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Núm.

01 | Ejemplar gratuito
Paco Ignacio Taibo II en Capítulo I š Carmen Boullosa
escribe para Los Suicidas š Entrevista a Daniel Sada
María Aura en Caras vemos, escritores no sabemos
Pastiche: homenaje a Roberto Bolaño
|EDITORIAL|

“E
l nombre les queda”, dijo el es-
pañol rubio como de metro
ochenta, sonrisa amable, “lan-
zar una revista literaria en México, a inicios
de 2009, es un suicidio; comercial, por lo
menos”. Ni hablar. Los proyectos suicidas,
ésos que apuestan a la posibilidad remota
en contra del sentido común de mercado no
nacen de la pasión ni del sueño de gloria, sino
de una necesidad más primaria. Su objetivo
es la ejecución del proyecto, no el producto
terminado. Eso es Los Suicidas. En este pri-
mer número, les tenemos invitados de lujo,
Carmen Boullosa que estará colaborando con
nosotros en este y los números siguientes.
Paco Ignacio Taibo II que nos pasó el primer
capítulo de su nueva novela de piratas. Des-
pués de décadas, revive el mítico Sandokán y
sus tigres de Malasia, quienes bajo el control
de Taibo son más anti-imperialistas que nunca.
Tenemos una entrevista con Daniel Sada,
premio Herralde de novela 2008, donde des-
cubriremos quién es detrás de los párrafos y
su postura frente al suicidio. Nos vamos de
viaje por los submundos de las filias sexuales
y una de sus prácticas más controversiales.
Visitamos al chileno Bolaño en un texto ho-
menaje a sus detectives salvajes, y también
revisaremos algunas de las manías de los es-
critores contemporáneos.
Sean ustedes bienvenidos a Los Suicidas.
Sirva esta editorial de invitación a todos
los interesados en ver nuestro proceso de
caída. Búscanos cada tres meses.
Suicidarse es gratis. Los Suicidas también.

Los Suicidas | 1
ÍNDICE
01 Editorial 20 Odradek

Visita
EDITORIAL
Director editorial
César Augusto Tejeda Argüelles Optimismo
ctejeda@lossuicidas.com.mx
Coordinador editorial 04 Manías y Caprichos exacerbado
¿Qué tienen en común
www.
Hernán Ganesh Sarquís de la Torre Por Alejandro García Abreu
hsarquis@lossuicidas.com.mx
los perros y algunas
24
Consejo editorial

lossuicidas
Elías Chávez
conejitas de Play Boy? Dossier
Alejandro García Abreu
Eunice Mier y de la Barrera
Rubén Rojo Aura
Por Elman Trevizo Higuera

Correctora de estilo
Eunice Mier y de la Barrera
08 Mitología reciclable
El Ícaro contemporáneo
26 Pregúntale al
Doctor Strangelove .com.mx
Colaboradores
Carmen Boullosa
Por Eunice Hernández
Yerno Infeliz
Alvaro García
Alejandro García Abreu Por H.G. Sarquís
Dora Márquez
Imai
Eunice Hernández
Eunice Mier y de la Barrera 12 Cine
Mishima 30 Entrevista 48 Caras vemos,
escritores no sabemos
Elman Trevizo Higuera
Iván Vilchis Ibarra Por Iván Vilchis Ibarra
Paco Ignacio ¡Estoy viva!
Mail Taibo II Por María Aura

14
revista@lossuicidas.com.mx
Sexocracia Por César Tejeda
ARTE Y DISEÑO
Arte y diseño editorial
Hipoxifilia
Por Dora Márquez
52 Un suicidio de Cecilio Babosa
Por Imai

35 Capítulo I
Biutiful, S.C.
hello@biutiful.com.mx
Por Paco Ignacio Taibo II
Asesoría de arte
Carla Qua
18 El chaperón 54 Pastiche
Mezcal Los Suicidas
39
Fotografía
Mariana Guevara La valquiria
Mariana Sevilla Por César Tejeda
María Alicia Tejeda
Iván Vilchis Ibarra
LOS SUICIDAS®, Publicación trimestral, 6 de Abril del 2009. Editor El escritor y
un suicida. 58
Responsable: Hernán Ganesh Sarquís de la Torre. Director General:
Ilustraciones César Augusto Tejeda Argüelles. Número de Certificado de Reserva
Carmen Boullosa
Carla Qua
Marylen Alatriste
otorgado por el Instituto Nacional de Derecho de Autor: 04 – 2008 -
121613482500 Certificado de Licitud de Título número: en trámite
Daniel Sada El más bien siempre
Imai
Miguel Ángel Loredo Certificado de Licitud de Contenido número: en trámite LOS SUICIDAS
Por Eunice Mier y de la Barrera de Daniel Sada
Ferruco

44
es una publicación de Editorial Patas Arriba S. de R.L. de C.V. con domicilio
Ilustración de portada
Pablo Caballero
en Amatlán # 104 colonia Condesa. C.P. 06170 México D.F. Tel. 1054 6832
E-Mail: patasarriba@lossuicidas.com.mx Imprime: Ediciones Del Lirio
con domicilio en Azucenas número 10 Col. San Juan Xalpa Delegación
Duty Free
In Memoriam 62 Libros
Como una mordida
COMERCIALIZACÓN Y PUBLICIDAD Por Monserrat Varela Mejía
Roberto Sánchez.
Iztapalapa C.P. 09850, México D.F. Teléfono 5613 4257. Distribuido por:
Editorial Patas Arriba S. de R.L. de C.V. con domicilio en Amatlán # 104
en la entrepierna
T. 5272 6088 Por Alvaro García
rsanchez@publiscorp.com colonia Condesa. C.P. 06170 México D.F. Tel. 1054 6832

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|MANÍAS Y CAPRICHOS| |MANÍAS Y CAPRICHOS|

¿Qué tienen en común


No sólo Salma Hayek, Paris Hilton, Belinda y las conejitas de Play Boy tienen como
mascotas a perros de diferentes razas que siempre traen consigo o los presumen con
euforia desmedida apenas alguien va a visitarlas a sus lujosas residencias. También

algunos escritores y las algunos escritores tienen a los perros como fieles compañeros y hasta se fotografían
con ellos. Si pensaron que sólo los mininos ocupaban un lugar especial en la vida de los
literatos, he aquí un ejemplo de lo contrario.

conejitas de Play Boy?


N
o es nuevo hablar de la gran afición de Sergio Por Elman Trevizo Higuera
Pitol por los perros. Esto lo saben bien los ami-
Pero, dime, Orfeo, gos de este conocido escritor que han recibido
¿no se os ocurrirá alguna vez a los perros creeros hombres, llamadas telefónicas a horas inusuales preguntándoles
así como ha habido hombres que se han creído perros? ¿no quieres un perro? Ya no tengo espacio para uno más
Miguel de Unamuno en mi casa.
El amor que les tiene no sólo se nota en su convi-
vencia diaria, sino también en su escritura, pues no se ha
aguantado las ganas de hacer ensayos sobre los canes, por
ejemplo el prólogo que escribió para la novela de Virgina
Woolf, Flush, la cual trata sobre las aventuras de un cocker-
spaniel que en un principio vive en una modesta finca para
repentinamente mudarse a la mansión de una poetisa.
También, en 1997 Pitol publicó un ensayo sobre relatos pro-
tagonizados por perros, mencionando a Berganza y Cipión
de Cervantes, Sharik de Bulganov, Kashtanka de Chejov,
Niké de Tibor Dery, entre otros canes que han ocupado el
lugar de honor en alguna historia, aunque muchos de ellos Esto lo saben bien
son perros callejeros con un gran sufrimiento; pero curio- los amigos de este
samente ese sufrimiento, más que canino, es humano. conocido escritor que
Aunque cabe preguntarse cómo es un sufrimiento canino.
han recibido llamadas
Sólo ellos lo sabrán.
El escritor veracruzano recuerda en ese ensayo, la re- telefónicas a horas
lación que han tenido muchos escritores con los perros. Tal inusuales preguntándoles
Ilustración: Miguel Á.Loredo

es el caso de Bauschan con Thomas Mann, y Tulip con J. R. ¿no quieres un perro?
Ackerley; ambos autores escribieron testimonios de la vida Ya no tengo espacio para
con sus mascotas, argumentando que gracias a los perros
uno más en mi casa.
lograron la verdadera unidad con el universo.

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|MANÍAS Y CAPRICHOS| |MANÍAS Y CAPRICHOS|

Al parecer, Pitol comparte esta opinión, pues al pla- la puerta, Bellatin da media vuelta y se retira indignado, como compañía pueden servir los canes,
ticar de su vida cotidiana en diversas entrevistas dice platicando con su rechazado compañero. también sirven para detectar droga, en-
que vive en una casa y un jardín que cuesta un dineral A lo largo de la literatura han existido innumerables contrar a personas perdidas, para salvar
mantenerlos; no se aburre nunca, pasa temporadas en escritores que profesan cariño a estos seres considerados vidas; y quizá con el tiempo sirvan para
soledad y cerca de la naturaleza; pero de lo único que no los mejores amigos del hombre, aunque escritores como detectar los malos libros escritos por sus
podría prescindir es de sus perros. Monsiváis y Elena Garro digan que los gatos tienen más amos. Serían de gran ayuda para saber
Quienes se han acercado a las entrevistas de este derecho de ocupar este puesto. qué libro puede publicarse y cuál requiere
autor, ganador del Premio Cervantes en el 2005, segu- Franz Kafka es uno de esos autores que atenuaron su encajonarse por un buen tiempo.
ramente encontraron los nombres de sus fieles compa- soledad teniendo varios perros a su lado. Pero no solamente Ahora sí, cuando nos pregunten, ¿qué
ñeros, Homero, Diana y Sacho. Todos ellos tan dispares tienen en común las conejitas de Play Boy
en personalidad y sufrimiento, que al referirse Pitol a ellos, y algunos escritores?, diremos sin titubear,
pareciera que habla de tres seres humanos que lo extrañan el gusto por los perros y las pasarelas.
cuando sale de viaje y lo reciben con alegría y “pillerías” a
su regreso en la casa de Xalapa.
Por ese amor que les tiene a los perros, mantiene un
constante apoyo a asociaciones que se dedican a su adop-
ción. Como muestra: el 27 de enero de 2007 se trasladaron
a los habitantes del albergue canino de Amigos de los Ani-
males de Xalapa a su nuevo hogar en el Centro Veterinario
y de Convivencia “Sergio Pitol” en Palo Gacho.
Casi al término del siglo anterior, el fotógrafo Roge-
lio Cuellar realizó una sesión de fotografías al autor de
El viaje en su casa de campo de un pueblo español; en
una de ellas, el escritor aparece con Sacho, un collie bar-
budo que lo acompaña a todas partes viajando miles de
kilómetros, convirtiéndose en un perro peregrino, igual
…hay escritores que su amo. En su libro El arte de la fuga, Pitol relata un
mexicanos como Mario extraño sueño protagonizado por Sacho.
Bellatin y Xavier Velasco que Así como Sergio Pitol, hay escritores mexicanos
como Mario Bellatin y Xavier Velasco que no dejan a sol y
no dejan a sol y sombra
sombra a sus cuadrúpedos, y cuando tienen oportunidad,
a sus cuadrúpedos, y cuando miran a la lente de una cámara sonriendo y abrazando a
tienen oportunidad, miran sus peludos camaradas. Se rumora – no es oficial – que
a la lente de una cámara muchas veces Bellatin ha llegado a eventos con un perro
sonriendo y abrazando a sus galgo que lo acompaña a todos lados, como es común
en muchos lugares públicos, le han prohibido la entrada
peludos camaradas
con el animal. Después de discutir con el encargado de

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|MITOLOGÍA RECICL ABLE|

El
ÍC
ÍCARO
CONTEM
CO
PORÁNEO
“Vete por la sombrita
porque los bombones se derriten con el sol.”
Dicho popular

H
Por Eunice Hernández ay quienes necesitan instructivo incluso para volar. Otros a pesar
de seguir minuciosamente cada paso, nunca logran despegarse
del suelo, y unos cuantos, reciben el instructivo de manera gratuita,
lo miran con curiosidad, lo cuestionan, lo transgreden y vuelan hacia lo
alto para luego caer despavoridos, deslumbrados por el sol; éstos son los
ÍCAROS contemporáneos.
Confieso ser una de ellos: he volado por los cielos de mí misma, por la
bóveda celeste que contiene a la realidad, y en muchas ocasiones, a pesar
del equilibro del vuelo, el vértigo me ha invitado a soltar las alas y dejarme
caer. Caer por la noche, caer por el día, caer por las ilusiones, por los sueños,
Ilustración: Carla Qua

pero al fin y al cabo, caer.


