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LA FILOSOFIA EN SAN MARCOS5

María Luisa'Rivara de Tuesta

El término Filosofía, en sentido estricto, esrá referido a una


forma de pensamiento
surgida en las colonias griegas de Jonia, forna de
meditación que ha guiado al Mejo
Mundo en el desarrollo de su cultura y de su hbtoria constituyéndose
en e[ fundamento
de su civiliz¡ción. vsta desde esta perspectiva, la filosofía
es una forma de pensamiento
que ha servido de gula a la conducta del hombre
occidental. En ohas palabras, la filo-
sofía no ha sido mem teoría, ni saber puramente abstracto,
desinteresado, sino que ha
venido proporcionando determinados principios
mcionales que han servido de funda-
mentación pam su desenvolvimiento histórico.
obedeciendo al carácter teórico-práctii8 ¿n lu filosofía es que
en el siglo XVr, y
con motivo del encuenho del Mejo Mundo con el
Nuevo, se hasladaron ros valores de-
sarrollados en Europa a nuesho continente. sin discusiones
y sin poner en tera de juicio
las posibilidades de implantación de una culfum
foránea .n rupn.p*o al pensamiento
desarrollado en esta parte del continente el pensanriento
occidental. F"re así como ini-
ciamos el proceso de Ia filosofía occidental-americana
que es, sin lugar a dudas, una
proyección y hasplante del quehacer intelectual europeo.
Uno de los actos más significativos de esta hansculturación
se da en la fundación
de Ia universidad de san Marcos por Rear c¡rcura,
dada en Valladorid et 12 de Mayo
de 1551, por gestiones del dominico fray Tomás de san
Martín. se kataba de hans-
plantar a Lima, al convento de los dominicos
una "universidad con los privilegios y
capitulaciones del estudio general de Salamanca",
universidad que brillaba en ese mo_
mento en el mundo occidental como una de las cuaho
más importantes, entre otras co-
sas' por el debate que en ella se había dado en defensa
de lá nafuraleza racional del
indígena' De lo que se trataba em fundamentalmente de
discutir la incorpomción a la
humanidad cristiana y a la cultura occidental del nafural
americano y f,re en Salamanca
donde se dio un largo debate enmarcado teóricamente en
la teología humanista y [a fi-
losofía escolastica predominantes en la España del siglo
XVI.
En lo que concieme a la mudanza en las ideas anhoporógicas que
ha de producirse con
motivo del encuenho con ohos hombres indios-, se trafaba fundamentalmente de
comprender a la lu de los mnceptos clásims -.loe
y humanistas un modo de üda y de conducta,
el de los indios americanos, desemejante ar dá europeo.
Desde es.te punto de'vista la onbo-
versia que se suscitó üno a caer en la vertiente antropológica.
Toca ia mcionalidad y aptifud
del ind(gena pam asimilarse a la nue\¡d cultum, así como
también la jutificación teórica del
hecho de la conquista, pero lo fundamental estriba en el planteamiento
filosófico que logr,ó
que hombres odraños al proceso histórioo occidental, que
habían üüdo y hecho oha histo-
ria, pudieran ser infuoducidos en ella.
Nacimos como Institución Sanmarquina con los privilegios y capitulaciones
de[ es-
tudio general de la universidad de salamanca y su convento de
san Esteban, de donde

" Fonencia leída durante la II Sesión del Curso-de "San Marcos


en su Historia', organizado por
la Dirección de la Escuela Académico hofesüna.l de Historia
de la Universidad Nacional Ma-
yor de San Marcos en el 443 Aniversario de esa Casa de
Estudios. Auditorio de Ia Facultad de
Ciencias Sociales, 9 de Mayo de 1994.

