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Lucas 12 32-34 Tesoro en el cielo

(Mt. 6.19-21)

Luc 12:32 No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.
En este versículo el verbo significa que “fue su feliz inspiración darles” el reino. El padre se contento al poder
entregar a la humanidad el reino que no merecían, ya que por causa del pecado fuimos alejados de su
presencia. Recordemos en el principio Adán y Eva ¿Cómo era su relación con Dios?, pues era una
comunicación directa con Dios. La Biblia nos habla que Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día. Por
lo que su comunión era muy estrecha, Dios está junto a ellos, podían oírlo y podían sentirlo junto a ellos.
Ahora Dios quiere que revivamos ese momento y poder estar nuevamente en su presencia, pero con nuestros cuerpos
carnales es imposible por causa de la maldad que hay en nosotros, pero al creer en Cristo somos nuevas criaturas,
guiadas por Dios, transformados nuestros pensamientos y sentimientos. Pero cuando Cristo venga por segunda vez
seremos transformados definitivamente para poder ser admitidos en su presencia.
Pero bien, eso es en un futuro próximo, pero también algo debe suceder con nosotros en la actualidad y es por eso que
se nos llama manada, una manada es un grupo de animales, no queriendo decir que somos animales, sino que
necesitamos que alguien nos dirija, un animal sin ayuda puede comer, puede interactuar, puede reproducirse, pero sin
ayuda de un cuidador, no se puede encontrar un buen refugio, no se puede encontrar buen alimento, no se puede
encontrar fuentes de aguas, sin un ayudador no tenemos seguridad de que hacer. Pensemos que sucede con un
animalito perdido, que se desorienta del grupo, que se aparta del camino y llega a una zona desconocida para sin, sin su
alimento, sin lugar para beber, con muchos peligros, así es la vida sin Cristo, ¿Se ha sentido usted así?
Lo de pequeño es fácil de ver hoy en día en las congregaciones, en las reuniones de predicación de evangelio asisten
muy pocas personas comparadas con los que van a ver un partido de futbol por ejemplo, o las personas que hacen fila
para ver un estreno en el cine y así, podemos ver muchos ejemplos día a día, este mundo aleja a las personas de Dios y
es por eso que somos llamados una manada pequeña. Además que debemos buscar al verdadero padre, porque hay
algunos de desvirtúan el nombre de Dios, prometiendo sanidad, sanación, milagros que a Dios le agradan.
Lo más difícil de explicar todo toda esta expresión es el placer mostrado por el padre, que tuvo que ver sufrir a su hijo, a
su unigénito, quien ningún pecado hacia, quien ningún pecado tenia y quien nunca hizo pecado, al cordero perfecto, sin
mancha enviado por el Padre para padecer lo que nosotros los creyente nunca sabremos, pero que ganó la salvación de
muchos y así también el gozo de Dios, y no saben cuánto gozo da en los cielos por un pecador que se arrepiente.

Luc 12:33 Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se
agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye.
El desprendimiento de las cosas materiales es importante en la vida de creyentes, ya que de parte de nuestro Señor nos
pueden venir diversas pruebas y lo importante es estar firme a pesar de las dificultades económicas, así como también
es bueno el dar a las personas que tienen necesidad, el hacer obra de compasión para los necesitados pero no en forma
de buscar un interés, no buscando una gloria propia, sino que para hacer un bien para las personas, ya que para la
salvación no es necesario las obras, sino que lo importante es buscar primero a Dios y luego hacer buenos actos, como
consecuencia de la Salvación.
Mat 6:3 Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha,
Mat 6:4 para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
¿Qué sucede con una bolsa que esta ya vieja? ¿Qué sucede con las cosas que están dentro una vez que ya esta vieja?
¿Qué sucede cuando se rompe? Así es cuando guardamos cosas en este mundo, es solo almacenar cosas por un tiempo,
pero cuando se hace vieja ya no sirve. Así es cuando alguien creyéndose rico, se encuentra que guardo todo en una
bolsa vieja y no tiene nada.
Los tesoros del cielo son los más seguros del mundo, o fuera del mundo. Ya que son tesoros eternales, espirituales, que
solo Dios puede entregar. Son ganancias para la vida futura pero que ya disfrutamos en la actualidad.
Los tesoros de Dios son hermosos, calles de oro en el cielo, ganaremos coronas, tendremos galardones, pero nada mas
hermoso que estar siempre en la presencia de Dios.
Por: Iván Pablo Yáñez Fica Página
ivanipyf@gmail.com 1
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Donde ladrón no llega, es algo que a los humanos nos gustaría mucho decir. A causa del pecado, de la avaricia, de la
necesidad o de cualquier factor una persona puede llegar a robar, y es mucho más difícil para nosotros si tenemos amor
a las posesiones terrenales, ¿Cuánto nos duele que nos roben algo? Muchas veces duele mucho, porque son cosas que
se ganaron con esfuerzo, sin embargo para Dios eso no tiene valor, sino que la persona en si es un tesoro. Nosotros los
creyentes tenemos un grande tesoro que es la palabra de Dios, pero además

Luc 12:34 Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
Cuando a mí me gusta algo demasiado, ocupo mucho de mi tiempo y preocupación en ello, lo vemos todo el día,
pensamos en aquello, intentamos meditar y apreciarlo lo mayor posible. Es así con nuestro interés, mas si nuestro
interés está en las cosas de esta tierra, ¿qué podemos ganar? ¿De qué estaremos preocupados? ¿En donde esta mi
corazón? ¿En mis estudios? ¿En mi trabajo? ¿En mi familia? ¿En un vicio? ¿En el deporte? ¿En el dinero? Si nuestro
tesoro más preciado es Dios entonces pensaremos en Él, meditaremos en él, estudiaríamos sus palabras, obedeceríamos
sus mandamientos, caminaríamos junto con Cristo.
Debemos meditar en esta enseñanza, como están mis negocios. ¿Son ganancias o me estoy yendo a perdida?
Por decirlo de alguna forma no hay mejor negocio que tener a Cristo de nuestra parte, porque pase lo que pase nunca
será como las bolsas de comercio que suben y bajan, con Cristo solo tendremos ganancias, y los intereses son muy altos
y con mucho mas valor al tener la oportunidad de compartir estas riquezas en la presencia de nuestro Redentor, nuestro
Señor Jesucristo.

Por: Iván Pablo Yáñez Fica Página

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