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34 CARL G. HEMPEL mente confirmada por observaciones astronémicas relativas a las trayectorias de los rayos de luz en el campo gravitatorio del Sol. La teoria geométrica que se usa para describir la estructura del universofisieo 5 de un tipo que puede caracterizarse como una generalizacién de a geometia cliptica. La construy6 originalmente Riemann como una teorla puramente mate- :matica, sin tener a mano ninguna posibilidad conereta de aplicacion préctica. Cuan- do Einstein, al desartoliar su teotia general dela relatividad, bused una teoria ma- temética adecuada para tratar la estructura del espacio fisico, encontré en el siste- ma abstracto de Riemann el instrumento conceptual que nccesitaba. Este hecho arroja una interesante Tuz lateral sobre la importancia que tiene para el progreso cientfico este tipo de investigacién que el “hombre préctico” de la calle tiende a despreciar como intl: la especulacién matematica abstracta Una teorla geométrica en interpretaciOn fisica no puede nunca, desde luego, arse por valida ‘con certeza matemética, por amplias y numerosas que sean las pruebas experimentales a que se someta; como cualquier otra teorfa de la ciencia empirica, puede sélo conseguir un grado mayor o menor de confirmacién. En rea- ad, las consideraciones presentadas en este articulo muestran que la peticién de certeza matemética en cuestiones empircas es cosa desorientada y nada razonable; puss, como hemos visto, la certeza matemética del conocimiento no puede conse- {uirse sino al precio de fa analiicidad, o sea, de 1a completa falta de contenido fictico. Resumitemos este punto de vista con palabras de Eins. “En la medida en que se referen a la realidad, las leyes de la matemética no son ciertas; y en la medida en que son ciertas no se refieren a la realidad.” 7 Los errores de definici6n se multiplican a si mismos a medida que propresa el ccéleulo, y levan a los hombres a absurdos que al final pueden reconocer, pero no evitar sin volver @ empezar el edleulo desde el principio. Tuomas Hones ‘Los matemdticos son como los amantes... Conceded a un matemético el minimo principlo, que él sacaré de alli una consecuencia que tendréis que concederle tam~ m9 de esa conseeuenta otra Semy FONTENELLE 3. El método axiomatico por RAYMOND L. WILDER 1, La evolucién del método Si el lector tiene @ mano un ejemplar de alguna geometria plana elemental el tipo frecuentemente usado en las universidades, tal vez encuentre en él dos srupos de supuestos fundamentales,titulados, el uno, “Axiomas”, y el otro “Pos- tulados”. La intencién de esa clasificacién se explica a veces en los manuales mediante observaciones como las siguientes: “Un axioma es una verdad autoevi- dente.” "Un postulado es un hecho geomeétrico tan simple y obvio que puede supo- nerve su validez.” Los “axiomas” pueden contener afirmaciones como “El todo es mayor que cualquiera de sus partes”, “El todo es la suma de sus partes", “Dos cosas iguales a una tercera son iguales entre s{", “Cantidades iguales afiadidas a Cantidades iguales den cantidades iguales”. Debe observarse que en esas afirmacio- nes no aparecen términos geométricos como “punto” o “lines”; en cierto sentido, Se supone, en efecto, que los axiomas trascienden la geometria, que son “verdades Uuniversales”. En cambio, los postulados contendran probablemente afirmaciones cone “Por dos puntos distintos puede trazarse una linea recta y sélo una”, “Una Tinea puede prolongarse indefnidamente”, “Si L es una linea recta y P es un punto exterior a ella, entonces puede trazarse por P una recta y s6lo una, paralela a 1” (Corrientemente estas afirmaciones van precedidas por algunas “definiciones” de érminos) 36 RAYMOND L, WILDER Esta clasificacién en “axiomas” y “postulados” tiene sus raices en la Anti iledad. Asi encontramos en Aristoteles (384-321 a. C.) el siguiente punto de vista:! Toda ciencia demostrativa tiene que partir de principios indemostrables; de otro modo, los pasos de Ia demostracién serian infinitas, De estos principios inde- ‘mostrables algunos son (a) comunes a todas las ciencias, otros son (b) particulares © peculiares a una ciencia particular; (a) los principios comunes son los axiomas, generalmente ejemplficados por el axioma de que 1 se sustraen cantidades igua- les de cantidades iguales, os restos son iguales. En (b) tenemos, primero, el gé- nero © materia tratada, cuya existencia hay que suponer. 