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Emilio Quintana Bananos La vida de los peones en la yunai ® Ediciones DISTRIBUIDORA CULTURAL Bananos. Emilio Quintana Estudio Preliminary Guia de Lectura Lic. Roberto Aguilar. 4a. Edicibn, 2002 Ediciones Distribuidora Cultural © Derechos Reservados Conforme la Ley. Portada: Agustin Alonso. ‘acisn: Francis Bone, Bananos i ‘i algo aborrect en mi vida fue el empleo: y més que todos los cempleos, los de! ferrocarl, Crea que ademas de la propaganda que sele hacia ala zona bananera, en cuanto ala posbldad ce devengat lun buen salario, el interés de evadiime de ese ambiente de dc sometimiento a los jfes, fuel que me impulsé a marehatme del pais hacia los eudos trabajos dela jungla Un dia, desde et vapor "Victoria, donde desempefaba un cargo de quinto orden, sat al muelle de San Jorge para na regresar mas al barco. Asi fue coma, después de evitar el encueniro con toda auloridad, caminando de noche por caminos desconocidos, lagré ganar la costa del pacifico costaricense. Cuando usa los ples en aquelasregiones respré a puimen leno. Estaba en atro ambiente, Ya fen Nicaragua el radieaisina calejar le habia dado curso fre a rumor Shoo ieee humanas aspirat en io conciencia, Tal ere la consign todo radicalsmo de jismo de chismes y de fle y los paianchines nan toda evan a an "vivir para la "causa", urn tocos los clas, -2conducia al jagueante y peigrosa. Un “ado aquel dia, Los caros Enilio Quintana ccateclan de asientos, Nos sentabamos a plan, sobre montones de hojas secas de chagUta, En dtintas ocasiones. en eltranscurso da, tel05 viajes, mas do una “tercopslc sala huyende de entre aquelia, hojarasca, con la natural alarmat de mujores y hombros. quella vez como de costumbre viajaban algunas mujeres Como fos hombres, ban a buscar trabajo. Algunas eran bontas y JOvenes; olras_no vijas, pero st marchitas por las prolongadas, ecesidades. Entre elas viajaban varias ricaraguenses, A veces, atternaban en la conversacién de los varones. ‘A mal tio van ustedes. {Son casadas? No Pues tienen que buscar marido para que tengan siquiora donde dori. La Compatila no adie mujeres sin hombre, ‘Santo Dios, ahora cémo hago! Y yo? Yo tampoce hallo como haces. De pronto sate una voz, un tanto cascada por los afios; (mas tarde supe que se lamaba Casto} 1990 cargo de una, Las mujeres ¢2 volvioron a very se hicieron inteligencias. ¥ cuando iban 2 deck elgo, uno de os vijantes interpuso su vo Ya usté pa qué lo quieren, visita, -Pueda que sitva mas que vos: yo toy bien alimentan Per Todos soltamos la rsa. El vejo se puso vido de ira. En ese momenta llagabamas al final de viaje, Los hombres bajamos los primeros, Las mujeres, coma. un rebafio asustadizo, no quetian #ejarse Verde los joes. Capella, el capataz, las hizobalary ns puso nila atodos, una de estas mujeres lo agara fo hace pedir cacao to. Bananas Usted en qué traboja? Soy carpintero, Usted? Pinter. Después de preguntara todos su ofciey procedencia, se digid alas mujeres, Pasé revista por ells, yal fn -Gon quién viene esta mujer, -pregunté sefilando a una de las mas bontas, Viendo que todos guardaban silencio, yo me adela diciendo: Conmigo Pues usted no tener trabajo, joven, porque no hay casas ni trabajo para mujeres. Ella se quedaré por aqui para mientras encuentra en qué trabajar -Imposible, joven. Por alli hay unos ranchos: si logran acomodarse en elas. no son de la Compafla.. yo a usted le day trabayo, para ela no hay En los ranchos nos acomodamas. Habia plagas de purrjas, pulgas y zancudos. Colgamos un mosquitero quela mujer levaba, Por ia noche, viendo que yo buscaba donde acostarme, me jv -Na se quod afuera porque se lo comen los zancudes. Métase debajo del mosqutare. ‘Aquella misma noche me cont6 su historia. Ls historia de todas Jas mujeres desventuradas. Venla huyendo de a Gudad. Burlada por ‘unhombre, engafiad por etre y pr tro, habla terminado por adquirr tuna enfermedad y ya era buscads por las autoridades de profiaxia, Cuando termind de hablar me vetea Ia espaléa. ‘Asi pasarnos nuestra primera r 1e de matrimonio, Emilio Quintan 2 Cuando estébamos en "Pozo Hondo’, un poco mas aca de Bebederes, pas6 Alogra, aquel muchacho decidory placentoro que hhabiamos conocido algunos afosalras en Nicaragua. Nos invito para canfiaba Bananos contaba con etapoyo del contransta, Deahi que elcocinerosetomara, insolerte, Una vez, después de estar comiendo frjles hesiondos en varios lempes, uno de os trabajadores rachaz4 el pate, protestendo: Estos irjles estan pods, Inmediatamente salt el eacinero, Jesus, mito! Querés jamén con huevos? No es para tanto: quiero comida aseada, Pues pa qué salist al monte. te hubieras metio en un richo font casa yestarias bin tranquil. Vo aqui pongo lo que me dan, Note dan trjles podriges. Jesus, papa. pero se pudren en ol caldor. cconoees el camina. Yo en cuanto venga el jee le vo a decir estas espantando aia g2rte, pa que ta come el rabo. ‘demas, ya quele Unanechi todos pusimos a gear estan os peones que repudiabamos al “cua ya acostados: 0. pasennes alee que no se le despena y 2s ol que 0 0 dia me asiaba alzando ala gente porque Emilio Quintana Bast aquel informe para que diez minutos después fuéramos fetiradas de! trabajo, Ya sobre el camino, mi compatiero de descharche me di, sin ocular su contrariedad: -Qué chancho es ese cénttatistal Con reales y no busca una mujer, sino que se conforma con ese cocinero que nunca se bata 22 Bananos 8 Eta el tipo representative de la junga: allo, ag, nudoso de came. La pel del entrecejo, apretada siempre, le caia como un pico sobre [a nariz husmeadora, Los ojos frios, sistematicos, ‘escudrifiadores, No tenia, como el personaje de Erehnburg, ganchudos os dedos; pero si tevaba los pies enormes -zapatos de tres suelas- como para las patadas concluyertes, La peonada fo abortecia. Veia en él al hombre del chicote, lanzado por el camino dela fuerza hacia esta montaiia iluminada por sol de fades las explotaciones, Siempre que apareciapor ls sos de trabajo, el