Quizá el vértigo, ese exquisito o nauseabundo mareo es la caracte-
rística principal de todo ÍCARO, antiguo y moderno. Pero no es cualquier

8 | Los Suicidas
|MITOLOGÍA RECICL ABLE| |MITOLOGÍA RECICL ABLE|

vértigo, es una excitación que se produce al final del vuelo rrar a su hijo, el temible Minotauro. Y y guarda siempre en los aires una distancia conveniente. Si te
y que está cosido al deseo incandescente de trascender, al como en toda buena historia, Minos elevas demasiado hacia el sol, su calor fundirá la cera de tus
apetito feroz de llegar más alto, de querer más, aún sa- ha desterrado a ÍCARO y a su padre alas; si vuelas demasiado bajo, la humedad del mar, las hará
biendo que esto producirá el catastrófico descenso. a esta peligrosa prisión por culpa de en extremo pesadas para tus débiles fuerzas. Evita uno y otro
Por lo general, el término caer tiene una connotación una mujer: Ariadna. Mas no os con- extremo y sígueme sin cesar”.1
negativa, pero cualquiera que haya saltado del bungee, ra- fundáis, ni ÍCARO, muchacho imberbe Ahí está: la solución entregada, el instructivo claro para vo-
peleado o que se haya deslizado en una avalancha, conoce todavía, ni DÉDALO, alma caritativa y lar, tan sólo con una mínima restricción que obviamente ÍCARO
las delicias del sucumbir, del inmenso éxtasis de bajar. Por bonachona cual profesor de la UNAM, no puede evitar. Así, comienza el vuelo temeroso, siguiendo el
ello, diría yo, que el ÍCARO contemporáneo por excelencia están enamorados de Ariadna, sino consejo del padre; pero una vez en los aires, sintiendo en su
es el Extreme-sport man. que DÉDALO siguiendo su impulso cuerpo el cosquilleo del viento y el encanto de flotar, se eleva
Ya sea en su versión urbana o eco-turista, el Extreme- filantrópico de poner la ciencia al ser- como un rayo solar.
sport man (o girl) se deleita con vivir en el límite, en la del- vicio de la humanidad, decide darle La imprudencia, la arrogancia, lo inevitable: las alas de
gada línea de la imprudencia y la estupidez, y la pasión glo- a Ariadna el ovillo mágico con el que ÍCARO como el eco de una sentencia se derriten como bom-
rificada del deporte, de la adrenalina corriendo por todos Teseo, su enamorado, podrá regresar bones por culpa del sol. ÍCARO tan obediente como un yuppie
los espacios de su cuerpo. del laberinto después de matar a su en su nave recién estampada en los carriles del segundo piso
Otros más delicados, como los artistas, también con- hermano, el grotesco Minotauro. del periférico, tan soberbio como cualquier hijo moderno mi-
forman este célebre grupo de los ÍCAROS contemporáneos, Conclusión: los mitos griegos sí nutos antes de la famosa y casi siempre verídica frase del te
pues qué sensación más vertiginosa que la de exponerse dan de qué hablar, pero más allá del es- lo dije, del ay, mi hijito.
a la crítica y a la descapitalización económica con el úni- cándalo acostumbrado y de las perver- Caer, estallar y en el mejor de los casos, rebotar pueden
co objeto de crear algo nuevo, hermosamente perfecto, y sas relaciones familiares entre dioses, ser los infortunios de volar sin manuales didácticos y sin
a veces, hermosamente inútil; qué comportamiento más héroes y simples mortales, nótese que paracaídas, pero en el desciframiento de los mitos siem-
propio de un ÍCARO que desprender el vuelo por la vida con DÉDALO e ÍCARO se encuentran en la pre hay elementos que brillan como la imagen de cualquier
maletas, con libros, con estudios y con esa tranquilidad de situación en la que están por la tiranía, ÍCARO planeando libremente por los cielos, o el transeúnte,
un Boeing 776 para aventarse por la salida de emergencia por la represión de un violento Minos, que sentado desde el parque, confirma la paradoja nietzs-
justo antes de la cortesía de bebidas nacionales, solamen- y la única forma posible de escapar, es chesiana que dice que “cuanto más nos elevamos, más pe-
te por la impetuosa necesidad de echarse un chapuzón en volar… elevarse sobre la fortaleza de queños parecemos a quienes no saben volar”.
el agujero de la creación. piedra, sobre la isla que encierra al la-
No obstante, ni el vértigo, ni la voracidad son los úni- berinto y sobre el mar custodiado por
cos rasgos del ÍCARO contemporáneo, así que para enten- los navíos del rey Minos hasta llegar a 1 HUMBERT, Mitología griega y romana, España,
der a este arquetipo moderno, hay que mirar su decisión la libertad. Editorial Gustavo Gili, p. 178
primera de por qué volar. Una vez más, Dédalo hace uso de
En el mito griego, ÍCARO y su padre DÉDALO, son en- su ingenio y construye lo nunca ima-
cerrados en el laberinto que paradójicamente el mismo ginado: un instrumento para volar…
DÉDALO construyó por mandato del rey Minos para ence- “Hijo- le dice a ícaro- vuela con prudencia

10 | Los Suicidas Los Suicidas | 11


|C
S IENC EC |I Ó N |

MIS
MISHIMA: “Una vida en cuatro
capítulos” de Paul Schrader.
Por Iván Vilchis Ibarra de su mentora); “El Arte” (donde Mishima evoluciona como

¿C
uáles son los medios de ex- escritor de numerosas novelas y obras de teatro, y obtiene
presión que utiliza el hombre conciencia de la importancia de la belleza física como parte de
para transmitir su ideología la ética); “La acción” (nos muestra su etapa como líder público
de vida? Algunos pensarían que la literatu- y de su ejército. Los ideales políticos arraigados en la mente
ra, la música, la pintura o cualquiera de las de este personaje tienen eco en la cabeza de jóvenes dispues-
bellas artes; pero cuando un hombre utiliza tos a dejar la vida misma por un Japón puro y sin capitalismo);
el fin de su vida como medio de expresión y “La armonía de la pluma y la espada” (la última expresión
es preciso mencionar a Yukio Mishima. artística e ideológica de Yukio Mishima).
Autor de novelas como Música, Confe- Estéticamente, Mishima es una combinación de un
siones de una máscara y Nieve de Primave- ambiente excitante lleno de color y escenas filmadas en
ra, Mishima se diferenció desde pequeño blanco y negro. Es importante mencionar que la colabora-
de los demás niños por su condición en- ción de John Bailey (fotógrafo), Eiko Ishioka (diseñador de
fermiza. Cuando alcanzó una edad adulta producción), Phillip Glass (compositor) y el equipo de pro-
comenzó a entrenarse, física y mental- ducción formado por los legendarios Francis Ford Coppola
mente, para dejar atrás su pasado de fra- y George Lucas, es una parte fundamental en la realiza-
gilidad y poder así llegar a la plenitud. ción de esta cinta. Extractos de la obra de Mishima son
Mishima convirtió sus ideales políticos representados en secuencias llenas de escenografía colo-
en una doctrina, formó y entrenó a su pro- rida que recuerdan al teatro Kabuki y nos transportan a un
pio ejército, y finalmente, escribió el final de mundo complejo, pero a la vez hermoso. La actuación de
su vida en un acto suicida. Es irónico que su Ken Ogata explora las partes más sensibles del escritor y
última herramienta literaria fuera la espada nos muestra una cara más simpática del personaje, des-
de un samurai y su propia sangre. de su oculta homosexualidad hasta su disciplinado papel
Era de esperarse que la vida de este per- como general de un ejército, Ogata interpreta a Mishima
sonaje fuera plasmada en el negativo de una con una sutileza magnífica que nos hace reflexionar, más
película por otro artista con la sensibilidad que juzgar, a un hombre dispuesto a llevar sus ideales has-
y visión del propio Mishima. Paul Schrader, ta las últimas consecuencias. El acto mismo de entregar la
guionista de importantes obras cinemato- vida como un medio de expresión es algo para reflexionar y
gráficas como Taxi Driver y La última ten- honrar a cualquiera que esté dispuesto a hacerlo:
tación de Cristo, escribe y dirige la cinta que “…en el instante en que la espada desgarró su carne,
narra la vida y muerte de Yukio Mishima. En el disco luminoso del sol se levantó detrás de sus párpa-
su obra, Schrader explora cuatro capítulos dos y explotó, iluminando el cielo por un instante”.
de la vida de su personaje: “La belleza” (una
introspección de su etapa infantil donde es Mishima | Dirección: Paul Schrader, Guión: Paul Schrader, Fotografía:
criado por su abuela y marcado por la muerte John Bailey, Nacionalidad: USA, JAP, Duración: 120 minutos, Género:
Biográfica, Año: 1985.

12 | Los Suicidas
|SEXOCRACIA|

Si en la guerra como
el amor todo se vale…
¿por qué en el sexo no?

Hipoxifilia Dejaré todo mi aliento entre tus manos.


Diario del otro yo

Por Dora Márquez

T
an sólo imaginar que somos susceptibles lia, o asfixia erótica, ese placer devenido tras un
a que alguien nos robe el aliento ha dejado decremento de la captación de oxígeno, de la pa-
de ser una somera y pueril idealización ro- reja o la propia, a través de la obstrucción de las
mántica de la inquietante presencia del amante vías respiratorias.
para transformarse en la asimilación rotunda y En una básica conceptualización del hecho,
profunda de la unión entre la vida y la muerte, no sobrarán las categorizaciones de la asfixia
coexistente ante el desborde del placer, porque erótica como una perversión -una desviación del

Fotografías: Mariana Sevilla Modelo: Natalia Camila Hernández


¿no es una pausada muerte el lento abandono de acto o instinto sexual- o una parafilia, es decir,
la respiración?, ¿no es el deshilado hálito provo- una constante presente que dirige el máximo
cado por el gozo una fusión entre nuestro éxtasis placer sexual a algo más allá de la penetración.
y nuestra extinción? Como quiera considerarse, la hipoxifilia pone de
El bloqueo de la respiración causada por la manifiesto mucho más.
estampa del amante ha sido durante varios años Esta practica se incluye en las denominadas
una expresión coloquial adjudicada principalmen- BDSM (Bondage, Dominación, Sado-masoquismo),
te a una naturaleza sosa, pero paralelamente hay que traen tras de sí un extenso discurso reflexivo de
quienes, sin llenarse de palabras, la han conver- sus practicantes para definir sus motivos de ser.
tido en un acto concreto, certero y provocado, Quienes la realizan, ya sea solos o acom-
generando lo que hoy conocemos como hipoxifi- pañados, atan alrededor del cuello cintas, lazos,

