DE LA INVESTIGACION TEORICA 121 3.5.2.1. El conjunto de las reflexiones sobre las funciones del len- guaje constituye indudablemente una de las mayores contri- buciones a la definicién de la pragmatica lingiiistica. La can- tidad de aportaciones sobre las funciones lingiiisticas es considerable. Aumenta la dificultad si consideramos las rela- ciones obvias entre las taxonomias funcionalistas propuestas por lingiiistas y las clasificaciones de los actos lingiiisticos pro- puestas por fildsofos del lenguaje. También es necesario distinguir el funcionalismo como conjunto de investigaciones empiricas (aunque muy diferen- tes entre ellas) sobre las funciones del lenguaje, del funciona- lismo como paradigma cientifico, que S. Dik 1989 resume asi en el primer volumen de The Theory of functional grammar: 1. La lengua es un instrumento de interaccién social: su existencia esta motivada por su utilidad para cumplir objeti- vos por medio de la interaccién social entre individuos. 2. La funcién fundamental de una lengua natural es es- tablecer la comunicacion entre los individuos, y por comuni- cacién se entiende una actividad dindmica, mediante la cual los hablantes efecttian cambios en el conjunto de conocimien- tos, creencias, sentimientos, etc. presentes en la mente del in- terlocutor en el momento de la interaccién. 3. El correlato psicolégico de la lengua es la competen- cia comunicativa, es decir, el conocimiento no sdlo de la ca- pacidad de construir e interpretar expresiones lingiiisticas, sino también de la capacidad de utilizar dichas expresiones de for- ma apropiada seguin las convenciones de la interaccién ver- bal, que prevalecen en una determinada comunidad. 4. El sistema subyacente a la construccién de las expre- siones lingiiisticas es un sistema funcional, y debe estudiarse mediante reglas, principios y estrategias que gobiernan el uso comunicativo. No es provechoso estudiar la organizacién de la lengua abstrayendo las funciones comunicativas que cumple. 5. La adquisicién del lenguaje se logra mediante la inte- raccién del nifio con su ambiente. 6. Los universales del lenguaje son el resultado de la com- 122 NACIMIENTO Y EVOLUCION DE LA PRAGMATICA TEORICA penetracion.de tres factores principales: a) las propiedades bio- légicas y psicoldgicas de los hablantes; b) las circunstancias en que se usan las lenguas; c) la finalidad de establecer una relacién comunicativa evolucionada entre los seres humanos. EI funcionalismo, entendido como un «paradigma» en el sentido de Kuhn, proporciona los presupuestos tedricos y me- todoldgicos a los enfoques de las investigaciones empiricas sobre aspectos particulares de la lengua. La pragmatica, en- tendida como estudio del modo en que la lengua funciona en el proceso comunicativo —en todos los niveles de su organizacién—, pertenece a este paradigma. Mas dificil es in- tentar conciliar la definicién de la pragmatica como teoria del uso con los diferentes tipos de funcionalismo gramatical. En realidad, incluso la pragmatica funcional, elaborada por Dik a partir de los afios ochenta, deberia ser cauta al identi- ficar pragmatica y funcionalismo. Al menos, si partimos del presupuesto que opone pragmatica a gramatica como teoria del uso frente a teoria de la estructura. Como sucede en to- das las versiones del funcionalismo, y como es facil consta- tar al observar particularmente el punto 4 del esquema de Dik, el funcionalismo lingiiistico esta fuertemente orientado ha- cia la estructura. A pesar de que el funcionalismo establece que algunos usos particulares de la lengua estan en funcién de determinados objetivos, en su forma mas compleja y arti- culada acaba por discutir el valor funcional de las estructu- ras lingiifsticas en cuanto tales. Halliday 1973 dice al respecto: Enfocar el andlisis lingiiistico significa, primordialmente, in- dagar en el modo en que se usa la lengua: intentar descubrir qué objetivos cumple la lengua, y de qué forma podemos alcanzar estos objetivos al hablar o escuchar, leer y escribir. Pero signifi- ca algo mas: comprobar si la misma lengua esta moldeada por el uso —cémo la forma de la lengua esta determinada por las funciones que condicionan la evolucibn— (pag. 7). En esta linea de pensamiento, que valora ora los aspectos sociales, ora los mentales de la constitucién de una estructu- ra determinada, es inconcebible que no exista una explica- cién funcional para cada fendmeno de un determinado do- minio. La falta de explicacién funcional se vuelve sinénimo de la falta de explicacion tout court: todo aquello que no pue- EL ESTADO ACTUAL DE LA INVESTIGACION TEORICA 123 de explicarse en