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LA PRODUCCIN DE
SINCERIDAD
L
En estos das. casi todo el mundo parece estar de acuer
do con que la poca en la que el arte trataba de establecer su autonoma -con o sin xito- est terminada.
y aun as este diagnstico produce sentimientos encontrados. Uno tiende a celebrar la predisposicin del arte
contemporneo para trascender los confines tradicionales del sistema artstico si tal movimiento est marcado
por el deseo de cambiar las condiciones sociales y polticas dominantes, para hacer del mundo un lugar mejor, o
dicho en otros trminos, si el movimiento est motivado
ticamente. Uno tiende a reprobar, por otra parte, esos
intentos de trascender el sistema del arte que parecen
ir ms all de la esfera esttica: en lugar de cambiar el
mundo, el arte lo hace lucir mejor. Esto produce mucha
frustracin en el sistema del arte, en el que el estado
de nimo parece alternar perpetuamente entre la esperanza de intervenir en el mundo ms all del arte y la
amargura (o desesperacin) dada por la imposibilidad de
alcanzar tal objetivo. Aunque este fracaso se interpreta
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perspectiva segura y externa. La mayora de estos intentos suponen un compromiso poltico o ideolgico de
algn tipo. La comunidad religiosa es as reemplazada
por un movimiento poltico en el que participan de
manera comn artistas y pblicos. Cuando el espectador se involucra desde el comienzo en una prctica
artstica, cada comentario critico es autocrtica. Las
convicciones polticas compartidas convierten al jucio
esttico en algo completa o parcialmente irrelevante.
tal como ocurra antes con el arte sacro. Para decirlo
ms claramente: ahora es mejor ser un autor muerto que ser un autor maldito. Sin embargo, la decisin
del artista de renunciar a la exclusividad de la autora
parece funcionar fundamentalment e para darle mayor
poder al espectador. Al final, este sacrificio beneficia
al artista porque lo libera de esa mirada glida, que
emerge del juicio de un pblico no participativo.
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POLTICA OE LA INSTALACIN
I
Actualmente es habitual homologar el campo del arte
con el mercado del arte, y pensar la obra fundamentalmente como una mercanca. El hecho de que el arte
funcione en el contexto del mercado artstico y de que
cada obra de arte sea una mercanca es indiscutible;
el tema es que el arte se produce y se exhibe para