11. En los Elementos de Eucides (eseritos hacia el 300 a. C.) se presentan Jos dos grupos, con los nombres respectivos de *Nociones comupes” y "Postula- dos". Partiendo de ellos y de una coleceiéa de definiciones, Euclides dedujo en una cadena légica 465 proposiciones. Aunque 0 se conoce claramente cudl era la base histérea de la obra de Euclides, parece que no ha sido él el eteador de ese método que consiste en deducir Idgicamente de ciertas proposiciones sin demos- trar, dadas al principio, todas las demés. Como acabamos de ver, Aristételes, y probablemente también otros autores del periodo, tenfan una nocién muy corretia 4e la naturaleza de una ciencia demostrativa; y Ta deduccién l6gica de las propo- siciones mateméticas era cortiente en la Academia platénica y acaso también entre los pitagbrcos. Ello no obstante, la inluencia de la obra de Eucides ba sido enor me; probablemente no hay ningun otro documento que baya tenido mayor influen- cia en el pensamiento cientiico. Por ejemplo: las modemas geometrias preuniver- Sitarias son cotrientemente replicas de Ta famosa obra de Eucldes (la cual se usa como libro de texto en Inglaera), To que explica que atin sea cortiente aquella clasiiacién en “axiomas” y “postulados”. El uso tradicional de esos términos en Ja matemética explica también la frecuencia, en escrites no mateméticos, de frases como “es axiomatico que..." 0 “es un postulado fundamental de...”, en el sentido de algo que ¢s “vaiversal” y esté sustraido a toda contraversia, E] método presentado en la obra de Euclides fue utilizado por Arquimedes (287-212 a,C) en sus dos libros, que suministraron el fundamento de la ciencia de la mecdnica te6rica; en el ibro I de este tratado, Arquimedes demostraba 15 pro- posiciones partiendo de 7 postulados. Los famosos Principia de Newton, publics- dos por vez primera en 1686, estén organizados como un sistema deductivo en el que las leyes més conocidas del movimiento aparecen como proposiciones inde- mostradas, o postulados, dados al principio. El tratamiento de la mecénica anali- tica publicado por Lagrange en 1788 ha sido considerado como una obra macstta de perfeccin Iégica, que parte de proposiciones primitivas formuladas expliite- riente para conseguir las demés proposiciones del sistema. 1.2, Existe una entensa literatura dedicada a discutir la naturaleze de 10s axiomas y postulados y su trasfondo filoséfico. La mayor parte de esa literatura 1. Se dao texto extractado por T. L. Heathen The Thiteon Books of Euclit Elements, Cam- bridge nate), 1908, p. 119. Elector qvedevemico a ete bro por To que hace Tas citas Ge MEérop0 AxtoMATICO 37 ctf influida por el hecho de que hasta tiempos relativamente recientes los axiomas y postulados no se han utilizado de un modo general més que en la geometria. ‘Aunque el método difundido por Euclides se considera hoy como una parte fun- damental de! métodocintfio en evalquier campo del esfuerz humana, nse moderna comprensién de los axiomas y los postulados, igual que nuestra concep- én de los métodos deductivos en general, nace en gran parte de estudios en el campo de la geometria. Y puesto que la geometria se concebfa como un intento de describir el espacio fisico efectivo en que vivimos, surgié la conviccién de que Jos axiomas y los postulados poseian cierto cardcter de necesidad Idgica. Asi, por «ejemplo, el