términos de la funcién profunda —mental o social— que subyace al fenémeno en cuestién, aunque es descriptible desde el punto de vista formal, queda sin expli- cacion. Es interesante observar que, admitiendo una motivacién funcional para cada fenomeno estructural, el funcionalismo no tiene necesidad de distinguir entre teoria de la estructura lingiiistica y teoria del uso. Es decir, no existen principios de uso externo, distintos e independientes de los principios de estructura. El estudio de la teorizacién de los principios de uso surge en los contextos tedricos en los que no se hace referencia al proceso comunicativo en el estudio de estructu- ras formales. Chomsky elabora una teoria del uso lingiiistico —denominada teoria de la competencia pragmatica o teoria de la actuacidén— partiendo del rechazo del funcionalismo. La tendencia a buscar una supuesta uniformidad funcional en la variacién gramatical aleja, paraddjicamente, el funcio- nalismo de la elaboracién de una teoria del uso; ésta no pue- de prescindir del concepto de creatividad: los usos son siem- pre diferentes y siempre nuevos, aunque una parte de ellos puede sistematizarse en convenciones estructurales. Volviendo a nuestro problema, concretamente a la pregun- ta: cuales son las funciones organicas de la lengua que per- miten al hablante comunicarse?, Nuyts 1991 intenta dar una explicacion observando qué elementos de la situaci6n comu- nicativa desempefian un papel mediante el cual el hablante puede construir un enunciado para realizar un acto comuni- cativo. De este modo identifica: 1. La referencialidad: la lengua debe hablar de objetos. Llamamos «universo interpretativo» al dominio de los obje- tos referentes que pertenecen al conocimiento mutuo de los hablantes y de los interlocutores. 2. La intencionalidad: el concepto es intuitivamente cla- ro pero dificil de definir. El proceso comunicativo supone la capacidad del hablante de utilizar la lengua intencionadamen- te. Dicha intencién es de naturaleza reflexiva y relacional; re- flexiva en cuanto el hablante considera que se reconoce la in- tencién por la que se cumple el acto comunicativo, que es 124 NACIMIENTO Y EVOLUCION DE LA PRAGMATICA TEORICA aceptado en virtud del reconocimiento de dicha intencién; y relacional en cuanto el hablante anticipa hipdtesis sobre cua- les podrian ser las intenciones del oyente —si aceptara 0 no las intenciones del hablante, si tiene intenciones diferentes de las del hablante, etc—. 3. La interpersonalidad: la comunicacién se rige por el presupuesto de que el individuo es un ser social en relacion con otros seres y dependiente en parte de ellos. Una situa- cién comunicativa crea automaticamente una realidad espe- cifica, social e interpersonal, que ofrece posibilidades y al mis- mo tiempo impone obligaciones y restricciones, generando un juego sutil y a la vez complejo de reglas de cortesia, de poder, de solidaridad, de prestigio, etc. 4. La contextualidad: la interaccién comunicativa siem- pre tiene lugar en una situacién definida temporal y espacial- mente, fisicamente, cultural y socialmente. Cada una de estas dimensiones puede subdividirse a su vez en componentes con variables y constantes; en toda su complejidad, dichas dimensiones representan las funciones organicas esenciales que podemos atribuir a la lengua. La len- gua permite al hablante explicitar el estado de cosas que con- sidera relevante en la situacidn comunicativa (funcién refe- rencial o informativa), consiente que el hablante se rija por las reglas y normas de interaccién social (funcidn social) y permite la adaptacién a las caracteristicas especificas del am- biente (funcién contextualizadora). El esquema inicial puede, por tanto, completarse del modo siguiente: (E lengua > informativa) —> (E hablante > comunicacién) intencional social contextualizadora Las orientaciones actuales de la investigacién tedrica en pragmatica pueden resumirse en este esquema; por un lado, estan representados los aspectos estructurales que permiten a los sistemas lingiiisticos desempefiar una funcién comuni- cativa; por otro, se produndiza en el estudio sobre los instru- mentos tedricos y conceptuales que permiten el andlisis de EL ESTADO ACTUAL DE LA INVESTIGACION TEORICA 125 las funciones organicas del lenguaje. La investigacién de las constantes universales y de las variaciones individuales, no de sus limites y motivaciones, se concreta en el conjunto de relaciones que vinculan las funciones organicas y las funcio- nes-objetivo del lenguaje como mediadoras de la capacidad cognitiva de la mente humana.

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