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WauL José Martinez de Sousa Manual de estilo de la lengua espanola 2.? edicién, revisada y ampliada | Las pos pares de que consta este Manual de estilo de la lengua espaniola tienen el mismo fin: ayudar a redactar bien y con propiedad a quienes diariamente han de enfrentarse con una cuartilla en blanco 0 una pantalla de ordenador vacta. La primera parte se propone ofrecer al lector los elementos basicos para conseguir una redaccién correcta con sujecion a las exigencias del lenguaje _ normativo por un lado y de la escritura cientifica por otro. Se afrontan las normas para dominar el trabajo documental (fuentes de consulta, citas, notas, remisiones, cuadros, referencias bibliograficas —incluidas las de recursos electronicos—), laescritura (autor, obra y destinatario, la redacci6n, las relaciones sintacticas, nivel de lengua y registro lingutstico, ctcétera), la bibliologia (comité editorial, el trabajo de edicion, el original, la diacrisis tipografica, Ja Ictra de imprenta, organizacin externa e interna de la obra y trabajo de producci6n). La segunda parte ofrece, en orden alfabético, un conjunto de materias que pueden ser objeto de atenta lectura o mera consulta para resolver los maltiples problemas con que el destinatario se puede tropezar al construir su discurso. Por ejemplo, todo Io relativo a la onomistica (antroponimos y toponimos principalmente, pero también alias, seudonimos, sobrenombres, etcétera), entidades, instituciones, nombres comerciales, tratamientos, simbolos, signos, sistema internacional de unidades, alfabetos como el arabe, el cirtlico, el hebreo, etcétera, todo ello acompaniado de las abreviaturas correspondientes al tema tratado cuando es pertinente, asi como una amplia ejemplificacion en cada caso y un ntimero notable de cuadros. Eldestinatario natural de esta obra es toda persona que desee escribir y presentar un trabajo que sea legible desde todos los puntos de vista. Ast, prestara buenos servicios a escritores y redactores en general, pero en particular a cientificos y técnicos, traductores, profesores, pcriodistas, correctores de estilo y tipograficos, investigadores, editores literarios y ciemtificos, etcétera. En él hallarin respuestas para sus preguntas, certezas para sus dudas, soluciones para sus problemas y explicaciones adecuadas para las cucstioncs mis enrevesadas y complejas que necesariamente se presentarn en cuanto comiencen a escribir. STRACION CULTURAL ISBN 86~9706-022-8 JM wa ‘TO14L10001 José Martinez de Sousa MANUAL DE ESTILO DELA LENGUA ESPANOLA Ediciones Trea, S. L. BIBLIOTECONOMIA Y ADMINISTRACION CULTURAL ~ 38 Primera edicién: marzo del 2000 ‘Segunda edici6n: septiembre det 2001 Primera reimpresién: marzo del 2003 © José Martinez de Sousa, 2000, 2001 © de esta edicisn: jones Trea, S. L., 2001 Maria Gonzdlez La Pondala, 98, nave D 33393 Somonte-Cenero. Gijén (Asturias) Tel.: 985.303.801. Fax: 985.303.712 Correo electrdnico: trea@trea.es Direccién editorial: Alvaro Diag Hu Produccisn: José Antonio Martin Cubiertas: Impreso Estudio (Oviedo) Impresién: Gréficas Apel, S. L. (Gijén) Encuadernacién: Encuadernaciones Cimadevilla, S. L. (Gijén) Depésito legal: As.-398-2003 ISBN: 84-9704.022-8 Impreso en Espafia ~ Printed in Spain ‘Todos los derechos reservados. No se permite la reproduccién total o parcial de este libro, ni su incorporacién a un sistema informético, ni su transmisién en cualquier forma © por cualquier medio, sea éste electrénico, mecénico, por fotocopia, por grabacién 1 otros métodos, sin el permiso previo por escrito de Ediciones Trea, S. L. ied wwe weve evr hey ew ew YU YE YOUU Para Pitt, mujer con estilo NNN 3. 4. PEELE Be NPS NTACION: 17 ALA PRIMERA ALA SEGUNDA DE LA OBRA: 27 DICION: 23 ICION: 26 INTRODUCCION LA NORMALIZACION, EL ESTILO Y LA EDICION La normalizacién: 31 Los origenes de la normaliz: 32 La aplicacién de las normas: 32 idn: El estilo: 34 La labor de los humanistas: 35 Los cédigos tipograficos: 35 Los libros de estilo: 37 Los manuales de estilo: 39 La edicién cientifica: 39 Norma, uso y autoridad lingtiisti- ca: 41 Norma y uso: 41 Autoridad lingitistica: 42 Bibliografia especifica para escri- tores v traductores; 42 Diccionarios: 43 1. Diccionarios de lengua: 43 Indice Diccionarias monogrificos: 44 Diccionarios ideoldgicos: 47 Diccionarios etimolégicos: 47 Diccionarios de usos y dudas: 47 Diccionarios de sinénimos: 48 Libros y manuales de estilo: 48 En espafol: 48 En otros idiomas: 48 Gramaticas y ortografias: 50 Otros temas: 51 Lenguaje: 51 Manuales de tipografia y biblio- logia: 51 PRIMERA PARTE EL TRABAJO INTELECTUAL El trabajo documental: 55 Las fuentes de consulta; 55 Fuentes de primera y de segunda mano: 55 : Las citas: 56 El estilo de la cita: 57 1. Cita directa: 57 2. Cita indirecta: 58 3. Cita indirecta libre: 58 indice 2.2. 2.3. 2.4. per wow Pee PpP al Citas de primera y de segunda mano: 58 Reproduccion del texto de la cita: 58 1, Disposici6n de las citas: 58 Intervencién en el texto de la cita: 59 Identificacion del autor y de la procedencia de la cita: 63 . La cita bibliografica: 63 2. Sistema autor-aiio: 64 3. El sistema numérico: 65 4. Otros sistemas de identifica- cién del autor de la cita: 65 Los derechos de autor, el derecho de cita y el plagio: 65 El derecho de autor: 65 El derecho de cita: 66 El plagio: 66 Las notas: 66 Funcién de las notas: 67 Contenido de las notas: 67 La llamada de nota: 67 Situacion de la Hamada: 69 acién de las notas: 70 Las remisiones: 70 Los cuadros: 72 Titulo general del cuadro: 72 Las casillas: 73 El cuerpo del cuadro: 73 Los filetes en los cuadros: 73 Notas en los cuadros: 73 Las referencias bibliograficas y las bibliografias: 74 Referencias bibliograficas: 74 Problemas de las referencias bi- bliograficas: 74 Datos de las referencias bibliogra- ficas: 75 1. Zona de responsabilidad prin- cipal: 75 El autor: 75 El autor individual: 75 .3. El autor colectivo: 76 .4. El autor corporativo: 77 Ll 1 1 1 7.2, 72.1. 