You are on page 1of 36
én el émbito disciplinar de la arquitectura. Son in- numerables los textos, las propuestas, los esquemas, las realizaciones y los debates que entre 1910 y 1945 afrontan la reflexién sobre las formas residenciales que deben corresponder a un mundo sujeto a tan profundes transformaciones. Es, pues, en cierto modo licita la identificacién entre ciudad moderna ¥ propuestas zesidenciales de la arquitectura mo. derna, ya que éstas constituyen le trama de fondo sobre la que se asienta la idea de ciudad elaborada Por la cultura arquitecténica de la primera mited del siglo xx. Ao largo de los sltimos aos han proliferado los fstaques contra la arquitectura moderna basados, pre- cisamente, en el rechazo de los modelos urbenos que aquélla, supuestamente, habria generado. En LAS FORMAS este contexto, las propuestas dela arquitecrare mon Sop isia5 como pura negacién o simple re- DE LA RESIDEAITIASEAT Eanes aan o single |, Nosotros, a través del estudio atento de CIUDAD MODE! formas de Ja residencia que la cultura moderna Carlos Marti Aris ha ido desarrollando, trataremos, en cambio, de mostrar que la idea de ciudad que en ellas esté im. aevlen ene Ile oJ)... te? PaAtentes, gue la vinculan con la cultura histérica de la ciudad. - Esca cuestién es importante ya que con frecuencia se utiliza el argumento de la aruptura con la histo. oscurecido y vampirizado, se estén negando indi. rectamente la comprensign y-el uso de un riqu(si mo legado de ideas y de instrumentos operatives que pertenecen ya, de hecho, al bagaje histérico de la arquitectura, A poco que se analice su trabe. jo, hoy resulta insostenible decir que Le Corbusier, Mies, 0 cualquiera de los maestros modemes, re. cchazan la experiencia histérica o ignoran la arqui- tectura del pasado. Con lo que rompe I tura moderna es con la herencia de ochocentiste y esa ruptura es, a su vez, un intento on la tradicién posit va de la construccién de la ciuded, 43 0. En lo eultaes tec dtctn an —Ss«ém se presentan como le la realidad urbana en ges ampo: no dios indecisos 0 indefinidos. Son muchos los sintomas g como inexacta la afirmacis menudo se toslaya al hablar de le ciudad —urbanes del Movimiente by al es que esa forma urbana basada en la do le liquidacion de le ciud i mmogentidad y el equilibrio, dejé dad, in ciudad com la que las grandes ciudades europeas y tua del Movimiento Modk Sertjamericanas en le segunda mited del siglo xxx. en herencia por el deserol \ En efecto allt donde se desarrllé una sociedad in. ta'y no le dow cieien tr dustrial y un sistema capitalista avanzado, la civ. grandes eapitace europess ; jc indore y disolvién- es ya tan sélo un vestigio. O50050000000R PISO TTS ISTP IT OOTY ede convulsiones nas no sugen tanto de Byes’ framformacion estructural imponia ala res: la ciudad tradicional coe lidad ffsica de las ciudades, ciudad heredads, In netada por el desarrollo ind Is idea de la mettépolis moderna, de la Grossstadt la que rochas de he asgos disseecionada por Simmel, esté ya defintivamente dad tradicional tabiar ido consolidads en los primeros afios del siglo xx y las psesentaciones de esa Gran Ciudad que la cultu ¢Cuiles son les modificacior 5 de le épvca not ofrece poco tienen ya que ver’ periments le exon ial. Pensemos, soli + la transform licada en 1925 0 en Ia serie denciales y el papel de las aches whet gO: Le gue a través devesss y otzas En la ciudad tradicional, ibe es, co dsicamente por c Presisamente; la disolucién de equel orden estable las eivilizaciones liviee es en el que le ciudad tradicional se asentaba y la emer. gencia imparable de un complejo sistema de vecto- Fes que pugnan por afirmar las trazas de una nueve realidad urbana. ma con las casas contigiias pa “t2upw Bun sews 