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Cortesía Ing. MSc. Luis Fernando Restrepo G.

TIEMPO COMPARTIDO TOMA SEGUNDO AIRE


23/07/2010
Negocios/Turismo, Revista Dinero

Studio 59 es una de las apuestas más


ambiciosas en Bogotá. Se trata de un hotel
de alto nivel que se venderá por el sistema
de propiedad fraccional y posibilidad de
intercambio para vacacionar por el mundo.

Claudia Piña, Gerente desarrollo negocios


RCI. “Mucha gente dice: ‘qué jartera el
tiempo compartido’, pero no conoce el
sector, porque a los clientes les abre las
puertas a miles de destinos para sus
vacaciones y a los empresarios les
garantiza ocupación de sus instalaciones
turísticas”.
Juan Luis Londoño, Gerente Turismo
Constructora Bolívar “La imagen del
sector se afectó en un tiempo porque entró
gente que no tenía solidez. Hemos
trabajado muy fuerte para que los clientes
tengan un producto de calidad”.

Marcos Agostini, Vicepresidente para


América Latina Interval “Somos un
producto aspiracional, que abre las puertas
en el exterior. Cumplimos los sueños de
los clientes porque pueden llegar a
destinos que nunca hubiesen conocido en
su vida si no fuera por este esquema”.
Cortesía Ing. MSc. Luis Fernando Restrepo G.

Proyectos como la segunda etapa de Zuana, en Santa Marta, y nuevos hoteles en esta
ciudad, así como torres de apartamentos en San Andrés y Bogotá se desarrollan bajo el
esquema de tiempo compartido.

La euforia generada en los últimos años por el crecimiento del turismo en Colombia le
está inyectando un segundo aire al negocio de tiempo compartido en el país. Esta
industria, que el año pasado movió a nivel mundial unos US$15.000 millones,
generados por cerca de diez millones de familias vinculadas, ha tenido un desarrollo
tímido en el país, donde unas 40.000 familias están vinculadas.

Pero los vientos de cambio comienzan a soplar con fuerza, con estrategias agresivas y
nuevos proyectos turísticos de las empresas que buscan impulsar nuevamente este
negocio. Mientras el turismo en el país reportó un crecimiento del 5% en los cuatro
primeros meses de 2010, la mayoría de las compañías que hacen parte de este negocio
se han fijado metas de ventas para este año que incluso llegan al 20%, y dan cuenta de
la ambiciosa apuesta que están haciendo.

La construcción y venta de una segunda etapa de 80 suites del Zuana Beach Resort, un
hotel de lujo denominado Studio 59 en Bogotá, un complejo de apartamentos bajo la
marca Sunrise en San Andrés y nuevos proyectos en Anapoima y Santa Marta, hacen
parte de la oferta que se viene desarrollando en el país bajo el formato de tiempo
compartido.

¿Cómo opera y cuál es su perspectiva? Esta industria nació a nivel mundial hace más de
40 años en Europa, pero ha tenido su mayor desarrollo en Estados Unidos, México y el
Caribe. A Colombia, el sistema llegó en 1994 con el inicio de operaciones de hoteles
dedicados a vender una propiedad vacacional que otorgaba el derecho a disfrutar en una
temporada específica del año, a perpetuidad o por un periodo.

Del negocio de tiempo compartido hacen parte los desarrolladores -constructores de los
proyectos-, los promotores, las empresas de intercambio y las cadenas de hoteles,
condominios o resorts. Un cliente ingresa al tiempo compartido cuando compra a un
desarrollador una propiedad vacacional que ofrece semanas o puntos que permiten a los
clientes disfrutar de vacaciones a perpetuidad o por un periodo específico, durante una
época del año. También lo puede hacer si adquiere una propiedad fraccional; es decir,
una parte de un inmueble turístico que le da derecho a disfrutar un periodo del año allí y
obtener una rentabilidad. En el caso de propiedad vacacional, esta se consigue en
Colombia desde US$4.000, mientras que la propiedad fraccional arranca desde
US$25.000.

Estos productos están enfocados básicamente en estratos 4 y 5.

En el negocio también están las empresas de intercambio, dos a nivel mundial, RCI e
Interval, que llegaron al país hace 15 años. Estas permiten a los clientes de la propiedad
vacacional o fraccional intercambiarlas para visitar otras propiedades de similar nivel en
el mundo. En el caso de RCI, son 4.000 propiedades para intercambiar en el mundo
mientras que Interval ofrece 2.500.
Cortesía Ing. MSc. Luis Fernando Restrepo G.

Aunque en un comienzo el negocio de propiedad vacacional en Colombia se concentró


en vender semanas fijas -de las 52 que tiene el año-, se ha ampliado el esquema y hoy
ofrece también 'semanas flotantes' -en otra época del año- o un sistema de puntos que
dan acceso al cliente a un determinado hotel en una fecha que escoja dependiendo de la
temporada.

Entre los desarrollos que manejan este esquema están los hoteles Zuana Beach Resort,
Decameron, Irotama, GHL -con las marcas Sheraton y Howard Johnson-, y Germán
Morales e Hijos que han incursionado con éxito en este negocio. En el mundo, las
cadenas Marriot, Hyatt y Disney Vacations hacen parte de este sistema.

Juan Luis Londoño, gerente de la división de turismo de Constructora Bolívar, explica


que su compañía es pionera en el negocio de tiempo compartido. "Entramos hace 15
años porque era un negocio con crecimientos muy grandes a nivel internacional,
especialmente en Estados Unidos y México. Esta es una industria muy dinámica, que
crece y se ha consolidado". La constructora maneja el proyecto Zuana, cuya primera
etapa incluía 185 suites, de las cuales 146 se comercializaron bajo el formato de tiempo
compartido y que ahora prepara una segunda etapa de 80 suites.

Frente a la perspectiva, los empresarios del sector son optimistas. "El potencial en
Colombia es gigantesco", asegura Claudia Piña, gerente de desarrollo de negocios para
Colombia y Ecuador del Grupo RCI, una de las empresas de intercambio más grandes
del mundo.

Según explica la experta, el aumento en la seguridad, la reactivación esperada en la


economía y el impacto de la globalización, ha hecho que los colombianos busquen cada
día nuevas opciones en el mundo para hacer turismo.

Marcos Agostini, vicepresidente para América Latina de Interval Internacional, empresa


de intercambio vacacional, cree que las condiciones que ofrece en estos momentos
Colombia son muy atractivas para el negocio del tiempo compartido. "Si pensamos, por
citar un caso, en una cifra moderada del mercado colombiano, por ejemplo el 20%,
tenemos que son 4 millones de personas a las que podemos llegar con estos productos
vacacionales", sostiene.

De acuerdo con datos de Interval, entre 2008 y 2009 la base de socios con tiempo
compartido en el país registró un crecimiento de 6%, lo que muestra que existe un
interés muy marcado por viajar y aprovechar los productos de vacaciones. "El trabajo
que tenemos que hacer este año es estimular a los clientes para que aprovechen más este
producto", agrega Agostini.

RCI, por su parte, tiene como meta para este año gestionar el ingreso de entre 5.500 y
6.000 clientes a través de compra de proyectos vacacionales o fraccionales.

Las expectativas del negocio son muy favorables en el país. Sin embargo, esto no debe
llevar a los clientes a perder la perspectiva y dejarse deslumbrar por empresas que no
tienen el respaldo adecuado o no son claras en sus contratos.
Cortesía Ing. MSc. Luis Fernando Restrepo G.

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