gringo era saludado de esta manera por los peones: -¥a viene el"chingado" -Desgraciado. “Pent. +i fo de puta, Et pasaba por entre los trabajadores, estrado y fio, con un gesto de provocacién. Los capetaces ni respiraban, atentos al menor ‘ademan del jefe. El miraba a todos los hombres detenigamente. Y siempre despues de estas "visitas" habla descharches. Tres, cuatro, Cinco peones eran despedidos. Pero los muchachos eran insistentes, La veces que et yanky legaba retador, insolent, mas de un hurilde peénle clavaba os ojos como en un desafioamuerte. Alorodiahabia mas descharchatos... Y si sucesivamente Una vez sorprendié ala cuadlla dandole caza a una vibora que ‘acababa de enviar un hombre allcarre de cura ambulante almorderie fen una mano al lvantar una tabla del suelo. El mister no djo nada, Eile Quintana Pero al dia siguiente el capataz fue lamado a a ofkina, Capataz y ‘cuatrila quedaban despecidos, -Pero mister Hany... ora una vibora -Y qué hay? No estan en la montafia? ‘Acababa de morder a un peén, ‘Bueno, peones sobran. No era para parder el tiempo por so. "Y no huboraz6n favorable: la evacila quedaba despedida ‘Uno de aquellos poones forzudo y sdlida como un toro, odaba, ‘como todos, al mache, Se habla apoderado de él la pasion natural del hombre en la montafia: oar. Akmentar un rancor a golpetazos dela propia sangre y s6lo anhelando encontrar un cauce propiciopara arle carrera ire a esa pasién. En torna al rencor de aquel hombre los demas peones prendian lamas vengativas. Elan séo calaba y ‘sscuchaba, mientras la conversaci6n ba por turnos. La vibora era una "teriopel’ noche murié el hombre, Se la puso inmensa la mano, Dican quo era ricaragiense Yo asi creo, porque los nica estan un poco molestos con el Se hablaba airadador de una luz amarila y wemula que ‘expandia la mechaza de un candi, Nas tarda la conversacion se hizo lun susurto.¥ ya cuando fa nocne ue plena con su una, sobrevino a “tope”.£i pen aquel fide 2amo un toro nabla do.al encuentro del imister en el momento en que bajabe del mcto-ca. Tomandolo pore subter je habia espetado: 9 U2, los peones sobran, na? Sin perdor un solo insta doz vartginosa, e gringo pudo d2scargar dos pufstazos volantas sobre su asatant haciendo tamoaiaar a alata, Pero con la misma velocidad del rayo, fapeonada ovulta en el matorral cayé de pronto sobre el macho con Baranos 2! furor de un alud, a lefiazo y patada. En seguita le deron fuego a los ranchas. Ada ol pajar sumiso azctado por el viento de la jungla, La {gente catia, sacando sus enseres pobrisimos, y las mujeres medio, ‘desnudas se unian en aquelas horas @ la peonada on marcha, alos hombres que hulan, montafa adentro, hacia ores lugares de trabajo, Alteatro de aquel suceso pronto Logariaapotcia. Lomelor era i Alia siguiente se desfguraba la noticia. Algunos malhechores, aprovechando la noche, habian prendido fuego a ios ranchos de “El Gorrién’. Mister Harry, que se habia cpuasto alas intenciones de horda, habia sito herdo bratalmente. Para atender su curacién abandonaria la jfatura del trabajo en aquel sector Eran 6 meses despues de aquel suceso, lempo en que ‘abandoné eltabalo,y mister, Harty nohabia regresado aun, Cuando ‘mas tarde lo encont en una de as ciudades dal interior costaricense,, lucia como un gentleman a pesar de las enormes cicatces que le bajaban como pendientos bruscas de la cabeza al centro de La paonada habia descargado con eficiencia, a todo ia fuerza da su furor Enilio Quintana 9 Venia de la terra campesina nicaragdense. Allen of carmpo habia formado su hogar unte con uraineiz mujer que prontololiend de hijos, porque lavaba en el vieice esa maldicién del pobre qua es la tecundiad Ely su mujer en eltiempo que la pequetia parcola no protcia, se iban a trabajar a un ingenio corcana, propiedad de los mas, poderozos sefiores de aquel ugar. Lentamente esta fabrica deazuicar habia ido tendiendo sus tenticuls. De pequefita que empezb se habia ensanchado, engullendose las parclas cercanas, que adquiia, ‘muy bajo precio y tomando en prostarias a muchas fami de la regia, De pronto estas familas se encontraron con las manos vacias. ‘Quedaban viviendo en la misma tiara, pero como simples colonas, Porque ya no era de ellas:nabia rasa al ingenio, dal quo eran sletvos todos los hombres que antes se movianlibremente entre e pedazo de terra que les pertenecia. ‘A este ingami, junto con su myer, iba a trabajar José Lipez. | rmienires en su rancho quedaban ios pequetis cros a cuidado dela ‘mas g'andecta,nueve aos ala sazen. Yes cara dant de semejants spandono, la nia fue fac vieima de primar satito que puso los ojos en tela. Jose cpez loupe aquallamismatards.lregresardeltrabajp. Lid un poce da amargura y se consoé después. Pero aquello ya na era vida, compaera. La nia viclada y et io acareandose cada dia mas @ mi terrta, ing Ignorola venganza que tom José Léper del violador desu hija Jamas hacia alusion al autor dela infamia. Pero supongo que por Su caracter agreste y por su poco deseo de regresar a Nicar habia cometda,aigo cue bien guardaba entre sus vie recuerdos. algo y dolorosos Pues si, doje a mi mujer y me vine a correr terra por estos lads, donde se me decia que se genaba muy bion Un dia levanando unos vielos poines, Jose Lopez lanzo un Ggrta desgartado y ret la mano, como si un rayo se (a hubiese fulminado. Corimos a atendorio vimos con asombro, al separar la mano que tela colocada sobre la mufieca a huela de los coimillos, de la vibora. Eran simples punitos adomades por dos gotas de ‘sangre, Corrimos agitadamente, grtando, esticulando, en busca de ‘algo que oponer al veneno que galopaba por la sangre, vida adento, caanaleteando por los prolongados cauces de la mua. Y nada Se fue ponianda negro mientras se aprotaba con furor el brazo mattreche y clamaba a 10s santos de sus creencias, Nada. Se le Vinleron varios vémites. despues unos terribles temblores. Lo llevamos al hospital todos las compaferas de trabajo, pegados a su ‘cuerpe, con una algerabia de hormigas El curandaro