0} Serie BEFRS BOERS ESO RTE IR Fa areee pe bE ibeerty ieee bap i 38 fe BEsoe eepiaa ge aereef E oe x gern & an Be as Bebagdn PRA PeekPase : Agog e fPsfpi agfst ffigilesietii: f Peeee S552 Ssghsteae hikes al na a modo de blogue compacto, ahuecado por las incisiones de los patios. En la ciudad medieval euro pea prevalecia In casa gética-mercantil, formada sobre parcela estrecha y profunda con jardin poste- rior, en Ia que se superpone el habitéculo de ia uni- dad familiar con e! local para la actividad produc- tiva, convirtigndose asi la calle en el lugar del int cambio y del trabajo. En ambos casos, la casa unif miliar era la célula fundamental del tejido urbano. Con le aparicién de la industria se consuma la se- paracién entre vivienda y trabajo. La presién de- mogréfica provoca la densificacién en altura y pro- fandidad de los viejos tejidos residenciales. El negocio inmobiliario se convierte en una actividad ‘econémica de primer orden. Se dan asi todas las condiciones para sustituir masivamente la casa uni- familiar por la vivienda colectiva propia de {a ciu- dad industrial. El elemento constitutive, en Ia for- macién de las ciudades capitales del siglo xx pasa a ser el bloque urbano © manzana, compuesto por edificios residenciales colectivos. Vamos shora referimnos al tema de las infraes- tructuras. En la ciudad tradicional, calles y edifi- cios son dos entidades inseparables que no pueden concebirse independientemente. La calle nace de Jas relaciones que entre sf establecen los edificios y a su vez es el espacio pUblico comin a todos ellos, capaz de disciplinar sus posiciones reciprocas. En cambio, la ciudad industrial, con sus répidos ritmos de crecimiento y la incorporacién de les nue- vos sistemas de transporte, tiende a concebir el tra- zado viario como un sistema auténome, como una operacién previa a la instalacién de los edificios. Surge asf el concepto urbanistico de infraestructura que transforma cuantitat cualitativamente el Ast pues, en su definicién més esquemitica, la ciu- dad industrial ochocentista se compone de infraes- Ls os de explotacién in- tensiva del suelo, salvo casos excepcionales, en que un proyecto urb: regir y ocdenar el creci 4 una progresiva separacién de la ciudad con res- pecto al espacio libre natural y i bra de confrontarse. 76088000 sane tore GARVER- Giey Este trabsjo d trial se desarn Bl de Ia cia mo de difusign de la jolene dees ¥ con: tivos. La teoria sistem la extensign de do como refere Londres, precor ciudades satélite clusivamente tro metropoli tensiones de su ep Teal fa irtupcion strial se han degradado, En espe. stes apuntan al restablecimiento quilibrada entre edificacién y es. ociendo en la justeza de incipales ingredientes de trata de controlar fos impulsos lesarrollo industrial, enceuzéndo- opuestas racionalizsidores capaces n territorial acorde con la nueva visién critica de Ie ciudad indus- en dos grandes frentes: TUREFERTPL. > 2222222222222 22282 1 de drcas residenciales de baja concentrade, que trata de supe: nes del modelo urbano ochocen- ando sus principales datos: alte ecién de grandes edificios colec- ca de Ja ciudad jardin fue enun- « Howard hacia 1890, En ella » de urbanizacién Ia idea de re- amiliar como elemento base para iudad moderna. Howard toman- io metropolitano de formacién de una corona de aja densidad, con cardcter ex- ncial, dependientes de un cen- separadas de él por grandes ex- no urbanizado 20 Una serie de importantes realizaciones jalonan la puesta se cumplen las principales reglas de la jardin howardiana: predominio de le vegeta parcela con espacio libre para cada vivienda, com- binacién de casas asladas y de pequetias aprupacio- nes, trazados curvilineos para propiciar las perepec- tivas