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‘Traduccién de Rotanpo TAMAYO i ROBERT NOZICK Anarquia, Estado y utopia ‘Da =r FONDO DE CULTURA ECONOMICA Buenos Aires-México-Madrid a |, Slo cuando alguna divergencia entre nuestra con- Pe iets a ‘ertinente para 1a Gilvotia politica, para nues Pise argumento sobre cl Estado, ser4 mencionada aqul. La expovicion sot Be pletamente detallada del fundamento moral, inetuyendo In exposiién pr Precna de la teorfa moral y su base subyacente,requerira una prevention Piegran scala y esta ea una tarea para otro tiempo (soda 1a vida?) Ene area es tan importante, la laguna que su ausencia deja es tan abi fa, que slo es un pequefio consuelo anotar que, sau egos espe ici fe, quien no proporcio ini remota wale adicin dee estactora dl satus y fndamento el Ste Tho natural en su Segundo tratado, I. EL ESTADO DE NATURALEZA Los mvpivipvos en el estado de maturaleza de Locke se. encuentran en estado de perfecta libertad para ordenar sus actos y-disponer-de-sis_pose- _siones y personas como juzguen conveniente, dentro.de los limites del de- echo natura, si er 0 y sin depender de la voluntad de sin- eq ‘giin otro” (sec. 4). Los limites del derecho natural exigen, que “nadie deba dafiar a otro en su vids, salud, Tibertad 0 postsidn’ (sec. 6). Aigunas perso- {{oas transgreden estos limites. “invadienda e]. derecho de otros {-}-y-ha- ‘ciadose daffo unas a otras” y, en respuesta, 1a gente puede defenderse, 0 defender a otro, contra los que violan derechos (cap. mi). El perjudicado y | sus agentes pueden recobrar del trangresor “tanto como pueda dar in- ',demnizacién por el dafio sufrido” (sec. 10). “Todos tienen el derecho de su violacién” (see. 7). Cada persona puede, y s6lo puede, “retribuir_fal transgresor] lo que la razén serena y la conciencia tranquila dicten, lo “proporcional. a su_transgiesi6n, 10 que basta para reparar y ve inco ralera” por los que, dice Locke, ficilmente concedo que el gobierno civil es el remedio apropiado” (sec. 18). Para entender precisamenié To qi civil remedia, tenemos que hacer algo més que repetir Ia lista de inconvenientes del estado de naturaleza que Locke formula. Tenemos que considerar, también, qué, arreglos podrfan hacerse dentro de un estado de naturaleza para enfrentar estos inconvenientes —para evitarlos o para hacer menos probable su surgimiento 0 hacerlos menos graves en las ocasiones que efectivamen- te surgieran. Unicamente después de que todos los recursos del estado de naturaleza sean puestos en juego, a saber: todos aquellos arreglos y acuet- dos voluntarios que las personas pudieran realizar en el ejercicio de sus derechos, y s6lo después de que los efectos de éstos sean considerados, festaremos en posicién de apreciar cudn serios son los inconvenientes que atin quedan por remediar por el Estado y estimar si el remedio ex peor que la enfermedad. ‘York, Cambridge University Pres, 1967, wc. 4 Salvo Indleadén express, wodas las rele- renclas wom al Segundo tratedo. *Grtiidhan nor ha proporcionado wna desctpcén de 1s “Inconvententcs” intcros de ‘Estado: “Ser coseanAno es ser observado, inspeccionado, esplado, dirigdo, juridicamente ‘ndueldo, numerado, repulado, enrolado, endoctrinado, predlcado, controlade, vigilado, ‘ponderado, evaluado, censurado, ordenado, por craturas que no tienen ¢] derecho, la ‘bidurta nl la virtud para hacerlo, Sex costanano significa estar en’ toda operacién, en (ods trantaccién, anotado, registrado, contabllido, tasado, timbrado, medigo, numere- 6, valorado, licendiado, autorizado, amonestado, advertido, prohibido, relormado, corre- ido, cangado, Con el pretexto de la utilidad pablica y em nombre del interés general 8 ‘castigar a los transgresores del derecho, al grado de que se pueda impedir * 4 John Locke, Two Treatises of Government, 2 ed, Peter Laslett (comp), Nuevs “— i x ee a q ye" \ we ve er ‘> fy stvemarfo mis fuerte que haya violado ss x ‘TEORIA DEL ESTADO DE NATURALEZA En un estado de naturaleza, el concebido derecho natural no puede é& nae oe are en forma apropiada (veanse las seciones 158 ara ate ta esablece exe punto acerca de. lor stemas jurdi 160 dom ese on a scion 124), y 1s hombres que inginsu8 Co Der gnc sempre ol benef de ladda y sopandrdn Fo estén en Jo correcto; sobreestimardn la cantidad de datio y perjucio gee tn yi pasion Tos conducird a intentar castiar# fos otos ra ee onl, y a exigir compensacion excesiva. (eck 18, Babs ale eon Jplcacion privada y personal de os propias derechos (incluyeHdo Tos Gut son. violados cuando s¢ 6 en exceso cas rdoy conduce-x-contieidas, a series interminables os de repre ‘Salia-y deext ae-compensicion, Y no hay médio seguro dé resolver fala Qe ex ferernavay y hacer que ambas partes reconozcan que ha re ae econ una de las pavtes dice que swspenderd sus actos de Cero me suede wentine begura onicamente st sabe que aquella Nm no se siente todavia habilitada para obtener recompensa 0 para exigir a ea vant, nabiliada para tatar de hacerlo cuando se pre ente una ocssl6n promisoria, Cualquier método que un individuo particu. see ena Ria intentarebligare de forma irrevocable a terminar adr on dain convenda, ofveceria invlicente seguridad sl ota parte; de Ia misma manera los acuerdos técitos para suspender.serfan tam Eien inestables# ‘Tales sentimientos de ser mutuamente perjudicados pue- aie en clean del wns caro de Tos derechos , no obstante Scuerdos conjuntos sobre los hechos de la conducta de cada persona, tanta mayor oportunidad hay para una batalla de represaias cuando los hechos mayor pop unas De Eoco grado, poco clron Igalmente,en un extado Ge naturalera, una persona puede carecer de poder para aplicar sus dere- Chor; puede estar imposibilitada de castigar o,exigir compensacién de um -chos. (Secs. 128, 126.) ASOCIACIONES DE PROTECCION {4Cémo podrfa uno enfrentar esas dificultades en un estado de naturaleza? Empecemos con la wltima, En un estado de naturaleza un individuo pue- ‘e+ puesto bajo contribucién, ae es reclutado, dexpojado, explotado, monopolizad, opr ao cxprimide, mofado, robado; entonces, apie ln mis Teve reitencia, « Ix primera Palabra de queja, se ev reprimido, multado, difsmado, masacrado, casado, abusado, apo Paar Geatmado, aiado, traumado, Recho prlsionero, jurgade, oondenado, fosfada, dev orado, ecrfiado, vendide, y para corona todo eto, burado, ridicllzado, afrentada, Pryajado, deahonrado. este ca/el gobierno; éta ee au juaticla: data cs ea moral” P. J. | Proshdon, General Idea of the Revolution in the Nineteenth Century. td. de John | BOrerly Robinon, Londres, Freedom Press, 1928, pp. 298-204. Con algunas modificacones L provententes de la traduerign de Benjamin Tucker en Instead of « Book, Nueva York, 1095, p. 26. 1 Sobre las difeattades de obligarse uno mismo a una sltuacién y sobre los acuerdot EL ESTADO DE NATURALEZA : por sf mismo, imponer sus derechos, defenderse, exigir ion tauippr (al mney intenarlo lo mejor que poets)” Oxoga sa lr ida, pueden unirsele en su_defensa,* Pueden unirsele para repeler a a acanie © para perseguir a un agreor, ya sea porque tienen xpiita ivico, porque son sts amigos, porque fueron ayudados en el pasado, por Fque quieren que él les ayude en el futuro, 0 a cambio de algo. Grupos. individuos pueden formar asociaciones de proteccién mutua: todos res!\("*<*. ponderdn a la llamada de cualquier micm! defensa_o = le te - peu Cerechos-La union hace la fuerza. Dos inconvenientes acechan a estas iocTacionies de proteccién mutua: 1) todos estén siempre listos para servir : ora (.cbmo decidir quien reaponderd al lamado de estar Tuniclones protectoras que no requieran el servicio de todos los jembros?), y 2) cualquier miembro puede Hamar a sus asociados diciendo sus_deréchos_ estan si¢nda_o_han sido violados. Las asociaciones, de, teccién no desean estar sometidas a la voluntad de sus miembros pen-) fencieros © paranoicos, para no mencionar a aquellos miembros que po | {dus Irian intentar, a guia de autodefensa, hacer uso de la atociacién para _ Sa aeari de otros, También surgirdn dificultades si dos diferen- i ie la misma asociacién disputan, lamando cada uno a compafieros Para que vengan en su ayuds, da no # os ~ Una asociacién de proteccién mutua podria intentar enfrentarse a los Peonflictos entre sus propios miembros mediante una politica de no inter ‘vencién. Sin embargo, esta politica acarrearla discordia dentro de la aso. - peiacién y podria conducir a la formacin de subgrupos que podrian luchar ‘entre sf y, de esta forma, causar el rompimiento de la atociacién, Esta po- Hitia, también, incitarfa'a agresores potenciales a unirse a tantas saociao mes de proteccién mutua como fuera posible, con objeto de obtener inmu- } nidad frente a acciones de represalia o defensa, imponiendo as{ una gran targa a In adecuacién del procedimiento inicial de eléccién para formar parte de la asociacién. De esta forma, las asociaciones de proteccién (casi todas las que sobrevivirin, a las que la gente se uniré) no seguirén una politica de no intervencién; usardn algin procedimiento para determinar ‘ebmo actuar cuando algunos de sus miembros pretendan que otrot miem- f bros han violado sus derechos. Pueden imaginarse muchos procedimientos arbitrarios (por ejemplo, actuar de parte del miembro que se quejé pri- mero). Sin embargo, Ia mayorfa de las personas querrén unirse a asocia- iones que sigan algiin procedimiento para encontrar cudl quejoso exté ‘en lo correcto, Cuando un miembro de la asociacién se encuentra en con- 5 Aico con alguien que no es su miembro, la asociacién, también, querré = determinar, de alguna manera, quién