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Anorexia nerviosa
poral, y volverse más etérea y espiritual. (8) y provoca enorme perplejidad en médi-
Existen otras figuras socialmente relevan- cos y familiares.
tes que han padecido la enfermedad y se El nombre de anorexia es inadecuado,
ha reflejado en la prensa. ya que, en los primeros estadios, no exis-
En la actualidad, los trastornos de la con- te realmente falta de apetito, sino decidi-
ducta alimentaria (TCA) aparecen, preci- da voluntad de no comer para no engor-
samente, en países en los que la comida es dar (9).
abundante, por la búsqueda de la «ideali-
zación de la delgadez» (7), factor habitual
pero no suficiente para que se produzca la
enfermedad. Epidemiología
La prevalencia de la AN es del 1-1,5%
en las mujeres entre los 16 y 40 años, sien-
Concepto do la incidencia máxima entre los 15 y
25. Las formas subclínicas o los síndromes
La anorexia nerviosa (AN) se caracteri- incompletos alcanzan el 5%. La anorexia
za por el rechazo a mantener un peso cor- afecta más a mujeres jóvenes y está aumen-
poral dentro de los límites normales. Esta tando entre los varones (10, 11).
pérdida deliberada, inducida o mantenida La patología de la conducta alimentaria
por el propio paciente, alcanza, al menos, podría verse como un continuo entre la
el 20-25% del peso original y el habitual persona que, ocasionalmente, sigue una
para su edad, constitución y altura. Se logra dieta, la que la hace a menudo y la que la
mediante restricción alimentaria, vómitos realiza de forma claramente patológica.
autoprovocados, ingesta de anorexígenos, Entre la normalidad con preocupación y
laxantes o diuréticos, o con la práctica de caprichos en la dieta y la auténtica anor-
ejercicio de manera exagerada. Se acom- malidad, no siempre es fácil establecer el
paña de preocupación excesiva por la ima- punto de separación, pero las diferencias
gen corporal y distorsión de ésta, negan- no son sólo cuantitativas sino cualitativas.
do su delgadez y creyéndose gordos aunque La incidencia ha aumentado en las últi-
no lo estén. Se advierte pavor o fobia a la mas décadas y también en grupos donde
gordura, con desmesurada alegría al adel- era bastante excepcional, como en la raza
gazar, relacionándose por ello bajo peso con negra (12), en países orientales (13), en cul-
autoestima. En la mujer que haya tenido turas como India o Egipto (14), o en los
la menarquia, se requiere amenorrea de al países del Este de Europa. La experiencia
menos 3 meses. La pérdida de peso pro- de TCA en países no occidentales es más
voca un trastorno endocrino que afecta al escasa (15, 16), e incluso en algunas cultu-
eje hipotálamo-hipofisario-gonadal, respon- ras se considera más atractiva a la mujer
sable de la amenorrea en las mujeres y de gruesa (17). En grupos inmigrantes que asi-
la pérdida de interés sexual en los varones. milan la cultura occidental, introyectan la
La falta de percepción de su propio esta- delgadez como modelo deseable, lo que
do, típica y patognomónica de la enfer- favorece su presentación; esto apoyaría la
medad, resulta superior que en la bulimia influencia de los factores culturales como
elemento patógeno, sobre todo en los que, vo, crisis conyugales, muerte de un ser que-
procedentes de otros ámbitos, combinan rido o miedo a envejecer (24).
costumbres propias de su lugar de origen Los varones representan un 5-10% del
en privado y del país en donde residen en total (25), pero parece que entre los meno-
público (18). Las tasas de prevalencia son res de 14 años la proporción llega al 15-
muy variables, más altas en Sudáfrica, Israel 20% (26).
o Japón y más bajas en Australia, Singa- La enfermedad es más frecuente entre
pur, Corea o Malasia. bailarines, gimnastas, modelos y jockeys, y,
En todos los países occidentales ha aumen- en general, en deportes que precisan lige-
tado el número de casos diagnosticados, reza, como los saltadores de esquí (27). En
por mayor incidencia y por mejor cono- estos deportistas, la diferencia entre el deseo
cimiento de la enfermedad (19). Los psi- de controlar el peso y sufrir la enferme-
quiatras ven los casos más graves, crónicos dad estaría en la presencia de ideas sobre-
y resistentes, lo que puede sugerir datos valoradas acerca de la alimentación y peso,
equivocados. y, sobre todo, en la capacidad de controlar
Al analizar la epidemiología surgen pro- la situación.
blemas metodológicos, según la época en El 20% de las mujeres atletas dejan de
que se hayan realizado los estudios, pues menstruar antes de comenzar a correr y
los criterios diagnósticos difieren en el lo mismo le ocurre al 25% de las anoré-
Manual Diagnóstico y Estadístico de los Tras- xicas antes de adelgazar. En los corredores
tornos Mentales (DSM-III, DSM-III-R, y en las personas anoréxicas aumenta la
DSM-IV) y la Clasificación Internacional de actividad opiácea, lo que reduce la sensa-
Enfermedades (CIE-10); también por la ción dolorosa, reforzada por los mensajes
imprecisión que existe en la definición ope- sociales acerca del dominio y control del
rativa de lo que es «alteración del esque- cuerpo y por cierto orgulloso elitismo.
ma corporal» y por la frecuencia de cua- La enfermedad es algo más frecuente en
dros incompletos. los hijos únicos o en posición extrema den-
Se ha incrementado el número de casos tro de la fratría: el menor o el mayor. Exis-
que ocurren antes de los 14 años, e inclu- te mayor riesgo intrafamiliar, con más casos
so se ha descrito en niños de 8 (20, 21), entre familiares de las anoréxicas, sin poder
aunque puede existir cierta inconsistencia asegurarse que influyan más herencia, apren-
respecto al término anorexia en edades tan dizaje, circunstancias ambientales o men-
tempranas. La interiorización de lo que se sajes parentales.