limit formacién de espacios semipéblicos o lugares de vecindad a la manera del «close» pro- pio de la tradicién anglo-sajona, etc. La experiencia de las Siedlunge precedente inglés de la ciudad js Ia Siedlung moderna surge de u ‘en la que el modelo de la ciudad a una estricta depuracién concep temas tales como la estructura vi nes de asoleo o la jerarquia de y privados. En esta clave hay q plos como la Siedlung Freie Sch ge] de Bruno Taut (1924) 0 el p twohnungen en Hamburgo de (1927), tan emblematicos, por o quitectura racionalista. tantas varientes, rechazando la dispersién de lenguajes y estilos ca, sacteristica del eclecticismo, Por su parte, Hans Ber. 6] en la teoria de F que sistema dispe va excluyente rest lo de la ciudad jardin (cuyas deri cultura racionalista hemos descrito te) y el modelo de la ciudad conee guidamente crataremos de analiz: -miticamen- ida (que se: vés de algu- is ermal via ate os episodios), Nos referiremos en primer lugar, a dos propuestas paradigméticas de Ie urbanist dema: la Ciudad Contemparinea de habitantes, expuesta por Le Corba ublicade en Urbanisme el aio. | y dad Vertical, elaborada por Ludwig Hibersei en 1924-25 y publicada en Grosstadt Architektur el abo 1927. principale bana en g mato rect kilémetro: sidencial f tada pot Ua el papel siguiendo | En su proy je ciudad vertical, formulada po- cos aiios més tarde, Hilberseimer parte de una re- flexién eritica sobre el modelo lecorbuseriano. Ob- serva, en primer lugar, que en el esquema de la Ciudad Contemporiinea sdlo un millén de habitan- tes pueden residir en el centro urbano, mientras leben alojar- capas envolventes que era, precisamente, uno de jad industrial ocho- bién al problema del trifi queda sesuelto en la propu: causa de su exacerbado monocentrismo y su depen- dencia de los movimientos pendulares centro-peri- feria, defectos ante Jos que de poco sirve dimensio- nar con amplitud el esquema viario. ‘A |a jerarquizacién funcional y geométrica del es- ‘quema lecorbuseriano, Hilberseimer opone una tra- ma homogénes y equipotencial, de crecimiento li- neal, en la que se apura In concentracién y la densidad mediante el recurso de’superponer @ los uusos industriales y comerciales, instalados en un ba- samento de 5 plantas, una ciudad residencial for- ciudad $e des- pliegs en direceién Noste-Sur, coincidiendo con la direccriz principal de los edificios y esté formada as fas lo urbano en el mundo moderno y ta fanne peopentnes gue la escenifican, lejos de di- simular 0 edulcorar la condicién abstracta de la nue- va realidad urbana, tienden a exhibirla de un modo descarnado. asinsresente dass cueate-de-aye incase una. sos ie asa ra ahora veremos, de la reconsideracién de ciertos pecios dela ciudad tradicional como modo pare ensayar una definicién pertinente de la ciudac moe der. Pare Hilbeseime, el tfficoexervo ex slo un sfatome de a enfermedad que equ Is gran des ciudades y el remedio no se obtendré tratando los sfatomas sino remontindose a las causes, Por 2t cllo no se trata de hipertroficar la red varia sing de hacer el trifico superfluo, en Ia medide de Ig le, reduciendo sustancialmente los desplaze, ientos, 0 see, poniendo en contacto la vivienda con el lugar de trabajo. Les elocuentes palabras de Zi Somerpasimer al describir su propuesta, no dejan lagar earl sobre el referente en el que se basa ents iGc4, *Come Ia ciudad residencial se encuentrs 20. Drege nae ‘ bre la comercial, cada uno vivird sobre au lugar de cualquier inten frabtio. En este punto la ciudad moderna se toca lakh meder En una casa particular mente, a saber | s habitaciones se hi fa- ~tién capaces de talleres. Lo que enton-renunciar a sus ces se ttaducia sania, se mat come correspoi Estas propuest: eran, sin emba