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i EO. a iomae L ZE" yw tates Fig, 4.1.—Zapatas corldas, Capitulo 4 Cimentaciones Superficiales - III Zapatas corridas y losas de cimentacion José M." RODRIGUEZ ORTIZ 1, INTRODUCCION ¥ TIPOLOGIA Las zapatas corridas son cimentaciones de gran longitud comparada con su di mension transversal y que se utilizan como base de'muros o alineaciones de pi lares (fig. 4.1). En algunos casos se combinan mediante riostras diversas zapa- tas corridas, constituyendo un emparrillado sobre el que apoya el forjado de la planta inferior (fig. 4.2). Las losas o placas (fig. 4.3) son elementos de cimentacién cuyas dimensiones en. planta son muy grandes comparadas con su espesor' y que, en general, definen tun plano sobre el que apoyan los pilates 0 muros de un edificio, Fig, 4.2.—Combinacion de zapates corr Tig. 43.—Lose de dimentacion, Las losas y las zapatas corridas eran ya utilizadas en las civilizaciones antiguas. Los caldeos y asirios las construian uniendo bloques cerémicos macizos con as- falto natural, Los griegos, chinos, mayas, etc. colocaban grandes sillares uni- dos cuidadosamente con llaves de plomo o hierro. Por ejemplo, en el Mausoleo de Halicarnaso se emplearon bloques de 0,90 x 0,90 x 0,30 unidos por grandes grapas. A partir de los romanos la cohesion de los sillares se conseguia con di- versos morteros hidrdulicos y se conocen grandes plataformas de ladrillo cons- truidas por los drabes, holandeses, etc. Con el descubrimiento del hon ‘masa 0 armado, este material pas6 a ser el componente exclusivo de este tipo. de cimentaciones. 147 Las cimentaciones superficiales por losa o zapata corrida sirven de elemento de reparto y colaboracion de cargas muy diversas, planteando un complejo proble- ma de interaccién y compatibilidad entre el terreno y Ia estructura, Las condiciones de rigidez son mas dificiles de establecer que en el caso de las zapatas aisladas y el célculo de esfuerzos y asientos se complica, progresiva- mente, al pasar de las piezas lineales, tipo zapatas corridas, a las bidimensiona Jes, tipo losa. Ello obliga a eonsiderables simplificaciones de céleulo y a aproxi- ‘maciones semiempiricas cuyo grado de validez es objeto de continua discusion. demas de Jo expuesto en el Capitulo 8, las zapatas corridas estén indicadas cuando: Se trata de cimentar un elemento contittuo como un muro. Se quieren homogencizar los asientos de una alineaci6n de pilares, sirviendlo de arriostramiento, —Interesa reducir las presiones de trabajo, combinando una serie de zapatas alineadas, ~-Se quieren puentear eventuales defectos o heterogeneidades del terreno. Se busca una mayor facilidad constructiva en grupos de zapatas, ete. La cimentacién por losa esté especialmente indicada cuando: —FI area de zapatas ocuparia mas del $0% de ta planta del edificio, para la presion admisible del terreno. Es un caso frecuente en edificios altos (> 10 plantas) y/o en terrenos de capacidad portante baja (< 1,5 Kp/em). Se requiere un s6tano estanco, bajo el nivel freatico. —Se desea reducir los asiemtos diferenciales en terrenos heterogéneos 0 con inclusiones 0 defectos erraticos. —Interesa conseguir una mayor presiéa de trabajo aprovechando la descarga produicida por la excavacion de sétanos. Este es el fundamento de las deno- minadas cimentaciones compensadas. En la mayor parte de los casos la facilidad constructiva aconseja realizar losas de canto constante (fig. 4.4 a). A veces se combinan losas de diversos cantos para cimentar zonas de edificios con cargas muy diferentes (fig. 4.5). that) Fig, 44.~Tipologla de losas 148 ‘carps muy diverse, ‘También se han utilizado en cierta frecuencia losas regruesadas en base de pila- res (fig. 4.4 b, ¢, a) con objeto de mejorar ta resistencia al punzonamicnto y ganar espacio para depdsitos subterrdneos, paso de conductos, etc. Un caso particular de esta solucion son los lamados emparrilfados unidos por placas de forjado (fig. 4.6). En el caso de grandes esfuerzos de flexién y cuando se quieren reducir cargas se rocurre a losas aligeradas (fig. 4.4. e, f) creando huecos con-encoftados per- didos:(generalmiente tubos) o recuperables. Fig. 4.6.Enapartilado de zapats coridas | —Losa de canto variable bajo un edificio con Fig, 4.7.