cree que es un cuerpo ideal se observa Al principio se asociaba la AN con las
con 9-12 años; cerca del 50% de los jóve- clases sociales altas o medias-altas, pero cada
nes se muestran insatisfechos con su cuer- vez es más frecuente dentro de un espec-
po, pretendiendo modelos ideales muy del- tro socioeconómico amplio, circunstancia
gados en edades de 8-11 años (7, 22) e que persiste entre los casos de presentación
incluso de 6-7 (23).Asimismo, han aumen- premenárquica.Aparece en el medio urba-
tado las anorexias de inicio tardío, relacio- no más que en el rural, también en los varo-
nadas con el nacimiento del primer hijo, nes (28). A lo largo de su evolución, en el
desempeño de un trabajo de responsabili- 50% de los casos, las personas enfermas pre-
dad en un mundo (masculino) competiti- sentan crisis bulímicas. En general, el cocien-
uno de los padres sea más benévolo y con- pensamientos y creencias erróneas, rigidez,
sentidor y el otro más rígido y crítico; a perfeccionismo y rituales relacionados con
menudo, los hermanos se implican en exce- la comida persisten después de recuperar
so, para vigilar y perseguir, o bien se sien- el peso (39), así como pensamientos intru-
ten abandonados en sus propias necesida- sivos acerca de la comida —de cómo obte-
des afectivas, pues piensan que en la casa nerla o cómo evitarla— y temor constan-
sólo se ocupan del enfermo. te a ganar peso. Estas obsesiones se asocian
a rituales estereotipados en torno a la inges-
ta que mejoran al ganar peso. En ambos
Síntomas psíquicos cuadros está implicada la función seroto-
y comorbilidad psiquiátrica ninérgica (40).
El proceso de aprendizaje implícito o
Se encuentra tristeza y sintomatología de hábitos se diferencia del consciente o
depresiva de cierta gravedad en, al menos, declarativo (aprendizaje de hechos). El
la mitad de los casos. La persona enferma aprendizaje estímulo-respuesta entra den-
sufre fuertes sentimientos de culpa y de- tro del implícito y sigue ocurriendo sin
sesperación cuando no consigue controlar una toma de conciencia del resultado. El
el peso. No son raros las ideas y los inten- implícito incluye procesos que subrayan la
tos de suicidio, siendo una de las princi- adquisición de actividades motoras y cog-
pales causas de muerte (32, 33). El sueño nitivas, y en él están involucrados hipocam-
disminuye en cantidad, profundidad y capa- po, lóbulos temporales medios (41) y tam-
cidad reparadora. bién los ganglios basales (39); en el explícito
La comorbilidad psiquiátrica es elevada, participan lóbulos temporales medios. El
con trastornos afectivos, ansiedad y trastor- aprendizaje estímulo-respuesta está media-
nos obsesivo-compulsivos (TOC) (34-37). do por el estriado y el circuito cortico-
Los rasgos obsesivos —que constituyen estriatal-tálamo-corteza (42). Los ganglios
un factor de riesgo— pueden ser muy inten- basales estarían afectados en la anorexia,
sos y graves, centrados en el tema alimen- con déficit cognitivo específico que difi-
tario.A veces, su forma de comer y de orde- culta la habilidad para cambiar las respues-
nar la comida se acompaña de rituales tas al modificarse las contingencias, lo que
anancásticos, con cálculo del número de contribuye a las repeticiones que le impi-
calorías por alimento, meticulosidad, nece- den variar las rutinas. La persona afectada
sidad de comprobación y elevado nivel de sufre alteraciones cognitivas graves centra-
exigencias. En diversos aspectos, la anore- das en la comida, el peso y la figura. En
xia se parece al TOC y algunos autores diferentes estudios se observa que el tama-
incluyen los TCA dentro del espectro obse- ño del cerebro medio es menor en las
sivo-compulsivo (38). En ambos cuadros, personas anoréxicas, con hipoperfusión en
anorexia y TOC, existen alteraciones en la el córtex medial prefrontal e hiperperfu-
cognición y en la neurobiología. En el TOC sión en el tálamo (43, 44).
se han observado diversas alteraciones en Al principio de la enfermedad, los ren-
los mecanismos de aprendizaje en los que dimientos escolares e intelectuales son bue-
están implicados los ganglios basales; y en nos, manteniendo sus actividades habitua-
la anorexia, las alteraciones cognitivas, con les, incluso de manera exagerada; pero, a
medida que avanza el proceso, el tema ali- Muestra hiperactividad; no quiere sen-
mentario la absorbe y los rendimientos inte- tarse durante las entrevistas y, si se las obli-
lectuales decrecen. ga a hacer reposo en cama, intentará man-
No tiene conciencia de enfermedad y tenerse en movimiento.Al reducir la ingesta,
su creencia de estar gorda es irreductible a el organismo se defiende perdiendo peso
cualquier argumentación lógica, rozando lo primero y deteniendo el crecimiento, y,
delirante. Relaciona éxito con delgadez y después, movilizando los nutrientes alma-
le preocupa mucho lo que piensan los cenados, lípidos del tejido adiposo y pro-
demás. Hay insatisfacción con la propia ima- teínas del músculo. La repercusión física
gen y actitudes negativas hacia su cuerpo. es mayor cuanto menor es la edad y el
Suele fijarse en aspectos parciales: cara, pier- grado de madurez.
nas, nalgas, muslos, caderas y, aun estando En las formas precoces, infantiles, la clí-
caquéctica, quiere reducir. En algunos casos, nica es similar, excepto el abuso de laxan-
puede ser consciente de su extrema delga- tes, y suscita retraso en el crecimiento. Los
dez y no se gusta, por lo que evita poner- niños son más sensibles a la deshidratación
se bañador y se vestirá con prendas muy que los adultos, ya que el turnover diario
holgadas o superpuestas, a veces harto extra- de agua es del 25% del total del cuerpo en
vagantes. Pero también en estos casos evita la infancia y desciende al 6% en los adul-
comer, por temor irracional a que si empie- tos. El organismo, ante la falta de fluido, lo
za no se detendrá o que el alimento la compensa reduciendo orina y transpiración.
engordará con desmesura.
La tendencia al ascetismo y la intelec- Alteraciones electrolíticas
tualización puede ser muy marcada (45).
La anorexia restrictiva suele ser más estoi- Son frecuentes las alteraciones de sodio,
ca, introvertida, perfeccionista, emocional- cloro, potasio y la alcalosis metabólica. El
mente inhibida y más obsesiva. La forma sodio puede aumentar, disminuir o estar
bulímico-purgativa resulta más impulsiva, normal. A veces hay hiperhidratación por
depresiva, disfuncional; consume más sus- excesiva ingesta de agua para matar el ham-
tancias y tiene mayores niveles de angus- bre o por la creencia de que ésta lava el
tia emocional. intestino y disminuye la absorción de
nutrientes. La hipernatremia puede ser
Síntomas físicos intensa y provocar edema cerebral y ata-
ques convulsivos (47). Puede producirse
En la primera etapa, el apetito se con- hipocloremia. El potasio disminuye por
serva; después, desaparece. Si ya ha tenido los vómitos y laxantes. Sólo una pequeña
la menarquia, presenta amenorrea de al proporción del potasio es extracelular, por
menos 3 meses, que persiste hasta que no lo que los niveles normales en suero no
se alcanza un peso razonable. son garantía de que no exista depleción.
