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CONTROL
OBSTÉTRICO
EN LA GESTANTE DIABÉTICA
Mercedes Jáñez Furió
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INTRODUCCIÓN
La diabetes mellitus (DM) es la alteración médica que sobre esta enfermedad, y de la diabetes sobre la gestación,
más frecuentemente se asocia al embarazo, afectando al el embrión, feto y recién nacido. En este sentido, hace
pronóstico tanto de la madre como de su futuro hijo. medio siglo que P. White, advirtió que el enfoque mul-
Aproximadamente el 1% de todas las mujeres embaraza- tidisciplinar entre el obstetra y el endocrinólogo, con
das muestra una diabetes mellitus previa a la gestación supervisión conjunta detallada y periódica, constituía la
(DM pregestacional) y hasta el 12%, dependiendo de la parte fundamental del tratamiento de estas pacientes (5).
estrategia diagnóstica empleada, presentará una DM en La experiencia de nuestra unidad de diabetes y embarazo,
el curso del embarazo (DM gestacional o DG) (1). En en más de 30 años de existencia, ha confirmado amplia-
nuestro medio, aceptando los criterios diagnósticos del mente este hecho, demostrando que es una asistencia efi-
3rd Workshop Conference on Gestational Diabetes caz que permite igualar las tasas de mortalidad perinatal a
Mellitus, la frecuencia de la DG se sitúa en el 8-9%, las de la población general y disminuir la morbilidad peri-
según datos recientes aportados por un estudio multicén- natal y neonatal (6).
trico realizado en España por el Grupo Español de Aunque nadie pone en duda la importancia del control
Diabetes y Embarazo (GEDE) (2). Tres hechos epidemio- metabólico como pilar fundamental para la obtención de
lógicos y sanitarios adquieren un gran peso a la hora de estos resultados, un control obstétrico adecuado, basado
justificar la alta frecuencia de DG en nuestro medio: a) el en evidencias, aplicando de forma oportuna todas las téc-
retraso de la natalidad en la población española (mayores nicas de vigilancia fetal disponibles y seleccionando el
de 30 años) y el aumento de población inmigrante de ries- momento y la vía de parto más adecuadas en cada caso,
go para esta metabolopatía (población latinoamericana y es la única forma de minimizar las complicaciones y opti-
norteafricana), b) el mayor grado de obesidad en ambas mizar los resultados perinatales en estas gestaciones. Por
poblaciones, y c) la práctica del cribado universal para esta desgracia, a pesar de la importancia que tendría en estas
patología en todas las gestantes de nuestro medio (3, 4). gestaciones disponer de una prueba que garantizase el
La DM durante el embarazo, tanto si es conocida su bienestar fetal, no existe una «prueba ideal» ni acuerdo
existencia previamente como si se pone en evidencia en universal sobre qué, cuál o cuáles emplear, cuándo
el curso de éste, es un importante factor de riesgo de com- comenzar y con qué frecuencia realizarlas. En el mismo
plicaciones, tanto para la madre como para el feto, y su sentido, ante las limitaciones para estimar adecuadamen-
óptimo control justifica la creación de unidades específi- te el peso del feto mediante el empleo de los ultrasonidos,
cas dentro de la atención a los embarazos de alto riesgo no existe acuerdo sobre el momento y la vía de parto para
integradas por obstetras y endocrinos entrenados en el los fetos con crecimiento excesivo, a fin de evitar la dis-
cuidado y conocimiento de la repercusión de la gestación tocia de hombros y el trauma obstétrico, más frecuentes

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en estos fetos –por su particular fisiopatología– que en el cómo tratar una patología basándose en revisiones siste-
resto de los macrosomas. máticas de la bibliografía médica actual, que facilitan la
El control obstétrico de la gestante diabética debe rea- toma de decisiones, describen el cuidado apropiado basa-
lizarse de acuerdo a un protocolo asistencial consensuado do en la evidencia científica y actúan como elemento de
por todos los miembros del grupo como herramienta de mejora de la calidad asistencial (7).
las mejores prácticas clínicas para realizar una atención a En España, en 1993 la Sociedad Española de
la gestante más eficiente, teniendo en cuenta los recursos Ginecología y Obstetricia (SEGO) publicó sus primeros
humanos y materiales del centro en el que se aplica, así Protocolos Asistenciales en Obstetricia, dedicando uno a
como el volumen de población que hay que atender. Para la asistencia de la gestante diabética. En 1995 vio la luz
lograr sus objetivos, es decir, mejorar la efectividad de las la primera edición de la Guía Asistencial de Diabetes
intervenciones y la calidad de la asistencia sanitaria, su Mellitus y Embarazo, elaborada por el Grupo Español de
elaboración y su implantación debe basarse en las guías Diabetes y Embarazo (GEDE) formado mayoritariamente
de práctica clínica disponibles sobre el tema. por miembros de la Sociedad Española de Diabetes
Durante la década de 1980 aparecieron en Estados (SED) y de la SEGO, con participación de la Sociedad
Unidos, Canadá, Nueva Zelanda e Inglaterra, las prime- Española de Pediatría y la Sociedad Española de
ras guías asistenciales como elementos vehiculizadores de Bioquímica y Biología Molecular. Ambos documentos
las mejores prácticas clínicas, ante la gran variedad exis- llenaron un vacío que existía en España y sentaron las
tente, tanto en la utilización de los recursos sanitarios bases para una asistencia más eficaz. En el año 2003 apa-
como de los resultados obtenidos, para el diagnóstico, reció el Documento de Consenso sobre diabetes y emba-
seguimiento y tratamiento de un mismo proceso patoló- razo de la SEGO; 1 año después (2004) se actualizó el
gico. Las guías de practica clínica son documentos edita- Protocolo Asistencial de la gestante diabética de esta
dos habitualmente por sociedades científicas, desarrolla- misma sociedad (SEGO) y, en el 2005, vio la luz la terce-
dos por consenso, apoyados en metaanálisis y ensayos ra edición de la Guía Asistencial de Diabetes Mellitus y
clínicos sobre la patología o proceso en cuestión, y refren- Embarazo del Grupo GEDE. Todos ellos son las bases
dados por la mayor evidencia científica posible. No son sobre las que asientan los diversos protocolos para el con-
un manual de instrucciones, sino recomendaciones de trol obstétrico de la gestante diabética.