—Soluciones de losa bajo! ive fret 149 Cuando la tosa queda bajo ef nivel frestico se combina normalmente con muros Pantalla para crear un recinto estanco (Gig. 4.7 a). En casos de terreno muy blando de gran espesor, Ja losa puede combinarse con pilotes flotantes para reducir los asientos (fig. 4.7 6). Silas subpresiones de agua son fuertes puede ser necesario anclar la losa (fig. 4.7 c) © disponer una instalacion permanente de drenaje y bombeo (mala solucion por Ja servidumbre que supone) (fig. 4.7 d) 2, CALCULO DE ZAPATAS CORRIDAS: El analisis geotécnico es el desarrolisdo en el Capitulo 2 para cimentaciones tt faja, por lo que aqui nos limitaremos a su consideracién como elemento estructural cuyos esfuerzos y deformaciones interesa conocer con vistas a su di- mensionamiento y armado, Partiendo del caso mas simple, la zapata rigida, estudiaremos @ continuacin la solucion general como picza eldstica de longitud infinita para pasar final- mente a las zapatas reales de longitud finita 21, Zapatas rigidas En el Capitulo 3 ya se ha comentado el caso de las zapatas combinadas, el cual se puede generalizar a un mimero cualquiera de cargas o pilares, ‘Mas adelante veremos las condiciones de inercia que debe poseer la zapata para poderla considerar rigida, con una distribucién lineal de asientos. La obtencién de las presiones de contacto es inmediata por la formula de compresién compuesta (fig. 4.8), deduciéndose luego los cortantes y momentos por consideraciones estaticas, En algunos casos se ha propuesto utilizar una distribucion de presiones algo mayorada en las zonas de actuacién de las cargas (fig. 4.8 b) cumpliendo la condicién Ep-b = EQ. Sin embargo, no existe una justificacién clara de este Procedimiento salvo en zapatas sobre terrenos muy duros. La inseguridad de este método tan simplificado suele compensarse colocando la ‘misma armadura longitudinal en las caras superior e inferior de la zapata corri- da, ee ed rapate — a » Fig, 48'—Zapata cori rigid, 2.2. Solucién general de la zapata flexible infinita sobre apoyo elastico Considerando el elemento de ta fig. 4.9, el equilibrio de fuerzas verticales por unidad de ancho, resulta: 4 Q@) dx =a) — poo o 150 Por otra parte, sibemos que la ecuacién de Bernouilli-Euler de la pieza eldsti- ca se expresa: Q) EMO) 400) py B¥O) a4 — pow “te wo By SR = ate) — poy @ La integracién de esta ecuacién sélo és posible si se encuentra Ja forma de eli- minar una de las dos funciones incdgnita w(x) 0 a(x) y para ello se han pro- puesto métodos muy diversos. Gx Fig, 69,—Via Mente sobre apoyo elisteo, La solucién mas antigua y mis sencilla corresponde al modelo de Winkler (2.867) que supone que el asiento o deflexién del terreno w en un punto cual- quiera de la superficie cargada es proporcional a la presién q aplicada en ese punto, e independiente de las presiones aplicadas en los demas puntos, es decir: a(x) = K-w) El factor de proporcionalidad K se denoming coeficiente de balasto y tiene di- mensiones de t/i®,/En el apartado 3 se explica la forma de determinarlo. Este modelo se puede visualizar como un conjunto de muelles independientes de constante K que-s6lo se compriinen cuando: estén -cargados. directamente (fig. 4.9 a), 1o cual es una deficiente aproximacion a la realidad ya que sabe~ mos que los puntos no cargados también asientan por la influencia de los car- gados, como justifiean otras soluciones eldsticas (fig. 4.10 b), Sin embargo, las soluciones obtenidas pueden resultar suficientes en muchos casos. Se ha intentado mejorar el modelo de Winkler para obtener los asfentos de las Zonas, no eargadas. Filonenko-Borodich.intraduce-en.superficie una membrana elastica a tension consiante que da-gontinuidad alos muelles de Winkler. Pas- ternak coloca sobre los muclies una capa de elementos incompresibles que slo se deforman por esfuerzos cortantes. Otros modelos son debidos a Vlasov, Reissner, etc. Sti mejora respecto al-espacio de Winkler queda muy contrarres- tada por su mayor compiejidad, (Otra linea de aproximacién al problema ha sido a través de los medias eldsticos continuos (fig. 4.10b) de tipo isbtropo, anis6tropo, no lineal, etc. 151 Considerando,. por ejemplo, el semiespacio clastico ¢ isdtropo de parémetros Ey», la relaci6n entre w(x) y q(x) viene dada por la expresion 2 foie pena we = 159) tarde ia EY ay) gq MOP = OP slendo / a tongitud de Ts zapata, b su ancho y & una abscisa unitaria ¢= 7. Como puede verse la complejidad de la relacién (4) hace casi imposible la in- tegracion directa de la ecuacién (1) para un caso concreto y ello ha llevado a introducir diversas simplificaciones. Asi, por ejemplo, Borowicka desarrolla en series potenciales de x las expre- siones de w(x), q(8) y p(x) estableciendo la necesaria compatibilidad: Sinitsyn supone que el contacio de la zapata con el terreno es de tipo discontinuo efe- tuandose a través de bielas biarticuladas; Ohde expresa la identidad de la pen: diente de la deformada de la zapata y del semiespacio elastico en una serie de Puntos discretos, ete, Seri LEI : eae aria i ie : reotes I (se ertiende fuera de la 4) Método del coficemte de balesto ‘superticie cargode}) K (hip. de Winkler, by Método eliston Fig, 410, Modelos para el calculo de cimentaciones sobre apoyo elistio, Sefialemos por iiltimo los métodos que cofisideran una variacién lineal 0 para- bolica de E 0 K con la profundidad. Entre ellos resulta interesante el modelo de Repnikov que consigue una variacién fineal combinando el modelo elastico yelde Winkler (fig. 4.11). Volviendo piies al modelo de Winikler, la ecuacién (1) queda: er SW) 6 PO)-K-w@) = Br SRG jegracidn de esta ecuacién permite hallar la deformada wo) = fp] Fig, 4.11.