estd en lo correcto, aunque s6lo fue- a para evitar constantes y costosas participaciones en las peleas de cada tichot, ud Scheling, ‘Thoms, lige, Mase, Hareacd tent, sco The Strategy of Confer, Cumbriig, Mam, > Oror pueden estar sn wu Hamado, Pama un Aloo. at respect, wid. infra capitulo v: El Estado. pedonen a 7 f) 3)" 'Un individuo podrfa entrar en més acuerdos y compro * ‘TEORIA DEL ESTADO DE NATURALEZA uno de sus miembros, sean justas o injustas. La inconveniencia de que todos sean Mamados cualquiera que sea.su actividad en ef momenta-o-1a7 Ventaja comparativa, o cualesquicra que sean sus inclinaciones, puede-ser- sianejata de la mancra usual: por division del. trabajo ¢ intercambio. Al- Banos serin contratados”para realizar funciones de proteccién y algunos empresarios entraran en el negocio de vender servicios de proteccién. Se ofrécerdn diferentes tipos de politicas de proteccién, por diferentes pre- clos 9 aquellos que pudieran devear una protecién mis amplia o mis slaborad: 3s particulares, en vez de transmitir a una agencia privada de proteccién todas las funcio- nes de deteccién, aprehensién, determinacién judicial de la culpa, castigo {y_xequerimiento de compensacién, Conscente de los peligrt de ser Juez # ae y en qué grado, a alguna parte neutral o menos implicada. Para ‘de mu propia causa, podria turnar la decisién de si en verdad ha sido Jque los efectos sociales de 1a aplicacién de la justicia se produzcan, dicha [parte tendria que ser en general respetada y considerada neutral y recta 2 Mis adelante veremos (p. $1) cémo 1a moneda puede exist en un extado de na curaleza sn wn acuerdo explicto que evablexa un medio de intercombio. Loa servicios Prividor de protecon ban sido propuexior y explicador por varios autores dento. Ge We ‘radii ‘anarenindividualita, Sobre eta radii, id: Lyiander Spooner, No Treason: The Constitution of No Authority (B10); Netwel Law y A Leter to Grover Cleveland om Fis Fase Inaugural Addr, The Usurpation end Crimes of Lasrmahers tnd Judges, ond the Consequent Poverty, Ignorance, and Sertude of the People (Bos enjtin R. Tucker, 1685, rimpreon en ‘The Collected Work of Lysander Spooner, (Weston, Mass, MX § Prem, 197), Benjamin R. Trucker expica ct foncionamien- ‘o de un stema tela en el que todas las medidas de protcrién son proporcionadst en forma privada en Instead of @ Book (Nueva York, 168, pp. 14, 25, 52:35, 46, 4, 104, 526-829 y MOM, del cual muchos pai exin repraducdcs en #0 Individual Liberty (Clarence Lee Swart (Comp), Nucws York, 1926) No hay palabras para describ 1 vii dp, eximulanten interes que son lo exciton y argumentos de Lysander Spooner Y de Benjamin . Tucker, tanto que uno duds en menconar alguna fuente secundaria barge, el vigoreno ¢ interesante libro de james J. Marin afew. again the The Expoitrs of Individual Anarchism in-dmarice, 18x)-1908, eh el ue #2 sncucnra wna descrpcin de at vides y de lov punton de vita de Spooner, Tucker ¥ (008 autores de eta tadiién, Vid. tambitn, ia mis amplia expliccién de Francs “Tandy sobre el eaquema de protceiénprivada en Voluntary Socleiom (Denver, F.D. Tan: 4y, 1886, pp. 62 6. Una explicacide crten del equema es hecha por John Hoxper su Liberrianiss (Lon Angele, Nash, 97 cap. x). Una propocta recente es It de Murray N. Rothbard, quien, en x0 oro Power and Market (Menlo, Park, Cal, Iatiate for Humane Studies, Ie, 1970, pp. Ic? y 120128), Brevemente dexcibe de qué maners trce que el caqoems pudo opera fntenta refuar siguras objecones diigdas er Aiuema. La explcacioa mis deullada que conovco e encucnia en a obra de Mort y Linda Tamme The Market for Liberty (Lansing, Mich, edicién privad, 1970, vid especahnente pp. 65115). Depots que carb ete trabajo en 1972. Rothbard ha. pre Sentado sus srgumenton mit smplismente en For a. New Liberty (Nucra York, Ne tiller, 1975 esp. uty x) y David Friedman ha defendido el amareo-apitaliems ent sicamente em The Machinery of Freedom (Nueva York, Harper & Row 1013, Tercera, Pare). La lecture de cada uno de con trabajos ha sido onay prowechoss sin cmare. Binguvo me lev a revit lo que he exit aa > + EL ESTADO DE NATURALEZA =~ partes en una disputa pueden intentar protegerse del surgimiento ialidad; ambas pueden, incluso, acordar que una misma persona ‘ea juer entre ellos y acordar someterse a su decision (0 bien podria haber jun proceso expecifico por medio del cual Ia’ parte insatisfecha con la deci- agente oagentia: fT" En la actualidad las personas Ievan, algunas veces, sus disputas para ser L resueltas fuera del orden juridico del Estado, a otros jueces o tribunales ue ellas escogen; por ejemplo, tribunales religiosos* Si todas las partes una disputa encuentran que algunas actividades del Estado o de su jen juridico son tan repelentes que no quieren saber nada de ellas, pue- »den acordar formas de arbitraje o de decisién fuera del aparato del Estado. ‘La gente tiende a olvidar las posibilidades de actuar con independencia del Estado. (De manera similar, las personas que desean ser reguladas en 2 paternalista olvidan las posibilidades de contratar limitaciones par hticulares sobre su propia conducta, o designar a un determinado érgano> de supervisién paternalista sobre ellas. Por el contrario, aceptan las pautas ‘exactas de restricciones que a un legislador se le ocurre establecer. QHay ‘realmente alguien que, buscando un grupo de personas sabias y sensibles que regulen para su propio bien, escogerfa al grupo de personas, que in- f-aegran los miembros de ambas cdmaras del Congreso?) Ciertamente, po- drian desarrollarse diversas formas de adjudicacién judicial, diferentes del paquete particular que el Estado proporciona. El costo de desarrollar y de escoger estas formas realmente no cuenta para el uso que la gente hhace de la forma estatal. Seria fécil tener un gran niimero de paquetes preestablecidos que las partes podrian seleccionar. Presumiblemente, 10 F que leva a la gente a usar el sistema-de justicia del Estado es la cuesti6n de la ejecucién definitiva. Sélo el Estado puede imponer un juicio en contra dela volutad de una de las partes, El Estado no permite a nadie més imponer el juicio de algin otro sistema, de manera que cualquier ‘disputa en la cual ambas partes no estén de acuerdo sobre el método de resolucién, o en cualquier disputa en la cual una de las partes no confia en que la otra se someterd a la decisién (si la otra: pacta perder algo de enorme valor si mo se somete a la decisién zqué agencia impondré este ppacto?), las partes que deseen que sus pretensiones tengan efecto no ten: drin otro recurso permitido por el orden juridico del Estado que precisamente, este orden juridico. Esto puede presentar a las personas del todo opuestas a un sistema estatal dado, unas opciones particularmente punzantes y dolorosas. (Si el sistema juridico del Estado impone los resul- tados de ciertos procedimientos arbitrales, Ia gente puede Iegar a un acuerdo —suponiendo que se someta a este acuerdo— sin ningin contacto 4 Vid. 1. B, Singer, In My Father’ Court, Nueva York, Farrat, Straus and Glrowx, 1966, Para un rectente ejemplo de “contraculturas™ vid, Win Magazine, 1? de noviembre 4e 1971, pp. 11-17 “TEORIA DEL ESTADO DE NATURALEZA + directo efectivo, con lo que pudieran ellos percibir como funcionarios 0 {natituciones del Estado. Pero esto vale también si ellas firman un contrato {que es puesto en vigor tnicamente por el Estado.) GRequerirdn las agencias de proteccién que sus clientes renuncien al ejercicio de sus derechos de represalia privada cuando sean afectadas por quienes no son clientes de la agencia? Tal represalia podria muy bien con- Gucir a contrarrepresalia por parte de otra agencia o individuo, y una ‘agencia de proteccién no querrla, en este avanzado estadio, ser atrapada en el cadtico lance de tener que defender a su cliente contra las contra- grepresalias. Las agencias de proteccién se negarfan a proteger contra con trarrepresalias, al menos que hayan sido autorizadas a la represalia, (No podrian tan s6lo cobrar mucho més por la politica de proteccién més Extensa que proporcionaria tal cobertura?) Las agencias de proteccién, in dluso, no necesitan requerir que, como parte de su acuerdo con la agen- ia, un cliente renuncie por contrato a su derecho de imposicién privada ‘de justicia contra sus otros clientes. La agencia tnicamente necesita negar al dliente-C, que, privadamente ejerce sus derechos contra otros clientes, eualquier proteccién en contra de contrarrepresalias dirigidas a él, por par te de esos otros clientes. Esto es similar a lo que ocurre si C acta contra quien no es un cliente. El hecho adicional de que C actite contra un clien- ‘te de Ia agencia significa que Ia agencia actuard con respecto a C como Jo harfa con respecto a cualquiera que no sea cliente que hiciera valer privadamente sus derechos sobre cualquiera de sus clientes. (Véase €l ox pitulo v,) Esto reduce las ejecuciones privadas de derechos intraagencia niveles minisculos. [ILA AsocrAcibN Da FROTECCION DOMINANTE | ‘Al inicio, varias y diferentes asociaciones 0 compafifas de proteccién offe- ‘cerdn sus servicios en la misma zona geografica. :Qué ocurrird cuando un conflicto entre clientes de diferentes agencias? Las cosas ‘tivamente éencillas si las agencias Wegan a Ta misma decision sobre Tre spluciin del so. (aunque cada una podria querer exigir la imposicién fe la pena). Pero .qué pasa si llegan a diferentes decisiones en cuanto a Jos méritos del caso, y una agencia intenta proteger a su cliente mientras 1a otra intenta castigarlo o hacerle pagar una indemnizaciOn? Unicamente ‘tres posibilidades vale la pena considerar: CB) Bn tates siwaciones ls foeras de las dos agencies efectivamente Iuchan. ‘Una de las agencias siempre gana tale contiendas, Como los clientes de Ia Agencia perdedora extin mal protegidos en conflicts con clientes de la agen- cia gunadora, dejrin wu agencia y entrar en areglos con la ganadora 1 Bjereicio para el lector: descyfba cémo Jas consideracioncs expucstas aqut y & com ‘dauacién, que conducen a cada frea geogrifica que tne una agencis dominante © uns ‘EL ESTADO DE NATURALEZA ws ‘Una agencia tiene su poder centrado en un drea geogréfica; Ia otra agen- ‘cia, en otra frea, Cada una gana las batallas peleadas cerca de su centro Ge poder, estableciéndose cierto gradiente.