laboratorio y nx diata @ une real ban encima de les tiendas y La plasmacién de esa idea de ciudad, ni que fuera tatio, podia darse tan sélo en aquellas circunstancias politicas en las que le gestiéa publica del suelo urbano reviete fuerss suficente como para som crests de los divertos agentes econémicos terés comtin que lz propia ci cuya experiencia resulta especialmente significeti- var Amsterdam, Viera y Hamburge. ferentemente por lor agutectos del gropo Wend alle como espacio he- sencia de marcados mecanismos de articulacién que 24 Bee a Seura{qord soasnu sol ap epeose ey A pearu [ sexsandord sauoronjos sey sensis 2p ssoede> sea jnendo sequoqseasey ststyue oyotp op raenx9 9p Spusiess ‘euegzn BroIsty v] 9p ‘femadsou09 ax ua “Spanazfer tua ap A epepaisy pepnia e| ¥ vanj19 Bf SP S9a8N B oged B Aol] 28 aiqyl oDeds> & UDt>ED “EP? ene opqitnbs osonu un ap epanbsng exsq ‘TeAsnpur pepny> eT ap upireusos ev ueyeduiose anb sonnenaads2 sossooid so ap esne9 = oproa! -A2sq0 Uy 3¢ anb sugyy o1DedsD & uprEDIsTpS aiatIa fopErazaba, soxow go] s9291qeI601 © uapUD!D (open BS2UGS PEPRIY 8] Sp [> Us OtoD uypzel peprs ef op sued] [@ Us ONE) BusapOUE BATUxNO Bf ap sa[eIDUDp “B91 seisondord sep anb opust2pp stnyouo9 souopoy opeaud 4 congnd “ousy] & ore says onrgiinbs [a angiszod Pepnio Bf safeno soy ap sparen e sodnanbre ap uor “puoo ns Us ‘euezuEUT B| o ezetd ¥] ‘aIfe> ef OLICD s9[81 Pueqin UpIorper B] ap soorasjsoi3esED ssuroy ‘Plsnpur pepns ef e aruszyur ouswptiay ows uopenus.uo9 Bf Bp o1ar f> opusidaoe ‘ersuapisor BI 9P ewHoy e e2t[euorez apusraid a5 anb sey UD Serpusisedxe s6189 9p osin> [9 ua ‘sand ‘uasasedeay “SoSIBAIp soIuDuIa[9 2p Lo!eiNoAIe ¥| © anbuon 22 [P Janfosor Bred saKsuite350 y>tupatsg ap 0, uy, wed 4 Ysuny 9p sorsakord soundie ua sopeBaid *9P soatsodwoa sosinz91 so] uos oisedsar 3359 & supsaroiuy snuouuterpedsy “ruequn eiuoxdut es01sp Zod tun utzaznbpe soiuowes 0 sezard senanu $3] an repounuss urs anbune ‘saiusisix> sojeiouapisod “BARDI[OD et Spaen"e eurspow pepn ond seBnj Jo 0 eaeid oy ‘eanassambae ef ap erst PULZO} Bf 3p uoToRUYDp sty ‘oneEA opezen fs 2 ‘en uaoey ezado as anb se] ‘oorag jJopny ap ez I FEM 2p 2190 ‘ez A tteuijor, 00k Joydsssbury [2 our0> $3 soungre ug “soongnd sc cord sonpesnsyy soiuaw: ~uapain ef oP pavswnuo JOH Td “peunpieie zor “w2 an ‘sourexyuntros $0 Tepuapisar anboiq 2:8) owegsn oprfer po ua exo: “UL 8] asopuparueyd -Uo2 pepnis un Jod u vodway: [2p osino | “Damasuo> ef opipisaid “04 9p apt yf Ise asopu opezeiqe urqey ‘zan ns 50] ap souorsuaixa se) uo anb euegin aued saanu | -8{d > ua ‘ooazede ang w ‘en8nue pepni> e| ap sae ~40 un usuodwo> a8er0q -ues8 se] “sopeseasap sou -Waqweypuestia soy ‘seutnbs PISA [ap BuO; v] 2 9p BIDUETEOKD sod o> Hsul09 ap peaunjon awit P BSouDIA eIouatiedxe ¢ > oaund [2 apsaqy -eusqn u9 EpeuLd ns opuatuor § anBfeqe> worsesipa e JOH-YAPYY [eS 4 's02y @ AR 9 RD ‘sojdurafa sosofaur soy 9) {P2 Sopursd soy ap soy opueodsoouy #30390 #) ISIPIED [2 BIIEXE SpUDI. ouegin oredsa un eqor 43S ap operop ‘onusuo B[ PuDTA ap ose [9 u; i WEPIISWIY 9p uot Mb jews0} peproussou >J22 “Peasrpou ose | ‘nb MAX A max sof8) epubyarey woo eBlozsy ©wo> pepnia vy ap ot aiswy anb sive 3) ) So] 9p [e OFOpUE La} Uva [PP sepruaae sa, A sorposide sono n so 2] 2p J0[ea [> wemuD9 VoOveO vee PE Ee ee rere i ‘Contigut ciones. Nos 1 cién en Ifnea La forma line tanto en el mi dante) o en fs (a menudo est al que se agreg cundarios pars Existe una pr neal y ciertos na ligados a Esta anal cado en el linealidad adqui bate sobre les | humano. Por otra parte, | canismo liberad tivados de la pl tanto que establ del que todo de; ‘ten segiin una e: del mundo rradi (a5 que, por opo de las nuevas implanta- Ja forma lineal o ain tuna large tradicién histérica al como