Las complicaciones físicas se deben a la La deshidratación crónica y la hipopota-
propia caquexia o a las conductas seguidas semia puede provocar lesiones irreversi-
para alcanzarla. Muchas de las manifesta- bles en túbulos renales; además, se asocia
ciones son secundarias a la delgadez y se con debilidad muscular, síntomas cardia-
resuelven al ganar peso (46). cos, arritmia, alteraciones en el ECG y en
tar el peso. Puede aparecer hipotiroidismo res anoréxicas, como en las púberes, apa-
funcional, con niveles de TSH y T4 nor- recen quistes ováricos multifoliculares en
males y disminuida la T3. Se ha observa- la ecografías y desaparecen con la recupe-
do en otros cuadros de malnutrición lo que ración de los ciclos menstruales normales,
se interpreta como un mecanismo protec- reanudando la actividad folicular y la fun-
tor del propio organismo, ya que si se tra- ción ovárica. La amenorrea, unida a dis-
tase de un hipotiroidismo primario estaría minución en los niveles de gonadotropi-
elevada la TSH. nas pituitarias circulantes secundarias a una
La hormona del crecimiento (GH) está inadecuada estimulación del LHRH (hipo-
aumentada, como en todos los casos de talamic releasing factor, hormona liberadora
malnutrición; es una adaptación fisioló- de la gonadotropina), es debida a la mal-
gica a la caquexia que no precisa trata- nutrición; también el ejercicio excesivo
miento. puede inhibir su liberación, por lo que,
Aumenta el cortisol basal, manteniendo aunque no se esté por debajo del peso
el ritmo circadiano; puede deberse a pro- crítico, si se hace mucho ejercicio (gim-
longación de la vida media, disminución nastas, bailarinas) se puede dejar de mens-
de su aclaramiento, alteración de la fija- truar. Existe disminución de los niveles basa-
ción a proteínas o mayor producción o les de estrógenos, que se normalizan al
del factor liberador de la corticotropina recuperar el peso, y también disminución
(CRF) hipotalámico (57). de la LH (hormona luteinizante) y de la
Se alteran las hormonas reproductoras y FSH (hormona foliculoestimulante), aun-
aparece amenorrea. La fertilidad está dis- que algo menor. En el varón disminuye la
minuida, aunque alguna paciente ha que- testosterona y la libido.
dado embarazada sin normalizarse las mens- La producción de vasopresina, que apa-
truaciones. La amenorrea puede preceder rece alterada, mejora lentamente con la
a la disminución de peso y persistir des- recuperación. A veces se da diabetes insí-
pués de la recuperación. Las pacientes que pida parcial con defecto en la secreción
tras engordar no menstrúan se definen como de hormona antidiurética (61).
«más anoréxicas», y con superior riesgo de
recaída (58). La amenorrea que persiste tras Alteraciones musculoesqueléticas
la restauración del peso apoyaría la hipó-
tesis de que el trastorno de la función hipo- La osteopenia (disminución de la densi-
talámica es secundario a factores psico- dad ósea) es una complicación seria y
lógicos (59) y, de hecho, acompaña en común. Se debe a deficiencias en la dieta,
ocasiones al estrés psíquico. La restauración disminución de los estrógenos circulantes,
del peso resulta necesaria, pero no suficien- aumento del cortisolismo y alteración del
te, para la normalización de la función hipo- equilibrio ácido-base; hay riesgo de frac-
tálamo-pituitaria-ovárica normal. Cuando turas, pues son personas muy delgadas que
la normalización no es completa, la fun- hacen ejercicio (62). El desarrollo óseo
ción reproductora puede estar interferida puede cesar, deteniéndose el crecimiento
por abortos espontáneos, niños de bajo peso en los casos prepuberales. Se producen frac-
o prematuros, mortalidad perinatal y mal- turas espontáneas y osteoporosis y, aunque
formaciones congénitas (60). En las muje- mejora con aporte de calcio, el riesgo de
Presenta peor adaptación a los cambios de ción. Los factores genéticos ofrecen mayor
temperatura (el frío no aumenta su tempe- concordancia para anorexia que para buli-
ratura corporal y el calor no incrementa la mia.
vasodilatación). Ofrece menor resistencia
ante agresiones exteriores y mayor vulne- Hipotálamo
rabilidad a las infecciones oportunistas.
En la anorexia se observa disfunción en
el eje hipotálamo-hipofisario-gonadal, pri-
Alteraciones dermatológicas
maria o secundaria a la malnutrición. Esta-
Al perderse la capa aislante de la grasa, rían alteradas las conexiones entre las neu-
aumenta la sensibilidad al frío; manos y pies ronas y el hipotálamo (lesión primaria del
están fríos y cianóticos; la piel aparece seca hipotálamo) y se manifestaría cuando las
y escamosa, y el pelo sin brillo y quebra- hormonas reproductivas circulantes aumen-
dizo; hay vello (lanugo) en cara, espalda, tan al final de la primera década; es decir,
piernas o brazos. Las uñas se vuelven que- una maduración aberrante del tejido hipo-
bradizas y, a veces, en palillo de tambor. La talámico haría a algunos individuos más
hipercarotinemia, por ingesta excesiva de susceptibles (84-86).
carotenos, puede alcanzar el 80% de los
casos, con coloración amarillenta de pal- Neurotransmisores
mas y plantas de los pies.
Se detectan alteraciones en serotonina,
dopamina (DA) y norepinefrina (NE). Pare-
ce que la producción de serotonina, tras
Etiología realizar una comida sin triptófano, descien-
de más en mujeres que en hombres (87).