oe la compafia, después de auscutarlo, mened negativamente fa cabeza "Le vamos a dar un puigante, dijo, Io trajeron muy tarde Y¥ eso ue todo. Ast ternind la vida do un hombre ‘Alora lo hemos vendo a enterar en este peque'io claro de la selve, donde el viento pasa ululante, Es un pobre hombre que, como ‘muchos ols, se quedara aqui de cara a la tera innéspita, ceed la tacultad del sano entre el eterno suefi da la nada, Duele esta Dusle mucho en verdad, porque Jose Lopez era mi ‘amigo. Me contotantas cosas, tantastistezas, que yome sentia mas triste siempre quai escuchaba, Venia del campo host, de la mugre de esa vide tan lena de iustraciones, tratando do escapar de la amenaza dei poderoso que ya se acraba sobre su pobre parcel, |queriondo borar de la mente el recuerao de su pequenia nif violaca, 2 Enitio Quintana para quedar aqui, en este sena oscuro, sabre cua tierra no caer la légrima femenina de su vieja mujer, que nunca podra saber dénde ‘quedé suputo Cuando de esta mujer me hablaba, a José Lopez se le eencendian ls cos. Surgia en eos una lama quemando los rescoldos dol recuerdo, De ahi todo era tristeza en él. Hasta en la risahabia una Fonda nostalgia, ue me hacia huir a veces de su presencia. ¥ ahora hha quedado aqu,ya sin su risa triste, ya sin lamas en ls ojos. Como el personaje gorkiano, yo no le he pedido nunca nada a la vida. Se la he exgid todo con el derecho que ctorga la rebeldia y la conciencia. de ura misién humana que lenar en el ranscurea dela existencia. Por eso ahora que sepultamos a este hombre las lagrimas, ‘que brotan demis ojos y que na pueda ocular, son lagrimas amargas, de protesta contra todas las injustcia, y mas que todas estas de que Lun hombre muera asi en esta oscuridad terbie dela selva, en este anonimato tenebroso, Quign sabe si ya sus hijos murieron; quié ‘amenazador ingenio se engull su parcel y si sum ueva sierva da a fabrica poderosa, Quien sabe. abe si el ya es una Lo dnico que sé es que esta came miserable que en la forma de un hombre sepultamos ahora, pasé por la vida al galope, ersegvido por todas los peros de la penuiia 10 Era ol encargado de destur los nidos de comejenes que aparecian ente los bananales, perudicando las plana. lejos se notaba aue se habia cociorado en ia Universidad cal amore inconforme con el malestar asmatico, sin tratamiento 42 ringuna clase, comia cualquier cosa, vviendo a la diabla con un salario miserable, Eta eiciente en eso de datle batalla alos comejenales. con un ‘aparata que cargaba sobre sus harbros medio quebrados; siendo fen verdad un hambre pequeno. esmicrado. a mayotia dl tempo indo para boca y de mal humor. 35 los que trabajabam: su cata, ataa tambien gue ot jto encargado detatinca la apataz,y por asola dejaba hacer foque el otrotucia coma ur andeaba la mujer al sup fo que queria, sn ntarvenirens pedler omnimodo. Emilio Quintana Los dos eompartian las carcias dela hembra que disfutaba de su posicén dango muestas de le que vai sufalia de moral y como tes que se explolan esos recursos, cuando en delerminados lugares hay carencia de mujeres, La mafana de aquel jueves amanecieron alborotados los habitantes del campamento, con la penosa noticia de que el comejenero” habia mueto. Lo habian enconrado ro abajo, flotando sobre la aguas, Trajeron el cadéver al pequefo hospital improvisado; se orden6 ‘que dos carpinieros hiciean una caja de madera en la que seria sepultado el miserable, de nacionalidad nicaragiense, y el ‘super-capataz pasé por donde nosotros estébamos reclutando cuatro hombres para cargar los despojos al lugar en que iba @ descansar el “doctor. Estabamos sentades en el hospital, esperando que se nos llamara para el quehacer que se nos habia serialado, cuando un ‘campafera rica de al lado mio empezé a hablarme de Nicaragua. Ala yo tenia una pequefa posicién, me do. Lj, cul era esa posicién?, le pregunt. -Era cabailero de la Suplica Perpetua, me contests, De la Stplica Perpetua? Cal. Me lade’ un poco, dndole la espalda, para que noiaralarepugnancia de mi desprecio. Estallé una saliva contra ol piso y me levant, vieima de un terible malestar, Cochino. . Caminé un poco sobre el corredor, cuando me tropecé con el super-capataz y con la especie de enfermera que lo acompafaba, La ‘mujer se venia condolendo del muert, -Pobrecito, dicen que fue sucido, cansada dela enfermedad que tanto lo hacta sufi. Elnombre fe Nevaba ta contra: Bananos -No, no, qué suicido ri qué nada. Borrachera de ests nica, aque sélo saben ser borrachos, rresponsables y mal portados. ‘Sent una furia como lade! toro cuando frente a sus «jos se le tiende una capa, Por eso cuando los ros levantaban la caja donde iba el “comejenero", me quedé a cieta distancia, El super-capataz tratd de agujonearme: -Métale et hombre, Lo que te voy a meter es una trompada en el hacico, por clensivo, le die. Eh, ch, hizo, mientras los dedos de una mano tamborleaban sobre el everso de ia tra, Sacando pecho lo més que puede, sali del hospital sin volver lacara Mas tarde leg6 un muchacho de ia ofcina @ dejarme un sobre con les colones que habla ganado durante los dias que hablan tronscurio de la semana, Casi sal detras del mandadero para ira buscar al que asi me escharchata, con el objelo de darie con el sobre en la cara, hosp n Joss. Estoy enamorado se una il que ells lene Por qué? YY con un sobresato Ma sale Teotaldo. ‘69 Enilio Quintana -Quién es Teobaldo? Un hombre que, desde ia primera noche que andwe con ‘Amighett en San José, seme aparecio en mi cuartodelhotela decirme lun SU seereto, el que no tengo valor de escuctare! un muert! Si, hombre -¥ cémo sabes que se lama Teobaldo? -El me lo dij la primera noche que hablamos Me pase incompre la frente da la mano a entender mi Pues s!: la pnmera noc me dio que me iba a presentar un amgo Ya en mi: cuarto de h en Ia madrugada, me desperté como bapo el efecto de un sobrenatural Frente 2 mi dotnvioriohabia un hombre: vestido negro, ade, sombrero negro; la cara como si el arado dal tiempo pasado, ho 2 aul, estaba