* Las personas que watan con ‘una agencia, pero viven bajo el poder de la otra, se mudardn més cerca del cuartel general de su agencia o cambiardn su patrocinio a la otra agencia de proteccién, (EI limite entre ellas es tan confictivo como el limite entaé Estados) eae hg Bn ninguno de tos dos casos queda mucho espacio geogrifico entre Unicamente una agencia de proteccién opera sobre un drea geo- fica dada. ‘5 Las dos agencias pelean refiida y frecuentemente. Ganan o pierden casi en Ia misma proporcién y sus entremezclados miembros tienen frecuentes tra- ton y disputas entre sf. Quick sin luchar o después de unas cuantas excara- ‘muzus, las agencias se percatan de que tales luchas ocurrirén continuamiente por falta de medidas preventivas. De cualquier modo, para evitar bavallas Frecuentes, costosas y ruinotas entre las dos agencias, posiblemente acatda- ran, por medio de sus ejecutivos, resolver pacificamente aquellos casos s0- bre'los cuales Teguen a dtferenres Juicios. Eos acverdan’ nombrar, y some- terse a nus decisioner, wigan tereer juer o tribunal al cual acudickn cuando fs repectives [ulin ia esablecer regis que deverainn Magee agency Wee Jarl yea or tema de eibunales de revision y Texlis_conuenidas sobte juridiccén y fonfliew de lejex: Aunque diferentes agencias operan, existe un solo ee tems judical Tedcrl uaiticado, del cual ella won eomponentes. a vice En cada uno de estos casos, casi todas las personas de una zona geo- fica se encuentran bajo algiin sistema comin que jusga sus pretem- nes contradictorias y aplica sus derechos. De la anarquia, por la pre \ <4 rupaciones espontdneas, asociaciones de proiecciOn_mutua, di- \ wromlas de escala_e i by Eun Esa. ajnima o,f. ogrificamente diferentes. ¢Por qué ~ ae Ocror mereada? (POF GUE sungirfa un virtual! a “este mercado, sin Ta intervencida gubernamental que en fugar 1o crea y lo mantiene?!® E1 valor del producto comprado,, / Jeirucura federal de ngecias dominantes, ickuo al en principio ef dea contene wn Fgapo de agendas que “gane catl toda Tas batallas", e2 una relacion conexa y no-tane 3 Tid, Kenneth R., Boulding, Conflict and Defense, Nucra York, Harper 1062, cx Fptato 12. ‘Para una indicacién de ta complefidad de tal cuerpo de normas, vid. American ‘Law Institute, Conflict of Laws; Second Restatement of the Law (Proposed Official Draft, 1967-1969). eye Pid. Yale Broten, “Ts Government the Source of Monopoly?", en The Intercol- legiate Review, vol. 5, nim. 2, 1968-1969, pp. 67-78; Fritz Machlup, The Political Eeon- omy of Monopoly, Baltimore, Johns Hopkins Press, 1952 ‘TEORIA DEL ESTADO DE NATURALEZA ic proteccién contra otros, es relativo: depende de lo fuertes que sean los \° otros. Sin embargo, a diferencia de ot roductos que son_comparati- JS camente’ evaluadee, ho pueden, coca aioe pa de protec 4ye"l lnimaen competcncia La naturalea de Tos servicios leva a Tas agencias ~ fig F816 a comipetir por el patrocinio de clientes, sino que también las lleva 4 violentos conflictos entre sf. También, puesto que el valor del producto tmenor al miximo declina desproporcionadamente con el niimero que com- pra el producto maximo, los clientes no se mantendrin decididos por el : menor bien y las agencias en competencia serdn atrapadas en una expiral dlescendente. De alli las tres posibilidades que hemos mencionado. Nuestro relato anterior supone que cada una de las agencias intenta . ‘de buena fe actuar dentro de los limites del derecho natural en el sen- _ tido en que Locke lo entiende. Sin embargo, una “aiociacién de pro- +. 2, ‘teceién” podria agredir a otras personas. Con respecto al derecho natu- ral, en el sentido en que lo concibe Locke, seria una agencia ilfcita, Qué contrapesos efectivos habria contra su poder? (Qué contrapesos hay con- tra el poder del Estado?) Otras agencias podrian unirse para_actuar contra ella, La gente podria negarse a tratar con los clientes de una_agentia TWeita, boicotedndolos para reducir las probabilidades de que Ia agencia intervenga en sus propios asuntos. Esto podria dificultar mucho a la ae agencia ilicita conseguir_clientes. Sin embargo, este boicoteo parece un medio eficaz s6lo en una muy optimista presuncién sobre Jo que no puede | mantenerse en secreto y sobre el costo que le representa un individuo el boicoteo parcial, comparado con los beneficios que significa recibir \Ja cobertura més amplia ofrecida por una agencia “ilfcita”. Si la agen- cia “ilfcita” es simplemente un agresor abierto, entregado al pillaje, at spojo, a la extorsién, sin ninguna verosimil pretensién de justicia, ten- drd tiempos mds dificiles que los Estados, Le pretensién de legitimidad del Estado induce a sus ciudadanos a creer que ellos tienen cierto deber de | obedecer sus edictos, pagar sus impuestos, Iuchar en sus batallas, etoétera Ls, asf algunas personas cooperan con é1 en forma yoluntaria, Una_agen- tamente agrésiva no podri depender de tal cooperacién voRin- ((tatia, nila recibirfa, puesto. que las personas se considerarian simplemente swings mds que sus ciodadandy* \ EXPLICACIONES DE MANO TNVISIBLE. /iCimo difiere del Estado, si_difiere en. alga,uuna.asociacidn_de_pro- dominante? Estaba Locke equivocado al imaginar un contra 1 Locke presupone que, aunque no todos, la preponderante mayoria de Tas pertonas, que viven en ef estado de naturalers, aceptarian. el derecho natural. Pid.: Richard Asheroft, “Locke's State of Nature", en American Political Science Review, septiembre, 5 1968, pp. 898-915 (especialmente Primera Parte). 1 Vid. Moris y Lynda ‘Tannehill, The Market for Liberty. Sobre la importanca de HL ESTADO DE NATURALEZA’ a ‘necesario para establecer la sociedad civil? Equivocado como cuan- pensaba (secs. 46, 47, 50) que un “acuerdo” o “consentimiento mu- Be" era necesario para’ establecer la “invencién del dinero”. Dentro Pun sistema de trueque, constituye un enorme inconveniente y signi- ‘un costo grande el buscar a alguien que tenga lo que usted quiere quiera 10 que usted tiene; incluso en un mercado, el cual, debemos io, no necesita convertirse en un mercado para todos los que ex: mente convengan en negociar alli, Las personas cambiardn sus bie- por aquello que saben es generalmente mds codiciado que lo que elas, en; asi, seré mds probable que puedan cambiarlo por lo que quic Por Ia misma razén, otros estardn mejor dispuestos a tomar a cam- esta cosa generalmente mas deseada. De esta forma, las personas ergerin en intercambios de los bienes mds negociables, dispuestos gambiar sus bienes por ellos. Cuanto més dispuestos, mds conozcan 4.’ que también estén dispuestos a hacerlo, en un proceso mutuamen- freforzador. (Este proceso ser4 reforzado y apresurado por intermedia- ‘que buscan un provecho al facilitar intercambios, quieries encontra- pimés expedito ofrecer bienes més negociables a cambio.) Por obvias s, los bienes en los cuales convergen, a través de decisiones indi es, contendrén ciertas propiedades: valor inicial independiente (de manera no hubieran podido comenzar como mas negociables), fisi- mente duraderos, no perecederos, divisibles, portatiles, etcétera, No seré péceiario ningun acuerdo expreso ni contrato social que fije un medio intercambio.# ‘Hay cierta cualidad atractiva propia de las explicaciones de este tipo: ~ estran cémo ciertas pautas o disefios completos, de los cuales se podria ber pensado que hubieran sido producidos por el logrado intento de individuo o de un grupo de realizar esta pauta, son, por el contra- jo, producidos y mantenidos por un proceso que en ningiin sentido ha pnido “en tiente” tat pauta’o diseffo completo. Siguiendo a Adam Smith. podemo: denominar tales explicaciones explicaciones de mano invisible sualquier individuo [...] s6lo piensa en su ganancia propia, pero gn éste, como en muchos otros casos, es conducido por una mano fnvisible a promover un fin que no entraba en sus intenciones”,) La rcialmente explicada por su nexo con la nocién de. explicacian famentales, bosquejada en el capitulo. 1. Las explicaciones funda ales de un campo son explicaciones de un campo en otros térmi- ros: no usan ninguna de las nociones del campo. Unicamente a través cooperacién voluntaria a los funcionarios gubernamentales, vid, por ejemplo: Adam ”” berts (comp), Civilian Resistance ar National Defence, Baltimore, Penguin Books, 1968, fy Gene Sharp. The Politics of Non-Violent Action, Boston, Porter Sargent, 1978. 