OBJETIVO DEL CONTROL OBSTÉTRICO

Los objetivos básicos del control obstétrico de la ges- – Malformaciones congénitas (MC).
tante diabética son: a) comprobar el estado de bienestar – Abortos.
y salud materno-fetal, y b) detectar y tratar precozmente – Alteraciones del crecimiento fetal (macrosomía y
la presencia de complicaciones tanto obstétricas como crecimiento intrauterino retardado [CIR]).
fetales o embrionarias, como consecuencia de la repercu- – Riesgo de pérdida de bienestar fetal anteparto o
sión de la diabetes sobre el proceso gestacional. intraparto.
La DM durante el embarazo es un factor de riesgo para – Miocardiopatía hipertrófica.
el desarrollo de complicaciones tanto en la madre como – Inmadurez fetal.
en la descendencia. De forma esquemática, se pueden – Muerte fetal.
dividir en dos grandes grupos:
Las malformaciones congénitas y los abortos son
• Complicaciones obstétricas. Todas ellas son conse- complicaciones precoces propias de la organogénesis,
cuencia de la repercusión de la DM sobre la gestación, aunque su diagnóstico se realice más tardíamente en
y su prevalencia es mayor: etapa fetal. Tradicionalmente, las anomalías congénitas
– Infecciones urinarias. son exclusivas de la diabetes pregestacional, con una
– Candidiasis vaginal. incidencia de 2 a 5 veces más frecuente que en la
– Polihidramnios. población general (8, 9), y muchas series han publica-
– Estados hipertensivos del embarazo. do que no están aumentadas en la DG (10). Sin embar-
– Prematuridad. go, debe descartarse su existencia en estas gestantes
• Complicaciones embrionarias y fetales. Son consecuencia de siempre que presenten hemoglobinas glicadas (A1c)
la repercusión de la DM materna sobre el proceso de desarro- ≥ 7% o glucemia plasmática basal en ayunas > 120 mg/
llo, crecimiento y maduración del hijo de madre diabética: dl (> 6,7 mmol/l) (11).