—Modelo que combina el coeficlente de balastoy el ‘meédulo de elasildad 182 Y¥ una vez conocides los asientos de la zapata, el resto de los valores buscados se obtienen facilmente: Presiones a) = K-w6i) Giros “ot = Leo dx Momentos flectores Moy = 80) py sfuerzoscortante aPwcs) Est tomes Qe) =» py La ecuacién (5) se ha integrado para condiciones de carga muy diversa, exi tiendo publicadas numerosas soluciones, De ellas recogeremos el caso de la car- ga puniual P: PL ge _ PL ter ° (cost + sen &) SET PLE oe ceng = PL? er * a 4El PL et (cos é— sen M= FE et (cost—sen) siendo £ ia y L la denominada longitud elésti ‘4EL aK © ‘que engloba la rigidez de Ja zapata, su ancho B y cl c6eficiente de balasto del terreno, con dimensiones de metros. Los cocficientes 9; a 74 se dan en la fig. 4.12 y en el Cuadro 4.1, itidicéndose los valores de las correspondientes lineas de influencia para & positivas, con la car- ga P en el origen. Como puede observarse las funciones w y M son simétricas respecto al origen, mientras que las y y Q son antimétricas, por lo que cambian de signo para <0. Para el caso de un momento exterior Men el origen la solucién es: ae M 4Er ML v- oa Q siendo ahora antimétricas las funciones w y M. a » a] Wi \ : x e att |, Bee ° Tai : -@ 4 * ‘ Fig, 412.—Valores de fos oveficientes yn 153 CUADRO 4.1 VALORES DE 13, 73, 75 ¥ 14 EN FUNCION DE LA ABSCISA UNITARIA 1m tm m m o 1.00000 1.00000 1.00000 0.0 0.99758 0.90250 0.95008 01 0.99064 0.80998 0.90031 02 0.96507 0.63976 o.s024t 03 0.92666 0.48881 070773 04 O.87844 0.35637 0.61740 0s 0.82307 0.24149 0153228 06 0.76284 0.14307 0.45296 07 0.69972 0.05990 0.37981 ea 64880 o 0.32240 08 0.63538 0.32233 0.00928 0.31308 09 0.37121 0.31848 0.06575 0.25273 10 0.50832 030886 0.11079, 0.19876 i 0.44765 0.29665 0.14567 0.15099 12 0.38987 0.28072 0.17158 0.10914 13 0.33550 0.26260 0.18970 0.07290 14 0.28492 0.24301 —0:20109 0.04191 is 0.23835 0.22257 —0.20679 0.01578 2 0.20788 020788 —0.20788, o 16 0.19592 20181 0.20771 —0.00589 17 0.18762 o.8i65 = —0.20870 0.02384 18 0.12342 0.16098 0.19883 0.03756 19 0.09818 o.t4is4 0.18898 0.04835 2.0 0.06675 0.12306 0.17938 0.05632 21 0.04388 10571 9.16153 0.06182 22 0.02438, 0.08958 0.15473 0.06521 23 0.00796 07a 0.1156 006680 an/4 o 0.06702—0.13404 0.06702 24 0.00562 0.06128 0.12817 0.06689 26 0.02536, 0.03829 0.10193 0.06364 28 0.03692 0.02087 = 0.07767 —0.05730 30 0.04226 0.00703 0.05631 0104929 * 0.08321 0 0.08321 0.04521 0.08307 — 0.00238 0.03831 0.04069 0.04079 0.00853 0.02374 0.03226 ~0.03659 0.91209 —0.01241 0.02450 0.08138 0.01369 = —0,00401 =0.01769 0.02786 0.01393 0 0.01393 40 0.02583 0.01386 o.oo = 0.01197 42 0.02082 0.01307 0.00872 — 0.00735 44 0.01545 —0.01168 0.00791 —0:00377 6 0.01101 —9,00999 0.00886 0.00113 0.00898 0.00898 0.00898 0 0.00748 0.00892 0.00072 0.00455 0.00837 O.00191 0.00228 0.00746 0.00258 0.00062 0.00636 0.00287 0 0.00579 0.00290 0.00053 1.00520, 0.00287 0.00127 ‘0.00408 0.00268, 0.00169 0.00307 0.00238 2r 0017 0.00187 0.00187 68 0.00179 0.00032 0.00114 0.00147 154 Por superposicion de.cargas puntuales se encuentra la solucién de la fig. 4.13, itil como orientacién para el caso de largas alineaciones de pilares equidistan- tes sobre una zapata comin, resultado fea @) Ma = PL fa (® BL P ar *@@. M PL iw Es interesante observar que para 0 <£< = 1,57, fea = fo por lo cual la presién es uniforme:y, por tanto, la-zapata resulta rigida- 038-1 et ws se Fig, 413,—-Coeficentes de influencia para zapata corrida bajo infinitos ilar equ listantes (sain Verdeyen). 2.3. Zapatas corridas de longitud finit Las zapatas que se constrayen en la practica no son de Jontitud infinita, por lo que, para su célculo, no son directamente aplicables las soluciones del apartado anterior, Habria que integrar Ia ecuacién (5), imponiendo las oportunas condi- ciones de borde (fig. 4.14), lo cual reviste una cierta dificultad por lo que se prefiere aplicar el método de Timoshenko-Hetenyi consistente en considerar la Zapata como infinita, con las cargas reales, determinando unas acciones ficticias M, Q, que aplicadas en los puntos correspondientes a Jos bordes de la zapata finita den lugar.a que en éstos se produzcan las condiciones reales (fig. 415). Este método puede resultar muy laborioso cuando las cargas no son simétricas, Por lo que, en muchos casos se suele recurrir al método de Bleich. En a las condiciones de borde se consiguen‘mediante 4 fuerzas’exteriores fictic Shy a th, coins. locadas precisamente en las abscisas unitarias + dentes con algunos ceros de las lineas de influencia (fig. 4.16). Asi, por ejemplo una condicion de borde libre se plantearfa: Qiao By (4) + BG ~ Beago— Bm) - 155 2.