38 Vid, Ludwig von Mites, The Theory of Money and Credit, 2 ed, New Haven, 1 Yale University Press, 1958, pp. 80-34, de donde he tomado este relato idad especialmente satisfactoria de las explicaciones de mano invi- \, ible (cualidad que espero tenga este libro en su exposicién del Estado))! cf ‘TEORIA DEL ESTADO DE NATURALEZA de tales explicaciones podemos dar cuenta y, consecuentemente, enten- ‘der todo acerca dé un campo. Cuanto menos nociones constitutivas de lo que se esta explicando empleen nuestras explicaciones (ceteris pari. bus) entenderemos mejor, Considérense ahora pautas complicadas, las cuales se podrfa haber pensado surgirian s6lo por un designio inteligen- te, Gnicamente a través del intento de realizarlo, Se podria intentar ex. plicar directamente tales pautas por deseos, necesidades, creencias, etcé. tera, de los individuos, dirigidos hacia 1a realizacién de dicha pauta, Sin 1; embargo, en tales explicaciones aparecerén descripciones de Ia pauta, al menos entre comil’as, como objetos de creencia y deseo. La explicacién awamisma dird que algunos individuos desean provocar algo con as exfac- dab joteristicas de la pauta (algunas “dé ellas), que algunos individuos creen _fis#que el tinico (0 el mejor o el...,) medio para levar a cabo la-vealiza. Pel _de las caracteristicas de ta‘ pauita es... etcétera, Las exp! Kp} ae mand in \imizanet-usote Tas tidciones que constituyen el | fenémeno por explicar. En contrasie con las explicaciones ditectas, las de mano invisible no explican las pautas complicadas incluyendo lag no- iones de la pauta, ya maduras, comio objeto de los “descosy ciechcias ve ket de la gente. Las explicacioner te los fenémenos por una’ mano-invisible wr procufan ah un mayor entendimiento del que Peoduees lee nee ee Y sideran proyocados por designio, como objeto de las intenciones-de-tos in. diyiduos_No es sorprendente, por tanto, qué sean iis sitistactortase Una explicacién de mano invisible explica lo que parece ser el pro- Jducto del designio_intencional de~alguien, como no causado por la. in- 7 tencion de-alguien. Al tipo opucite de explicacién-podrtaiior Hamarlo ‘explicacién de_mano_oculta”, Una explicacién de mano oculta explicalo que parece ser meramente un conjunto desconectado de he- chos que (ciertamente) no es producto de un designio intencional, como si fuera producto del designio intencional de un individuo o grupo. Algu. nas personas también encuentran satisfactorias estas explicaciones, como Jo muestra la popularidad de las teorfas de conspiracién. Algunos podrian gustar tanto de ambos tipos de explicarién, la de mano invisible y la de mano oculta, que podrfan intentar la tarea digna de Sisifo, de explicar, por un lado, cada supuesto conjunto de hechos Aislados sin designio o bien obra de la coincidencia como producto de tun designio intencional y, por el otro, cada supuesto producto intencio- nal de un designio como conjumto de hechos sin designio. Serfa muy atractivo continuar esta iteracién un poco més, aunque fuera sélo para ¢, teha t aii s ( (sta cuestién prewazone que vn terés moral puede funcionar tinicamen- \ [te como un gn-mo, como un eitado-Final para que ciertas actividades, ado, se realicen. Cieriamente, pudiera parecer una verdad nece- (Sarla-que “derechos”, “deber”, etcétera, tengan que explicarse en términos ide lo que & (6 inienia ser) producto del bien mayor, con todos los fines De esta manera, s¢_piensa frecuentemente. que lo que ‘id mal en el utilitarismo (que es de esta forma) es su muy estrecha con ; Sepeién del bien. EY utilitarismio, s€ dice, Hid foina en cuenta, propiamerite, Jos derechos y la no violacién de ellos; por el contrario, les deja un status -detivado, Muchos de"Tos-comtraejemptos dirigidos al” utilitarismo caen ,, Bajo esta objecién, por ejemplo: castigar a un hombre inocente para salvar a todo un vecindario de'una venganza violenta. Una teorfa, sin embargo, de.considerar fundamental Ia no violacién de defeetibs, pero tratarla lugar equivocado o en forma equivocada, De esta manera, supdngase | que‘ alguna condicién para minimizar la cantidad total (sopesada) de las Hf viotaciones de derechos esta integrada en el estado final deseable que se | \ @ebe"aleanzar. Tendriamos, entonces, algo as{ como un “utilitarismo de. \ (6s Para una clara exposicién de que esta postura esté en un error, vid. John Rawls, \ [4 Paeory of Justice, Cambridge Mase, Harvard Univenity Pres, 1961, pp. 30 y 565.586. x LAS RESTRICCIONES MORALES ¥ XL ESTADO, derechos"; las yialaciones. de derechos (por minimizar) simplemente rem | Plazarian a la felicidad total como ‘ef estado “final pertiniente en Ta extrue- \ tara utilitarisia. (Obsérvese que no sottenemos que ta no violacién de mestros derechos sea nuestro tinico bien mayor; tampoco lo colocamos lexicograficamente primero para excluir intercambios, Si hay una sociedad deseable escogerfamos habitarla, aun cuando algunos de nuestros derechos fueran algunas veces violados en ella, en ver de irnos a una isla desierta donde podriamos sobrevivir solos.) Esto aim requeritia de nosotros que violéramos los derechos de algunos cuando, al hacerlo asl, minimizdramos la cantidad total (Sopesada) de la violacién de derechos en la sociedad. Por ejemplo, violar los derechos de alguien podria disuadir a otros de su intenta de violar gravemente derechos; podria suprimir su motivo para hacerlo; podria distraer su atencién; etcétera. Una chusma que artasa par- te de la ciudad, matando y quemando, violard el derecho de aquellos qué viven ahf, Por tanto, alguien podria tratar de justificar el castigo que un individuo, que sabe que es inocente del crimen que enfurecié a la chusma; sobre la base de que al castigar a esta persona inocente ayudarla a evitar una violacién de derechos atin mds grande por parte de otros y, conducirta, asf, a un minimo resultado sopesado en lo que a la violacién de ‘derechos en la sociedad se refiere. En contraste con la incorporacién de derechos en el estado final por alcanzar. uno podria colocarlos como restricciones indirectas ala accién por realizar: no'se vioter las-Yestricciones R. Los derechos de’ los demés determinan las restricciones de_nuestras acciones. (Una tesis orientada he- cia fines, Ta Gue se agreguen estas restricciones serfa: entre aquellos actos que estén a nuestro aleance, que no violan las restricciones R, actiese de tal manera que se maximice el fin F. Aquf los derechos de otros limita ran nuestra tonducta orientada hacia fines, No quiero implicar que Ja tesis moral correcta incluye fines obligatorios que tienen que ser perse gguidos, aun con las restricciones.) Esta tesis difiere de la que trata de integrar las restricciones indirectas R al fin F. La tesis de las réstriccioties indirectas nos probfbe violar estras Fesiricciones morales en la consecuciéa de nuestros fines; mientras que la tesis cuyo objetivo es minimizar ts violacién de esos derechos nos permite violar los derechos (las restriccio nes), de manera que disminuya su violacién total en la sociedad. La afirmacién-de_que ¢l defensor del Estado _uliraminimo ¢s contradic 4+ Por deugraca, muy pocot modelot de a estructura de postutas morales han eld mpecicndon bees ahora, ange, segramente. hay otra errictres ieesantc. De Thr que un argumento en favor de una extrucuira de rercsones indirect que eon en grim pute cn atacar una entuctra. de maximinclén, de extadon finales Ro. toncluyente, Yoda ver que eat alterativat no son exhausts. (Ms adelante desi femor una opinion que no encaja wthfactoriamente en ninguna etrucara) Todo. Contingente de exructuras tiene que ter formulado con predsion y anallzdc; qui ex tonces alguna aera estrictra paezen mas apropiads. ‘a cuestién de a una opinién de reteceones Indirecas puede ser puesta en forms d tuna opinign fall sin resticlones Indirecas et engafna. Uno podria. pensar, po ‘TRORIA DEL ESTADO DE NATURALEZA F:Riti0 presupone, como podemos ver ahora, que éste es un “utilisarista Mtoe derechos" presupone que su finalidad &, por tjenpls Meee 2ahntidad “(sopesada) dé la violaci6n te-derechos en la sociedad y que debe perseguir bite fin, aun-e-teavés-de-medios que, por si mismos, violai"les dgrechos de las personas. En ver de eso, el defensor del estado ultraminimo ~pusite colocar [a fio Violacion de derechos como una restriccién a la accién, nis que-o,-ademés de) integrarlo al estado final por realisar, Ex posteton ES. cs sOatenida por este defensor del Estado ultraminimo serd congruense, si su @ concepcidn de derechos sostiene que forzarle, a usted, a contribuir al bien- +) $star de Otros, viola sus derechos; mientras que, el que alguien no propor. clone a usted las cosas que necesita imperiosamente, incluyendo cosas esen- ciales para la proteccién de sus derechos, no viola por si mismo sus de- Fechos, aun si esto evita que sea més difleil para alguien violarlos. (Esta concepcién ser4 consistente siempre que no conciba que el elemento mo- nopélico del Estado ultraminimo es, en si mismo, una violacién de dere- chor) Que sta sea una posicién congruente no significa, por supuesto, ‘que sea una posicién aceptabl i oS ‘ * S" Boor or PTY Sabon qué nesmucciones momecras? Ae WW" gNo es irvacional aceptar wna restriccién indirecta R, mds que una postura , Aue orden minimizar las violaciones de R? (La tiltima actitud trata a R {como condicién, mds que como restrieci6ixJ Sila no violacién de R es ‘tan importante, gno deberia ser, antes bien, el fin?, emo puede una \preocupacién por la no violacién de R conducir a la negativa de violar R aun cuando esto evitara otras violaciones mds amplias de R? ,Cudl es el fundamento racional para colocar la no violaciém de de cor emp, oe ea an pra dg en saci de tm, eae u vs he Races ara, Sen orm de Hy ne vir pon nt oo anand es Pl a i,t al prince Teruo =o Seen ae ung aind de acoe e hem ct eoupnen Hel eal ane pans Se, ls er Primos tc ar Seopa ate ee, aie as ine ot “pn vata nd 2a hey, Une pln ‘ion ee tests nda oe de un enn fn i, Sura cet in et a Tea meee ae ia fr oie proce” aie us de miininceneade d vin Poggi eae gn Wey ts) B's itm cae tn