14 | Los Suicidas
|SEXOCRACIA| |SEXOCRACIA|

Psicológicamente, los motivos y placeres va- de la sangre, por ello la presencia de pigmenta-
rían de un practicante a otro, por lo que es imposible ciones moradas o azules en la piel, trastornos
generalizarlos. Creo, simplemente que el placer visuales, fijeza en la mirada, zumbidos en los
El bloqueo de la de los hipoxifílicos, como el resto de los placeres oídos y desmayos, convulsiones que inician en
respiración causada por sexuales, se encuentra en una unión constante el rostro y continúan en las extremidades, vela-
la estampa del amante con la fantasía e imaginación, traspasando por ción de esfínteres y finalmente, la muerte. Así
ha sido durante varios mucho la cópula convencional o aquella destina- mismo, puede originarse una parálisis cardíaca
da para fecundar, y quizá, metafísicamente ha- por la falta de ventilación pulmonar al obstruir la
años una expresión
blando, el gozo máximo se crea en la divergencia laringe o a consecuencia de un ataque de pánico,
coloquial adjudicada de vida y muerte que se encuentra durante el así como los efectos colaterales de disfagia, ron-
principalmente a una orgasmo y que coloca a la fusión sexual como quera, dificultad permanente para respirar, am-
naturaleza sosa, un espacio donde los límites desaparecen y se nesia o trastornos mentales y emocionales. De
pero paralelamente hay encuentra ese camino de morir y renacer. ahí, que los mismos miembros de la comunidad
Sin embargo, sean cuales sean los motivos, BDSM marquen pautas para reducir los riegos en
quienes, sin llenarse
no hay que perder de vista que esta práctica, sus prácticas. Comentan que deben ser actos SSC
de palabras, la han como otras tantas, claramente pone en riesgo la (safe-sane-consensual) es decir, seguros a través
convertido en un acto vida. Un mal cálculo de fuerza, tiempo e incluso de la información, el uso de objetos de fácil ma-
concreto, certero y de interpretación, puede transformar la experien- nipulación y de materiales flexibles (como goma
provocado, generando cia placentera en un hecho mortal. Determinar la o plásticos suaves) y la diferenciación constante
muerte por asfixia erótica, sobretodo la auto as- entre la fantasía y la realidad; sanos al practi-
lo que hoy conocemos
fixia, es muy complejo, dado que las circunstan- carse sin consumir drogas o bebidas que dislo-
como hipoxifilia... cias se asemejan a una escena de suicidio. Para quen la percepción y los movimientos y bajo la
ello, deben tomarse en cuenta tanto los objetos consideración constante de la experiencia de los
que rodean la escena como la postura del cuerpo practicantes para asumir el nivel de intensidad, y
y aspectos psicológicos de las víctimas. por último deben ser prácticas consensuadas, es
La muerte de Michael Hutchence en 1997, decir, realizarse posteriormente al acuerdo de la
cinturones o cuerdas con nudos que puedan ma- semi-alucinación; además, provoca la contrac- fue registrada oficialmente como suicidio aun- forma, intensidad y señales de alto para terminar
nipularse a voluntad, también pueden introducir ción de la musculatura de las vesículas semina- que se sospecha que murió mientras realizaba en el momento en cualquiera de sus practicantes
objetos a la boca para dificultar aún más la res- les lo cual origina una erección y el vaciamiento una auto asfixia erótica. En 2004, el miembro de no desee continuar.
piración, así como cubrir la cabeza con bolsas o del esperma. la extrema derecha británica Kristian Etchelles La próxima vez que sientas que alguien te roba
capuchas, los más extremos llegan a ingerir sus- Existen rumores que durante el siglo XV esta fue encontrado bajo circunstancias similares; así el aliento, piensa en tu imaginación sexual respon-
tancias que disminuyen la captación de oxígeno. práctica fue utilizada como un remedio contra la mismo, los informes forenses de Estados Unidos sable, que sin duda será tu mejor aliada…Al final,
Científicamente, el placer físico se origina disfunción eréctil y la impotencia, tras observar registran muertes por asfixia erótica entre 500 y cada quién decide, porque esto es una Sexocracia.
porque la escasa oxigenación del cerebro, deno- que víctimas sentenciadas a la horca, presentaban mil personas.1
minada asfixia eufórica simple y parcial, envuel- erección y/o eyaculación durante el ahorcamiento El bloqueo de la respiración provoca conges- 1 http://www.elmundo.es/papel/hemeroteca/1994/02/10/
ve a la persona en un estado muy parecido a una e inclusive, después de la muerte. tión del sistema nervioso cerebral, estancamiento mundo/554475.html

16 | Los Suicidas Los Suicidas | 17


|EL CHAPERÓN|

1 Tienes una opción. Vivir o mo-


rir. Cada suspiro es una opción.
Cada minuto es una opción.
2 La vida es como una película, si ya te echaste
la mitad y cada segundo fue malo, probable-
mente no va a mejorar al final. Nadie puede
culparte por salirte del cine antes.
Ser o no ser.
Doug Stanhope
Chuck Palahniuk

4
El suicidio es un derecho humano fundamen-

3
tal, esto no significa que sea moralmente
El suicidio a veces nace de la cobardía,
deseable. Sólo significa que la sociedad no
pero no siempre; la cobardía a veces lo
tiene el derecho moral de interferir.
previene, ya que hay tantos de los que
viven por miedo a morir como de los Thomas Szasz
que mueren por miedo a vivir.
Charles Caleb Colton

5 A nadie le faltan buenas


razones para suicidarse.
Cesare Pavese
6
When you’ve got nowhere
to turn, turn on the gas.
Truman Capote

8
A mis editores: A vosotros, que os habéis enriquecido con mi
piel, manteniéndome a mí y a mi familia en una continua semi-
miseria o aún peor, sólo os pido que en compensación por las

7 El suicidio es muchas veces


el punto final a una carrera
artística.
Kurt Vonnegut, Jr
ganancias que os he proporcionado, os ocupéis de los gastos de
mis funerales. Os saludo rompiendo la pluma.

Emilio Salgari

10
El único problema filosófico verdaderamente serio es el

9
Nueve hombres de cada suicidio. Juzgar si la vida es o no digna de vivir es la res-
diez son suicidas. puesta fundamental a la suma de preguntas filosóficas.
Benjamín Franklin Todo lo demás -si tiene o no el mundo tres dimensiones,
si la mente tiene nueve o doce categorías- viene después.

11
Entre las miserias de nues- Ésos son juegos; aquello se debe contestar primero.
tra vida en la tierra, el sui- Albert Camus
cidio constituye el más
preciado don que Dios ha

12
concedido al hombre. Yo entiendo que la posibilidad de matarse constituye una
válvula de seguridad. Teniéndola, el hombre no tiene dere-
Plinio el viejo
cho a decir que la vida es insoportable.
Tolstoi

18 | Los Suicidas
|O
S EDCRCAI D
ÓENK| | | O| SDERCACDI ÓE N
K|

Optimismo
exacerbado
“que es el mozo alegre,aunque su alegría
paga mil pensiones a la melarquía”
Góngora

Por Alejandro García Abreu

C
onstan autores que prefiguran su suicidio
en su obra, que lo anuncian y anticipan. En
el extremo opuesto se encuentran aque-
llos que destilan bienestar y holgura, cuyos tex-
tos refutan el acto final.
Resulta paradójico: el inventor del optimis-
mo se suicidó. Dale Carnegie nació en 1888 en casó con Dorothy Price Vanderpool, también di-
Maryville, Missouri, donde creció en una granja. vorciada. Tuvo dos hijas, Rosemary, de su prime-
En su juventud, trabajó en el campo y a la vez ra esposa, y Donna Dale, de la segunda.
realizó sus estudios en el State Teacher’s Colle- Dale Breckenridge Carnegey cambió su
ge en Warrensburg. Posteriormente, vendió cur- nombre con la intención de “satisfacer las nece-
sos de correspondencia a hacendados; luego se sidades de sus clientes” y obtener mayores ga-
convirtió en exitoso vendedor de tocino, jabón nancias. Manipuló ortográficamente su apellido
y manteca de la empresa Armour & Company, y materno para que coincidiera con el del empre-
así consiguió salir de la pobreza que había sufri- sario Andrew Carnegie —fundador de la Carnegie
do durante largo tiempo. Su primer libro, publi- Steel Company, del Carnegie Hall y la segunda
cado en 1936, fue Cómo ganar amigos e influir en persona más rica de la historia, después de Ro-
la gente, y se ha convertido en uno de los libros ckefeller—, cuando éste era signo de respeto y
Ilustración: Carla Qua

más vendidos de la historia y ha sido traducido reconocimiento. Dale Carnegie, autor también
a decenas de idiomas. El primer matrimonio de de cursos para aprender a relacionarse, conseguir
Carnegie acabó en divorcio en 1931. En 1944 se amigos y alcanzar el éxito en la vida, es el padre

20 | Los Suicidas Los Suicidas | 21


|ODRADEK| |ODRADEK|

la mano sobre sí mismo. La razón es obvia: si los


Dale Carnegie, autor también lectores y los asistentes de los cursos supieran que
de cursos para aprender su gurú se quitó la vida, la empresa Carnegie —una
a relacionarse, conseguir amigos asociación exageradamente redituable— se hundi-
ría inevitablemente. Investigaciones subsecuen-
y alcanzar el éxito en la vida,
tes y diversas fuentes “ilegítimas” han rebatido
es el padre incuestionable del infinidad de veces la versión “oficial”, sin conseguir
género de libros de autoayuda y su la atención de los millones de seguidores.
biografía podría coincidir con la La industria editorial de la autoayuda ha ex-
descripción de algunos personajes perimentado un incremento en los últimos años.
Pretende acercarse a “lo nuevo”, pero no conoce
minúsculos de Kafka
nada nuevo, pues sólo repite lo que el sentido co-
mún dicta. En una ocasión un editor honesto res-
incuestionable del género de libros de autoayuda pondió a la pregunta de por qué hay tantos libros
y su biografía podría coincidir con la descripción de autoayuda: “Hay tantos porque ninguno fun-
de algunos personajes minúsculos de Kafka. ciona. Si los libros de autoayuda sirvieran se habría
Una de sus trilladas frases fue: “si tenemos escrito sólo uno”. Los optimistas aseguran que los
pensamientos felices, seremos felices. Si tenemos buenos momentos son frecuentes y duraderos, y
pensamientos tristes, nos sentiremos tristes”. los malos, eventuales y sin importancia. Creen que
Carnegie fue diagnosticado con la enfermedad de siempre tienen el control de la situación y que son
Hodgkin —un tipo de linfoma maligno— a princi- capaces de solucionar cualquier adversidad repen-
pios de la década de los cincuenta. Tras proscribir tina. Pero el optimismo exacerbado —un asidero
al suicidio en sus libros, devastado por el padeci- alucinógeno— no cura el cáncer, no salva la vida. Y
miento y temiendo el peor desenlace, Carnegie se en sus últimos días lo supo muy bien Carnegie, un
quitó la vida el primero de noviembre de 1955, en charlatán a fin de cuentas. Tras su muerte volunta-
su casa. El paciente adelantó su muerte; hubiera ria, su obra se convierte en un gesto de afectación
cumplido sesenta y siete años el veinticuatro del hilarante, porque resulta contradicha e interrum-
mismo mes. pida. Desde entonces, el optimista por excelencia
Su obituario, publicado por The New York Ti- ha figurado como un caso raro y extravagante en
mes el dos de noviembre de 1955, negó el suicidio, múltiples libros sobre autores y personajes suici-
convirtiéndolo inmediatamente en tabú. Sus he- das. Esos volúmenes, lejos de tratar las dimensio-
rederas y los fundadores del Curso Dale Carnegie nes literarias e históricas del acto o de escudriñar
—un programa de autoayuda basado en un plan las circunstancias de aquellos que exploraron la úl-
de estudios estandarizado, dirigido a todo tipo de tima frontera, trivializan la huida de la propia vida.
público (principalmente a empresarios) e imparti- Por ello, un amigo sugirió en una ocasión que los
do por instructores en muchas partes del mundo— libros sobre el suicidio deberían estar en los ana-
negaron la versión de que el autor había levantado queles de autoayuda de las librerías.

22 | Los Suicidas Los Suicidas | 23


|DOSSIER|

Datos Que nomás en 2007


curiosos se registraron
Suicidas en México.

d 4,394
/
Que de ésos, nomás 773 Que el INEGI
fueron mujeres, de las engloba a 72
cuales 530 decidieron hombres y mujeres

e
usar el método de ahorcamiento suicidas bajo
o estrangulamiento. Sólo 4 el misterioso
lo lograron saltando de un método
lugar elevado. de “otro”.
Que las pastillas son mucho más

-
populares entre las mujeres que entre
los caballeros: 37 de 773 se quitaron
la vida con ellas; entre los hombres la
proporción fue 17 de 3,620.

DATOS desconocidos de suicidio podrían


ser los siguientes:
- Muerte por sobredosis de spots po-
šCk[hj[fehWiÓn_WWbdefeZ[hfW-
rar de reír con las proyecciones de
crecimiento para el 2009 del Banco
šGk[[djh[bei)",(&^ecXh[iik_Y_- sitivos en los canales de Televisa. de México.
das, el método más popular, usado
por 2,797 de ellos, fue también el es- - Muerte por ingesta de datos in- šGk[i_kij[ZYedj[cfbW[bik_Y_Z_eb[
trangulamiento; el disparo de arma comprensibles emitidos por la Se- recomendamos saltar de un lugar ele-
de fuego, en un distante segundo cretaria de Hacienda. vado, por aquello de la originalidad.
lugar, con 486 usuarios satisfechos. - Muerte por compasión al leer el úl- š Gk[ Bei Ik_Y_ZWi de fheck[l[ [b
Y sólo 7 prefirieron el salto de altura timo aumento al salario mínimo. suicidio como respuesta a nada,
como su boleto de salida.
-Muerte por aburrimiento al inten- nomás como respuesta a todo.
šGk[bWH[ZWYY_ŒdZ[BeiIk_Y_ZWi tar procesar el último discurso del
deduce que los “otros” métodos primer mandatario.