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La presencia de un crecimiento intrauterino restringido mortalidad anteparto se sitúa en límites altos, 2,1-2,7%,
es una complicación fetal casi exclusiva de la DM preges- y la perinatal en torno a 3,0-4,7% (16). El mejor conoci-
tacional, con varios años de evolución y vasculopatía miento de la fisiopatología de la muerte intraútero del
asociada. En estos casos, cursen o no con hipertensión, el hijo de madre diabética ha permitido identificar dos per-
método de elección para su vigilancia es la flujometría files de fetos con riesgo elevado de muerte; por un lado, los
Doppler, método que, por otro lado, no ha demostrado fetos con CIR acompañados de oligoamnios relacionados
ninguna ventaja para el control del bienestar fetal en la con enfermedad hipertensiva o vasculopatía diabética y,
gestación diabética (12, 13). El resto de las complicacio- por otro, los fetos macrosómicos con polihidramnios
nes feto-embrionarias son consecuencia del hiperinsuli- como consecuencia del mal control glucémico materno
nismo fetal secundario al mal control glucémico materno. (17). Las gestantes con DG con hiperglucemia pospran-
La macrosomía es la manifestación más evidente de la dial no parecen tener más riesgo que la población general
fetopatía diabética y es un gran marcador del grado de de presentar este resultado final desfavorable (18). Sin
repercusión de la diabetes materna sobre el feto. Los fetos embargo, cuando presentan hiperglucemia en ayunas, el
macrosómicos hijos de madre diabética son diferentes, riesgo de muerte fetal se asemeja al de la diabética preges-
desde el punto de vista antropométrico, de otros fetos tacional (10). La American Diabetes Association conclu-
grandes para la edad gestacional; salvo el cerebro, la yó que la hiperglucemia en ayunas, definida como más de
macrosomía afecta a casi todos los órganos y, de manera 105 mg/ml, puede relacionarse con un aumento de riesgo
específica, muestran un depósito excesivo de grasa en de muerte fetal durante las últimas 4 a 8 semanas de ges-
hombros y tronco, lo que predispone a la posibilidad de tación (19). En este mismo sentido, el American College
una distocia de hombros (14). El crecimiento fetal excesi- of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) advierte de
vo continua siendo, a pesar del control metabólico, uno de la posibilidad de este riesgo, siempre que la gestante pre-
los grandes problemas que mantienen la morbilidad peri- sente un mal control glucémico (20).
natal en estos fetos. La importancia del crecimiento exce- El obstetra, a diferencia del endocrinólogo, tiene dos
sivo fetal está en relación con la mayor frecuencia de com- verdaderos pacientes a los que vigilar y tratar. Por un lado
plicaciones obstétricas y el aumento de la incidencia de la madre, que es el objeto del ajuste metabólico estricto
traumatismos fetales y maternos en el momento del parto. de la glucemia, mediante la dieta, el ejercicio y la terapia
La hiperglucemia materna continúa siendo el determinan- insulínica, y en la que es más posible que aparezcan, a
te primario que condiciona la hiperinsulinemia fetal, res- pesar de un buen control glucémico, las complicaciones
ponsable a su vez del crecimiento somático excesivo. Sin obstétricas ya enunciadas. Por otro lado, su hijo, es decir
embargo, se sabe que otros factores también influyen en el el embrión y el feto, que es el que verdaderamente padece
crecimiento fetal, como obesidad materna, aminoácidos, la situación metabólica patológica de su madre debido a su
lípidos, factor de crecimiento similar a la insulina (insulin- total dependencia materna, en esta etapa de su vida. La
like growth factor) 1 y 2, factor de crecimiento epidérmico incidencia de complicaciones es mayor cuanto peor es el
y leptina (11, 15), lo que justificaría su existencia a pesar control metabólico materno; tanto es así que el embrión y
del estricto control metabólico de la glucemia materna. el feto son los principales beneficiarios del tratamiento
El incremento de la mortalidad fetal se relaciona con el materno. Por eso, todas las medidas terapéuticas tenden-
estado de hipoxia relativa del feto macrosómico, la posi- tes a mantener un estado euglucémico en la gestante son
ble insuficiencia placentaria presente con más frecuencia las mejores medidas preventivas para evitar la embriofeto-
en las pacientes con vasculopatía, la prematuridad y las patía diabética, y para mantener el bienestar de este
malformaciones, todo ello vinculado al mal control glu- paciente. Es más, en la DG, es el feto y no la madre el que
cémico. En pacientes con diabetes pregestacional, la marca los objetivos del control metabólico (3).

CONTROL OBSTÉTRICO

La diabetes mellitus previa al embarazo (DPG) supone siones fetales y embrionarias tienen mayor incidencia y,
tan sólo un 10% del volumen de trabajo de una unidad en general, son más graves, y todas ellas estarán relacio-
de diabetes y embarazo, pero, puesto que su impacto nadas con el grado de control glucémico y la presencia
sobre el resultado del embarazo es muy significativo, la o ausencia de angiopatía. Sin embargo, la DG, aunque
atención obstétrica en estos casos debe ser precoz y muy supone el 90% de las diabéticas embarazadas, tiene un
frecuente. Las complicaciones obstétricas y las repercu- impacto variable sobre el resultado del embarazo. Como

