“Cuentos desde Gotiasan” – Vol.

I
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Oiga la narración del cuento en: http://www.cuentosdesdegotiasan.blogspot.com

“Carta de despedida a mi esposa por muchos años”

Alfredo Milano
Santiago, 23 de Febrero, 2008
Querida Johana:

Quiero escribirte esta carta porque he decidido abandonarte.

Sí, me voy bien lejos, porque vivir contigo es un infierno.

Se que te vas a preguntar miles de “por qués”, y tratarás de buscar una respuesta a esta, mi
decisión. No la vas a poder encontrar, porque no está en tu lógica perfecta.
Y ahí es precisamente donde está el detalle, el motivo. Tú eres una mujer perfecta. En
todos los sentidos eres una 10.
Eres hermosa, demasiado hermosa diría yo. Eres buena amante, la mejor. Eres la perfecta
ama de casa. Además, tienes negocios y diriges una gran empresa.
Todos te aman y te respetan. La prensa te busca para conocer tus opiniones sobre
diferentes tópicos. economía, política, internacionales, deportes, hasta futilidades desde
cómo estar elegante las 24 horas del día, o cómo preparar un Filet Mignon. Y no es sólo
eso, sino que siempre tienen que poner tus fotos; tu bello rostro, tu elegancia.

Eres patria o muerte para mí. Eres fiel. Más que fiel, eres leal. Eres una especie de Mio Cid.
Contigo me siento seguro, protegido, mimado.
Yo gano lo suficiente para que los dos podamos vivir cómodos y, de hecho, todo lo que
gano es para ti, o para nosotros. En realidad no es lo económico lo que me disgusta.
Porque es bueno pasear en yates, ir a fiestas, comer y beber fino en buenos restaurantes.
Saber que mañana la vida no va a cambiar hacia lo malo.
Pero, sé que el problema es mío y tengo que irme.

Yo necesito vivir en la incertidumbre.

Yo necesito vivir con alguien inestable. Que me haga la vida emocionante.
Alguien impredecible. Una persona que tenga sus secretos. Una persona que tenga defectos
visibles e invisibles. Una mujer que huela a jabón barato, que no disimule sus várices, que
no se afeite los sobacos. Una hembra “tapa amarilla” y de gustos baratos.
¿Y sabes una cosa? ¡Ya la tengo!.
Vivió con nosotros por cinco años y para ti sólo era una cosa útil.
Tu ayudante de cocina humano. Tu lavadora. La limpieza de la casa.
Sí, es Michaele. Nuestra sirvienta. La mujer que me hizo recuperar la emoción de vivir lo
inesperado, la incertidumbre del mañana.

Desde algún lugar del Cibao, Febrero 2008.

Elvys José Bermúdez, el que una vez fue tu esposo.