24 | L o s S u i c i d a s
| D R. S T R A N G E L O V E | | D R. S T R A N G E L O V E |

|yerno Por H.G. Sarquís más importante es que los nietos te salgan bonitos. Con los
genes no se juega. ¿A qué dijiste que te dedicabas, prieto?”
-Soy pintor.

01 infeliz|
La mesa rompió en carcajadas. Julianito me apretó el
Carta muslo y relamió sus labios, “a mí me encantan los pintores”.
Ya no sé qué hacer doctor. Mi pelota de grasa dice que a
ella no le importa, pero ha cambiado. Está muy distante. Ya
no se lanza por los sidrales. Huele a loción de hombre (cuan-
QUERIDO DOCTOR: do regresa del trabajo, no sé por qué). Ayúdeme por favor.

Fotografías: Miguel Á.Loredo


Mi gordita bella y yo tenemos más de dos meses de no- Atte. Yerno infeliz
vios. La semana pasada, con el pretexto de un cumpleaños, (Carta resumida)
fui invitado a una comida en la que finalmente conocí a mi YERNO INFELIZ:
suegra. Sobra decir que los nervios me asaltaron desde la
noche anterior. No pude pegar el ojo pensando en todas
esas conversaciones en las que mi llenita divina me conta- Tu cobardía parece ser el aspecto más fuerte de tu perso-
ba las cosas horribles que su mamá les había hecho a sus nalidad. Al menos eso pensé hasta que llegué a la parte
ex novios. Usualmente mi imaginación vuela en estas si- de tu carta donde explicas que eres pintor y el dilema
tuaciones sociales e imagino los peores escenarios posibles. empezó: ¿Es más idiota que marica o al revés? Espero
Como cuando terminé la carrera y no quería ir a la gradua- te refieras a pintor de brocha gorda porque si te sientes
ción por miedo al asbesto del salón que rentaron junto a artista deja que te explique algo: el arte requiere carácter,
la plaza de toros. Pero cuando llega la hora de la verdad, bombón. Carácter que no tienes. Un hombre que no sabe
la situación misma nunca es tan horrible. Este caso fue la lidiar con su suegra no es un hombre de verdad.
excepción. La bruja me odió. Para empezar, se refería a mí Originalmente mi respuesta terminaba aquí, pero
como “el prieto ése” (excepto en una ocasión que me llamó por presión del equipo editorial, quienes retuvieron mi
“el enano ése”) y le fue imposible, o al menos eso dijo, apren- cheque hasta que mandara “una respuesta digna de
derse mi nombre. Le aconsejó a mi novia, enfrente de todo nuestros lectores”, decidí extenderme un poco y tratar
el mundo, que me botara y le hiciera caso a Julianito, “el hijo de ayudarte. Seamos honestos: probablemente eres la
de la vecina que siempre te ha echado el ojo”. Mi gorda loca le clase de alfeñique que ayudaba a promocionar los pro-
dijo que Julianito vendía crack en la secundaria de la colonia gramas de Charles Atlas. Abre los ojos: las arañas radiac-
a lo que mamá respondió: “por lo menos él sí sabe vestirse, tivas no existen, Parker. Tuviste la suerte suficiente (o
tiene un gusto impecable para los zapatos” mientras miraba le prendiste un chingo de veladoras a tu San Antonio de
mis Crocs naranjas. Julianito, sentado a mi lado, se defendió: cabeza) como para que una mujer (o eso presumo) se
jamás en su vida había hecho negocios en la secundaria. Se fijara en ti. No lo arruines con exquisiteces. Usualmente
limitaba a los lockers del club deportivo del barrio, donde ven- recomendaría plantarle cara a la harpía. Actuar como hom-
día esteroides a los niños nadadores. La suegra agregó: “lo bre y decirle “Mi nombre es Ausencio, señora” o como

26 | Los Suicidas Los Suicidas | 27


| D R. S T R A N G E L O V E | | D R. S T R A N G E L O V E |

chingados sea que tus padres, malagradecidos con la


sociedad que les dio cobijo, te nombraron. Ésa seguro
fue una noche de copas (o mezcales en la banqueta de
la vinata de tu barrio, en su caso) que tu madre no po-
drá olvidar jamás. Hemos establecido que eres incapaz
de comportarte como un hombre. He aquí una serie de
consejos que tal vez ayuden a tu triste persona.

Consejo NO HAGAS NADA.


(Tu favorito) 01 Escenario A: Tu novia ignora a mamá. Tu novia blan-
de el peso de la culpa sobre tu cabeza por el resto
de su relación imposibilitando que tú la botes. Final-
mente llega hombre nuevo a su vida y te bota.
CONSEJOS

Escenario B: Llega hombre nuevo a su vida y te bota.

Consejo TERMINA CON ELLA.


(El que no
seguirás por puto)
02 Escenario A: Botas a tu novia y quedas devastado. Te
vas a un table en La Merced. Despiertas en un motel
sin poder recordar el nombre de tu ex. Ni de cómo lle-
gaste ahí. Ni los últimos seis meses de tu vida (no se-
ría una gran pérdida, si me preguntas a mí).

Consejo
03 LO QUE HARÍA EL DR. STRANGELOVE
(Muerto el perro se acaba la rabia).

Escenario A: I Invita a tu suegra a un almuerzo en casa


de tus padres. “Quiero que conozca a mi mamá, señora”.
Aplica dos (2) gotas de la solución adjunta a esta carta
en el vaso de jugo de tu suegra. Plancha tu traje negro.
Escenario B: Invita a tu suegra a un almuerzo en casa
de tus padres. “Quiero que conozca a mi mamá, se-
ñora”. Aplica dos (2) gotas de la solución adjunta a
Ilustración: H. G. Sarquis

esta carta en el vaso de jugo de tu novia. Plánchate


a tu suegra.
Suerte con eso, Da Vinci.

28 | Los Suicidas Los Suicidas | 29


|CAPÍTULO I| |CAPÍTULO I|

Entrevista a
Paco Ignacio
Taibo II
Por César Tejeda

Q
ueríamos que Paco Ignacio Taibo II fuera el pa-
drino de Los Suicidas. Una presunta amiga de él
nos había dicho que para conseguir algo así, te-
níamos que llegar al escritor teniendo entre las manos
una propuesta concreta. Pensamos, ambiciosamente,
que un artículo de opinión histórico de tres cuartillas es-
taría bien. La verdad es que hubiéramos dado casi cual-
quier cosa porque escribiera lo primero que le viniera en
gana; en primera, por humildes; y en segunda, porque
a ese tipo de personas suelen venirle en gana buenas
cosas, y sobre todo si vienen primero.
Conseguimos su correo electrónico pero no tuvimos
ninguna respuesta. Luego, un amigo, que es su vecino,
nos dijo exactamente dónde tocar el timbre para encon-
trarlo. Y así hicimos, sólo que nos dijeron que no estaba,
que dejáramos nuestra propuesta de colaboración en el
buzón; y tampoco obtuvimos respuesta.
¿Por qué Paco Ignacio Taibo II? Porque somos lec-
Ilustraciones: Ferruco

tores cautivos de Belascoarán Shayne. Además, porque


teníamos confianza en que nos escucharía; tal vez nos
diría que no, luego nos preocuparíamos por eso, pero los

30 | Los Suicidas Los Suicidas | 31


|CAPÍTULO I| |CAPÍTULO I|

¿Por qué Paco Ignacio Expusimos en pocas y nerviosas palabras el proyecto suicidarse, cómo lo haría? Opuesto a lo que pensé, nuestras Por alguna razón no le gustó mi pregun-
Taibo II? Porque y lo invitamos a colaborar en él. “No, apenas y tengo tiem- preguntas no le provocaron ninguna sorpresa y las contes- ta, tal vez por frecuente o tal vez por estar
po para escribir”, dijo. Lo comprendimos de inmediato. tó con la franqueza y rapidez de siempre. Taibo II es sobre fuera de lugar después. El chiste es que
somos lectores cautivos de
Siempre me he preguntado cómo se puede ser un escritor todo un tipo franco. Nos comentó, con respecto a la primera Taibo II emitió su primer y único monosíla-
Belascoarán Shayne. Además, prolífero y además… no sé, director de un canal de televi- pregunta, que tres de sus compañeros del 68, “gente muy bo de la tarde, “no”.
porque teníamos confianza sión, por decir algo. “Pero les ofrezco el primer capítulo de valiosa”, se había suicidado dejando en él una profunda heri- Tampoco quiso decirnos quiénes eran
en que nos escucharía; tal mi próxima novela”. Y eso era muchísimo más de lo que da, pero que más allá de eso, el suicidio no había tenido nin- sus escritores de novela policiaca favori-
vez nos diría que no, luego hubiéramos imaginado y enmudecimos de la impresión, guna influencia en él ni en su obra. A lo segundo contestó, tos, “siempre que quiero hacer una lista de
con el pretexto, claro, de que cualquier agradecimiento se “pienso que el derecho a morir es sagrado, siempre y cuando cinco terminan siendo cuarenta”. Y pensar
nos preocuparíamos por eso,
hubiera quedado corto. “Vengan por él en un mes, pero uno no se aviente de la azotea y caiga encima de otros dos; que nosotros apenas vamos llegando a
pero los escritores como él háblenme antes para hacer una cita”, dijo aludiendo, segu- sin embargo, soy un optimista patológico y los optimistas Dashiel Hammett y Raymond Chandler…
suelen tener interés en ramente, a nuestra interrupción de aquella tarde. patológicos aguantamos hasta el último”. Taibo se sentó en su escritorio para
escuchar a los demás Esa primera plática con Taibo II fue a mediados de Luego quisimos saber si frecuentaba la obra de mandar a mi correo electrónico el primer
diciembre y no volvimos a sentarnos en su mesa hasta escritores mexicanos menores de treinta años y nos capítulo de El retorno de los tigres de Ma-
escritores como él suelen tener interés en finales de febrero. Es sabido por todos, que a los escri- contestó que estaba más conectado con la generación lasia. Más anti imperialistas que nunca. Se
escuchar a los demás. Descartados esta- tores famosos, cansados de dar entrevistas, les es ago- entre los 30 y 40. Hubiéramos querido preguntarle di- me ocurrió que Los Suicidas podría publi-
ban otros como Villoro, supusimos que biante contestar siempre lo mismo, de modo que nos rectamente por qué no lee a menores de treinta o algo car en cada entrega un capítulo primero y
aunque llegáramos a conseguir el teléfo- rompimos la cabeza… para llegar a las mismas pregun- así, pero Hernán decidió llevar la plática a terrenos más la sección podría llamarse así. Pero luego
no de su casa, nuestra llamada no pasaría tas de siempre. indirectos preguntándole si consideraba que nuestra volví a la realidad: para eso haría falta que
de su mujer. Me asombró la valentía de Hernán cuando preguntó generación es más apática que las anteriores, “aunque todos los escritores fueran Taibo II.
Con la urgencia de conseguir un padrino a boca floja que si seguía en pie aquello de “regalarnos” ahora se la pasan empujando carritos en el supermerca-
fuimos a tocarle nuevamente. Hernán tuvo el primer capítulo de su próxima novela, “claro”, contes- do, ya llegará su momento”.
razón, es más seguro importunar a la gente tó. Nos dijo que trabajaba en revivir las lecturas favori- El tiempo se nos iba acabando, o por lo menos eso
a la hora de la comida, barriga llena… tas de su niñez, esas aventuras de piratas en el sureste sentíamos ya que la plática iba perdiendo fluidez. Yo podía
Paco Ignacio Taibo II nos abrió la asiático, ¿algo parecido a Sandokán? “No se trata de evadir la incomodidad “tomando apuntes” en mi laptop
puerta sin consultar antes nuestras caras. algo parecido, es un libro de Sandokán: El retorno de los pero Hernán no, así que se le ocurrió preguntar qué era lo
En efecto, estaba terminando de comer y tigres de Malasia. Más anti imperialistas que nunca”, y al que el escritor tenía pensado hacer para celebrar el bicen-
nos invitó a que nos sentáramos con él, decirlo no pudo evitar reír, orgulloso e infantil a la vez, tenario, “acercarme a la gente, dar conferencias en la calle.
“yo que ustedes, diría rápido lo que tienen haciéndonos cómplices de su idea. La mejor manera de matar las conmemoraciones son las
que decir”. El problema es que cuando se Además de eso, trabaja un proyecto de historia narra- estatuas. Hay que hablar de las cosas como pasaron real-
está en la mesa de Paco Ignacio Taibo II tiva con el objetivo de relatar lo que realmente ocurrió en la mente. Si vamos a ser castigados por una historia aburrida
a uno le dan más ganas de escuchar. Se batalla del Álamo, “los héroes gringos dan lástima”. hay que recuperar lo que fue: dos guerras civiles que defi-
levantó por sus cigarros, Hernán le ofreció Una vez terminado el tema del presente literario de nieron el rumbo del país.” Y luego el silencio. Paco Ignacio
uno de sus Camel pero lo rechazó, “ésos nuestro entrevistado y cambiando radicalmente de mate- Taibo II se levantó y caminó hacia su computadora, “si no
son para después de fumar”, dijo mien- ria, acudimos a nuestras dos preguntas estrella: ¿El suici- tienen más que decir…” y como no quería perderme de su
tras encendía un Romeo y Julieta. dio ha tenido alguna influencia en su obra? Y, ¿si decidiera plática quise saber si no tenía planeado algún Belascoarán.