—Zapata fietcia con acciones fsticas que pro= ‘dozen ls condiciones de borde en|A YB Fig, 414.—Bjemplos de distintas condiciones de bord Fig. 4.15.-Métoda de Timoshenko. y andlogamente para Qu, M, y My, obtenigndose 4 ecuaciones de donde se de- ducen Fy, Fa, Fy ¥ Fa Et célculo se simplifica bastante en. casos de simetria (F, =F, y Fp= Fy) y al despreciar la influencia de las fuerzas situadas a € > 3L del punto considerado. iLt fT ith. Fig, £16.—Método de Bleich, Algunas soluciones particulares: @) Zapata de longitud finita con un pilar central En Ia fig. 4.17 se indican los coeficientes de influencia a utilizar en las expre- siones: Br. ®) Punto de aplicacién de la carga. M, = PL in ® My = PL. fm, (@) P : A Ja mitad del vuclo: me 2 ® pr = 2 Fr © Enel borde 156 ‘Se observa que las presiones son uniformes, para t = = = 1,57. A partir de ese valor la presion de borde va disminuyendo hasta antilarse para £ = (no tiene sentido aumentar el vuelo por encima de este vator). a4 230 39 t [a az0 20/44 ars ns 4 A 019 10} oo ~ % eos 05| fp Sea Sere ooo a ia aos os tt 1-3 Fig. 417.—Coeficientes de influence para 2apata Finite bajo carga pun- ‘tal (egin Verdeyen). b) Zapata de longitud finita con dos pilares de borde Con los coeficiemtes de la fig. 4.18 se tiene: P oP Bh ee ® P, Liy® — Ma=PLiy@ — Pe= go fey La zapata resulta rigida basta §< [= 0,78, Hasta &= F = 497, los mo- mentos flectores pueden calcularse como si la zapata fuera rigida resultando: Pl 3PL M=2L 0 My= 3h aot § eo] 2 esol -o8 30 \ -as 23 4 -ay 20 : ‘ th “bead 4 Kp/cm? > 6,4 (10) ote parte lor valores adios propucton. (9 Al menos n fos casos normales ya que el terreno puede presentar un comportamiento no ines, Mluoneis plistioas, ee. no reproductles con mdeles senellos, 162 3.2, Coeficiente de balasto para cimentaciones reales ira zapatas cuadradas de ancho b (m) Terzaghi (1955) sugirié extrapolar los va lores Kyy mediante las expresiones siguientes: 0,30 K=Ky 222 (suelos cohesivos) o , ka (222)" fr sae « y para zapatas rectangulares b x I: 2 b 2 x( ‘Zh ) ‘Sin embargo, como se ha visto en el Capitulo 2, estas relaciones son poco fiables por lo que conviene hacer una determinacién directa de los asientos de Ia cimentacién real por otros métodos como el elistico. En el Apartado 5.3 se verdn otros procedimientos de extrapolacién para el ca so de losas. 3.3. Correlaciones con otros parimetros Entre las numerosas correlaciones propuestas pueden destacarse Jas si —Con los parametros elasticos del terreno E., ».: ae x= 06E_ [Eb] a (Vesic, Barden, etc.) bd) | Ent la cual se reduce a K = Te para zapatas coftidas suficientemente largas (W/o > 10) Woinowsky-Krieger proponen x= 2s (BS) Yost: Carga circular de area AK = 1,392 = E. Carga rectangular bx1 K = 1,330 qe Kogler y Scheidig: K = E: , para carga de gran extensién sobre un estrato HH” Compresible de espesor H 2k, Ke Srogii +2070) ~ & — carga en faja de ancho b K BE: 1420 cargas cuadradas de lado | 0 circulares 1 * de diametro 1 Vlasov y Leontiev: K= psy GS Bny 163 4, CONDICIONES DE RIGIDEZ ¥ PROBLEMAS DE INTERACCION ‘TERRENO-ESTRUCTURA 4.1, Criterios de rigider En el_andlisis_de las zapatas corridas se definfa una longitud eldstica L=sst >30 La correlacin tedrica entre el método elistico y el del cocficiente de balasto, se ‘obtiene comparando los asientos de una misma cimentacién calculados por ambos métodos. Conviene tener en cuenta que, en la rigides. del sistema cimiento-terreno, inter viene tanto el canto o inercia de la cimentacion como la deformabilidad del Suelo en que apoya y que pueden conseguirse rigideces del mismo orden con tuna cimentaein de gran canto sobre un terreno duro que con una cimentacion de pequeto canto sobre terreno blando. Esto se ilustra en la fig. 4.29. Puede advertirse que la mayoria de las cimenta- ciones que se construyen, con relaciones h// entre 0,05 y 0,1 y en terrenos no excesivamente blandos (ya que en ese caso haria falta otro tipo de cimentaciOn), corresponden a sistemas flexibles. Zone texible 1300 Tiaimente Stexble Compresibldad el terreno B, Fig, 4.29.