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RMNE
SANE
SRAS
SPECT
SNC
TEP
TMAP
TEC
TDAH
USAID
POLITICAS DE LA VIDA
Resonancia magnética nuclear funciona
Schizophrenia a National Emergency es una aso-
Giacion inglesa sin fines de Iucro cuyos volunta-
rips trabajan en el érea de salud mental,
Sindrome Respiratorio Agudo Severo,
‘Tomografia computarizada por emisién de fotbn
‘inico (se mantiene la sigla en inglés para la Sin-
gle Photon Emission Computed Tomography),
Sistema Nervioso Central,
‘Tomografia por emision de positrones,
Sigla que en inglés designa el Proyecto Algoritmo
de Medicacién de Texas, USA (Texas Medication
Algorithm Project).
‘Terapia electro convulsiva.
‘Trastorno por déficit de atencién con hiperactivi:
dad,
Siglas en inglés de la Agencia de los Estados Uni
dos para el Desarrollo Internacional (United 8
tes Agency for International Development),
Introduccién
(CUANDO EL SIGLO XX LLEGARA a su fin, numerosas voces anun-
ciaron que ingresabamos al «siglo de la bioteenologfa, una
era de nuevas posibilidades médicas maravillosas, pero tam-
ign inquietantes.' Hubo quienes creyeron que la secuencia-
1, Sibien al supuesto referente de ese «nosotros» era la
poblacion de los naciones linerales del Primer Mundo, en
‘ocasiones paracia abarcar@ le humaniad en su conjunto: pues
bien, no era ast. Una proporcién infima de los recursos
blomédices s9 destina a resciver problemas de la mayoria de la
ppoblacion mundial En 2004, Médecins Sans Frontiares
Informs
Hace diez afes, el mundo gastaba 30 mi millonas de délares
‘en investigacién sanitaria, de los cusles manos del 10% se
destinaba @ problemas de salud del 30% dela poblacién
mundial. una disparidad conocide como la xbrecha 10/90»
Hoy, el gasto mundial en Investigacion sanitaria es de mas
dl triple de aquella uma, 106 mil millones de dolares; sin
‘embargo, la cantidad asignada a la + de férmacos
destinados a tratar el 90% Ge a carga munclal de
fenfermedad se ha elevado en la mora suma da entre 0.3 a
{05 mil millones de dleres (3.5 mil millones) principaimente
‘gracias al aporte de fundaciones privadas, gobiernar
‘organizaciones benéficas. Como resultado, la brecha 10/90
no solo persia, sino que en términos porcentuales exhibe
Un crecim ente alarmante en la década pasada
(httpv/warmst org/eantent/page.ctm?articleid=3534F412-
(F82-4ESE-B4aS9FEDESCESBAF, visitado el 15 de enero de
2005),2 POLITICAS DE LA VIO
sion del genoma humang inauguraria la erat de lt manipula
cién genética, con consecuencias fantasticas, quizas aterrado-
ras, Relacionande la genémica con desarrolios en tecnologia
reproductiva, como el diagndstico genético preimplantacional
ya clonacion, imaginaron wn mundo de individuos producto
de Ia ingenieria genética, con cualidades y eapacidades fabri-
cadas pedido. Otros, en cambio, pensaron que una nueva ge-
neracién de psicofiirmacos nos brindaria en poco tiempo la
posibilidad de diseitar nuestros estados de énimo, emociones,
deseos ¢ inteligencias a voluntad. ¥ no faltaron quienes sofia
ron con la eonquista de la mortalidad y eon un mundo en el
que los seres humanos extenderian la duracién de su vida
forma indefinida, Muchas de las téenicas biomédicas que se
mencionaban ya eran eonocidas: diagndstico de enfermeda
des genéticas, teenologias reproduetivas, trasplantes de
nos, modifica nueva ge
tlt de droge poigudtricas, capo aemiglousnal aol Prozac
Se decia que otras técnicas se hallaban «a la vuelta de la es
‘quina»: ingenieria genéti pplante, medicina perso-
nalizada desarrollada a la medida del genotipo de cada per-
sona, cuya codificacién se Ilevaria en un chip diminuto, y la
fabricacién o regeneracién de 6rganos in vitro 0 mediante el
uso de eélulas madre que podrian diferenciarse para conver-
tirse en cualquier clase de tejido.