Fela, aca Ye Bese ees eS gl Sar eee es ir cy rks ane ec et occ. 7.1), etcttera, ie ‘ pe Te celle a cms westside son abotns 94 a fa nr err ea anna ga Ba ae a ae eae eS | Bin de Mester wecioncst LAS RESTRICCIONES MORALES ¥ Hi ESTADO ‘reatriccién indirecta ata accién en Las restri mes Indirectas a Ja accién reflejan el principio kantiano tub- 6 stmpTemiente > pi sentimlento, “para ‘alcanzar otf denser iactificados ” fines. Los individuos son inviolables. Debe decirse mas para esclarecer estas palabras sobre Tide. Considérese un ejemplo paradigmatico de lun medio: una herramienta, No hay restricciones indirectas sobre cémo podemos usar una herramienta, ademds de las restricciones morales sobre. obmo podemos usatla en otros. Hay procedimientos para conservatla para uso futuro (“no la dejes bajo la Iuvia"); y hay medios mis o menos eficientes para usarle. Pero no existe ninguna restriccién sobre Jo que podemos hacerle para alcanzar mejor nuestros fines. Ahora bien, imagine: mos que existe una restriccién superable R sobre algin uso de la hrra- mienta, Por ejemplo, Ia herramienta se le podria prestar a usted tnicamen- te a condicién de que R no sea violado, a menos que él beneficio.que s¢ cobtenga, al hacerlo, sea superior a cierta cantidad espécifica o salvo que sea necesario para lograr Ja realizacién de un fin especifico..En este caso, el objeto na-es completamente nuestra herramienta para empleatla segin mivestro dé caprisho; pero, comoquiéra que sea, ¢s una herramienta; dun con respecto a la restriccidn superable. Si agregamos a su uso reifric- lones'insuperables, entonces el objeto mo_pusde.ser_usado. como Herra- mienta en €sa Jorma: a ifecto no es una herramienta en absoluto, @Puede uno agregar restriccloies aiffcienites dé manera que un objeto-no pueda ser usado en absolute como-henmamienta en ningun respecto? ~ Puede Ta Conducta hacia una persona ser constrefiida de.tal forma que no ea aac para ingin fin, a menos que lo-escoja? Esta seria una con dicién indebidamente rigurosa, si requiere que todo aquel que nos pro- porcione un bien apruebe positivamente todo uso al cual lo destinemos. Incluso el requerimiento de que no debe objetar ningin uso que planee- mos, restringirfa seriamente el intercambio bilateral, sin mencionar las - secuiencias de tales intercambios. Basta que la otra parte gane lo suficiente del intercambio para que esté dispuesta a levarlo a cabo, aun cuando-ob- jete a uno o més de los usos a 4os cuales se haya destinado el bien. En tales condiciones, 1a otra parte no est siendo usada sdlo como medio, en ese respecto. Sin’embargo, otra persona que no escogiera interactuar con usted si supiera los usos a los cuales usted intenta destinar sus acciones 0 ien, estd siendo usada como medio, aun si (en su ignorancia) recibe Jo sulicignte para escoger interactuar con usted. (“Todo el tiempo estuvo usted Gnicanfente usdndome”, puede decir alguien que escogié interactuar tinicamente porque ignoraba los fines del otro y los usos a los que él mismo habria estado destinado.) ¢Incumbe moralmente 2 alguieh revelar Jos usos que intenta dar a una interaccién si tiene buenas razones para creer que el otro rechazarfa interactuar ai los conociera? QEstd usando a 1a otra persona si no lo revela? -¥ qué decir de los casos en que el otro ouaaia ike tyke peiw.) fF to excoge ter usado en absoluto? Al sentir placer viendo pasar a una { petiona atractiva, la usamos solamente como medio™ ;Alguien usa de sta manera un objeto de fantasia sexual? Estas y otras preguntas rela. das plantean cuestiones muy interesantes para li Ho : losofla politica. ~ na pueden war a io. demda primotdiaimen agresion | con Una restriccién indirecta especttica a la accién ditigida hacia ‘Sar0s expresa el hecho de que éstos no pueden ser usados en la forma empecifica que Ja restriccién indirecta excluye. Las restricciones indirectas expresan Ia inviolabilidad de los. otros en las foimias-que- tay vestricciones espectfiquen. Estos modos de inviolabilidad quedan expresados por la guiente prohibicién: “No uses ala gente en formas especificas.” Una con. cepcién de estado final, por otra parte, expresaré la idea («i decide ex. presar esta idea, en absoluto) de que las personas son fines y no meramente medios, por una prohibicién diferente: “Minimizar el uso de las personas come _medios en formas especificas.” Seguir este precepto puede implicar ular @ alguien conio medio en una de las formas especificadas, De haber sonenido Kant este punto de vista, habria dado a la segunda f6rmula del imperative categérico la forma siguiente: “Acta de tal manera que mit Ynimices e1 uso de Ja humanidad simplemente como medio” en ver de la Seem que fen consecuencia'us6: “Acta de tal manéra que trates siempre Ja humanidad, tanto en tu persona como én la persona de cualqu! tr, nunca sélo como medio, sino, siemipre, al mismo tiempo, como fin, ‘Ny Las restricciones indirectas éxpresan la inviolabilidad de otras personas. a) Pero por qué no se puede inkringir Gta inviolabilidad por un bien social sgltmayor? Cada uno de nosottos, individuaimente, escogemos, algunas veces, Padecer algdn dolor o un sacrificio para obtener ‘un beneficio mayor 0 “$ipara evitar un dafio mds grande: vamos al dentista para evitar, a Ip fre, un sufrimiento peor; hacemos algiin trabajo deiagradable por sat resultados; algunos se someten a dieta para mejorar au salud o su aspecto; algunos ahorran dinero para mantenerse en la vejez. En cada caso, agin ‘costo es impuesto en razn de un bien mayor superior. ¢Por qué no soute- Binet de forma similar, que ciertas personas tengan que soportar ‘algunos a otras personas en razén de un bien social superior? ae 3 RO, no hay ninguna entidad social con un Bien, la-tual soporte WA ye ry algiin sacrificio'por su propio beneficio. Hay s6lo. personas indivicieal 3 9 diferentes personas individuales,.con sus propias vidas individuales.” Usa. W 8 sid de estos individuos en beneficio de otros es usarlo a él y beneliciar 2 otros. Nada més. Lo que ocurre es que algo se le hace a él por el bien «el sp ae (‘oes oar moti to tes bs gatas Sara ie me «onan Bip St yo, Phe oa, ses op LAS asmiuootoNss MORALS Y BL ESTADO ‘otros. Hablar de un bien social superier encubre esta situacién (zinten. ce? Us a unk persons en esta forma no respeta, ni toma en ‘suficient 1 hectio de que e una persona separada,’ que ‘es Ia nica vida que tiene. £1 no obtiene algin bien predominante su sactificio y nadie esté facultado a forzarle A eito —anenos ain, el itado el gobierno que reclama su obediencia (en tanto que los otros ‘tndividuos ne) 'y que, por tanto, tiene que ser escrupulosamente neutral stahe ans Gofedanos, tengo que las restricciones morales indirectas sobre lo que. padenos ba") sreitjen el hecho dstenci adas, Estas restricciones 'Fellejan el hechd de que ningiin acto moralmente compensador_pucde. te- net lugar entre nosotros; no hay nada qlle moralmente prepondere sobre una_de mueztras vidas en forma que conduzca aun bien social general superior. No hay ningtin sacrificio justificado de alguno de ‘nosotros por fos demis, Es iden bisca, a saber: que hay diferentes individ oi a vidas separadas_y que, por tanto, ninguno puede ser sacrifica I Te pe ae oe ong pee Soe directas, pero también, creo yo, conduce a restricciones libertarias iidi réctas que “probibén agrésién contra otros. | . ‘Cuanto avis vigorosa sea la fuerza de la visién que conciba la méxims™ cién del estado final, més vigorosa tiene que ser la idea bisica capaz de resistilo, subyacente en la existencia de restricciones morales indirectas y, por tanto, mis seriamente tiene que ser considerada la existencia de Jos » distintos individuos que no son recursos para los demés, Una nocién sub jacente, lo bastante vigorosa para afirmar las restricciones morales indirec- “in contra Ia poderow fuera inwuitiva de un concepto que. concba Ia maximacién de estados finales, bastard para derivar una restriccién liber- taria a la agresiOn contra otro, Cualquiera que rechace esta restriceién indirecta particular posee tres opciones: 1) tiene que rechazar toda restric- cién indirecta; 2) tiene que dar una explicacién diferente de por qué exis ten restricciones morales indirectas, y no, simplemente, una estructura de ‘maximizacién orientada a fines, explicacién que en sf misma no entrafia Ja restriccién libertaria indirecta,,o 3) tiene que aceptar la idea bisica fuertemente plariteada de Ia separabilidad de los individuos y sostener, sin embargo, que iniciar la agresién a otro es compatible con esta idea bisica. De esta manera, tenemos_un siquema promisorio de un argumento que va.de la forma moral al contenido maral: Ja forma de moralidad incluye F (restricciones morales indiréctas): 1a mejor explicacién* de que F sea mo- 1p hn To e 1 i a er ets EAL nn, phon ae ee Fee er ls ale oh : - ‘THORIA DEL ESTADO DE NATURALEZA na P (un fuerte enunéiado dela distintividad de os indivi de p se sigue un comtenico moral particular, a aber a pion 0 EL contenido moral particu ao ey i6n liber alcanzado en este argumento, el cual en- tos individuos, cada uno con una ic 12h ect laa comple, om ersona én benelicio de otra. Mis pasos i ‘ara gar una prohibicién a a ageesion paternal empleas la fast copia, Com emplearla en beneficio de Ia persona contra la cual es see Gree Be ello, se tiene que enfocar el hecho de que hay distintos individuos, cada uno con si propia vida que vivir, a prosatemenne se sostiente que el principio de not agresién ¢s un prin- Spies er 0Pi iado para gobernar las relaciones entre las naciones. ;Qué dife- © Sahay aupone que hay entre individus soberanosy mactonessoberan {Rar te que la agresin sea permisibe entre individuos?