PROYECTO DE LEY DE PROCEDIMIENTO PARA LOS DELITOS

COMETIDOS EN FLAGRANCIA EN LA JUSTICIA CONTRAVENCIONAL

Artículo 1- Incorporación. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires por la presente Ley

incorpora el tratamiento de los delitos cometidos en flagrancia a la justicia
contravencional, en los tratamientos de delitos para aquellas personas que carecen de
condenas penales.

Artículo 2- Notificación. Cuando una persona haya sido sorprendida en flagrancia en la

comisión de un delito, será detenido por agentes del orden, y puesto a disposición del
juez quien inmediatamente deberá notificar al agente fiscal.

Artículo 3.- Lectura de Derechos. Se pondrá al detenido en conocimiento de lo

dispuesto por el artículo 28 del CPPCABA. La autoridad policial procederá a
identificarlo constatando su domicilio real y si el mismo posee antecedentes. El Juez
interviniente, podrá ordenar su libertad, en el caso de corresponder.

Artículo 4.- Mediación. En caso de no poseer el detenido antecedentes y de no ser uno

de los delitos mencionados en el segundo párrafo del inciso 2 del artículo 204 del
CPPCABA, luego de elevar el personal policial las actuaciones al Sr. Fiscal. El Fiscal
notificará al damnificado y al imputado de la posibilidad de realizar una mediación
penal, debiendo estos hacer saber al Ministerio Público si aceptan este procedimiento
dentro de las setenta y dos (72) horas de notificado.

En caso que ambas partes acepten la instancia de mediación, el Fiscal procederá a

sortear un mediador de la lista de mediadores penales inscriptos en el GCBA, a quien se
enviarán las actuaciones.

No se admitirá una nueva mediación penal respecto de quien hubiese incumplido un

acuerdo en trámite anterior, o no haya transcurrido un mínimo de dos (2) años de la
firma de un acuerdo de mediación penal en otra investigación.

Artículo 5.- Citación. El Mediador designado, procederá a citar al imputado y a la

víctima a una audiencia de conciliación, dentro de los quince días corridos del momento
del hecho. En caso de ser el damnificado el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, se
deberá nombrar a un representante del mismo para que asista a la mediación.

Artículo 6.- Recusación y Proceso. El Mediador no podrá ser recusado. Todo lo que se
hable o aporte en el mismo tendrá carácter de confidencial. En el proceso de mediación
el imputado y la victima podrán llegar a un acuerdo que busque una reparación
significativa para la víctima. De arribar a un acuerdo, y luego del cumplimiento total del
mismo, el mediador enviará las actuaciones a la Fiscalía correspondiente la que
procederá a su archivo.

Artículo 7.- Remisión. En caso de no prosperar la mediación entre las partes, o que el
imputado no cumpla con lo acordado en la mediación, se enviará lo actuado al Sr. Fiscal
quien a su vez las remitirá al Sr. Juez que por turno corresponda a fin de que se lleve a

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cabo una audiencia sumaria, que deberá fijarse dentro de los quince (15) días de
recibidas las actuaciones.

Artículo 8. Audiencia. La audiencia será única y recibida en forma oral. A dicha

audiencia deberá asistir el representante del Ministerio Público. El imputado podrá
contar con la asistencia de un defensor privado o requerir un defensor oficial. En la
audiencia se le harán saber los hechos que se imputan, como así también todos los
elementos de prueba en su contra con que se cuenten. El imputado podrá proponer
testigos, lo que deberá hacer saber al tribunal dentro de las 48 horas de notificado de la
audiencia y podrá declarar o negarse a hacerlo, sin que ello cree presunción alguna en su
contra.

Artículo 9.- Derechos de la víctima. A su vez se notificará de dicha audiencia al

damnificado, a quien se escuchará en calidad de testigo, así también como a las demás
personas que el Sr. Juez estime que puedan aportar datos relevantes del hecho. La
víctima podrá constituirse como querellante en cualquier momento, hasta la iniciación
de la audiencia de debate. Será informado de ello al momento de citarlo a concurrir a
esta.

Artículo 10.- Sentencia. Luego de la audiencia, el Juez, dictará sentencia en forma

inmediata. De no poderlo hacer, ya sea por la complejidad de la cuestión tratada o por la
necesidad de producir más prueba, se continuará la investigación con el trámite ordinario
establecido por el CPPCABA.