32 | Los Suicidas Los Suicidas | 33


|CAPÍTULO I|

El retorno de los tigres de Malasia.


Más anti imperialistas que nunca.
Paco Ignacio Taibo II

Capítulo I
EL HORROR
Los dos hombres salieron de la niebla lentamente, como si re-
nacieran; uno de ellos iba casi desnudo, a no ser que se pudiera
llamar vestimenta a los restos de la camisa de seda que colgaban
escasamente sobre un brazo, a un calzoncillo cubierto de lodo y su
calzado, una única bota que lo hacía cojear; el otro sangraba apa-
ratosamente de una herida en la frente, a pesar de lo cual estaba
fumando un puro.
A causa de su apariencia fantasmal ambos personajes parecían
jóvenes aun sin serlo; quizá el brillo de sus ojos, el aura de energía
que esparcían en la atmósfera, la sensación de violencia triunfan-
te, las risas sueltas y las amplias sonrisas, el flujo de adrenalina
que flotaba en torno a ellos, imitara la juventud, y la imitaba airo-
sa y convincentemente. Una segunda mirada no podía ocultar las
abundantes canas en la cabeza de aquel que tenía la camisa des-
trozada y el torso lleno de arañazos, un malayo, y las arrugas pro-
fundas en torno a los ojos del hombre del puro, sin duda de origen
meridional europeo quien lucía en medio del tizne las manchas
en la piel de quien había bebido el sol durante muchos años. Iban
armados con hachas de mango corto y revólveres muy singulares,
unos Turret de seis tiros de tambor horizontal, muy poco comu-
Ilustración: Marylen Alatriste

nes en el mundo y particularmente extraños en aquella zona del


planeta, porque habían sido construidos especialmente para ellos
por el ingeniero y armero J. W. Cochran en Allen, Pennsykvania.
Los hombres conversaban animadamente en una mezcla de inglés

Los Suicidas | 35
|CAPÍTULO I| |CAPÍTULO I|

y malayo, en la que frecuentemente aparecían palabras chinas, canal y en sus rostros, que mostraban la última imagen del terror,
portugués de Macao e incluso alguna palabra obscena en el idioma un extraño signo pintado con su propia sangre. El impacto de la es-
favorito de la procacidad, el francés. cena hizo que Yánez retrocediera tropezando con Sandokán.
La brisa marina era insuficiente para disipar la niebla y sólo Yáñez salió a las afueras de la cabaña y respiró profundamente
lograba mezclarse con ella llevando hasta los dos hombres, que ca- para rehuir el vómito. En ese instante, de la choza surgieron gritos
minaban por un sendero rocoso que ascendía hacia la nada, el olor y un disparo de revólver, Yáñez giró para enfrentarse a lo descono-
de la sal. El sonido de una sirena, pareció indicar que el mundo cido agradeciendo inconscientemente que la acción lo sacara de
exterior seguía existiendo: dos toques cortos y uno largo. la pesadilla.
- Siguen ahí- dijo Yáñez de Gomara, y arrojó el puro hacia el - Mira lo que he encontrado. Casi lo mato- dijo Sandokán sur-
sonido del silbato que surgía de la niebla. giendo de la puerta con un enano colgando de su mano por el cin-
- Son como la suerte, hermanito, nunca nos abandonan- res- turón. Era un enano de rasgos africanos más que asiáticos, similar
pondió Sandokán. a los pigmeos que alguna vez había podido ver Yáñez en el mercado
Los dos hombres apresuraron la ascensión siguiendo difícil- de Zanzíbar, y proclamaba una docena de idiomas y una docena de
mente el caminito marcado entre las rocas, que unos instantes idiomas y dialectos y entendían los rudimentos de otras tantas len-
después los llevó hasta una cabaña de palma. guas más, podía comprender. El enano tenía en su rostro pintado en
- ¡Serim! - clamó el príncipe malayo al ver que nadie los estaba sangre el mismo extraño signo. Parecía un patético juguete roto.
esperando en el exterior. - Esas eran las hijas de Dakao, pero ¿dónde está él? ¿Dónde
- Algo raro está pasando. Nuestros problemas no terminaron está su mujer?
allá atrás- dijo Yáñez. - ¡Mierda Puta! ¿Quién puede querer asesinar a tres niñas pe-
Sandokán repitió la contraseña en voz alta y ante la ausencia queñas? ¿Ante qué salvajismo nos encontramos?
de respuesta amartilló la pistola. El portugués dio una patada a la - ¿Qué tienen que ver con los que nos emboscaron? ¿Eran los
puerta de la cabaña que se desplomó botando sus goznes y entró con mismos?
su revólver en la mano. El instante en que le tomó habituar los ojos - ¿Dónde están los asesinos, pequeño?
a la escasa luz fue precedido por el descubrimiento del horror. Yá- Y el enano, como si lo hubiera entendido, comenzó a sollozar
ñez no era un hombre que se asustara fácilmente; a lo largo de su señalando hacia el mar.
azarosa vida había visto prácticamente todas las formas del mal, la - Vámonos rápido de aquí. Luego tendremos tiempo para inte-
brutalidad y la barbarie: pero había algo en el interior de aquella pe- rrogarlo, y si no, llevémoslo a Hong Kong, allí hablan todas las len-
queña cabaña alumbrada tan sólo por la tenue luz del amanecer que guas del planeta, y para engañar a los recaudadores de impuestos,
se filtraba por las hojas de palma entrelazadas que cubrían la única han inventada una nueva.
ventana, que lo hizo temblar. Sobre la mesa, junto a restos de una Sandokán sacó de su fajilla una bengala y encendiéndola la dis-
comida sin duda abandonada intempestivamente por sus dueños, paró hacia la niebla. Casi instantáneamente la sirena de la lancha
yacían tres cadáveres de niñas destripadas, los cuerpos abiertos en respondió con dos toques cortos y uno largo.

36 | Los Suicidas Los Suicidas | 37


| L A VA L Q U I R I A |

EL ESCRITOR Y UN SUICIDA.
Hoy:
Daniel Sada.
Por Eunice Mier
y de la Barrera.

M
e gusta pensar en el origen de la sin titubear ante lo dicho, ante lo escrito. No
vida como si fuera un cuento; pensar sigue las reglas, ni en su escritura ni en su vida
que el mundo ya estaba hecho y que personal, será que me acostumbré a jugar solo,
sólo llegaron el hombre y los animales a habi- no podía jugar con otros niños porque tenían
tarlo. La idea de que el mundo es un escenario reglas. Vivía solo e inventaba mis juegos, se me
siempre me parece grata en términos literarios. fue creando un problema con la autoridad: me
Como decía Borges: “Dios puso los huesos y la estorbaba. Descubrí la escritura porque ésta no
paleontología para confundir a los geólogos.” tenía potestad; el arte tiene esa libertad que no
Me gustar pensar que la vida se creó como te da otra profesión, yo invento y así vivo. No
una broma, como si fuera un buen o mal chiste. desprecio la compañía, la agradezco mientras no
No sé si esta realidad sea la mejor de todas, pero se me impongan reglas.
la única realidad es la de Dios; no sé cuál sea, Sorbe el café y yo pienso en la soledad, en
no sé quién sea Dios o si hay un ser superior, y la libertad de la tinta, términos que parecen in-
es entonces cuando esta realidad me parece trínsecos al arte de la literatura, ¿hace cuánto
Fotografías: Eunice Mier y de la Barrera.

incompleta, quizás tal vez por eso nos guste que está solo? ¿Se siente solo? Los escritores son
crear y rellenarla con arte o incluso con tecnología, seres solitarios, de otra manera no podrían crear.
pero no concibo esta vida como un todo, le faltan Para ser creador debes estar solo; esa dependencia
demasiadas cosas, me dice Daniel Sada con los hacia los demás no es un rasgo que corresponda
Publicidad: Carla Qua

ojos pegados a los míos. Él es así: un escritor a todo tipo de personas; la gente casi siempre
de vista aferrada, un hombre con huevos vaya, necesita estar acompañada, yo prefiero asumir la
porque pocos son los que sostienen la mirada soledad y después agradecer la compañía.

38 | Los Suicidas
| L A VA L Q U I R I A | | L A VA L Q U I R I A |

Se teje en mi memoria la frase, su frase de siento que en algunas puse más de mí, pero todas
Luces Artificiales: “¡Yo lo quiero así, con esa cara las hice con entrega, amor y disciplina, “Porque
y con ese carácter!” ¿Quién no quiere a Sada? El parece mentira”, es una novela de 700 hojas en la
que no lo conozca, el que nunca lo haya leído, el que vertí todo mi espíritu durante mucho tiempo,
envidioso, presumido o egoísta; las ideas que le pero no es tan diferente a “Una de dos” que es
salen son bromas de la vida, escribe porque sí, más pequeña; en todas puse lo mejor de mí, no
porque tiene el entorno adosado al alma y a la puedo tener una preferencia, eso lo dirá el lector,
mano, por eso me confirma que no puede escribir pero yo como hacedor no tengo favoritas.
enamorado o herido, escribo por entusiasmo y El café es una de las manías constantes de
gozo, si no hay alegría en mi espíritu me parece Daniel, desde que lo conozco -un par de años
inútil escribir; no escribo porque tenga vacíos atrás-, siempre lo recuerdo preparando las semillas
profundos; necesito ver a la literatura como una en el agua hirviendo en una cocina que huele
fiesta. Como decía Gómez de la Serna, “uno tiene más a familia que a libros; le gusta la armonía,
que escribir como si estuviera en medio de una odia el desorden, lo imprevisto: si me dicen, en
guerra”, tu espacio debe ser maravilloso aunque este momento tienes que ir a firmar algo, me
traspasando las paredes todo sea deplorable; desconcentra mucho; tengo organizada mi vida y lo
me gusta que los misterios de la vida, los más incidental me disgusta, me considero sistemático.
profundos y extraños, me inviten al gozo. El No le gusta el olor de aquello que lo marea o le
magma, la esencia para el ser humano no tiene produce náuseas, ahora que ya no fumo, el cigarro
que ser desgraciada sino gozosa. Por eso, todos me es desagradable, no creí que me fuera a pasar,
sus libros son sus hijos consentidos, a todas sus nunca me creí un fundamentalista antitabaco y
novelas las quiere por igual, de una u otra manera, ahora lo soy. Tampoco me gusta la gente neurótica,
trato de huir de todo lo que me cause conflicto. Sus
grandes amigos desde hace mucho tiempo son
Los escritores son seres los libros, y he tenido otros que a lo largo de la vida
solitarios, de otra manera me han traicionado; me considero una persona
no podrían crear. Para ser creador de afectos profundos y quien no los tiene, no va
debes estar solo; esa dependencia conmigo, me aparto; quiero mucho a la gente y
cuando pienso que no dan todo o que me buscan
hacia los demás no es un rasgo
por interés, pues ahí ya no doy más. Y he errado
que corresponda a todo tipo de con varias personas, claro, y me he llevado varios
personas; la gente casi siempre trancazos muy dolorosos, es por eso que cuando
necesita estar acompañada, yo alguien me da todo, lo agradezco infinitamente.
prefiero asumir la soledad y después Cree que todos los sentidos son indispensables,
pero si tuviera que vivir sin uno de ellos escogería,
agradecer la compañía.
sin duda, el oído, para no escuchar pendejadas.