7.2.2, 1.5, El autor anénimo: 77 2. Zona del titulo: 78 - Grafia del titulo: 78 . Dos o mis titulos: 78 . El subtitulo: 78 Abreviaciones de titulos y subtitulos: 78 Titulos en caracteres no lati- nos: 78 2.6. Titulos de capitulos o partes de monografias: 78 2.7. Titulo clave: 79 3. Zona de responsabilidad subor- dinada: 79 4. Zona de la edicién: 79 4.1, Grafia de la edicién: 79 4.2, Pie editorial: 82 5. Zona de la descripcién fisi- ca: 84 6. Zona de la coleccién: 85 7. Zona de las notas: 85 8. Zona del nimero normaliza- do: 85 Las bibliografias de monografias yarticulos: 85 Definicion: 85 Ordenacion de los datos: 85 Ordenacién de las referencias: 85 Puntuacién de las zonas y los ele- mentos de las bibliografias: 86 Grafia tipografica de las zonas y sus elementos: 89 Referencias bibliograficas de otros documentos: 90 Patentes; 90 Recursos electrdnicos: 90 peyne SORE 2, a . Zonas y grafias de las referencias de recursos electronicos: 91 . Responsabilidad principal: 91 lo: 91 . Tipo de soporte: 91 . Edicion: 92 Fasciculo: 92 . Lugar de edicién y editor: 92 . Fecha de publicacién o actua- lizacién: 92 8. Partes y contribuciones; 92 9. Notas: 92 10. Disponibilidad y acceso: 93 11. Fecha de consulta: 93 NOUAUN 73.2.2. 73.2.3, BEEBE eS ee oan eares ee 3.2. 12. Numero normalizado: 93 Aplicacién de los datos a los re- cursos electrnicos: 93 la, Textos electrénicos, bases de datos, programas informiti- cos: 93 18. Partes de textos electronicos, bases de datos, programas informaticos: 94 Ic. Contribuciones en textos elec- trénicos, bases de datos, pro- gramas electronicos: 94 2a. Publicaciones seriadas clec- trénicas completas: 94 2b. Articulos y otras contribucio- nes en publicaciones seriadas clectrénicas: 95 3a. Sistemas clectrénicos de bo- letines de noticias, listas de discusién (foros) y de men- sajeria: 95 3b. Mensajes electrénicos: 95 Bibliografia de referencias de re- cursos electronicos: 96 La escritura: 99 El autor, la obra y su destinata- rio: 99 El autor: 99 La obra: 100 El articulo cientifico: 100 Las revistas cientificas: 100 El destinatario: 101 La redaccién: 101 Cémo se empieza: 102 Elementos de la redaccién: 103 La titulacién: 105 Las relaciones sintécticas: 105 La concordancia: 105 I. Reglas generales: 105 2. Lasilepsis: 107 3. El plural de modestia: 107 4. El plural mayestitico: 107 3. La concordancia ad sénsum: 107 Orden de colocacién de los ele- mentos oracionales: 108 33. 4.1, 4.2, 4.3. 44, 5. 5. 5. at 5. 5. babe 7. 7.4. 75. 8. 8. indice 1. Los clementos sinticticos: 108 2. Tipos de orden o construccién: 108 3 El hipérbaton: 109 in de los adjetivos: 109 tas aposiciones: 110 Nivel de lengua y registro lingitis- tico: WN Nivel de lengua: 111 Registro lingiiistico: 112 Lenguaje marginal: 113 Lenguaje malsonante; 113 Ultracorrecci6n: 113 Los recursos lingiiisticos: 114 Presente y pasado histéricos: 114 Los cufemismos: 114 Las perifrasis: 114 Los modismos: 115 Los sinénimos y otros -6nimos: 11S 1. Los cuasisinénimos: 116 2. Los parasinonimos: 116 3. Los geosinénimos: 116 El lenguaje figurado: 116 La metfora: 117 La metonimia: 117 La sinécdoque: 117 La hipérbole: 117 Problemas de redaccion: \18 la ambigiiedad: 118 Ambigiicdad debida al orden de los elementos de la oracién: 118 2. Ambigiiedad por el uso de tiempos verbales y pronom- bres: 118 3. El uso del gerundio: 118 4. Otras formas de ambigiiedad: 118 La vaguedad: 119 Los anacolutos: 119 Anfibologia u oscuridad: 119 Empobrecimiento: 119 Formas de expresién: 120 Los latiguillos: 120 ~ pact an ZRANRRAR AR AR A AAR RNR ANA NAN RANA ATNO no 8.2. 8.4. 8.5. 12.1 12.2. 12.3. Le 1,2, 1.3. 14. 1.5. Las muletillas: 120 Los lugares comunes: 120 Los epitetos: 120 Los oximorones: 121 Propiedad e impropiedad del len- guaje: 121 Los pleonasmos: 123 Pleonasmos correctos: 123 Pleonasmos incorrectos: 123 Incorrecciones de lenguaje: 124 Los barbarismos: 124 Las cacografias: 125 Las cacologias: 125 Los dequeismos y antidequeis- mos: 126 Otras formas de barbarismo: 126 El gerundio: 127 Los solecismos: 127 Extranjerismos y voces extranje- ras: 127 Extranjerismos: 127 Voces extranjeras: 128 Préstamos y calcos: 129 1. Los préstamos: 129 Los calcos: 129 129 os: 130 + 130 Aspectos sincrénicos y diacréni- cos de la lengua: 131 Arcaismos y neologismos: 131 Palabras obsolescentes y palabras historicas: 131 Los anacronismos: 131 La ortotipografia: 133 La grafia, desde la letra hasta el texto: 133 Ortografia de la letra: 133 Ortografia de 1a silaba: 134 Ortografia de la palabra: 135 Ortografia de la frase: 136 Ortografia del texto: 136 pep we Bet ebb oo Exvanjerismos ortograficos: 136 mimetismo ortografico: 136 Anglicismos ortotipograficos: 136 Anglicismos ortograficos: 136 . Elempleo de mayusculas: 136 2. El plural de las siglas: 137 3. La escritura de las décadas y los afios: 137 4. La puntuacién de las cantida- des: 137 5. La numeracién de apartados y parrafos: 138 6. El uso de la raya y el me- nos: 138 7. Eluso de las comillas: 138 npleo de Ia coma: 138 9. Grafia de las abreviaturas: 139 10. La construccién del didlogo: 139 Anglicismos tipograficos: 139 1. Omisién de la sangria: 139 2. Utilizacién de la versalita en las primeras palabras del pri- mer parrafo: 140 3. Empleo de un cuadratin des- pués de un punto y seguido: 140 as Hamadas de nota: 140 mos ortotipograficos: 140 mos ortograficos: 140 icismos tipograficos: 141 barbarismo ortogrifico: 141 fetichismo de la letra: 141 onservadurismo ortografico: 141 Alternancias grafematicas: 142 Neografismos: 142 Los grupos cultos: 145 Los grupos consonénticos: 145 Los grupos vocillicos: 145 La abreviacion en el lenguaje es- crito: 146 El empleo de abreviaciones: 146 Abreviacién del sintagma: 146 Abreviaciones de palabras y sin- tagmas: 147 = 2. 2. 2. 2. 2. Los signos: 148 Signos ortograficos: 148 Clases de signos ortograficos: 148 . Signos ortograficos diacriti- cos: 148 2. Signos ortograficos auxiliares: 148 3. Signos ortogrificos sintagma- ticos: 148 Grafia de los signos ortograficos: 148 1. Signos ortograficos diacriti- cos: 148 2. Signos ortograficos auxilia- res: 150 3. Signos ortograficos sintagmyi- ticos: 151 Signos matematicos: 154 Signos lexicogrificos: 154 La bibliotogia: 155 Tipos de editoriales: 185 El comité editorial y el comité de expertos: 155 El comité editorial: 155 La revision por expertos: 156 Seleccién de fa revista: 158 Critcrios de seleccién: 158 Fuentes para la seleccion: Normas para la presentaci originales: 158 El trabajo de edici Definicidn de la obr El formato del libro: Medidas de la pagina tipografica: 160 Dimensiones de los margenes: Tipo de letra del texto: 161 Ojos, cuerpos e interlineados: 162 1, La edad del lector: 162 2. El tipo de texto: 162 3. La medida en ciceros de Ia caji de composicién y el estilo de la letra: 162 3.1.6. 