¢Por que pueden i ijuntamente, a través de sus gobiernos, hacer te, gus ningun aig puede har aoa Eo eo, hy tna oda = ara la no agresién entre individuos: en contraste con la ones, ello no contienen como pares integranes 2 individuce soley tr ue otros, legitima 0 arte Pa oite% legitimamente, pudieran intervenir para protegerios o defen: inne ‘sazrelaré aqut los detalles de un principio que prohtbe 1a agresién {ics salvo para hacer notar que no prohibe el uso de la fuerza para S£aKe y no mereaca represalia ninguna. Una amenaza inocente es quien agreamtements un agente causal en un proceso, en el cual seria un ror te haber escogido convertirse en tal agente. Si alguien levanta a Un Jercero y Jo arzoja contra usted al fondo de un pozo profundo, el ter ~ fro es inovente y una amenaza; si 1 mismo hubiera excogido lanzane Shieg jutted en esa trayectoria, seria un agresor. Aunque la persona lanza Silos sobrevivr als calda sobre usted, zpuede usted usar su pistola de Tec Sctintegrar el cuerpo que cae antes de que se etrelle y lo mate forma que probiien elu dela valencia cont persons inceatey si argo, las amenazas inocentes, pienso yo, son otrn cuest al embargo, las amenaias inocentes, a cuestion al tenn que aplear principe dicen? Deena maner, una cas oe cence epeeminio tiene que formular, también las diferentes restric: 2 eacidos inocenes de wmenasataquellas ponces teccaee eae ed emas, no son amenaias, pero exh de tal manera stuadsy, oe see vida que vivir, Ese macritique tuna id. Judith Jarvis Thomson, fairs, vol, 1, nim. 2, otofo, 1971, John Hospers ba explicado cues "Some Problems about Pun ~ bre de 1972 y enero de 1978, “te of et, rd a he ctr et a Sr nee ee in Say a os ‘LAS RESTRICCIONES MORALES Y ELESTADO Ws dafiadas por el tinico medio disponible para rechazar la amenaza. Personas inocentes amarradas al frente de ‘unos tanques agresores, de forma tal que Jos tanques no pueden ser alcanzados sin alcanzarlos también a ellos, son ‘escudos inocentes de amenazas. (Algunos usos de la fuerza sobre personas para atacar a un agresor no actdan sobre escudos inocentes de amen: as; por ejemplo, el hijo inocente de un agresor el cual es torturado par detener al agresor no estaria escudando al padre.) Puede uno,-a sabien- das, dafiar escudos inocentes? Si uno puede atacar a un agresor y dafiar fa. Un escudo inocente, cpuede éste contraatacar en defensa propia (supa niendo que é1 no pueda ir contra o cambatir al agresor)? Podemos tener dos personas luchando entre si en defensa propia? De forma similar, si usted usa la fuerza en contra de un inocente que lo amenaza, ¢se convierte usted por ello en una amenaza iriocente para 1, de manera que 1 pueda ahora justificadamente usar una fuerza adicional contra usted (suponiendo que 4 pueda hacerlo, pero que no pueda impedir su amenaza original)? Eludiré estas cuestiones increfblemente dificiles, y slo hago notar que tuna opinién que convierta Ia no agresién en un problema central, tiene aque resolver estos problemas en forma explicita en algun punto [RESTRICCIONES ¥ ANIMALES Podemos esclarecer el status.y las implicaciones de las restricciones mora- les indirectas considerando seres vivos, para los cuales estas restricciones indiveetas Girictas (0 acaso ninguna) usualmente no se consideran apro- piadias, a saber: animales no bumanos. :Hay limites a lo que podemos ha- Cera lor animales? ;Tienen los animales el status moral de meros objetos? a @No nos dan derecho algunos propésitos de imponer grandes penas a los | animales? ¢Qué es lo que, de alguna forma, no autoriza a usarlos? ‘Los animales son valiosos. A’ algunos animales superiores, al mepos debe darseles cierta importancia en las deliberaciones de las persona! bbre lo que hay que hacer. Esto es dificil de probar (jtambién es diffcil probar que la gente sea valiosal). Primero, trataremos algunos ejemplos; Gespués, arguments. Si usted siente un placer al chasquear los dedos, po- siblemente al ritmo de cierta musica, y sabe que el chasquido de sus dedos, _ por alguna extrafia conexién causal, hiciera que 10 mil vacas contentas, sin Guefio, murieran con gran dolor y sufrimiento 0, incluso, sin dolor.e int tanténeamente seria perfectamente justo chasquear lor dedos? ¢Hay algu“ na raz6n por la que fuera moralmente malo hacerlo? - ‘Algunos dicen que las personas no deben hacerlo porque taled actos las brutalizan y hace que muy probablemente dispongan de la vida de perso- nas tinicamente por placer. Estos actos, thoralmente inobjetables en st mismos, tienen, dicen ellos, una consecuencia moral indeseable (las cosas, ppor tanto, serfan diferentes si no hubiera posibilidad de tal consecuencia, por ejemplo, para la persona que sabe que es la ultima persona que _ ‘TTRORIA DEL ESTHOO DE NATURALEZA f° queda en la Tierra). Pero spor qué debe haber tal consecuencia? Si, en sf “gaismo es perfectamente corresto hacer cualquier cosa a los animales por Ja razbn que sea, entonces siempre que alguien se percate de la clara linea entre animales y personas y la teriga en cuenta mientras actie, zpor qué Ja matanza de animales debe tender a brutalizarlo y hacer més probable que dafie y mate personas? H (0, al menos, segiin cualquier dpinién, f(H) > H). Ob- sérvese que esta regla de proporcionalidad no menciona el grado de rev ponsabilidad r; éste se aplica con independencia de si el hacedor es 0 no responsable por el dafio que causa. A este respecto, difiere de una regla de proporcionalidad que convierte el limite maximo de 1a defensa propia en funcién de r x H. Este ltimo tipo de regla produce nuestro juicio de que, manteniéndose todas las cosas igual, uno puede usar mds fuerza en la defensa propia contra alguien cuya r es mayor a cero. La estructura 44 Debemos notar Ia potibilidad interesante de que lot gobiemnos contemporineos po- “clan convertr las penas (aparte de la indemnizacién) en sumas de dinero y waarias para inanciar varias actividades gubernamentales, Quizd algunos recursos dejados para gastat podrian ser producidos por las penas retributivas, ademés de Ja indemnimciéa y por 1a penalidad extra necesaria para dimuadir en virtud de aprehensién menos que segura. Poesto que las victimas de los delitos de las personas aprehendidas son completamente ‘compensadat, no es claro que Jos fondos remanentes (en expecial los que som producidos por la aplicacién de la teoria retributiva) tengan que destinarse a compensar a las vic- {mas de los delincuentes no aprehendidos. Presumfblemente, una asoclacién de protec- én usaria tales fondos para reducir el precio de sus servicios. PRORIBICION, COMPENSACION Y RIESGO n que presentamos aqui puede producir esto, de la siguiente manera. Uno puede, al defenderse, cargar su defensa a cuenta del castigo que el agresor merece (la cual ¢s + x H). De esta manera, el Iimite maximo de lo que ‘uno puede usar en defensa propia contra el hacedor del dafio H es f(H) + + XH. Cuando una cantidad A sumada a {(H) es utilizada en defensa pro- pia, se le resta esta cantidad al castigo que posteriormente puede infligirse y resulta: r x H =~ A, Cuando r = 0, f(H) + 1 X H se reduce a (Hl). Finalmente, habré alguna especiticacién de una regla de necesidad Ia cual requiere que uno no use més en defensa propia sino lo que es necesario para repeler el ataque. Si lo que es necesario es més que f(H) + 7 X H hax bré un deber de retirarse.s# ‘DIVIDIR 106 BENEFICIOS DEL INTERCAMBIO. Permitasenos regresar a la primera de nuestras cuestiones: “‘jPor qué no permitir cualquier traspaso de limites con tal que se pague una compen: sacién completa?” La compensacién completa mantiene a la victima tan alto en una curva de indiferencia como lo estaria si Ia otra persona no hubiera cruzado, Consecuentemente, un sistema que permita todo traspaso de los limites con tal de que ¢l pago de una compensacién completa sea pa- gada ¢s equivalente a un sistema que requiere que todos los acuerdos pre- vios sobre el derecho de cruzar limites se establezcan en el punto de la curva contractual # mds favorable al comprador del derecho. Si usted es tuviera dispuesto a pagar hasta $n por el derecho de hacerme algo a mi $m es lo menos que puedo aceptar (recibir menos que $m me colocarfa més abajo en la curva de indiferencia), entonces hay la posibilidad de que hagamos una negociacién mutuamente ventajosa sin > m. Dentro de la gama entre $n y $m, gdénde debe fijarse el precio: Uno puede decirlo fen ausencia de alguna teoria aceptable de un precio justo 0 apropiado (adviertanse los varios intentos de cons:ruir modelos de arbitraje para dos personas, juegos de suma no constante,. Ciertamente, ninguna razén se ha dado jamés para pensar que todo intercambio debe tener lugar en el punto de la curva contractual que més favorezca a una de las partes para que los benelicios del intercambio favorezcan sélo a esa parte, Permitir el traspaso de limites con tal de que se pague una compensacién completa “resuelve” el 38 Una discusign interesante de estas diversas cuentiones puede verse en el atticulo de George P. Fletcher “Proportionality and the Payehotie Aggremor™ (lire! Law Review, vol. 8; ndm. 8, jullo de 1978, pp. 367-890). No obstante la afirmacién de Fletcher. de {que mo hay manera de decir, al mismo tiempo, que se puede usar fuerm mortal en de fensa propia en contra de un agresor pelebtieo (cuyo #=0) y que extamor sometidos a 4a misma regla de proporcionalidad, yo creo que nuestra estructura, expuesia en el texto, produce estos. renultados y‘satistace, también, las diversas condiciones que uno ‘quiere tmponer. 