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3 RELATOS DE SANACION Y ANTROPOLOGIA MEDICA UNA LECTURA DE Me 10,46-52 Santiago Guijarto Oporto Universidad Pontificia de Salamanca Con frecuencia los exegetas han recurrido a la medicina occidental pa- ra esclarecer el sentido de las sanaciones narradas en los evangelios, pero cesta forma de abordar tales relatos no ha resultado muy apropiada para en- tender el sentido que Ia enfermedad y la sanacién tenfan para Jests y sus ‘contempordneos'. Ante esta incapacidad para explicar el sentido original de tales relatos y de a experiencia vital que les dio origen, la exégesis se hha dedicado a estudiarlos desde el punto de vista lterario y teol6gico?, Es- 10s estudios han contribuido enormemente a mejorar nuestra comprensiGn de dichos relatos, porque es cierto que adoptaron formas literarias| precisas, y que con el tiempo fueron adquiriendo un contenido teol6gico cada ver. mas denso’, Sin embargo, es necesario reconocer que su princi- pal propésito fue narrar las sanaciones que Jests realiz6. "La acid de los exegeas ant eto relatos es muy parece aa de los médcns oo- identales cuando se eneuerran con pacientes de os cultura que les explican su efer- ‘medad con categorie diferentes alas yas. a la maori de los casos, tos médicossuc- len presindr de Ia expliacion de sus pacientes y aplicarel modelo biomédico los sintomas que ton capacts de descubrr.Véane a ete respect la eflexiones de: B. Good “Mc Delvecehio Good, “The Meaning of Symptoms. A Cultural Hermeneutic Model for ‘Ciinical Practice”, en L. Eisenberg - A. Kleinman (eds), Dh Relevance of Social Sclence for Meticine (Drodecht-Boston- Lancaster 1980) 165-196, 165-166. * Es representativo de extatendenca el estudio exic-frmal do G. Thelssen, Urebrs: Hiche Windergeschichen (Gutersloh 1974; y los de X. Léon-Dufour (i), Los millagros dd Jess (Maid 1979) R.Latourlle, Milagros de Fests y reologa del milagro (Sela- ranea 1950), "EL pasaje que ser objeto de nuestro esto es una buena prusha de ello, como mos 1x6 de forma mapisral K. Kenelee, Die Wunder Jesw im Markusevangaiom (Munchen 1970) 179-184. Veane también: VK. Robbins, “The Healing of Blind Bartmacus (Mik 10446-52) in the Maresn Theology", JBL 92 (1973) 224-243, ES, Johnson," Mark 10:46- 52: Blind Burimacus", CBQ 40 (1978) 191-204, 248 Los mazAonos DJs Para comprender el sentido original de dichas sanaciones puede ser de gran ayuda la Antropologia Médica, una subdisciplina de la Antropologia Cultural que tiene como objeto cl estudio de los sistemas médicos no oc- cidentales desde una perspectiva intercultural’. Esta disciplina ha elabora- do algunos modelos conceptuales que resultan especialmente stiles para entender mejor la enfermedad y Ia sanacidn en tiempos de Jestis". El pro- pésito de este capitulo es aplicar algunos de esos modelos al relato del en- ccuentro de Jestis con el ciego de Jeries (Me 10,46-52)* I, ESCENARIO DE LECTURA: DIVERSAS FORMAS DE ENTENDER LA ENFERMEDAD Y LA SANACION La Antropologia Médiea (AM) ha puesto de manifiesto que hay mu- cchas formas de entender y vivir la salud y Ia enfermedad. Ha mostrado también que la forma en que un individuo o un grupo perciben, simboli- zan y reaccionan frente ala enfermedad y la salud estan determinadas por su propia cultura. A. Kleinman, uno de los autores ms reconocidos en el ‘campo de la AM, ha propuesto entender la medicina como un sistema cul- tural, que incluye todos los elementos relacionados con la salud en una de- terminada sociedad, Estos elementos, entre los que se encuentran la com- prensién de la enfermedad y su etiologia, las formas individuales y colectivas de reaccionar frente a ella, los valores que determinan ambas ‘cosas, las opciones terapéuticas disponibles, o las instituciones sociales «Para una visi de conjunto,vése:P Worsley, “Non-Westem Medical Systems", An ual Review of anthropology 11 (1982) 315-34; y también: A. Young, “The Anthroplo- fis of less and Sickoess, Anzual Review of Anthropology 1 (1982) 257-283, ° En un trabajo pionero P. Borgen, "Miracles of Healing inthe New Testament. Some Observations” Studia Theologica 35 (1981) 91-106 seal hace ya esi vente alos a si= lida dela AM pare el estudio de los milagos de snack. Casi al mismo tierpo,y de or ‘ma independiente, J. Pich comenz6 a publicar una sere