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y vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las bodas, para que cuando
llegue y llame, le abran en seguida.
El ser sirvientes bueno es lo que Dios espera de nosotros, el estar a la espera de su Señor, estar aguardando su llegada
para que no nos encuentre de ociosos o en acciones indebidas.
El ejemplo más hermoso que podemos tener es cuando se nos dice en la Biblia que la Iglesia debe esperar como esposa
ataviada a su esposo, debe espera lo vestida, arreglada, lista para su encuentro.
¿Qué sucede si cuando llegue mi Señor me encuentra en una fiesta o me encuentra robando o me encuentra gastando
mi tiempo viendo el futbol o cometiendo un pecado? ¿Qué explicación daremos? Recordemos a Lot, un creyente que no
daba frutos, que no estaba preparado, que no estaba velando, sino que se había dejado llevar por el mundo y convivía
con el mundo y era parte del mundo y aun cuando Dios le hablaba no entendía la importancia de sus palabras, estaba
muy adormecido con sus acciones mundanas. ¿Y qué es el mundo? Todo lo que nos rodea, en donde convivimos y que
nos aleja la mirada de Dios y que nos quita el amor de Dios.
Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se
ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles.
Qué gran privilegio que siendo un buen siervo, fiel, constante, preparado, que vela por la llegada de su Señor, se le
encuentre en sus labores atento a la llegada. El Señor se ceñirá, el Señor se arreglará para servirnos, para atendernos,
para recompensarnos por nuestra acción. Y así es cuando Jesucristo venga por segunda vez, un mensaje de esperanza,
de bienaventuranza, de bendiciones para los creyentes fieles, siervos constantes que esperan a su Señor.
Nuestro deseo es que usted sea como aquel siervo fiel, que le puede recompensar en vez de castigar por sus acciones.
Un ejemplo de un siervo fiel, que obedecía a Dios y que fue enaltecido, es José, que siendo solo un esclavo, una persona
vendida por sus hermanos, llego a ser segundo después del faraón y si Dios puede hacer eso en la tierra, ¿Qué más en el
cielo?
Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, si los hallare así, bienaventurados son
aquellos siervos.
Los judíos dividían la noche en 3 vigilias: Primera vigilia, desde la puesta del sol hasta aproximadamente las 10 de la
noche. Segunda vigilia desde las 10 PM hasta las 2 PM. Y la tercera vigilia desde las 2 PM hasta la salida del sol.
Los romanos dividían la noche en 4 vigilias. Primera de 6 PM hasta las 9 PM Segunda de 9 PM hasta la medianoche.
Tercera desde la medianoche hasta las 3 AM. Y la cuarta vigilia desde las 3 AM hasta las 6 AM.
Cuántas veces hemos escuchado las blasfemias de que Dios no vendrá, de que Dios se ha demorado demasiado, de que
Dios no nos escucha y no existe.
Ciertamente Dios es paciente y no queriendo que nadie perezca aun los deja estar en el tiempo de la gracias, y así
nosotros estando en la tierra podamos predicar la buenas nuevas de salvación, podamos dar las buenas noticias de la
Gracia del Señor Jesús.
Dios nos habla de muchas maneras en estos tiempos y en antiguos tiempos, no sabemos ni el día ni la hora en que Dios
vendrá, pero si sabemos que está muy cercano y no podemos dejar pasar este día sin preocuparnos de nuestro estados
espiritual.
Dios nos ama, Dios nos da el tiempo, pero Dios también debe hacer justicia por los pecados cometidos contra Dios. Todo
tiene su tiempo, y para nosotros en este mundo queda muy poco.
Pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué hora el ladrón había de venir, velaría ciertamente, y
no dejaría minar su casa.
¿Cómo sería nuestro andar en el mundo si supiéramos cuando Cristo va a volver? De seguro, en una vida de pecado, de
maldad, esperando hasta el último instante para pedir perdón y que Dios nos perdone. Pero no sería una conversión de
corazón sino que una decisión fría y calculada, con un sentido de interés por su beneficio sin importar la Santa voluntad
de Dios para nosotros.
Lo que Dios quiere para nosotros es que andemos en un camino de justicia, de verdad, de santidad, alejado del pecado y
cercano a sus caminos.
Dios nos quiere como nuevas criaturas que se perfeccionan día a día para buscar la perfección en Dios.
Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá.
El Padre le está hablando en esta noche, por medio del Espíritu Santo y de las Escrituras para que usted pueda aceptar el
sacrificio realizado por el Mesías esperado, no despreciemos aquella salvación tan grande, sino que seamos ejemplo
para los demás y seamos luz en estas tinieblas y estemos trabajando y listos para partir a estar con Cristo por toda la
eternidad. Dios nos ama y quiere premiarnos y no castigarnos, ¿Cuál es su decisión?