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INTEGRACION REGIONAL COMPARADA: CONCEPTO Y MEDICION JoszrH S. NyE* La década transcurrida desde la formacién de la Comunidad Econémica Europea (CEE), en 1957, ha estado marcada por un impresionante crecimiento de las teorizaciones en torno a las cau- sas de Ja integracién regional internacional en Europa y cn otras partes del mundo. Sin embargo, las diferencias de enfoque res- pecto a Ja conceptualizacién y medicién de la variable dependiente —integracién— han conducido:a dos tipos de problemas. Primero, resulta dificil relacionar los conceptos de los diferentes autores entre si y, hasta cierto punto, los tedricos de Ja integracién se han ignorado. En otros casos, en que los teéricos realmente se han con- frontado entre si, como en la controversia respecte a la condicién presente de la CEE (descrita mas adelante), Jas diferencias de con- ceptualizacién han hecho que la disputa resulte innecesariamente dificil de resolver. Un segundo problema importante se centraliza en torno a la comparacién de procesos regionales de integracién. Diversos auto- res han formulado dudas respecto a la similitud de los procesos de integracién en Europa y zonas menos desarrolladas (y, por lo tanto, en lo concerniente a la adecuacién de nuestros modelos tedricos orientados hacia Europa) al sefialar importantes diferencias de infraestructura, mecanismos de mercado, dependencia externa, recur- sos administrativos, estructuras del grupo politico, interdependencia de los sectores sociales, conciencia nacional e ideologia. Tales dudas- sobre la comparacién sdlo se pueden enfrentar mediante la formu- * El autor ¢s profesor adjunto en Ja Universidad de Harvard, Cambridge, Massachusetts, actualmente se encuentra colaborando con la Fundaciéa Carnegie, en Ginebra, Suiza. El autor quisiera expresar su agradecimiento a I. C. Bupp, Karl W. Deutsch, Ernst B. Haas, Barbara G. Haskel, Stanley Hoffman, Norman J. Padelford, Phi lippe C. Schmitter, Stuart Schingold y Oran R. Young pot criticar las primeras versiones de este articulo. 30 INTEGRACION REGIONAL COMPARADA: CONCEPTO Y MEDICION laci6n de hipétesis precisas (con limites claramente establecidos) que son susceptibles de refutacién. En particular, existe una nece- sidad de elaborar la relacién entre los procesos de integracién regional y diversas condiciones politicas externas. Sin embargo, los esfuerzos para formular estas hipdtesis se enfrentan al obstdculo de la oscuridad del concepto general de integracién. La existencia de tales problemas indica la necesidad de un mayor estudio de las bases estdticas sobre las que reposan nuestras ‘teorfas dinamicas o causales. Los tedricos de la integraci6n pueden mo ‘concordar con esto ultimo en el estado actual de nuestros conocimientos, pero por lo menos podriamos establecer un vocabu- lario comin o facilmente traducible. Este articulo presenta una manera de relacionar algunas de las definiciones principales de la literatura, como también de formular hipétesis refutables mediante Ja descomposicién del concepto de integracién en diferentes tipos y el desarrollo de indices especificos para los diferentes subtipos. Se interesa principalmente en la clarificacién y fortalecimiento de las bases de la teoria causal mas que en la elaboracién de una nueva teria causal.* Problemas de uso corriente El uso comin del término “integraci6n” conduce muchas veces a confusién. Incluso la definicién que proporciona el dic- cionario: “unir partes en un todo”, deja amplios margenes de ambi- giiedad. Por ejemplo, en el momento de la creacién del Mercado Comin Europeo, integracién significaba unificacién politica, unifi- cacién econémica, cooperaci6n econémica y politica y un inter- cambio més libre para diferentes grupos de personas.” Los formu- Jadores de politicas muchas veces han usado palabras como integracién, cooperacién y comunidad de manera indistinta en sus discursos.* El término integracién politica ha resultado especial- * La teoris causal y el problema de “regién” se tratardn en un préximo trae bajo. * Leon N. Linoserc, The Political Dynamics of European Economie Inte- gration, Stanford, Calif, Stanford University Press, 1963, p. 109. 4 Ennsr H. vais DER BEUGEL, From Marshall “Aid to Atlantic Partnership Amsterdam, Elsevier,1966, p. 100; JAMES RICHARDSON, “The Concept of Atlantic en Journal of Common Market Siudies, Vol. 3, N® 1, October 1964, 51 JOSEPH s, NYE mente confuso. Por ejemplo, en Europa parecen haber existido al mismo tiempo por lo menos tres usos diferentes. Pata los degau- llistas, integracién politica parecia significar una consulta respecto a la politica exterior, al estilo del Plan Fouchet; para Jean Monnet y Walter Halistein tendia a significar el manejo supranacional de tareas cada vez mas importantes y discutibles; para los federalistas significaba la creacién de instituciones federales. En tanto que la ambigiiedad pareciera ser util desde un punto de vista politico —lo prueba Ia actividad que Winston Churchill contribuyé a gene- fat con sus ambiguos Ilamados a Ja unidad europea a fines de la década del 40— muy pocas veces es fructifera para los analistas, La palabra integracién no sdlo se emplea sin precision en el lenguaje comin; también tiende a estar rodeada de un positivo halo valorativo que algunas veces incide en su utilizacién analitica e impide la formulacién de una teoria clara. Con demasiada fre- cuencia existe la presuncién implicita de que integracién es “algo bueno” per se, 0 que una mayor integracién siempre contribuye a la paz, la prosperidad, etc. Sin embargo, tal cosa no es necesatia- mente cierta. El alto nivel de integracién econémica del Consejo de Asistencia Econémica Mutua (COMECON), medido por un por- centaje de mds del 60 por ciento del intercambio total realizado en forma intraregional, ha sido logrado al costo del mayor bienes- tar que se hubiera podido conseguir mediante una mayor partici- pacién en el comercio mundial.’ O para tomar un caso hipotético, es concebible que Ia unificacién politica de Europa haya tenido un efecto desestabilizante en Ia distribucién del poder, andlogo al efec- to de la unificacién de Alemania en ‘la Europa del siglo xix. Sin embargo, en el lenguaje comin, el concepto de integracién se uti- liza muchas veces en forma tal que los problemas relativos a mas y menos no se mantienen apartados de los relativos a mejor y peor. Dada la ambigiiedad del uso comin y el hecho historiografico de que los modelos dinémicos 0 causales han precedido a los mode- los estaticos o de medicién en el desarrollo del campo, no es sor- prendente que los diferentes usos utilizados por diferentes especia- listas hayan dado lugar a desentendimientos. Kat! Deutsch dice que la integracién europea ha detenido su desarrollo desde * Véase Freverick L. Pryor, The Communist Foreign Trade System, Cam- bridge, Mass, a4. Press, 1963, p. 27. 52 INTEGRACION REGIONAL COMPARADA: CONCEPTO Y MEDICION. 1957-58, en tanto que Ernst Haas, Leén Lindberg y Ronald Inglehart piensan que desde 1957-1958 ha realizado sus mayores avances.* Han surgido diferentes controversias sobre la relacién de la integracién politica y econédmica, que son en parte deficien- cias de la terminologia. No existe un esquema adecuado para traducir el concepto usado por un especialista al usado por otro. Una de las primeras definiciones del concepto de integracién en el contexto de la teoria de la integracién regional y que ha sido ampliamente utilizado en Ia literatura es el concepto de comunidad de seguridad en Dentsch et al., Political Community and the North Atlantic Area, el logro de “instituciones y ptacticas suficientemente fuertes y difundidas como para asegurar durante ‘largo’ tiempo, expectativas fitmes de ‘cambio pacifico’ entre (la) poblacién’”.* La definicién de Haas de la integraci6n como “el proceso por el cual actores politicos en diversos y distintos ambitos nacionales aceptan desviar sus lealtades, expectativas y actividades politicas hacia un nuevo centro, cuyas instituciones poseen o demandan jurisdiccién sobre los Estados nacionales preexistentes”.* ha ejercido una influencia igualmente fuerte. Los esfuerzos para reconciliarlas han tendido a destacar los niveles de integracién con diferentes umbrales.* Existen por lo menos dos dificultades en el enfoque de los “umbrales y niveles” como medios de reconciliar las diferentes defi- = Kart W. Deutscu, “A comparison of French and German Elites in the European Political Enviroment”, en: Kari W. DeurscH, Lewis J. Epincer, Roy C. Macawis y Rictarp L, Merritt, France, Germany and the Western Alliance, Nueva York, Charles Scribner's Sons, 1967, p. 219; LEON LINDBERG, “The Euro- pean Community as a Political System”, en: Journal of Common Market Studies, V. 5, N® 4, June 1967, p. 344. © Kari Deurscn ef al., Political Community and the North Atlantic Area; International Organization in the Light of Historical Experience, Princeton, N. J. Princeton University Press, 1957, p. 2- 7 Banst B, Haas, The Uniting of Europe: Political, Social and Economic Forces, 1950-1957, Stanford, Calif., Stanford University Press, 1958, p. 16. * Por ciemplo, véase Puitip E. Jacos and Henry TEUNE, “The Integrative Process: Guidelines for Analysis of the Bases of Political Community”, cn: PHILIP E, Jacos and James V. Toscano (ed.), The Integration of Political Communities, Filadelfia, Lippincott, 1964, pp. 4-8; Amrtat Erzions, Political Unification, Nueva York, Holt, Rhinehart and Winston, 1964, p. 6; y JOSEPH S. Nye, “Central Ame. rican’ Regional Integration”, en: Intermuional Conciliation, N $62, March 1967, PP. 7-9. 