de estudios en el Biblical Theo {ogy Bulan 1 (1981) 142-130: 15 (1985) 142-180; 16 (1986) 102-106; 18 (1988) 60-6; 22 (1992) 26.33, en los qe utiliza algunos de los modelos propuests por dicha dseipi- ‘Estos otros estos han aarecdo recientementereanios en un vlumen: JJ. Plc, “Healing in the New Testment (Philadelphia 2000). En la misma linea, aunque con dif rene perspectvi, debe sturse el estudio de H. Avalos, Health Care and the Rise of Cristanity (Pedbody, Ma. 1999), que contin Ia jvestigaciGniniciada en oto trabajo tis especifca:H, Avalos, ness and Health Care in the Ancient Near East. The Role of Temple in Greece, Mesopotamia and Israel (Atlnts 1995). No eran’ en euestiones de ia terri ohisrco-etico, que son abordadss en os ciros dos capituls de este libro dedicados estudiar este mismo pase, Tomaré el relao {al como se encuentra en Marcos, presuponiendo que Marcos sus destinatrios compar tian una comprensin del sale y de Is enfermedad que hizo posible la comuniescn ex tee ello a aves de dicho rea, RELATOS De SANACION ¥ ANTROMDLOGIA MEDICA 249 dodicadas a su tratamiento, estén vinculadas entre s{y forman un sistema integrado en el conjunto de la cultura’. Esto significa que la enfermedad y la sanacién s6lo pueden entenderse adecuadamente en el marco de una cultura concreta. La comprensién y vivencia de Ia salud y la enfermedad en ef mundo de Jesiis y de los primeros cristianos tiene notables semejanzas con las llama- ‘das medicinas no occidentales, que predominan en las sociedades prein- L. Wels, The Greeek Language of Healing. 0.64 100-101 y 219-229 LP Hogan, Healing. 0 ¢, 306-310. "Hi. Avalos, Health Care and the Rise 0, 4-58 RELATOS DE SANACION Y ANTROMOLOGIA MEDICA 257 cen el sistema levitico de salud la “lepra” y otras enfermedades crénicas re- {querfan Ia exclusin social del enfermo (Lv 13-15), no debido al peligro de ccontagio, sino por razones de pureza ritual. Por estas mismas razones, a quienes posefan ciertos defectos fisicas (cojos, sordos, ciegos) les estaba prohibido el acceso al templo. Es importante no olvidar que en la cultura ‘mediterrénea del siglo primero el estatus social del paciente se entendfa en clave de honor y vergtienza, que eran los valores centrales de dicha cultura 3. La estrategia terapéutica ‘Todo sistema de salud posee una estrategia terapéutica, Una estrategia ‘erapéutica es, dicho de forma sencilla, el procedimiento que se sigue pa- ra ratar una enfermedad y obtener la sanaci6n. El primer paso de dicha es- trategia consiste en establecer una jerarqufa entre las opciones terapéuticas disponibles, es decir, entre los diversos sectores que componen el sistema de salud. Una ver establecida esta jerarqufa, cada sector pone en marcha su estrategia propia. La estrategia terapéutica es el aspecto més visible en los relatos de sa- naci6n de los evangelios. Es también el mAs dificil de entender para el lee- tor occidental, porque dichos relatos presuponen una comprensi6n de la enfermedad y de la salud muy diferente a la nuestra, Esta comprensién de- ppende del modelo explicativo propio del sector popular y étnico de la me- dicina en el mundo mediterréneo del siglo primero, mientras que la nues- tra depende del modelo explicativo en que se sustenta el sector profesional de la medicina occidental. Esto significa que necesitamos un instrumento que nos permita establecer comparaciones entre el proceso de curaci6n tal ‘como lo entionde Ia medicina occidental y el proceso de sanacién tal co- ‘mo se entendfa en la medicina étnica del siglo primero, Good y Delvecchio Good han elaborado una tabla comparative basada en los diferentes procedimientos utilizados para determinar el significado de los sintomas, que puede ser stil para nuestro propésito. En dicha tabla, se describen en paralelo la estrategia terapéutica propia del modelo bio- ‘médico y la del modelo cultural”. Ambos procedimientos estén determi- nados por presupuestos culturales diferentes, y por tanto emplean modelos explicativos diferentes. EI modelo biomédico parte de una concepcién em- piricista de la enfermedad, que es la que determina en Ia medicina occ dental Ia interpretacién de los sintomas. Por el contrario, el modelo cultu- ral no considera la enfermedad s6lo como una patologta, sino como una realidad humana significativa, y en consecuencia ve la