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Cuando el mar entre una lgrima y una colilla de cigarro a

medio acabar llegarn las lluvias a besar la ltima chaqueta


de tus bocas, y llegarn los besos a borrar las vaginas que el
desierto abandon en las ventanas, hasta donde eso sea
posible, las conversaciones de palabras sin letras corren por
los pasillos de la ciudad encontrndose con otro final de
telenovela nopalera entre los rincones de un mercado que
busca la entrepierna de un relmpago por los picos de los
pjaros, cuando hasta el puente tenga ms de dos finales y
ningn principio y por las noches blancas se me resbale una
gota de viento por la mejilla y los dedos pianistas traqueteen
por el teclado buscando la mirada de una letra que no sea la
de ningn alfabeto rabe y por los callejones sin salida de la
mano habr un poema de columnas vertebrales que busque
los mocos de una servilleta en las lgrimas que la lluvia
equilibra sobre la punta del lpiz y los coos se expriman para
evitar la llegada del semen a las bocas de las monjas y los
mojitos busquen otra carcajada entre los meandros meados
de tu boca y los finales no sean felices ni tristes porque no
tienen cara y alguien me llama de msterdam dicindome
que me meta un dedo en el odo y otro dedo en el culo y otro
en el coo de tu puta madre, joder, humo de caf que sean los
brazos de una boca que desaparece y que por los pianos ya
no descubran otro eclipse iluminando el aliento de las manos
y ya sin encontrar nada en los espejos que no haya estado
antes en las ruinas de la luz y las espaldas cansadas se
entierren en la espalda donde termina el desierto porque que
tal si maana salimos y ya nunca entonces qu negro rojo
oscuro cada entre anaqueles de polvo y polvo de luz y polvo
de voces como quien canta en las aceras cuando no llueve y
como quien deja ir algo que ya no quiere porque le estorba
para contemplar mejor el cartlago de las ideas muertas.

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