Artículo 11. Apelación. La decisión del Juez será apelable en la misma audiencia por
cualquiera de las partes, debiendo explicarse en ese mismo momento cuales son las
cuestiones de derecho afectadas. El recurso se concederá en forma automática. Se
labrará un acta con todo lo actuado, la que deberá contener los requisitos previstos por el
art. 245 CPPCABA.

Artículo 12.- Audiencia Cámara. En caso de resultar apelada la decisión del Juez de
Primera Instancia intervendrá la Sala de Cámara que por sorteo corresponda, la que
citará a una nueva y única audiencia a la que concurrirán sólo las partes y en la que sólo
podrán tratarse cuestiones de derecho. La Cámara dictará sentencia en ese mismo acto y
su resolución será inapelable.

Artículo 13.- Control. En caso de que la pena a aplicarse resultare en el cumplimiento

de una labor de asistencia social, la misma será controlada según lo establecido en el
artículo 311 del CPPCABA.-

Art. 14.- Comuníquese, etc.

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 Fundamentos

Señora Presidenta:

Me dirijo a Vd., y por su intermedio, al Cuerpo Legislativo que preside a

fin de considerar la siguiente iniciativa.

Entendemos que hay circunstancias en la que los agentes del orden y los
auxiliares de la justicia deben proceder a la inmediata detención de personas para
combatir la actividad delictiva.

Esta situación ha sido considerada y tratada en numerosas ocasiones

por diferentes Institutos de Investigaciones Jurídico Penales internacionales con la
finalidad de establecer la forma de actuar en circunstancias donde se producen delitos de
menor cuantía o peligrosidad.

La flagrancia ocurre cuando el autor de un delito es sorprendido al

momento de cometerlo (“in fraganti”) o inmediatamente después.

También se da tal situación cuando el delincuente es perseguido por

autoridades policiales, o cualquier otra fuerza pública de control, o por la víctima o el
clamor público, quienes en ese caso serían considerados como funcionarios ad hoc.

Por último, mientras la persona sospechada tenga objetos o presente

rastros o evidencias que hagan presumir que se ha involucrado o participado
recientemente de un delito, se aplicara asimismo el concepto de flagrancia.

El artículo 78 del Código Procesal Penal de la Ciudad Autónoma de

Buenos Aires establece que: “Se considerará que hay flagrancia cuando el autor del
hecho sea sorprendido en le momento de cometerlo o inmediatamente después o
mientras es perseguido por la fuerza pública, por la víctima o clamor público. Estará
equiparada a la situación de flagrancia , a los fines previstos por este Código, la
persona que objetiva y ostensiblemente tenga objetos o presente rastros que hagan
presumir que acaba de participar en un delito”

Nos encontramos aquí con una cuestión de índole constitucional.

El artículo 18 de la CN establece que “...nadie puede ser arrestado sino en virtud de
una orden escrita emanada de autoridad competente...”, por lo que la opción del pronto
arresto frente a la comisión de un ilícito podría considerarse vedada.

Esto, en la practica no es así, ya que sería inconcebible que las

fuerzas de seguridad permitieran la comisión de ilícitos ante su vista. Ello sólo generaría
justicia por mano propia, ya que los ciudadanos reaccionarían por si mismos contra la
injusticia y en su defensa, si es que no lo hacen las fuerzas de seguridad, causando una
situación de caos no pretendida. Es por ello que la actividad de las fuerzas de seguridad
deben regularse y controlarse.

El Código Procesal Penal de la Nación al reglamentar esa garantía,

incorporó la facultad policial de detener ciudadanos aún sin orden judicial, en
determinados y excepcionales casos.

El artículo 284 del CPPN contempla los casos en que las fuerzas
de seguridad pueden proceder a la detención de una persona sin orden judicial. Ellos

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son: 1) Cuando intentare un delito de acción pública reprimido con pena privativa de
libertad, en el momento de disponerse a cometerlo; 2) Al que fugare, estando legalmente
detenido; 3) Excepcionalmente a la persona contra la cual hubiere indicios vehementes
de culpabilidad, y exista peligro inminente de fuga o de serio entorpecimiento de la
investigación y al solo efecto de conducirlo ante el juez competente de inmediato para
que resuelva su detención, y ; 4) A quien sea sorprendido en flagrancia en la comisión de
un delito de acción pública reprimido con pena privativa de libertad.
En caso de resultar un delito cuya acción dependa de instancia
privada, dependerá de si la víctima presenta o no denuncia en el mismo acto. En caso de
no hacerlo el detenido será puesto inmediatamente en libertad.
Asimismo, el art. 5 del Dec. Ley 333/58 determina facultades
policiales en el ámbito de la Policía Federal Argentina que permite a personal de dicha
dependencia detener personas fuera de los supuestos previstos en el ordenamiento
procesal penal, en caso de existir circunstancias debidamente fundadas que hagan
presumir que cometieron o estarían por cometer algún hecho ilícito.