sanacién como un *B Good - M-I. Delvecchio Good, “The Meaning of Symptoms”, ar. 167-181 258 Los mn Aanos be Jests proceso herinenéutico encaminado a transformar la comprensién de dicha realidad, El siguiente cuadro resume las principales caracteristicas de am- bos modelos: MODELO BIOMEDICO MODELO CULTURAL (Empitico) (Hermenéutico) Entidad Patoldgica Entidad Patologia Lesién o disfunci6n somética 0 Universo de sentido, la enfermedad, psicofisiolégica (Ia disfuncién _percibida por el paciente (la disfun- se percibe como patologia) cin se percibe como enfermedad) Estructura de relevancia Estructura de relevancia Son relevantes los datos que ‘Son relevantes los datos que revelan revelan un desorden somitico Procedimientos de identificacién Procedimientos de identificacin Revisin de los sistemas; tests de Evaluar los modelos explicativos; laboratorio descifrar ef campo semintico ‘Meta de ta interpretacion ‘Meta de la interpretacion Diagnostico y explicacién Comprensién Estrategia interpretativa Estrategia interpretativa Examinar dialécticamente la rela- Examinar dialéeticamente la relaci6n cin entre los sintomas y los des6r- entre los sintomas (texto) y el campo denes somiticos. seméntico (contexto) Objetivo terapéutico Objetivo terapéutico Intervenit en el proceso de la enfer- Tratar 1a experiencia del paciente: ‘medad somética hhacet comprender los aspectos ocul- tos de la realidad de Ia enfermedad y transformarla EL modelo biomédico es apto para comprender la enfermedad y la cu- racién en el sector profesional de la medicina occidental contempordnce, ppeto es poco relevante cuando se aplica a otros sectores, y sobre todo ‘cuando se quiere aplicar a casos en los que la enfermedad es percibida y vivida segin unos patrones culturales diferentes, como ocurre en el ¢380 de los relatos evangélicos. Para estos casos es mucho més ttl el modelo cultural, Como veremos més adelante, muchos de los rasgos “extrafos” {que apareeen en los relatos de sanaciGn de los evangelios se pueden expli- car mucho mejor con ayuda de este segundo modelo. [RELATOS DE SANAGION Y ANTROFOLDGUA MEDICA 259 Il, LA SANACION DEL CIEGO DE JERICO (Mc 10,46-52) El relato de la sanacién del ciego de Jerie6 es uno de los més elabora- dos de todo el Nuevo Testamento. La presencia de algunos acentos teolé- sicos del evangelio, asf como su ambientacién al final de una seccién de- dicada a instruir a los diseipulos (Me 8,31-10,52), ponen de manifiesto su cardcter catequético, que también puede descubrirse en el relato de Ia sa- nacién det muchacho endemoniado de Mc 9,14-29. Ambos relatos, los ‘imos “‘milagros” que narra Marcos, son presentados ante fos lectores co- ‘mo “ejemplos didcticos”®. Esta reelaboracién teolégica de naturaleza ccatequetica puede haber eliminado del relato algunos rasgos caracteristi- cos del proceso de sanacién, que encontramos en otros relatos (tocar con Jas manos, poner barro hecho con saliva, etc.). Sin embargo, atin es posi- ble descubrir en 61 indicios que remiten a la concepeién de la enfermedad, y la sanacién que compartian Jestis y sus destinatarios, 1. El sistema sanitario EI primer paso para entender adecuadamente el relato consiste en si- tuarlo en el contexto del sistema sanitario de aquella época, y determinar fen qué sector de dicho sistema debemos ambientarlo. La referencia ala familia puede ser reveladora del tratamiento de la en- fermedad en el sector popular. Esta referencia se encuentra ya implicita en cel nombre del ciego, y tal vez fue explicada después quienes no enten- «fan su significado con la aclaracién “el hijo de Timeo"” La familia era Ia instimeién més importante en el mundo antiguo, y también el primer ém- bito en que se buscaba Ia sanacidn. Es evidente que sus parientes no han logrado remediar la situacién de Bartimeo, pero Ia mencién del padre re- ‘ela que la familia participa de algin modo de ella. Es probable que, co- ‘mo en el caso del mendigo que pedia en Ia puerta del templo, su familia no se hubiera desentendido de él (Heh 3,2). Podemos suponer, por tanto, que Bartimeo se acerca a Jess después de haber buscado la sanacién en la medicina popular sin haberla encontrado. No hay ningin indicio de que hubiera recurrido a la medicina profesional de su tiempo, Sin duda que en Jerie6 habrfa médicos, lo mismo que en Je- rusalén, pero s6lo tenfan acceso a ellos los miembros de las familias més acomodadas. El nico recurso que le quedaba a Bartimeo, como a tantos ‘otros enfermos de su tiempo, eran los sanadores populares. La mayor parte de los rasgos que caracterizan al sanador popular apa- recen, de hecho, en el encuentro de Jestis con Bartimeo: Jestis acepta la »K, Kerelge, Die Wander Jes. 0. 