quinto postulado de Euclides (el “postulado de la paralela”) decia: “gupongemos Ie siguiente: si una recta que cotta a otras dos rectas forma tos dngulos internos de un mismo lado menores que dos rectos, las dos rectas, sie prolongan indefinidamente, © cortan por el lado en el que estén los éngulos ‘menores que dos rectos.” ? Proclo (410-485) ha descrito con vivacida en su obra la controversia que tuvo lugar con motivo de este postulado ya en su tiempo; el mismo Proclo propo- ne eliminar “de nuestro cuerpo de doctrina esta afirmacién meramente plausible y sin razonar”.? Con la renovacién del interés por la cultura griega durante el Renacimiento resucit6 Ia controversia sobre el quinto postulado. Se inten6 demos- trar el “postulado de la paralcla”, muchas veces incluso partiendo sélo de princi- pios légicos, sin utilizar principio: geométricos. Es claro que si una afirmacién,¢s tina “necesidad 16gica”, la suposicién de que no es vilida debe llevar a una con- tradiceidn: en esto se bas6 una grandisima parte del trabajo dedicado a los postu- lados de 1a geometria. La inutilidad de todos esos intentos qued6 clara coa la in- vencién de las geometrfas no eucideas. 1.3, El desarrollo de las geometrias no euclideas fue una prueba del prozre~ sivo reconocimiento de la naturaleza independiente del quinto postulado; éste 20 puede, en efecto, demostrarse como consecuencia Iigica de los demés axiomas y postulados del sistema euclideo, Mediante una adecuada susttucién del quinto pos- tulado, puede obtenerse la geometria, distinta y légicamente consistente, de Bolysi, Lobatchevski y Gauss, en la cual deja de valer el quinto postulado de Euclides, En esa geometria aparece, por ejemplo, la proposicién de qué 1a suma de los dngulos internos de un triingulo es menor que dos rectos. Riemann desarrollé en 1854 otra srometria no euclidea, también compuesta por un conjunto no costradictorio de Proposiciones, en la eval todas las lineas son de longitud finita y la suma de los én- Bulos inteenos de un tridngulo es mayor que dos rectos. : La invencibn de las geometrias no euclideas no fue sino parte de los rpidos esarrollos del siglo xix, que iban a levar a aceptar geometrias formales aparte de las que pueden considerarse como ciencias definidas del espacio o la extensién La Ausdehnungslehre de Grassmann, publicada en 1844 y que fue una critica pie~ 2. TL, Heath, The Thirteen Books of Eucl's Elements, pp. 154185, 203 38 RAYMOND I. WILDER -a miliar en esa época de cambio en las ideas, era descrita por su autor con les siguientes términos: ‘Mi Ausdehnungslehre es 1a fundamentaci6n abstracta de la doctrina del es: pacio, sea, esté exenta de toda intuicién espacial, y es una disciplina puramente matematica, cuya aplicacion al espacio da de sila ciencia del espacio. Esta i 1ma ciencia, puesto que se refiere 2 algo dado en la Natursleza (0 sa, si espacio), no es una rama de a materi, sino una apliacin de Ia matensica ala Nu ‘Nagel eseribe pa explicar el concepto de ciencia formal de Grassmann: “Las ciencias formales se earacterizan por el hecho de que sus Gnicos prin. cipios de procedimiento son las reslas de la 6giea, asi como por la circunstancia de que Sus teoremas no son «sobre» ningin aspecto del mundo existente, sino sobre» cualquier cosa posuulada por el pensamiento.” > 1.4, La idea expresada por Grassmann es en lo esencial 1a que hoy impera: un sistema matemético llamado “geometria” no es necesariamente una descripciéa del espacio real. Hay que distinguir, desde luego, entre el origen de una teoria y la forms hacia la cual evoluciona. La geometria, como Ia aritmética, se origin6 en 1s cosas “précticas”; pero afirmar que un tipo particular de geometrfa ¢s una des- cripcién del espacio fisico es hacer una afirmacién fisica, no una asercién mate- matica, Dicho brevemente: el punto de vista moderno es que bay que distinguir centre la matemética y las aplicaciones