53 JOSEPH S, NYE niciones. En primer Ingar, la nocién de un nivel infetior tiende a denotar una etapa primaria o mas facilmente lograda. Pero no es evidente que una comunidad de seguridad siempre preceda o sea ‘mas facil de lograr que Ia iniciaci6n y primeras etapas de un mer- cado comin. Por ejemplo, en América Central las primeras etapas del proceso de integracién econémica prosiguieron y hasta adelan- taron en medio de una atmésfera de expectativas de guerra.” En segundo lugar, el concepto de niveles en manera alguna resuelve un problema que esté-implicito en la definicién de Haas, en The Uniting of Europe. Esa definicién aglomera varios indica- dores potenciales: 1) actividades politicas; 2) lealtades y 3) nue- vas instituciones que poseen jurisdiccién. ¢Pero qué sucede si los avances en las tres no varian al mismo ritmo (0 en forma alguna)? ¢Dé qué manera juzgamos el grado o nivel de este concepto de integracién en un caso en que las actividades politicas han cam- biado, las instituciones se encuentran algo alteradas, pero las leal- tades han quedado muy atrés? Incluso si sostenemos juicios sopesa- dos, las definiciones compuestas tienden a impedirnos notar fitmos . de cambio diferenciales entre diversos indicadores y, por lo tanto, nos privan de informacién util para el andlisis causal. Uno de los aspectos fundamentales en la teoria de la integracién es la relacién de‘un sentido de comunidad con la interdependencia de -conducta, Jo cual se torna més dificil de investigar cuando estan unidos en un mismo concepto.’” Un enfoque mis fructifero, segin el pensa- miento de este autor, consiste en descomponer el concepto de inte- gracién, desarrollar medicionés simples para las partes que lo componen y dejar abierta a la verificacién empirica la relacién entre ellas.** EI concepto de integracién, definido .verbalmente como lo que constituye partes en un todo o lo que crea interdependencia, puede ser desmembrado en integraci6n econémica (formacién de una economia transnacional), integracién social (formacién de una so-° ciedad transnacional) e integracién politica (formacién de inter- dependencia politica transnacional}. Estos tres conceptos pueden * Véase Nye, International Conciliation, N° 562, p. 27. 3° Véase Jacos y TEUNE, en: JacoB and Toscano (ed.), p. 4. 1 En efecto, ste es un enfoque utilizado por el autor en Pan-Africanism and East African integration, Cambridge, Mass; Harvard University Press, 2965, més que en un esfuerzo reciente en International Conciliation, N° 562, pp. 7-9. 34 INTEGRACION REGIONAL COMPARADA: CONCEPTO Y MEDICION ser desmembrados a su vez en subtipos mas interesantes y utiles, asociado cada uno a una medicién clara. Al hacer hincapié mas en el tipo que en los niveles de integracién podemos indicar la forma en que los diferentes usos del término integracién se relacionan, sin tener que decidir @ priori cual es prioritario o més facil de lograr. También podemos resolver controversias en torno a la con- dicién de un proceso de integracién como asimismo indicar el tipo de evidencia que-se puede utilizar para calificar y refutar algunas de las hipétesis en la \iteratura existente. En lugar de permitirnos hablar de la integraci6n en general y confundir términos, esta desagregacién tenderé a obligarnos a realizar generalizaciones mas idéneas y faciles de refutar, con las clausulas ceteris paribus incitas, por asi deciclo, allanando de esa manera el camino hacia un anilisis comparativo mas significativo que el provisto por los esquemas generales usados hasta ahora. Un problema afin es el uso de un solo indicador. Por ejemplo, Hayward Alker y Donald Puchala sostienen que “el nivel de inter- acci6n econémica entre naciones puede servir como indicador confiable de su grado de integracién politica...” ** Pero una vez mis, pareceria preferible desarrollar indicadores sepatados para los diferentes tipos de integracién, de modo que se pudieran comparar més exactamente las relaciones y determinar las brechas. En algu- nos casos al menos tiene importancia. Por ejemplo, en el Mercado Comin de Africa Oriental, a principios de la década de 1960, la integracién politica, medida segin una escala desarrollada por Lind- berg (que se discute mas adelante) declinaba constantemente des- pués de los ultimos dias de gobierno colonial, en tanto que la inte- gtacién econdémica, medida por las exportaciones regionales como porcentaje del total de exportaciones, siguié creciendo a lo largo del afio 1965 (véase grafico 1). : Este enfoque y ejemplo nos permiten comprender un punto importante aunque en apariencia paraddjico: pueden darse al mis- ™* Haywarp ALKER, Jr. and DoNatp PucHata, “Trends in Economic Partnership: The North Atlantic Area, 1928-1963", en J. David SINGER (ed.), Quantitative International Politics, Nueva York, Free Press, 1968, p. 288. Los autores concuerdan’ en que Ja investigacién coa multi-indicador es deseable. Véase Pp. 289 ys. 55 JOSEPH Ss. NYE Gririco 1 Integracién econémica y politica en Africa Oriental FOUTCA 06 ITEGRACION [fala de Lindberg) W101 O}D¥INOD 134 HVINIDION ONOD WHO! ODANCD rounca kcOMoMICA mo tiempo aspectos de integraci6n y desintegracién.’* En -efecto, hasta pueden estar causalmente relacionados los dos. Charles An- derson afirma que en América Latina “el proceso de formacién de zonas de libre comercio posiblemente ha con- tribuido por igual tanto a acrecentar la sensibilidad respecto al interés nacio- nal como a disminuir los sentimientos nacionalistas”’.4 »* Exnsr B, Haas, “The Uniting of Europe and the Uniting of Latin Ame- rica", en: Journal of Common Market Studies, V. 5, N° 4, June 1967, p. 315. CHARLES W. ANDERSON, Politics and Economic Change in Latin Ams- rica, Princeton, N. J., Van Nostsand, 1967, p. 6r. 36 INTEGRACION REGIONAL COMPARADA: CONCEPTO Y MEDICION Integracién econémica (IE) Muchos teéricos de la integracién han utilizado la definicién y la categorizacién de integracién econdémica elaborada por Bela Balassa.’° Balassa define la integracién econdémica como la aboli- cién de la discriminacién entre unidades econdémicas pertenecientés a diferentes Estados nacionales. Establece cinco categorias que van. desde una zona de libre comercio a una integracién econémica total. Cada categoria implica un tipo mas avanzado de supresion de la discriminacién econémica. Las cinco catégorias y los tipos de suptesién de la discriminacién entre los miembros que éstas impli- can aparecen tabuladas en el cuadro 1. Cuapro 1 Tarifa Libre cir- Armoniza- Unificaciox Sintarifa externa culaciéu ciénde po- de politicas, ni cuotas comin delos fac. Iiticas eco- instituciones tores —_ némicas —_politicas 1. Zona de libre comercio. x 2. Uniéa aduanera x x 3. Mercado comin x x x 4. Unién econémica’ . x x x x 5. Integracién econdmica total . x - x x x A primera vista, las categorias de Balassa parecen particular- mente adecuadas para ser utilizadas por los -cientificos politicos. Las dos primeras categorias corresponden a las categorias legales del articulo 24 del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), en tanto que la ultima se refiere explicitamente a criterios de politica institucional y, de esa’ manera, relaciona la integraci6n econémica con la integracién politica. Por otra parte, al usar este enfoque se presenta ante los cientificos politicos una setie de problemas. Por un lado, la utilizacién popular de muchos de los términos puede llevar a equivocos. El marbete de “mercado comin” est4 mas difundido que aplicado, lo prueba el asi llamado mercado comin arabe. Ademas, el concepto de niveles tiende a * Beta Batassa, The Theory of Economic Integration, Homewood, Ul, Ri- chad D, Irwin, 196r, p. 1. 37 JOSEPH Ss, NYE emplear etapas, cuya secuencia muchas veces es confusa en la prac- tica. El “Mercado Comin” europeo logré una libre circulacién parcial de los factores antes de transformarse en una verdadera zona de libre comercio y en una unién aduanera, en julio de 1968. El Mercado Comin de Africa Oriental presenta una mayor armo- nizacién ‘en las politicas fiscal y monetaria (caracteristica de la cuarta “etapa”) que libre circulacién de los factores (tercera “eta- pa”). Sin embargo, més importantes que estos inconvenientes supe- rables son otros dos puntos que restringen severamente el valor de este esquema para un anilisis politico comparado. En primer lugar, las categorias de Balassa tienen poca importancia para las economias planificadas, dificultando asi la comparacién con el COMECON.’ En segundo lugar, las categorias de Balassa no tienen ubicacién adecuada para las categorias no comerciales de interde- pendencia econémica entre naciones, tales como los setvicios com- partidos, que algunas veces pueden tener una magnitud conside- rable (la Organizacién de Servicios Comunes de Africa Oriental tuvo una participacién del 8 por ciento en el Producto Interno Bruto de Africa Oriental) y algunas veces existen sin que haya integracién comercial (por ejemplo, el Comité del Delta del Mekong).