4 Vid, Peter Newman, The Theory of Exchange, Englewood lifts, N. J., Prentie- Holt, 1965, eap. 8 2 ‘TTEORIA DEL ESTADO DE NATURALEZA problema de distribucién de beneficios de intercambios voluntarios de ma- ‘era injusta y arbitraria** ‘Mis atin, considérese cémo es que este sistema atribuye bienes. Alguien puede tomar un bien y, por tanto, llegar a “apropiérselo”, siempre que compense a su propietario. Si varias personas quieren un bien, la primera en tomarlo lo obtiene, hasta que otra lo tome, pagindole a aquélla una ‘compensacién completa. (:Por qué debe recibir algo este tipo de interme- iario?)"* Qué cantidad compensaria al propietario original si varias per- sonas quieren un bien particular? Un propietario que sepa de esta deman- da podrfa inuy bien egar a valuar su bien por el precio del mercado y, as, colocarse mds abajo en la curva de indiferencia al recibir menos (ah{ donde 1 mercado existe, ¢no es acaso el precio del mercado el ultimo que un vendedor aceptaria? :Existirfan mercados aqui?). Combinaciones complica- das de condicionales subjuntivos y contrafdcticos podrian posiblemente des- enredar las preferencias del propietario, de su conocimiento de los deseos de los otros y de los precios que estin dispuestos a pagar. Sin embargo, nadie, atin, ha proporcionado las combinaciones requeridas** Un sistema 3 Uno podria estar tentado a delimitar parclalmente el drea donde ex permiida Ia ‘ndemnizacién complet, dstinguiendo entre’ usar algo como recurso en un Proceso Pro- ductivo y dafiar algo como efecto indireto de un proceso. Pagar tnicamente una indea- nlracién completa seria considerado permitido en el ultimo cao; los precios del mereado ton deseables en el primero, en virtud de la cuestién de dlvidir lor beneficios del inter- ‘aimbio econdmlco. Este enfoque no funcionaria por razones de tranferencia puesto que Jos efectos de desecho son también recursos negociables, ysusceptibles de ser cbsiderados con un precio, 8 Sobre el papel mis usual del intermediario, vid. Armen Alchian y W. R. Allen, University Economics, 3 ed, Belmont, California, Wadsworth, 1967, pp. 20-87 y 40. 4 Un problema similar surge con ias explicaciones unuales de los economists sobre 4 intercambio. Opiniones anteriores han sostenido que tiehe que haber certo tipo de fgualdad entre lot bienes que las personas eatin dipucstas a intecambiar, Porave de otra manera, se pensaba, una parte sera cl perdedor. En respuesta, lot economists fefalan que lot intercambios mutuamente ventajosos requieren wnicamente preferendas ‘puesta, Si una persona preficre tener el bien del otro a tener el suyo y a, similarmen- 12, Ia tra penona prefiee tener el bien del primero al ruyo propio, entonce un inter cambio puede benefciar a ambos. Ninguno perderd, un cuando no exita nada por lo ‘que se pueda predicar que amu bienes sean igual. Se podria objear que las preferencias ‘puestas son necearas (incluso con independencia de las cuestiones sobre af Tor inteream- ‘lon pédrfan no tener lugar entre partes indiferentes entre dos mercanctas 0, len, t podria no tener ugar ventajosamente entre dot personas con preferencias idénticas y con Sdénticas pertenencis inicales combinadas de las dos mercanclas, cuando cada. persona preflere cualauiera de las pertenencias 0 combinadas a cialquicrs combinada y cada Uno es indiferente entre las dos pertenenclas combinadas) Por ejemplo, en transacdones tsipsrtitas como las que se dan en el belibol profesional, un equipo puede canjeat un Jugador por otro, al eval el equipo no prefire sobre el que transircron; 1o hace con objeto de canjear el jugador adquirdo'a otro equipo por un tercer jugsdor al cial 1 equipo prefiere sobre el primero que tena. Se podria replicar que puesto que el Pri mer equipo sabe que el egtno jugador puede sr eanjeado por el trcero, el equipo en Yealidad prefiee tener al segundo (el cual es Hclimente transformable en tin tercer jogs dor por via de itercambio) que al primero. De exta manera, conta la réplica, el primer Intereambio realizado por el equipo no ex por un objeto menos preferido, ni tampoco PROHIBICION, COMPENSACION ¥ RIESGO ne y no puede evitar el cargo de injutcia_al_permitir_qu. la compensaciin aga por rebaryr-e tite igual eT precio que bublera_aleancado de haber tenido lugar, previaniénte, una hegocia fa el permiso. (Lldmese 6s compensacién: "cpmipensacion de mexrado”; poFTo ‘comin serd mis que una simple compensaciéin completa). El mejor métoda para descubrie recio €3 ~dejar-que-las_negociaciones tengan en efecto lage yatta. sade i TalguTer nn peacteliiento ‘sera DISTHIE inexacto, ast como increfblemente engorroso, } a \ crpeunaeif YY PROHIBICION egies 1Las siguientes consideraciones qut-van en contra de permitir libreménte to- des os acios con tal de -quese pague le compensacidn-ademés.de-aquellar quese alee cia en el precio de intercambio, son, en muchos ‘especton_ las min Tteresantés: SY algunos dafor ne von comicarables no eda tape a pollen de pertain aatsae te apenas gue, (Mas bien, serfan permitidos siempre que la compensacién fuera paga- da, pero, en virtud de que la compensacién no podria ser pagada por nin- ‘guno, de hecho no estarian permitidos.) Dejando esa dificil cuestién a un lado, aun_ciertos actos jeden com} drian ser prohibidos. Entre los actos que pueden ser compensados, algunos producen saledo. Te- nemos miedo de que estos actos nps ocurran a newotroe aun di tabemoe que seriamos compensados completamente por ellos. X, sabiendo que Y resbalé frente a Ja casa de alguien, que se fracturé un brazo y que cobré dos mil délares después de seguir un juicio por dafios, podria pensar: “Qué afor- tunado fue Y, que esto le haya ocurrido; vale la pena romperse un brazo para obtener dos mil délares; esto cubre completamente el daiio.” Pero i alguien, entonces, llega con X y le dice: “Yo puedo romperte un brazo €l proximo mes y si Io hago te daré dos mil délares como compensacién, aunque, si decido no rompértelo no te pagaré nada”; ginsistirfa X en buena suere? No caminaria aprensivo, sobresaltindose a cada ruido que ' oyera detris de aquel, nervioso ante la expectativa de que tn dolor pods 2c intercambio leva al eauipo una més baja curva de indiferencs. 1 princi ge feral serie que cuslquera que sepa que wn bien «transformable en ot (pr via dé interambio 0 por cualquier otro medi) preferencaimente coloca el primero, il mena, tan a cone 3 mi, Goreme cv Se turnin to eo to en cucstién) Pero eae principio, aperentemente necewtio pera explicer Fntereambion pan, entra ou cots om iy epleaaon tater eines en terminos de preferendas opuesas. ae pinto. Gene 1a consecuencs de que unt ppenona no preticre tener el bien de otra a ter ol aie. ‘Toda vex que el proplo puede ter transformado en el otto (por via del Intercamblo expllas) y, de cut manera, & coloca preferencalmente a ete objeto al menos tan alto como el ot. ‘Las diferentes salldas de exe didcultad que lisa lamas cxamen precipliado (recuérdese que cada una de dos parts di mereancia a cualguer otro por Ia wut), todas perccen lmplicar montones de compl ‘dor intrncados subjuntives y contratictcoe ” ‘TTEORIA DEL ESTADO DE NATURALEZA caer de improvito sobre él? Un sistema que permitiera que ocurrieran asal- tos con tal que las victimas fueran compensadas posteriormente, traeria como resultado personas aprensivas, temerosas de ser asaltadas, de ataques imprevistos y de dafios, :Proporciona esto una razén para prohibir los asaltos? {Por qué no podria alguien que asalta compensar a su victima no tinicamente por el asalto y sus efectos, sino también por todo el miedo que Ia victima sintié en espera de uno u otro asalto? Sin embargo, segin lun sistema general que permita el asalto siempre que la compensacién se pague, el miedo de una victima no es causado por la persona particular que lo asalta. ePor qué, entonces, debe este asaltante tener que compen- sarlo por el miedo? Quien habrd de compensar a todas aquellas personas aprensivas que no fueron asaltadas, por el miedo que han sentido? mos mi Jertas cosas aun sabiendo que serfamos compen .sados por completo si ocurrieranio sf ren Para evitar tal aprension y miedo generales, estos actos son pFOMIBidos y declarados NS sf, no asegura que las personas se sientan seguras. Alli donde [os asaltos, aunque prohibides, se cometen con frecuencia y de manera impredecible, "\, lis personas atin tendrian miedo). No todo tipo de traspaso de limites ~~ crea tal miedo. Si se me dice que me pueden robar mi automévil durante el préximo mes y que después seré compensado por completo por el robo Y por cualquier molestia que estar sin él me pudiera haber causado, no Pasaré el mes nervioso, aprensivo y miedoso. Moa que inicamente Tiay_que compensar a Tr aviada;_las personas NX que sen que van a ser compensadas for completo no les temen. Lot aos publicr son aquellor a lot que as persons les tienen miedo, aun coat “’éFn compéntadas por completo st 1 dano‘ocurre-Aun bajo" Ta mas-fuerte- sty Ge ConbeMcactOr-tn-cusl-indamnizard. « la ‘g z_wetima por su miedo, algunas personas (las no victimas) no serfan com- 5 [ensadas por su miedo, Por tanto, hay un interés ptiblico y legitimo ep climinar estos actos de traipass-de-timttes; ‘ “Sa comi- | sion Bate que-todos.cengan-mietto-de GUE Tes GCuia a ellos: ~——— LX” Puede eviearse-esre-resiTiade!” POF B}eMpTS, no habila este incremento del miedo si las victimas fueran compensadas inmediatamente y fueran co- hechadas para guardar silencio. Los demds no conocerfan el acto que ha sb ocurrido, y ast, no los harfa més aprensivor ni los conducirfa a pensar que 2°" Ye probabilidadl de que les ocurra a ellos es mayor, La diticultad reside en que ¢l saber que uno.vive.en.un-sistema que_pernilis esto prmdnce “# aprensin de parsi. Cémo puede alguien estimar Ia oportunidad estadis- ticd de que le ocurra algo cuando se acallan todos los informes sobre el particular? De esta manera, aun en este caso sumamente attificial, no es s6lo la victima la que es afectada por la ocurrencia del dafio-en un sistema que, es sabido, permite que esto ocurra. El miedo difundido hace que la IBUSSROe BrORDIT GHATS Mogren au, Ro. commieedty, 9 _ Esto proporciona una dimensién para distinguir entre dafios privados y Pais qué: tenen-un componente-pablice, Datos privido ASe" sgietice PROHIBIGION, COMPENSACION Y RIESGO Eo ‘ocurrencia efectiva y el apoyo dado a estos actos no sea simplemente cues- tidn privada entre el ofensor y la parte ofendida. (Sin embargo, toda vez que las victimas indemnizadas y cohechadas después de los hechos, no se quejardn, la aplicacién de la prohibicién de estos crimenes que dejan sa- tisfechas a las victimas ilustra los problemas de la aplicacién de prohibi- ciones en los Hamados ““crimenes sin victimas”.)