182184 260 Los mat aatos Ds Jess deseripcién que éste hace de su enfermedad y parece compartir su visién de la misma, porque no hace preguntas sobre ella; el encuentro tiene Ingar en puiblico; el vocabulario empleado por ambos para hablar de 1a enfer- ‘medad refleja un sistema de ereencias compartidas, y la terapia acontece a través de un didlogo. Tanto Jess como Bartimeo interpretan Ja enferme- ‘dad y su sanacién en términos religiosos. La compasién que Bartimeo so- Ticita es un atributo de Dios, y por tanto su silica presupone que s6lo Dios puede conceder la sanacién, Jests le responde atribuyendo la sana- cidn a su actitud de fe. Estos rasgos del sanador popular, que se encuentran también en otras culturas, estén matizados en este caso por una tradicién tipicamente israe- Tita sobre la figura del profeta sanador, vinculada, precisamente, a Ia ciu- dad de Jerie6 y sus alrededores. El modelo del profeta sanador, que actia ‘como intermediario entre Dios y el enfermo, era el profeta Elfas (IRe 17,17-24) y su diseipulo Eliseo (Re 4,8-37; 5,1-19). Jestis no fue el ini- co profeta sanador de su época. Sabemos al menos de otros dos eas0s, uno anterior a él y otro contempordneo: Honi y Hannina ben Dosa, cuya act vvidad como sanadores y hacedores de milagros es arin discernible en las tradiciones rabinicas™. Estos dos personajes, lo mismo que Jestis y Juan ‘Bautista, estén relacionados con la figura de Elias (Mc 6,15 par: 8,28 pars Le 4,26; Jn 1,21), Por eso, no es improbable que la localizacién del relato ‘en Jericd pretenda subrayar esta relaciGn entre Jesis y Elias. Esta primera consideracién del relato desde la perspectiva del sistema sanitario que presupone comienza a revelamos una forma de entender Ia en- fermedad y la sanacién que no se reduce a lo biol6gico, sino que tiene con- notaciones sociales y religiosas. También observamos que la bésqueda de la sanacién habfa comenzado, probablemente, mucho antes de que Barti- rmeo se encontrara con Jess. El hecho de mencionar al padre indica que el sector popular pudo ser el primer paso de esta bisqueda. En cualquier ca- 0, el contexto en el que hemos de situar y comprender este episodio es el sector étnico de la medicina israelita, que tenfa como figura més represen- tativa al profeta que sana en nombre de Dios. Jests actiia como uno de ellos, segin el modelo de Elias, y al actuar as reivindica su legitimidad co- ‘mo intermediario a través del cual Dios concede el don de la sanacién. De ahi la importancia de la fe en su encuentro con Bartimeo. Ete proceso pd abserare, sobre todo, en el caso de Hannina Ben Dosa. Véss: WS. Green "Palestinian Holy Men." a, 646-647 "Ese es un rasgo que se explicit en algunas de los relatos de sanacin, com en el «aso dela emoreoisa, gue abi stad una gran fortuna en mics (Me $,25-27),0 em fc ener de a piscina de Betesda, que levaba mucho tempo intentando itedoci- sen la piscina (1055-7) [RetA0S DE SANACION Y ANTROFOLOGIA MEDICA 261 2. El modelo explicativo Si queremos intoducimos en la comprension y vivenci de Ia enfer- smedad y la sanacion que compartan Jessy sus destinatarios, tenemos que explcitar cual era el modelo expliativo que uilizaban, Para ello hemos de analizar el campo semintco de la enfermedad, es decir, los términos con que se describe y sus connotaciones, sobre todo aquellos rasgos que a nosotros nos resultan ms extraios, como la splica de Batimeo pidiendo compasién los ttlos con que se dirige a Jess y la respuesta de ést atti buyendo la sanacidn a safe Estos rasgos revelin que Jessy los primeroscristanos penssban,co- ‘mo sus contemporéncos, que el orgen de la enfermedad y dela salud es- {aba en Dios (Ex 15.26). Aunque en el relato no se mencionan ls causas de la ceguera, podemos suponer que ells Ia ateibuan ala accién de un de- tmonio (Mt 1322) otal vez aun peeado personal oheredado (In 9.2), Es- tees el trasfondo comin, pero merece Ia pena que nos dtengamos a con- siderar cules eran las