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Escuela Sabatica Programas

El botiquin celestial

Servicio de cantos

Himno Inicial

Lectura bíblica
Filipenses 4: 8, 9

Oración inicial
Bienvenida
Alabanza especial
Tema
"El botiquín celestial"
Generalmente, solemos tener artículos guardados que nos ayudan a ofrecer prime-ros auxilios a los
miembros del hogar en caso de ser necesario. Es muy importante contar con analgésicos, alcohol,
agua de azahar o agua oxigenada, entre otros. Hoy veremos algunas analogías acerca de cómo estos
artículos nos pueden ayudar en nuestra vida espiritual.
Algodón y alcohol: Un algodón humedecido en alcohol nos ayuda a limpiar, remo-ver y desinfectar
cualquier suciedad o bacteria que pueda contaminar una herida. Al igual que el alcohol, el
arrepentimiento comienza a limpiar nuestras impurezas y nuestros pecados.

Cuando oramos y confesamos nuestros pecados comenzamos a desinfectar las áreas sucias de
nuestro carácter y de nuestros pensamientos. Nuestra vida se va limpiando de toda maldad,
permitiéndonos irradiar la luz y el carácter de Cristo.
Curitas y gasas: Dependiendo de cuán grande y/o profunda sea una herida, usaremos una curita o una
gasa. Sin duda, la mayoría de nosotros hemos utilizado una curita o una gasa alguna vez en la vida.
Estas cubren las heridas, de modo que puedan evitarse infecciones por polvo, sucio, o cualquier otro
contacto inapropiado que pueda agravar la situación. Así se facilita que sanen rápidamente. La
Palabra de Dios también trabaja como una curita o gasa. Su estudio nos ayuda a repeler cualquier
ente externo que pueda contaminarnos, ayudándonos a sanar las heridas y evitando que
prolonguemos una vida malsana. La Palabra de Dios sana nuestras necesidades y ayuda a que nuestro
carácter se renueve cada día con el poder del Espíritu Santo.
Hisopos: Los palitos con algodón o hisopos se utilizan también para limpiar pequeñas heridas, pero
llegando a lugares poco accesibles; y aunque no es recomendable, la gran mayoría de las personas los
utiliza para limpiarse los oídos. La palabra de Dios nos ayuda a limpiar nuestros oídos de la cerilla del
mal, y así, estar prestos a escuchar la voz de Dios. La sabiduría se encuentra en oír y obedecer la
Palabra de Dios; por lo tanto, cada vez que nuestros oídos se inunden de chismes, murmuraciones o
conversaciones malsanas; limpiemos nuestros oídos con oración, con mensajes positivos, con
mensajes poderosos que nos ayuden a ser mejores personas y cristianos que esperan la segunda
venida de Cristo.
Vitaminas: Las vitaminas ayudan a suplir las deficiencias que el ser humano crea por la mala
alimentación, para que el cuerpo pueda funcionar bien. Existen varias vitaminas espirituales que
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también debemos ingerir diariamente: las vitaminas del amor, de la armonía y de la fe. Estas
refuerzan las deficiencias de nuestro cuerpo y nos ayudan a repeler cualquier enfermedad o
deficiencia espiritual.

Conclusión
Espero que los artículos del botiquín celestial que hemos presentado esta mañana puedan lograr que
todos mantengamos una salud espiritual estable y un carácter que agrade a Jehová.
Repaso de la lección

Himno final

Oración final

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