bj el efecto de la rveza, erei aie €” metito por Amighett y me puse 2 inesperado, leno fevelacones, y cuando 2 cotter enioque bajo la bcta visto bueno de [a aceptar Banonos ‘encumbrado y presuntuoso es la unica razén de ser; Manolo Cuadia yo nos apuntamos un inerario espiéndo a pesar delatanta miseria {que vimos y vivimos. Puntarenas, Quepos, Puerto Coté, Golft, Rio Claro, Piedras Blancas. Todos estos lugares supieron de nuestra presencia, de ‘uestraincolmada inquietud andariega, Ali vvimos el dao ajenojunto, on nuestro propio dolor y ali, para mi personal satisfaccion, acabé porconocer a Manolo Cuadra, el poeta mas humana y sobre todo mas, lleno de contracicciones que haya pasado razando mi blusa de ‘esate y de peén, Emilio Quintana 18 Mientras sostayo la terra nicaraglense a bordo de un tren de pasajeros, voy haciendo comparacones. El oanvoy va detenigndose en cada estacién que encuentra en el camino. En cada una de ellas multitude mujeres misérrimas invade los carros. Todas van ‘enarbolando, can vaces chilonas 0 gangosas, sy mercancia -Eltiste? 8 fits? hanch compuesto? 2 corvieren en una letanla mani no, Nifos ynifas también legan, Bananas Los galos? Ei fresco? -Quiere gallo, sefior? Las chicas van descatzas. Y son blancas y boritas. Desde mi ventaila yo observaba el rubor de sus rostos al ofrecer su venta al ppasajero, Lo mismo noto desde esta otra ventanila del tren ficaragdense, Ali fue en Ortina, la chudad asentada ya en el tio de Ja Meseta. Aqui es en La Paz, ! pueblo industioso enclavado como tn omblgo entre las forecienies cucades del ocidentey del riente dol pats. No hay difecencias fundamertales entre ambos pueblos ni en ringura do las cludades de los dos_ paises, E| mismo temémetro ‘econémico marca la angusla dela generalidad de sus habitantes. La misma mendicidad infantil arrastrandose por doquer. Aa como aqui eleuemo abundanta dela misera se volod con toda prodiglidad sobre la vida cludadana, En las calles deambula una multud triste y desilsionada, Hay un coliciano desfle de congojas. Sobre las avenidas opulentas de avisosluminasos...ente ala me golpe de la moda, discure el harapo que en todas pares, Los trees que sosiayan 28¢ loco afin por vii, por subsist, mejor Emilio Quintana 19 Era pequefo, desmedrado, enclenque. Su nariz sutia un impedimento para la completa respracin. Y a su edad -siete afos, mmiserabes- yale habian operado un pulman. Se arrasiraba con su madre y con tres hermaritos més por aquelios camines de miseria y de humilacién. Cusntas veces su madre sulid fa vergienza de ser arojada de las casas de la Compania, porque la Comptia no acepta mujeres solas nia veces ‘acompafiadas. Objiga al obrero a un celvato forzoso, mientras las ‘mujeres son echadas como objetos nities por el mandato de ‘cualquier bribén antojadizo. Tales elcrama de aquel ecter, Drama oscuro, sinresonancias metalicas, donde el hombre kjuroso que posee un cuarto lo tene todo: desde el cnismo de a oferta, hasta e! derecho de arroar a dia ‘Siguiente a la mujer que inreduja el cia anterior con la promesa de tina mancebia legal, Eso es de uso coriente en aquella region. Los malvados ylos vende farsadsfutan de un agostocopioso, engafando fala mujer que ambula por un decreto wi dejefatura Antes que el uso dela razin asome a su vida, ya Franklin, et quero nifo de este recuerdo, sabe de las verguencas de los lanzamientos caseras. eso de ir siguiendo a la madre por los largo. senderos de la desolacion. Infancia que no es infancia Inocencia violada por la humilacion y la miseria, La sefiora anduvo por algin tiempo sola. Arojada de aqui techada de all, concluyé por hallarse un compafero. Cabarde y Cespatic el tal hombre, empez6 por dare maltrato a la sefora y pot sitimo a fos nifos. Odiaba a Frankin, por desmedraco. E pobre mito Bananos asmtico sufia el desafacto del padrastro con la mayor duleura, En llegando el hombre, se le aproximaba, encogito y humid Y sued lo que era de preverse: después de un violenta plete ‘con la madre, elvalente en infarias dio una palmada on la boca dol nifio, hacéndosela sangrar en abundancia, Lievadoa fa policia habla alegado su inooencia: no hubo intento; el goipe ara hijo de la ccasualidad, Y todo habia quedado arreglado, ‘A mi me ardian en la sangre los labios rotos de nfo: a mi Ccompafiero, Antonio Ramirez, también. Ast es que preparamos la, revancha, la venganza de aquela boca ensangreniada, Tilo nsutas porque 1 oda; si sale, te ‘mancuernas" con él Yo lego en seguida. Sino sal, enionces queda humilada, -Aceptado,contost6 ‘Yuandofueron as diez dolanoche salimos haciaelranchopajzo que ocupaa el cobarde. Ely yo nos aborreciames: asi cue slo era cuestién de azarla vor para que la querela estuvera anmaca, -Yo me quedo aqui, -me dijo Ramiter Vamos a dare una lecciéa para toda ta vid. tu vete a insutero -Si, pero nada de armas: trompada lpia y nada mas, hasta reventarle el hocic, resuetamente zvancé hasta el rancho Por entre as cafas mal untadas dela pared, medio introduje laboca y con el mayor vigor aullé mi ret: Salto, pendejo! Te voy a demostrarcémo se epoga a un nif. Hiubo un movimiento en el camarote. Una voz de mujer selz@, injuriosa, Y el hombre, aquel valenton que aboteteaba a los rio, sali det rancho, sin armas, Lo recbi a boletadas,y él, vrimenta, replico el alaque. Entre ia noche las trompacas scnaban como a voces de escandala, Las palabras dela mujer se nacian supicantes, -Venite, Luis, para qué le bacés caso a esos borrachos? tio Quintana De pronto, mi compafero Antonio Ramirez, lanz6 un grto de guerra -Aqui estoy yo! Y de un salto se puso entre nosotros, El hombre, sorprendido en su defensa por un nvevo ataca se acabardé mas de lo iacesario y, sin tener tiempo para era’ a su rancho, emprendié una veloz carrera por ene los zarzales que ban su vvienda, Tras @, nosots corrimos en un loco inento de darleaicance. imposible! El hombre coria como un caballo AN dia siguiente no tog6 al rab... nen todo el argo tempo La careera habia sido definitva, ‘Ahora lo