*® Sea cual fuera el valor de las categorias de Balassa para los economistas (y se podria pensar que las diferencias en la remune- racién de los factores podrian proporcionar un indice de integracién més interesante para aquellos que se ocupan de los efectos relativos al bienestar), y a pesar de que el esquema seguir4 siendo usado por parte de los cientificos. politicos como una taquigrafia conveniente, realmente necesitamos un mejor indice de integracién econémica para el andlisis politico comparado. Para aquellos de entre nosotros que se interesan por Jos efectos de Ja interdependencia econémica sobre las relaciones politicas entre Estados soberanos, seria mas ‘til conceptualizar dos tipos de integracién econémica, cada uno de ellos asociados con mediciones especificas. La integracién comer- cial (Ec) serie la proporcién de exportaciones intrarregionales La politica monetaria no tiene una categorfa tinica en este esquema. Ea sl esquema que el autor desarrolla mas adelante aparece bajo 16 sélo como servicio. Los aspectos mis signifieativos de 1a politica monetaria aparccea bajo Pa mis adelante, 38 INTEGRACION REGIONAL COMPARADA: CONCEPTO Y MEDICION respecto’a las exportaciones totales de la region. La integracién de servicios (1Es) serian los gastos realizados en servicios administra- dos conjuntamente (incluyendo la administracién de esquemas de integracién comercial) como un porcentaje del Producto Nacional Bruto (PNB). Estos indices no sélo permiten un margen més amplio de comparacién, sino que, ademas, poseen la virtud especial de poder ser facilmente relacionados con el sistema ‘politico externo dentro del cual opera el sistema regional: 1£¢ por definicién e 1e= por calculo de la proporcidn de los servicios comunes financiados desde el exterior de la regién. Por ejemplo, el Mercado Comun de Africa Oriental y el Mercado Comitin Centroamericano (MCCA) se citan'con frecuencia como las dos zonas mejor integradas econémicamente entre los paises menos desarrollados. ;Pero cual esta mas integrado y por cuanto? ¢Cudl depende mas del apoyo exterior? El esquema de Balassa no nos ayuda mucho a responder a estas preguntas. Por ejemplo, Centroamérica es una zona de libre comercio mas perfecta, Africa Oriental una unién aduanera més perfecta. Nin- guna de las dos se caracteriza por una muy libre circulacién de los factores; Africa Oriental posee alguna mayor coordinacién de las politicas econdmicas. Si utilizamos el esquema’ sugerido en este articulo, de inme- diato y con claridad veremos que, en 1965, Africa Oriental tenia un mayor nivel de integracién comercial, un nivel mucho mayor de Cuapro 2* Porcentaje de 184 financiado Patses Afio We ME, ——_externamente Africa Ori 1965 25 80 16 Centroamérica . 1965 19 ot 46 — * Josep Nye: “Central American Regional Integration”, en International Concilia. Yion, N® 562,'marzo de 1967; EAST AFRICAN COMMON SERVICES, Annual Report 1966, Nairobi, 1967, 59 tegracién de los servicios y mucho més autonomia en el finan- ciamiento de su integraciéa. En resumen, mediante estas medidas, a pesar de los problemas que plagaban y amenazaban al sistema que los Estados de Africa Oriental habian heredado del periodo colonial britanico, estos Estados se encontraban més integrados. econdémicamente (y en forma mis auténoma) que los Estados centroamericanos. Esto, desde luego, nada prueba por si mismo. Dos adverten- cias son particularmente importantes. Una mayor integracién me- diante estas medidas no implica necesariamente un mayor bienestar (véase lo anterior), sino sélo una mayor interdependencia. En segundo lugar, los efectos politicos de una mayor interdependencia econémica dependeran de un numero de otros factores. como las percepciones por parte de las élites politicas importaates, la asinie- tria de la dependencia y otras formas de dependencia. Lo que estas medidas logran, sin embargo, es proporcionar un indicador preciso de dos tipos de interdependencia econédmica que pueden ser compa- rados con otros efectos cualesquiera, (bienestar, seguridad, comu- nidad, etc.) en los que se esté interesado."* Integracién social (IS) Un enfoque interesante pero discutible de la integraci6n regional ha sido el andlisis de las transacciones (comercio, correo, turistas, etc.) entre los Estados. Los criticos han sostenido que la evidencia de mayores transacciones no es un buen indice de “inte- gracién”, pues no mide directamente el crecimiento de la comuni- dad o el sentimiento de obligacién que puede quedar rezagado muy atras de las interacciones. No sélo puede rezagarse el sentido de identidad de la comunidad, sino que, ademas, las ttansacciones pueden no ser un buen indicador de comunidad y seguridad. Se 1d que surge del uso de «sta medida es que puede ser al esquema de regresién. construido por K. Deutscu, 1. Buss y A. EcksTEIN para proporcionar un cilculo de la distancia que se debe recorret antes de Hegar af tope de intercambio intrarregional si un grupo fuera en realidad un Estado tnico de tamafio comparable. DEUTSCH estima un tope del 60-65 por ciento para la CEE, indicando que €s aproximadamente dos tercios del ca- mino hacia et nivel de integracién que se podria asociar con un status nacional, Véase Deursci, en: Deurscu, EpINcer, MACRipis and MERRITT, pp. 236-237. 60 INTEGRACION REGIONAL COMPARADA: CONCEPTO Y MEDICION puede alegar, siguiendo a Rousseau,. que el aislamiento es la mejor garantia de relaciones pacificas entre Estados y que la proximidad e interaccién aumentan las probabilidades de conflicto.’* De modo que si “la integracién politica generalmente implica una relacién de comunidad entre la gente... un sentimiento de identidad y conciencia de si,” *® entonces las transacciones pueden ser inadecua- das como indicadores de integracién politica. Con relacién a algunas transacciones, el impacto negativo 0 positivo puede depender de un balance aproximado y facilmente mensurable de la circulacién. Por ejemplo, el aumento de la circu- laci6n: comercial en Africa Oriental en la altima década tuvo un efecto negativo sobre las relaciones entre los gobiernos, debido al desequilibrio que se reflej6 en el déficit.creciente de comercio regional, lo cual preocupé a los lideres de Tanzania. Al tespecto de otras citculaciones, el concepto de balance puede ser menos facil de medir directamente, sin resultar menos importante por eso. Por ejemplo, la migracién laboral desde zonas pobres hacia zonas ricas puede contribuir a la redistribucién de los ingresos, pero si el movimiento se produce desde regiones mas ricas hacia regiones més pobres, como desde Kenia hacia sus vecinos de Africa Oriental, puede tener y tuvo un-efecto agravante.”” Casi todos los que aplican este enfoque conocen bien los problemas derivados de Ia utilizacién de datos sobre las transac- ciones como tnico indicador para formular afirmaciones sobre integracién en general, pero en el curso de las discusiones tienden a hacerlo y proporcionan asi un blanco. innecesario a sus criticos. Por ejemplo, Deutsch dice respecto de la integracién europea que “el desarrollo de esos tratados e instituciones europeos desde me- diados de la década de 1950 no ha sido acompafiado por la corres- pondiente integracién mas profunda del comportamiento real”. Pero los criticos pueden contestar: ¢qué tipos de comportamiento est enfocando? Buena parte de esta controversia puede ser resuelta estable- ciendo una distincién entre las categorias de integracién social y % Véase KENNETH WALTZ, “The Relation of States to their. World” (do- cumento entregado en la reuniéa de 1967, American Political Science Association). 3 Jacos y TEUNE en: JacoB and Toscano (ed.), p. 4. ® Véase Nv, Pun-Africanism, pp. 259-260. * Deurscu, en: Deursci, EDINGER, Macnipis, and MFaRtrr, pig. 229. 61 politica; utilizando datos sobre las transacciones como un indicedor de lo primero més que de lo segundo; y dejando librada a la inves- tigacién empirica la relacién entre los dos tipos de integracién. Definida verbalmente, la integracién social seria la creaci6n de una sociedad transnacional (reservando la palabra “comunidad” para las relaciones politicas subyacenges) o la abolicién de impedimen- tos nacionales para la libre circulacién de las transacciones. Opera- cionalmente, se podria utilizar cualquier cantidad de tipos de transacciones con importantes connotaciones de comunicaciones intefpersonales —comercio,. correo, Ilamadas telefdnicas, etc—, segtin los costos y beneficios marginales de la obtencién de datos para indicadores adicionales. Tal vez seria mds interesante, desde el punto de vista de la teorfa causal, hacer una distincién entre tegracién social de la masa (ISm) usando esos indicadores y la integracién social de grupos especiales o élites (Ise). Entre los tipos de transacciones que se podrian utilizar para la ultima estaria el porcentaje de estudiantes educados en otras universidades de la re- gién comparado con las exteciores a la regién, o los datos sobre viajes aéreos (en los lugares donde éstos constituyen una forma relativamente cara de viajar) dentro de la regién comparados con los que tienen por destino puntos exteriores a la “regién. También podria resultar fructifero usar algunos datos sobre las relaciones entre las élites europeas urbanas o industriales estudiadas por Carl J. Friedrich dentro de este contexto.™* Un problema subsidiario en la operacionalizacién del concepto de integracién social es el problema de uso de indices de aceptacién relativa (AR) versus indicadores basados en magnitudes absolutas. El indice de AR mide el porcentaje por el cual las transacciones entre dos paises difieren en “un monto hipotético que seria proporcional a la participacién general de esos dos paises en la circulaciéa total de transacciones entre todos los paises del mundo”, Esto ha sido concebido para separar los resultados del compor- tamiento preferencial de “los meros efectos del tamafio y prosperi- dad de los paises”.?* ** Cari J. FRiEDRICH (ed.), Politische Dimensionen der europaischen Ge- meinschaftsbilduing, Colonia, Westdeutscher Verlag, 1968. Otros aspectos de este trabajo tienen relacién con la integracién politica, mas adelante, = Drurscy, en: Deursci, EDINGER, Macripis and MERRITT, p. 220. 62 INTEGRACION REGIONAL COMPARADA: CONCEPTO Y MEDICION Los criticos alegan que los cambios absolutos en las transac- ciones pueden tener importantes efectos politicos y econémicos sin tenet en cuenta si son causados por preferencia o prosperidad, y que la preferencia es importante sdlo en cuanto la integracién implica exclusién. Al notar el rapido crecimiento tanto de! comer- cio como del PNB en la CEE, Ronald Inglehart pregunta: “;Debe- mos pasar por alto la importancia del crecimiento del comercio a causa de la ocurrencia simultanea del crecimiento econémico?” O tomando el caso del aumento absoluto —pero no relativo— del turismo europeo, pregunta si los efectos potenciales sobre las acti- tudes de viajar en otro pais de la CEE pueden ser anulados viajando en otros lugares y alega que “no hay razén para suponer que el aumento de la europeidad sélo se puede dar mediante. una exclu- sividad relativa respecto al mundo exterior”.”