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E L PROBLEMA DE LA CORROSIÓN
EN EL AUTOMÓVIL
Si bien hoy en día se han incorporado una serie de materiales alternativos al acero, como el aluminio o el plás-
tico, para formar parte de la carrocería del automóvil, éste sigue siendo el material más extensamente empleado
en la construcción de carrocerías debido a sus cualidades mecánicas y a su bajo coste. Sin embargo, presenta el
problema de la oxidación, ya que el acero se oxida fácilmente provocando el deterioro progresivo de la chapa.
que se produce un intercambio de electrones. Cuando el a perder o ganar electrones, de manera que el de mayor
acero se encuentra en contacto con la humedad del tendencia a perderlos cede sus electrones y se dice que
ambiente se forman diminutas pilas eléctricas que pro- se ha oxidado , constituyendo lo que se denomina ánodo,
ducen la denominada oxidación electroquímica del y el que los gana se dice que es el oxidante o reductor y
acero. constituye lo que se denomina cátodo.
Nº 22 - OCTUBRE / DICIEMBRE 2004
LA CORROSIÓN EN EL AUTOMÓVIL Carrocería y Pintura
En el caso de los metales, por ejemplo, hay algunos
como el hierro, cinc o aluminio, que tienen tendencia a
perder electrones, es decir, a oxidarse, y por lo tanto
habrá que protegerlos. Mientras que hay otros como el
cobre, estaño o plata que tienen poca tendencia a perder
electrones y sólo se oxidan en contacto con oxidantes
enérgicos como ácidos. Incluso hay metales como el oro,
con muy poca tendencia a perder electrones, y que será
muy difícil de oxidar.
La oxidación del acero se puede producir pues, al
ponerlo en contacto con otro material con mayor tenden-
cia a ganar electrones, es decir, más oxidante. Este proceso se puede ver acentuado por una serie
de circunstancias, como la presencia de sal en la carrete-
ra para el deshielo, atmósferas muy calientes y húmedas,
zonas costeras y áreas industriales, en las que la conta-
minación causada por una serie de compuestos (de
azufre, nitrógeno y cloro) combinados con el agua de llu-
via, forman ácidos muy corrosivos capaces de destruir las
capas protectoras del acero. Esto hace que sea impres-
cindible la aplicación de un alto nivel de protección
anticorrosiva en localizaciones costeras, zonas de monta-
ña con frecuentes nevadas o zonas industriales con alta
contaminación.
Tipos de corrosión
Si la oxidación es la reacción química, la corrosión es
la perforación que se produce en el acero como conse-
cuencia del avance de la oxidación, y constituye uno de
los principales factores responsables de la destrucción del
acero. Los tipos de corrosión a los que se puede ver
sometida una carrocería, se pueden diferenciar principal-
mente de acuerdo a:
En cuanto a la oxidación del acero por contacto con la Según las causas que la producen: corrosión galvánica
humedad ambiental, hay que decir que en una pieza de o por contacto: al poner en contacto dos metales con dis-
acero que fuese totalmente uniforme y homogénea no se tinta tenencia a perder o ganar electrones; corrosión en
produciría la oxidación, sin embargo, en el acero existen intersticios: por condensación y acumulación de humedad
pequeñas diferencias de composición, estructura o tensio- en pequeños huecos; corrosión por fatiga o estructural:
nes, que provocan zonas de diferente tendencia a la por la combinación de un daño en el material por cargas
oxidación: puntos anódicos y catódicos. y tensiones mecánicas, con un ambiente corrosivo; corro-
Entre estos puntos se produce un flujo de electrones sión en la reparación: por eliminar la protección
del ánodo al cátodo a través de la propia masa del acero, anticorrosiva en el proceso de reparación; corrosión por
siendo la humedad la que cierra el circuito eléctrico, per- efecto de la soldadura; en las denominadas soldaduras a
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mitiendo así que los electrones circulen. llama abierta en la que el material está en continuo con-
De esta forma, en los puntos anódicos el acero se tacto con el oxígeno del aire o en soldaduras con
transforma en otro material, óxido de hierro, cuyas propie- aportación de oxígeno (oxiacetilénicas); y corrosión tipo
dades mecánicas son muy inferiores a las del acero y no picadura: por la presencia de puntos de óxido debido a
cumplen con las exigencias requeridas. pequeñas zonas desprotegidas de chapa.