recuerdo: era pequefo, desmedrado, enclenque. La nari suffa una impedimenta que lo hacia respira diicullosamente, y 2 su edad -siete alos infelices- ya lo habian operado de un pulmén, Pobre ni! 20 shumanizacion que se observa en e: 14 de la gente humilde siempre es cigna Bajo el harapo que cubrolascarnes des miserabes Ja bananera, hay corazones que palpitan con gener conmueve, contodo y que e suff teribes atra a tanta estrechez de la vida, frente a las renuncias y a las resignaciones arias de amada smorena, quehaceres agoladore: vislumbrando y acavielando un regteso ala terra, luz dela existencia, ladys; siempre Emilio Quintana Gladys orauna do ellas,yletocd vivruna delas tragedasmas 4 dolorsas, de esas que parten el ama y mas aun cuando esa alma corresponde a una mujer desu sensibidiad, uefa de un atisino de tan honda fctura, 4 Carina de Palmar a Puerto Cortés habia una pequefiafinca donde ae fasicaban tubes de cameo para ls trobops dela compa; el viglanta ora un viejo rca que via con ota vieja rca, ‘ambos tan pobres como una rata de ig ; enjan un nifio de muy escasos afios, cuatro supongo, desnutrido y cubierto con andrajos; y ese horrible dia, al estar jugando entre las tubos, fue mardido por una tereopelo, En medio dol laberino formato por los dos vielos, que no halaban qué hacer, paso la “cazadora’,y cuando los pasajeros se deron cuenta del suceso, le dijeron al chofer que se llevara al oquefa al hospital mas cercano: el alego que no podia, poraue estaba leno el pasale, y entonces una sefera dio. Por eso, no; leve alnifoy yo me quedo. Fue imposible, of desgraciado fue dejado en el mismo lugar y, ‘come era nafutal, sin combalse eicezmente el veneno, mus, contraposicén ala dura y rminalacitud del choter, Gladys demosiré todo e que tenia de humane en su pecho; la atigada mur casi enloquece cuando se entero ce aquela muerte, ya qua stig ia recuerdo su desesperacion ia a pponiendo en duda la exist habienge un tia de sus gros, ia dvina, porque no podla creer que jos se diera aquel espectacula, an gue un mocente haya sido victima da una vibora, Por mas que trataban de calmarla todo resuto init, ya aue nadie podia convencerta de que aquello fuera natural, cuando & entondar un nifio debe estar p lejanos y vacios ciclo, or Bananos Después me puse a pensar en sus razones, y yo, que siempre he sido un descreido, estuve de acuerdo con ela, con esa mujer hhumilde, cuyainconformidad me pasaba tocando de muy cerca, muy ‘dentro, muy hondo, porque no es facil aceptar la muerte de un nifo infeiz, sobre todo cuando se produce en aquelas cicunstancias ‘Sobre el hoyo abierto para guardar su pequefo cuerpo, yo no dije una oracin, sino que se me sats un reniego. Emilio Quintana 21 Que el trabajo habia entrado ya en una completa crisis to no me regresé, no fue porlagracia {que me despertara aquol duro rota, sino porque venia alucinado por, las perspectivas dol oro que con tata fctidad se recogia en a zona bananera, Fuera de todo esto, la dulce Carmen pez me habla dicho que me queria. Y ahora, ya de vuelta de la montafa, estoy aqui, aunque pasajeramente, junto ala dulce mujer. Todoha ido bien y todo hubiera ido bien, ano ser porque este cia alguien me lo "ha contado todo", ‘como se escrbe ens novelas cusis, Tod, La dulce Carmen Lope, en cuanto yo dia vuelta se met6 con ora hombre. Por eso fue que ala hora de almorzar, cuando ella me puso la ‘comida, se la rechacé con vislercia Ella me midio con una mirada, como advinando I que yo me andaba por dent. Aqui esta comida nfo, qué te coge? Junto con un salivazo brotaron las palabras “A minome coge... vos te cogieron Y nuevamante, maleta al ombro, sali para la morta 24 Se le Hamata ta nia Amacita, Tal el ato que le daban los Urabajadores. Estaba unida al conratsta Siva, por la querencia dl clculo, El coneubinato lo habianformado en San José, Ela seinstalo fn una casa de mancebia leglzada y él se dedic6 al negocio del chulo, Un dia se resolveron por trabajar. 0 mejor dicho, par hacer trabajar a los demas, Y hacia la bananera se vinieron a frmar un La nia Amadita se mantenia empolvada y pintada, Era una ‘mujer inteigentey limpla La paidez anémica del rosro desaparecia bajola pintura ben apicada, Ayudaba ala cacinera enlos quehaceres del dia y se hacia agradable a todo mundo, Las peones le drigian rmiradas lascivas y angustiosas, como un SO.S. deseperado. La Cocinera, una seria ya envada en aes y adiposa,sufia del eum, Eranlas Unicas dos mujeres en el campamento. Es deimagiarse que n comparaccn con la vieja cocinera, a via Amadita, sin ser bonita 1 hermosa, resultaba un plato apetitoso para la peonada, Algo se uimuraba acerca de ella, per jamas puse atencion Elcontrasta Siva, unhombre alloy me! 0)08 Huidz0s e inestables. la sorsa y la mirada bajas y el habla pausaca ylenta Tales cosas la daban el aspecto del taimato. Habia lantado su campament en lo mas crudo dela montafia, a orilas de unno, Usaba zapatos nudes, siempre remojados por el loco ya luva. Elsudor de sus axias trascendiaaprostibulo. Se descuidabade todo y_ mas de la libreta de trabajo: al hacer las liquidaciones siempre hacian falta das y dias en las cuentas de los tabajadores. Yo tenia ya dos meses de trabajar con Siva, Cada dia se hacia mas aga la caminala y mas oscuro nos desayunabamos para tomar el camino. Entre mas se doscuajaba la montafia y se alargaba la trocha, mas se alejabe el campamento dal punto abajo. Setrabajaba con trea, de sois de la mafana atres de la tard. AAcesa hora regresibamos alos ranchos a tomar el almuerzo, Siva salia con frecuencia con dos peones a traer provisionas. En ese menestertardaba dos dias. En dos meses de tranaja continu, yo no habia retrado un céntimo de mi sueldo, Aquella vez Siva se habla, machado alcomisarato mas cercano con dos de sus lugartenentes, Como siempre que el ote se ausentaba, Pérez se queds diigiendo eltrabajo, Esa noche me quede jugando casino con la nifia Amada, un compafiero de trabajo y la cocinara, Esta hacia pareja conmigo, Estabames de mala