—Rigider sSejunia del sstema terreno aio (Konig, 1975), 4.2. Rigider del sistema cimiento-estructura Una cimentacidn relativamente delgada puede comportarse como rigida si esta unida a un nécleo de escalera, pantallas de hormig6n, vigas-pared de sotano, ete. Una estructura reticulada de gran algura también refuerza la rigider global de Ja cimentacion, aunque localmente, entre pilares, ésta pueda ser relativamente flexible. La rigidez de fa estructura depende el tipo de muros y se admite que es propor- cional al cuadrado del niimero de vanos y al nimero de plantas o forjados, pu- diendo utilizarse la siguiente formula aproximada: ak Ele. = EL+n, snd dea? 16s siendo: 1, I, : las imercias de vigas y pilares. 1, hy: la luz media de las vigas y la altura de pilares. n, tel mimero de plantas. 1, zl mimero de vanos en la direccién considerada, La rigidez real depende mucho de los arriostramientos, rigidez de los tabiques, hhuecos de ventanas, ete, En conjunto se tendré: a Ela = Elen. + Ele Como orientacion puede indicarse que una estructura reticulada de 13 plantas con luces de 4 m tiene la misma rigidez que una losa de 33 m de longitud y 1,20 m de canto. Puede verse que al duplicar EI en la expresion de la longitud eléstica ésta s6lo aumenta en un 18% por to cual, salvo en casos de estructuras muy rigidas, suele estar justificado prescindir de ta cooperacién de la estructura del edificio. 4.3, Seleccién del modelo de céleuto El modelo de célculo debe aproximar lo mas posible la distribucién real de pre- siones bajo Ja cimentacién, ya que de ella dependen los esfuerzos finales produ- ccidos. Sin embargo, las distribuciones reales no son conocidas con precision, ya que son relativamente escasas las medidas realizadas y resulta dudosa la extra- Polacion de unos casos a otros. A pesar de ello se han podido definir unos comportamientos generales que pueden servir de orientacién, Tal como se deduce de la teoria de la elasticidad y han confirmado las medidas cen casos reales, una cimentacién rigida produce elevadas concentraciones de presiones en los bordes (fig. 4.30 a), las cuales pueden ser 2 6 3 veces mayores que fas existentes en la parte central. a HN | : ‘ ly see isi ho ered ~ Resi LS al oust a | Teoriea i i Fig. 420.—Variacin de las presionés de contacto, se- ‘in el tipo de terreno, 166 Sin embargo, para que puedan mantenerse tales tensiones os necesario que el ‘erreno posea una considerable resistencia. Este caso se da, por ejemplo, en ci- mentaciones superficiales sobre arena floja a media, la cual fluye lateralmente (fig. 4.30), produciéndose una redistribucién de presiones hacia un reparto mas homogéneo. Un fenémeno semejante se produce en arcillas blandas a cual- uier profundidad. Una situacién algo diferente se produce en arcillas fisuradas o de rotura frégi cuya resistencia desciende casi a cero bruscamente, concentrandose las ten- Siones en la parte central de la cimentacién donde existe una gran resistencia por efecto del confinamiento (Fig. 4.30 c). Dado que el modelo de Winkler tiende a suavizar las presiones de borde, lle- vando en cimentaciones flexibles discribuctonies convexas (presiones mayores en el centro), su utilizacion estaré. indicada en los casos de cimentaciones Tigidas superficiales sobre arenas flojas a medias 0 cimentaciones flexibles @ cualquier profundidad en terrenos granulares o cohesivos Por el contrario, el modelo elastico ¢s mas apropiado en cimentaciones a pro- fundidad en suelos granulares.o en cimentaciones rigidas sobre suclos cohesi- vos. También en aquellos casos en que porlaexistencia de fuertes cargas de borde sea previsible una distribucion de presiones cOncava hacia abajo. Para apreciar la influencia del método de céleulo se muestra en la fig. 4.31 un ejemplo de una losa de 18,30 x 45,73.m? con una carga total de 13.110 t. Segiin se considere una distribucién convexa o concava, con variaciones en los bordes respecto a la uniforme del orden del 20%, se llega a momentos.8 veces mayores en el centro de Ia losa. El ¢jemplo puede ser excesivamente desfavo- rable, pero no por ello merece menos atencién. Resulta interesante advertir que la préctica usual de adoptar una distribucion uniforme o lineal de presiones, proporciona unos esfucrzos intermedios entre sohuciones tan dispares. es0r est zt x 200 pa men RF zo wz Tr pbk ee PE bb bp Bl Ea nA Pore o Rl a es sw sm————- a) Caress Fig. 431, —Comparacién entre os momentos flectores produeidos por ditntas istrbuciones de presioncs 167 5. CALCULO DE LOSAS La losa constituye una extrapolaci6n a tres dimensiones del problema de la za- Pata corrida, Sin embargo, en muchos casos, las losas suelen presentar una di- eccién predominante de flexién, resultando rigidizadas en la otra por muros, luces mas cortas, etc., con lo que es aplicable lo expuesto para las zapatas corridas, Unicamente en el caso de losas flexibles, de planta cuadrada o de la- dos comparables y con condiciones no preferenciales de rigidizacion, es necesa- rio considerar el comportamiento conjunto en planta. Examinaremos aqui aquellos aspectos que dan lugar a un tratamiento especifico en el caso de las losas. 