en las conce: BESEESEEECEEEEEEEEEEEEE ra un espe ieve y signifi. moderno, caracterizado por la telaci6n, como ya supo ver, en Y Mata con su pionera propues- al. De ahi que el concepro de lun papel protagonista en el de- lernas formas de asentamiento >rma lineal opera como un me- on respecto a los esquemas de. cent @ 4 simbolizar la fuerza dindmica y la aspiracién gudlitaria de la sociedad moderna nentos de | cesquera lineal es el més congruente on el principio de repeticién de un elemento y on la bésqueda de una seriacién regida por una sy constante. Es también evidente y cadena de montaje, ejemplo, la célebre | en Dessau, de Walt nismo de despl rar la forma de la anes Maye, Seng Fre. Una en la que el meca- gra parece prefigu- La suma de todas 33 ee elle andes frentes de accién antes mencionados: la ciu- jad jardin y la ciudad concentrads, jad jardin nace impregnada por lista que se manifiesta en la , ardin el énfasis se pone més Je las partes y elementos que en 'a idea de conjun- to. En manos de los arquitectos racionalistas, el mo- delo de la ciudad jardin se iré despojando de sus somponentes pintorescas. De ese proceso nacerd la Siedlung centroeuropea, heredera de la ciudad jardin, en is que, sin embs PIIDFIDIVIHGII DFG ISG & DoMed ok: RB Sberdo, la ancia de por Hannes Meyer en 1919, constituye un demostrativ de esa transformacién. Los sncusdratlos dentro del Movimien- to Mederno, Y sin embargo, Hannes Meyer, en esa temprana fecha, habia destilado ya de la ides de ciudad jardin todos aquellos temas de fondo que ja arquitectura moderna empleard de un modo re- currente en las siguientes décadas. 3 Fr ert eh y fogen 128. Veta esd wo cae perineal ‘mo Hatter. Sading Frieden ber ting, Hata Bo eng eves geetey gee AS i = ‘ | ES SS EI tridngulo isésceles que forma i- Son muchas las | dotf se organiza a i hermoso ¢j lar a su base de Or generéndose una composici poner en eviden te ce sobre el concepr Peralelamente al reflexién sobre « que tiende a su del esquema line agrupaciones resid peculativa y sus n tos de la alineacién o cambios de Pacin para lograr una comple arquitecténica del conjunto, eee es ee EE OE ISI OSS idiendo la accién de los mecanismos de compac- acién. ‘n una ponencia presentada al 3° CLAM de Bru- alas de 1930, Herbert Boehm y Eugen Kaufmenn, stomando este argumento, definen los modelos ge- erales de agrupacién residencial basados en la for- 1a lineal: uno con los edificios siguiendo én de las calles, a la manera de manzanas sctangulares edificadas tan s6lo en sus lados lar- el otro con los edificios en posicién transversal t0 2 las calles y colocados a intervalos regula- Ws @mb0e los Odlfiedos siguen la directriz Nor- »Sur siendo el esquema viario el que cambia de osicién, buscando la solucién més adecuada a cada aso. La tesis implicita en estos modelos es que la orma lineal es la Unica capaz de garantizar la equi- = alencia de condiciones de todas las viviendas, tan- que se desprenden de est > en lo que se refiere a Ia orientacién como al = arguiteceura colder ; : bre todo por su apse isrute del espacio libre. i¢ las elaboracic ciudad jardin apunten sae gt ‘embién durante el CLAM de Bruselas, Walter Gro- s de implantacign lineal, incl, jus pronuncia su influyente conferencia «gEdifice- sién racionalista, ién baja, media o alta?» en la que, a modo de expone dos esquemas gré- rep de aden reos que relacionan la densidad de viviendes con 4 confirmar las prosie nae 1 altura de Jos edificios y la distancia entre ellos, omo disposicién Iégica de le amando como referencia una agrupacién residen- iales. Al estudiar la ciudad es ial a base de bloques paralelos. En el primer es- os de formacidn, los arquitec uema, adopta como constante la proporcién del 36 OFFS EESEES ————ere ses cauce operative comtir lo intermedio que, pa plantacién lineal, tom gencia de una relacién y de la ciudad conce: vivienda plurifemiliar De ese modo se conso da de un modo pione todo a partir del proye por la Siedlung, Geors largo de los afios treir cién canénica al probl acrftica mula, especialmente er gunda guerra mundial crédito y al agotamien de ejemplo, algunas de cebidas al filo de 1930, drich-Ebert-Ring en R (1928-29), la Wohnsta Bruno Taur (1928-30) viendas obreras en Bl para comprender ha Zeilenbau (edificaci do modern, un valor lacién al tema de la Pero Ja influencia del la forma lineal, habria EERE, SOMME TEN NORMS OT desembocan en un mode- do de las formas de im- le 1a ciudad jerdin la exi- nediata con eF'¢spacio Hore ada Ia preferencia por la ganizada en bloques. 1 una férmula, ya ensaya- en los afios veinte (sobre s afios posteriores a la se- cabard levandola al des- Pero basta citar, a titulo mejores aplicaciones, con- les como Ja Siedlung Frie- enow del propio Haesler Carl Legien en Berlin de el proyecto para 300 vi- y permanente en re- humana. i Los estudiostlevado . cia 1930, tienden » evo paradigma basado en 1s focra lineal es a rebasar el estricto marco Br de la nueva realidad terri perar el antagonismo entre cio construido y espacio na. abo cn dlversos frentes ha- « ls hipéresis de que + acorde con las exigencias 38 ‘una preci bore tode en lo ceferente ale Se alude al juego de rejada una cor arquitectura q extremas del ¢ circundante, La propuesta ¢ tructuracién gl durante el de nueva creacién s consolidado, As plantear no es Ia forma urbana ines pei a bands bésica de desarrollo yuna las dreas residencial € indus- spuesta de tal modo que los ien- 3 “aie Plucionen las vivid. Sos DD DDIITFIFISHISDINE PEE E m0 se tgs le ee 2 : Leaded BE So fos ues In que Hilberseimer parece una propuesta conse oes dro comparativo en que « lee vdad industrial inorgénica y de. tapongan las ventajas de la ciu- da como expresign ejemplar de oderns, Serer 4o ‘et Scheie. rena, : ‘axononetra det 7 NXE $ ‘tated dtd p ba por induce urbano, Con respecto, al te Godt Una 38 pe en ne Astoria, tiende a esta. la teadiciSn sae vinegt con le raicién postive de ectuado se derivan, a ‘Ruestro jui- : que confirman el enunciado de . Nos teferimos, en primer luger, 2 de la ciudad como Jugar en el ey complementan el espaci ro re y en el que la hue nivel més elevade d sociabilidad, acto con la nerucaleze. Y, en se, hecho de que en las Propuestas mo- pos arquitecténicos, y no las orde- parimetros ciiantitativos, los jue + Upbaga, M it ct que fa casa ue ex- nica de un modo d Vids, tease la estructura gener: genere- el agregaco libee hemos visto, pls precedents, hasra que pun. clos residenciales se defi cién que, en oo eae Ira con el esps biisqueda le una relacién cio libre que subyace a todas ss relaciones analdgicas. De este fas modernas pasan a ser un esla 42 delos resi zomo elemento de construccién de la ciudad. trariamente a lo que pudiers parecer, éste q po de experimentacién muy frecuentado 4 arquitectura moderna. Baste pensar en Jos pr Sélo que en estos casos Ia idea de manzan: ja no se corresponde con Ia de la ei sntendida como mero relleno ed la sul mite, de un modo preciso, a determinadas dela tradicién arquitecténica como las grand WTVH HAD IIIIIVIISES FESS HS CCUG SG YY fy cece roves 8 resquaresy de lavciudad cf nes urbanas de la époc Town de Ec Hemos tomado como parat en el cual las lineas de filiacién con histéricos mencionados resultan pat ‘Las formas semiat por Ia arquitecrura moderna como un inteng rar Ja férmula de la «rue corridors, prop! dad ochocenti También en este ambi logia con ciertos modelo dicionales. Asf, por Bruno Taut en Berlin-Brite temice a le trade