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Oración,…en clave juvenil

UN TIEMPO PARA DAR GRACIAS,…

Si orar es, ante todo, un camino de amistad entre Dios, que se nos hace
compañero en la persona de Jesús, y nosotros, sus hermanos y discípulos,
todos los valores propios de una verdadera amistad, caracterizan a su vez a
la auténtica oración, a esa relación, personal e intransferible, que el Señor
quiere tener con nosotros. Uno de esos valores es, sin duda, la gratitud. A
veces se ha dicho de los jóvenes de ahora que no somos muy agradecidos,
acostumbrados como estamos a recibir y recibir, a veces sin mayor
esfuerzo de nuestra parte, por encima incluso de nuestras necesidades,
corremos el riesgo de no saber agradecer lo que se nos da como regalo, de
no valorar las cosas más importantes, las que no tienen precio, aquellas que
dan sentido y colman nuestra vida.

La oración es un “momento” privilegiado para dar las gracias, así como damos
las “gracias” a nuestros amigos y amigas cuando nos hacen algún favor
especial, comparten con nosotros en tiempos difíciles, ríen con nosotros, nos
explican y ayudan a estudiar, etc.,… Esta oración de acción de gracias tiene
varios pilares que conviene destacar:

1. Todo lo que tenemos lo recibimos de Dios: La vida, los bienes


materiales, nuestros familiares y amigos, nuestros talentos naturales,
la fe,… ¡todo!, la mayoría de las veces dado a través de los otros:
familiares, amigos, profesores, etc.,… (pero, en el fondo, es Dios
mismo que cuida de nosotros).

2. Dar las gracias es un acto de fe en el amor de Dios: Dar las gracias


aviva en nosotros la llama de la fe, pues es reconocer los dones de
Dios en nosotros y al dador de todas las bendiciones en nuestra vida.

3. Dar las gracias es un acto de esperanza: Damos las gracias porque Él


que nos ha bendecido y ayudado en el “hoy” del tiempo presente, nos
seguirá colmando y acompañando con su gracia y su favor en el tiempo
futuro.
4. Dar las gracias es un acto de verdadero amor/ amistad: cuando
tomamos conciencia de los beneficios que hemos recibido se nos
despierta el amor por la persona autora de esos dones, quien ha
estado con nosotros y comparte con nosotros la gracia de su amor:
Jesús de Nazareth.

5. Dar las gracias es un acto de humildad cristiana: cuando reconocemos


que nada tenemos que no hayamos recibido de Dios, reconocemos la
“verdad” más profunda: dependemos de Dios. Es por eso que ser
“agradecido”, es ser en el fondo “humilde”, lo que lejos de significar
una situación de minusvalía, es una experiencia liberadora que nos
ayuda a vivir en la “verdad” de lo que somos y podemos.

6. Damos las gracias en lo próspero y en la dificultad…también: no sólo


damos las gracias por los beneficios y bendiciones que continuamente
recibimos de Dios, sino que también agradecemos los momentos de
adversidad que nos toca vivir, pues los seguidores de Jesús estamos
convencidos de que Dios interviene en todas las circunstancias para el
mayor bien de los que ama (Rm. 8, 28), por eso la acción de gracias
aviva nuestra confianza en el poder de Dios, en su protección, en su
fidelidad, aún en medio de los avatares de cada día.

Amig@ te invito a poner en práctica esta oración de acción de gracias. Lo


mejor es que lo hagas con tus propias palabras y sentimientos. Con todo,
quiero dejarte un pequeño modelo de oración que puede servirte de
inspiración en tu diálogo con el amigo Jesucristo. He dejado algunos
espacios para que los rellenes con aquellas palabras que expresen tu propia
circunstancia personal:

“Señor Jesucristo, yo,___________, quiero darte las gracias por el don de


la vida que me has dado, por mis padres y por toda mi familia, por los amigos
y amigas que tengo, especialmente por________, ________,
____________, a través de los cuales he ido descubriendo el valor de la
verdadera amistad.
Gracias por cuidarme cada día, guiarme con tu amor en mi camino, y
acompañarme con tu presencia. Gracias por mis profesores, especialmente
aquellos que han sabido estar cerca y apoyarme, quiero recordar
a,_____________ y también a____________. Gracias por mi forma de
ser, por las cualidades positivas que me has dado:__________,
__________, y ___________. Y también te doy las gracias incluso por mis
defectos:_________, _________ y _________, pues me siento
aceptad@ y amado por ti tal y como soy en este momento. Gracias por las
cosas buenas que me han ocurrido en mi vida,
especialmente,_____________________________________________
________________. Gracias también por los momentos difíciles que he
tenido que vivir, como por
ejemplo:__________________________________________________
_______, pues sé que tú estabas conmigo y me ayudabas en todo momento.
Gracias, finalmente, por el don precioso de la fe en ti, que me sostiene en mi
camino, gracias por invitarme a conocerte y ser tu amig@, porque me has
llamado por mi nombre, y porque me amas de una manera personal. Gracias
por el don de mi juventud, gracias por la alegría y la fuerza para vivir que
me has regalado.

Gracias, Señor Jesús, gracias.

Marcelo Martín – Publicado originalmente en www.guanchejoven.org


Reeditado en julio 2010.

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