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indica la propia definición, el hecho de que se diagnos- Para ello, es fundamental una historia clínica detallada
tique por primera vez en el embarazo no excluye encon- y la práctica de un control gineco-obstétrico que incluya
trarse ante una diabetes previa puesta en evidencia por exploración mamaria y citología, si no se efectuó en el
primera vez en el cribado universal realizado en el curso último año. En la anamnesis deben obtenerse datos sobre:
del embarazo, o ante una glucemia basal elevada al
comienzo de éste. Por otra parte, la etiqueta de gestacio- • Antecedentes familiares, investigando especialmente
nal es independiente del grado de trastorno metabólico, la presencia de enfermedades hereditarias y sus posibi-
de la necesidad de utilizar para su control tratamiento lidades de transmisión y diagnóstico prenatal.
insulínico, o de persistir una vez terminado el embarazo • Riesgo de cromosomopatías.
(21, 22). • Antecedentes médico-quirúrgicos.
Por eso, en esta entidad clínica definida hace más de • Antecedentes reproductivos (abortos, fetos muertos,
30 años, se pueden encontrar desde verdaderas diabetes peso de los recién nacidos, malformaciones congénitas,
tipo 1, 2 o MODY hasta trastornos metabólicos leves con vía de parto, complicaciones obstétricas, complicacio-
elevación moderada de la glucemia posprandial, pasando nes neonatales).
por la que presenta una elevación mantenida de la gluce- • FUR (fecha de la última regla) y tipo menstrual.
mia preprandial y posprandial. Como se comprenderá, el • Hábitos tóxicos, nutricionales, estilo de vida y activi-
control obstétrico, ante este «cajón de sastre», no puede dad laboral de la gestante.
ni debe mantener un protocolo rígido, so pena de emplear • Investigación de fármacos recibidos en periodo peri-
mal los recursos disponibles ante este gran volumen de concepcional, así como la ingesta de folatos y yodo.
pacientes, sino que cada caso individual, en función de
los riesgos predecibles y de las evidencias disponibles, En la anamnesis debe recogerse información sobre la
debe condicionar la vigilancia y el control. presencia de signos clínicos orientadores de infección
Por razones metodológicas, se separará el control obs- vaginal y urinaria, así como la presencia de náuseas y
tétrico en la diabetes pregestacional del de la DG; el con- vómitos, instaurándose el tratamiento oportuno para evi-
tenido de éstos está basado tanto en el Documento de tar descompensaciones metabólicas. Se realizará la pri-
Consenso de la SEGO, como en la Guía Asistencial del mera evaluación del peso, tensión arterial y la presencia
grupo GEDE (21, 23). de edemas, así como una determinación de la talla y del
índice de masa corporal.
El objetivo fundamental de esta primera visita, aparte
DIABETES PREGESTACIONAL de la evaluación clínica inicial de la gestante, es la con-
El control obstétrico de la gestante diabética comienza firmación de la gestación y la valoración de la viabilidad
si no se ha realizado control preconcepcional con la pri- de la gestación. Para ello es imprescindible una explora-
mera consulta prenatal, que debe efectuarse lo más pre- ción ecográfica que pueda, de forma objetiva:
cozmente posible ante la sospecha de embarazo. Es
importante en estos casos (aproximadamente el 60% de • Confirmar la existencia de una gestación en la cavidad
las diabéticas no se someten a asistencia preconcepcio- uterina.
nal) concienciar a la gestante de la necesidad de que se le • Evidenciar la vitalidad del embrión y la posibilidad de
practique un control preconcepcional como única herra- gestaciones múltiples.
mienta eficaz y evidente para disminuir tanto las compli- • Fijar con la mayor exactitud posible la edad gestacional.
caciones obstétricas como las embrionarias (24, 25).
En esta primera ecografía se realizará una medida del saco
PRIMERA CONSULTA
gestacional, así como la primera biometría embrionaria
mediante la medida del CRL (longitud coronilla-rabadilla),
Si no se ha realizado una consulta preconcepcional, se que es una de las medidas más precisas para valorar la edad
debe valorar el riesgo inicial materno-fetal debido a los gestacional. La importancia de esta biometría es doble: por
años de evolución de la enfermedad, la presencia de com- un lado, permite datar la gestación y, por tanto, detectar
plicaciones (angiopatía, neuropatía) y el grado de control más precozmente los fetos con un perfil de crecimiento ele-
metabólico periconcepcional. Toda esta evaluación dia- vado en el curso del embarazo y, por otro, en las diabéticas
betológica es fundamental para valorar el grado de riesgo bien regladas con amenorrea fiable, permite identificar los
materno-fetal de cada caso. Así mismo, se debe descartar casos con un perfil de crecimiento embrionario enlenteci-
la existencia de alguna patología obstétrico-ginecológica, do en los que, a pesar de los datos contradictorios existen-
y de otras patologías o factores de riesgo asociados, inde- tes en la literatura médica desde los trabajos de Pedersen y
pendientes de la diabetes, que comprometan el curso y el Molsted-Pedersen, se acepta la existencia de una asociación
resultado de la gestación. entre el perfil de crecimiento bajo precoz y la aparición de

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malformaciones congénitas en el hijo de madre diabética, tos fetales a partir de la semana 16-20. También se eva-
como lo reseña el estudio multicéntrico y prospectivo del luará el grado de cumplimiento terapéutico, tanto de las
Diabetes in Early Pregnancy Study (26). suplementaciones farmacológicas como del resto de los
En esta visita también se realizará la primera evalua- tratamientos pautados.
ción analítica de la paciente, que debe incluir, además de El control analítico, salvo que existan complicaciones
las determinaciones recomendadas para el control del asociadas, se hará según las recomendaciones generales
embarazo normal (27), hemoglobina glicosilada (A1c), para el control del embarazo normal (4, 27). Las determi-
pruebas de funcionalidad renal (microalbuminuria, pro- naciones analíticas para valorar el control metabólico
teinuria, creatinina en plasma), hormonas tiroideas y (A1c) se efectuarán cada 4-8 semanas, y cada trimestre se
anticuerpos antitiroideos. realizara un cribado de infección urinaria (urocultivo) y
Una vez valorada la paciente, y confirmada la gesta- estudio de funcionalidad renal (microalbuminuria).
ción, se informará a la paciente de los riesgos detectados, Próximo al término, habitualmente entre las semanas 35
así como de sus repercusiones, con la seguridad de que las y 37, se practicará un cultivo vaginorrectal para detectar
entiende y las valora correctamente. Se recomendará la presencia de Streptococcus agalactiae, al igual que en
mantener la suplementación farmacológica de yodo y todas las gestantes (cribado universal) (tabla 1).
folatos, instaurándola si no se inició en la etapa precon- Los objetivos de las revisiones, que justifican la gran
cepcional (28, 29). Por último, será básico que la mujer frecuencia de controles realizados en estas pacientes, son
comprenda la importancia del control metabólico y obs- fundamentalmente:
tétrico, sus objetivos y los beneficios esperados frente a
los riesgos existentes. • Detectar cualquier embriopatía o fetopatía diabética
para instaurar precozmente el tratamiento oportuno.
• Controlar intensivamente el crecimiento y el bienestar
REVISIONES fetal.
La frecuencia de las consultas prenatales sucesivas está • Constatar el grado de salud materna.
determinada por las necesidades individuales de cada • Detectar y tratar de forma oportuna las complicaciones
paciente y los factores de riesgo asociados. En general, obstétricas, con el fin de minimizar los riesgos mater-
deben efectuarse con un intervalo de 2-3 semanas hasta nos y las repercusiones fetales.
la semana 34 y cada 1-2 semanas posteriormente hasta el
momento del parto. La detección y el tratamiento de las complicaciones
En cada visita se determinará la tensión arterial, el obstétricas se estudian ampliamente en el capítulo 9,
peso, la presencia de edemas, así como la altura del fondo motivo por el cual sólo se expondrá el control prenatal
uterino y la presencia de latido cardiaco y de movimien- del hijo de madre diabética.