* Por otro lado, gran parte depende del fin implicito del proceso que esperamos 0 que nos interesa. Si consideramos que los procesos de integracién con- ducen a alguna condicién final semejante a un Estado-nacion con lealtades de tipo nacional, entonces esta medida relativa es muy importante. La mejor solucién para este problema en esta etapa de nuestra ignorancia sobre las probables condiciones finales de los Procesos de integracién es la catdlica, que consiste en desarrollar indices utilizando cifras tanto relativas como absolutas, obsetvar sus relaciones en el tiempo entre si y respecto a otros indicadores politicos y econémicos que nos interesan. Si es necesario, hasta podemos establecer subcategorias separadas de integracién social que dependeran del hecho de si se han usado indicadores relativos © absolutos, Integracién politica (IP) De los tres tipos de integracién, la integracién politica es, con mucho, la mas ambigua y dificil en cuanto a la elaboracion de indices satisfactorios. Pero incluso si no se pueden desarrollar indices completamente satisfactorios, esto no reduce la importancia de distinguir conceptualmente la integracién politica (y sus sub- RoNatp INGLEHART “An End to European Integration?", en American Political, Science Review, V. 61, N° x, March 1967, pp. 102-103, 63 tipos), aunque sélo sea para aclarar confusiones en la literatura. En Ultima instancia, los esfuerzos de avanzada, como los de Leén Lindberg, nos ayudan a ser més claros en el ordenamiento de evi- dencias para juicios no cuantitativos sobre la integracién.** La virtud del enfoque de Lindberg es que sugiere medidas separadas para diferentes aspectos de la integracién politica. Asi, incluso a los que no les satisface el uso que él hace de la termino- logia un tanto original de la teoria de sistemas de David Easton, pueden, sin embargo, obtener provecho de su trabajo. Por ejemplo, se puede alegar que el uso del concepto eastoniano de “apoyo” para categorizar actitudes de identidad coman y comunidad( lo que hemos denominado integracién actitudinal) tiende a implicar una relacién que debiera quedar abierta a la observacién. Especialmente en los extremos inferiores de la escala las actitudes de identidad y comunidad pueden no “dpoyar” en la practica las instituciones o politicas de integracién; lo atestigua el mercado comin drabe ** © los efectos ambiguos de identidad en los esfuerzos de integracién en Africa Oriental. También se ptiede sutilizar con la tendencia de Lindberg a usar el término integracién politica como divisién poli- tica del trabajo en una forma que amalgama los aspectos interinsti- tucionales y los relativos a la politica como si se hubiera desarro- Ilado un adecuado indice compuesto, debidamente sopesado, si bien €I mismo es el primero en sefialar que ese no es el caso. Sin em- bargo, el punto importante para aquellos que no concuerdan con sus conceptos eastonianos es el hecho de que Lindberg nos ha ptoporcionado indices separados y especificos. Uno de los problemas recurrentes respecto al concepto de integracién politica ha sido la ambigiiedad sobre si la interaccién politica y el sentimiento de obligacién o comunidad. son ambos elementos necesarios de una definicién adecuada. Por ejemplo, Philip Jacob y Henry Teune sefialan que la “integracién politica generalmente implica una telacién de comunidad... un sentimien- to de identidad y conciencia de si”, pero luego afirman que “la esen- * Véase LinpseRs, Journal for Common. Market Studies, V. 5, N 4. Lindberg perfeccionara esos indices en un futuro trabajo. # Véase E. Kanovsky, “Arab Economic Unity”, en: Josep S. NvE (ed.), International Regionalism, Boston, Little Brown, 1968, P. 350 y ss. 64 INTEGRACION REGIONAL COMPARADA: CONCEPTO Y MEDICION. cia de la relacién de integracién es vista como una accién colectiva para promover intereses mutuos” >" Podriamos obtener una mayor claridad si distinguiéramos cua- tro tipos diferentes de integracién politica que han ocupado un lugar prominente en la literatura: institucional (1P1); politica interaccional (1P2); actitudinal (1P3) y el concepto de comunidad dé seguridad de Deutsch e¢ al. (1P4).7® Integracién institucional (1P;) Este es el sentido frecuentemente aplicado por aquellos euro- Peos © centroamericanos qué se quejan de que la “integracién eco- némica no ha conducido a la integracién politica” en Europa o Centroamérica. Una de las discusiones frecuentes con respecto a la teorfa de la integracién regional, y tal vez a la politica interna- cional en general, es la que se ha suscitado en torno a la pregunta de hasta qué punto es importante la organizacién internacional per se. ¢Hasta qué punto deben ser fuertes las instituciones para que tengan lugar otros efectos integradores? Durante largo tiempo los federalistas han supuesto que se necesitan instituciones centrales bastante fuertes (un alto grado de 1P1) para Ilegar a un alto nivel de otros tipos de integracién. Los neofuncionalistas —que en los primeros tiempos por lo menos, pudieron set injustamente consi- derados como federalistas con vestiduras funcionalistas— hicieron de “las instituciones politicas capaces de traducir las ideologias en ley, la piedra fundamental de Ia definicién”,”® si bien en un umbral més bajo que los federalistas. Considerables disputas se han produ- cido en torno a la importancia y originalidad de las instituciones supranacionales.*® En cierto modo, los funcionalistas puros que * Jacop y Teunz en: Jacos and Toscano (ed,), pp. 4 ¥ 5- * Esta ao es una lista exclusiva, se puede plantear el caso de cinco ca- tegorias, dividiendo », en “jurisdiccional” y “burocritico” como veremos mis adelante. 2 Haas, The Uniting of Europe, p. 7. + Véase, por ejemplo, los puntos de vista sobre las instituciones euro- peas recogidos ‘por JEAN Siotis, “Some Problems of European Secretariats”, en Journal of Common Market Studies, V. 2, N° 3, March 1964, pp. 222-250; DUsAN SwJANskt, “Some Remarks on Siotis' Article”, en: Journal of Common Market Studies, V. 3, N?,1, October 1964, pp. 47-61; y Rowert W. Cox, “The Study of European Institutions: Some Problems of Economic and Political Organibation”, en: 65 JOSEPH S. NYE degradan el papel de las instituciones centrales fuertes a causa de su desconfianza, tienden a compartir esta opinién de la eficacia causal de las instituciones, pero Ia evalian de manera diferente; lo prueban las dudas de David Mitrany sobre la CEE.** Hay una cantidad de términos de uso comin que proporci nan una escala burda de la integracidn institucional, que tiene el siguiente aspecto: Gririco 2 (tei ae 1 mgr UcONs coontacion I fesezacion wesrucons see é reas sunauaconnioss 1 cowtuianc wae Si bien esto nos permite proporcionar al concepto de integra- cién institucional algiin orden intuitivo, estas categorias siguen siendo demasiado amplias e imprecisas. Por ejemplo, algunas perso- nas invertirian —o por lo menos superpondrian— las posiciones de supranacionalidad y confederacién. Con fines comparativos es importante trabajar hacia escalas que puedan permitir mejores distinciones que éstas. Este enfoque también puede originar confu- sién debido a que la palabra “integracién” se utiliza algunas veces en el lenguaje comin para referirse sélo al sector situado a la derecha de esta escala por contraste al situado a la izquierda: 1a dico- tomia familiar de “integracién versus cooperacién”. Una medici6n relativamente simple de Ia fortaleza de las ins- tituciones centrales seria el tamaiio y el crecimiento de los recursos burocraticos decisivos de presupuesto’ y personal administrativo. Una dificultad que se presenta al respecto en los extremos inferio- res de la escala es que el presupuesto y el personal de muchas organizaciones internacionales no aumentan sélo como funcién de un crecimiento de la importancia de los resultados de la organiza- cién o de su coherencia interna como institucién. Por ejemplo, el Jou of Common Market Studies, V. 3, N® 2, February 1965, pp. 102-117. Cox sefiala que la tarea de evaluacién se torna mis dificil debido al interés por parte de los eurécratas de mantener la idea de singularidad. *1 Davin MiTraNy, “The Prospect of Integration: Federal or Functional?” en: Nye (ed.), International Regionalism, pp. 68-69. 66 INTEGRACION REGIONAL COMPARADA: CONCEPTO Y MEDICION presupuesto de la Organizacién de los Estados Americanos (OEA) mas que se triplicé, de 3 millones de délares pasé a 10 millones, durante un periodo (1954-1961) eri el cual los observadores expe- rimentados consideraban que sus resultados y su coherencia decli- naban.*? En otras palabras, los recursos de las organizaciones internacionales pueden crecer debido a consideraciones diplomaticas, -ya se trate de los designios politicos de una Gran Potencia o de una torpeza politica consistente en’ despedir en lugar de contratar a una burocracia internacional duplicada. Una forma de corregir en parte con ese fin y de lograr que la medicién resulte més til pata la tarea de comparacién, consiste en calcular el presupuesto y el personal como un porcentaje de los presupuestos totales de los gobiernos y personal administrativo de’ los paises miembros. Esto tiende a desinflar el efecto de los miem- bros desproporcionadamente grandes en organizaciones como la OEA y la Organizacién del Tratado del Atlantico Norte (OTAN), ade- més de contribuir a que la medida resulte mas stil para el andlisis comparativo de diferentes regiones.