E
Pilar Santos Espí
L PROBLEMA DE LA CORROSIÓN
EN EL AUTOMÓVIL
La protección anticorrosiva en el diseño
y fabricación del vehículo
En el anterior número de la revista se habló sobre el fenómeno de la oxidación del acero en las carrocerías y su sus-
titución por otros materiales que no presentasen este problema, como son el aluminio o el plástico. En este número de la
revista se expondrán las otras medidas de protección anticorrosiva empleadas para proteger las carrocerías de su dete-
rioro, y que se tienen en cuenta en el diseño y fabricación del vehículo.
El fenómeno de la corrosión en el acero provoca una Todas aquellas piezas metálicas susceptibles de
pérdida de las propiedades mecánicas y físicas, y un debi- modificar sus propiedades por oxidación deben ser prote-
litamiento de la chapa que conlleva un deterioro gidas. El acero de la carrocería es, por su alto riesgo a
progresivo de la estructura del automóvil. Este deterioro oxidarse rápidamente, uno de los componentes que debe
aumenta el riesgo de provocar deformaciones y puntos protegerse con sumo cuidado. Sin embargo, existen otros
débiles en la carrocería que pueden transformarse en componentes de acero o hierro que no es necesario pro-
zonas de rotura en caso de colisión. teger por la función que desempeñan, como son los
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Por estos motivos es imprescindible la protección discos de freno; y por el contrario, existen componentes
frente a las agresiones que puedan causar su destrucción, que, a pesar de no ser de acero o hierro, deben ser pro-
ya que una vez se haya producido la corrosión no se tegidos de la corrosión, como las llantas de aluminio a las
puede restituir, teniendo que eliminar el óxido y reducir así que se les aplica una capa de barniz.
el grosor de la chapa. En definitiva, la protección anticorrosiva debe tenerse
ficio”.
Actualmente son muchos los fabricantes de vehículos
que aplican este tipo de protección en la carrocería y otros
elementos del automóvil, aumentando su protección fren-
FUENTE: SEAT
te a la corrosión.
Pilar Santos
E L PROBLEMA DE LA CORROSIÓN
EN EL AUTOMÓVIL III
El empleo de
pintura como
sistema de
protección
anticorrosiva
En los anteriores números de la revista se expusieron dos de las medidas de protección anticorrosiva empleadas por
los fabricantes de vehículos para proteger las carrocerías de su deterioro: la sustitución del acero por otro material, como
el aluminio o el plástico; y el empleo de revestimientos metálicos como galvanizados, electrocincados, galvanneled, etc.
En el presente artículo se describe una tercera opción para evitar la aparición de la oxidación en la carrocería, que
consiste en la aplicación de pinturas y productos que actúen como barrera de protección y aíslen al acero de las agresio-
nes externas.
La utilización del acero en las carrocerías impuso la de la humedad, y cuando presenta un gran espesor,
necesidad de aplicar pinturas y materiales que lo prote- el riesgo a la rotura es mayor, produciéndose en las
giesen frente a la corrosión. Sin embargo, el empleo de zonas de rotura y de menor espesor los puntos anó-
pinturas como sistema de protección presenta un incon- dicos de la pila de corrosión.
veniente, y es que si éstas se dañasen debido a un ■ Efecto de resistencia iónica: Se impide, o al menos
impacto o arañazo, la protección quedaría comprometida, se reduce, el movimiento de los iones en la interfase
iniciándose la oxidación del acero en ese punto. metal/pintura. Este es el mecanismo principal de pro-
La utilización de pinturas y productos como sistema tección anticorrosiva que ofrecen los revestimientos
de protección del acero frente a la corrosión se basa en de pintura.
los siguientes mecanismos: ■ Efecto de inhibidor: Se inhiben las reacciones de
■ Efecto barrera: Se crea una barrera impermeable corrosión mediante la presencia en la película de pin-
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que evita el contacto de la humedad con el acero. Sin tura de unos pigmentos de naturaleza generalmente
embargo, es difícil conseguir un recubrimiento que inorgánica. Esta inhibición puede obtenerse por for-
sea completamente impermeable a la humedad y al mación de una película de óxido sobre el metal, o por
aire. Por otra parte, hay que tener en cuenta que formación de productos insolubles sobre el mismo.