3.1.7, 3.1.8. ye Blanco de cortesia en los arran- ques: 164 Estética de la pagina tipografi- ca: 165 Hojas de cortesia: 167 inal: 167 |: 167 1, El formato: 168 2. El texto: 168 2.1. De una obra: 168 2.2. De una tesis: 168 2.3. De un trabajo 0 articulo para una revista cientifica: 169 Original en soporte informatico: 169 Correccién de estilo y preparacion tipografica: 170 Numeracién de los capitulos y sus partes: 171 Numeracion decimal de capitulos: V7 La alineaci6n de los datos: 172 La composicién del texto: 173 La correccién de las pruebas ti- pograficas: 175 Signos de correccién: 178 1. Las Namadas: 178 2. Los signos: 178 La maqueta de compaginacién: 179 Los indices alfabéticos: 179 La alfabetizacién: 180 La diacrisis tipografica:180 El concepto: 180 Aplicacion de la diacrisis tipogra- fica: 182 La letra de imprenta: 184 La elecci6n de la letra de impren- ta: 184 El estilo de la letra: 185 Las letras romana antigua y roma- na moderna: 185 Las letras egipcia y paloseco: 186 La familia de la letra: 186 Letra redonda: 186 Letra cursiva; 186 Letra mintscula: 187 Letra versalita: 187 11 6.3.5. 6.3.6. 6.3.7. 6.3.8. 6.3.9, 6.3.10, 63.11. Pe) pee eee PREEE ecco 2a ewe bE ays eb be be paIRD Letra mayuscula: 188 Letra fina y letra normal: 188 Letra seminegra o seminegrita: 188 Letra negrita: 189 Letra estrecha y letra ancha: 189 Letra subindice: 189 Letra superindice: 189 Organizacién externa de la obra: Division externa de la obra: 190 Los tomos: 190 Los vohimenes: 191 Division interna de la obra: 191 Macroestructura textual: 191 1. Los tomos: 191 2. Los libros: 191 3. Las partes: 191 4. Las secciones: 191 Microestructura textual: 192 1. Los capitulos: 192 . Los subcapitulos: 192 . Los parrafos: 192 . Los apartados: 192 . Los subapartados: 192 . Los subsubapartado: La forma de los parrafos: Parrafo ordinario: 193 Parrafo moderno o alemin: 193 Parrafo francés: 193 Parrafo en bandera 0 composicién quebrada: 193 Pérrafo en bloque: 194 Parrafo espafiol: 194 Parrafo en base de lampara: 194 Composicién en base de limpara invertida: 195 ayawn 192 92 8.2. 8.3, ee bo Composicién epigrifica: 195 Organizacién interna de la obra: 195 Los pri 1, Paginas de cortesia: 2. Portadilla o anteportada: 195 3. Contraportada: 195 4, Portada: 196 5. Pagina de derechos: 196 6 7. 8 pios del libro: 195 195 . Dedicatoria: 196 . Lema, tema o epigrafe: 196 . Textos de presentacién de la obra: 196 9. Agradecimientos: 196 10. Indice: 197 II, Listas: 197 El cuerpo del libro: 197 Finales del libro: 197 El trabajo de produccién, impre- sion y encuadernacion: 198 La produc 198 7 La impresién y la encuadernacién: SEGUNDA PARTE DICCIONARIO DE MATERIAS INDICE DE MATERIAS: 203 A-Z: 207-645 BIBLIOGRAFIA: 647 INDICE ALFABETICO: 655 12 Lista de cuadros Al. A2. A3. A4. AS. PRIMERA PARTE Abreviaturas utilizadas en biblio- grafia: 80 Grupos cultos consonanticos y vo- calicos: Clasificacién de los signos orto- graficos: 149 Llamadas y signos empleados en correccién de estilo y tipografi- ca: 176 La diacrisis tipografica: 181 Clases de letras tipograficas: 187 SEGUNDA PARTE Voces biacentuales admitidas por la Academia: 212 Palabras de acentuacién dudosa: 214 Simbolos de los principales aero- puertos: 221 1. Del nombre al simbolo; 221 2. Del simbolo al nombre: 222 Aplicacién de los antenombres: Abreviaturas de los antenombres: 230 A6. AT. A8. AS. Al0. BI. B2. cl. C2. C3. C4. C5. Di. D2. D3. D4. El. Antropénimos espafioles: 233 Derivados de antropdnimos: 241 Acentuacién de apellidos extran- jeros: 251 Signos del alfabeto arabe: 253 Signos usados en astronomia: 262 Simbolos de la Biblia en espaiiol: 269 Simbolos de la Biblia en latin: 270 Algunos cargos y emplcos: 279 Signos del alfabeto cirilico: 284 Condecoraciones espafiolas: 289 Denominaciones y simbolos de las constelaciones: 292 Abreviaturas de cortesia: 294 Derivados de nombres de equipos de futbol espafoles: 301 Desinencias de la lengua espaiio- ta: 304 Los nombres de las partes del dia: 313 Abreviaturas y simbolos de los dias de la semana: 314 Simbolos de los elementos qui- micos: 326 13 mA AR AAA RAR RAR ~ AAA AR AAR RA AR AA Poe eae ~n NAZADVNNNNANDR ARAN RANA RRA AR RRA RRA AAR AR AA AAR lista de cuadros E2. E3. Fl. Gl. G2. Hi. 12. Ll. L2. MI M2. M3. M4. MS. NI. N2. N3. N4. NS. 14 1. Del nombre al simbolo: 326 2. Del simbolo al nombre: 326 3. Nombres y simbolos desecha- dos: 327 Tipos de buques ingleses y esta- dounidenses: 328 Abreviaturas cronolégicas: 334 Formatos chisicos de las fechas: 349 Abreviaciones de los grados: 361 Signos del alfabeto griego: 363 Signos del alfabeto hebreo: 368 Abreviaciones de los términos ho- rarios: 370. Simbolos de informatica: 374 Abreviaturas comunes de las len- guas mas utilizadas: 387 Locuciones latinas: 392 Matricula: 1. automovilisticas: 411 ionales: 411 3. 412 4, Suiza: 412 Los nombres de los meses: 415 Simbolos y abreviaturas para re- presentar los nombres de los me- ses: 415 Simbolos monetarios de uso co- rriente: 417 Las monedas y sus fracciones: 418 Nombres de personas, animales y cosas: 425 Divisiones de la clasificacion bio- logica: 427 Alternancias acentuales en nom- bres propios mitolégicos: 430 Notaciones musicales: 432 Notacién mayor y menor: 432 ol O02. O03. OF Pl P2. P3 Tipos de obras creadas: 436 Abreviaciones empleadas en obras musicales: 439 Onomatopeyas espaiiolas: 442 1. De la palabra a la onomatope- ya: 442 2. De ta onomatopeya a ta pala- bra: 443 Abreviaturas de érdenes y con- gregaciones religiosas: 446 1. Del nombre a la abreviacién: 446 2. De la abreviacién al nombre: 450 Prefijos y sufijos utilizados en es- paiol: 467 Periodicidad de las publicaciones periddicas: 482 Simbolos de los puntos cardina- les: 483 Siglas y acrénimos: 497 Denominaciones de lo Signos ortograficos, logicos, mo- netarios, musicales y_matemiti- cos mas habituales: 524 Simbolos de los prefijos y unida- des del sistema internacional: 544 Combinaciones posibles de pre- fijos y unidades de los sistemas de medida: 545 1. De la palabra al simbolo: 545 2. Del simbolo a la palabra: 555 Plural de los simbolos del si: 566 Simbolos topograficos de Brasil y Canada: 580 Abreviaturas y simbolos topogra- ficos de los Estados Unidos: 581 Simbolos de las comarcas de Ca- taluiia: 582 Nombres de paises con sus capi- tales y gentilicios: 583 Grafias toponimicas extranjeras: 600 T6. 