Tabla 1. Controles analíticos en las mujeres con diabetes pregestacional

Determinaciones analíticas

1.er trimestre 2.o trimestre 3.er trimestre

Grupo Rh +
Test de Cooms indirecto + + +
Sífilis y VIH + + Población de riesgo
Rubéola + + Si hay anticuerpos – + Si hay anticuerpos –
Hemograma + + +
Bioquímica básica + + +
A1c Mensual Mensual Mensual
Microalbuminuria + + +
Urocultivo + + +
Hepatitis B + Población de riesgo
Cultivo vaginal y rectal +
Hormonas tiroideas Recomendable
Anticuerpos antitiroideos Recomendable

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El control prenatal, en estos embriones y fetos, se asien- 14-16 para revisar la morfología y valorar la progresión
ta sobre dos pilares básicos: la ecografía para el control del crecimiento.
morfológico y el control del crecimiento fetal, y el estu- En todos los casos, y siguiendo el criterio de la Sección
dio cardiotocográfico, que, junto con el estudio Doppler Española de Ecografía de la SEGO, se debe realizar la
y el perfil biofísico, se emplean para el control del bien- ecografía de diagnóstico prenatal en el segundo trimestre
estar fetal. (semanas 18-20) con una completa evaluación anatómi-
ca, para la detección y diagnóstico de las anomalías
CONTROL MORFOLÓGICO FETAL estructurales en estos fetos.
En el resto de las ecografías recomendadas en estas ges-
La incidencia de malformaciones mayores y menores
taciones, aparte de cubrir su principal objetivo, que es el
está aumentada en los hijos de madre diabética (DPG) y
control del crecimiento fetal, se efectuará una revalua-
son responsables de casi la mitad de las muertes perinata-
ción de la morfología, puesto que, aunque la ecografía de
les. Desde la ya clásica publicación de Miller, se sabe que
la semana 18-20 permite el diagnóstico de un gran por-
el mal control metabólico periconcepcional influye de
centaje de las malformaciones mayores, no todas ellas son
forma decisiva en este resultado desfavorable (30), y un
evidentes en esta etapa del desarrollo.
reciente estudio retrospectivo canadiense muestra como
Además, debido a la alta frecuencia de cardiopatías
la A1c del comienzo es un parámetro clínico de gran
complejas y de miocardiopatías en los hijos de madre dia-
ayuda para estimar el riesgo absoluto de malformaciones
bética (HMD), es recomendable practicar una ecocardio-
congénitas en la descendencia de la gestante diabética:
grafía fetal entre las semanas 28-32 para la detección de
cuando está por encima de las 2 desviaciones estándar
éstas.
(DS), el riesgo de tener una malformación congénita es
Por último, puesto que la diabetes no se asocia con
del 3%, mientras que si está 8 DS por encima, el riesgo es
mayor riesgo de cromosomopatías, su cribado se debe rea-
del 10% (31). Otro grupo de alto riesgo, como se ha seña-
lizar siguiendo las mismas pautas que en la población
lado anteriormente, serían las pacientes en las que se
general (27).
objetiva la presencia de un perfil de crecimiento bajo
desde la primera ecografía, como se recogió en el estudio
CONTROL DEL CRECIMIENTO FETAL
prospectivo Diabetes in Early Pregnancy Study (26).
Por tanto, deben ser consideradas pacientes de alto La macrosomía es la manifestación clínica más frecuen-
riesgo para el desarrollo de un defecto congénito: te de la fetopatía diabética, entendiendo como feto
macrosómico aquel cuyo peso al nacimiento es mayor
• Pacientes con un mal control glucémico en la etapa de 4.000 g, o bien, recién nacidos con peso mayor del
periconcepcional (A1c > media ± 7 DE ) en el primer 90 percentil para su edad gestacional.
trimestre. La importancia del excesivo incremento ponderal fetal
• Embriones con biometría por debajo de la media está relacionada con la mayor frecuencia de complicacio-
correspondiente a la edad gestacional, con ésta bien nes obstétricas y con el aumento de incidencia de trau-
establecida. matismos fetales y maternos en el momento del parto.
• Pacientes obesas (IMC > 29). La capacidad del clínico para evaluar el tamaño fetal
• Presencia de hidramnios. por palpación y medición del fondo uterino es limitada,
• Pacientes con cetoacidosis. de ahí que la ecografía sea la herramienta básica para su
• Pacientes con nefropatía grave. control. Sin embargo, como recuerda Coustan en el últi-
mo boletín sobre diabetes del ACOG, el empleo de las
Estos datos justifican la necesidad de realizar un mayor medidas ultrasónicas para estimar el peso fetal no son
número de estudios ecográficos en busca de anomalías superiores a las medidas clínicas. En el mismo sentido,
estructurales fetales en estas gestantes. De las tres ecogra- Johnstone no encontró diferencias significativas al diag-
fías recomendadas por la SEGO para el control del emba- nosticar una macrosomía entre las maniobras de Leopold
razo, dos de ellas tienen un importante papel para lograr en manos expertas y las medidas ultrasónicas (20, 32).
este objetivo. En la práctica, son muchos los parámetros biométricos
En la ecografía del primer trimestre (semanas 11-12) empleados para predecir con mayor exactitud el peso
en estas pacientes, aparte de estimar la edad gestacional fetal (panículo adiposo abdominal, espesor del tejido
y detectar y medir la translucencia nucal como marcador blando en la escápula, circunferencia del muslo, grosor
de cromosomopatías fetales, tiene una gran importancia del muslo, longitud del fémur, diámetro biparietal, cir-
la observación morfológica del embrión. Siempre que sea cunferencia abdominal, etc.); para ello se emplean índi-
posible, principalmente en las diabéticas que presenten ces y fórmulas, pero ninguno ha ofrecido los resultados
alguno de los factores de riesgo antes mencionados, sería esperados ni la fiabilidad deseada (17, 20). De hecho, la
recomendable una segunda exploración entre las semanas medida aislada y secuenciada de la circunferencia abdo-