de la matemitica ‘Consecuencia natural de este cambio de perspectiva sobre la signficacién de un sistema matematico fue un nuevo examen de la naturaleza de las proposiciones bésicas 0 no demostradas. Resulté claro, por ejemplo, que la “nocién comin” eucl- dea sein la cual “el todo es mayor que la parte” 'no tiene un cardcter més ab- soluto que el “postulado de la paralela”, sino que depende de la signiicacién de de hecho la proposicién puede incluso ser fala, como ocurre en la teoria del infinito. Aungue se ha discutido mucho si el postulado de la paralela de- ‘a. incluirse entre los “postulados” o entre las “nociones comunes”, 0 axiomas, al final qued6 claro que ninguno de los dos grupos tenia més universalidad que el otf0, ¥y que, por tanto, podia abandonarse Ie distincién.* Por eso en la obra clésica de Hilbert acerca de los fundaimentos de Ia geometria,* publicada en 1899, no se apli- ca a las afirmaciones 0 suposiciones fundamentales més que el nombre de “axic- ma”, y algunos términos bésicos, como “punto” y “linea”, quedan sin definir en ~~} ates epee owe | 7 Pater Crandagen ter Geomery Laas 109 (cn Fstchrit zur Fier der Eni Sia Spine edildn Seas Grundlagen der Geomeri Lepa,1950, Ese wnbuceto canes ieee METODO AxtOMATICO 39 sbsoluto. Cierto que Hilbert clasfiea sus axiomas—en cinco grupos—, pero esa tlasificacion se basa s6lo en el cardcter técnico de las afirmaciones, y no en su es- {atuto de “veracidad” o “universalidad”. 1.5. Aunque la citada obra de Hilbert ha legado a ser considerada por mu- chos como la primera que presenta el método axiomético en su forma modema, hay que reconocer que ideas anélogas aparecian también en obras de sus contem- 1.6. »., Estudios como los de Pasch, Peano, Hilbert y Pieri en la geometia ‘euclidea suministraron un enorme impetu a la investigacién de posibles organiza ones formales del tema de esta antigua disciplina; estas consideraciones facilta- ron a su vez la comprension de los sistemas mateméticos en general, y dan razén parcialmente de los notables progresos mateméticos del siglo XX. ‘Vale la pena observar que estos primeros estudios en el campo de la geome- {tia revelaron la gran generalidad inherente a los sistemas matemiéticos formales. La matemitica evolucionaba en una direcci6n que imponia el desarrollo de un mé- ‘odo capaz de abarcar en una sola estructura de términos indefinidos y afirmaciones bisicas conceptos como los de grupo y espacio abstracto, que habian surgido en ramas de la matemética aparentemente sin relacién entre ellas... La economi de esfuerzo asf conseguida es uno de los rasgos caracteristicos de Ia matemética ‘moderna. 2 Descripeién del método: los términos indefinidos y los axiomas ‘Tal coms se utiliza cominmente hoy dia en matemética, el método axiomé- tico consiste en asentar ciertas afirmaciones basicas acerca del concepto (por ¢jem- plo, la geometrfa del plano) que hay que estudiar, usando algunos términos técnicos indefinidos y algunos términos de la Iégica clésica. Por regla general no se descri- bben las signifcaciones de los términos l6gicos, ni se formulan reglas acerea de su so, ni los métodos disponibles para demostrar teoremas; es posible que estas omi- siones constituyan una debilidad del método.* Las afirmaciones bésicas se llaman ‘@xiomas (0 postulados, pero usando esta palabra como sinénima de axiomas). Se supone que pueden empleayse las reglas de 1a légica clasica sobre la contradicci6n Yel “tereio excluso” para demostrar teoremas a partir de los axiomas; por es0 5 de uso comin el tipo de demostracién lamado “por reduccién al absurdo”. Se dice que las afrmaciones contenidas en los axiomas y en los teoremas demostrados artic de ellos estén implicadas por los axiomas 0 deducidas de ellos. Un ejemplo Puede ser intructivo: 2.1. Consideremos de nuevo la geometria plana. No bard falta recordar mu- ‘hos detalles. Pero podemos tal vez suponer que el