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los hombree más
era morador Ray Rancisco de Mtoria "reconocido como uno de
doctoe del mundo y capaz de honrar por sí solo un mundo €ntero", pero en la
génesis de nuesho origen, a través de los dominicos, asumimos una postura ideológica
humanista que es la que nos ha caracterizado a lo largo de nuestra accidentada exis-
tencia.
Los Dominicos, desde 1511 en la lsla la Española, hoy Santo Domingo, a partir del
célebre sermón de Fray Antonio de Montesinos, plantearon graves cuestiones teóricas
que en los años sucesivos Viioria y Domingo de Soto ampliarán y desenvolverán acer-
tadamente. Vitoria en el curso de 1537 1538 resolvió romper el silencio que guarda-
ba con respecto a las Indias. En de
-
Indis y de lure Belli, resultado de muchos años
de meditación y preparación, no parte del derecho de los españoles a poseer las Indias,
sino del derecho de los indios a sus propias lierras y frente a la opinión de la condición
servil de los indios, apoyada en la cita de Aristóteles sobre los esclavos por naturaleza,
frente a los que alegaban su condición de pecadores e infieles, acaba por proclamar el
pleno derecho de los indios a sus tierras, la legitimidad de sus príncipes y el derecho de
gobemarse por sí mismos. Después se extiende acerca del derecho de los españoles a
ocupar América. Puesto que aquellos bárbaros eran verdaderos señores, es menester
indagar por qué tíiulo pudieron llegar los españoles a dominarlos. hra ello procede por
exclusión; imposible justificar el dominio por el hecho de que el emperador sea dueño
del mundo, porque no lo es ni por razón de derecho divino ni por derecho humano.
Ni tampoco en la circunstancia que el Fapa sea Monarca Universal, porque no tie-
ne poder temporal de ninguna clase sobre los bárbaros ni sobre los infieles porque
sobre ellos el poder espirítual es nulo.
Mtoria acepta como únicos títulos legítimos: El derecho de libre peregrinación por
todas partes del mundo y el derecho a la predicación del evangelio. Sin embargo en
1539, el 15 de Junio, en su relación sobre el derecho de guerra dice: no es causa
lueta para hacer ta gu€ra la diversidad de religión, ni el ensanchamiento del
lmperlo, nl la gloria del príncipe, ni cualquier ventaja que por ella ee preten-
dlera buecar.
Vitoria logró elaborar un cuerpo de doctrina escolástica y humanista que represen-
taba la posición de loe dominlcoe con respecto a la penetración española en América.
Su discípulo Bartolomé de Ledesma la difunde en el krú. El conocimiento y la expan-
sión de las tesis de Vitoria era uno de los propósitos a que se dirigían los dominicos con
la fundación de una Universidad en la ciudad de Lima.
Así, con el trasfondo de la problemática indígena, que los dominicos cuestionaban
y analizaban es qu€ se inicia el proceso de transculturación filosófica a nuestra universi-
dad. La filosofía en San Marcos ha pasado por distintas etapas de desenvolvimiento:
Desde la teología escoláetica y el humanismo, que acabamos de esbozar, hasta las
múltiples expresiones actuales de la filosofía occidental, pasando por la fitosofía mo-
derna, la fflosoffa romántica, el positiviemo y spencerismo, la filosoffa espiri-
fualleta de corte bergsoniano, el marxlsmo, y las múltiples expresiones de la filosofía
coniemporáneá: existenciallsmo, fenomenología, filosofía analítica, estructu-
rallemo, epletemología, etc., llevamos ya una secuencia ininterrumpida de zl43 años
de ejercicio filosófico, cuya característica más reveladora es la ausencia de creatividad,
acusando así nuestra filosofía un carácter de repetición o traslado de la reflexión filosó-
fica occidental a nugstras aulas. Pero si bien es cierto la filosofía Sanmarquina, en senti-

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do estricto, no ha construido grandes sistemas filosóficos, no ha tenido
ese carácter
creativo que le permitiese proyectarse en un cuerpo de doctrina genuino y
original que
nos permitiría hablar de una "filosofía peruana", sin embargo, la
filosofía ha dado
fundamentación racional y reflexiva a ideólogos y pensadores que se han
enfrentado a
realidades coyunturales históricos a fin de cambiarlas.
Flosofía e ideología han actuado en forma paralela en San Marcos y se
han irlo
fortaleciendo mutuamente. La filosofía dentro de su carácter académico
ha ido adqui-
riendo una actitud más libre y crítica,ha logrado cierto estilo de pensamiento
y ha llega-
do a la reflexión actual que evidencia un cabal conocimiento de las últimas
tendencias,
sistemas y doctrinas filosóficas, contribuyendo con substanciales y
originales aportes al
movimiento actual de la Filosofía; tal es el caso de los ilustres maestrol
Sanmarquinos:
Rancisco Miró Quesada cantuarias y Augusto salazar Bondy, ambos
con originales y
significativos aportes a la Filosofía de la Liberaclón Latinoamericana,
igualmente,
Gustavo Gutiérrez, reconocido como profesor F{onoris causa sanmarquino,
por su libro
Teologfa de la Liberacién, y olros maestros que los antecedieron y que
siempre vie-
ron en la filosofía el non plus ultra para la formación del alumno
run.urquino.
Fcrsu pa.rte la conshucción ideológica ha tenido una línea singular de
dLnoflo y se ha
visto robustecida en las últimas seis décaclas por el marxismo y
otras corrientes de pensamien-
to preocupadas por modificar el stahrs político y socioeconómico
del funi.
Estas últimas manífestaciones ideológicas son proyecciones
de la línea de pensa_
miento humanista, defensora del indígena, que se inició en la
controversia en torno a ra
racionalidad y aptitud del natural para asimilarse a la cultura
occidental y que es cono-
cido como el movimiento lascasiano.
Este, que en el debate teórico había logmdo la plena
libertad del indeena por tsura h_
pal sublimis Deus del 9 de Junio de rs37, y por ra auioridad del Em¡,eldor de
las Nue_
vas Leges de Indias de 1541, en la pmxis tuvo que admiür el argumento
de ra tutela civi_
Iizadora y religiosa ---era mejor que los indios fuemn encomendados
ar cuidado de un rei_
no_católico- que logro imponerse en defensa de ros intereses
de la corona y de ros mnquis-
tadores' Queda así constifuida la primem formulación ideológica
de domiíación que sirvió
pam encubrir la problemáüca del justo título de posesión
de Bpaña y el título igualitario que
la ley llego a otorgar al ind(gena americano.