40 | Los Suicidas Los Suicidas | 41


| L A VA L Q U I R I A |

Uno oye mucha tontería... Y entonces dejo fluir las de inmediato, podría hacer un listado infinito de
pavadas y le pregunto si piensa que el gobierno libros, pero si lees lo que vives no tiene caso leerlo;
guarda o esconde archivos extraterrestres, se ríe una buena manera de iniciarse en la literatura es
pero me contesta serio, a mí los ovnis me caen leer lo que no identifiques de inmediato, lo que
gordos, nunca se aparecen en una multitud, me te deje extrañeza y no corresponda tácitamente
gustaría que aterrizaran en el partido América- a la vida: la literatura fantástica, los clásicos,
Chivas para que mucha gente supiera que existen cosas que al mismo tiempo te enriquezcan; no
y no sólo una o dos personas; que aterrizaran en el recomendaría que leyeran lo que reconocen en la
Zócalo y no en lugares recónditos en los que toman realidad que viven porque para esto no se necesitan
fotos que no sabemos si son reales o inventadas; libros, sólo la vida; les aconsejaría una literatura
me niego a creer en los extraterrestres, no creo que los transportara a otros mundos. Y si de dejar
que seamos seres exclusivos en el universo, pero este mundo se tratara, si Daniel Sada pensara
prefiero ignorarlos; si vienen quisiera conocerlos, en suicidarse, ¿cuál sería su manera de hacerlo?
convivir con ellos, por qué tienen que aislarse; me Él me ve absorto, abre unos hoyos grandes en
gustaría que me contaran de su vida, quizá son sus pupilas y recuerda lo que dijo Cioran, “el que
menos imperfectos que los seres humanos, quizá piensa en suicidarse es porque cree que mejoraría
escriben mejor literatura que nosotros. las cosas”, y Daniel no cree que mejoraría las
Y ese detalle de humildad me rebota en la cosas. Yo nunca me suicidaría, no pienso en eso,
cabeza, ¡acaba de ganar el premio Herralde 2008 no está en mis alcances intelectuales; si existiera
de novela!, sin duda una de las mejores noticias una ocasión muy desesperada podría jugar con
que haya recibido, pero no: la mejor noticia para esa idea, y de ser así, quisiera entonces que fuera
mí es estar bien de salud, tener amplificadas todas algo lo más rápido posible, algo donde no supiera
mis facultades; estar lleno de vida... ésa sí que es que se me va la vida, un balazo por ejemplo; si
una noticia deslumbrante. A Sada le interesa que tomara pastillas sentiría que se me va la vida.
lo que haga tenga repercusión, pero sin tener que Tampoco creo en la desaparición total, no creo en
moverse de su casa, si ser famoso es viajar de acá la reencarnación, los egipcios tenían la creencia
para allá, estar dos dias en un lugar y mañana en de que cuando se morían se convertían en una
otro y descuidar las cosas esenciales de la vida, sombra, y el hecho de tener la posibilidad de ser
prefiero no ser famoso; me importa mi entorno, una sombra me interesa mucho; no creo que
mi armonía personal, y si eso se desarticula en cuando la gente muere desaparece totalmente;
aras de la fama, el poder, el dinero o lo que sea, sólo existe una transformación.
entonces no quiero vivir esa vida. Así pues, me quedo con el olor a café de
Y en esta vida, con los jóvenes que de pronto Daniel, con su armonía, con sus arcanos ojos y con
se sienten desencantados por la literatura, por la trascendencia de sus letras hechas sombra para
esta extraña existencia que les ha tocado recibir, el esta vida y todas las que sigan. Un Daniel Sada que
escritor recomieda que lean algo que no reconozcan sin duda, no podrá morir, sólo transformarse.

42 | Los Suicidas
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IN
MEMORIAM – ¿Te olvidaste de mí?
– Cada día.
Por Montserrat Varela Mejía Carlos Azar

D
espierto. El corazón me galopa lee una revista sentada en un sillón, a mi
enfurecidamente. Tomo dos bo- lado. Otra vez traigo esa sonda en el brazo.
canadas de aire. Todo es oscu- Otra vez veo este brazo ajeno, siento mie-
ridad. Sentí entre sueños que caía, que do. La mujer me descubre: se da cuenta de
moría. Recorro el lugar con la mirada: mi respiración agitada; de mis ojos abiertos.
paredes blancas, sábanas blancas. Ten- Mejor los cierro. ¡Doctor! grita emocionada,
go una sonda clavada al brazo izquierdo, luego me toma de la mano. ¿Quién es ella?
un brazo que no reconozco. Un escalofrío Hijito, ¿me escuchas? Su voz se quiebra.
eriza mi cuerpo. Arranco la sonda de un ¿Puedes oírme? Sí, intento contestar con
tirón y me pongo de pie. Siento un hor- un ronquido. Alguien habla, una mujer ma-
migueo que me recorre. Voy al baño dan- yor. Alguien más, otra mujer. Están muy
do tumbos. Al abrir la puerta miro incré- cerca de mí. Escucho: El doctor teme por
dulo la imagen del espejo. sus desvanecimientos. ¿No salió normal la
*** tomografía? Dice que se trata de un daño
Fotografía: Mariana Guevara

Quiero abrir los ojos pero los párpados interno, mañana vendrá. ¿Y la niña? No tie-
me pesan. De pronto recuerdo el espanto. ne caso que lo vea así. Pero ya ha desperta-
Fue una pesadilla, pienso. Hay mucha luz do un par de veces, tal vez le ayude verla.
en la habitación. Estoy en el mismo cuarto Oigo un zumbido largo. Abro los ojos
blanco, el de mi sueño. Una mujer mayor fácilmente. Una mujer me está sosteniendo

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tor Fuentes. Un apellido es todo lo que con mi madre aquel día. Abro lentamente el rostro muy cerca del mío. La sombra
Otra vez veo este brazo ajeno, me describe por el momento. Un apellido los ojos. No me parece familiar, ni siquiera se mueve, se quita. Trato desesperada-
siento miedo. La mujer es todo lo que soy. Pero mi consuelo es un rasgo o un gesto me ayuda a recordar- mente de encontrar mis labios con los
me descubre: se da cuenta de mi saber que amo. ¿Me amará María? El sue- la. Ella está llorando, eso me incomoda. suyos. El rostro se aclara por un instan-
respiración agitada; de mis ojos ño se ha disipado por completo pero esta Su llanto me avergüenza, me culpa. Ga- te. Son los enormes ojos que tanto amo,
vez decido no levantarme. Estoy amarra- briel, escúchame. Tienes que reponerte los labios tersos. No, ella no puede ser
abiertos. Mejor los cierro. ¡Doctor!
do al suero. Estoy destinado a esta cama pronto. Todos te necesitamos. Mañana María. Pero son sus ojos, su olor, su ca-
grita emocionada, luego me toma blanca. A este muro blanco. Mi entrepier- va a venir alguien... María, suplico. Sí, ella bello. Yo a María la he besado, he hundi-
de la mano. ¿Quién es ella? Hijito, na está mojada. Escurro la mano bajo la va a estar aquí. Pero tienes que reponer- do mis labios en su sexo, he acariciado
¿me escuchas? Su voz se quiebra. sábana blanca para sentir mi erección. te. Haz un esfuerzo, por nosotras. Mamá todo su cuerpo, la he penetrado. Recuer-
¿Puedes oírme? Sí, intento contestar María ha estado ahí. Yo he estado mu- se fue a descansar. Mañana vendremos do el placer que sentía al estar con ella
chas veces en ella. Recuerdo sus manos temprano las tres. Me besa la frente. Y y sus ojos ansiosos de mí. ¿Qué digo?
con un ronquido
pequeñas y frías, sus labios tersos rozan- de golpe llega a mí la imagen de María, María, con sus pequeñas manos blancas
do mi piel. Me quedé dormido anoche. Mi toda ella boca besándome la frente. De- ¡Es una niña! Siento frío. Las manos me
el brazo, parece una enfermera. ¡Doctor, el madre, como he decidido nombrarla, ya cía que me amaba, le gustaba abrazarme tiemblan. Aparto a la niña de un golpe.
paciente despertó! Un hombre ceñudo se no está en el sillón. Estoy solo. Me sien- rodeándome el cuello, luego yo la sujeta- ¡Gabriel, que te pasa, es tu hija! Vamos
acerca. ¿Puede oírme? La enfermera trae to solo. Pero sé que mientras tenga ese ba para darle vueltas mientras le devolvía nena, dejemos descansar a papá.
un pequeño gafete prendido del pecho: único recuerdo...Lo sé. Ella me ama. ¡Si los besos. El único recuerdo que conservo es lo
María. De pronto recuerdo algo. María. El pudiera conocer su rostro! No quiero llorar *** único que quisiera olvidar. Siento náuseas.
sonido de ese nombre, un aroma. El doctor mientras me masturbo. No quiero llorar Siento como si me taladraran por Estoy sudando. ¿Quién soy? Soy Gabriel
insiste: ¿Señor Fuentes, puede oírme? Mis frente al recuerdo de sus enormes ojos dentro. Mi cabeza late. La luz del día me Fuentes. Ya no quiero saberlo. No quie-
ojos se nublan. El zumbido se vuelve cada *** molesta. Una neblina me baña la mirada. ro recordar más. Vuelvo a arrancarme la
vez más fuerte. María, recuerdo. María, Grito. Mi corazón está galopando a Estoy confundido. Una sombra se acerca sonda. Duele. Me lo merezco. Una arcada
murmuro. Y me aferro a ese nombre que toda prisa. Tuve un sueño horrible. Que a mí, besa mi mejilla. Hola, Gabriel, dice llega hasta mi garganta. Me levanto. Abro
navega solitario en mi memoria. caía. Quería regresar a la cama pero el la sombra de mi hermana. Ya está aquí la puerta del baño. Observo una imagen
Es de noche, estoy conciente. Tal vez piso desaparecía. La enfermera está to- María. Una sombra más pequeña se en el espejo que me mira llorando. Le doy
María era esa mujer que escuché hablar mándome el pulso. Tres doctores están sienta a mi lado, sobre la sábana blan- un puñetazo y mi mano sangra. Miro a la
el otro día sentada en el sillón. Pero no, frente a ella. Inyectan a mi sonda algo ca. Mis ojos se esfuerzan en vano por ventana. Un sexto piso, tal vez más. Te lo
la voz de María era más dulce. No sé si lo que me quema por dentro. El doctor me enfocar. Esta es mi oportunidad de ver debo. Perdóname, María.
recuerdo o lo imagino: María olía a lavan- hace tomar unas pastillas minúsculas. el rostro de María, de recobrar mi me- Caigo. María olía a lavanda, sus bra-
da, su cabello era castaño, su piel tersa, ¿Se encuentra bien, Sr. Fuentes? Creo moria, de saber. Extiendo mi brazo. Rozo zos se colgaban de mi cuello, sus ojos
su aliento fresco. La amaba. Ella solía que sí, pero no es cierto. Todavía me una cabellera delgada con mis dedos. ¡Es enormes me admiraban, su piel me perte-
acariciarme el rostro. Sus ojos eran color atormenta la pesadilla, el miedo. El sue- María sin duda alguna! Una cabeza se necía, su cabello me acariciaba, su rostro,
miel. Pero no recuerdo su cara. ¿En qué ño por fin me vence. inclina hacia mi pecho. Huele a lavanda, su rostro, lo recuerdo. María era la madre.
parte de mi inservible cabeza se escondió Gabriel, ¿me escuchas? Soy Mónica, pero es demasiado pequeña. Mis ojos se Tan parecidas. María había muerto, pero
su rostro? Señor Fuentes, me dijo el doc- tu hermana. Era la voz que conversaba desorbitan empeñados en ver. Sostengo prometí recordarla.

