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Breve introducción al sonido: la frecuencia

El sonido es la vibración de un medio elástico, bien sea gaseoso, liquido o sólido.


Las ondas generadas por la fuente sonora producen ciertas variaciones de presión
en el medio (por ejemplo, el aire o el agua), y esto es lo que permite que sean
percibidas por el ser humano (si bien no percibe cualquier variación; si es
demasiado rápida o demasiado lenta no la escuchará). Es por ello que en el espacio
cósmico no hay sonidos, ya que falta el medio por el que deben discurrir: en el
espacio sólo hay vacío, y por ello no pueden haber variaciones de presión audibles.

Partiendo de esto, podemos definir la frecuencia del sonido como el número de


vibraciones (ciclos) que produce una señal sonora por unidad de tiempo (el
segundo). La unidad correspondiente a un ciclo por segundo es el herzio (Hz). Las
frecuencias más bajas en herzios se corresponden con lo que habitualmente
llamamos sonidos "graves?, sonidos de vibraciones lentas. Las frecuencias más
altas en herzios se corresponden con lo que llamamos "agudos" y son por ello
vibraciones muy rápidas.

Como hemos insinuado antes, el ser humano no puede captar cualquier vibración;
el espectro de frecuencias audible variará según cada persona, pero se acepta
como media el intervalo entre 20 Hz y 20 kHz. Así que en este rango de frecuencias
existe todo lo que nosotros podemos oír; más alla están los ultrasonidos (por
encima de 20 Khz) y los infrasonidos (por debajo de 20 Hz), que sí pueden captar
algunos animales con un sistema auditivo más desarrollado.

Cada instrumento musical, como cualquier otra fuente sonora, produce sonido en
una zona determinada de este espectro de frecuencias audibles; unos abarcan más
espacio y otros menos. Y aquí es donde entran los ecualizadores: estos
dispositivos alteran la respuesta en frecuencia de un sonido, aumentando o
atenuando ciertas frecuencias.

Tipos de ecualizadores

Existen varios tipos de ecualizadores; el más simple es el de tipo shelving, que


tiene solamente control de graves y agudos; se encuentra en cualquier equipo
común. Normalmente, estos ecualizadores aumentan o atenúan 15 db en 100 Hz
(graves) y en 10 KHz (agudos), aunque pueden variar según cada modelo. Con un
ecualizador de tres bandas puedes ya aumentar o atenuar bajos, medios y agudos,
también sólo en frecuencias fijas: por ejemplo, en 100Hz (bajos), 2 KHz (medios) y
10 KHz (agudos).

Los ecualizadores semiparamétricos son los que te permiten elegir la frecuencia a


ecualizar; de esta manera puedes aumentar o atenuar las frecuencias que te
parezcan convenientes. En un ecualizador paramétrico tienes, además, la
posibilidad de elegir el ancho de banda (rango de frecuencias afectadas a partir de
la elegida) que quieres aumentar o atenuar. Este parámetro es conocido como "Q".

Por último, los más comunes son los ecualizadores gráficos, que van por lo normal
desde 5 hasta 31 bandas de frecuencia fijas, aunque a veces te encuentras con
aparatos más complejos, con más bandas (en la foto que sigue puedes ver uno de
10 bandas por canal).
Los ecualizadores tienen básicamente estas dos aplicaciones:

Resolver problemas
Los ecualizadores se pueden utilizar como filtros, para atenuar o eliminar
frecuencias que molestan, ruidos o interferencias que se mezclan con el sonido. Por
ejemplo, el hum producido por una mala fuente de alimentación se reduce
atenuando en 50-60 Hz aproximadamente. El hiss, tan común en los cassettes, se
puede disminuir atenuando las altas frecuencias. Por lo general, los problemas
ocurren en un rango determinado de frecuencias, por esto es que los ecualizadores
paramétricos son los ideales para este propósito. Otro problema común es el del
enmascaramiento: un instrumento con una resonancia o un pico en una
frecuencia. Si bien este instrumento suena bien solo, al mezclarlo con otros puede
interferir en la claridad de éstos, por lo que es recomendable atenuar estas
frecuencias, comprimirlas o limitarlas.