connotaciones que tenfa la ceguera en la cultura mediterrnca dl siglo primero ‘Una breve consideracin del uso de os términos relacionados con la vi- sign (cig, ojo, ver) en el NT revela una realidad compleja que va més allé de la facutad fisica”, Ena mentaidad antigua existia una relacién uy estrecha entre Ios ojos y el corazén (EF 1,18), de modo que cuando Jos ojos estin cerrado el corazén es incapaz de comprender Cn 12:40; Mt 13,15 Heh 28,27; 1 Cor 29). Cicerén afirmaba que los ojos eran el cami- no hacia el corazén (De Legibus 1.26.27; Oraiones 321), y esta misma Conviccisn se encuentra también en la tadicién isracita”™ Esta relacién entre los ojos y el coraz6n responde a una comprensién ‘del set humano que distingue en él tres zonas: la del pensamiento emocio- nal, que reside en los ojos y el corazén; la de la manifestaci6n a través del > Estos rasos responden la convicién compartidasmpliamente entre ls judo de 1a poca de! segundo terplo, epi ecu el origen dela enfermedad est ex el pecado,y nso proce de Dio. Vease: LP Hogan, Healing. 0 301 "El ciego es, ane todo, imagen de agucllos que no pueden guar a otros (Mt 15.15; 23,16:24; Le 639; Rom 219) EL ojo pode ser fuente de excindalo (Mt 5,29; Me 947). de deseo (Mit 5.27-28; 1 Jn.216) inclu insrumento para daa & ouas (Mt 622-23; 20) {Los ojos cerraos expres Is incpacidad para comprender y reconocer (Mt 13,15; Le 24.16) mientras que 1s ojos clevadoe soa un meso de comonicacin con Dios través de in oracin (Le 16,23: 18,15; Jn 65: 17,1) Sobre el campo semntico del “ver” y sus con rotaciones: W. Michaelis, pu 2”, en G, Kitel (4), Theological Dictionary ofthe ‘New Testament (Grand Repids, Mi. 1967) V, 315-382, 40-346. "SE, Jeon D. Veter," Ojo", en E. Jenn C. Westermann (eds), Decionario Teo égico Maral del Antiguo Testament (Maid. 1978), 336-346. 262 [Los nar agnos be Jess lenguaje, que reside en Ia boca y Ios ofdos; y la de la acci6n intencionada {que se expresa a través de las manos y los pies”, Dentro de estas tres 20- nas que constituyen al ser humano, 1a primera es crucial para el conoci- ‘miento del individuo. Por esta raz6n, los fisiognomistas antiguos conside- aban el estudio de los ojos como una tarea fundamental para averiguar 0 describir el carécter de una persona. Los ojos no eran solamente un ins ‘rumento de visi6n, sino un canal de comunicacién entre las personas y ‘una via de acceso a su interior més profundo. Todo esto le estaba vedado aun ciego. Los estudios antropolégicos han subrayado que esta insistencia en el ojo y la visién, asf como en las dimensiones visuales de las cosas, es un ‘elemento comin a las diversas sociedades mediterréneas, en las quel ojo “un instrumento de conocimiento, poder, depredacién, dominio y se xualidad””*, Por esta raz6n Ia exposicién publica implica en ellas una vio- lacién del cuerpo, y el miedo a dicha exposicién es un importante medio dde control (reclusidn de las mujeres, velo, patios interiores, etc). Un rasgo cultural a través del cual se expresa esta preponderancia de todo lo visual cs Ia creencia en el “mal de ojo”, que es uno de Tos rasgos comunes mis ccaracteristicos de las sociedades mediterréneas, Esta creencia revela la cconviccidn de que el ojo y la visién eran un instrumento de poder sabre los demas® Esta percepcién cultural sobre el poder del ojo y de Ta visién determi- naban la comprensi6n que Jests y sus contempordnieos tenian sobre Ia ce- ‘guera. El ciego era, en cierto modo, alguien que tenia cerrado el acceso al Centro de las emociones y el pensamiento (el coraz6n), tanto desde dentro BL, Malina, Dhe New Testament Word. Insights from Cultural Anthropology. Rev- sed alton (Loosvill, Kenueky 1993) 73-77 Esta es una de las ues taxonorsis que pro pone JJ. Plc, junto con cea dos basadas ea la posesi6ny en el sistema de pureza, ara ‘asifca las enfermedades en la obra de Luc. Véase: "Sickness and Healing... a. 200.209, ‘Bi. Malina - 14. Neyey, Portraits of Paul. 0, 26-27 “DD. Gilmore, “Anihopology of the Mediterranean Area", Annual Review of An ‘Aropology 1 (1982) 175-208, 197 ‘SEI"mal de ojo" revels el poder qu la cultura mediterrinea wadicional confire aes ta parte del cuerpo amano. El ojo puede causar dao a ota persons, genealmente como consecuencia de la envdiprovocada pr alguna cualida ostuacin de dicha persona Por feta 14260, el tal