La anorexia tiene una etiología multi- La serotonina inhibe el apetito, influye en
factorial donde intervienen elementos fami- el ritmo, volumen y contenido de la inges-
liares, psicológicos, físicos y culturales (82). ta; la toma masiva de alimentos se relacio-
Aunque se habla de «predisposición» o «vul- na con hipoactividad serotoninérgica y/o
nerabilidad», su mecanismo último no resul- hiperfunción alfa-2-noradrenérgica (88-
ta claro. 89). La DA influye en la satisfacción que
se obtiene al comer, muy alterada en los
Factores biológicos TCA. En la anorexia está disminuido el
metabolito de la serotonina (ácido 5-OH-
Genética indolacético), que mejora al ganar peso,
pero persiste en algunos casos. Esta reduc-
En estudios con gemelos se ha compro- ción de su metabolito podría deberse al
bado influencia genética en la transmisión consumo deficitario de hidratos de carbo-
de la enfermedad, con concordancia del no, que repercute en una menor disponi-
50-55% para gemelos univitelinos y del bilidad de triptófano para la síntesis de sero-
8-10% en bivitelinos, y más trastornos afec- tonina (v. cap. 3). El tratamiento con
tivos en los familiares de las anoréxicas (83); antagonistas serotoninérgicos, como la cipro-
por ello, se heredaría cierta predisposi- heptadina, ha conseguido aumentar el peso,
do más crítico en esta etapa de la vida y instrumentos que se aplican para analizar
se relaciona con la experiencia de la auto- la personalidad se validan en adultos y la
cohesión de la persona, como continuidad anorexia suele iniciarse en la adolescencia.
y como síntesis de aspectos divergentes. Los Por eso, cuando se habla de personalidad
traumas infantiles pueden predisponer hacia previa emocionalmente inestable no se sabe
la anorexia. La patología perinatal —niños si ha contribuido a la génesis de la enfer-
malos comedores, problemas gastrointesti- medad o es su consecuencia. De hecho,
nales en la infancia, dolores abdominales, para algunos autores son raras las altera-
colitis ulcerosa— la favorecerían. Una alte- ciones de la personalidad (102). En todo
ración primaria de la personalidad, con raí- caso, resulta interesante hacer una valora-
ces en las relaciones madre-hijo y en la ción previa al cuidado terapéutico, pues
nutrición del niño, se manifestará en el condiciona la evolución.
rechazo a la comida y en miedo a engor- Las alteraciones del control de los impul-
dar (101). Se asocia alimentar al niño y cari- sos, como las automutilaciones, intentos
ño y, cuando se le alimenta de manera de suicidio, robos o cleptomanía, son más
desordenada, no aprende a identificar el frecuentes en las anorexias con ataques de
hambre correctamente ni a diferenciarla de bulimia.
otras emociones. Ante la inadecuación de La persona anoréxica posee creencias
los cuidadores, el niño considera erróneas equivocadas y estereotipadas, alteraciones
las necesidades y las niega. Genera actitu- cognitivas que predisponen al cuadro y, una
des regresivas en la lucha por la identidad vez iniciado, las mantiene: ideas sobreva-
y la afectividad y, en los chicos obedien- loradas sobre el aspecto físico, valoración
tes, su necesidad de independencia y auto- de las personas por su imagen, control del
nomía les genera un conflicto. peso y la figura como forma de autoes-
El miedo a aumentar de peso expresa el tima.
temor al desarrollo físico y al cambio cor- El comienzo puede tener que ver con
poral que acompaña a la pubertad, y sus- problemas afectivos, rupturas sentimenta-
cita una regresión física y psicológica. La les, deseo o temor de independencia-depen-
preocupación por su imagen y la presión dencia, estancias en el extranjero y comen-
social resultan importantes factores de ries- tarios sobre su físico o su gordura. Cuando
go. Los influjos socioculturales, comenta- siguen dietas restrictivas, responden con
rios de compañeros, influencias parentales menos ingesta ante las situaciones de estrés
y exposición a los medios hacen que tomen (103).
conciencia del problema, lo que lleva a la La persona anoréxica está orgullosa de su
interiorización e insatisfacción sobre el pro- delgadez. A veces, el hecho de no recono-
pio cuerpo. cerse enferma ni delgada recuerda la belle
Cuando se estudia la personalidad, se indiference, y su preocupación por lo que
observan rasgos depresivos, histriónicos y coman los demás podría estimarse como
obsesivos, pero estos estudios se realizan a una «identificación proyectiva» (104). En
posteriori y, como la enfermedad lleva un la anorexia, la delgadez tiene un valor en
tiempo de evolución, los resultados pue- sí y se identifica con autoestima. Cuando
den deberse a la inanición o a las conduc- no come y mantiene el control se siente
tas para mantenerse delgado. Además, los más valiosa y admirable a sus propios ojos
ser la que estuvo más unida a la madre, la que es una enfermedad y no un capricho.
hija modelo aparentemente hipermadura, El primer papel lo acostumbra a tener la
la más responsable y comprensiva con los madre y el segundo el padre, pero puede
problemas de la familia, la que la apoya en ser al contrario, sobre todo en parejas en
las ausencias paternas. La relación madre- las que ella es la figura fuerte y dominan-
hija resulta ejemplar y ambas forman un te, o bien que roten los papeles.
bloque poderoso e indisoluble que alimen- Esta diferente actitud de los padres hacia
ta la propia enfermedad. Esto se pone de la persona enferma se repite con frecuen-
manifiesto cuando hay que ingresar a la cia entre los hermanos. No es raro que algu-
paciente: la madre lo soporta peor que la no se implique en demasía, participando
propia internada. La madre es insegura, esta- intensamente en las situaciones ansiógenas
blece relaciones simbióticas con la hija e que se crean; vigilando y controlando, o
interpreta la conducta hacia la comida como bien ocultando, y, en cualquier caso, con
una crítica a ella. Se han descrito madres repercusión negativa para ellos mismos, en
dominantes, intrusivas y ambivalentes, y forma de somatizaciones, ansiedad, retrai-
padres pasivos, indiferentes o «ausentes». miento o imitación de las conductas pato-
Con alguna frecuencia, la madre proyecta lógicas. O bien optan por no querer saber
sobre su hija su desilusión y frustración, y nada de lo que ocurre en casa, «pasan de
se aferra a ella como una forma de llenar ello», se ausentan, abandonan los estudios,
sus necesidades. Los padres sólo se sienten frecuentan grupos marginales o consumen
bien alimentando la dependencia e inma- tóxicos, si sienten que los padres únicamen-
durez de sus hijos. La relación de la hija te se preocupan del hermano enfermo.