** : Incluso en el caso en que la medicién de los recursos dispo- nibles para ‘las operaciones ha sido corregida, no resulta adecuado medir toda la gama de interrogantes que interesan a los’ que han centrado su atencién sobre el componente institucional de la inte- gracién politica. Existe también un aspecto legal o jurisdiccional del poder institucional. ;Hasta qué punto las instituciones centrales tienen autonomia respecto al control directo de los Estados miem- bros? ¢Hasta qué punto pueden tomar decisiones obligatorias desde un punto de vista “supranacional”? ;Hasta qué punto es importante que las instituciones de integracién reciban poderes supranaciona- les? Si bien los recursos pueden constituir un indicador mas aproxi- mado de los poderes, no conocemos-la relacién exacta y tal vez 3 Véase WILLIAM MaNorr, Pan America'in Crit Washington, Public Affairs Press,” 1961, pp. 79-81. +" Esto no tiene en’ cuenta la proliferacin de instituciones en lugar“del_for- talecimiento de una sola que Schmitter describe en Centroamérica, Vésse “The Process -of Central American Integration: Spill-over or Spill-around?” (documento Presentado en Ia reunién anual de 1967, American Political Science Association). Esto se podria compensar incluyendo un’ indice dé crecimiento institucional como ¢1 que LINDBERG sugiere podria basarse cn HUNTINGTON, Véase LINDBERG, €n: Journal of Common Market Studies, V. 5, N° 4, pp. 368-369. 1 The future of the OAS, 67 JOSEPH S. NYE seria mejor por ahora hacer una distincién entre dos.subcategorias de integracién institucional: burocratica y jurisdiccional. Podemos juzgar la integracién jurisdiccional con una medida compuesta por varios factores: supranacionalidad en la adopcién de decisiones; alcance de los poderes legales; realizacién de los fines y expansion de la jurisdiccién. En cuanto al grado de supranacio- nalidad, distinguimos varios niveles de decisiones vinculantes.** 1) Decisiones realizadas por érganos administrativos; 2) Decisiones tomadas por un segmento de los miembros; 3) Decisiones tomadas por los representantes de todos los gobiernos, sin veto; 4) Decisiones tomadas por representantes de los gobiernos, veto en caso de apelacién; 5) Decisiones tomadas por unanimidad. EI segundo componente de la integracién jurisdiccional seria él alcance de estos ‘poderes jurisdiccionales tal como estan formu- Jados en los tratados pertinentes e instrumentos legales. En la pra tica, las evaluaciones de Ja extensién de los podeges jurisdiccionales de los esquemas dé integracién son realizadas con frecuencia por ebogados, cientificos politicos y profesionales y se las utiliza como base para pronosticar el éxito o el fracaso, Estas evaluaciones se pueden graduar y emparejar con juicios sobre el desempefio respecto al grado de realizacién, en la practica, de los poderes otorgados 0 la existencia de poderes de facto equivalentes. Finalmente, seria intere- Sante observar la expansién formal —o la contraccién— de la jurisdiccién por las decisiones legales, nuevos tratados y protocolos © acuerdos ejecutivos obligatorios. Luego se podria compatar una escala de integracién jurisdiccional construida a partir de esos cuatro componentes con la integracién burocratica institucional, como asi también con otras formas de integracin. Integracion de las politicas (12) Otro tipo de integracién politica que se puede distinguir es lo que se podria denominar “integracién de las politicas”. Lo que 3 Esto se basa en un esquema sugerido por WILLIAM CopLin, Thé Pune: tious of International Law, Chicago, Rand McNally, 1966, p. 166 y ss. 68 INTEGRACION REGIONAL COMPARADA: CONCEPTO Y MEDICION interesa aqui no se refiere a las instituciones 0 métodos utilizados para lograr decisiones, sino el grado en que un grupo de paises actia como grupo (por cualquier medio) al tomar decisiones rela- tivas a la politica local o extranjera: lo que Lindberg !ama su divi- sién politica del trabajo. Por ejemplo,.algunas veces se alega, sobre la base de Ja experiencia de la Organizacién Europea de Coopera- cién Econémica (OECE) y el Consejo Nérdico, que la mera’ con- sulta, aunque las instituciones sean débiles, puede ser un impor- tante medio de integracién de las politicas.** Lo que necesitamos saber para probar esto es: 1) el alcance (cudntos sectores relativos a las politicas se tratan en comin); 2) la extensién (qué porcion de un sector se trata en comtin), y 3) la prominencia (qué impor- tancia tienen).** En efecto, la prominencia es un continuo basado en la distincién de Stanley Hoffman entre politicas “altas” (emo- cionalmente cargadas) y “bajas” (menos controvertibles).*? Sin embargo, uno de los probiemas dificiles reside en decidir qué es un sector o campo relativo a las politicas cuando se trata de determinar el alcance. La torta de las politicas se puede cortar en una variedad de tajadas, algunas de las cuales pueden ser mis importantes para algunas sociedades que para otras. Esto. dificulta el desatrollo de una medida comparativa del alcance de Ja integra- cién de politicas. Un enfoque podria consistir en estipular una lista algo arbitraria de funciones gubernamentales susceptibles de fun- cionar en casi todas las sociedades. Se podria, por ejemplo, como se hizo antes, tomar Ja lista desarrollada para Europa por Lindberg y aplicarla a otras zonas. Esto provoca pocos problemas cuando se aplica a una zona en el tiempo, puesto que el numero de funciones parcialmente irrelevantes posiblemente se mantenga constante du- rante el periodo de medicién. Sin embargo, resulta mas dificil utilizar Ja lista para comparar Europa y Africa Oriental, dado que este factor no es conscante. Un enfoque, sugerido por Lindberg, es la utilizaci6n de su indice de la prominencia (un puntaje basado ** Véase VAN DER BEUGEL, pp, 222-223; y Nits ANDREN, “Nordic Inte- gration”, en: Cooperation and Conflict, Nos. 3-4, 1967, pp. 229-232. #8 ScumiTTER en “The Process of Central American Integration” sugiere el alcance, la prominencia y el nivel como criterio de Ja integracién politica en general, pero su concepto de nivel es jurisdiccional. ¥'srantey HOFEMAN, “Discord in Community: The North Atlantic Area as a Partial International System", en: International Organization, V. 17, N° 3, Summer 1963, p. 531. 69 JOSEPH Ss, NYE en juicios sobre la intensidad de 1a controversia, poder de los grupos implicados, y naturaleza de suma cero 0 suma no cero del conflicto asociado con un tema) para ponderar la lista de alcance con mayor puntaje para los sectores importantes y menor puntaje para los sec- tores menos importantes en cada ambito.** Otro enfoque consistiria en tratar de obtener una medida del alcance que podria ser relevante para diferentes sociedades utili zando 1a lista de ministerios gubernamentales del pais como lista de sectores de politica importantes y calculando el alcance como el porcentaje de los ministerios que estén comprendidos directamente en el proceso de integracién. Puesto que con frecuencia existe una idea razonablemente clara de la importancia politica relativa de los diferentes ministerios de un pais, esto también podria proporcionar un.indice de la importancia o carécter sobresaliente de diferentes sectores relacionados a las politicas que seria aplicable a diferentes ambitos. Desde luego, este enfoque presenta algunos problemas. La medida seguiria siendo sdlo una aproximacién del total de funcio- nes politicas. de un Estado. Algunas funciones importantes podrian encontrarse en oficinas distintas de los ministerios, por ejemplo, los bancos centrales en América Latina. Podrian ser consideradas como ministerios. Ademas, no todos los paises de una regién podrian tener la misma lista de ministerios, seria necesario ejercer juicios al compilar la lista regional, por ejemplo incluyendo un ministerio extra junto a su contraparte mas cercana, etc. Por ultimo, la importancia atribuida a un ministerio, determinada segin un sango establecido por observadores experimentados, podria ser alta- mente influenciada por la designacién de un hombre poderoso. Una forma de equilibrar esto serfa incluir una medida de la prominencia basada en la proporcién del presupuesto gastada por diferentes ministerios y los equivalentes, que en si misma no constituye una medida muy precisa de‘la prominencia. Por ultimo hay un tercer componente de Ja integracién de las politicas: la extensién. El problema aqui no se tefiere al tipo de decisién legal o institucional, sino hasta qué punto el proceso de Ile- gar a las decisiones en un campo est sujeto a la interaccién grupal LEON LINDBERG, préximo trabajo. 70 INTEGRACION REGIONAL COMPARADA: CONCEPTO Y MEDICION por contraste con la accién completamente independiente. Esto puede ser medido por una versién de la escala de Lindberg de la tayectoria de la decisién. Adaptando un esquema de Riker, Lindberg aplica una escala de trayectoria de la decisién que va desde decisiones tomadas com- pletamente dentro del sistema de integracién (es decir, como un grupo) hasta decisiones tomadas enteramente por las naciones- Estados en forma individual (no como vn grupo), y registra una lista de funciones gubernamentales para obtener una escala de la extensién de la division politica del trabajo, El cuadro 3 presenta la primitiva versién del indice de Lindberg tal como él lo registré en relacién a Europa y por el autor del presente trabajo respecto a Africa Oriental y Centroamérica.* Un simple indice compuesto de integracién de politicas seria entonces: tiempos de alcance, extensién media de los tiempos de prominencia, pero si esto no fuera intuitivamente valido, podria ser necesario experimentar con diferentes ponderaciones de los tres componenies.