5.1, Losas rigidas La hipétesis habitual es la de reparto uniforme de presiones 0, en el caso de cargas desiguales o desigualmente dispuestas, una variacién lineal de presiones, considerando la losa como una gran zapata. La variacién de presiones de un extremo a otro no debe ser muy grande, evi- tando disenios en Jos que la resultante de las cargas caiga fuera del nucleo central de la losa, dando lugar a despegues o trabajo en ménsula de la misma, En el caso normal las presiones de esquina que definen toda la ley de presiones son (fig. 4.32) Fig, 4.32.—rsfuerrae cr ios cgi, Una vez conocidas las presiones, 1os momentos flectores y esfuerzos cortantes en una seccién dada se obtienen por las formulas habituales de la estatica, a=" pfs ax M=)). Pie [i oxae En general, no se considera en estos célculos el peso propio de la losa, ya que al verter el hormigon fresco sc establece un equilibrio hidrostético con el terre- no, quedando la losa sin esfuerzos residuales al fraguar. ‘Como se ha indicado en el Apartado 4.3 la hipétesis de reparto uniforme o li neal deja del lado de la seguridad en la mayor parte de los casos. Sin embargo, cuando existen cargas de borde importantes, se trata de losas profundas o ef 168 terreno hace esperar una distribucion de presiones del tipo del de la fig. 4.30 4), conviene tantear leyes de presiones con méximos en los bordes (cumpliendo el equilibtio estético), Como orientacién puede adoptarse el diagrama de la fig. 4.33. : ratte aH Pcamiloderoamienoetesivoen se. Le bier gee | EES) aceite ig, 433.—Mltedo aproximado pata defini dstrtbusiones no uniformes ‘e presiones (ep Sefer, 1973) 5.2. Losas de rigidez intermedia Las Josas usuales en la practica no suelen ser totalmente rigidas, ya que ello Hevaria a costes prohibitivos, por lo cual se busca un compromiso entre una deformabilidad que reduzca a niveles tolerables los asientos diferenciales y un ‘canto que cvite colocar armaduras «le cortante. En algunos casos es determi- ante e! conseguir la impermeabilidad, o contrarrestar la subpresion. Para el calculo de este tipo de losas existen métodos muy diversos: a) Céleulo como losas régidas Es admisible el empleo del método del Apartado 5.1 cuando: —Las cargas de los pilares no difieren en mas del 20%. —Las luces entre pilares son muy semejantes. —La superestructura es bastante rigida, —La resultante de las cargas cae dentro del nitcleo central. b) Céleulo por vigas independientes ‘Cuando no s¢ dan las-condiciones anteriores puede dividirse la Josa en franjas, ccon eje en las alineaciones de pilares; estudiandolas como vigas elasticas inde- pendientes. La carga de un mismo pilar se repartira, por tanto, entre las dos vi- ‘Bas que se cruzan bajo el mismo, de forma que exista compatibilidad de defor- ‘maciones verticales. Se ha propuesto un método que, dunque no garantiza el equilibrio de Fuerzas fi la compatibilidad de deformaciones, puede considerarse suficientemente aproximado cuando la malla de pilares no es muy irregular: 1. Se divide cada malla entre cuatro pilares por interseccibn de las bisectrices de las alineaciones que coinciden’en cada pilar (fig. 4.34). 2. Se sustituye Ja losa por un sistema de vigas AA,BB, etettera, de ancho Area sombreada S. (fig, 45) 169 Fig. 434 Fig. 35. En casos de geometria muy regular puede tomarse by = a hy sicndo a el valor dado en Ia fig. 4.36, a i T T Tete ae DIME Lt {| os As 2a + Fig. 436.—Franja de reparto en funcion de las ices 3. Se reparte Ia carga de cada pilar P, segiin las dos direcciones, mediante la relacién Tb. heb, Pe P= Py Normaimente se toman anchos b, y by promedio de los obtenidos para los dos vanos adyacentes a cada pilar en la operacion anterior. A veces, el reparto se hhace respecto a las inercias en cada sentido, con: 4. Se calcula cada una de las vigas con las cargas corres- pondientes y tomando un ancho promedio (fig. 4.37). El célculo suele hacerse generalmente como viga rigida, pero también cabe la consideracién de viga flotante, aunque Ia precision de esta hipdtesis no est propor cionada con todas las simplificaciones ya introducidas, 170 Fig. 437. 5. La armadura asi calculada se reparte en un ancho weat3hri2 siendo a, el lado del pilar y h el canto de la losa (fig. 4.38). 