lector recuerda de sus cursos Uuniversitarios 0 preuniverstarios que puntos, Uneas rectas y nociones como la de 6 Con exto no estamos deseribiendo el método en la forma usada pot Ta moderns Ieica mate Initia o-en tor tatadonformaaiatas de Hilbert sos seguidores, eos cules les relas par oFeroe ‘on lov sibs bisces ¥ Tas formulas ee (por necesidad) en el Tengunie comin 40 RAYMOND L, WILDER lineas paralelas eran fundamentales. Pues bien, si tuviéramos que sentar un sistema axiomatico para la geometria plana en su moderna forma rigurosa, tendrfamos que empezar por seleccionar ciertos términos bésicos que dejarfamos sin definir; tal vez inclayéramos entre ellos los términos “punto” y “linea” (el adjetivo “recta” puede comitirse, porque el cardcter indefinido del término “linea” nos permite elegir como significacién del mismo Ja de “linea recta", como haremos en la siguiente seleceién dde enunciados para los axiomas). Luego'examinarfamos las proposiciones de la geometria, itentando Seleccionar algunas bisicas teniendo en cuenta su simpli dad y su adecuacién para dar de sf las otras no seleccionadas; a las primeras la- mariamos proposiciones primarias, 0 axiomas, y quedarian sin demostrar en nves- tro sistema, 2.2. Para ser més explictos procedetemos como si efectivamente estuviéra- ‘mos llevando a cabo dicho trabajo; aunque no pretendemos dar un sistema completo dde axiomas, expondremos na muestra en miniatura de lo que pueden ser los axio- mas y las proposiciones secundarias 0 tcoremas, junto con algunas sencillas demos- traciones de los iltimos: ‘Términos indefinidos: punto; linea. Axioma 1: toda linea ¢s un conjunto de puntos. ‘Axioma 2: existen por lo menos dos puntos. Axioma 3: si p y q son puntos, entonces existe una y s6lo una linea que con~ tiene apy. ‘Axioma 4: si L es una linea, entonces existe un punto que no esté en L. ‘Axioma 5: si Les una linea y p e5 un punto no situado en ella, entonces existe una y sélo,una linea que contiene ap y es paralela a L. 'Fsos axiomas no bastarfan, naturalmente, como base suficiente para la demos- tracién de todos los teoremas de la geometria plana, pero si serdm suficientes para demostrar cierto niimero de teoremas que se encuentran en cualquier sistematiza- cidn de la geometria plana. Su selescién puede justiticarse del modo siguiente: en primer lugar, 1és términos indefinidos “punto” y “linea” deben representar un pa- pel parecido al de las variables en algebra. Asi, en la expresiGn way Gy) (ety) Ja xy la_y son indefinidas en el sentido de que pueden representar miimeros cuales- quiera de un cierto dominio (por ejemplo, el dominio de los enteros ordinarios). En nuestro caso, “punto” puede ser cualquier individuo de un dominio lo suft- cientemente delimitado como para satisfacer las afirmaciones establecidas en los axiomas. Por otra parte, como indica el Axioma 1, “linea” tiene un campo de va- lores (= significaciones) limitado a ciertos conjuntos de los individuos seleccionados como “puntos”. Asi el Axioma 1 se destina a establecer una relaciOn entre las entidades indefinidas punto y linea. No es una definicién de la linea, puesto que (si se conlinta el estudio del tema) habré otras colecciones de puntos (como circulos, Angulos, etc) que no serin lineas. EI Axioma 1 nos permite ademés, como vamos a ver, definir ciertos términos que necesitamos en Ja formulacién de los demés axio- ‘mas. EI Axioma 2 es el primer paso hacia la introduccién de Iineas en nuestra geo- METODO AXIOMATIC au sci, introduccién que se realiza efectivamente al afaditle el Axioma 3. Pero ute que este timo pueda tener una sigaifcacionnecesitamos 1a siguiente defini (560 formal: : 23. Definiciéa, Si un punto p es un elemento del conjunto de puntos que consttuye una linea L (cfr. Axioma 1), entonces decimos indiferentemente que L contiene a p, o que p se encuentra sobre L, o que L es uma linea que contiene a p. Establecidos