77. T8. lista de cuadros Abreviaciones de toponimia urba- na: 611 Tratamientos de dignidades y car- gos: 613 1. De la dignidad o cargo al tra- tamiento: 613 2. Del tratamiento a Ja dignidad 0 cargo que lo recibe: 616 Abreviaturas de tratamientos: 618 1, Del tratamiento a la abreviatu- ra: 618 UL. Zi. 22. 23 Z4, 2. De la abreviatura al tratamien- to: 619 Conversion de medidas y pesos: 624 Nombres de los signos de! Zodia- co: 641 Signos del Zodiaco: 642 Las voces de los animales: 643 Nombres de los conjuntos de ani- males: 644 15 Presentacion ARTINEZ DE Sousa Heva me- Jo trabajando con la palabra, ya sea componiendo, corrigiendo, escribien- do o leyendo textos. Sus dedos estan encallecidos de apretar el boligrafo o de percutir las teclas de una maquina de escribir o de un teclado de ordenador: sus ojos estin cansados de Icer origina- les y prucbas a la espera de su publica- cidn. Pero, sobre todo, su mente ha e: do aquejada de la enfermedad que pie a la sabiduria: su obsesiva inquictud por encontrar respuesta al porqué de las cosas, No se ha limitado a aprender los intringulis de los diversos oficios que ha ejercido, sino que ha intentado siem- pre comprender las tareas que cada uno de ellos conllevaba; y no solo por cl puro desco de entenderlos y dominarlos me- jor, sino por el de perfeccionarlos. Bue- na parte de sus obras (entre otras, el Dic- cionario de tipografia y del libro, eb Diccionario internacional de siglas y acrénimos, el Diccionario de informa- cién, comunicacién v periodismo y el Diccionario de lexicografia préctica) responden precisamente a esa necesidad, De no ser por el curriculo que lo avata, podria parecer, si no pretencioso, si al menos atrevido redactar un manual de estilo de la lengua espafola. En primer lugar, porque el estilo, tal como lo con- cebimos hoy dia, no es cosa que pueda liquidarse compilando las reglas grama- ticales que gobiernan una lengua (gra- nnitica, ortografia, terminologia), tarea ya ardua de por si y no exenta de posi- ciones encontradas, sino que afecta al modo en que las unidades textuales que conforman un escrito son revestidas de forma grafica y apariencia fisica (tipo- grafia), a los métodos y técnicas que ayu- dan al escritor a construir su discurso (redaccién), a las normas y usos que re- gulan la publicacién (edicién) y, por ul- timo y no por ello menos importante, a las directrices éticas que deben guiar el proceder de los que escriben, traducen, corrigen y editan. Estamos, pues, ante un tema poliédrico y con aristas. Y en segundo lugar, porque no creo factible y menos atin eficaz, y asi lo ma- nifiesta también el autor en distintas par- tes de este manual, reunir bajo un mis- mo techo todas las peculiaridades del estilo en las distintas ramas del saber y 17 aR NR ARAN AA AAN - NAA aAN SM on presentacién entornos profesionales. Porque, si bien es verdad que la lengua es la herramien- ta comtin a todos tos que producen y tratan textos escritos, también lo es que Ja manera en que estos se visten y ador- nan en cada una de estas especialidades son extraordinariamente dispares. No obstante, si alguien en Espaiia esta en condiciones de hacerlo sin perecer en el intento, esc es, sin lugar a dudas, Martinez de Sousa. Solo él posce los mimbres que permiten construir esa ces ta. De todas las cuestiones a las que an- tes me referia y que caen bajo el amplio manto protector del estilo, Martinez de disertado monograficamente (Diccionario de tipografia y del libro, Diccionario de bibliologia v ciencias afi- nes, Manual de edicion y autoedicion, Diccionario de redaccion y estilo, Dic- cionario de ortografia de ta lengua ¢: paiiola, Diccionario de usos y dudas del espatiol actual, Diccionario de ortogra- fia técnica, Diccionario internacional de siglas y acronimos, Diccionario de in- formacion, comunicaciin y periodismo). ‘Ademas, posee el arrojo necesario para afrontar retos dificiles. Qué podemos de- cir de un hombre que ha osado propo- ner una reforma de la ortografia espaiio- la, aunque no haya gozado del eco que é1 pretendia, no por la esencia de sus propuestas, sino por carecer de la auto- ridad de que estan investidos los que tie- nen poder para reglar la lengua. Se nos presenta, pues, un manual que pretende asistir y orientar a escritores, tanto literarios como cientificos o técni- cos (desde profesores hasta investigado- tes), editores de todos los ramos, técni- cos editoriales, especialmente correcto- res de estilo y tipogrificos, periodistas. traductores...; en definitiva, que esta di- rigido a todos aquellos que participan de una u otra manera en cl complejo acto de la comunicacién escrita, Estén segu- ros todos los destinatarios de este libro de que en él hallaran respuestas a sus preguntas, certezas para sus dudas, solu- ciones a sus problemas, explicaciones para las cuestiones mas enrevesadas. Es tan inmensa y abrumadora la ca- tarata de conocimientos que aqui se des- ulan, que todos los sedientos de conoci- micntos lingiiisticos, estilisticos 0 tipo- graficos podrin aplacar su sed en esta fuente. Pero, y tal vez no pueda ser de otro modo dada la amplia audienci que se dirige, no todos quedaran mente satisfechos. Esta es al mismo tiem- po la grandeza y la miseria de esta obra Los autores y editores cientificos, por referirme a aquellos a los que me siento mas proximo y de los que puedo hablar con cierto fundamento, deberdn seguir sirviéndose de los manuales y estandares de facto vigentes en cada disciplina, Las particularidades terminoldgicas imperan- tes en cada campo y el seguimiento ma- sivo que se hace en las distintas areas de conocimiento de algunas de las normas que intervienen en la redaccién de un 10 cientifico, con especial mencién de los sistemas de citacion y referencia- cidn bibliografica, asi lo aconsejan. Hay que tener muy presente que los hibitos de publicacién son tan dis- pares entre las diversas disciplinas, que fo mas razonable es atenerse a las pau- tas que, tras alos de sesudos debates, han logrado imponerse a duras penas. Crear nuevas normas, por muy raciona- les que estas sean y por mucha autori- dad intelectual que posea