* Hemos dicho que un sistema que permite actos que producen miedo, con tal de que las victimas sean indemnizadas, tiene en s{ mismo un costo no compensable por el miedo de victimas-potenciales que no son victimas efectivas. Se evitarla este defecto del sistema por alguien que anunciara «que realizard ciertos actos a Voluntad y que no s6lo indemnizarfa a todas sus victimas, si las hubiera, sino, ademds, indemnizaria a todo aquel que sintiera miedo como resultado de su anuncio, aun si no Iegara efectiva- mente a llevar a cabo su acto en contra de ellos? Esto resultaria tan caro ‘que estaria mds alld de los medios de casi todos. Sin embargo zescaparia esto de nuestro argumento de prohibir aquellos de limites cuya autorizacién (con indemnizacién) producirfa un miedo general por el cual Ia poblacién no seria indemnizada? No es fdcil, por dos razones adicionales. Primera, las personas podrian tener una desenfrenada angustia por el ata- que, no porque hubieran oido ciertos anuncios sino porque saben que el sistema permite tales ataques después de los anuncios y, asl, se preocupan al no haber oldo ninguno. Ellos no pueden ser indemnizados por algo de lo que no han ofdo y no podrdn reclamar indemnizacién por 1 miedo que les causaron. Sin embargo, pueden ser victimas de. alguien cuyo anuncio no oyeron. Ningiin anuncio particular causarfa tal miedo sin wn anunclo rpeifico en cuamto a su objeto: ax, quien deberia com- pensar por ello? De esta manera, nuestro argumento se repite un nivel Fils arin; pero hay que reconocer que en exe aivel cl miso pucde ser de tal forma atenuado ¢ insustancial que resultarfa insuficiente para jus tificar la prohibicién de tales anuncios. En segundo lugar, y en conexién ‘con nuestra explicacién anterior sobre el intercambio de precios justo, ‘uno podria requerir de aquel que hace un anuncio de este tipo que in- demnice no sélo de forma completa sino que dé una indemnizacién de mercado. Una indemnizacién completa es una cantidad suficiente, pero apenas, para hacer que una persona diga después que est contenta, no triste, de que esto haya ocurrido. La compensacién de mercado es la can- tidad fijada por las negociaciones previas realizadas para obtener su con- sobre el miedo se aplica a un sstema que permite cualquiera acto que obtenga el con- ‘entimiento previo de la persona cayo limite es traspasmdo, Cualqulern que de que segén tal sistema él, wntamente, podria comsentir en 4 no lo hard por medios soluntarios (contrates, etoltern); en segundo Inpar, fos otros ‘80 pueden razooablemente ver Hmltados a contrariar jel miedo que de if mise thene ‘una. penional mg ‘TEORIA DEL ESTADO DE NATURALEZA sentimiento. Como el miedo se ve de manera diferente pasada la ocasién que como se ve cuando ¢s sufrido o cuando es anticipado, en estos casos serd casi imposible determinar, exactamente, cudl es la cantidad de una indemnizacién de mercado, salvo mediante negociaciones efectivas. Nuestro argumento para prohibir ciertas acciones, como los asaltos, pre- supone que s6lo exigir que un asaltante indemnice a sus victimas por 1as consecuencias del asalto (aunque no por ningin miedo anticipado) no serla suficiente para disuadir de los ataques al grado de hacer desaparecer _ el miedo de las personas. El argumento del miedo falla si el supuesto es equivocado (quedarfa el argumento de la divisién de los beneficios del intercambio). Podrfamos preguntamnos si el castigo merecido (de confor midad con la teoria retributiva) por violar la prohibicién de hacer ciertos actos pudiera igualmente no proporcionar suficiente disuasiOn para eliminar ‘el miedo y la aprensién. Esto no es factible si la probabilidad de detencién es alta y el castigo mismo es una alternativa temida; tales castigos no serfan ilegitimos para actos il{citos temidos, Aun para las personas que sé bene- fician mucho més de un acto que lo que sus victimas se dafian (y, de esta forma, mds de lo que el castigo infligido), esto no causaria ninguna difi- cultad. Recuérdese que una teorfa retributiva sostiene que los beneticios malhabidos de una persona tienen que ser devueltos o contraequilibrados si es que quedé alguno después de haber indemnizado a sus victimas, in- dependientemente del proceso de castigo. El fenémeno real del miedo a ciertos actos, aun por aquellos que saben que recibirfan una indemnizacién completa si sufrieran estos actos, muct tra por qué los prohibimos, ¢Es nuestro argumento demasiado utilitarista? Si el miedo no es producido por una persona en particular gc6mo se jut tificaria prohibirle tales actos o tal acci6n con el fin de que pagara una in- demnizacién? Nuestros argumentos van contra el supuesto natural de que tinicamente los efectos y las consecuencias de una accién son pertinentes para decidir si puede ser prohibida. El argumento concentra también su atencién en los efectos y consecuencias de no prohibir estos actos. Una vez declarado, es obvio que tiene que hacerse, pero seria valioso investigar qué aleance y qué significacién tienen las implicaciones de esta desviacién del supuesto natural. Subsiste Ia perplejidad de por qué depende el miedo de ciertos actos. Después de todo, si usted sabe que serd indemnizado completamente por los efectos reales de un acto, de manera que usted no empeorard (desde su pun- to de vista) como resultado de que se haya realizado tal acto, entonces gqué es lo que usted teme? Usted no teme caer en una posicién menos preferente © descender en la curva de indiferencia, puesto que (por hipétesis) usted sabe que no ocurtird, Se sentir4 miedo aun cuando el paquete anticipado sea positivo en su totalidad, como cuando a alguien se le dice que su brazo puede ser fracturado y que recibird, en pago, 500 délares més de lo que serfa suficiente para indemnizarlo completamente. El problema no es de terminar qué cantidad indemnizard, por el miedo, sino més bien, por qué PROHIBICION, COMPENSACION Y RIESGO n existe de todos modos miedo, si el paquete total previsto ¢s considerado como deseable en su totalidad. Uno puede suponer que el miedo existe porque la persona no esté segura de que tinicamente se le infligird la frac tra del brazo; no sabe si se observardn estos lfmites. Sin embargo, el mismo problema surgirfa si se le garantizara a la persona una indemnizacién por cualquier cosa que ocurriera o si se usara en la tarea, una miquina frac- turadora de brazos para climinar el problema de exceder los limites. , abandonar sus trabajos, eteétera, si la propia victima no se interes sobre estos ‘ieagos indirector 0 derivades, no parece que étos sean un costo que pueda propiamente imponénele a la persona que ered el siesgo de muerte a aquél o le eausS su muerte, Después de todo, cpodrian cston costos imponerte a Ia persona minma oa mu patrimonio sf cometiera suicidlo 0 abandonara su trabajo? Si, por el otto lado, él se preocupe de ‘ctor riegos indirecte © derivados, datos (en Ia medida que es propio de ellos) erin Incluidos, en raz6n de la preocupacién que éf tenfa por ellos, en Ia indemniracién del lego direct, A esta critdea tiene que afadine, sin embargo, Ia complicacién adicional e que una victima puede tener obligaciones hacia Yos otto, las cuales no le importan, pero las cater hubiera tenido que cumplir al estuviera vivo, qulzi debido @ presién focal o jurfdica, La determinacién teériea de una indemnlzacién apropiada tendrie que Incluir Ios riewgos indirecios que se crean a las pertonas hacia Tas cuales la victima esté obligada aunque Je sea indiferente. PROHIBIGION, COMPENSACION Y RIESGO gar una indemnizacién puede ser castigado por. su accién aun cuando no dafie efectivamente a otro ni traspase sus limites. eViola alguien los derechos de otro al realizar una accién sin medios - suficientes 0 sin cobertura de seguro para cubrir estos riesgos? ;Puede prohibirsele hacerlo o castigirsele si lo hace? Toda vez que un nimero enorme de acciones efectivamente incrementan el riesgo que corren los otros, una sociedad que prohibiera tales acciones no cubiertas encajarta/ —~ ‘mal en la imagen de una sociedad libre como aquella que contiene una | presuncién en favor de Ia libertad, como una sociedad en la cual a 1as| personas se les permitiera realizar acciones siempre que no dafien a otros | ‘en forma especifica. Sin embargo, zc6mo s¢ puede permitir a las as resp tmggh a ln dennis 4 Joo coer 86 ta er poner ae feet si fuera necesario?

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