*° Por ultimo, vale la pena sefialar que el compo- nente de politica exterior (1P2e) puede ser separado facilmente y determinado con mas refinamiento para aquellos interesados en formular la pregunta de hasta qué grado la regién en proceso de integracién actia como una unidad nueva en Ia politica inter- nacional, * Linppers, en: Journal of Common Market Studies, V. 5, N° 4, p. 359 * Este enfoque de la integracién de las politicas se ocupa mas del proceso que de Jos resultados. En los mas altos grados de extension Ia diferencia no es importante, pero, en algunos casos de bajos grados de extensién (Estados que actéan individualmente), puede haber un sorprendente alto grado de similitud en el resultado de una politica, Sin embargo, la similitud no significa necesariamente interdependencia. Puede reflejar una autoconciencia 0 “efecto de demostrac regional en los paises escandinavos, pero s6lo un mero residuo del anterior gobierno colonial en Africa Oriental, En la medida en que es el resultado de una coordi- ‘acién consciente es tenida en cuenta por el indice de extensidn. Podria ser mejor manejaé la similitud no deliberada.en el resultado de la poli en lugar de incluirla en el, indice de cegracion conccbido como un proceso. 71 Cuapro 3 Indice de extensién * CEE Centro. Africa Africa’ Africa 1966 américa Oriental Oriental. Oriental 1966 1960-1963 "1966 x. Asuntos externos 2. Seguridad piblica -.. . Derechos a ta propie- dad... Derechos civiles . Moral Patriotismo Educacién . + Recreacién . Conocimientos . Salud + Indigencia - + Servicios a) energia as b) provisin de agua, alcantarillado, etc. 13. Dinero y créditos a) circulante . b) crédito local... c) balanza de pagos d) financiacién co- rriente . : 14. Produccién y distribu- cién a) agricultura ..... b) administracién Ia- boral 7 ¢) competencia indus- trial. 3 d) tarifas y cuotas . * se DAWA aS SHS oar aye ® Waudaves a Waqussas wus aA. aan ~ 15. Desarrollo econémico 16. 7 Transporte y comuni- cacionés . Recursos va ona ao MO OWA A A Y BNA YY Naa aussy Se 7 Jae BHO ow oe gles anv ae ° Promedio ....- * u & gS ° * La cifra baja indica que casi todas Jas decisiones de un sector son tomadas por un grupo en su totalidad, en tanto que Ia cifra alta, o sea 7, indica que las decisiones son tomadas enteramente por Ias naciones-Estados ea forma individual. 72 INTEGRACION REGIONAL COMPARADA: CONCEPTO ¥ MEDICION Integracién actitudinal (1P3) Como hemos visto, una de las preocupaciones generalmente asociadas al concepto de integracién politica es el grado en que un grupo de personas no sdlo interactéan 0 comparten instituciones, sino también hasta que punto desarrollan un sentimiento de iden- tidad comin y obligacién mutua. Este es el sentido en que los teéri- cos de la politica comparada tienden a utilizar la palabra, especial- mente en relacién a zonas en desarrollo,** y se podria sospechar que subrayan este aspecto debido a que las instituciones e interacciones ya estén mas altamente desarrolladas en un Ambito local. Los tedricos que se ocupan de la integracién regional no estan de acuerdo respecto al papel e importancia de tales actitudes comu- nitarias. Los federalistas han tendido a alegar que donde existe un nivel bajo de identidad regional, es necesaria la creacién de insti- tuciones centrales fuertes a fin de proporcionar el matco para su crecimiento. Algunas veces sefialan la gradual centralizacién de identidad y de lealtades del Estado hacia el gobierno central en los Estados Unidos 0 en Australia“? Los neofuncionalistas prefieren una estrategia de interacciones crecientes de las politicas y suponen que Ja identidad y lealtad seguiran gradualmente a los intereses y expectativas al reunirse en torno y apoyar instituciones asociadas a la integracién de politicas. Algunas formulaciones menosprecian deliberadamente el rol de la identidad regional y, dado el limitado valor predictivo de tales actitudes y el exceso de esquemas integra- dores entre los paises menos desarrollados, es facil ver la base para el escepticismo. Sin embargo, esto no significa que los bajos nive- les de identidad zo tengan rol; vale Ja pena notar que el rol puede variar con el grado de peligro exterior percibido. Asi, mientras es posible encontrar un fuerte argumento en el hecho de que un senti- miento de identidad regional no acompafiado por alguna reestruc- turacién de los intereses relativos a la politica s6lo da como resul- tado una “integracién aparente”, nos resultaria util para resolver las disputas en torno al rol causal de los sentimientos de identidad * Véase, por ejemplo, Ctaupe Axe, A Theory of Political Integration, Homewood, Ill., Dorsey Press, 1967. Recientes sucesos en Canada suscitan algunas preguntas interesantes respec to a este proceso. 73 JOSEPH Ss. NYE regional y comunidad el tener una escala separada para determinar el grado en que los diferentes niveles de integracién actitudinal llevan hacia otros tipos o quedan rezagados al respecto. Se pueden utilizar muchos medios, tales como entrevistas a las élites, andlisis de contenido de los periddicos o declaraciones de los lideres y encuestas de opinién publica, con el fin de determi- nar las actitudes. Vale la pena sefialar que ‘en Ia literatura se for- mulan algunas preguntas sobre hasta dénde puede llegar la politica de integracién basada sdlo en las actitudes de la élite. Por ejemplo, Deutsch alega que “seria necesario vender avances més atrevidos hacia una unidad europea sustancialmente mayor a la opinién masiva...” y Aaonu Segal cczmina sus observaciones sobre Africa Oriental y.Centroamérica preguntando si las coaliciones de élites “proporcionan un impetu suficiente para sostener la integracién” o si el éxito requiere “la evolucién de un nacionalismo regional o por lo menos de una conciencia regional a fin de triunfar”."* Por lo tanto, seria dtil contar con dos indices de integracién actitudinal: uno para las élites y otro pata una muestra representativa de la poblacién en su totalidad. Desgraciadamente, las encuestas de opi- nién, en especial las del ultimo tipo, en las que se pueda confiat son muy raras en las zonas menos desarroiladas y esta limitacién es muy corriente en los estudios comparativos de los procesos de integracién.“* El estudio comparativo se ve estorbado no ‘sélo por la ausen- cia de encuestas de opinién sino, ademas, por la naturaleza inade- cuada de aquellas encuestas que han tenido lugar. Preguntas simples relativas al apoyo 0 negativa de apoyo respecto a la inte- gracién en general (“¢favorece usted la unidad europea?”) 0 a la identidad regional (“gse considera usted un europeo?”) son inade- cuadas a menos que estén acompafiadas por preguntas subsiguientes que prueben la intensidad de la actitud. Las encuestas muestran con frecuencia una afirmacién del principio general que luego se con- tradice mediante respuestas negativas relativas a acciones especi- * Deurscet, EDINGER, Macripis and Mraetrr, France, Germany and the Western Alliance, p. 251; AARON SEGAL, “The Integration of Developing Coun- tries; Some Thoughts on East Africa and Central America", en: Jourwal of Com- mon Market Studies, V. 13, N° 1, March 1967, p. 143 ¥ 55. ** Las encuestas realizadas por Marco Surveys en Africa Oriental debea ser utilizadas con cautela, 74 INTEGRACION REGIONAL COMPARADA: CONCEPTO Y¥ MEDICION ficas que estarian légicamente implicadas, Después de todo, incluso el general Charles de Gaulle se considera a si mismo un europeo y esta a favor de la “unidad” europea.*? Desde un punto de vista ideal, nos gustaria contar con diferentes encuestas realizadas en ‘diferentes momentos que actualizaran preguntas acerca de identi- dad y preferencia general, otras que exploraran actitudes acerca de acciones especificas que impliquen algin costo o sacrificio y otras que escudrifiaran un sentimiento de urgencia o inminencia en las expectativas. Entonces podriamos construir escalas de integracién actitudinal, de ser posible, tanto para las élites como para la opinién general. Aun cuando contéramos con tales encuestas, podria, sin em- bargo, existir una brecha entre las actitudes y las acciones. Tendria- mos evidencias respecto a las actitudes de identidad y comunidad que podrian ser desmentidas en Ia practica. Una forma de controlar esto serfa estudiar el comportamiento en lugar de las declaraciones verbales gratuitas, que indiquen sacrificio o confianza. Por ejemplo, podriamos considerar el estilo de las negociaciones en la formacién de politicas y comprobar hasta qué punto fueron acciones sin recompensa (sacrificio) 0, si se quiere, el grado de flexibilidad con que se negocian los beneficios. ¢Conceder4 ahora’ beneficios un miembro en espera de una ganancia futura? ¢Insisten los Estados en “balancear el libro mayor” dentro del area de cada item, o pre- fieren aceptar paquetes en los cuales quedan un poco cortos en un item pero resultan gananciosos en otro? Podriamos concebir una escala de flexibilidad y confianza en las negociaciones que fuera desde puntajes bajos para las situaciones limitadas a un sector y plazo corto, hasta puntajes altos para muchos sectores y plazos tmayores.** Si este indice se pudiera codificar de una manera confiable, contarfamos con una visién del comportamiento en relacién con Jas actitudes comunitarias y podriamos sentirnos justificados para denominar a este tipo de integracién “comunal” en lugar de mera- mente “actitudinal”. ** Véase STANLEY HOFFMAN, “De Gaulle’s Memoirs: The Hero as History", cn World Politics, vol. 13, n° 1, octubre de 1960, pp. 143 y Ss. “ Haas inicié esta linea de pensamiento en “International Integration: The European and the Universal Process”, en: International Orgavization, V. 15, N° verano 1961, pp. "366-392. LINDBERG desarrolla actualmente un indice mds sofis: ticado de estilos de’ negociacién, a JOSEPH Ss, NYE Comunidad de seguridad (1P4) Entre todas las formas en que se ha utilizado el concepto de integracién politica en la literatura, el de comunidad de.seguridad © expectativa confiable de relaciones no violentas, no sdlo es uno de los primeros y mas intrigantes desde el punto de vista del valor, sino uno de los mas dificiles de tornar operacional. La anterior sugerencia de determinar si los Estados planifican una guerra entre si puede ser engafiosa, y también es dificil de ubicar en una escala que no sea de la mera presencia o ausencia."