de ojo ex a veces, snnimo de envida (Mt 20.5). Sobre el mal de ojo ena cultura meiterrnea aio larg de los sighs, véase:H. Elliot, "Te Fear of the Ler: ‘The Evil Ee from the Bible ot Li'l Abner", Forum 4,¢ (1988) 42°71. Vease wmbie: Duncam M, Dece, "The Evil Eye inthe New Testament, en PLE Esler (el), Modelling Early Chrstininy Social Scenic Sues ofthe New Testament in its Conte (London New York 1998) 65-72 RELATOS DE SAKACIONY ANTROROLOGIA MEDICA 263 hacia fuera (deseas, emociones), como desde fuera hacia dentro (mal de ‘ojo). La carencia de visién le apartaba en cierto modo de las interacciones sociales qu giraban en tomo al honor, porquc el honor y la vergenza eran valores visuales, Por esta ra76n, la earacteristica mas sobresaicnte de la ceguera era la carencia de poder que implicaba: quien no podia ver no po- da controlar a Jos demés, ni influir en sus vidas. Estas pautas culturales configuraban la condicién social de quien era ciego. Como hemos visto, en la mayoria de las culturas, la enfermedad es pereibida como una forma de desviaciGn, Ahora bien, en la cultura medi- terrinca, la desviacin se percibe desde los valores centrales del honor y Ja vergiienza®, La condicién deshonrosa de Bartimeo aparece en diversos detalles de relato: es un mendigo, est fuera de la ciudad y no le permiten dirigirse a Jess. Es posible, incluso, que en el relato haya un sul con- traste entre el nombre del padre (Timaios = Honorable) y la condicién del hijo (atimos = sin honor), que afectaba a toda a fail La condicién de Bartimeo no se define en términos de carencia fisica, sino de exclusin social, porque la ceguera incapacitaba para participar ac~ tivamente en las principales interacciones sociales. Esta comprensién de la cceguera en términos de exclusién social es evidente en algunos pasajes de la literatura isralita que presuponen el sistema sanitaio levitico. En 2 Sam 5.6.8 se cita este dicho popular: “Los ciegos y los cojos no entra- rn en la casa del Sefior y,segtin las prescripciones del Levitio, entre los descendientes de Aarén que no podian acercarse a presentar las ofrendas se encuentran “los ciegos ¥ los cojos” (Ly 21,18). En tiempos de Jestis la marginaciGn de los ciegos se habia acentuado, al menos en algunos grupos ‘como el de Quran, més escrupulosos en materia de pureza ritual. En la obra haléguica ttulada Algunos de ls Preceptos de la Ley se dice que cie~ 08 y sordos son impuros “porque quien no ve ni oye no sabe practicar (la Ley)" 4QMMT 56-57), yen El Rollo del Templo se determina que los cie- 08 deben ser excluidos, no sélo de templo, sino también de a ciudad san- ta: “Ningsn ciego entrar en ella durante toda la vida: no profanaré la ciu- dad santa en cuyo centro yo habito” (11 QTemple 45,12-14)* En consceuencia, Ia sanacién tampoco se definia en términos fisico, sino sociales, hasta el punto de que la sanaci6n de ciegos, cojos y sordos “Los retérios del mundo sntguo al hablar del "enkomion” mencionaban a salud en tr as cualidades que acian honorable a una persona, mientras que in enfermedad era con ‘deraa como algo deshonroso; veo: BJ. Malina ~ J. Neyrey, Portraits ef Paul An Ar ‘chacology of Ancent Personality (Loasvlle, Kentucky 1996) 140-141 *"Elterto de 4QMMT se encuentra eo vais fegments, pero su sentido en este pun toes claro, Vease: F Gael, Texts de Qumnin (Maid 1992) 216-217. 264 [Los maackos be Jess cera un paradigma literario muy comin en los escritos proféticos para anun- ciar la restauracién del pueblo, Por eso no es casual que en el relato lare~ ‘cuperacién de la vista vaya seguida de Ia integracién en el grupo de los dis cfpulos de Jests. Este es, en realidad, cl tiltimo eslabén de un proceso de reintegracién social que atraviesa todo el relato™. Es cierto que en la vi- sidn de Marcos este proceso describe el camino ideal de los discipulos, que ‘deben recobrar la vista para poder Seguir a Jessen el camino hacia la cruz. (Me 10,51). Pero antes de que este pasaje fuera ambientado en el relato de Marcos, la sanacién del ciego pudo haber sido un ejemplo mas de la rein- tegraciGn social de los marginados a través de la cual Jest expresaba la Iegada del reinado de Dios”. 