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|CARAS VEMOS… ESCRITORES NO SABEMOS | |CARAS VEMOS|

¡Estoy Viva! Por María Aura

Recibí una llamada de mi primo Rubén, para mí no era todas esas cosas que la
me preguntaba si yo escribo, si quiero gente veía y admiraba en él, para mí, papá
publicar algo. Ya me lo habían pregunta- eran unas manos calientes, una mirada
do muchas veces antes, y mi respuesta amorosa y un poco burlona: “sí, mi Mari-
era siempre la misma: “mis padres son quita, no te preocupes, así es la vida”.
escritores, y muy buenos, es mejor que Y aquí tengo que parar un segundo.
yo no me meta ahí”. Pero siempre me Este ejercicio de escribir de pronto se ha
quedaba la espinita, ¿y por qué no? Así convertido en otro, en recordar a mi pa-
que esta vez, cuando mi querido Rubén dre, en pensar quién era él para mí. Ése
me pidió que escribiera algo para el pri- sí es un reto que cuesta sangre. Pero
mer número de esta revista, dije: “¡va, es para eso estamos aquí, para jugarnos la
tiempo de intentarlo!” sangre en cada cosa que hacemos, ¿no?
El año 2009 es mi año de la suerte, es Sigo, entonces. Murió hace siete me-
el año en que me toca romper todos mis ses y el dolor se empieza a sentir, el Plane-
límites y enfrentar todos mis miedos, es ta empieza a resentir su ausencia. Y yo. A
el primer año de mi vida en que no tengo todos nos pasa o nos va a pasar, nuestros
padre. Eso tiene que cambiar las cosas. Por padres se tienen que morir, así es la ley de
algo en psicoanálisis existe la figura retóri- la naturaleza. Pero nadie nos enseña ni nos
ca de matar al padre, alguna importancia advierte que va a doler, no sabemos cómo
debe tener y algunas buenas consecuen- estar en un mundo en el que ya no está esa
cias también. Yo hubiera preferido que mi persona a quien tanto queremos. Yo no sé
proceso no fuera tan literal, que mi padre cómo hacerlo y por eso pienso que es bue-
no estuviera, literalmente, metido en una no escribir esto, no sé si los aburra, espero
urna y convertido en cenizas. Pero así fue que sientan conmigo, a fin de cuentas, mi
Fotografía: Iván Vilchis Ibarra

y ésta soy yo y agradezco lo que me toca trabajo (ser actriz) se trata de eso, de hacer
vivir; agradezco las cosas buenas, las bo- sentir a las personas.
nitas y dulces, pero también las amargas y ¿Cómo se vive un duelo? ¿Cómo se le
las dolorosas y las agrias, como esta muer- hace para quedarse con las cosas buenas y María Aura (ciudad de México, 1982) empezó a actuar en teatro con su padre, el escritor Alejandro Aura, a los tres años. Su
debut cinematográfico fue en Y tu mamá también. Estudió en el Stella Adler Studio of Acting, en Nueva York. En 2003
te. Mi padre era el gran Alejandro Aura. Y no permitir que el dolor nos quite la vida?
regresó a México y desde entonces ha participado en películas como Niñas Mal, Conozca la Cabeza de Juan Pérez, Spam y
Arráncame la Vida. En la pantalla chica interpretó el personaje antagónico de Mariana en Vivir Sin Ti. También la vimos en la
serie de Fox, Tiempo Final, compartiendo créditos con Jesús Ochoa. Este año estrenó la película Amar.

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|CARAS VEMOS… ESCRITORES NO SABEMOS | |CARAS VEMOS|

MARÍA AURA EN CITAS


Tengo algunas ideas: para empezar hay que últimamente, que la vida está increíble
dejarlo estar, no lo podemos quitar, más (qué fresa soné, pero es cierto). Poder š@Wc|iYedj[cfbWh‡W[bik_Y_Z_e"[i
más, quisiera tener ocho o diez vi-
bien hay que aprender a convivir con él. saborear un trago de vino, una mordi-
das. Una amiga decía: “saber que
A ver, me voy a detener tantito y voy dita de chocolate, tocarle la mano a la el suicidio está allí, es como ver
a buscar otro camino, porque siento que persona de al lado, cruzar la mirada con que hay una puerta cuando se es
este experimento de escribir se está con- El Bigo, todas estas cosas simples me claustrofóbico y saber que tienes
esa opción.”
virtiendo en un texto de autoayuda. ¡No, tienen extasiada, vivo como en un par-
por favor! Yo creo que no hace falta bus- que de diversiones, no me la puedo creer, šµ8[iji[bb[hi5De^Woj_[cfefWhW
car proverbios que nos digan para dónde estar es tan delicioso que se me hace leer cosas malas.

ir, sino abrir los ojos y sentir el Mundo, agua la boca cada mañana cuando me šIeXh[Yk|b\k[[b‘bj_ceb_Xhegk[
ver a nuestro alrededor, leer un poema despierto, nada más de pensar que hoy no terminé, esa no te la voy a
contestar. Si alguna vez lo hice,
de Tomás Segovia y darse cuenta que la también me toca estar.
seguramente fue culpa mía. Para
vida no es una batalla, sino un disfrute, qué escoges un libro que no te va
un regalo. a gustar.
Soñé que Tomás Segovia era cie- PLEXO
š;iYh_Xec_iik[‹eiYeceYk[djei$
go e infinitamente feliz; caminábamos Ah sí
juntos, él con su bastón y sus lentes Cuidaré que viva intacta šC_]ƒd[he\Wleh_je[ibWdel[bW$>[
leído todo Milan Kundera. Siem-
oscuros y éramos felices. Tomás es tan Esta audaz gratitud desprotegida
pre regalo libros de Kundera.
feliz en la vida real, tiene alrededor de No me hundiré en la inercia
š H[Z[iYkXh‡ bW fe[i‡W Z[ c_ fWf|
ochenta años y sus ojos le brillan con- De pensar que es tan sólo porque salgo
después de su muerte. Dejé de leer
forme su cabeza va imaginando cosas, De la turbia desgracia a mi mamá cuando una de sus no-
conforme va recordando cómo hizo él, Por lo que una vez más velas me pegó.
con sus manos, toda la tubería de una Como en aquellas límpidas mañanas de
š;ijeob[o[dZeUna novela rusa, de
casa en el sur de Francia. Mira a su alre- mi tiempo Emmanuel Carrère.
dedor y disfruta estar aquí. Tomás es el Vuelve a estallar en mi plexo el asombro
š;bf[hiedW`[c|iZ_\‡Y_bgk[^[_dj[h-
ejemplo que me queda de un padre, es De despertar al día
pretado fue el de “Arráncame la vida”;
esa persona que ha vivido más que tú, y de encontrarme vivo el más divertido, el de “Niñas mal”; y
que es sabio y generoso y quiere mos- Bajo la fresca luz de un joven sol jovial el que más me ha gustado fue el de
trarte cómo es la vida. Le agradezco un corto llamado “Oblivion” basado
en un cuento de Mario Benedetti.
que esté en este mundo. Aunque fuera Ah no
ciego, espero que nunca lo sea (nomás No humillaré la maravilla. š;dÇ7cWhÈc[Z_l[hj‡ckY^e$?dj[h-
preté a una recién casada. Fue diver-
está medio sordo), disfrutaría de los
tido dejar los papeles de chavitas.
olores de las calles y de las personas, de
la memoria, de los planes a futuro. Eso Tomás Segovia,
quiero aprender, a estar y estar y estar. del libro Siempretodavía.
Y otra cosa; me he dado cuenta, Ediciones Sin Nombre.

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| PA S T I C H E | | PA S T I C H E |

Mezcal
·∙Los Suicidas·∙
“La vida no es tan breve como se piensa”.
Roberto Bolaño

César Tejeda, calle Zempoala, colonia Narvarte, cerca de había mucho que decir de esa nove-
la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, México la y a esos dos jóvenes se les notaba
DF, enero de 2066. Ay, muchachos, les dije cuando abrí la que hablaban lento. No habían creído
puerta, éstas no son horas de andar tocando. Ellos se me lo del libro en el norte porque cuando
quedaron viendo así como si yo no les hubiera dicho nada, regresé de la cocina, los vi buscándo-
y como si tampoco tuvieran ganas de decirme nada a mí. lo en mis libreros, se notaba que eso
Andamos buscando un libro, terminó diciendo el más alto hacían porque no pasaban sus ojos por
de los dos, le pregunté que si mi departamento tenía cara encimita como los que sólo ven curio-
de biblioteca y me contestó que no moviendo la cabeza. Pá- seando, iban con los ojos bien pegados
senle nomás, no importa, ya sé que hay mucha gente bus- a los lomos. Siéntense, muchachos,
cando libros últimamente. En el fondo me daba gusto, no están en su casa, dije, mientras ponía
había recibido visitas en mucho tiempo y creo que mis libros la botella de mezcal y los vasos en la
no las habían recibido nunca. ¿Y cuál es ese libro que an- mesita de en medio. Había supuesto
dan buscando?, le pregunté al que no había dicho nada para que se espantarían antes de tomarlo,
asegurarme que no era mudo y contestó. Supongo que puse porque ese mezcal sólo se conseguía
cara de asustado porque asustado me sentí cuando les dije en el norte, era una producción limi-
que hace mucho tiempo que no sabía nada de ese libro, que tada que ya nadie conocía y la botella
andaba perdido en el norte. Sin decir nada me fui a la cocina parecía como de veneno, y encima de
Ilustración: Imai

por algo de tomar, elegí una botella de mezcal porque era la todo, se llamaba mezcal Los Suicidas,
única que estaba llena, ya sabía que la plática iba a ser larga, pero no se asustaron nada, al contrario,

54 | Los Suicidas Los Suicidas | 55


| PA S T I C H E | | PA S T I C H E |

se sirvieron como si fuera una garrafa y comenzaron a to- preguntó el más alto y yo le contesté que no, que me refería dónde podía conseguir el libro porque
El alto quiso saber márselo como si agua. No sé por qué yo había imaginado a progenitores. Entonces les tuve que contar sobre la mal- a él no le importaba eso y yo insistí en
si lo que estaba diciendo que comenzarían por sólo mojarse los labios. ¿No tienen dición García Madero. El alto quiso saber si lo que estaba que ese libro se había perdido en el
curiosidad de saber qué es lo que se toman?, pregunté, y diciendo era que aquel era un libro maldito y yo tuve que norte, en el desierto de Sonora proba-
era que aquel era un libro
el chaparro me contestó que no porque ya lo había leído ser enérgico cuando dije que no, que los malditos éramos blemente, y entonces se desesperó y
maldito y yo tuve que en la botella, el alto sólo quiso saber si era oaxaqueño y nosotros. Cuando el chaparro pidió que le explicara la mal- me dijo que ése era mi libro y que no
ser enérgico cuando dije por mí supo que no lo era, que era del norte y el chaparro dición aquella se lo conté todo de un jalón, así tuvo que ser: debía ser el único, entonces yo tuve
que no, que los malditos insinuó que yo debía tener algo con el norte ya que sólo que el primero de nosotros, nosotros mis amigos, que ha- que ser más preciso, acentuando con
éramos nosotros me refería a ese lugar y lo interrumpí diciéndole que no era bía leído el libro se apellidaba García Pérez y que mientras la voz, que yo nunca había dicho que
cierto, que ni lo conocía, que lo único que tenía algo que ver estaba leyéndolo supo que su papá se había enfermado de mi libro se había perdido en el norte,
con el norte allí era el mezcal que bebíamos y en dado caso, cáncer de próstata y que había caído muerto a las pocas que yo había dicho que “el libro” se
ese libro que andaban buscando. Vino un silencio en el que semanas, incluso antes de que acabara el libro, pero como había perdido en el norte, acentuando
yo me sentí muy incómodo pero no quise romperlo porque uno no lee algo y lo relaciona a esas cosas se lo recomendó “el libro”, y me dijo que el mío no debía
las preguntas debían tenerlas ellos. ¿Qué tiene que ver ese a otro amigo que se llamaba Ismael, y que justo estaba le- ser el único y yo le dije otra vez que no
libro con el norte?, me preguntó el más alto y yo le contesté yéndolo en su cuarto cuando su padre le habló para contarle lo era, que no fuera necio y que no es-
que ese libro siempre acababa en el norte, no importaba si que tenía de ese cáncer en el cerebro, pero a Ismael sí le dio tuviera matando padres. Se quedaron
se iba de viaje a Israel o a otro lado lejano, siempre acababa tiempo de acabar el libro antes de que su papá se muriera. callados, se les veía el enojo y me sentí
en el norte de México y ahí te dejaba tirado. ¿Cómo un libro Pero como con todo y uno lee un libro y se le muere un pa- mal porque a fin de cuentas sólo eran
puede dejar tirado a uno en algún sitio?, preguntó el cha- dre y al otro le pasa lo mismo, uno sigue sin relacionar una dos muchachos buscando un libro y yo
parro, y yo le dije que no fuera menso, que era un decir, que cosa con la otra, entonces mi amigo Ismael me lo prestó a tenía muchos y conocía el que querían,
era una cosa de la mente y como me notó enojado me pidió mí y ya estaba apunto de terminar el libro cuando mi pa- sólo que no podía decirles más de lo
una disculpa, dio un sorbo grande a su vaso, se sirvió más dre enfermó de cáncer en el estómago y un año después se que había dicho ya. No maten a sus
mezcal Los Suicidas y luego me dijo que de eso él ya no se murió. Fue hasta entonces que hicimos la relación y siem- padres, muchachos, dije. Nuestros pa-
acordaba, lo disculpé porque de verdad se lo creí. Se voltea- pre que hablábamos del libro lo venerábamos pero también dres ya están muertos, dijo el chaparro
ron a ver con cara de que no sabían qué era lo que estaban advertíamos a la gente, y entonces un amigo que se llama- ¿o a poco usted cree que sólo su libro
haciendo allí conmigo, entonces decidí ponerle punto final ba Hernán, como no tenía ya padre no le importó leerlo, pero es lo que mata a los papás? Y yo le dije
al numerito. Miren, muchachos, les dije fastidiado, ese libro a él se le murió el padrino, ya no de cáncer sino de cirrosis, y que no, pero que se me figuraba que
no está en mis libreros porque lo perdí hace mucho tiempo, cuando él recomendó el libro a su prima, la advirtió de todo, así era porque a fin de cuentas yo sólo
¿pero sí lo leyó?, interrumpió el más alto. Claro que sí, res- entonces ella decidió no leerlo, pero un día se lo dejaron en había tenido uno, un padre, y entonces
pondí, lo leí como hace sesenta años, y ahora a mis ochenta la escuela así que no le quedo más remedio que hacerlo, lo se rieron y con eso nos reconciliamos.
y dos me sigo acordando de todo. Les repetí que ese libro bueno, eso creyó ella, era que para entonces ya no le impor- Seguimos hablando del libro hasta
estaba perdido en el norte y que debían dejar de buscarlo taba nada porque el padre se había vuelto un cabrón hijo de que se acabó la botella de mezcal Los
ni siquiera les convenía encontrarlo, ¿por qué?, preguntó; puta, pero entonces se le murió la abuela, y la cadena siguió Suicidas. Se fueron agradecidos por-
el chaparro, porque ese libro mata padres, le contesté sin hasta donde ya no eran conocidos míos, siempre igual. Ya que estaban ebrios y porque, por lo
darle más explicaciones, ya que ese chaparro me hacía eno- muy tarde nos dimos cuenta de que nos habíamos matado menos, sabían que ese libro no estaba
jar, ¿cómo que padres, se refiere a padrecitos de la iglesia?, a los papás entre nosotros. El más alto me preguntó que en la ciudad.