surt: todas las patidas las habiamos pardido. En una do tantas jugadas desafurtunadas y habiendo notado mi impaciencia, el peén que jugaba con nosotros, salt el viejo ret “Torcdo ane! juego, dchoso en amores. Ni en una ti 7 otra cosa, le contestt- el desgraciado es desgraciato on todo, Ustea qué sabe-me diola nia Amauita-a mi por lo menos, Y ante mis 36 interrogadores, agregé por lo balo Me gustan los desgraciados como usted, 1ibo mas palabras, pero s{ manosees por debajo de la masa mienlras os ojos dela cocnera y del peén que le hacia pareja ala nia Amadta, se entreceraban de suefo, Terminado el juego, me ‘marché con ela asu dornirio, Bao la luz motecna de a lampara, me mir6largamerte, En seguda me djo con dulzwa Mojor mariana Después me presonté algunas excusas. Rabiosamente, yo aproté el asedio Porlamadrugada cuando me drigia alcampamento, meretuvo un poco: Bust al trabajo, Diga que es 2 dia me quedé en les ranches di cconquista, La nifia Amadita se deahias sand el placer dela ‘en atenciones, Sabe? Ya me habian hablado de los nicaraglenses, por ‘entre lo mas espesa del morte, nos bafiamos en el a, alargado el cuelaflaco hacia la brisa que ‘Sabo? Hasta ahora sé lo que es amar. Silvano es un hembra para mi, Ese es un idiota toda a boca, lena de placenterasatistaccién Par la noche jugamos otra vez mre mis manos desganadas, fa amigo? Yo pensé encontrarlo muerto de semejantecalenturén jo, ecrandose a rer extaiament, Lanifia Amadita me .A mal camino se ha metido el nica. Pérez es mal hombre y Siva también, Sise descuida lo matonean, porque esos jams se ponen cara acara, Aquella_noche dormi nuevamente con la nif Amada taba por la madrugada, metomé dela manocon conta No vaya al trabajo; tengo que hablar Cuando todos ge hubleron ido, la nifia Amadita me llav6 a su be? Tiona que ise hoy mismo de aqui Por qué? le pregu .Quién se fed No, ‘ice que usted fe vieron ear do aqui en la madrugada y hoy mando un horare a topar a Siva para que se lo Y Usted corre peligta. Créame malo, De un puede jurtar on Vaya my Enilio Quintana La nila Amatita fue a mi camarote, irajo todas mis cosas y echandomelas en un sace: -Vayase por aqul, mi vida, por este camino, Sise va por aqui se usd encontrar con Siva. Yo me le juniaré cuando usted me PPor el camino indicado me marché, maleta al hombro En finca B me quedé trabajando. Era bastante lejos de los ranches de Siva, Habla dejado atrs, en mi marcha, otras fincas en las que no pude haar trabajo, En aque lugar descendian los avenes, lo mismo que en las otras fincas que se qued: ‘mi nuevo punto de trabajo le escrbi ala consecutivas. Jamés obtuve respuesta, fa Amadita tres cartas Una vez uno de mis nuevos compaferos de angustias fue conmigo al campo de aterrizaje. leg el avién y una mano se agité hacia nosotros, Los dos tendimos los ojs a la misma ventana, A’, dijo mi acompafante, lana Amada -Qué nifia Amadita? le pregunté, con ansiedad. -La mujer de Siva, un contratista.. Hasta de sombrero vigil El avi6n se elev6 airosamente, Mi compafero quad pensativo, seguida emoezé por decime Esa nie Amadita es una fia L2 nia Amadita-e intertumpl, la mujer de ese contratista de io de la montafa? “Si, gla conoces? Me parece quest Pues es una era lay elhombre se llevan muy bien, Cuando bajé con Silva, tenia cerca de cuatro meses de no pedi ni un yo 0lén, pues estaba haciendo economias para ime a Penamd, Una Noche que Sitva estaba ausente, lara Amada se me insinub y me ued @ dormir con ella. El dia siguiente lo pasamos juntos y por la a nami paso, Desde | Bananos noche vohimos a dormir rangullamente. Al amanecer me dijo que Pérez, el segundo jefe, lo sabia todo, y me ug a tomar el camino, con stipicas y ruegos, dicéndome que en cuanto Siva legara, ya informado por un hombre de Pérez, me mataria, ‘Mieé con cierta tsteza el itimo coletazo de avién que seperdia en el horizonte,y agrego con despechada leitud -Hasta una vieja que tiene de cocinera, mets la cuchara, Ante tanto ruego y tanto nervio yo, francamente, sli huyenco, Enla bolsa de Siva se quedé mivige a Panama. Después supe que todo era una treta bien urdida entre los dos ellos, en combinacion con Pérez y la cocinera. A muchas le han hecho lo mismo. En cuanto algin peén tiene ya algo de dinero que no ha retrado deta bolsa del contatsta, la nifa Amaia se le enirega y después lo hace salt coriendo. ‘Se quedé un momento en suspenso, Luegoceré elinforme con este comentario: Por eso tienen reales y nadie sabe que, como todos los que jposeen dinero, a han hecho a costa de bajezas. ,Qué tal? Mas de. ‘uatrocientos pesos por una mujer tan flaca y tan fea, Cuando mi compatiero dejo de hablar, yo tenia ls labios rotos de tanlos morgiscos que me les habia dado. | Enilio Quintana Bananas 25 Ahora me he quedado solo en al cuarto, Afuera tueve furiosamente. Los retampagos entran con viva luz por todas las rendjas, culebreando en a oscurdad ‘Sin pensarlo siquiera acuden al pensamiento las pequefieces lela vida, esas que viven todos los hombres, en quienes hace blanco Porque cobardes y muy cobaides son aquellos queintenvienen en a ia del hamire que los desprecia y que como las mujerzuelas Sin decora tratan de introducitse al aposento del desprociador ‘queriendo hasta ocupar el lugar que las mujeres ocupan en su lecho. Poresome siento tranquilo aqui jos de os ojos y dela longua 108 personajes del chisme y de la intiga, en quienes el Dandi saitos evoes ‘econocfen Con dey < puedo atencerto, porque fae Despuds no la voli a ver. De Nicaragua habia sido atrojada como tantas olras a la aventura de la bananeray, como en Corinto, seguia arastrando su misera, Los que no conacen del placer de la. dversidad de mujeres, dian esta cualdad en el hombre que la cistruta. Eos acomplejados or su carencia de mesculnidad toman una acttud revanchsta, que fo los hace enftentarse al objeto de su rencor, sino que buscan ‘mardere los talones, como pequelos perros impotentes. Yo me jacté y me sigo jactando de haber sido siempre un hombre. Anoche, por ejemplo, me bese