Afectar a la personalidad de un sonido


Los EQ también pueden variar el carácter de un instrumento. Esto se logra
alterando la frecuencia fundamental o los armónicos, teniendo en cuenta
siempre que si se alteras todos los instrumentos por separado y luego los mezclan
no se asegura un buen resultado de la mezcla. Para ecualizar correctamente un
instrumento puede servirte como guía nuestra tabla referida al rango de
frecuencias de los instrumentos musicales; para consultarla, pulsa [ aquí ].

Ideas para el uso práctico de los ecualizadores

Como norma general, a cada instrumento se le puede dar cuerpo aumentando su


frecuencia fundamental. Atenúa ésta si el sonido es muy grave o indefinido.
Aumentando los armónicos le das mas presencia y definición, así que atenúalos
también si el sonido es muy violento. Por otra parte, ten en cuenta que
ecualizaciones extremas reducen fidelidad, pero pueden crear efectos
interesantes: por ejemplo, cortando bruscamente los
graves y los agudos de una voz se consigue el sonido
telefónico.

Las siguientes son algunas sugerencias de


frecuencias que puedes ajustar con los ecualizadores.
Si quieres lograr el efecto deseado, aumenta en esa
frecuencia; si no lo quieres, atenúala (en la foto, una
EQ de Cubase configurada para reducir los hiss y
hums de una pista de voz).

· Bajo: Cuerpo y profundidad en 60 Hz, áspero en


600 Hz, presencia en 2.5 kHz y ruido de cuerda a
partir de los 3 kH.

· Guitarra acústica: Cuerpo en 80 Hz, presencia en


5 kHz, sonido de púa por encima de 10 kHz.
· Guitarra eléctrica: Pegada en 60 Hz, cuerpo en 100 Hz, estridente en 600 Hz,
presencia en 2-3 kHz, latosa y rasposa arriba de los 6 kHz.

· Batería: Cuerpo en 100 Hz, apagada en 250-600 Hz, trash de 1 a 3 kHz, ataque
en 5 kHz, seca y enérgica en 10 kHz.

· Bombo: Cuerpo y potencia por debajo de los 60 Hz, acartonado 300-800 Hz


(corta de 400 a 600 para conseguir un mejor tono), y el kick o ataque en 2-6 kHz.

· Percusión: Brillo y presencia en 10 kHz.

· Saxo: Cálido en 500 Hz, duro en 3 kHz, sonido de llaves por encima de 10 kHz.

· Voz: Cuerpo en 100-150 Hz (hombre), cuerpo en 200-250 (mujer), sonido nasal


en 500-1000 Hz, presencia en 5 kHz, y sonido de 's' arriba de 6 kHz.

¿Hay que usar los EQ cuando grabas o cuando mezclas?


Si se graban todos los canales por separado, lo que usualmente se hace es grabar
con todos los EQ planos y ecualizar durante la mezcla. Esta es la mejor solución,
porque las cosas cambian cuando se escuchan todos los instrumentos al mismo
tiempo. Si, en cambio, tienes que hacer premezclas antes de grabar, debes
ecualizar antes de premezclar. También debes saber que, en tomas de micro, antes
de usar un EQ debes intentar lograr ese cambio de tono cambiando de lugar los
micrófonos. Esto le da un efecto más natural que utilizando el EQ. Para acabar,
recuerda que los EQ suelen trabajar mejor cuando se utilizan sutilmente
(variaciones de 2 o 3 db pueden ser suficientes).