quien las pro- pugna, entorpeceria mas que ayudaria a Ja comunicacidn cientifica. Baste obser- var lo que ha ocurrido con las normas 180 (International Organization for Stan- dardization) de publicacion: no son co- nocidas y, por ende, no son aplicadas, ¥ cuando se conocen son ignoradas 18 olimpicamente. A pesar de lo dicho, los cientificos, sobre todo los que siguen empleando el espafiol como lengua para comunicar los resultados de sus investi- gaciones, lamentablemente cada dia me- nos, podran recurrir a este manual con la seguridad de que podran hallar en él informaciones que no estan a su alcance en ninguna obra escrita en castellano. Estamos, por otra parte, ante un ma- nual de estilo atipico, si lo comparamos con los libros de estilo que para cl consumo de la prensa se han publicado en Espaia (Abc, El Pais...) 0 con ma- nuales de estilo anglosajones de la sole- ta del Chicago Stvle Manual, del Counc Biology Editors Manual, del American Medical Association Manual of Style o del Publication Manual of the American Psychological Association. Ante todo, porque todas estas obras son de respon- sabilidad colectiva. Aunque después de lo dicho sobre la personalidad del autor no nas puede extrafiar, pues ya pode- mos hacernos una idea de lo que cs capaz. Por consiguiente, lo que ma asombra de este monumental trabajo es que haya sido ejecutado en solitario, algo que ya sorprendié a uno de sus criticos, quien dudaba qué admirar mas, si la ciencia o la paciencia de que hacia gala el autor, Pero es que, ademas, ni por la forma en que se estructura y dispone ni por el lenguaje que emplea es un libro de esti- lo parangonable. Asi, mientras que lo ha- bitual en dichos manuales es organizar los temas de manera sistematica, des- componiendo un tema en epigrafes y subepigrafes, en este manual, sin renun- ciar a esta estructura (la parte primera de la obra sigue este camino), se opta, ademas, por ofrecer una lista alfabética de los términos pertinentes (segunda par- te). Aqui reside uno de los principales activos y aciertos de la obra. La disposi- cién cn forma alfabética posibilita que cualquier persona, sin necesidad de di poner de conocimientos previos, pueda consultarla con facilidad identificando el tema de su interés. Es, por otra parte, tal el ctimulo de entradas y de remisio- nes a otras voces equivalentes o relacio- nadas, que es dificil que el lector no pue- da localizar el aspecto que le interese. Asimismo, estd cuajado de cuadros, ilus- traciones graficas y ejemplos que per- miten al lector interpretar correctamente Ja informacion que se le ofrece. De nue- vo Martinez de Sousa nos vuelve a de- mostrar su maestria en la confeccién de este tipo de obras. No hay que olvidar que es un experto reconocido, siendo au- tor de un reputado manual con el que ha sentado citedra en la materia (Diccio- nario de lexicografia practica). Acostumbran los manuales de estilo al uso a cmplear un lenguaje claro, pre- ciso, conciso y prescriptivo, cualidades que enticndo deben adornar las obras que se precien de Hlevar este nombre. De no ser asi, se corre el riesgo del rechazo por parte de escritores y editores. Y es que cuando un autor o un editor se ha- Han en la zozobra de la duda necesitan, al igual que el enfermo que acude a su médico de cabecera, recetas que palien el mal y resuelvan el problema. Pues bien, que sepa el tector que en este libro no solo se le ofrecen recetas, sino que estas vienen aderezadas con explicacio- nes, justificaciones, discusiones, en al- gunos casos, a mi modo de ver, excesi- vas pata los fines de la obra, pero que estoy seguro de que hardin las delicias de los amantes de la lengua y demas biblidlatras, Pero la btisqueda de respues- tas racionales al porqué de la realidad es rasgo consustancial al autor. Al igual que su propensién natural a poner nombres a las cosas y a definir hasta lo indefini- 19 presentacién ble. Su amor por la lexicografia le Heva a utilizar, ¢ incluso a crear, términos irre- prochables conceptuaimente, pero de poco uso y ajenos al vocabulario del es- critor y editor de a pie. Sirvan de botén de muestra los siguientes: editorial bi- bliolégica, editorial hemerolégica, edi- tologia cientifica, ortotipografia. Creo Iegado el momento de calificar la obra. Lo mejor que se puede decir de un manual de estas caracteristicas ¢s que es itil, No hay que ir més alla de la lista de cuadros y figuras para darnos cuenta de la utilidad de este libro. Escritura de simbolos, numeros, fechas, unidades de tiempo, unidades de medida, nomen- claturas, antropénimos, topdnimos, abre- viaturas de todas las clases y un largo etcétera. Pero no se detiene ahi, pues nos suministra oricntaciones sobre como redactar titulos, citas, notas, referencias bibliograficas; sobre cémo emplear co- rrectamente nuestro idioma (ortografia, Iéxico, gramatica) 0 cémo hacer un di- io tipografico coherente y estético gra- cias a la informacién sobre tipos de le- tras, lineas, parrafos, paginas, partes de una obra... Por todo clio, el Manual de estilo de la lengua espafiola es una obra de refe: rencia fundamental para escritores, cdi tores, traductores, correctores; una de esas obras que deben estar siempre a mano encima de la mesa de trabajo. Podria seguir aiadiendo epitetos clogio- $0s, pero esta obra no los necesita. Mu- chos de ellos, por manidos, han perdido realmente su valor. Si algiin reproche pudiera hacérsele, es que Iega en un momento inoportuno, por no haber vis- to la luz antes. Su publicacién, por va- rias razones, no sélo era necesaria, sino urgente. En primer lugar, porque los medios profesionales de la edicién cs- paiiola, faltos de formacién reglada, ca- recen de la instruccién necesaria para desempefiar con el debido decoro su trabajo. Aunque esta obra no pueda su- plir esas carencias educativas, si por lo menos puede aliviarlas. En segundo lu- gar, porque existen campos de la edi- cién espafiola, como el cientifico, don- de la ausencia de manuales de este tenor constituye, mas que una laguna, un au- téntico agujero negro. En tercer lugar, porque de haber nacido antes esta obra, hubicra prestado un servicio ecolégico de primera magnitud, ahorrando el -pa- pel y la tinta que se han desperdiciado en la edicién de algunos mal Ilamados manuales 0 libros de estilo. Ahora ten- dra