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minal es la biometría con más sensibilidad y especificidad ral. Este incremento se relaciona con el estado de hipo-
para valorar el crecimiento excesivo fetal y para ayudar a xia relativa del feto macrosómico, la posible insuficiencia
tomar decisiones clínicas ante la sospecha de macrosomía placentaria presente con más frecuencia en pacientes con
fetal (33, 34). vasculopatía, la prematuridad y las malformaciones, todo
La macrosomía al nacimiento se relaciona, como ya se ello vinculado al mal control metabólico.
ha comentado, con el mal control metabólico durante El mejor conocimiento de la fisiopatología de la muer-
toda la gestación, pudiendo predecirse su existencia desde te intraútero del hijo de madre diabética ha permitido,
etapas tempranas del 2.o trimestre (semana 18-20) (35, como ya se ha indicado, identificar dos perfiles fetales de
36). Por eso se recomienda la práctica de una ecografía riesgo de muerte intraútero: los fetos macrosómicos con
mensual a partir de la semana 28-30, para detectar precoz- polihidramnios y los fetos con crecimiento intrauterino
mente los fetos con un perfil de crecimiento acelerado. restringido con oligoamnios. En ambos debe intensificar-
Aunque el hijo de madre diabética tiene un riesgo ele- se la vigilancia empleando todas las pruebas de control
vado de desarrollar una macrosomía, no se debe olvidar disponibles.
que, en algunos casos, según las complicaciones asociadas Lamentablemente, no existe una prueba ideal y ade-
a la diabetes (angiopatía con nefropatía, y/o retinopatía) cuada, a pesar de la importancia que tendría en estas ges-
o al embarazo (hipertensión inducida por el embarazo), taciones poder disponer de una prueba que garantizase el
es posible que se produzca un crecimiento intrauterino bienestar fetal.
restringido. En estos casos, el estudio de la resistencia al Los problemas que condicionan esta dificultad son la
flujo en la arteria umbilical y en la cerebral media fetal falta de sensibilidad y especificidad de las pruebas que
permitirá ampliar la información respecto al estado fetal habitualmente se emplean para el estudio del bienestar
(12, 13). fetal, y las características especiales del hijo de madre dia-
bética. La hipoxia y la acidemia fetal son complicaciones
CONTROL DEL BIENESTAR FETAL de origen metabólico y no vasculares en el macrosoma de
HMD. Este feto consumiría más oxígeno que el feto con
A medida que se ha retrasado el momento de finaliza-
peso adecuado para su edad gestacional para mantener su
ción del embarazo en estas gestaciones, ha disminuido de
metabolismo acelerado, lo que produciría en él una
forma importante la morbimortalidad perinatal debida a
hipoxia crónica relativa (17). Hay pruebas experimenta-
la prematuridad. Pero la prolongación de la estancia del
les que ligan la hiperinsulinemia y la hipoxia fetal; la
feto in utero en el tercer trimestre se acompaña de un
hiperinsulinemia inducida en fetos de oveja provoca en
aumento del riesgo de muerte intraútero, y esto obliga a
ellos un aumento del consumo de oxígeno y un descen-
vigilar más el bienestar fetal, a fin de detectar precozmen-
so en la cantidad de oxígeno arterial. La hiperglucemia
te cualquier situación de riesgo que implique la pérdida
materno-fetal persistente es independiente del flujo
de éste. Los dos grandes problemas que se presentan res-
materno-arterial, con lo que éste puede no aumentar lo
pecto a la vigilancia anteparto de estos fetos no tienen
suficiente el transporte de oxígeno para cubrir el aumen-
respuesta por falta de clara evidencia en los estudios
to de la demanda metabólica. Por tanto, la hiperinsuline-
publicados. No se sabe qué prueba emplear, ni cuándo
mia fetal del hijo de madre diabética parece incrementar
comenzar.
la tasa metabólica fetal y las necesidades de oxígeno, y
El mejor control materno durante la gestación ha sido
aunque, por otro lado, diversos factores, como la hiper-
un factor decisivo en la reducción de la mortalidad peri-
glucemia, la cetoacidosis, la preeclampsia y la vasculopa-
natal en las gestaciones complicadas con diabetes, por lo
tía materna, pueden reducir el flujo placentario y la oxi-
que las pruebas de monitorización y vigilancia fetal ante-
genación fetal (37).
parto se utilizan sobre todo para tranquilizar al obstetra y
Hay diferentes pruebas de bienestar fetal:
evitar intervenciones innecesarias y prematuras (37).
Estas técnicas tienen pocos falsos negativos y, en pacien- • Recuento materno de los movimientos fetales.
tes bien controladas, sin vasculopatía o hipertensión • Tococardiografía (prueba basal y prueba de oxitocina).
importante, una serie de pruebas anteparto normales per- • Perfil biofísico.
miten al feto beneficiarse de una mayor maduración • Estimulación vibroacústica.
intraútero. • Ecografía-Doppler.
El objetivo de la vigilancia fetal anteparto es la identi-
ficación lo más precoz posible de los fetos hipóxicos y aci- La valoración materna de los movimientos fetales por
dóticos, a fin de evitar muertes intraútero o lesiones neu- parte de una madre bien entrenada es un método simple,
rológicas con secuelas permanentes en estos niños. El pero con un porcentaje de error considerable, pues los fal-
control metabólico estricto de la gestante diabética ha sos positivos pueden llegar hasta un 60-70% en algunas
ayudado a que la mortalidad perinatal disminuya, pero series publicadas. Además, la hipoglucemia materna, que
todavía sigue siendo mayor que la de la población gene- generalmente se creía asociada a una disminución de los