con sus padres es ambivalente e idealiza-
da. Son familias aparentemente perfectas y Factores socioculturales
armoniosas, pero con relaciones superficia-
les y poco cálidas, donde los conflictos se Estos factores, junto con los psicológi-
intelectualizan o se niegan, con dificultad cos, son decisivos. Antiguamente, la moda
para manejarlos cuando existen y preocu- era estar gorda, redondeada, con formas. Era
pación por la imagen externa que se dé; una manera de demostrar que no se pasa-
tienen baja tolerancia al sufrimiento, de ahí ba hambre, pues se asociaba gordura con
la sobreprotección. holgura económica. Ahora, en la sociedad
La propia enfermedad puede actuar de de la abundancia, la moda es estar delgado,
contención y como una forma de unir a por la influencia social del mito del «cuer-
la familia: todas las tensiones y preocupa- po ideal». Constantemente se relaciona belle-
ciones se dirigen a la paciente. A veces, za con delgadez en la publicidad, el cine y
cuando ésta mejora, empeoran las relacio- los mass media, e influye prematuramente,
nes de los padres, la enferma retrocede y en la preadolescencia. El deseo de estar
se mantiene el trastorno. delgado se interioriza como un valor intrín-
No es raro que los padres acaben des- seco y positivo muy precozmente, hacia
empeñando papeles opuestos: por un lado los 9-11 años e incluso antes (7), asocián-
el cómplice, benévolo y consentidor que dolo vagamente con salud, bienestar, éxito
ayuda a ocultar muchas de sus «manías»; y acceso a la vida adulta (107). Los cam-
por el otro, el autoritario que no acepta bios sociales crean un conflicto a la perso-
na enferma entre el rol social y el laboral, También influyen las conductas mimé-
entre la pasividad y la autonomía (108). ticas que explican los casos en los que una
Para los familiares, en la génesis de la hermana empieza una dieta que controla
enfermedad resulta más soportable poner y otra, al imitarla, acaba con una anorexia
el acento y la culpa en los factores socia- franca.
les: la moda, los amigos, la sociedad y la cul- Se considera que las mujeres atletas tie-
tura. Las dietas, los libros para adelgazar y nen mayor riesgo para sufrir TCA si se trata
los espacios en prensa, sobre todo en revis- de deportes que subrayan la delgadez y la
tas femeninas, son numerosos. Para cual- apariencia prepuberal (109-111). Por otra
quier anuncio —bebidas, coches, ropa, elec- parte, la práctica de otros deportes resul-
trodomésticos—, se utilizan jóvenes delgadas, taría protectora, al proporcionar seguridad
esbeltas y bellas. La «industria del peso» es y elevar la autoestima.
boyante y la venta de productos alcanza El psicoanalista y antropólogo Devereux
muchos millones de euros. Entre las per- relaciona cultura y psicopatología y habla
sonas enfermas hay un afán elitista y dife- de «trastorno étnico», —como el kiri o el
renciador de los otros «que no se contro- amok—, expresión de las tensiones de una
lan en su peso y en su comida». Se crea cultura en una determinada época histó-
una preocupación excesiva por la opinión rica (112, 113). Define el trastorno étnico
y aceptación de los demás, y se tiende a por unos criterios tales como: presentación
juzgar de forma superficial, por el aspecto más frecuente en determinadas culturas y
exterior más que por las cualidades pro- con diversos grados de intensidad; son expre-
fundas. sión de conflictos esenciales y movilizan
La obsesión por la delgadez es clara en tensiones psicológicas generalizadas en esa
el mundo de la moda. Las modelos mues- cultura, en esa persona más intensas, y movi-
tran un aire andrógino que puede deber- lizan sus defensas psicológicas como una
se a la influencia de hombres, a menudo exageración de la manifestación común
homosexuales, en el mundo de la crea- en el grupo (114).
ción y en las firmas y casas de alta costu- La anorexia nerviosa cumpliría estos cri-
ra; es como un rechazo de la feminidad, terios, ya que refleja sintomáticamente las
con cuerpos asexuados, como una forma contradicciones en la psicología de la mujer
de suprimir los caracteres sexuales secun- actual: exigencias, demandas y deseos, con
darios (105, 106), la androginia antes seña- problemas de identidad, control corporal
lada. Estos mensajes, en adolescentes que y adaptación a los estándares de belleza
luchan por formarse una identidad, impac- vigentes.
tan negativamente través de prototipos Algunos autores relacionan la pérdida
femeninos inalcanzables.Así, cuando se apli- de peso con la consecución de poder, algo
can cuestionarios a adolescentes norma- más difícil de alcanzar por la mujer (115).
les, hasta el 50% de las chicas creen estar Así se explicarían casos de anorexia de apa-
gordas aunque objetivamente sólo lo esta- rición más tardía, a los 28-30 años, coin-
rían el 20-25%. En el caso de las mujeres, cidiendo con la incorporación al mundo
la mayoría, el 80%, quiere perder peso y laboral, en un medio competitivo, donde
los hombres desean más altura, muscula- dominan los hombres y donde las muje-
tura y anchura de hombros. res están en minoría. Ella logra poder sobre
su cuerpo delgado y sobre el medio, pero actúa como un refuerzo que conduce
pierde parte de su atractivo femenino por a reducir la alimentación, que cada vez
excesiva intelectualización. se tolera peor. Cuando la enfermedad
Socialmente se asocia comer con placer, sirve para desviar las tensiones de la
y compartir alimentos es una forma de esta- familia y para mantener el equilibrio,
blecer lazos sociales, que se pierde con la actúa como elemento perpetuador. En
enfermedad (31). los que han perdido peso, el retraso en
el vaciamiento gástrico produce una
desagradable sensación de plenitud tras
Factores predisponentes, las comidas, por lo que se reduce pau-
precipitantes y perpetuadores latinamente la ingesta. El aislamiento
social creciente y el humor depresivo
Con frecuencia se presta mucha atención disminuyen la autoestima; su capaci-
a los antecedentes de la enfermedad y poca dad de autocontrol la aumenta, perpe-
a las consecuencias que, a su vez, pueden tuando el ciclo.