los purios, por haberme dado la fortaleza de haber demibado a un indivduo, El hecho ocuré as: Mi cuflado Humberto Lavadi y yo nos encargébamos de transporiaral hombre unas torres de hierro que estabamos colocando para el riego de una nueva plantacion, Humberta tenia ain Ios pies fastimados a efectos de una caida, y rabajaba con mucho esfuerzo, tratando que el peso no le cayara de leno. ‘Al pasar por donde estaba un medio capata, digindose a LLavadi, al vero cojear, quiso hacer un chiste de mala facta, y le Y acto seguido ie evden a mi cutad> que pusiéramos la tore No habia salido e!chusco de su sorpresa, cuando ya le habia encampanado a primer a, yna habia teminada de recbirla primera, cvando alls habie caldola segunday luego otras mas, hasta ‘queda feducido a un punio sn importancia sobre la yrba. Enilio Quintana a eee ae ee acer eee ee ea re eee ais Rea pec elo oe eae eee enn eta ee oe ie ee a a ees Sees a ee eee tteareeeers Sores Bananas 26 Estabamos en Golfo, junto al mar opaco y sin ecos. Yo me habla descalzado ya las pantullas andarlegas mientras, Manolo Cuadra se empofiaba en cubrir una nueva etapa: Piedras Blancas, Ali, entre la montana coagulada, se abria un vasto horizonte ‘econémieo, Ean fabulosos los sueldos que se devengaban Y, tras de aquella perspectiva halagadora, Manolo, Jairo Elizondo y yo, partimos Piedras Blancas nos racbié dela manera mas host. Después de atravesar como una maldicion la desgracia de aquellos caminos, Sespues de abngarnos bajo destaraladce easerones de palma, entre ol "berinche” dela peonada, peones también nosotros: desputs de toparnos con seis pesos cincuonta céntimos darios de sueldo; después de encontrarnos con estas calamidades, twvimos que enfrentarnos ala no menor calamidad del mandador. Era éste un n caraguense rabioso y ranegado, nemigo de toda expresion cultural. De noche, en laramada pr él cunada, se reunian los peones a escuchar la una voz cantante concentrada on el verbo ‘encendida de aqua Tertulano montaraz Por aquel vetbo chabacano cruzaba Nicaragua: la Nicaragua infoliz viipendiada por todos los renegados que no pansaron volver ‘su seno yque-se gozan en desprastiiatia. Para elmandador, medio ‘simo y medio nombre, nada vala de o natvo. Ted la pata ausente ‘ra solo una martanada. En fn, en Ad J. Hernander, jt inmedato| de Piecres Blancas, se apasentaba un despecho, una fa jams, ddesahogada, que le hacian abritla boca en el alan do morde el teruo ‘queto vo nace, Emilio Quintana Al rancho del mandador, Manolo, Jar y yo, jams entaras, {Que se ahogara aque! viejo cabala entre el estiércl de sus palabras! Y asi fue como aborreci a Adén Herndndez, chuzo de los ricaraglenses, capataz mayor de Piedra Blancas. Bananos 274 Hablébamos bajo la sombra del rancho. Afuera llovia 2 torrents. Manolo Cuadrafumabe con la pipa entre las barbas que se ha dejado crecer. Recordamos Nicaragua, todas las amantes que fueron. De prono, Manolo, involuntariamente, seta un nombre: Tete ‘Chavez. la sombra se hace en nvesizas almas, Porque no podemos ‘aceptar esta realidad: que una muchacha bella y de veintidos aos. ‘pueda morir un dia a consecuencia de ese insigifcante baclo que Koch descubriea hace ars entre las visceras pulmonares. Jairo se ha dormio después de haberme clavado un aguyén en ‘’tespiit: al vermeias manos me ha presagiadoviudez. Y yoque me hhe welto superstionso.. (Mi pobre mujer! Marana misma rie boraré a navajazos esta raya infame de a 84 85 Emilio Quintana 28 Jato, enfermo, se march6 al hospital Al tomar el avin al pobre ‘muchacha le brineaba el corazén como un coneo. Un tremendo ataque dde neris, La atebrina, tomada a grandes doss, le produjo este rmalestar,Volverd cuando se cure Conla marcha de Jor he descanaco un poca Me apenaba ver suri rand ep lag aol Oooo ce be Tacos pines ql se emplan oa empalaata dels cannes, Porque {Ru us sonsspofesones qu sarasapeden odo ee ‘ne ote espera et hacayelldo yb mata cha sud, Nada ma Aqualla noche me acosté con ese pensamiento. Manolo vino a despertarme, medio borracho Lo hice cnfdente de mi resolcion. Si ese visjo weve a hablar mal de Nicaragua-ledj-le destapolos sesos, Asi es que te quedas o nos vames. YY asi fue come una mafiana de mayo, maletaalhombro, sal de Ali se quedaban bap el sol pate, las humides ‘casuohs de ojas, donde se agrupa la peonada después de sus faenas Alli también se quedaba Manolo Cuadra, como Ramiro tevanez, el infelz personae de"La Vorsgne’, voleando la montafa, entre elrecuerdo amable de Teté Chaver yelhumo aromoso de su ppa, que le incendia las barbas cemo las de un viejo dios discit, Bananos 29 Cuando e' trabajo escase en aquel lugar, emprendimes la ‘marcha hacia la montafia. Una marcha forzada, de varios dias. La Penuria del boisito nos habia oblgado a no lever provisiones, Junto 2 la corrente huidiza de os ciques nos deteniamos a tomar agua y @ dar uno que otro mordisco de “dulce”, Unica cosa masicable que llevabamos, Al siguiente dia de comenzado el vale, por la tarde, en plena ‘montafa, llegamos al campamento de Garmendia, Las mujeres que ‘con nosatrosibanpidieron agua y se introdyeron en las cocinas. Mas tarde nos lamaron a comer. Comiamos con un hambre de peas, ‘entre el barejar de bromas y bromas, cuando un mozalbete se me acercé y me djo -Dice aquel muchacho que vaya- ¥ me sefalé a un peén que estaba en el ampamerto, Yo fui con la mayor confianza. El muchacho empez6 pregunténdome: LUsted es ricaraglense? Si, de Managua Yo también soy ce ali, de Rivas. Me llamo Pancho Flores, Guardaros algunos instants de silencio -Qué tiempo tiene de estar en la montafa?, -interogué Tres afos.