La preocupación de la Sociología por los problemas sociales hunde sus raíces (Nisbet, 1976;
Swaan, 1992) en el racionalismo secular y humanitario de la Ilustración...
La preocupación de la Sociología por los problemas sociales hunde sus raíces (Nisbet, 1976;
Swaan, 1992) en el racionalismo secular y humanitario de la Ilustración...
La preocupación de la Sociología por los problemas sociales hunde sus raíces (Nisbet, 1976;
Swaan, 1992) en el racionalismo secular y humanitario de la Ilustración...
La preocupacin de la Sociologa por los problemas sociales hunde sus races (Nisbet, 1976; Swaan, 1992) en el racionalismo secular y humanitario de la Ilustracin. Rebelndose contra el fatalismo atvico que aceptaba los problemas sociales como parte del orden natural (por tanto, inabordables), el espritu ilustrado, encomendado a la emancipacin humana y aupado sobre la autosuficiencia del hombre secular, se enfrenta a ellos como fenmenos sociales causados y, por tanto, asequibles al estudio y la solucin racional. El inters aplicado por los problemas sociales arranca con los albores del siglo XX (Ritzer, 1995) en paralelo con el inters de los padres fundadores (Comte, Durkheim, Marx,Weber, H. Spencer) por desarrollar la teora social. La carencia de una definicin amplia y convincente de su objeto de trabajo y los vaivenes conceptuales del campo, revelan tanto la complejidad del tema de la problemtica social como su estado an formativo, a pesar del siglo transcurrido desde sus inicios. Hasta tal punto que, en 1977, Spector y Kitsuse, afirman tajantes: No hay una definicin adecuada en Sociologa de los problemas sociales y no hay, ni nunca ha habido, una Sociologa de los problemas sociales (pg. 1). Afirmacin descorazonadora y parcial fruto del desacuerdo con anteriores perspectivas de estudio, pero palmariamente indicativa del revisionismo del campo y de su vulnerabilidad conceptual ante las modas y los intereses ideolgicos del momento. Y es que las perspectivas tericas sobre los problemas sociales son en parte divergentes y en parte compatibles (Merton 1976; Sullivan y otros, 1980) captando, como se ha indicado, aspectos o niveles distintos y frecuentemente complementarios de los temas socialmente problemticos. Y porque, como suceda en PS, esa literatura refleja tanto las preferencias de la ciencia sociolgica como los intereses sociales ligados al objeto de estudio, la problemtica social. Esa dualidad implcita es grficamente planteada por Denzin (1970) al preguntarse en un emblemtico artculo: Quin gua, la Sociologa o la sociedad? . Hay, en fin, que sealar que, como sucede en otras reas, los cientficos han estado
en general ms interesados en entender los problemas sociales que en
buscarles solucin o indicar cmo hacer realidad las eventuales soluciones.