Como se adelantara, estos supuestos deben ser tratados y

estudiados pormenorizadamente para no vulnerar en forma arbitraria el espíritu del art.
18 de la C.N.

Sabido es que en los tiempos actuales y ante la proliferación de

actos vandálicos y de delincuencia incipiente es necesario reforzar la capacidad
operativa para combatir estos actos haciendo hincapié en la prevención. Pero frente al
hecho consumado se deben utilizar procedimientos breves y sencillos para brindar
pronta solución, siendo indispensable para articular el camino de la investigación de los
delitos un proceso sumario con tribunales activos de amplia jurisdicción en la ciudad.

Para ello sería extremadamente útil poder contar con un sistema de

entrecruzamiento de información con las Comisarías de la Policía Federal, las Fiscalías
Nacionales y Contravencionales y los Juzgados, para que a través de un proceso especial
se resuelva la situación procesal del imputado de un ilícito con celeridad.

En la actualidad, existe un proyecto a estudio, a nivel nacional, en

el que se otorgaría a los Fiscales la facultad de determinar qué casos llegarían a la
justicia para ser juzgado por el Poder Judicial y también la inserción de la mediación
penal.

El CPPCABA establece en el artículo 204 las vías alternativas de

extinción de una acción penal, mencionando la posibilidad de una mediación o de
avenimiento, por lo que se incluye dentro del nuevo procedimiento la posibilidad de una
mediación penal, que deberá contar con el consentimiento de la victima y del imputado.

El consentimiento de la victima resulta fundamental, ya que sin el

mismo la mediación no podría prosperar. Igualmente consideramos necesario que el
imputado acepte el procedimiento de mediación expresamente, a efectos de evitar la
doble victimización del damnificado que se daría en caso de que el imputado no
concurriera a la mediación.

En la mediación se busca la reparación significativa de la víctima,

es decir que el damnificado reconozca que el daño sufrido – tanto moral como
materialmente – se encuentra, a su entender subsanado, creando un mecanismo que

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permita a los damnificados intervenir en el proceso penal y encontrar rápida reparación
al problema puntual.

Es por ello que entendemos que los mediadores deberán contar

con diferentes capacidades, lo que permitirá la utilización de equipos de mediación
multidisciplinarios.

Frente a ello, y a la delegación de delitos de índole correccional

(Leyes 26.357 y 2.257), sería útil poder contar con herramientas especiales para el
juzgamiento de los delitos en el ámbito de la ciudad en forma sumaria que permitan
agilizar su trámite haciendo más eficaz la administración de Justicia.

También, y conforme lo explicado por el Sr. Ministro de Justicia

de la Ciudad, la nueva entidad policial y sus agentes contarán con elementos técnicos
importantes, los que sin lugar a dudas ayudarán en la pesquisa de las personas que
delinquen haciendo una ciudad segura.

Entiendo que para que todo ese esfuerzo rinda el debido fruto,
paralelamente debería existir un sistema procesal que colabore con dicha iniciativa.

Un caso típico podría ser la detección de un ilícito a través de

cámaras que custodien un espacio público o privado, una pelea en un bar o un arrebato
en plena calle.
En esas situaciones debería darse aviso en forma inmediata a la
autoridad para que proceda a la detención del agresor, notificándose automáticamente a
la autoridad judicial para que actúe. De esta manera, los delitos de flagrancia podrían ser
tratados en forma inmediata, descomprimiendo los juzgados y brindando una justicia
eficiente y efectiva.
Esta circunstancia de trámite debería ser incorporada por ley
complementaria en el articulado del Código de Procedimiento Contravencional.

Resulta viable que tal circunstancia sea tratada y ejecutada por los
jueces contravencionales, ampliándoseles el marco legal y otorgándoles mayor
competencia de actuación para abarcar delitos de menor cuantía.

Consideramos que este procedimiento aceleraría el proceso judicial,

con control dinámico y de resultado efectivo, sin vulnerar garantías constitucionales, ya
que para su tratamiento, el Juez deberá respetar las garantías establecidas en el artículo
28 del CPPCABA.
Se logrará así una justicia de acción rápida y genuina, pudiéndose
aceptar probation y/o en su caso condenas en suspenso.

Por lo anteriormente expuesto, solicito la aprobación de este

proyecto de Ley.

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