. El cuerpo ídeológico de dominación de base humanista, que elaboró tspaña para


América frente a las urgencias prácticas de dominación política y
económica ;" p;J;;_
gó hasta mediados del siglo xVIII en que se inicia
el proceso idáológico que condujo a
la emancipación peruana.
La emancipación es una consecuencia de la filosofía de la ilustración.
At signo cle
la fe que predominó en la etapa anterior ha de superponerse
er signo de Ia razón. para
nuestros ilustrados era necesario reconstruir todo a la luz
de las nuevas ideas.
El criollo Baqu{ano y carrilro, en 17g1, confía en
ra virtud ilustrada del Mney Jáu-
regui cuando le dice en su discurso de recepción en
ra universidad de san Marcos:
"Gda siglo tiene sus quimeras y sus irusiones, dadeñadas por ra posteddad,
disr¡ncras
ptr el tiemp, (pro) ata rw brirlanfe (ra de nuaho sigro),
ha mnvencido que mejotar ar
homb¡e conba su voluntad ha sido siemprc el engañoso petexro
de la
a un reot'fe, que fonado m¿ís de lo que surte su erasticidad, rcuienra fitanía, que e! pueblo
deshozando ra mano
imprudente que lo oprime y sujeta . . 1*go agrega-
No se veñ (ya) esa exhao¡dinaia rc-
ptición de ótdenes y deaetos, que vacilanta enhe las daiguardaaá
y principia, de su *'ca_

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l9
brasa fuse, solo si¡ven (pm fomentar) el dqanrento. No se tqísiraá
vE en su orgurcso
gabinete calculando lríanente la miseria y daapmción
del súMito, pm aigír de ella las
genetosos afue¡zas de su oáiencía, las bista dona de
su ¡nbta, y los últimcx swms
de su ce/o", (fuqu!'ano y Grrilrq Jasqh(Ig9), "Elqio del excelenfsimo
señor don
de Jáuquí uiney del fuú,,: Elolefrn del museo Bolivariano: (üna),
l!::O" Slg_
JIY. J

El tono del dlscurso es r¡aliente y plantea al ürm7 un cambio mdical en política


la pmcii-
cada por la meffipoli, relierrando, al mismo tiempo, la miseria y desespemción
del súbditq es
decir el descontento e<i'tente por ras fallas de la adminiskación esmñola.
El ideólogo ilustrado estaba seguro que la libertad y la justicia eran valores que
se
impondrían por Ia virtud g razón propias al ser humano. Fcr eso los
valores fundamen-
tales que planteó esta ideología de la emancipación fueron, entre
ohos, los de la liber-
tad y justicia
Lograda la separación política de España, en las primeras décadas de
nueslra vida
independiente, se abre una nueva etapa ideológica que se inspira en
el romanticismo
social' Las luchas entre conservadores y liberales ----estos últimos defensores del
siste-
ma rep.ublicano y pr:5teri.ormente abandemdos de la idea de sobemnía del pueblo
y de
la libertad del esclavo ----originq importantes debates como el suscitado ehtre publicis-
el
ta liberal Benito Laso y el consetvador Bartolomé Henera.
Bartolomé Herrera desde el Convictorio de San Carlos emprendió a partir
de Ig42
la tarea de formar una generación propicia al establecimiento áe gobiemos
autoritarios
y a Ia limifación de los derechos populares. El principio fundamenial
de su dochina era
el de la soberanía de la inteligencia, en oposición a la sobemnía del pueblo.
hra Herre-
ra ya estaban supemdos los tiempos en que el pensamiento iluskado pervirtió
la me¡rte
europea y socavó los cimientos del edificio social, por eso decía:
'No lengo pam que atenerme a describir /os esrragos producidos en el país
en cada
familia y en cada comzón, por la filosofía ..., por el desotden de las ideas
falsas e ineli-
giosas .'. Hoy felizmente no hay joven esfudiante, que no se burle ... en
su jetg,a mate-
rialista de la cíencia vieja que era incapaz de entender ... De ñancia uinieron por
des-
gracia esos effoÍes; y en francia, del mismo modo que en el ¡esto de/
mundo científicq
han desaparccido enfemmenfe.' (Henem, Ba¡folomé, (1929),Escrilos y discurcos,
Lima,t.1,93-94).
Al romanticismo ha de sucederle la ideotogía positivista. El contenido doctrinario
del positivismo atrae especialmente por su naturaleza científica y tecnológica.
Las expli-
caciones evolucionistas modifican substancialmente las áreas de conocimiento y
cultura
y el materialisnlo hace sentir su influencia sobre los círculos intelectuales. L-a divisa
de
"orden y progteso" consolidó regímenes dictatoriales y con los gobiemos
de lurno in-
gresamos al neocolonialismo económico.
El renombmdo libe'al Jos¿ Antonio Barrenechea, decano de la facultad de jurispruden-
cia de San Ma¡cos, en su memoria Anual leída ante el clausho universitario, trata de
las rela-
ciones entre el derecho natuml y el positivo, haciendo referencia ocplícita a Spencer quien
a
corsidemba jefe de la escuela inglesa de filosofía. El positivismo ontó con nurnerosos
repre-
sentantes: Mariano 11.comejo (l8f6-t942) autor de sociología general, el historiador
Carlos wiesse, el abogado Manuel Mcente warán, a quien se debe la reforma de la ense-
ñanza del derecho en San Marcos. Así desde 1896, las dochinas posiüvistas desplazaron
al
idealismo Kmusisia que dominaba en San Marcos. Ohas dos figuras del movimiento posiüvis-