* Los datos relativos a la opinién publica que indican actitudes populares o de élite en ad o confianza ac son suficientes, pues las accio- nes internacionales hostiles pueden tener lugar a pesar de esa opi- nién (0 la opinién puede cambiar r4pidamente) y los planificadores militares deben actuar de acuerdo con ello. : Sin embargo, hay algo intuitivamente valioso en el concepto. En Centroamérica, por ejemplo, se ha producido una-declinacién general de los incidentes hostiles entre los cinco Estados entre la década de 1950 y comienzos de la de 1960. De un promedio de 3,3 incidentes por afio en 1952/1957 (6 5,2 incidentes en los afios anormales del primer impacto de Fidel Castro, incluidos 1959 y 1960) el promedio decliné a 1,25 durante 1961/1964.** (Véase grafico 3). También es interesante, aunque sélo parcialmente signi- ficativo desde un punto de vista causal, que el ntimero de incidentes esté inversamente relacionado con el crecimiento de la integracién econémica (Ee), de un mero 3 por ciento a! comienzo del periodo a 16 por ciento en 1964. Sin embargo, este enfoque consistente en utilizar el nimero de incidentes hostiles como indice de aproximacién a la condi- cién de comunidad de seguridad presenta varios problemas. Es difi- “" Recientes revelaciones sobre las expectativas algo menos que perfectas en relacin a la comunidad de seguridad entre e] Reino Unido y los Estados Unidos a fines de la década de 1920 constituyen un caso para tener en cuenta. Véase The New York Times, January 7, 1968. “Datos extraidos por el autor de Hispanic American Report, 1952-1964, V. 5-17. Los incidentes hostiles determinan informes hostiles ea la prensa desta- cada, declaraciones hostiles por parte de fos Iideres importantes, informaciones periodisticas sobre tensién en las relaciones, protesta diplomatica y tuptura de re- laciones, invasin de exilados provenientes de paises vecinos, movimieatos de tropas hacia la frontera, choque directo de topes. : 76 INTEGRACION REGIONAL COMPARADA: CONCEPTO Y MEDICION cil obtener una informacién imparcial del namero total de inciden- tes para todas las zonas. En cuanto a la comparacién, en lugar de observar una zona por vez, es dificil comparar actos aparentemente similares que pueden tener connotaciones politicas muy diferentes en los diversos contextos, especialmente en aquellas zonas donde el numero total de actos puede ser muy reducido.*® Una escala de sucesos con ponderaciones respecto a la prominencia podria ser una solucién posible, pero con tan pocos casos probablemente nos acet- cariamos més a declaraciones causalmente significativas de la: rela- cién de otros tipos de integracién con una condicién de integracién de comunidad de seguridad mediante el andlisis detallado de casos. Sin embargo, en ambos casos vale la pena distinguir el concepto como una forma separada de integracién politica. Gririco 3 Centroamérica: incidentes hostiles, 1952/1964 * ° IMPACTO DE CASTRO. CANTIDAD DE INCIDENTES HOSTILES 1 1 1 L 1 oe L 1 ‘ 1 1 Societe coe aca cee orem eco oes * Hispanic American Report. V. 5-17. ** Por ejemplo, seria dificil clasifitar los efectos del reciente énfasis pe- riodistico sobre la doctrina francesa de “defensa ea todas direcciones™. 77 Cuapro 4 Tipo de integracibn Subea- tegortas Tipo de evidencia y operaciones 1. “Econémica (18) Comercio (1E«) Servicios (E+) Exportaciones regionales como porcentaje de las exportaciones totales. Gastos en servicios comunes como porcen- taje de PNB, un. Social (1s) ‘Masa (18m) Elites. (156) Transacciones (comercio, correo, etc.). 1, Pasajeros aércos intrarregionales. 2. Estudiantes en paises vecinos como por- centaje del total de estudiantes. 4. Otros, mu, Politica (1P) Institucional (1P1) a) burocratica Politicas (12) Actitudinal (1?) Comunidad de se- guridad (1P4) Presupuestos y personal como porcentaje de los presupuestos y personal admjnistrati- vo de todos los paises miembros, Supranacionalidad de las decisiones; alcance legal; expansién de Ia jurisdiccién, Alcance (porcentaje de ministerios 0 equi- valentes afcctados), Aspectos sobresalientes (jerarquizacién de los campos por parte de expertos y por kastos por campos). Extensin (escala de Lindberg de la tra- yectoria de la decisién). Encuestas masivas y de élite escudrifiando la identidad, intensidad, urgencia, Comportamiento en las negociacioncs; fle- xibilidad en Ia extension de tiempo y niimero de campos. Incidentes hostiles (estudios de casos). 78 INTEGRACION REGIONAL COMPARADA: CONCEPTO Y MEDICION Aplicaciones La prueba final de un esquema como éste es su utilidad. Uno de los usos de este esquema es el de clarificar y simplificar argu- mentos detallados. Se puede usar de esta manera para aclarar algunas disputas en la literatura, como lo hemos visto antes. Tam- bién se puede utilizar para identificar rapidamente los supuestos de diferentes enfoques causales. Por ejemplo, en forma sintética: Federalismo-Alto Px (B + J) necesario para Pas. Funcionalismo-Alto P2 hace de Py y Ps irtelevante para Pa; Neafuncionalismo-Alto Pz y un nivel intermedio de Px conduciri a Py mayor, un P41 posiblemente alto, y Ps. Una segunda forma importante en que se puede utilizar el esquema es pata generar teoria causal. Por ejemplo, uno de los aspec- tos de la empresa tedrica que este esquema pone al descubierto es Ja formulacién de una serie de hipétesis generales sobre ia posible relacion entre diferentes tipos de integracién. Por ejemplo, se podria forrnular la hipdtesis de una relacién entre integracién de las politicas e integracién de las actitudes que incluye un “plateaux o unidad de efecto” basado en un supuesto retcaso del crecimiento de Ps con réspecto al crecimiento de Pz. (Véase grafico 4). Gririco 4 Ato. two AIO 79 JOSEPH Ss, NYE En otras palabras, si supusimos que una integracién actitu- dinal (élite 0 masiva) en elevacién-es necesaria para sostener la integracién de politicas mas alla de los niveles intermedios, podria- mos suponer un plateau en 1a integracién de politicas hasta que las actitudes de apoyo “salieran del atraso”. Por otra parte, si la inte- gtacién de las politicas sigue subiendo o es ciclica a pesar de un nivel constante o un crecimiento infinitesimal de la integracién actitudinal, podriamos atribuir un significado menos-causal a la ultima. Esto no implica que Ja teorizacién deba reducirse a la bas- queda de correlaciones entre diferentes tipos de integracién. No hay razén para creer que los tipos de integracién son’ las unicas variables independientes, ni siquiera las mds interesantes. Por ejem- plo, la biporesis dei piareau puede repusar sobre una nocién impli- cita de “desarrollo equilibrado” 0 lo que Schmitter denomina una dinamica de “empuje-arrastre-alcance” que resulta ser menos signi- ficativa 0 més cercana a la realidad que otras fuerzas dindmicas. En resumen, el argumento consiste en que este esquema puede ser utilizado para generar teorfa, sin ser la fuente principal de nueva teoria. : Una tercera forma en que se puede usar el esquema consiste en juzgar érdenes de magnitud implicados en informes compara- tivos generales, por ejemplo, informes sobre las diferencias en la relacién de Ja integracién politica (institucional) con la integra- cién econémica (comercial) en dmbitos desarrollados y menos desarrollados. Lawrence Krause sostiene que se pueden lograr una integraci6n econémica y una coordinacién de politicas bastante altas sin instituciones fuertes como las que una vez se esperaton, debido a que “una tendencia oculta hacia la coordinacién de poli- ticas esta dicigida por el mecanismo del mercado y ha demostrado ser muy efectiva en la CEE”.°° Por otra parte, Miguel Wionczek, a partir de la debilidad e imperfeccién del mecanismo del mercado, alega que altos niveles de integracién econdémica entre paises menos desarrollados requerirén instituciones Io suficientemente fuertes como para generar una planificacién comin.” Se pueden “© Lawrence B. Krause, Exropean Economic Integration and the United States, Washington, Brookings Institution, 1968, p. 24. © MicueL WioNczex, “Requisites for Viable Integration”, en: Nye, International Regionalism, p. 287 ¥ Ss. 80 INTEGRACIGN REGIONAL COMPARADA: CONCEPTO Y MEDICION juzgar las magnitudes involucradas como limites en estas proposi- ciones por el hecho de que dos mercados comunes entre paises menos desarrollados con niveles bastante bajos de 1P han logrado aproximadamente la mitad del nivel de 1£e de la CEE, con insticu- ciones més fuertes, y dos tercios del nivel de la zona Europea de Libre Comercio (EFYTA), con instituciones débiles. Es necesario esperar para saber si esos limites son o no son los mis altos," pero al menos esta formulacién sefiala importantes observaciones pata juzgar los érdenes de magnitud involucrados en 1a proposicidn. Por ultimo, este esquema se puede utilizar para formular y probar hipétesis mds precisas. Un ejemplo de las formas en que se pueden probar tales hipétesis cuando existe un uso mas preciso del concepto integracién es la‘ proposicién sobre las “areas centrales” y los problemas del desigual tamafio entre las unidades compo- nentes. Citando a Deustch et. a/. y Amitai Etzioni, Bruce Russett dice que no hay “una teoria muy convincente o evidencias sobre 1a integracién internacional que indiquen que los miembros futuros de una nueva unidad deban ser dei mismo tamafio. Por el contrario, Ia idea de una Area central poderosa que proporcione fuerza centripeta es algo mis convincente”.®? Por otra parte, algunas veces se dice que la integracién econd- mica no puede tener éxito entre socios desiguales. Dada’ la tenden- cia de Ja industria a agruparse: para sacar ventaja de las economias externas disponibles por la presencia de otras industrias en partes més desarrolladas de una regién, hay un peligro de que, en términos empleados por Gunnar Myrdal, los efectos de “difusién” de una actividad econémica incrementada resulten menos importantes para Jas zonas.mas pobres que el efecto “backwash” de la atraccién de los recursos desde las zonas mas pobres a las mis ricas. Un caso citado con frecuencia es el efecto deletéreo de 1a unificacién de Italia sobre Italia del sur en el siglo xix. Hay varios puntos que vale la pena nocar en relacién a esta aparente disputa tedrica en torno al rol del tamafio en la teoria de Ja integracién. En primer lugar, se desvanece frente a una formu- Jacién mas precisa. Lo que puede ser cierto respecto a un tipo de ** Bruce Russert, International Regions and the International System: A Study in Politicad Ecology, Chicago, Rand McNally, 1967 p. 22. 