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DEBER Y LIBERTAD

sesión 12

EQUIPO DE FILOSOFÍA.
CAPACIDAD

- Analiza y justifica los alcances éticos


de las acciones humanas y sus
características fundamentales.
- Evalúa los principales problemas
prácticos de la vida cotidiana desde su
dimensión ética.
CONTENIDOS

Deber y libertad
Imperativo categórico
Las exigencias ético morales de la
verdad
Libertad y responsabilidad.
- ¿Cuál es la diferencia entre el deber y la
libertad?
- ¿Existen personas que carezcan de deberes?
- ¿Tienen el mismo significado libertad y
libertinaje?
- ¿Se debe hacer lo que se quiera o lo que se
deba ?
- ¿En qué medida la libertad implica
responsabilidad?
DEFINICIONES:

EL DEBER: Es la obligación que tiene


todo hombre para realizar el bien, que
es el ideal de la moralidad.
LA LIBERTAD: Es la capacidad que tiene
todo hombre para elegir, entre dos o
más opciones.
La libertad moral

Es el poder de la voluntad moral para


decidir por cuenta propia, la
realización o rechazo de acciones
morales.
Si no hay libertades morales no hay
acciones morales.
El filósofo Inmanuel Kant (1724-1804)
construyó un sistema ético sobre la
base del principio de autonomía, por
medio de la cual fuese posible conciliar
la libertad individual y la constitución
de un consenso universal.
La pieza central de la ética kantiana
consiste en un principio general,
regulador de todas nuestras acciones,
que nos obligue a actuar siempre,
cuidando que el ejercicio de nuestra
libertad no entre en conflicto con el
orden imparcial que permite el
ejercicio de la libertad de todos.
Kant llama a ello: EL IMPERATIVO
CATEGÓRICO. Y ello es posible, dado
que la pretensión kantiana es hacer
una ética del deber ser, es decir, una
ética imperativa, una ética que obligue.

Ejemplo: Respeta a tus padres.


La obligatoriedad del imperativo
categórico ha de hallarse en sí mismo.
El bien supremo es la buena voluntad y
ella consiste en el puro respeto al
deber.
El imperativo categórico se expresa del
siguiente modo:

“Obra de tal manera que tu acción moral


se convierta en una ley universal”.
Si yo miento, no puedo querer que el
mentir sea una ley universal, puesto
que esto destruiría el sentido del decir,
y haría imposible incluso el efecto de
la propia mentira; el mentir supone,
justamente, que la ley universal es
decir la verdad.
Siendo así, la ética kantiana es
autónoma, además de ser formal,
porque no prescribe nada concreto,
sino el puro respeto al deber.
Obrar por respeto al deber, es decir,
hacer lo que el hombre quiera.
Y efectivamente, se debe hacer lo que se
quiera; no lo que se desee o apetezca,
convenga, sino lo que pueda querer la
voluntad racional.
Kant pide al hombre que sea libre, que sea
autónomo, que no se deje determinar por
ningún motivo ajeno a su voluntad, que se
da las leyes a sí mismas.
Y ello conlleva al tema de la
responsabilidad, que es propio del
agente moral que discierne lo bueno
de lo malo, y elige entre una acción u
otra. Ahora bien, las consecuencias
que se generen producto de su
elección generan en el sujeto
responsabilidad o no.
Lectura recomendada: Crítica de la
razón práctica, y Fundamentación de
la metafísica de las costumbres. De I.
Kant.

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