El error más común es comenzar agregándole graves a todo; así la mezcla sonará
grave y turbia. Si haces eso podrías pensar que subiendo los agudos se arreglará el
fiasco, pero verás enseguida como los medios suenan débiles... y se descontrolará
todo. Un buen consejo es utilizar la EQ con bypass para ir escuchando y
controlando la ecualización en todo momento.

· Tutorial cedido por Tamaba (Taller de Música y Arte de Buenos Aires) [


http://www.tamaba.com.ar ]
· Aumentado y adaptado por Xabier Blanco

Tabla: rango de frecuencias de los instrumentos


musicales
Revista

• Artículos técnicos

Autor:
Xabier Blanco
Instrumento Fundamental Armónicos
Flauta 261-2349 3-8 KHz
Oboe 261-1568 2-12 KHz
Clarinete 165-1568 2-10 KHz
Fagot 62-587 1-7 KHz
Trompeta 165-988 1-7.5 KHz
Trombón 73-587 1-4 KHz
Tuba 49-587 1-4 KHz
Tambor 100-200 1-20 KHz
Bombo 30-147 1-6 KHz
Platillos 300-587 1-15 KHz
Violín 196-3136 4-15 KHz
Viola 131-1175 2-8.5 KHz
Cello 65-698 1-6.5 KHz
Bajo acústico 41-294 1-5KHz
Bajo eléctrico 41-300 1-7 KHz
Guitarra acústica 82-988 1-15 KHz
Guitarra eléctrica (amplif.) 82-1319 1-3.5 KHz
Guitarra eléctrica (directa) 82-1319 1-15 KHz
Piano 28-4196 5-8 KHz
Saxo Soprano 247-1175 2-12 KHz
Saxo alto 175-698 2-12 KHz
Saxo tenor 131-494 1-12 KHz
Cantante 87-392 1-12 KHz

Uso de micrófonos: guitarra, bajo y voz


Revista

• Artículos técnicos

Autor:
Eduardo Cabral
Hoy saldamos una deuda que teníamos con vosotros
desde hace demasiado tiempo. Con este artículo
completamos la serie sobre uso de micrófonos que arrancó
en febrero de 2006 con la parte dedicada a baterías. En
esta ocasión, nos ocupamos del microfoneo de guitarras
acústicas y eléctricas, bajo eléctrico y voz. Se incluyen 17
ejemplos en MP3 de tomas realizadas con Shure SM57,
AKG C41, AKG D112, Sennheiser 421 y Neumann U87.
Tampoco faltan capturas de la ecualización recomendada,
buenos consejos técnicos y fotografías de la posición y
distancia de los micros.

Tomáoslo como una introducción al trabajo con


micrófonos. Recordad que, para conseguir un buen sonido, no basta con seguir al
pie de la letra unos cuantos consejos y tener un buen material; hay muchos otros
factores que influyen: la calidad del instrumento y la destreza del ejecutante, la
acústica de la sala, vuestra habilidad con los ajustes...
Guitarra eléctrica
En el registro sonoro de la guitarra eléctrica, uno de los micrófonos más usado es el
Shure SM57. También es muy bueno el Royer R-121 -un micrófono de cinta-. El
AKG C414 es otro micro que responde bien en frente del altavoz, como el Neumann
TLM193. Todos estos micrófonos se pueden poner perpendicularmente al altavoz o
con un ángulo de 45 grados, entre otras posibilidades. Cabe destacar que la
afinación, el guitarrista, la guitarra, pastillas, amplificador y altavoces son tan
importantes como el micrófono y la propia grabación.