que cumplir otra funcién: evacuar la laguna de las obras que la han Henado de turbias aguas. Y en tiltimo lugar, porque las nuevas tecnologias de la in- formacion y la comunicacién han cor vulsionado el mundo de la edicién, Si el ordenador y los procesadores de textos dotaron al acto de escribir y editar un texto de sencillez y rapidez sin prece- dentes en la historia de la escritura, Internet ha aparecido como el mas po- tente medio de publicacién que ha visto el hombre desde la irrupcién de la im- prenta. Al dar voz. a los que antes no la tenian, ha hecho ajfiicos el tradicional circuito de comunicacién escrita que descansaba en la trilogia autor-cdi- tor-lector. El editor, que venia actuando de filtro entre el autor y el lector, como un agente regulador de los flujos de la producci6n escrita, se ha visto desbor- dado desde el momento en que el autor se transforma a la vez en editor de sus propios escritos. Miles de autores, antes an6nimos, que sofiaban con la posibili- dad de ver sus palabras en letras de molde impresas en papel, han hecho realidad sus deseos y, aunque ahora sca en moldes virtuales, tienen la posibili- dad de difundir sus pensamicntos sin limitacion alguna. Para todos ellos, este 20 presentacién rd herramicnta que ayudar nfo solo a juntar palabras con cierto orden 0 a hilvanar ideas con sentido, sino a presentarlas con rigor no cxento de belleza. manual Conociendo al autor, estoy seguro de que este manual no se detendra aqui. Antes aun de haber visto la luz esta edi- cién, ya estard pensando en la proxima, que, no me cabe duda, est asegurada. Emilio Dr.Gavo L6rez-C6zar Granada, octubre de 1999 21 ~ Prologo a la primera edicién UNCA se habia dado en espaol una floracién de libros de estilo como La aparecida, tanto en Espaia como en His panoameérica, en los ultimos veinte afios: libros de estilo de periddicos, de televi- siones, de radios, de universidades, de ayuntamientos, de cajas de ahorro... In- cluso libros de estilo generales, sin un destinatario preciso. Parece como si de pronto se hubiera despertado la concien- cia lingiistica y normadora de las per- sonas ¢ instituciones que manejan cl len- guaje escrito en sus relaciones profesio- nales con los demas. A primera vista, podria parecer que, si no fuera por cl mantenimiento y la alimentacin de la honrilla, seria prefe- rible fundir todos esos libros y obtener un solo libro de estilo genérico que fue- se util a todo el mundo hispanico, aun- que después cada periddico, ayuntamien- to, universidad 0 entidad afiadiese Ja in- formacién especifica para su propio uso. Sin embargo, este proceder, que seria sin duda ttil para los periédicos y algunas de las instituciones mencionadas, no lo seria para ninguna de las especialidades de la ciencia y de fa técnica. Es obvio gue un libro de estilo de_un periédico sirve de poco en una caja de ahorro 0 en un ayuntamiento, que tienen necesida- des expresivas distintas. Lo mismo su- cederia, con mas raz6n, en el campo de la biologia, la medicina, la quimica, la bioquimica, la sicologia, la siquiatria, la astronomia y en otras muchas especial dades cicntificas y técnicas. Las abre- viaciones, la terminologia, la metodolo- gia y otros aspectos son tan disimiles que, en efecto, cada uno de esos cam pos debe tener su propio manual de esti Io, y asi sucede en otras lenguas en las que desde hace tiempo se ha tomado con- ciencia de la importancia que tiene la emision cientifica de mensajes. Un in- conveniente, al parecer insalvable: esa situacién contribuye a aumentar la falta de uniformidad general en la presenta- cidn de los trabajos para su publicacién, ya que las normas fijadas por cada enti- dad o institucién no son necesariamente iguales que las de las restantes. La ex- periencia en la aplicacién de normas en el mundo editorial, sea el bibliolagico 0 el hemeroldgico, ya nos indica algo de esto: el lector no entiende como lo que es correcto en una publicacién esta 23 prélogo prohibido en otra o a qué se debe que unos libros utilicen una determinada gra- fia que es evitada cuidadosamente en otros. Esta situacién afecta especialmente (dramaticamente, diria) a los escritores y, sobre todo, a los traductores y a los correctores de estilo y tipograficos, pero también a los profesores de todos los niveles de la ensciianza y demas profe- sionales de la lengua. En muchos aspee- tos de la grafia, no se sabe qué aplicar ni qué enseiiar. También falta en ef mercado un ma- nual de estilo para las personas no espe- cializadas, para los escritores de a pie, los que no pertenecen a un periddico, a una revista, un ayuntamiento ni a una caja de ahorro y tampoco escriben ex- clusivamente para un publico cientifico © especializado. Me refiero a los escri- tores que trabajan en o para una cdito- rial, en su casa para si 0 para otros, a los traductores, a los impresores y a los autocditores, a los correctores de estilo y tipograficos, a las empresas de scrvi- cios editoriales y también, cémo no, a las instituciones y entidades que emiten mensajes, a los periodistas y especialis- tas que no tienen un manual de estilo que los guie en sus dudas y los ayude a pergehar y a presentar sus materiales escritos. También, claro, a quicnes pre- paran una tesis o han de presentar un trabajo de redaccién del tipo que sca. Las dudas que se presentan al tratar de pergefiar un texto destinado a la pu- blicacién son de todos los colores y for- mas. También son variopintas las mane- ras de resolverlas. Un manual de estilo tiene la funcién de elegir, para una pu- blicacién o una entidad determinada, las grafias que autoriza y los usos que re- chaza, asi como la parte de documenta- cién genérica que pueda resultar util cn funcién del tipo de escrito de que se trate, con las explicaciones oportunas cuando sean necesarias. Dice como se utilizan las abreviaciones (abreviaturas, abreviamientos, criptonimos, simbolos, siglénimos, siglas) y los alias y sobre- nombres; cudindo se utiliza maydiscul y mintiscula (documentos histéricos, cda- des, épocas; instituciones, entidades, or ganismos, organizaciones): como se es- criben los antropénimos (nombres y ape- Itidos) y los topénimos (macrotopéni- mos, mesotopdnimos y microtopénimos); cuil es la grafia de los nombres cientifi- cos; cémo afectan al significado de las palabras