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movimientos fetales, en una gran mayoría de casos esti- Tabla 2. Control obstétrico en mujeres
mula la actividad fetal (38). Por tanto, no puede conside- con diabetes pregestacional
rarse un método idóneo para el control de bienestar fetal
en la paciente diabética, pero sirve como una técnica de Control clínico
cribado dentro de un protocolo de vigilancia. Cada 2-3 semanas hasta la semana 34
El test no estresante (TNS) sigue siendo la técnica de Cada 1-2 semanas hasta el término
elección para valorar el bienestar fetal en la gestante con
diabetes. Ofrece una tasa de falsos negativos muy baja Vigilancia fetal
(2%), aunque las pérdidas fetales que se producen tras • Ecografía
una prueba reactiva en pacientes diabéticas es más eleva- – Semana 6-9 (recomendable)
da que en la población no diabética, por lo que un test – Semana 11-12
reactivo no garantiza la ausencia de riesgo (39). En 1981, – Semana 14-16 (recomendable)
– Semana 18-20
Barret publicó un artículo que recogía 6 muertes antepar-
– Semana 28-32 (ecocardiografía)
to en una serie de 425 pacientes con registros semana- – Semana 32-36
les (TNS). Otros trabajos han demostrado también un – Semana 36-38
incremento de la tasa de muerte fetal dentro de la sema- • TNS (test no estresante)
na de desarrollo de una prueba reactiva en las gestantes – Semanal desde la semana 32-34
diabéticas (40). En respuesta a estas publicaciones, una – Dos veces por semana si hay riesgo elevado
gran mayoría de los protocolos de seguimiento de las ges- • Ecografía Doppler
tantes diabéticas han adoptado el sistema de practicar – Crecimiento fetal restringido
2 registros por semana en esta población (18). Si el TNS – Hipertensión crónica
se utiliza como principal método de valoración fetal, es – Hipertensión inducida por embarazo
preferible realizarlo al menos 2 veces por semana a partir • Perfil biofísico
de la semana 32-34 de gestación. En pacientes con vascu- – Opcional
lopatía o mal control metabólico, en las que la inciden- • Registro materno del movimiento fetal
cia de test no reactivos y muertes fetales es más alta, se – Recomendable desde semana 28
recomienda efectuarlos más precozmente y con más fre-
cuencia (37).
La prueba de estrés con contracciones tiene un elevado y repetirla con una frecuencia individualizada en función
porcentaje de falsos positivos y no se considera una prue- de las características particulares de cada gestante.
ba de elección en estas pacientes. El perfil biofísico no ha La tabla 2 resume el protocolo de control obstétrico en
demostrado ninguna ventaja sobre el TNS, por lo que, mujeres con diabetes pregestacional.
ante su mayor complejidad, su utilización es, en la mayo-
ría de las series, un segunda elección para completar la
información.
DIABETES GESTACIONAL
Respecto a la fluxometría Doppler tampoco es un La DG es una entidad clínica con un impacto variable
método de elección para el control del bienestar fetal del sobre el resultado del embarazo. Como recuerda la propia
HMD. Las pacientes bien controladas, sin enfermedad definición, «es una intolerancia a la glucosa de gravedad
vascular, rara vez presentan alteraciones de la onda de la variable que aparece o se reconoce por primera vez
arteria umbilical, por lo que su utilidad queda limitada a durante el embarazo. Esta definición es independiente de
los casos asociados con hipertensión, vasculopatía o CIR. que pudiera existir con anterioridad, de las semanas de
De todo ello, se deduce que no existe una prueba ideal gestación en el momento del diagnóstico, de que requie-
para predecir el compromiso fetal en el hijo de madre dia- ra insulina para su control y de que persista después
bética y, por tanto, los resultados normales en estos casos del embarazo» (41). Esta entidad puede incluir desde ver-
no garantizan el bienestar fetal a largo plazo, ni la ausen- daderas DM tipo 2, tipo 1 o MODY, hasta trastornos me-
cia de riesgo de muerte intraútero. tabólicos leves con elevación moderada de la glucemia
Otro problema que se plantea es cuándo comenzar a vigi- posprandial, pasando por trastornos más graves con ele-
lar a estos fetos. Para que la intervención sea eficaz, debe- vación de la glucemia preprandial y posprandial.
ría empezar antes de que se inicie el compromiso fetal, Como se comprenderá, el control obstétrico de la diabetes
pero, como ya se ha comentado, los HMD pueden desarro- gestacional no puede ajustarse a un protocolo rígido, sino
llarse en un medio adverso desde etapas muy precoces del que, en función de las evidencias disponibles y de los riesgos
embarazo, y no manifestar su compromiso hasta muy tardí- predecibles, debe individualizarse para cada paciente.
amente. En general, todos los grupos están de acuerdo en Dentro de la DG, pueden encontrarse dos grandes
comenzar la vigilancia hacia la semana 32-34 de gestación, grupos:

186 CONTROL OBSTÉTRICO EN LA GESTANTE DIABÉTICA


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• DG leves. Serían pacientes con las siguientes caracte- embarazo normal, se recomienda añadir una entre las
rísticas. semanas 28-32 para detectar precozmente la presencia de
– Glucemias basales < 105 mg/dl. macrosomía, cuya presencia o la de polihidramnios obli-
– Buen control glucémico sin precisar tratamiento con gará a incrementar las exploraciones ecográficas.
insulina. Aunque no existen pruebas de su utilidad, algunos gru-
– Sin complicaciones obstétricas o fetales. pos recomiendan iniciar los controles cardiotocograficos
• DG graves. Serían las pacientes con: a partir de la semana 36 (23) como método de vigilancia
– Elevación de la glucemia en ayunas y posprandial. fetal antenatal. Este enfoque se basa en la recomendación
– Mal control metabólico. del 4th Workshop Conference de «considerar el empleo
– Tratamiento con insulina. del TNS, a término o próximo al término en las DG en
– Diagnóstico en el primer trimestre antes de las 20 se- tratamiento con dieta» (41). Sin embargo, en estas pa-
manas de gestación, complicaciones obstétricas cientes con riesgo bajo de muerte prenatal (control glu-
(hipertensión crónica, hipertensión inducida por el cémico dentro de objetivos y crecimiento adecuado para
embarazo, etc.). su edad gestacional), no se han demostrado los beneficios
– Antecedentes de fetos muertos. de iniciar esta vigilancia antes de la semana 40 (11, 18,
– Alteraciones del crecimiento fetal (macrosomía fetal, 20, 42, 43), como queda reflejado en las últimas reco-
CIR). mendaciones del 5th Workshop Conference on Gesta-
tional Diabetes Mellitus (11).
Este grupo presenta más riesgo de muerte fetal antepar- Para obtener pruebas concluyentes del impacto de la
to (18-20) y se beneficia de una vigilancia fetal antepar- DG sobre la repercusión perinatal y, por tanto, la modifi-
to semejante a la realizada en la paciente diabética pre- cación correcta y eficaz de nuestro seguimiento obstétrico
gestacional (42, 43). en estas pacientes, parece prudente esperar los resultados
Sin embargo, en las gestantes con diabetes gestacional de los dos grandes estudios multicéntricos de interven-
leve, el control obstétrico será similar al de las gestacio- ción que se están desarrollando: el estudio HAPO (44),
nes no diabéticas, con dos modificaciones importantes: sobre 25.000 mujeres de 10 países, y el estudio MFMU,
aparte de las 3 ecografías aconsejadas en el control del sobre 1.000 pacientes americanas (45).

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