En este caso vamos utilizar un AKG C414 muy cerca del altavoz, a unos 5
centímetros, al igual que un Shure SM57:

En el caso que el bafle de guitarra fuera abierto por detrás, también se puede poner
un micrófono en la abertura para captar ese sonido. Para este propósito, un Shure
beta 52, AKG D112 o Sennheiser MD421 harían un buen papel. Este micrófono
debe tener la fase invertida:
Micrófono Shure SM 57
Micrófono AKG C414
Ambos micrófonos

Sonido procesado

> >
Micrófono Shure SM 57 Micrófono AKG C414
Ambos micrófonos

Bajo eléctrico
El bajo eléctrico rinde más con las cuerdas nuevas, siempre que se busque un
sonido brillante. Normalmente, los micrófonos que funcionan mejor son los AKG
D112, Shure Beta 52, EV RE20 y Senheiser 421. Es aconsejable también utilizar
una toma de bajo directa de una D.I., aparte de los micrófonos y/o de la salida
balanceada del amplificador o previo de bajo.

En la foto de abajo vemos un AKG D112 a unos 10 centímetros del altavoz, entre el
centro y la circunferencia. Este micrófono es capaz de captar el sonido con calidad y
definición. También usamos un Senheiser MD421, pero un EV RE 20 sería otra
buena opción.

Micrófono Senheiser 421


Micrófono AKG D112
Ambos micrófonos
Sonido procesado

> >

Micrófono Sennheiser 421 Micrófono AKG D112


Ambos micrófonos

Guitarra acústica
Suponiendo que el sonido de la guitarra sea muy bueno, que está afinada, con las
cuerdas nuevas o casi nuevas y que la técnica del ejecutante es buena, nos
ponemos en marcha para elegir micrófonos. El Neumann U87 y el AKG C414 son
dos de los más utilizados, aunque se podrían usar también un Neumann M149 a
válvula, o dos AKG C451/Neumann KM 184 pequeños y cristalinos.

Se puede añadir otro micrófono Neumann U87 a 1 ó 2 metros de distancia. A


veces, también se puede colocar un micrófono como el Sennheiser MD421 detrás
de la caja de resonancia, para buscar otro tipo de cuerpo -aunque no es muy
habitual-. También juega un papel importante la acústica del lugar.
En las fotos anteriores se ve el Neumann U87 a unos 15/30 centímetros de la boca
de la caja de resonancia; esto nos dará un sonido puro, natural, con mucho cuerpo,
mientras que el AKG C414 nos dará una brillantez especial.

Otra forma de hacerlo es poner dos micros en forma X-Y (foto inferior). Para esta
técnica, dos Neumann KM184 o dos AKG C451 serían una opción acertada, aunque
yo prefiero hacerlo con el Neumann U87 y el AKG C414, como está explicado
anteriormente.
En este caso, con un sonido acústico no hay que abusar de compresión, si lo que
buscamos en una guitarra acústica es que suene natural.

Micrófono Neumann U87


Micrófono AKG C414
Ambos micrófonos paneados

Sonido procesado
>

Micrófono Neumann U87 Micrófono AKG C414


Ambos micrófonos paneados

Voz
En el registro de la voz humana hay muchas cosas a tener en cuenta; sobre todo,
que el cantante no se mueva mucho, no llevar el ritmo con el pie, no usar los
auriculares a un volumen excesivo, y que éstos sean siempre cerrados. El uso del
popfilter o antipop es imprescindible, para que las "P" y "B" no suenen como un
golpe en el diafragma del micrófono y arruinen la grabación.

El micrófono más clásico para grabar voces, y mi favorito también, es el Neumann


U87 -otra vez-.

En las fotos vemos que el cantante está a unos 15/20 centímetros del micrófono
Neumann U87; esta es la posición más normal.
Puede usarse un AKG C414 a un metro de distancia, siempre que la acústica del
lugar sea muy buena, aunque para mi gusto, con el primero es suficiente.

Micrófono Neumann U87


Micrófono AKG C414

Sonido procesado

Poca ecualización le hace hace falta al sonido de una voz usando micrófonos como
el U87 -para mi gusto-. En estos ejemplos hay un de-esser en cada micrófono, un
BBE Sonic Maximizer y un L2 de Waves, pero no ecualización:

Micrófono Neumann U87


Micrófono AKG C414
Ambos micrófonos

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