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|CARMEN BOULLOSA|

El “más bien
siempre”
de Daniel Sada
Por Carmen Boullosa

S
omos de la misma generación. Entramos al como nosotros, no hablaba como nosotros,
mundo literario en los setentas, cargando no sobrevivía de la chiripada como noso-
nuestro poemas bajo el brazo, al México que tros, hacía negocios —compraba y vendía—,
Roberto Bolaño, otro joven poeta de esos tiempos, parecía gente decente y no, como era nues-
eternizó en Los detectives salvajes. tro caso, un poeta huarachudo, melenudo,
Daniel Sada apareció en el círculo que rodeaba al muerto de hambre (aunque anoto que,
Taller Martín Pescador de Juan Pascoe. Entre otros, es- como recuerda con precisión Juan Pascoe,
taban Verónica Volkow, Francisco Hinojosa, José María Bolaño siempre traía la ropa planchada,
Espinasa, Francisco Segovia, José Luis Rivas, Coral Bra- difería en ese punto de nuestro aspecto).
cho, Alfonso D’Aquino. Del otro lado del ring estaban los Hizo falta que nos enseñara sus textos
infrarrealistas, Juan Pascoe había impreso un libro de Ro- para que lo reconociéramos como uno de
berto Bolaño —su primero—, y otro del gurú de aquel ban- los nuestros.
do, Efraín Huerta. Éramos grupos contrarios, enemigos Sus poemas eran precisamente distin-
casados. Ellos infras, nosotros no teníamos nombre. Ve- tos. Sada ya tenía su voz, su peculiar sentido
rónica Volkow era amiga de las dos tropas. Trotsky fue el del humor. Era un excéntrico y en esto era
excipiente de esta receta: el hermano de Juan, Ricardo como nosotros. Su excentricidad no era estri-
Pascoe, y Roberto Bolaño eran trotskistas, y Verónica dente, sino involuntaria, auténtica. Necesa-
Volkow la bisnieta. Juan Pascoe estaba por imprimir un ria. Sincera, no impostada.
libro de Octavio Paz (con Thomlinson), el gurú de nuestra Tenía ya un oído perfecto, y la combina-
cancha, los sin nombre ganábamos ese match. ción que me sigue perturbando: la mezcla de
Me acuerdo de la primera vez que leí los poemas de simpleza con barroquismo, de refinamiento
Daniel Sada, y de la primera vez que lo vi. No se vestía con materia del vulgo. También había en él

Los Suicidas | 59
|CARMEN BOULLOSA|

una astucia literaria de la que daba mues- cuadrados y nunca más de tres de alto, prácticamente
tras precoces. Citaba de memoria a gran- no despega el cuerpo verbal del piso. La suya es len-
des poetas, y siempre tenía un dicho po- gua con-de piruetas y virtuosismos, pero no circense:
pular a la mano. tiene el recato del confesionario, y transcurre a me-
Desde ese punto de arranque o comien- dias en el burdel.
zo brillantes, Sada ha emprendido un camino Su humor no es festivo sino, por decirle de algún
personal perseverante y atinado (aquí brazo modo aunque no es el más preciso, fúnebre o de fu-
a brazo ya no sólo de los poetas de nuestra neraria. No deja burro con cabeza, cubre de la cópula a
generación, sino también de los narradores, la prostituta, a la santa, a la tía celestina post-lúbrica,
Juan Villoro, y de los que, como él, nos volvi- a la plaza del pueblo, a la papelería, al billar o al holo-
mos anfibios, Roberto Bolaño, Fabio Morá- causto. Arrasa parejo.
bito, la Boullosa). De Lampa vida a Albedrío Tiene algo de desacralización mecánica, deja al
a Una de dos, a Porque parece mentira la ver- acto carnal en franco ridículo, al deseo como una bo-
dad nunca se sabe, Luces artificiales, Ritmo bada. Seca lo que toca: el agrónomo, que debiera crear
Delta, La duración de los empeños simples, plantíos, se vuelve en las manos de Sada un carnicero.
fue anexando a su energía inicial sustancia Lo temerario en él no es aventurero sino estático.
narrativa. Así llegó a Casi nunca, para mí su Sada rompe barreras pero no porque se las brinque o las
mejor novela. transgreda, sino porque impone sobre éstas un peso. Las
Casi nunca es de sala de conciertos y derrumba, y se ríe, dejando al lector en descampado.
de plaza pública. Su lengua que la crítica El mundo desolado de los personajes de Casi nun-
ha calificado de —barroca— está desprovis- ca, los miserables comedores de frijoles que se dejan
ta de adornos y artificios. No sé si es afor- esclavizar por miedo, la pareja de cacos y su cómplice
tunado llamarlo barroco; si lo es, el suyo que aprovechan el primer gesto de confianza de sus
es un barroco austero, de una austeridad patrones para desplumarlos, el reencuentro yermo,
casi cruel. No deja respiro. Tensa cada fra- muerto, de los viejos amantes, es siempre motivo de
se en una suerte de desesperación placen- júbilo del narrador que encuentra en esta corte de mi-
tera, erotizada. Sólo aquí, me parece, hay serables los motores de vapor de su alegría narrativa.
erotismo en la fría mirada narrativa del El periplo de sus fracasos conforma su densidad
escritor que convierte al (punido, adorado, traslúcida. Esta densidad, si es densidad, llega a serlo
mitificado) acto carnal en un —mete-saca. en un ejercicio contrario al que practica Lezama Lima
Esa lengua, pelada, desnuda, musical, es- —no tiene un origen erótico o sensual, tampoco inte-
pirituosa pero no espiritual, es un caso único. lectual—, también contrario al de autores como Krista
Con ésta, contra toda lógica, Daniel Wolf, producto en ese caso de un desgarramiento en
Sada, como decía, ha ido imponiendo ve- la ética colectiva, vuelto evidente en su prosa. No: su
locidad a su prosa contemplativa, e in- densidad —si es densidad— es la celebración de la lla-
cluso auto-contemplativa. Vale decir que ga, de la fractura, del desgarramiento, del sinsentido.
baila el zapateado en cinco centímetros Y esto no casi nunca, sino más bien siempre.

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C
on múltiples obras en su haber, en- se da cuenta que las intenciones de Yolanda
tre ellas Trainspotting y Acid House, con él van más allá de una simple sesión de


Irvine Welsh regresa a la prosa cor- preguntas y respuestas. Finalmente, “King-
ta con su segundo libro de cuentos. Con- dom of Fife” narra las desventuras de Jason
formado por cuatro relatos breves y una King, un ex jockey jugador de futbol de mesa
novella1, If You Liked School, You’ll Love que se enamora de Jenni Cahill, la acaudala-
Work retoma los elementos recurrentes da hija de un mafioso.
en la obra de Welsh: el deterioro moral, Con osadía, Welsh opta por darle un en-
la exploración de las pulsiones básicas, el foque más cosmopolita a su narrativa. Sólo
lenguaje vernáculo plagado de slang, el uso “Kingdom of Fife” transcurre en su nativa Es-

Como de drogas, el humor corrosivo; pero también


es un experimento literario sobre el estilo y la
cocia; los demás relatos en Estados Unidos y
las Islas Canarias. Si bien Welsh es reconocido
perspectiva narrativa, en donde cada histo- por impregnar su literatura con los modismos

una ria muestra un vasto mosaico de personajes


nunca antes explorados en su obra: inmigran-
tes mexicanos, jovencitas snobs de Chicago,
y expresiones particulares de distintos gru-
pos sociales del Reino Unido —como el caso
de Trainspotting—, en If You Liked School,

mordida un director de cine texano y hasta un fracasa-


do jockey escocés.
El libro abre con “Rattle Snakes”, relato
You’ll Love Work parece que esta fórmula no
encaja completamente, ya que no en todas
las historias alcanza la mímesis precisa del

en la en el que tres estadounidenses tienen un ac-


cidente en el desierto tras consumir yagué.
Después de que uno de ellos sufre una mor-
lenguaje para cada personaje, tal como ocu-
rre en “Rattle Snakes” y en “The DOGS of
Lincoln Park”; sólo en territorio familiar Welsh

entrepierna
dedura de serpiente en el pene, dos violentos consigue desarrollar personajes del todo ve-
inmigrantes mexicanos los confrontan. En rosímiles, como el protagonista de “Kingdom
“If You Liked School, You’ll love Work”, relato of Fife”. Sin embargo, aquéllos que siguen la
que da título a la colección, Michael Baker obra del autor encontrarán en esta colección
—un inglés expatriado dueño de un bar en que su ingenio incisivo se mantiene fresco. Lo


Por Alvaro García una idílica isla española— intenta mante- grotesco y lo absurdamente hilarante conver-
ner su vida bajo control asediado por una ge con lo trágico para transmitir una sensa-
ex esposa, dos amantes, su hija e incluso la ción de ambivalencia respecto a la temática
mafia. “The DOGS of Lincoln Park” relata la propia de cada relato. Es de esperarse que un
desaparición de Toto, la mascota de Kendra libro en donde hay decapitaciones, peleas de
Cross, quien es miembro de un grupo elitista perros, mordidas de serpiente en los genitales
de Chicago. La intriga comienza cuando ella y accidentes vehiculares, dé pie a la reflexión
sospecha de su vecino, un chef coreano. En sobre cuán bajo puede caer el hombre y qué
“Miss Arizona”, un joven aspirante a director tan duro puede ser el castigo.
de cine pretende realizar la biografía de su Welsh, Irvine, If You Liked School, You’ll Love Work, W.W.
difunto héroe cinematográfico mediante 1 Breve relato en prosa. Norton & Company, Londres, 2007, pp. 391.
una entrevista con la viuda, Yolanda. Pronto

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