3. La estrategia terapéutica La estrategia terapéutica que aparece en el relato se entiende mejor cuan- 4o situamos la sanacién narrada en él en el sector étnico del sistema de sa- Jud dominante en tiempos de Testis, y cuando conocemos las connotaciones ue entonces tenia la ceguera. Analizamos ahora dicha estrategia terapéutica con ayuda de la tabla comparativa elaborada por Good y Delvecchio Good. EL primer estadio es Ia aparicién de la patologéa. Las pautas culturales crientaban al enfermo y a quienes estaban vinculados a él (familia, pa- rientes, vecinos, etc.) a percibirla no en términos biol6gicos, sino sociales; no era para ellos principalmente una patologfa fisioldgica, sino una enfer- edad con implicaciones sociales, como ya hemos visto. El segundo paso es la bisqueda de datos relevantes sobre la misma, fs- te es el momento en que la medicina occidental busca los sintomas que re- velan la existencia de una patologia conocida. Nada de esto encontramos ene relato, Mis bien lo que percibimos en él son indicios que revelan el significado de la enfermedad. El lugar en que se encuentra Bartimeo, su condicién de mendigo, el hecho de que no le dejen hablar a Jess... Todos estos datos manifiestan cues eran Ios intomas relevantes para clos. “© RE, Clements, “Paterns in the Prophetic Canon: Heling the Blind andthe Lame", en GM, Tucker - Di. Petersen - RR. Wilson (es), Canon, Theology and Old Testament Interpretation. Essays in Honor of Breward S. Childs Prilaelphi 1988) 189-200, “Te primer paso consist en tomar la palabra pra dirigirse Jes, nsisiondo a pesar de que le mancan call El segundo paso cs sbandoar los signs do sa exclusin sci {el luge junto al camino y el mano de mendigo). El ercero est reflejado a el dilogo ‘con Jess, piicnoabirtamente sa sancion timo, como he dicho, el integrin en el grupo de les discal. ‘© Esa misma eatategia se adverte en los exoreismos de Jess; wae: S. Guljro, "La imensin poics de los exorcismos de Jets. La cotroversa de Belceb desde a pers pectva dele cients scinles",Extudio Btlicos 88 (2000) 51-7, 65-68. RELATOS De SaNACION ¥ ANTROROLOGIA MEDICA 265 El teroer paso persigue Ia idemtficacién de la enfermedad. Aqui es fun- ‘damental tener en cuenta el modelo explicativo compartido por Jestis sus contempordneos, el cual se explicita, como hemos visto, através del cam- po semiintico utilizado, Dicho campo semantico se refiere al origen de la enfermedad (tal vez. el pecado) y de la sanacién (Dios), y ademss nos in- troduce en una comprensién de Ia ceguera que tiene que ver con Ia impor- tancia de todo To visual en la cultura mediterrinea. A diferencia del mode- lo biomédico, que se sirve principalmente de la exploracién fisica del paciente, el modelo cultural tiene en cuenta diversos niveles: el natural (la ceguera fisica) el sobrenatural (s6lo Dios y Ia fe pueden sanar), el perso- nal (la incapacidad de ver) y el social (marginacién y deshonor). En el re- lato todas estas dimensiones estén relacionadas, pero la dimensiGn sobre- natural y la social son las que pasan a primer plano, y por tanto las més importantes para identificar la enfermedad. La meta de la interpretacién en todo este proceso no es, como en el mo- elo biomédico, diagnosticar y explicar los sintomas fisicos, sino com- prender el significado que tiene la enfermedad para el paciente. En conse- cuencia, la estrategia interpretativa no consiste en explorar la relacién ‘entre los sintomas y las disfunciones fisiol6gicas, sino en explorar Ia rela~ ‘cin entre los sintomas y el campo semntico de la enfermedad. Esto es, ‘precisamente, lo que encontramos en el relato, principalmente en el breve dislogo de Jestis con Bartimeo. Por dos veces Bartimeo le suplica a gritos ‘que tenga compasi6n de é1, pero Jests le hace que exprese su peticién de forma més concreta: “Qué quieres que haga por ti?”