servir para mantener los síntomas en un
proceso constante de retroalimentación. En
cada paciente o momento predominan dis-
tintos factores:
Exploración
mina la edad del hueso y su maduración; resulta difícil definir lo que se considera
con una ecografía se observa la madurez atracón (120) o «alteración de la imagen
ovárica y folicular. corporal» en grado patológico. Quizá no
se deberían utilizar los mismos criterios
Exploración psicopatológica diagnósticos en todas las culturas (15).Asi-
mismo, los límites entre los distintos TCA
Evidencia la alteración de la imagen cor- pueden resultar borrosos. Ni el modelo
poral, el deseo de adelgazar, los mecanis- categorial ni el dimensional resultan ade-
mos empleados para conseguirlo y la reper- cuados para una explicación correcta de
cusión en el ámbito personal, social o todo el espectro de los TCA (121), por lo
familiar. Asimismo, muestra la clínica psi- que algunos autores (122) critican los cri-
quiátrica acompañante: afectiva, ansiosa, terios empleados en las clasificaciones
ideación suicida, alteraciones del sueño o DSM-IV y CIE-10 y si deben conside-
la comorbilidad de descontrol de impul- rarse categoriales o dimensionales (123,
sos, alteraciones de la personalidad o TOC. 124). Con cierta frecuencia, la sintoma-
tología varía a lo largo de la enfermedad,
Exploración psicológica pasando de cumplir criterios para anore-
xia a cumplirlos para bulimia; en otros
casos, los cumplen parcialmente para uno
La aplicación de escalas resulta adecua-
u otro y no resultan excluyentes. Tam-
da para valorar la gravedad, el predominio
bién se critica que la amenorrea y la pro-
de ciertos síntomas y la evolución, pero
porción del peso perdido sea factor diag-
no para el diagnóstico que se basa en la
nóstico de AN. Otro defecto encontrado en
exploración psicopatológica y física. Exis-
la clasificación corresponde al grupo de
ten, sin embargo, casos subclínicos que se
los EDNOS (Eating Disorder Not Otherwi-
pueden detectar con entrevistas o cuestio-
se Specified), cajón de sastre donde se inclu-
narios (116). Entre las escalas más comu-
yen los casos que no encajan en anorexia
nes está la ABS (Anorexia Behaviour Scale),
ni en bulimia, y el problema del «trastor-
que consta de 22 ítems, y que si puntúa
no por atracón» que, como entidad, puede
por encima de 13, apoya el diagnóstico de
cumplir los criterios en el momento del
anorexia (117); la EAT (Eating Attitudes Test),
paso de anorexia o bulimia o viceversa.
autoaplicada de 40 ítems, con una versión
Para el diagnóstico se precisa que se cum-
reducida de 26 (118); la EDI (Eating Disor-
plan todas las alteraciones siguientes:
der Inventory) con 64 ítems y 6 subescalas
(119). La exploración se puede completar
1. Pérdida significativa de peso, IMC
con escalas de distorsión perceptiva o para
< 17-18.
los familiares.
2. Pérdida de peso originada por la pro-
pia enferma, evitando el consumo de
alimentos que engordan, con vómitos
Diagnóstico autoprovocados, purgas intestinales, ejer-
cicio físico excesivo y consumo de fár-
El diagnóstico es fácil, porque la psico- macos (anorexígenos, laxantes o diuré-
patología es rica y característica. A veces ticos).
dos, encontrando bulimias con anteceden- en los TOC, las manifestaciones anan-
tes de anorexia y, menos a menudo, AN cásticas se extienden a otros ámbitos
con antecedentes de bulimia nerviosa (122). de su vida.
Son frecuentes los casos de TCA incom- — Fobias. Puede existir fobia a algún ali-
pletos que no cumplen todos los criterios mento, a tragar o atragantarse, por haber
(EDNOS); el trastorno por atracón es una sufrido alguna experiencia previa nega-
subcategoría de éste. tiva en este sentido, pero no aparece el
El diagnóstico diferencial se realizará a resto de la sintomatología.
partir de los siguientes trastornos: — Dismorfofobia. Se tiene una visión dis-
torsionada de la imagen corporal, cen-
— Trastornos afectivos. En los cuadros depre- trada en una parte del cuerpo, como
sivos hay falta de apetito, pero no temor nariz, pabellones auriculares, pecho, mus-
a engordar ni preocupación por la ima- los, nalgas, etc., pero sin mostrar miedo
gen. Existen formas atípicas de depre- a engordar, a la madurez, ni conductas
sión, como el trastorno afectivo esta- alimentarias perversas.
cional, que se acompañan de aumento — Trastorno conversivo, facticio o simulación. En
del apetito y del sueño. El bipolar manía- la histeria de conversión puede apare-
co puede no comer por falta de hambre cer espasmo esofágico y dificultad para
y tiempo y, de vez en cuando, ingiere tragar, o, como en el trastorno facticio,
de manera desaforada grandes cantida- por el deseo de estar enfermo, o bien
des. Su ánimo eufórico, exuberante y buscando una ganancia en la simulación.
exaltado, y su verborrea resultan incon- —Trastorno digestivo somatomorfo. Se presen-
fundibles. tan náuseas y vómitos en situaciones
— Trastornos paranoides. Se puede rechazar de tensión y estrés, pero son involun-
la comida por temor a que esté enve- tarias y no se desea perder peso.
nenada.A veces lo centran en algún tipo — Cuadros somáticos. Debe descartarse cual-
de alimento o con determinadas per- quier cuadro somático que produzca
sonas, y no tienen inconveniente en caquexia, como carcinomas, problemas
comer fuera de casa o alimentos enla- de malnutrición, anemia, síndrome de
tados. Algo similar puede encontrarse inmunodeficiencia adquirida, diabetes
en la esquizofrenia paranoide, con hábi- mellitus, tuberculosis, enfermedad ce-
tos alimentarios extravagantes. líaca, patología endocrina, etc. La ana-
—Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Exis- lítica y las exploraciones orientan al
ten similitudes ya comentadas, incluso diagnóstico. Falta la psicopatología típi-
neurobiológicas (39). En los TCA, los ca de la anorexia. En el síndrome de la
pensamientos relacionados con el cuer- arteria mesentérica superior aparecen
po, el peso o los alimentos son invasi- vómitos posprandiales secundarios a la
vos y no pueden evitarlos. Lo más carac- obstrucción intermitente del vaciamien-
terístico es el rechazo a un alimento to gástrico.
concreto o bien la reiteración y mono-
tonía con éste; asimismo, son frecuen- En los tumores hipotalámicos (craneo-
tes las comidas prolongadas, con ritua- faringioma) o en otros tumores intracra-
les de masticación o deglución. Pero neales (127) puede haber retraso en el cre-
cimiento, pubertad tardía o diabetes insí- pero no punitiva. En casos de riesgo vital,
pida, y simular anorexia nerviosa (128-130). se propone un ingreso forzoso, sabiendo
Sin embargo, no muestran hiperactividad, que la evolución puede ser buena o incre-
alteración de la imagen corporal ni deseo mentar la resistencia al tratamiento (134).