los Axiomas 2 y 3, tendramos que existe una linea en nuestra comeltia, pero para tener una geometria plana, y no meramente una linea o una La ee ee ee eer eo lt fos puntos se encuentran sobre una sola linea; el Axioma 4 esté destinado a decir esto. Ahora podriamos imaginar intuitivamente (puesto que tenemos una linea, L, tin punto p que no esté sobre esa linea, y también una linea que pasa por p y Por ade punto 4 de L) que tenemos pricticamente un plano; pero por lo que hace fla geometria cuclidea atin no poseemos una base suficiente, con los axiomas 1-4, aque nos asegure acerca de la paralela aL por p; para ello tenemos que formular el ‘Axioma 5, el cual, desde luego, no tiene significacién mientras no establezcamos la definicion: ‘24. DefiniciGn. Se dice que dos lineas, L, y Ln, son paralelas si no hay ningén punto que esté a la vez sobre L, y L,- (Podemos tambien decir que L, e paralela a Lz, y weciprocamente,) i ; 25. Denotemos el anterior conjunto de cinco axiomas, junto con los térm! os indefinidos “punto” y “linea”, por T, y lamémosle sistema axiomético T (Dnaromos Recueniomente I erpestn "sistema axiomatco” también en on sentido més amplio, que incluya Tos teoremas, etc, implicados por los axiomas.) ‘Subrayaremos para ulterotes fines dos aspectos de T, aunque por ahora. 90 los estudiaremos del todo: 1° Ademés de los términos indefinidos geométricos C'téenicos") “punto”, “linea”, hemos usado términos Idgicos (“universales”) inde- finidos, como “coleccién”, “hay” o “existe”, “uno”, “todo” y “ao”. 2° T esté lejos de ser un conjunto de axiomas adecuado para la geometrfa plana, como puede rmostrarse del modo siguiente: puesto que “punto” y “linea” no se definen, tenemos tntera libertad para considerar posibles significaciones que atribuires, sujetas, na turalmente, ala restriccién de que hemos de tener en cuenta las afirmaciones hechas fen los axiomas. Para personas educadas, por ejemplo, segin Ia ensefanza ameri- tana 0 inglesa, la reacci6n a esos términos serd sin duda inmediatamente especia- lizada, porque la experiencia geométrica adquirida en esas escuelas domina dicha reaceibn. Pero imaginesn0s que los términos en cuestién no nos fueran nada fami- liars, mientras que los términos lgicns usados en los axiomas nos fueran, por el contrario, conocidos, 4¢ tal modo que efectivamente pudiéramos considerar otras significaciones para “punto” y “linea”. Indiscutiblemente esto supondria una con iderable experimentacién antes de oder hallar significaciones adecuadas. Por ejemplo, podrfamos empezar por hacer que “punto” signifcara libs, y “linea” bie bliotecay por la afrmacign del Axioma 1 sabemos que una linea es un conjunto de ‘puntos, y as bibliotecas son uno de los tipos de conjunto més corrientes de nuestra experiencia eotidians. Podemos imaginar que vivimos en la ciuds de C, que tiene aa RAYMOND L. WILDER os bibliotecas distintas, y que por biblioteca entendemos una de las bibliotecas 4 C, y por libro uno cuaiquiers de los libros de esas dos bibliotecas. El Axioma 2 se convierte asf en una afirmacién verdadera: “Existen por lo menos dos libros”. i uesto que, si p y q designan libros de diferentes bi. Dliotecas, no hay biblioteca que contenga a Ja vez py q. No obstante, antes de ‘probar con otras signifcaciones para “punto” y “linea”, observaremos que los ‘Axiomas 4 y 5 son validos, pues s¢ convierten respectivamente en: “Si L es una bi- blioteca, entonces existe por 1o menos wn libro que no esté sobre (es decir, en) L”, y “si L es ana biblioteca y p es un libro que no esté sobre (es decir, en) L, entonces existe una y s6lo una biblioteca que contiene a p y es paralela a (n0 tiene ningéia Iibro en comén con) L”.7 Aleccionados ahora por nuestro fracaso con e] Axioma 3, que no ha quedado satisfecho en nuestro primer intento de dar significaciones a “punto” y “linea”, po- demos imaginar, pensando es ese axioma, wa comunidad de personas