81 JOSEPH Ss, NYE integracién (1E¢) puede no serlo respecto a otra (IP: 0 IPs). Pro- blemas relativos al tamafio desigual han asolado a la Asociacién Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC), pero no detuvieron el liderazgo de Cerdefia en la creaci6n y mantenimiento de institu- ciones comunes (1P1) en Italia, frente a un sentimiento de identi- dad nacional por parte de las élites (1Ps), y bajo un sistema inter- nacional en e] cual era aceptable un aspecto de coercidn.: Vale Ja pena recordar que la hipdtesis original de Deustch sobre “centros” fue formulada en relacién a un numero de casos histéricos de comu- nidad de seguridad (1P4).** Una proposicién como la de Etzioni de que las “uniones igualitarias tienden a ser menos decisivas que las uniones elitistas, pero mas capaces de generar compromisos” puede ser cierta en relaciéa a las uniones que se interesan en una coordinacién de bajo nivel de la politica exterior (Pze); lo prueba la diferencia entre la OFA y la Organizacién de Unidad Africana (oUA), pero no en el caso de aquellas que implican niveles mas altos de integracién econédmica (1B), por ejemplo ALALC vs. MCCA. : La utilizacién de formulaciones més precisas de la integracién también ayuda a conducirnos a un manejo del tipo de evidencia gue tiene importancia para apoyar o refutar hipétesis. Por ejemplo, si la desigualdad se interpreta no en términos simples de millas cuadradas o de PNB, sino mas bien como un nivel de desarrollo con el PNB per capita como indicador, un simple scattergram indica r4pidamente una relacién entre IE y el nivel de desarroflo, En cuan- to a las relaciones econémicas (en un sistema no hegeménico) mientras mds igual es el nivel de desarrollo (medido por el PNB per capita) mayor es la integracién comercial regional (exporta- ciones intrarregionales como porcentaje del total de exportaciones). (Véase grafico 5). Ademas, ningan esquema de integracién econd- mica —mercado comin o zona de libre comercio— que realice més del 20 por ciento de su intercambio en forma intrarregional tiene una relacién de diferencia mayor de 2:1 en los ingresos per capita (exceptuando a Portugal). Si la desigualdad se interpreta no en términos de nivel de ‘Contrariamente a [a teorla del equilibrio del poder, las comunidades de seguridad parecen desarrollzcse con mds frecuencia en torno a centros de fuerza”, Deurscn, ef al., Political Community and the North Atlantic Area, p. 10. 82 INTEGRACION REGIONAL COMPARADA: CONCEPTO ¥ MEDICION desarrollo, sino en términos del tamafio total de la economia, medido en PNB, entonces el tamafio parece tener un efecto muy diferente en zonas menos desarrolladas que en zonas més desarro- Iladas. Se han logrado niveles relativamente altos de 1&e mediante esquemas de integracién entre paises desarrollados donde la rela- cién de los paises mayores respecto a los menores, en PBN, eS mayor que 5:1. Sin embargo, entre paises menos desarrollados, ‘los tunicos esquemas con-IEe mayor del 20 por ciento, tiene relaciones de mayor a menor, en términos de PBN, inferiores a 2,5:1 (Véase grafico 6). Casi pareciera que, para lograr esquemas de integracién exi- tosos (1Ee mayor del 20 por ciento), mientras mds bajos sean los ingresos per capita de la zona, mayor debe ser la homogeneidad en tamafio de la economia. Si bien es necesario ser cauteloso en la utilizaci6n de estas evidencias cuando el niimero de casos es tan limitado, también existen bases intuitivas para creer que alli donde Jos ingresos son mas bajos y el bienestar mas escaso, los problemas respecto a su distribucién posiblemente seran discutidos con mas fuerza, Ademés, es mas posible que los efectos de backwash y agru- pacién de la industria a fin de obtener ventajas de las economias externas resulten mas evidentes desde un punto de vista politico y dificiles de resolver en economias més pequefias y pobres, con menos polos de crecimiento. Resulta interesante notar que estas relaciones son validas para los Estados Unidos y Canadé, agrupacién regional no institu- cionalizada y s6lo parcialmente formalizada, asi como también para los paises escandinavos por si solos, cuya relacién comercial regio- nal estd formalizada sélo como parte de la mas amplia EFTA. Nos encontramos nuevamente frente al problema, del rol de Jas institu- ciones en la integraci6n comercial entre paises desarrollados que se traté anteriormente. Por otra parte, resulta intrigante observar una diferencia importante entre la integracién nacional ¢ internacional en por lo menos una regién menos desarrollada. Las instivuciones centrales (alto P1) y los simbolos comunes de soberania e identi- dad (Ps) parecen permitir en Africa Oriental niveles mucho mas altos de desigualdad geografica en forma interna que internacional. Los ingresos per capita en la capital de Tanzania son 16 veces supe- riores a los del distrito mas pobre; en el distrito que sigue en 83 JOSEPH Ss, NYE Gririco 5 * Integracién comercial e igualdad de desarrollo, mediados de la década del 60 3% 3 as 59 40 35 es 2 ~ a2 FREWU/CANADAT 85 ea py ronrucay 23 - N os oe = 32 2 e @ac N $2 [ESCANDINAVIA) N gg BQ Q 8 RELACION DEL PNB PER CAPITA OE MAYOR A MENOR Gririco 6 * Integracién comercial y tamajio econémico, mediados de la década del 60 ‘0 © CEE CON ven » REUU/CANADA 18.) —e © 51a gn ponent Ao ae be : ne-~—-2— ee LL ESCANDINAWAy Ac 2H BEORTACIONES NTRARREGIONALIS COMO FERCENIAIE DEL TOTAL DE DOOHTACONES . 2 3 * * 7 * Las cifras ‘son aproximadas, tomadas de varias fuentes; UDEAC significa Union Douaniéve et Economique de l'Afrique Centrale; ao es Africa Oriental; A es Centroamérica; UEBL ¢s Bélgica/Luxemburgo, B4 INTEGRACION REGIONAL COMPARADA; CONCEPTO Y’ MEDICION riqueza son dos veces y media superiores a los del distrito mas pobre. En cambio, el ingreso mas alto de Kenia, que deraostré ser politicamente perturbador en Africa Oriental, sdlo era una vez y media superior al de Tanzania.** Conclusién Diez afios después de la formacidn de la CEE nos encontramos frente a un monstruo més dificil de analizar de lo que mucha gente supuso en.ese momento. En lugar de una federacién clasica © de una autoridad “supranacional” clara tenemos una compleja red de interdependencias entre naciones-Estados fortalecidos. Como Ja naturaleza del monstruo seguira siendo ambigua, necesitamos conceptos y medidas més refinados a fin de que no se deslice a tra- vés (0 en torno) de nuestras redes conceptuales y cometamos el error de pensar que nada ha sucedido. Al mismo tiempo nos enfrentamos a esquemas de integracién regional en zonas menos desarrolladas, que algunas veces parecen tener semejanzas con la estructura europea, pero que vistas en términos causales pueden demostrar pertenecer a otro género'o especie. Este articulo ha sugerido un conjunto mas preciso de concep- tos y mediciones relacionadas para atacar estos problemas de la teoria de la integracién. No resuelve el problema de la compara- bilidad de los procesos de integracién, pero establece el trabajo basico para encararla. En forma similar, establece un medio de relacionar mediciones y juicios existentes a fin de que aquellos que Ue interesan en un proceso determinado puedan eludir el problema de los tres ciegos, cada uno de los cuales exploré una. parte de un elefante y consideré que su parte era la realidad total. El esquema también proporciona un medio para generar, reformular y refutar hipétesis mas precisas. Ademés, varias de las mediciones se formu- Jan en forma tal que la integracién regional puede ser relacionada a su 4mbito mds amplio de la politica internacional. En algunos casos, tales como los de RA bajo integracién social y comercial (1Ec),. Véase ANTHONY RWEYEMAMU, “The Administration of the Treaty for East African Cooperation” (documento sin publicar, 1968): 85 JOSEPH 8. NYE ja comparacién con paises no regionales podria proporcionar un “control” respecto a la importancia del factor regional per se, Este esquema no est4 inserto en una teoria causal determi- nada, y posiblemente ello posibilita su uso por parte de una varie- dad de tedricos. Toma su forma tripartita de la literatura existente. En la prdctica, la covatiacién entre los tres tipos principales de integracién puede resultar menos interesante y més abierta a inte- trogantes sobre la validez de los indices para medir ]o que se propo- nen medir, que la covariacién entre las subcategorias. El problema de ponderar y reunir las subcategorias en categorias mas amplias ha quedado abierto en forma deliberada. De esta manera otros especia- listas podrén afiadir facilmente subcategorias adicionales. Como este esquema refleja la predisposicién hacia la ciencia politica del autor, seria muy interesante que los economistas 0 sociélogos ofre- cieran nuevas subcategorias. En forma similar, la elaboracién y codificacién de parte de los indices queda abierta a nuevas elabo- raciones, En conclusién, ya es hora de que los tedricos de la integracién observen con més precisién los conceptos y mediciones de nuestro quehacer. La poca consistencia de nuestra variable dependiente ha permitido la proliferacién de teorias causales de diferentes calidades. Este autor esté convencido de que después de una década de crecimiento, la planta de la teorfa de la integracién necesita set podada. Pero para una buena poda necesitamos herramientas mas afiladas. 86

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