6. Los paneles centrales se arman con armadura simétrica y como placas cempotradas a 0,20 w. ©) Céleulo coma emparrillados La losa puede dividirse en vigas, uniendo la base de pilarcs, por un sistema anélogo al del apartado anterior creando un emparrillado del tipo de la fig. 4,6, De acuerdo con el modelo de Winkler, el apoyo en ¢} terreno se susti- tuye por una serie de bielas eldsticas biarticuladas verticales colocadas en cada nudo (o también en puntos intermedios de los vanos si éstos son muy grandes). Sies A el area de influencia de una biela (rayada en la fig. 4.39) el coeficiente de balasto efectivo K se hialla por las formulas del apartado 3.2, con B=/A. ZONA DE_INFLUENCIA Fig, 4.9,—Sustitucdn de 1a lost por un eniparcie isd, im Para una presién de contacto p, el asiento de las vigas seria: Si la biela tiene una longitud L y una seccibn 0, la fuerza axil que producird el mismo asiento sera: que! pudiendo elegirse arbitrariamente 9 0 L.. La estructura reticulada, asi formada, puede calcularse con los programas usuales de porticos tridimensionales. El armado se hace para los momentos flectores resultantes, extendiendo la misma armadura a las zonas entre vigas. d) Métodos basados en la teoria de losas sobre medios eldsticos Se aprovecha en estos métodos la aplicabilidad del principio de superposicin, utilizando las soluciones existentes para cargas concentradas sobre losas de ex: tensién infinita. Los efectos de estas cargas se amortiguan muy répidamente y,| por ello, los exrores introducidos suelen ser pequenos. Cuando las cargas estan proximas a los bordes es necesario introdueir correcciones respecto a las solu- iones generales, EI método mas conocido es el propuesto en 1955 por el Comité 436 del Ameri- ean Concrete Institute (ACI), basado en las soluciones dadas por Hetenyi, en 1946. EI método supone los pasos siguientes: 1. Sc fija el espesor de la losa ¢ por resistencia al punzonamiento en los pun- tos mas criticos. 2. Se deduce el coeficiemte de balasto efectiva de la losa K (ver Apartado 5.3. 3. Se calcula la rigidez a flexion de la losa Bt 10 = vA) siendo E,, vs los parametros clasticos del hormigén de la losa. 4. Se obtiene el radio de rigidez efectiva L por la formul: L-//> El radio de influencia de una carga de pilar viene a ser aproximadamente de 25.24. 5. Los momentos flectores radiales y tangenciales y cl asiento se obtienen por: - Plz@—a-» 240 £ [ee (i=) = ] ~2f. —») Z@ = Z4(8) + (1-9) t ] w= PL ap 2@ in siendo P = carga del pilar; yos valores se indican en la fig. 4.40. 6. Los momentos flectores segiin los ejes de la losa se obtienen combinando los anteriores 5), Z's(@)s ¥ Ze(Z) son funciones cn- M, = M,-costé + M,-sen?o M, = M.-Sen?¢ + M,-costd siendo 6 el Angulo polar 7. Bl cortante por unidad de ancho.de losa se obtiene por: Pia Qa 2) 8, Si en el radio de influencia de una carga queda comprendido un borde, se calculan los momentos y cortantes en el borde suponiendo la losa infinita. Se estudia después la losa real aplicando como exteriores momentos y cor- tantes iguales y de signo contrario a los antes hallados. Para este céleulo se sigue el método de la viga elastica finita. 9, Si existe un muro en el borde de la losa; puede sustituirse por una caiga li- neal aplicada en el borde de vigas eldsticas transversales al muro. Los mo- ‘mentos correspondientes se suman en cada punto a los producidos por las cargas interiores. 2 [0577+ toa, | te [7+ 8 ae Zy(Itd, ZUM ZL) Y ZOMY Valores de 03 4 Fig. 440, Valores de las Tuaciones reltivas a cortentes, momentos y asientes(segdn Heteny, 1946). 10. Por altimo, se obtiencn los momentos y cortantes en cada punto summando os producides en dicho punto por todas las cargas que lo incluyen en su radio de influencia, Como puede observarse el disefto se complica extraordinariamente cuando se ega a los bordes de la losa, lo cual le resta bastante utilidad al método. 173 La superposicién de soluciones elasticas es el método desarrollado por Gorbu- nov-Posadox (1959), recogido, por ejemplo, en el libro de Selvadurai. En este método c! radio de influencia se define por: siendo E,, », los parémetros elasticos del suelo. Los asientos, presiones, momentos flectores y cortantes en cada punto se ob- tienen por superposicion de los valores de influencia de los pilares que le ro- dean. Estos valores, tabulados en forma adimensional se han obtenido por la teoria de losas infinitas sobre apoyo elastico. En Ia base de pilares cuadrados de lado s, con carga P, se llega a los valores si- guientes: M, = M, = [0,1123 ~ 0,0928 log.(s/a)IP, M,, = My. = 0,0332 P, Para los pilares préximos a los bordes se utilizan soluciones de la losa semiinfi- nita con diversos factores de correccién. 