representada Por Z en la cual cada una pertenezca a slgin club, pero de tal modo que si P y-q son dos personas de Z, entonces exists un club y s6lo uno del que sean miem- bros ambas p y g. Dicho de otro modo: podemos intentar que “punto” signifique una persona de Z y “linea” un club de Z, ¢ imaginar que Ja situacion de Zen lo referente a clubs es tal que vale Ja afrmmaciéa hecha ahora, de modo que quede satisfecho el Axioma 3. No tendriamos entonces dificltad en ver que quedan satis- fechos los Axiomas 1, 2 y 4: “Un club de Z es una coleeciGn de personas de Z"; ““Existen por lo menos dos personas en Z”, etc. Pero e} Axioma 5 (con adecuados ‘cambios en la frase para recoger las nuevas significaciones) se convierte en: “Si L es un club de Z, y p es una persona de Z que no pertenece al club L, entonces existe un club, y so uno, en Z, del cual es miembro p y que no tiene ningén miem- bro en comin con L”. Esta afirmacién impone un convenio visiblemeste dema- siado fuerte sobre la situacién de Z en Jo referente a clubs, y puede imaginarse ue sea falsa; eo cualquier caso, la estipalacién de que t6lo un club tiene un deter- ‘minado par de personas como miembros no es para experar qve satistaga al Axio- ma 5. Para hacer més tangible la situaci6n, supongamos que Z es una comunidad “fantasma” de s6lo tres personas, a las que designaremos por a, b y ¢ respectiva- mente; y que, como resultado de ciertas circunstancias, cada par ab, be y ac guar- da un seereto desconocido por el tercer miembro de la comunidad, de modo que podemos considerar este Iazo que une a cada par como constitutive de un club ‘entre ellos (una “sociedad secrets”), que excluye al tercer miembro, Ahora, con las significaciones de “punto” y “linea” que estamos considerando, valen los Axio- ‘mas 1-4, pero no vale el Axioma 5. Pero antes de rechazar también este dltimo intento por imposible, imaginemos que Z tiene cuatro ciudadanos, a, b, cy d. ¥ supongamos que cada par de estas personas forma un club que excluye a los otros dos miembros de la comunidad: © sea, hay seis clubs, que constan de ab, ac, ad, be, bd y ed. Abiora quedan sati uér0p0 AxioMATIC a saxiomas de I con las signiicaciones de persona de Z part “punto ww i a tomando cualquier conjunto Z de cuatro cotas, a, be & a poniendo ee ‘igifque miembro 0 elemento de la coleeci Z.y “linea” cualquier pas de elemen- GEA: con esto e satisfacen las armaciones contends en los axiomas de T. sa. “Aunque este descubsimiento no nos produzca ninguna particular emo- ‘cién —sino més bien la sensaciSn de que esto de ‘manipular Lamers oe fara el sistema T ep un juego bastante trivial, la experiencia puede tal vez ten rarna a Bosca respuesta para preguntas como las siguientes: jevdntos, “puntos” ha de tener une coleccién pata servir como bese de un ejemplo que satisiaga les afirmaciones de I? Dada une coleccién, jcudntos “puntos’ ha de tenes a para satisfacer T? (Por ejemplo, una “linea” del anterior ejemplo no ‘podi ane de tres personas de Z si Z constaba exactamente de cuatro fein iemés, Siteocaos ya un conocimicnto general o alguna experiencia de a gromeitia plans dl anterior ejemplo nos muestra que T esté lejos de ser una base siente pare a fromeria ences; sin da un conjunto adecuado de axiomas para la geometris Pana excl I posi de qu i ponte permits om coniove cuatro mo satisfactorio de axiomas. : Teo antes de segue ‘adelante con esta discusién general vamos a indicar e6mo se demostrarfan teoremas a partir de un sistema como I. 3. Descripcién del método: In demostracién de teoremas i demos 2 observar ‘Una vez formulado un sistema, como T, por ejemplo, proceden qué afimaciones quedan implicadas, pueden demostrarse 0 deducirse a partir del ‘items, A diferentia de lo que hicinos en Ia enseBanza media, cuando apclabamor ‘toda ‘clase de proposiciones y supuestos no incluidos entre los términos fun mentale y los ariomas (como “anchura”, cuando