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ta son Javier Flado Ugarteche y Jorge polar.
La reacción espiritualista, movimiento de crítica al positivismo, tuvo en Alejandro
O' Deusbra a su más caracterizado representante, él encarna el tipo del
intelecfual y el
profesor dedicado casi por entero a la Filosofía. Fue atraído po. iu.
ideas de
Fouilleé que resaltaban los aspectos volitivos del psiquismo. Abordó problema
el
-fuerza
del ser
espiritual en busca de una respuesta más substancial; sus ideas de llbertad y
orden,
como estabilidad del ser, así como la de la acfivldad creadora,
que con un
íntimo dinamismo evoluüvo renueva constantemente sus efectos- -energía
actualizan la ense-
ñanza de la filosofía en San Marcos. Con Mariano lbérico,
como el filóso-
fo más importante en esta etapa- el ütalismo bergsoniano -reconocido
prolonga su influencia en
la filosoffa peruana.
san Marcos desdb la perspectiva humanista que está en su génesis, ha visto
el su-
cederse de distintas influencias filosóficas, sin que ninguna de ellas
haya logrado resol-
ver, desde la reflexión, las problemáticas que aquejan a la universidaa y
at país. y es
que, cada etapa de influencias ideológicas, desde la implantación
de ia filosoffa en
nuestra Universidad, ha dejado una sedimentación de problernáticas
no resueltas: el
problema indígena, el problema de Ia igualdad y libertad ofrecida
con Ia idea de la
emancipación, el problema de hacer efectiva una eshucfura política
democrática, el
problema del avance científico y tecnológico, frente al cual
siempre experlmenhmos un
ahaso, y por último el problema de una sociedad más justa n iguailtaria,
probremas
que pueden resumirse en la perpefuación de la problemáüca
esencial, la de Ia depen-
dencia y estado de subdesarrollo que afecta a la sociedad peruana.
Mis palabras finales han de referirse a Ia Universidad de San Marcos
como el suelo
nufuicio, la energía ütal de donde procede nuesba existencia, nuestra
cultura, el cultivo
de nueshas mentes y nuesha especial manera de ser, pensar y sentir. y
es que en sus
zl43 años de üda ella ha sido Ia que ha
asimilado, .on estoica hanquilidad, todo el
proceso de desenvolümiento de nuesho quehacer filosófico:
Las primeras conftover_
sias enhe tomistas, agustinos, scottistas y suaristas, las pugnas
de tas órdenes por obte_
ner las cátedras más importantes . Luego en sus hanquilos y apacibles
claustros üo
cómo circulaban los lectores de textos ilushados prohibidos y, posteriormente,
las lu-
chas ideológicas enfue conservadores y liberales. por último ha iontemplado
un hans_
currir verüginoso de filosoffas e ideologías que hansformarían sus recinios
fuanquilos y
silenciosos en ruidosos y üolentos.
Nuesha Alrna Mater, lo sabemos, es recia y difícil, con su dureza
decanta los espfri-
ttrs y hace que emerja lo más nobre que hay en ellos, nos reúne,
nos acoge en su seno,
asimila nuesho habajo porque eso la manüene üva, pero estoy segura
do su antiguo esplendor anida la esperanza de una reforma, de una
lue recordan-
renávación, o tal
vez qve, simplemente, nos pongamos a habajar por su recuperación.
Lima, 09 de Mavo de 1994.

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