en aquel espejo que es la luna el mundo que suena en los labios igual que la lluvia aquellos tuyos pasos de otra vida lmparas donde el fuego no levanta sus rboles Ya toda vida puede pisar su nada y su noche En mis ojos, sin querer, relumbran cuatro faroles Y la luna segua los pasos de los ciegos Y los ciegos siguen los pasos de la luna los sienten en el pulso