nos decian: “una lines no tiene fanchura),y hasta Siageamas y figuras para expresarpropiedades que accpidbance inmediatamente como parte de los instrumentas goométricos}* abora tenemos. qv ser muy euidadosos en no usar més que punts, linea y as felacions y proce des de puntos y lineas sfirmadas en los axiomas. (Como es natural, una vex demos Ce eat Yacén podemos vara en demostaciones posteriores, sin neesiad de remomtanion cada Ver a los s3iomas para volver a demostrara) No hay nada due objetar al uso de diagramss, siempre que el uso tenga como Gnico sentido 1a ‘yuda al proceso te sazonamiento y no nos mue¥a a hacer suposiciones no impli- cadas por los axiomas; en realidad, el matemésico profesional usa constantemente diagramas y figuras... |b. Un empl clsico ea conocida “demeorracibo” de qv todos ls tidagulos wn bss, bene git eres seat nisatees rather oe shang Sed ss find Cao Ae 0 SEE Erie “4 RAYMOND 1, WELDER 3.1. Consideremos et siguiente teorema formal y su demostracién: Teorema 1. Todo punto se encuentra al menos sobre dos lineas distintas, Demostraci6n. Supongamos que p denota un punto cualquiera. Como, por el Axioma 2, existen por lo menos dos puntos, tiene que existir otro punto q distinto de p. ¥ por el Axioma 3 existe una linea L que contiene a p y g. Ademés, por et Axioma 4 existe un punto r que no se encuentra sobre L, y también (por el Axio- ‘ma 3 de uevo) una linea K que contiene a p y r. ‘Ahora biew: por el Axioma 1 toda linea es un conjunto de puntos. Por tanto, Para que dos lineas sean distintas (es decir, diferentes), los dos conjuntos que las constituyen deben ser diferentes; 0, 1o que es equivalente, una de ellas debe con. tener por lo menos un punto que no se encuentre sobre la otra. Las lineas Ly K son distintas, porque K contiene el punto r, que no esté sobre L. Y como p esté sobre K y sobre L, queda demostrado el teorema. 3.2. ‘Se observard que hemos usado en Ja demostracién los Axiomas 1-4, pero no el Axioma 5. Por tanto, podtiamos volver al ejemplo de la comunidad Z, hacer que “punto” significara persona de Z y “linea” par de personas de Z, volvet a formular los Axiomas 1-4 en estos términos y llevar a cabo Ia demostraciGn del Teorema 1 en los mismos, Esto quiere decir que el Teorema 1 es una afirmaci6n ‘verdadera” para cualquier ejemplo que, como Z, satisfaga las afitmaciones con tenidas en los Axiomas 1-4 de T. Asi, pues, al demostrar el Teorema 1 hemas demostrado de una vez muchas afirmaciones diferentes acerca de muchos ejemplos dtiferentes, a saber, las afirmaciones correspondientes al Teorema 1 tal como apa. recen en los diversos ejemplos que satisfacen lo; Axiomas 1-4 de T. Este [es un ‘importante] aspecto de 1a “economia” conseguida al usar el método axiomélico, Si, como consecuencia de algin diagrama u otra ayuda intuitiva para el pense. miento, bubiéramos usado alguna propiedad de punto o linea no afirmada en los Axiomas 1-4, no podrfamos hacer con seguridad la anterior afirmacin, y habria- mos perdido la “economfa” mencionada Obsérvese también que el Teorema 1 seré vélido en todo sistema axiomético ue, como T, contenga los términos indefinidos “punto” y “linea” y los Axio. mas 1-4. En particular, es vélido para la geometria plana euclidea, que es una de {as posibles geometrias que contienen esos cuatro axiomas y que, como dijimos antes, requeriiabastanes mis axomas que los formulados arriba 1. Consideremos ahora la siguiente afirmacién, a la que mos un corolario del Teorema 1: . ae ae Corolario. Toda linea contiene por lo menos un punto, 3.4. Antes de considerar una demostraciée de este corolari, nos apresura- Femos a responder a una objecin que el “no iniciado” podria suscitar en este ‘momento: puesto que el Axioma 1 afirma explicitamente que una linea es un con. Junto de puntos, es claro que toda linea contiene por lo menos un punto;

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