cuanto menor es el espesor, más fácil resulta el paso ■ Protección catódica: Este mecanismo de protección
APLICACIÓN DE
CATAFORESIS EN
FABRICACIÓN
Carrocería y Pintura
P ROPIEDADES ANTICORROSIVAS DE
LOS RECUBRIMIENTOS
Los progresos realizados en las protecciones anticorrosivas de los vehículos han consegui-
do desterrar esta preocupación de entre los compradores. Sin embargo no debe confundirse lo
normal con lo adecuado, y la protección anticorrosiva debe conservarse después de cualquier
reparación.
Por ello, desde las primeras carrocerías elaboradas Sin embargo, la continuidad deseada y la ausencia de
en acero, la preocupación por mejorar la protección frente poros no se hizo efectiva hasta la aparición de los recu-
a la corrosión ha sido una cuestión inexcusable, hasta lle- brimientos electroforéticos. Este tipo de recubrimiento es
gar a los niveles de garantía ofrecidos hoy en día por la de origen orgánico, aunque su aplicación se lleva a cabo
mayoría de las marcas, que en algunos casos llegan hasta mediante electrodeposición por inmersión en grandes
los doce años. cubas. La electrodeposición garantiza que el polímero se
Afortunadamente, exceptuando las zonas costeras, deposite en las partes de acero descubiertas, puesto que
en la mayoría del territorio de nuestro país gozamos de una vez depositado hace de aislante, permitiendo la
unas condiciones climatológicas muy benévolas que con- obtención de espesores muy controlados y uniformes. El
tribuyen a la conservación de nuestros vehículos. Esta curado de estos recubrimientos se realiza en hornos de
complacencia del clima contrasta con la agresividad que secado a temperaturas del orden de los 180 ºC, lo cual
presenta en países del norte o este de Europa, donde la imposibilita su restitución en una reparación.
lluvia es más frecuente y la nieve y el hielo son habituales Los recubrimientos electroforéticos supusieron, en su
durante todo el invierno. Estas condiciones tan adversas día un gran avance en la lucha contra la corrosión, pero la
exigen el vertido de grandes cantidades de sal para hacer batalla todavía no estaba ganada, y la demanda, por parte
las carreteras transitables, sal que termina por todas las de los usuarios, de una mayor durabilidad de los vehícu-
partes del vehículo, siendo la principal causa de corrosión, los persistía. A pesar de la innovación de los
y exigiendo, por tanto, un elevado grado de protección recubrimientos electroforéticos (cataforético y anaforéti-
anticorrosiva para los vehículos que circulan por esas co), y sobre los cuales se aplicaban los recubrimientos de
vías. Estos condicionantes han llevado a la industria auto- acabado, la corrosión se hacía presente cuando el siste-
movilista europea al desarrollo e implantación de unos ma de protección fallaba, es decir, cuando los
excelentes sistemas de protección anticorrosiva, que per- recubrimientos resultaban dañados por roces, arañazos o
miten el ofrecimiento de garantías tan amplias como las pequeños impactos de gavilla. Daños que dejaban al des-
indicadas y que en nuestro país, con una edad media de cubierto el acero y expuesto al aire y al agua.
“jubilación” del parque automovilístico en torno a los 13 Como en otras muchas actividades, la corrosión no ha
años (superior al resto de Europa), han demostrado su sido un problema único de la industria automovilística, y
valía. había venido mermando el progreso técnico en áreas tan
Tradicionalmente, todos los sistemas de protección
anticorrosiva han basado sus propiedades en preservar el
acero del contacto con el aire y con el agua. Por ello se
han mejorado constantemente dos de las características
más importantes de los recubrimientos: la continuidad y la
adherencia.
La continuidad de un recubrimiento está relacionada
con el índice de porosidad que pueda presentar, puesto
que la presencia de cualquier poro supone una vía abier-
ta para el contacto con el agua y la oxidación del sustrato.
La porosidad se reduce con un espesor adecuado del
recubrimiento, y la posibilidad de que un poro deje descu-
bierto el acero se minimiza todavía más, con un sistema LA PRESENCIA DEL CINC PROTEGE DE LA CORROSIÓN AL ACERO