de adelgazar. En estudios con neuroima- Desde el principio, es necesaria la colabo-
gen se evidencian alteraciones. En el pan- ración de paciente y familia, y evitar expec-
hipopituitarismo se produce alteración en tativas «mágicas» hacia el profesional para
la función gonadal similar a la anorexia, que resuelva los problemas. Se han de neu-
pero con moderado aumento de peso por tralizar posturas acusadoras, continuación
el hipotiroidismo. de las que se mantienen en el domicilio,
y cambiar el papel de «perseguidores» o
«policías» por el de colaboradores. Todos
han de trabajar por el mismo fin, y la tarea
Tratamiento no será ni corta ni fácil. No hay que dejar-
se atrapar con objetivos de un peso con-
En el tratamiento de los TCA, como seña- creto, sino globalizar todos los aspectos de
la Yager (93), aún queda mucho por cono- la vida (135).
cer a pesar de estar en la época de la «medi- Como las entrevistas tienden a focali-
cina basada en la evidencia». Se recomienda zarse hacia contenidos estrictamente die-
una mezcla de comprensión, empatía, sen- téticos, se abrirán a horizontes más amplios,
tido común y experiencia clínica (131). como estados de ánimo, ansiedad, temo-
Se debe investigar si el paciente desea cam- res, relaciones, autonomía, inseguridad, pro-
biar y colaborar, ya que, de otro modo, se yectos de futuro y rendimientos.
fracasará. El tratamiento se plantea de forma Se debe averiguar el peso que la pacien-
individualizada, conociendo su profesión te desea alcanzar y por qué, y valorar si
y la posible relación con los alimentos la elección que se hace resulta muy por
(camareras, cocineras), o que requiere del- debajo de lo deseable desde el punto de
gadez (bailarinas, gimnastas), porque las vista biológico. Analizar en qué y por
estrategias resultan diferentes (132, 133). qué cree que le va a cambiar su vida al
Puede que el paciente no acuda volun- ganar peso, ya que nos orienta acerca de
tariamente, ya que se encuentra satisfecho por qué se siente mejor delgada, y, si recu-
con su estado, y se muestre displicente u pera, «pierde» su estilo de vida.Tiene que
opositor, lo que requerirá mucho tacto y aceptar que tiene un TCA que le provo-
habilidad para conseguir su cooperación. ca daños.
Desde el inicio, se establecen los objetivos
que se pretenden alcanzar. En el enfoque Los objetivos del tratamiento son:
psicoterapéutico se busca educar acerca — Restaurar un normal estado de nutri-
de la enfermedad, hacer comprender los ción y normalizar los hábitos alimen-
síntomas y la necesidad del tratamiento. tarios
Se le ayuda a resolver problemas y con- — Resolver las alteraciones somáticas
flictos que facilitan y refuerzan las conduc- — Tratar la comorbilidad psíquica, si la
tas anómalas. El terapeuta debe mantener hubiere
el contrato conductual de manera firme — Desarrollar un estilo de vida saludable
cológicos a partir de las mutaciones en los Sus pensamientos son extremos y descali-
procesos del pensamiento (cogniciones) del ficadores: magnificencia, personalismo (todo
individuo. El proceso de pensamiento es el mundo exterior lo relaciona consigo
lo que determinará la calidad e intensidad misma), catastrofismo, superstición, la dico-
de las reacciones emocionales. El signifi- tomía ya señalada, sobregeneralización a
cado que una persona da a un aconteci- partir de un fragmento de información y
miento puede ser tan importante como el abstracción selectiva de los aspectos parcia-
mismo acontecimiento; es la diferencia entre les que le interesan. Otros pensamientos
lo objetivo y lo subjetivo. Es más impor- típicos son que «la valía de las personas
tante «cómo reaccionamos» que «a qué reac- está basada en su aspecto físico y, por ende,
cionamos». Las disfunciones de las emocio- la delgadez», y similares.
nes y conductas derivan de un pensamiento Como se ha señalado, en el modelo cog-
disociado, existiría una distorsión en los nitivo se parte de que los errores del pen-
mecanismos cognitivos y en sus expecta- samiento son responsables de creencias que
tivas de futuro. Los principios cognitivos llevan a la alteración de la conducta. El tera-
se combinan con técnicas conductistas en peuta ayuda al paciente con estos pensa-
la terapia cognitivo-conductual. Se centra mientos equivocados para aclararlos y con-
en el presente —aquí y ahora— y en el trastarlos. Se le enseña a ser consciente de
problema. esta forma de pensar. La habilidad no resi-
Para afrontar la terapia, Fairburn et al. de tanto en señalarle los pensamientos erró-
(138) realizan un enfoque transversal o neos, sino en que vaya viéndolos por sí
dimensional de los TCA: una dimensión mismo.
del estado nutricional que va de la malnu- Cuando se trabaja sólo sobre las emocio-
trición a la obesidad grave; una dimensión nes o la conducta, se producen cambios
conductual que se refiere a los atracones, poco persistentes, con vulnerabilidad ante
comer de noche, comer en exceso, hacer las recaídas y permanencia de muchos sín-
dietas y purgas, y una tercera dimensión tomas residuales (139). Se corre el riesgo
psicológica que implica la obsesión por la de que mejoren las conductas pero no cam-
imagen corporal y la comorbilidad psiquiá- bie el proceso de pensamiento. En las tera-
trica. pias psicoanalíticas puede ser al revés: cam-
Las personas anoréxicas funcionan a bios en el pensamiento y poca modificación
menudo con modelos de pensamiento de en las conductas.
tipo dicotómico, como todo/nada, bueno/ Con todas las terapias se busca autono-
malo, y derivan en generalizaciones del tipo mía e independencia. Debe facilitarse infor-
de «si engordo será inmensamente», acom- mación para evitar los embarazos mientras
pañado de un pensamiento entre mágico la enfermedad persista, ya que los niños
y supersticioso, con cierta irracionalidad suelen ser prematuros y bajos de peso, y
entre la causa (comer) y el efecto (engor- los embarazos complicados.