5.3, Losas flexibles Las losas perfectamente flexibles suelen utilizarse muy poco, ya que dan lugar @ asientos diferenciales considerables en cuanto el terreno es blando. Para el calculo puede hacerse un reparto a 45° de las cargas hasta la base de la Tosa, calculando los asientos de estas cargas repartidas por métodos elésticos (fig. 4.41), El disefio sera aceptable si la estructura es capaz de resistir fos asientos diferenciales resultantes. ig, 441. —Asientos bajo una losa flexible Los momentos flectores pueden calcularse a partir del radio de curvatura del perfil de asientos. Un caso més frecuente es el de las losas semiflexibles en las que se consigue un mayor reparto de presiones en el entorno de cada muro o pilar, pero sin llegar 2 la interaccidn entre las presiones de distintos pilares. Pueden considerarse dos casos: a) Losas semniflexibles con grandes luces entre pilares La 1osa asienta en la zona de influencia de cada pilar, sin que haya superposi- cién de cargas (fig. 4.42 a). En este caso se adopta el procedimiento siguiente: 174 1. Sehalla un valor inicial K, a partir de las formulas (7) u (8) para zapatas ‘cuadradas, tomando un lado B'igual a la luz media entre pilares. Il. Se determinan el radio de rigidez de la losa por la teoria de Westergaard d= siendo By y vs as constantes elisticas del hormigén yh el canto de la losa. III, Se toma como radio de influencia de cada pilar R= 2,5 7, con lo que re~ sulta un cuadrado equivalente de lado B= Rve IV. Si B,~ B 0,1 la aproximaciOn es suficiente. Sino, se repite el proceso con By y asi sucesivamente hasta la precisidn requerida, ~~ — b) Losas semiftexibles con pequentas luces entre pilares En ellas se solapan las zonas de influencia de Jos pilares (fig. 4.42. b) consi- guigndose a una cierta profundidad unas presiones verticales casi uniformes. A partir de esa profundidad los asientos también serian uniformes de acuerdo con Ia hipétesis de Winkler, por lo que no seria necesario tenerlos en cuenta a cfec- tos de flexiones de Ia Josa, y podria tomarse un radio de influencia menor de 2.51.. A este respecto Terzaghi (1955), recomienda tomar como radio de influencia a cada lado de un pilar la mitad de la luz correspondiente y to mis- mo en el caso de muros de carga o vigas pared (fig. 4.43). Loss (eet 3° ° SS site ak, oo BRN | | RN fo 2 NN “| ') Cargas concentradas (liars) 1) Cargas lneaes, (@utos de cares) Fig, 4.42,—Interacciones en losas Fleibes, Fig. 4.6, —Franjas de inslencia, 6. ASPECTOS DE DISENO Y CONSTRUCTIVOS Las losas flexibles son poco aconsejables en edificacién ya que pueden dar Iugar a asientos importantes de los pilares. Por el contrario, las losas de gran rigidez, que homogenizan notablemente los asientos, resultan muy costosas, La solucién es evidentemente de tipo intermedi, Como orientacién pueden consicerarse cantos del orden siguiente: Canto him) para una longitud de tosa N.° de plantas Bais B=30m B=40m <5 0,60 0,80 1,00 5.10, 0,30 1,20, 1,50 1020 1,50 200 250 175 ‘Una aproximacién al canto h ideal por condiciones de rigidez pucde obtenerse por el indice N o(4) secon 8 30-40 m) sin dispo- ner juntas intermedias.. Debe procurarse que la planta de las losas sea bastante regular evitando entran- tes, angulos agudos, etc. que darian lugar a torsiones y solicitaciones anéma- las, Conviene que las luces entre pilares no sean muy diferentes y que las cargas no varien en mas del $0 % de unos pilares a otros. Si en un edificio hay zonas muy desigualmente cargadas las losas deben sepa- rarse mediante juntas. Las Josas suelen Hlevar una cuantia de armaduras del 1,4 al 2% que viene @ equivaler a 35-60 ke acero/m®. Las armaduras no deben ser de diémetro inferior a 12 mm procurando que no queden vanos entre ellas de mas de 30 cm. Para ello se coloca armadura por ambas caras y una malia de piel en las caras laterales, reforzando las esquinas ‘con mayor cuantia, Sobre la excavacién se colocan 10-20 cm de hormigon de limpieza, sobre el que se disponen las armaduras con los correspondientes separadores de mortero, 176 E1 hormigonado debe hacerse, a ser posible, sin interrupciones que puedan dar lugar a planos de debilidad. En caso necesario, las juntas de trabajo deben de- jarse en zonas de cortantes bajos, lejos de los pilares, Fn losas de canto importante es necesario controlar el calor de hidratacion del cemento que puede dar lugar a fisuraciones y combado de la losa, 1,50 Canto de lo losa h (m} 700 m0 300 400 500 600 700 809 900 Carge_del pitar P(t) ig, 445.— Grifico para la determinacion del canto necesario por punzonamients. 7. NORMATIVA ‘Actualmente existe la Norma Tecnol6gica NTE-CSL 1984 «Losas» que tiene una aplicacién muy imitada ya que exige que la losa vuele como tfnimo 1 mde los pilares de borde, esté empotrada en el terreno de 1,4 a 6 m segén el ndimeo de plantas, las cargas de pilares sean sensiblemente iguales, etc. Resultan tiles, sin embargo, las {ndicaciones de tipo constructivo, armado, etc, as{ como a nivel de anteproyecto. Pueden consultarse también las Nofmas Tecnolégicas CSV-1982_ «Vigas flotan- tes» y CSC-1984 «Zapatas corridas». En estas normas sc dan resueltos numerosos casos de configuracion senda. 177

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