¥ usted para dénde va? -De punto en puna, tal vez legue hasta Chirqu 86 _* Emilio Quintana "Ya los trabajos estén muy malos... {Leva dinero? Tal ver no, je con cieto encogimient. Tome estos diez pesos; yo sé lo que es andar por estos ceamings sin un céntimo, Nos estrechamos, efusivamente, las manos. ‘Yalos murciéiagos se lanzaban al elo de lanoche, cuando se ‘encendieron las luces en los ranchos. En seguida las qutarras se alzaron en repiques languides, desangréndose en cadencas. Las mujeres me lamaron para decirme que en la madrugaca saldriamos. Todo el dia de activa caminala y posiblemente al anochecer estariamos en "KiémetroX" En aquellejano sto de explotacin y de miseria fue donde me encontre, después de largos meses de no verlo, con Higinio Lopez. Habja adelgazado notablemente y estaba demacrado. En viendome, sali a mi encuentro. Que diablo lo empujd por estos lugares, camarad.! Aqui hay muchas enfermedades Si. a! lo conseré, pero tengo necesidad de trabajar Enel rancho donde yotoy hay un cam {Qulere quedarse on mucho gusto Ya instalado en ef darmitorio, Lépez empezd por hacerme confdencias de toda clase bajo malo, camaraa; han cetrado mucha gente. Yo he tado metiando aigunas eas a los peones; pero coms son muchos los que iden bao, fos jefes corren a los que reclaman {ganar mas, A mi no me han s2cao porque no saben que yo emoujo a ios otos Esta bien, compatiero - mr Bananos Von? Por sone quiero ie de gu porque como es mis duro sabe, tenemos que busca coro uondsmcs Peta nose ‘qué hace falta Puede que faite un hombre que grit, Hace fata ust, Camara, peo no ag dena? -En aura pre, sé este. en aun pr onde wis pueda deninclarababarida qu se cote con is dospossoe Pero lo que se escrive no deja nada. Y yo necesito vivir, Entiondo que oltrabajador tiene nacesidad detibunas: que on eid, enla prensa, haya gitos de protesta conta todo fo que no es justo. so es, camara Vola aa pai curt odo esto, Ute ‘sabe escribir... no es un hombre pa la montafia, ve _ Ya entra darmido y despiera, entre la subcor ‘suefo abrumador, ain logré escuchar la vor de Lopez ncia de Usté cr, s alg Ga vinieran a estos lugares a abalar esos estore ue fabln dee ees ds buoos preotts, yo mo hala capata, pa cagarme en als... Pero st, camara, noo pa elhacha y ol macneie _—* Dos semanas dasp: a la hora del almuerzo, Higinio Lopez 12 ha puesto tira a capataz, camaraa. Dice que por usté sa nas, iY yotoy Con ganas de vole pallor; en cuanto me hable tonterlas le a decir vayene a Nearagu: ein tarda ‘se canta do ayer mando En at rancho donde dominos, él cama tian ya escine sang Muchos sehan doce zqu con los pumones mae, Pero, 89 Emilio Quintana -Yotengo economias, yoros més van aayudarie..leajustemos Un nei... {pa qué son los camaraés? Al dia siguiente el capataz me ret de la cuadila, Dos dias despues, bajo un fuerte fio palddico, acepté la propuesta de Higinio pez. Elme abrazé, emocionado, -Vayase yno me esciba, amarad, que ya no voy ata por aqui ‘Me ié montaia adentro. Vayasey escriba la que ha visto, toda lo que hha Vivido, Cuéntelo ust, Selo promeli, déndole seguidades de cumplimiento, ‘Como usié, yo también me voy largo El caro ata humanid ‘me ha envenenao: no tendré tranquil hasta que se acabe con la injustca, ‘Ya fuera dea finca, sobre el camino que me esperaba para la ccaminata del relomno, nos abcazamos fuertemente. Yotemblando de fo, él temblando de emocién. “Adiés, camaraa, -Adiés. Asi fue como nacié este fio. pe Bananas 39 Yo wengo de la jungla. ¥ debo tener el valor de la denuncia y de la acusacion. Pani tras el vellocino iusorio y vuelve mas acongojado que nunca. He vivido la misoria mas degradante en todos sus aspectos, Palpé como se compran la virudes y cémo s° degrada alos vituosos, Vuelvo asqueado dels elaturas corruptas, dela Infamia de los capataces, = Yo denuncio esa porqueria, Denunciolainicua explotacion de que son vietimas millares de ‘obreros desventurados de parte de una Compatia que todo se lleva dol suelo centroamericano, sin dejar mas qua misera y desolacion a ‘su paso, Todo lo demas es una red de mentiras convencionales. ‘Aquel mas, este menos, todos alargaron la mano a los pagarés ‘obsesionantes que hacen cerrar los ojos frente ala realidad. ‘Que se don cuenta los nifos yankis, las chicas parsionses, os acomodados sefcres de Europa que, para saborear ese diario banano de la cancién, aqui se ha vvido el mismo drama que el poeta braslero le cuonta al joven feliz que toma café en una mesa de Paris, Quese dencuenta quepara cosechar ese banano, muchisimos hombres infalices se quedaron en la montafa, de cara al sol de una esperanza que no reverdecié jamas. Que multtud de mujeres famélicas fueron lageladas, mas que por lainclemencia de la selva, poor la inclemencia de fos hombres que la Compatia ha elevado las Jefaturas brutles ‘Yo vengo de ia jungia, He vivido a zozobra para venir a contar sa zozobra, Un laigo recorido que solo al impulso. de mis piernas se lodebo, Vuelvo hasta sin deudas, porque nila deuda dela grattud 90 ‘91 Emilio Quintana puede conn donde aftr cal eo les ee rf gexeserta dl rombe ex oda 2h Sona ie rn acrnda ol excape dev de selva. Y que el recuerdo de Higinio Lopez y de os ars que conmigg fueron, me perdonen el reniegoy la evacacion Bananos GUIA DE ESTUDIO {Cuales son los rasgos sobresalentes de la personalidad de Emilio Quintana? {LA qué tendencia iteraria pertenece nuestro autor? En qué afo fue publicada por primera ver la navela Bananos? {Qué posicon ocupa esta obra ena tratura nacional? {uals eltema de Bananos? {Que infuencia Iteraras o dela realidad nacional detect6 en la obra? {Cima esta expresada la accion del relato? {UCéma esta estructurada a acc del lato? {Cuil es el punto de vista del narrador? {Cuil es la actitud asumida pore autor fe faracos? ies Entraiga del texto al menos un par de ejemplos de cada uno de Jos puincpales recursos estiistizs del autor. No repitalos que ya -apatecen en el estudio prefiminar, vaciones que impulsan 'sbansnaro? tea los hechos jante qué tecicas caracterza el autora sus personajes? ¢Cusles son ias protagonista a 120 del autor hacia el dominio {0U6 aspect ‘ealiiad social cenroamericana y jan con mas nsistanca en la obfa? ‘Aalce las anécdolas narradas en el captuo 23 y eslablezcala telacion ent cela traicon de Carmen Léper y la doma dela mua, Redacie una valoracion personal de fa obra

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