las desinencias y prefijos y sufi- jos; como se escriben los ejemplos, los titulos de obras creadas (libros, publica- ciones periddicas, titulos de esculturas, pinturas, obras musicales y de teatro); qué grafia hay que conceder a los ex- tranjerismos crudos 0 ‘a los aclimatados a las peculiaridades de nuestra lengu: cual es la grafia exacta y el significado preciso de una locucién latina o cl siz nificado de muchas siglas; como se uti- liza un tratamiento 0 a quién correspon- de una condecoracién o la abreviatura de una orden religiosa... De todo clio, en esta obra hay informacién para satis facer las dudas de quien pueda necesitar tales materiale: El lector debe saber que no hay que buscar cn un manual de estilo respucs- tas a cuestiones que hay que plantear a otras obras como los diccionarios de usos y dudas, por ejemplo. Un diccionario de usos y dudas nos dice, en relacion con las palabras y sintagmas que registra, cuales son los plurales que no se ajustan a las reglas ordinarias, la conjugacién de los verbos irregulares, cl régimen preposicional de algunas palabras, el gé- nero de las palabras que lo presentan dudoso, la propicdad 0 impropicdad de ciertos términos, las palabras y construc- ciones que hemos tomado impropia- 24 prélogo mente de otros idiomas y cuestiones se- mejantes. EI presente manual de estilo contiene informacion que puede resultar atil tan- to a los cientificos como a los técnicos y litcratos. Sus normas y los datos que Se aportan son comunes a todas las ¢s- pecialidades. Sin embargo. hay aspec- tos, sobre todo en Io relacionado con ta metodologia det trabajo y la forma de Ilevar a cabo ciertos extremos de la es- critura cientifica, en los cuales sin duda cada uno deberia seguir lo que los orga nismos pertinentes aconsejan para tales especialidades. Estas presentan neces dades normativas distintas, de tal mane- ra que, como se ha dicho antes. las nor- mas de una pueden ser inutiles, 0 poco menos, para otra. Sin embargo, en todas. las especialidades técnicas, cientificas 0 literarias se usan, alfabetizan y traducen nombres de personas (antropénimos) y de lugares (topdnimos), se escriben abre- viaciones generales y especializadas, ci- fras, tratamientos, etcétera. Por otro lado, escritores no especializados, periodistas, traductores, correctores de estilo y tipo- grificos, profesores, eteétera, pueden ne- cesitar en algiin momento la consulta de los datos que cn este manual se ofrecen y que probablemente no van a hallar con facitidad en otros manuales. En muchos casos, el contenido de este libro se complementa con el de otras ‘obras mias publicadas con anterioridad. No me ha parecido oportuno (por razo- nes que no vienen al caso) repetir una y otra vez que es conveniente, si se desea dominar mejor cl campo estudiado, con- sultar tales obras, pero creo que aqui debo decir que es aconsejable conocer especialmente dos de ellas: el Dicciona- rio de ortografia técnica (Madrid: Fun- dacion German Sanchez Ruipérez, 1987, 1999 [primera reimpresidn]) y el Diccio- nario de ortografia de ta lengua espaiio- Ja (Madrid: Paraninfo, 1996). En este ofi- cio de escribir y corregir también puc- den resultar wiles cl Diccionario de re- daccién y estilo (23 ed., Madrid: Pirami- de, 1997), el Manual de edicién y auto- edicién (Madrid: Pirimide, 1994, 1999 jan]), ¢l Diccionario de lexico- grafia préctica (Barcclona: Biblograf, 1995) y, finalmente, el Diccionario de usos y dudas del espatiol actual (22 ed., Barcelona: Biblograf, 1998). Me place dar las gracias por su ayuda a mis amigos Jon Akordagoikoctxea, Ra- mén Andrés, Alberto Lazaro Tinaut, Juan Gabriel Lopez Guix, José Antonio Pérez Bouza, Silvia Senz, Silvia Sesé y Ama- deu Pons i Serra, de Barcelona; Luis M. Garcia-Barrio, de Filadelfia (Estados Unidos); Gabriel Maria Verd (S. 1.), de Granada; Antonio Lépez de Zuazo Algar y Bernardo Rechea Bernal, de Madrid; José Antonio Cordon Garcia, de Sala- manca; Blanca Martinez Nieto y Ricard Sebastia Simarro, de Tarrasa (Barcelona); Jorge de Buen Unna, de Tijuana (Méxi- co); Manuel Anguiano Villegas (O. Carm.), de Roma (Italia), y Luisa Arman Lomba y Victor Manuel Iglesias Viquei- ra, de Vigo (Pontevedra). Quiero dar especialmente las gracias a Emilio Delgado Lopez-Cozar, profesor de la Universidad de Granada (amable presentador de esta obra), y a Karen Sha- shok, de la misma ciudad, especialistas cn escritura cientifica y en edicién de revistas cientificas. Ellos revisaron aten- tamente la primera parte y de ellos he aprendido mucho de lo que en ella digo. La responsabilidad ultima, naturalmente, es solo mia. José MARTINEZ DE Sousa 25 Feel le a a a NAN RARER ARR NR ARNO Prologo a la segunda edicién RACIAS a la amable acogida que esta obra ha tenido por parte de los lee- tores, en solo un aiio se ha agotado la primera edicion. Ello permite al autor corregir y poner al dia la materia, afinar las normas, adecuar los ejemplos, redis- tribuir los datos en casos de necesidad y dotar al conjunto del orden y fa claridad necesarios. Con este pulimicnto, la obra cumplira con sus fines con mayores ga- rantias de sericdad y a plena satisfac- cién de quienes la han adeptado como base de trabajo, estudio y consulta. En esta labor de correccion y puesta al dia no he estado solo. Muchos ami- gos me han escrito con sus listas de as- pectos opinables y perfectibles. Debo confesar que me he aprovechado desca- radamente de sus opiniones. No he esta- do de acuerdo con todas y cada una de las notas que me han proporcionado, pero si con la inmensa mayoria de ellas, lo que significa que los lectores de tex- tos normativos en espaitol son cada dia mas criticos y mas sabios. Esto es bue- no para la lengua y para Ja unificacién de criterios en la escritura técnica y cien- tifica, que es el fin que se propone la obra. 26 Entre las personas que me han ayud: do, y a fas cuales quiero mostrar mi age: decimiento mas sincero, debo mencio- nar a Fernando A. Navarro (especialmen- te) y a Juan Francisco Crespo Hidalgo, Amadeu Pons i Serra, Xabier Armend: ritz Gonzalez de Langarika, Concha F. Paris, Guillermo Calvo, Maria del Car- men Ugarte Garcia, José Santiago Mon- tes y Jordi Minguell, entre otros. Me parece de justicia agradecer las criticas que la obra ha merecido. De las que conozco, debo destacar especialmen- te