del «common» inglés y en especial a sus formasg lucionsdas, como los «crescents» de Bath, el 93 PARAS WK AcBatkitock “tyeto de un Hea og Pasi 4272, Parga, e ‘ert vadas de él, proiongan uaa indagaciéa sobre !a con, traccién y la expansién del espacio urbane cuyos rocedentes se remontan al agrand siécle» feancés ¥ en conereto @ la relacién entre el palacio y el (como en el caso de Versailles, explicitamen- lo por Le Corbusier en Une ison, tn pa- que prosigue més tarde con la los grandes espacios de la ciudad ¥ en especial de las plazes con uno o més abiertos sobre el mar, el rio 0 el paisaje (como la «Place Royale» de Bordeaux o la «Plaga do Comer. go» de Lisboa), teles, almacenes o fébricas. Baste comparar las plan- tas de algunas implantaciones modernas como la tipo arquitecténico, ent formulaciones urbanis ~ SS PELMeras: icas, su punto de partids no sistema de pard- De un modo parecido opera Hans Schmidt en sus estudios para diversos tipos de vivienda i zados que se publican En estos trabi > Ins formas en que se na relacién equilibrada sre. Consideremos aho- sciado al comienzo de eminencia del tipo ar- de las propuestas resi- riamente a lo ocurrido 1 a que el trazado via- ao la composicién ur- resante ver como algunas de ‘que construye en esa misma é mente relacionadas con dichos an: das estandarizables. Ast, por ejemplo, es fruro de une y de un encargo concretos pero, al mismo tiempo, viste en el contexto de la invest puede considerarse com de un proyecto de viviendas leyes de construccién residencia configurada ultante del juego de di- s urbanas de le cultura decisive la eleccién del ke ido como un modo de 4S Cre ae te tad ‘Ocasiones NO son otras que su intervencién en las grandes exposiciones: surgen asi el Pabelidn Aleman de la Exposicién de Barcelona de 1929 y !e casa pars soltero de la Exposicién de Berlin de 1931, Esta se- rie se prolonga en proyectos tales como la casa L ge en Krefeld o Ia casa Hubbe en Magdeburg y con- cluye, en un orden inverso al supuestamente légico, con un proyecto tedtico: el de la casa con tres patios, en el que,las elaboraciones anteriores se depuran y se llevan’a un mayor nivel de generalidad. Este: proyecto compendia a fa perfeccién algunos de los aspectos que hemos comentado. En efecto en él se ensaya la definicién de un tipo a la vez que se explore la capacidad del mismo para esteuc- curar Is forma urbana. Al perseguir la correspon- dencia estricta entre casa y ciudad, este proyecto insiste en la preminencia del tipo como elemento fundamental en Ia construccién de le ciudad mo» dena, La casa patio mia que le confiere su recinto, puede agrupirse for- mando manzanas delimitadas por muros que aparecen horadados tan sélo por las puertas de in- greso a las viviendas, por encima de los cuales as0- man las copas de los arboles mostrando indirecta- mente el esponjamiento interior de los espacios habicables. Una estructura y una imagen que remi- ten puss, de un modo tal vez no consciente pero en cualquier caso insoslayable, a la experiencia de la ciudad antigua de ls civilizacién greco-lati Ruevo en un proyecto modemno anida un vinculo profundo con los grandes ejemplos de ia historia. do. Si acaso, sus materi tatias, y ese sentido de | hoy Ia tnica perspectiva adguieren sentido y rec Al dogmatismo que a me urbanas de le fase pioner 0, hoy oponemos la m formaciones producidas a picamos a una ciudad ¢: situaciones diferenciadas, presar la vatiedad, Ia art en defi creemos que en gran me no se ha construido y q vireualidad, en la suma d guran fa cultura ucbana d tro interés por rescatar y quemas y las propuestas m componiendo con ellos un al otorgarles la condicién. tativo y disponible, nos la ciudad moderna como cativa,

You might also like