Seiejantes perspectivas generaron esperanzas y temores,
expectativas ¢ inquietudes, celebracién-y condena. Hay quienes
cifran grandes esperanzas en la posibilidad de euras novedosas
yy efectivas para toda clase de enfermedades y dolencias; otros, en
cambio, formulan advertencias respecto de los peligros de tratar
BeOS eridadesqunics nuevas que legarn al erea
tur 97S y 1009 slo We esaban destino al Vatomonte de
Sette Tepes» Urol. cre TESTO
probable queue toduyer on lmercodo un Gage pre Wala
2002). em : ‘
wrpopuccion 23
Ja vida humana como si fuera infinitamente maleable, en parti-
nalar cuando se trata de la creacion y uso de embriones huma-
rnos en el tratamiento de la fertiidad ola investigacién. Muchos
politicos, universidades, empresas ¢ inversores privados alber-
gan la esperanza de que esos avances biomeédicos generen pro~
piedad intelectual de gran valor e impulsen una bioeconomia
‘nueva yllucrativa; sin embargo, otros consideran que se esti sub-
virtiendo la ciencia basica en aras del ero, y que se estin de-
jando de lado cuestiones menos glamorosas que afectan la salud
yyla enfermedad de la mayoria, en busca de terapias para unos
‘pocos, que prometen impulsar carreras profesionales y generar
beneficios econdmicos. Las empresas farmacéuticas son objeto
especial de crtieas, acusadas de vender muchas drogas nuevas
1 precios inflados, con falsas promesas, sin tener en cuenta po-
sibles efectos secundarios de riesgo para la salud, asi como de
‘medicalizar estados no patoldgicos, como la calvicie o la falta de
libido, para crear nuevos mercados en la busqueda implacable
devalor para los accionistas. En muchos paises, desarrollos bio~
‘médicos vineulados con la genética dieron lugar a fuertes con-
troversias y evocaron el fantasma de la discriminacion genética
y la eugenesia, en particular cuando se contempla la seleecion
genética como modo de evitar afecciones hereditarias, pero tam-
bién en relacién con investigaciones que podrian identificar las
bases genéticas de enfermedades ¢, incluso, con la farmacoge-
némica, que procura determinar las variaciones genéticas que
dan lugara diferencias individuales en materia de respuesta far-
macéutica
Estos debates han sido protagonizados por politicos, por in~
dividuos encargados de formular reglamentaciones, te6logos,
filésofas y muchos més. Diversos gobiernos han aprobado leyes
destinadas a imponer limites a algunos de los desarrollos men:
ionados, en especial los vinculados con la seleccién genética
fen la reproduccién humana. Muchos otros paises erearon ¢o-
mités y comisiones encargados de dar respuesta a la visible-
mente ineludible demanda que tales posibilidades parecen
haber originado: «trazar una linea» entre lo permitido, lo re
slamentado y lo prohibido. Ciertos grupos de presion hacen(
24 POLITICAS DE LA VIDA,
campana para eliminar las restricciones que impedirian con-
Gucir investigaciones que podrian llevar esperanza a sus seres
4ueridos. Otros, en cambio, impulsan campaiias con el fin de
ue se aumenten las restricciones, en particular para proteger
Ja asantidad de la vida» del 6vulo, desde la fertilizacién e in-
cluso antes. Fay quienes esperan encontrar respuesta final alos
debates apelando a la moral religiosa trascendente o a una on-
tologia humana, igualmente trascendental. Para otros mAs, los
problemas son de indole social, consecuente y situacional: équé
clases de sociedades queremos?; équé clases de consecuencias
podrian acarrear estos desarrollos?; équién deberia tener el
poder de decisién en cada situacion problemética que involucre
luna eleccién respecto de la seleccién de un embrin, la realiza~
cién de un experimento, la aprobacién de una droga, la termi-
nacién de una vida? Con el fin de arbitrar en relacién con estas
‘uestiones, ha surgido-un cuerpo de profesionales de la bioética
yse encuentra en pleno desarrollo el campo dela «neuroética»,
Algunas voces sugieren que estamos ingresando en un futuro
osthumano, perspectiva que ciertos «transhumanistas» salu-
an con ankelo patético, y otros individuos reciben con cons-
ternacién y angustia, Muchos inteleetuales se han visto atrai-
dos por este debate: Francis Fukuyama, Leon Kass y Jiirgen
Habermas son solo los més conocido entre quienes buscaron
establecer limites normativos argumentando que, sin importar
qué podamos pensar al respecto cuando se trata de onganismos
vivos no humanos, tales intervenciones sobre los seres humanos
constituyen violaciones de nuestra naturaleza humana; para
ellos, la dignidad ylaidentidad humana, e incluso el destino de
Je propia humanidad, dependen dela inviolabilidad de la nata-
raleza humana. Alterar nuestra «naturaleza» supone un riesgo
‘nmenso, un riesgo, en éltima instancia, para el alma humana
(Fukuyama, 2002; Habermas, 2003; Kass, 2002; President's,
Council on Bioethics [U.S.] [Consejo Presidencial de Bioética
eos Estados Unidos] y Kass, 2003)
Este libro no es un conjunto de especulaciones acerca del fu-
turo ni tampoco una meditacién bioética sobre el presente: de
hecho, tales especulaciones y meditaciones constituyen una parte
rt 25
‘de aquello que procuro analizar aqui. Las visioues del futuro, Tos
temores y esperanzas, las evaluaciones y juicios que esas espe-
ciulaciones y meditaciones entrafian son elementos de una forma
dle vida emergente.* La politica de esta forma de vida, esta «po-
Itica vital», constituye el foco del presente volumen, Sin duda, la
politica leva largo tiempo oeupindose dela vida de quienes son
obernados. A riesgo de czer en una simplificacin excesiva, po-
dria decitse que la politica vital de los siglos xvut y x0x fue una
politica delasalud eases denstalidady mortlidad de ener
medades y epidemias, de la vigilaneia y el control del agua, las,
un locals lnalments os cemetery dela vied de
los habitantes que se aglomeraban en pueblos y eiudades. Du-
rante la primera mitad del siglo xx, ese interés por la salud dela
poblacién y su calidad se mezel6 con una concepeion particular
de la herencia de determinada constitucion biolégiea y las con-
secuencins de la reproduccién diferencial de subpoblaciones di-
versas; como resultado, los politicos de numerosos paises pare-
cieron sentirse obligados a tratar de gestionar Ia ealidad de su
poblacién, a menudo de manera coereitiva y en ocasiones erimi-
hal, en nombre det futuro de la raza. Pero la politica vital de nues-
tro siglo es muy diferente: no se encuentra delimitada por los
polos dela salud y la enfermedad, ni se centra en eliminar pato-
logias para proteger el destino dela nacién. Antes bien, se ocupa
nuestra capacidad, cada dia mayor, de controlar, administrar,
‘modificar, redefiniry modular las propias capacidades vitales de
los seres humanos en cuanto criaturas vivas. Es, como sugiero,
tuna politica de «la vida en sfv.?