dar por encima de toda lógica y razón), Las técnicas de relajación pueden aliviar
con pensamientos mágicos: «si no contro- en los momentos de tensión y en la sobre-
lo el peso me puede pasar algo malo» o mesa. Mejoran la percepción del propio
similares. Sus creencias irracionales perpe- cuerpo y alivian el estreñimiento, ayudán-
túan el cuadro y favorecen las recaídas. dose con ejercicios de tensión-relajación
cia o por refugiarse en el trastorno, que ponatruria < 10,hipokaliuria < 10 mEq/l;
sirve de coartada para todo. Las familias hipotensión, hipoglucemia, arritmia, alte-
suelen ser intolerantes al cambio. raciones en el ECG, insuficiencia car-
Los grupos de padres son abiertos. No diaca, diarreas y vómitos espontáneos,
es raro que en ellos se tienda a subrayar lo edemas en ayuno o distensión abdo-
negativo y a olvidar lo positivo. Se les res- minal por atonía visceral. Son orienta-
ponsabiliza en la tarea conjunta del trata- dores: hipoalbuminemia < 2,5 g/dl; tran-
miento, actuando como verdaderos cote- ferrina < 100 mg/dl, proteínas plasmáticas
rapeutas, y se les desculpabiliza. A veces, < 6 g/dl; recuento linfocitario < 1.000
las familias vuelcan en el equipo terapéu- y alteraciones en las concentraciones del
tico toda su frustración, porque «para eso fósforo, así como constantes (tensión,
son los médicos», sin querer aceptar la parte pulso, temperatura, bradicardia) muy ines-
que les corresponde en causa, manteni- tables.
miento o tratamiento. Se les debe enseñar — Problemas diagnósticos.
a no aceptar los chantajes emocionales del — Actitud oposicionista grave.
paciente, no tolerar la tiranía de imponer
las comidas a los demás o de cocinar para Se intentará que el ingreso sea volunta-
ellos (141). rio y, si no es posible y existe riesgo vital,
forzoso. El ingreso forzado se emplea sólo
Tratamiento intrahospitalario cuando es imprescindible (142-144). Es una
forma de proteger del riesgo vital y de con-
Los criterios que aconsejan el ingreso tener la ansiedad que provoca la ganancia
son: de peso; asimismo, alivia a los familiares
de la responsabilidad que temporalmente
— Importante desnutrición, con peso infe- pasan al equipo médico.
rior al 85 % del peso ideal, que no ha En el ingreso se necesita la colaboración
respondido a tratamiento ambulatorio de personal entrenado, ya que su papel es
en un tiempo razonable. Es causa inelu- muy importante. Debe evitarse la adjudi-
dible si la pérdida es del 40 % y sobre cación de roles «buenos o malos» según la
todo si ha sido rápida. función de un profesional u otro. Las órde-
— Conductas muy perversas para contro- nes y normas han de ser claras, pues son
lar el peso: ingesta de grandes cantida- frecuentes las actitudes manipuladoras o los
des de laxantes o diuréticos, vómitos intentos de engaño. El paciente suele bus-
incoercibles, con pérdida de control en car la complicidad de algún miembro del
atracones/vómitos. equipo y trata de enfrentarle con otros; por
— Comorbilidad psiquiátrica grave, como eso, las normas han de ser transparentes,
riesgo de suicidio, psicosis, depresión, con criterios comunes y sin ambigüeda-
abuso de drogas o alcohol, personali- des. A veces, el paciente genera entre los
dad patológica grave. profesionales emociones muy contradic-
— Crisis familiar grave o familia muy des- torias que será necesario analizar. Se evi-
estructurada. tarán las actitudes policiales o perseguido-
— Complicaciones médica como hipokale- ras, pero se cuidará de que las normas sean
mia < 3 mEq/l, hiponatremia < 125, hi- nítidas y concordantes, evitando la división
dro, comorbilidad psiquiatría, armonía de 2. Gull WW. Anorexia hysterica (apepsia hysteri-
las relaciones familiares y presencia o ausen- ca). Br Med J. 1873;2:527-8.
cia de fantasías sexuales (167, 176). Entre 3. Gull WW. Anorexia nervosa (apepsia hysterica,
anorexia hysterica). Trans Clin Soc Lond.
los varones con indiferencia hacia el mundo 1874,7:22-8.
sexual, este aspecto es uno de los que más 4. Gull WW. Clinical notes. Lancet. 1888;1:
tardan en normalizarse tras la recupera- 516-7.
ción en otras áreas, como la alimentaria, 5. Lasègue CH. De l'anorexie hysterique. Arch
afectiva o social (25, 177). Se podría hablar Gen Med. 1873; 21:385-403.
de «alexitimia sexual» por su dificultad para 6. Vandereycken W,Van Deth R. Who was the
first to describe anorexia nervosa: Gull or Lasè-
describir estos sentimientos. Su impulso
gue? Psychol Med. 1989;19:837-45.
se debilita, existe cierta indiferencia sexual, 7. Sands E,Wardle J. Internalization of ideal body
abandonan las amistades femeninas y des- shapes in 9-12 year-old girls. Int J Eat Disord.
aparecen las poluciones nocturnas y las mas- 2003;33:193-204.
turbaciones. 8. Collins JK, Beaumont PJV,Touyz SW, et al.
Se han relacionado los TCA en varones Variability in body shape perception in anorexic,
bulimic, obese and control subjects. Int J Eat
con la identidad sexual y en diversos tra-
Disord. 1987;6:633-8.
bajos se encuentra mayor proporción de 9. Beaumont PJ. The history of eating and dieting
homosexuales (178, 179). La mayor inci- disorders. Clin Appl Nutr. 1991;1:9-20.
dencia entre los homosexuales puede aso- 10. Hoek VW,Van Hoeken D. Review of the pre-
ciarse con la superior preocupación por la valence and incidence of eating disorders. Int J
imagen corporal y el físico, lo que incre- Eat Disord. 2003;34:383-96.
mentaría su vulnerabilidad, ya que se mues- 11. Woodside B, Garfinkel PE, Lin E, et al.
Comparisons of men with full or partial eating
tran más insatisfechos con su figura y peso disorders, men without eating disorders and women
(180). Se han descrito casos en algunos tran- with eating disorders in the community. Am J
sexuales (105, 181) y nosotros también tuvi- Psychiatry. 2000;158:570-4.
mos un paciente con estas características. 12. Thomas JP, Szmukler GI. Anorexia nervosa in
Como se comenta en el capítulo de la patients of Afro-Caribbean extraction. Brit J
vigorexia, se han observado similitudes entre Psychiatry. 1985;146:653-6.
13. Bhadrinath BR. Anorexia nervosa in adoles-
la anorexia y el corredor patológico, más
cents of Asian Extraction. Brit J Psychiatry.
frecuente en los varones, los cuales incre- 1990;156:565-8.
mentan sus carreras de forma exagerada ante 14. Nasser M. Comparative study of the prevalence
cualquier estrés, como una forma más acep- of abnormal eating attitudes among Arab fema-
table socialmente. Corredores y anoréxicos les students of both London and Cairo universi-
tienden al aislamiento social, a la eficiencia ties. Psychol Med. 1986;16:621-5.
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