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Lucas 18 18-30 El joven rico


(Mt. 19.16-30; Mr. 10.17-31)

Luc 18:18 Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
Un Joven (mencionado como joven en los pasajes paralelos) principal, importarte, de una buena clase social, quizás con muchos
estudios y conocimientos, que al contemplar la vida y lo que Cristo hablaba, le hace acercarse a él para entablar una conversación.
Le dice Maestro bueno, por una parte pensaba que el Señor Jesús era digno de ser llamado Maestro, por su conocimiento y
reconocía que podía aprender cosas de Él. Por otra parte lo trata de bueno al ver sus obras caritativas hacia las personas, por su
disposición a prestar atención a las personas, por sus milagros curativos y por dar descanso espiritual a los que aceptaban sus
enseñanzas.
¿Qué haré para heredar la vida eterna?
Una pregunta que inquietaba a este joven y que también debe inquietar a todas las personas.
La vida eterna solo se puede heredar de parte de Dios, no se puede heredar por hombre, no se puede comprar, no se puede lugar
por ganarla, solo se puede heredar por medio del sacrificio del Hijo de Dios.

Luc 18:19 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo Dios.
Jesús al ver que este joven estaba pensado que trataba con un hombre mas, con un hombre sabio, con una persona que solo tenía
un buen andar. No entendía que se encontraba con el Hijo de Dios.
Le pregunta ¿porque piensa el joven que un ser humano puede ser bueno?
¿Por ver que hace buenas cosas?
Solo Dios es realmente bueno, todo lo terrenal está corrompido, no significa que Cristo no fuera bueno, sino que si él piensa que se
puede ser bueno siendo hombre.
Desde cuando entro el pecado en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte paso a todos los hombres, por
cuanto todos pecaron nos dicen las escrituras.
No intentemos hacer buenas obras para ganar la salvación, no intentemos aparentar llevar una buena vida para ganar la vida eterna.

Luc 18:20 Los mandamientos sabes: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu
madre.
El joven intenta buscar el ser bueno en las cosas que hiciera. En guardar los mandamientos.
Y el Señor le pregunta por algunos mandamientos.

Luc 18:21 Él dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud.


No tenemos como sabes si realmente este joven cumplió con estos mandamientos, puede ser que halla sido muy bien enseñado, y
puede ser también que nunca hubiera faltado a alguno de esos mandamientos.
Así mucha gente se siente bien porque no falta a los 10 mandamientos, pero, no son solo diez mandamientos, la ley de Dios es muy
extensa y ninguna persona puede cumplir toda la ley.

Luc 18:22 Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el
cielo; y ven, sígueme.
Si pensáramos que cumplía con lo dicho por Jesús, le pide solo un requisito mas y al muy curioso.
Vender todo lo que tenia y darlo a los pobres.
Dios vio en el corazón del joven y como estaba errado su pensamiento. El quería ganarla con obras, cuidando su andar, pero para
sentirse satisfecho consigo mismo, pero tenía un amor que no le daba lugar a Dios.
Su primer amor era hacia el dinero, pero quería tener la conciencia tranquila al hacer obras “buenas.
Dios le toca en lo que le impedía llegar a Dios, y cada uno de nosotros tenemos algo que nos impide llegar a Dios de todo corazón.
Todos tenemos obstáculos que debemos sacar de nuestro camino para llegar a su presencia.
Dios nos ayuda a ver cuales son, pero debemos desearlo, y debemos quererlo de todo corazón.

Luc 18:23 Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico.
Lamentablemente el joven tenia en su corazón un amor muy fuerte hacia las riquezas y le entristeció muy hondo, no podía dejar
todo por Cristo, no podía pensar en la vida eterna toda su vida estaba entorno al dinero.

Luc 18:24 Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: !!Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen
riquezas!

Por: Iván Pablo Yáñez Fica


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Las riquezas siempre creando estragos, no porque sea malo tener dinero, sino que puede ser la causa por la que despreciemos el
regalo de Dios por llenarlo con cosas materiales.

Luc 18:25 Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.
Cuán difícil es hacer ver a una persona que Dios es un tesoro más grande que cualquier tesoro. No hay comparación entre las
riquezas de este mundo y las riquezas que Dios nos ofrece en el cielo.

Luc 18:26 Y los que oyeron esto dijeron: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?
Para uno como humano es difícil dejar cosas y seguir a Cristo, pero Dios no ayuda a eso, nunca nos dejaría solos, nos da las
herramientas de poder perfeccionar nuestras vidas.
El dejar los vicios para un hombre normal por sus medios es demasiado difícil, pero cuando tenemos a Dios no necesitamos nada
más, porque el nos provee de lo que necesitamos y podemos seguirle fielmente confiando en su resguardo y en su amor.

Luc 18:27 Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.
Nada hay imposible para Dios, es un mensaje tan potente porque nos damos cuenta lo limitados que somos. Nos cuesta pasar un
obstáculo y Dios nos puede ayudar, tenemos una enfermedad y a Dios le podemos pedir el milagro, tenemos un problema con una
persona y Dios nos puede ayudar a enfrentarlo, pero sobre todo esto Dios tiene el poder de poder transformarnos de Pecadores a
Justificados.

Luc 18:28 Entonces Pedro dijo: He aquí, nosotros hemos dejado nuestras posesiones y te hemos seguido.
El otro lado de la moneda personas que no tenían mucho, pero lo que tenían lo dejaron para seguir a Cristo.
Sin pensar, sin esperar, sin demorar, solo lo hicieron con fe y confianza en Dios.

Luc 18:29 Y él les dijo: De cierto os digo, que no hay nadie que haya dejado casa, o padres, o hermanos, o mujer, o hijos, por el reino
de Dios,
Luc 18:30 que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna.

Por: Iván Pablo Yáñez Fica


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