La politica del poder—Georg SCHWARZENBERGER. “Fondo de Cultura Eeond- mica”, México 1961, 346 pp. El deseo de lograr auténticas alianzas entre los Estados, es permanente, y constituye una de las grandes ilusiones politicas, Sus esbozos, all donde se han presontado, a través del tiempo y de la distancia, han sido bien recibidos, La cons- titueién de poderosos organismios internacionales, deslumbra al hombre comin y corriento, a quien le sugiere ideales avances en Ja fraternidad universal Schwarzenberger, en “La politica del poder” presenta um punto de vista totalmente diferente. Tia realidad internacional, eual sucede en el émbito interno del Estado, es una realidad taetiea, una lucha por el poder politico, su hegemonia y predominio. La actual alianza internacional eurgida en la posguerra de Ja Gltima con- tienda mundial (1939-1945) es analizada por este autor como una guerra, abierta © disfrazada, guerra fria, eneuhierta con los predicamentos de Ja coexistencia pacifiea, Cada Estado haee su juego, en eontinuas eonecsiones 0 reehazos @ Jas protensiones solicitadas. Se eneubren los verdaderos intereses nacionales en una lucha pot nuevos mereados, aliados, y potencialidad. Asi, la Unién del Atlintieo, que tanta importancia tiene para el manteni- miento de un equilibrio estable entre el Oceidente y el Oriente, esti contrarrestada por los intereses de los Estados intervencionistas en Oriente, por la explotacién de sus grandes recursos naturales y de nuevas tutas hacia el mar. De siempre, Joa uniones cireunstanciales entre los Estados han supucsto oneubiertos méviles imporialistas. Los buenos deseos se han malogrado, y han surgido las eternas torres de Babel. La gran fuerza del lihro que ¢omentamos, reside en que su autor no se limita, a hacer enunciados que no prueba, ni en lanzar aseveraciones que no confirme, Sus afirmaciones son profusamente demostradas eon material entresaeado de la politica exterior, viva y activa, de las grandes potencias hoy en pugna, y de sus bloquos rivales, Une el autor a sua positivos conocimientos en el campo de Ja investigacién dol Derecho Internacional el del estudio sobre los acontecimientos mundiales que sigue al dia, en las telaciones y concatenaciones de los hechos y¥ do sus consecuencias. La gran antinomia politiea entre soberania y Derecho Internacional, piedra angular entre tedricos del Wstado ¢ internacionalistas, la resuelve G, Sehwarzen- berger en favor del respeto ilimitado al Derecho Internacional. Deeimos ilimitado porque, hasta el principio de independencia de los Estados, lo enfoea el autor con la usual deformacién entre los internacionalistas, quienes invocan Ia posicién de Ja Corte Permanente de Justicia Internacional (1923), siendo asi que la soberanfa es eualidad constitativa y originaria del Estado Moderno (1648). Este fundamento interno del Estado sé denomina independeneia al proyectarse en el externo. Es un reconoeimiento, obligatoriamente mutuo entre jos Estados sujetos de 1a relaci6n interestatal. Se transforma en un fundamento del Dereeho Inter- nacional, desdoblado del fimbito interno del Estado, su raiz originaria, Esta. pro- yeeeién da dinamismo al Estado, y completa, cn nuestra consideracién, la conv vencia politica axiolégiea del hombre con su grupo étnico, privative, y con Ja comunidad universal, jerarguia ésta, suprema, en enyo favor ha do regolverse 1a antinomia, alli donde se presente. El impronto internacionalista del Estado Moderno surge constitutivamente (Paz de Westfalia) precisamente por acuerdo entre las naciones firmantes do Ia pazPero existe la fucrte presién del conflicto de intereses, afirma G, Sehwar- zenberger, no de deberes, mancjados por la diplomacia, la propaganda y, en iiltima ratio, por las fuerzas armadas. Preeisamente es éste uno de ios enunciados principales de la obra, que su autor maneja y prueba con los grandes aciertos de exeepeional conocedor de la ciencia politica. ~ “La politiea del poder” es un estimable medio de consulta que el lector do habla castellana vonia necesitando profusamente. En In pulera traduecién destaca Ja preeisién del concepto, supeditada, en ocasiones, a la elaridad de la forma, en el dificil arte de compaginarlos, respetando ¢) sentido de Ja frase, Destaca el prefacio del autor a la edieién que comentamos, con sus afirma- eiones de que existen dos scctores internacionales delimitados por la concen+ traeién del poder politico estatal alrededor de una minoria politica detentadora, o de wna persona. Las Naciones Unidas no pueden proporcionar sino un cuasi orden que oseila segin Ja influencia de Ia balanza de los cuasi Grdenes anta- génieos de los bloques rivales. El miedo al exterminio por Ja guerra nuclear, tiene en receso a ambos mandos. “La tarea constructiva consiste en utilizar este periodo de deseanso, mientras dure.” Aurora Anwhtz