. Da la impresién de ‘que el ciego no quiere mencionar la enfermedad por las connotaciones que ;posee, pero Jests le obliga a relacionar su situacién (mendigo, al borde del ‘camino, ete.) con el origen de la misma, y le hace pedir abiertamente que remedie la fuente de su marginacién y de su vergiienza™. Finalmente, el objetivo terapéutico no consiste en intervenir en el pro- ‘ceso somitico de la patologia, sino en tratar la experiencia del paciente, es- tableciendo un nuevo marco significativo. Este aspecto es mas evidente en este relato que en otras curaciones de ciegos. Jess parece ignorar la di- ‘mensién fisica de la enfermedad (no le impone las manos, ni le aplica ba- 170 0 saliva) y se concentra en su significado. La sanaci6n es interpretada en términos de salvacién, que acontece gracias a la fe. Recobrar la vista “Enel mondo clsico hay una gran tredicin sobre lapalabea como medio de sna {La moticina hipoertica no asumid esta trac de los ilseofosy de lor potas, gue ei nla palabra un instrument de sanacn, y pr esta razénla medina hipcrétics recibia nombre dears muta. Vése: P. Lain Entalgo, La curacin por la palabra en a ant: edad elsica (Madd 1958) 337-340. ‘Los am-aesos ne Jess tiene como consecuencia primera Ia incorporacién al grupo de os discf- pulos de Jestis, es decir, el establecimiento de un nuevo marco significati- vvo, en el que se borran todos los signos de la exclusi6n social que habia provocado el estigma de su enfermedad: no esta al borde del camino, sino cn él; ha dejado su manto de mendigo; y 1o més importante de todo: ha si- do acogido en un nuevo grupo social IIL. concusi6n En este estudio he tratado de poner de manifiesto Ia utiidad de la An- ‘ropologia Médica pari comprender adecuadamente los relatos de sana ci6n. Soy consciente de que el modelo propuesto es incompleto, pero gracias a 61 hemos podido descubrir algunos aspectos que estan implici- {os enel relato,e interpretar otros que se entienden mejor desde esta pers- pectiva. El andlisis de Me 10,46-52 con ayuda de este escenario de lectura ha ‘mostrado, en primer lugar, que la sanaci6n de Bartimeo se entiende mejor ‘evando la situamos en el marco del sistema sanitario de Ia Palestina del si- glo primero, El relato debe ambientarse en el sector étnico de dicho siste- ma, pero ¢s interesante tener en cuenta que previamente el caso se ha tra- tado en el sector popular, y que Ia familia de Timeo no tenia acceso al sector profesional. La vinculacién del sector étnico de la medicina israeli- ta con los profetas sanadores nos permite descubrir las raices judas de la actividad de Jestis eomo sanador. El estudio del modelo explicativo que presupone el relato nos ha ayu- dado a percibir c6mo se comprendia y vivia la ceguera en tiempos de Je- sis. Para Jestis y sus contempordneos no era s6lo una patologia fisica, si ‘no una enfermedad, que ten{a fuertes implicaciones religiosas y sociales. ‘Segiin el sistema de pureza levitico, la ceguera llevaba consigo, en primer lugar, una forma de marginaci6n religiosa, pues los ciegos estaban exclui- dos del templo, Pero, ademas, en una sociedad basada en el honor, la ce- ‘guera suponia también una marginacién social, pues la falta de visin in- ‘capacitaba para participar en las principales interacciones sociales. Por otro lado, la comprensién del relato con ayuda del modelo cultural sobre el proceso de sanacién nos permite desvelar cual fue el propésito de las sanaciones de Jest. En elas la dimensiGn del milagro tal como lo ha centendido la apologética tradicional es poco importante. Lo importante es su naturaleza social y religiosa. La sanacién del ciego implica una sana- cin de la culpa, advertida o inadvertida, que acontece por la fe (dimen- siGn religiosa), y una reintegracién social, que implica la desaparicién de {odos los signos de su exclusién (dimensién social. [RELATOS DE SANACION Y ARTROPOLOGHA Mone 267 Finalmente, un mejor conocimiento del contexto de Fests en To que se refiere ala comprensién y vivencia de Ia enfermedad nos ayuda a poner de ‘manifiesto lo més especifico de su actividad como sanador. Y lo més no- vedoso era, sin duda, su estrategia terapéutica. Si comparamos sus sana- ciones con el procedimiento previsto en el sistema levitico, descubrimos que en la raiz de ambas hay una concepcién muy diversa de Ia pureza, y asi, mientras el sistema levitico propiciaba la exclusién, la estrategia tera- ppéutica de Jests era inclusiva, Sus sanaciones, lo mismo que sus exorcis- ‘mos y sus comidas, expresaban de forma elocuente en aquelta cultura lo {que significaba el reinado de Dios, y lo hactan a través de la reintegracién social de los marginados. Comer con los pecadores, purifier a los lepro- 805, sanar a los ciegos 0 liberar a los endemoniados eran, para Jess, di- versas manifestaciones de un mismo proyecto: mostrar c6mo el reinado de Dios se estaba haciendo presente en su actuacién,

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