las firmadas por Karen Shashok, José Luis Gonzalez, Asuncion Escribano, Ma- rietta Gargatagli y José Antonio Millan. Merecen también mi gratitud los miem- bros de la AEB (Asociacién Espaiiola de Bibliologia), presentadores de la obra en Salamanca, y los de la atic (Associaci6 de Traductors i d’Intérprets de Catalu- nya), organizadores de la presentacién en Barcelona. También agradezco a Maria-Fernanda Poblet su excelente trabajo en la confec- cidn del indice alfabético con que se en- riquece esta segunda edicién. José Martinez bE Sousa Manejo de la obra Con objeto de facilitar la consulta y obtener de cella los maximos bencficios, antes de sumergirse cn los vericuctos de Ja obra, cl lector debe tratar de com- prender sus mecanismos y la forma en que se presentan sus contenidos, espe- cialmente en lo que se refiere a la se- gunda parte. Para la comprensién de la primera parte basta, en principio, con consultar el indice (pp. 7-12), en el que se expone la materia con sus divisiones y subdivisiones. Este indice se comple- menta con la lista de cuadros y figuras (pp. 13-15), en el que se indican los que corresponden a cada {etra, ya que el nu- mero de cada cuadro va precedido de Ja letra en que esta inserto. Por ejemplo, el cuadro de los nombres de paises con sus capitales y gentilicios esta en la entrada toponimos y Neva el numero TS. Final- mente, para los casos de duda acerca del lugar en que sc trata una materia conereta, a partir de la pagina 655 se halla un completo indice alfabético con las entradas correspondientes a todas las materias contenidas en la obra. La segunda parte puede parecer mas compleja, pero en cl fondo no lo es. Se tata, en realidad, de una presentacién alfabética de la materia, con desarrollo de cada una de sus entradas y remisiones internas de una voz a las voces relacio- nadas directa 0 indirectamente con ella. De esta forma, es dificil que el lector se pierda, por cuanto siempre hallaré una palabra rclacionada con aquella que pro- voca sus dudas, si es que de primer intencién no ha dado con ella, Esta se- gunda parte esta precedida de un indice de materias (pp. 203-206) en el que apa- rece una lista con todas fas entradas, principales y secundarias, que ta forman. En el tratamiento de las entradas, al fi- nal, como wltimo parrafo, suele haber una remisién general a las palabras rela- cionadas con la de entrada o dependien- tes de ella. Con esta informacién, el lec- tor dara facilmente con la materia que necesita consultar. La primera parte se destina a instruir al lector acerca de la forma de enfocar el trabajo intelectual y de redactar el tex- to correspondiente. La segunda es, como se ha dicho, un diccionario en el que, por orden alfabético, se exponen las ma- terias dudosas y las normas que afectan 27 manejo de la obra a cada una de ecllas desde cl punto de vista de la definicién, la grafia, la alfa- betizaci6n, la traduccién y otras particu- laridades relacionadas con cl empleo de lo que la respectiva entrada sugiere, con remisiones a otras voces para ampliar la informacion o relacionar unos términos con otros del mismo campo asociativo. Por ejemplo, todo lo relativo a los nom- bres de pila esta en antropdnimo, pero también se registran términos como ape- llidos, nombres, nombres de pila, nom- bres de personas, con tratamiento pro- pio 0 envio a antropénimo cuando es necesario, al tiempo que los aspectos concretos relacionados con un tipo de antropénimo se estudian en su voz; por ejemplo, cognomentos, alias 0 apodos, sobrenombres, seudénimos. En general, en cada entrada el texto expone la nor- mativa aplicable al caso, Sin embargo, a veces, para facilitar la comprensién de la norma, se proporciona un texto se- cundario, en forma de nota o amplia cién. Esta se compone en texto menor, sangrado verticalmente y encabezado por una flecha (9). Las remisiones a otros puntos 0 en- tradas se indican con una ficcha como esta: =. Si el lector se siente interesado en el conocimiento del fendmeno a que afecta la remision, lo mejor es seguir la direccién de la flecha. En las citas textuales (por Jo tanto, puestas entre comillas latinas), un signo igual (=) indica que en el original de donde se toma el texto que se reproduce hay punto y aparte. En las referencias al empleo de las mayusculas en las respectivas entradas en que se trata de ellas, con frecuencia se habla de nombre genérico y nombre especifico (0 solo genérico y especifi- co). En las denominaciones sintagmiati- cas (las formadas por mas de un térmi- no), el nombre gencrico (0 solo genéri- co) es el elemento comin del conjunto, coincidente en otras denominaciones del mismo géncro, mientras que cl segundo, el nombre especifico (0 solo especifico), es el elemento distintivo, no coincidente con cl de otra denominacion, aunque esta comicnee con el mismo genérico, Por ejemplo, en un topénimo como bahia de Céidiz, bahia es cl nombre genérico, y Cadiz, el especifico; lo mismo puede decirse de bahia de Rosas, montaiias Ro- cosas, rio Ebro, cabo de Buena Espe- ranza, cicétera; en una cntidad o institu- cién como Ministerio de Hacienda, \a palabra Ministerio es el genérico, y Ha- cienda, cl especifico; lo mismo pucde decirse de Ministerio de Industria, Di- reccion General de Pesca, Escuela Na- val, ctcétera; en un nombre comercial 0 similar como Hotel Reina Sofia, \a pala- bra Hotel es el genérico, y Reina Sofi el especifico; lo mismo vale para Bar Garcia, Cafeteria Rosa, Cine Pelayo, et- cétera. Como se ve, en unos casos el genérico se escribe con inicial minuscu- la y en otros con mayiscula. La regla aplicable se explica en la entrada co- rrespondiente de la segunda parte. Las normas estin siempre ejemplifi- cadas, Cuando los ejemplos se eseriben en parrafo aparte y son mis de uno, solo el iltimo Ileva la puntuacién que le co- rresponda en funcién de cémo siga el texto subsiguiente (generalmente, tal puntuacién es el punto). En los casos de ejemplos de alfabetizacion, las entradas con remisién se grafian de la misma ma- nera que en principio se aconseja que emplee el lector cuando se encuentre en esa necesidad. Es decir, que para indicar que el texto de la remision esta inverti- do, la gratia de esta remision es: cataratas: v. Nidigara, Cataratas det, 28

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