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42o MEMORIAS HISTÓRICAS D E L R E I

2 Aunque no advierte la Chronica, si havíendose apartado los Chris-


tianos del exercito de Aben Juzaf, se passò a su tierra, sin proseguir la
empresa, que havia ofrecido continuar contra el Rei de Granada, parece
lo da a entender , assi por no dar mas noticia de lo que obro en Espa-
ña , como porque hallándose en su costa, i haviendole sucedido el mal
logro de las dos traiciones que tuvo premeditadas , si fue cierto su avi-
so , u por el rezelo con que en entrambas le desampararon los nuestros,
temerosos de que fuesse su intención essa , resolvió retirarse a su Rei-
no , satisfecho de los estragos i robos que havia executado en los de An-
dalucía i T o l e d o , a que pertenece la Mancha , cuyo territorio havia
corrido , como dejamos visto.

C A P I T U L O XXIV.

Con la noticia de la rota de Cordova passò a ella D. Sancho, i de allí a


lo interior de Andalucía, de donde se retirò > sabiendo venia
en busca suya el Rei su padre,

i " p R o s i g u e la Chronica en referir las acciones de D. Sancho, hasta


. JL que sabiendo venia el Rei en busca suya, se retirò por no ver-
se con èl 5 i assi dice : " Llegaron estas nuevas al Infante D. Sancho,
» en como era su gente desbaratada 5 e dixo el Infante D. Sancho : Quien
» les mandò a ellòs salir contra el pendón de mi padre, que bien sabían
r> ellos que non salgo yo a el, nin vo contra èl \ mas estudieranse que-
» dos en su villa, que yo non quiero lidiar con mi padre, mas quiero to-
•>> mar el Reino para mi-, que es mio 5 e porque lo él quiere dar a los
» Franceses , por esso lo quiero yo tomar. E anduvo por la tierra, e lle-
" garonse muchas gentes a è l , e vinose para Cordova con mui gran sa-
» ña contra todos aquellos que salieran contra el pendón de su padre:
» e decia : Que si fallasse vivo a Ferrand Martínez, que lo ficiera que-
» mar, o cocer en una caldera, porque saliera de la villa a lidiar contra
v la gente i pendón de su padre 5 i él que se iva para el Andalucía. Di-
w xeron al Rei D. Alonso , en como venia el Rei D. Sancho : e preguntó,
» qué por qual parte venia 5 e dixeronle, que lo dejaran en la puente
» de Alcocera : e salió el Rei de Sevilla con poca gente , e fuese para
» Constantina 5 e llegó el Infante D. Sancho a Guadalcanal : e quando
»> le dixeron, que su padre el Rei D. Alonso era en Constantina , dixo
» mal a aquellos que lo havian alli trahido 5 e tornóse luego contra don-
» de venia j fuyertdo de su padre, e denostando aquellos que tan cerca
» de su padre lo havian trahido : e alli juró ante todos quantos buenos
» alli estavan, que nunca se llegaría con cinco leguas adonde él estudies-
» se* E alli se partieron de D. Sancho el Infante D. Juan, su hermano,
» e D. Alvaro , fijo de D. Juan Martínez , e viniéronse para el Rei D.
» Alonso a Sevilla. E quando al Rei dixeron como el Infante D. San-
» cho se tornara , e en como juràra tal juramento , comenzó de llorar, e
?> llorando dixo assi : Sancho, Sancho , mejor te lo fagan tus fijos, que
» tu contra mi lo has fecho, que mui caro me cuesta el amor que tt
» ho-
D. ALONSO E L SABIO. L I B . V I . 4 3 I

»> hove 5 e tornóse para Sevilla, e con él el Infante D. Juan su fijo, e D.


»» Alvaro."
CAPITULO XXV.
Hace merced el Rei de diversos lagares a la Reina Doña Beatriz, su hija.

i T 7 S t á tan perturbado el tiempo , a que pertenecen los sucessos que


A L refiere la Chronica , como tantas veces dejamos reconocido en
la continuación de estas Memorias, sin que se pueda solo por ella per-
cibir el fixo en que se obraron , que nos ha parecido copiar continuada-
mente los progressos de Aben Juzef, según se contienen en mi códice,
para no interrumpir su narración, juzgando passó a España a los fines
del año 1 2 8 2 , i permaneció en ella gran parte del siguiente , aunque se
ofrezcan otras noticias, que es preciso precediessen a su buelta a África,
como iremos apuntando.
2 L a primera es el passage de la Reina de Portugal Doña Beatriz,
hija de nuestro Principe, pues aunque escrive Duarte Nuñez de León, se
retiró de aquel Reino, luego que la excluyó el Rei D. Dionis su hijo de su
govierno,le parece a Fr.Francisco Brandaon , permaneció algún tiempo
después en é l : i assi es difícil señalar el cierto en que vino a Castilla.
3 Pero no hallando memoria suya ..en ninguno de nuestros monumen-
tos , hasta el mes de Marzo del año 1 2 8 3 , en que la hizo el Rei su
padre a 4 de aquel mes dos donaciones tan señaladas, como consta de
los privilegios en que se refieren , dándola en la primera las villas de
Mora, Serpa, Nodar i Morón: i en la segunda el Reino de Niebla con
las villas de Gibraleon, Huelva , Saltes, Ayamonte, Alfayar de Pena
i Alfayar de Lete con sus términos, se pudiera juzgar havia passado
poco antes a Sevilla con intento de assistir al Rei su padre en la aflic-
ción i desconsuelo en que se haííava, no solo desamparado de los de-
mas hijos suyos , sino haviendose declaradamente conspirado contra él en
séquito i contemplación del Infante D. Sancho. Assi se reconoce i justifi-
ca de los mismos privilegios, que uniformes dicen después de referirse en
ellos los títulos del Rei: " Catando el grande e verdadero amor que faíla-
» mos en nuestra fija, la mucho honrada Doña Beatriz, por essa misma
» gracia Reina de Portugal i del Algarbe, i la lealtad que siempre mostró
» con nos, i de como nos fue obediente i mandada en todas cosas,, como
» buena fija e leal deve ser a padre, i señaladamente porque a la sazón
» que los otros nuestros fijos i la mayor parte de los homes de nuestra
» tierra se alzaron contra nos por cosas que les dixeron e ficieron enten-
» der como no eran, el qual levantamiento fue contra Dios i contra de-
» recho, i contra razón, i contra fuero i contra señorío natural: i vien-
» do ella esto , i conociendo lo que ellos desconocieron , desamparó fijos,
» i heredamientos , i todas las otras cosas que havia , i vino a padecer
» aquello que nos padecemos para vivir i morir con nosco : i como
» quier que ella meresce todo aquel bien, que nos facerle pudiessemos,
» pero porque luego tan cumplidamente non lo podemos facer como nos
»> querriemos , de aquello que nos fincó i tenemos en nuestro poder, da-
v mos-
422 MEMORIAS H I S T Ó R I C A S D E L REÍ
» mosle por heredad luego por en todos los dias de su vida ? nuestras
» villas de Mora, Serpa, Nodar i Morón, con sus castillos i con todos
v los otros lugares. "
4 Por entrambas donaciones se reconoce fueron concedidas solo por
la vida de la misma Reina Doña Beatriz, i con subordinación i recono-
cimiento al que posseyere el Reino de Sevilla ; aunque por el segundo tes-
tamento del Rei consta havia mudado de dictamen, dejando subordina-
dos aquellos lugares a la Corona de Castilla , pues señala por succes-
sor suyo en ellos, después de la muerte de la misma Reina Doña Bea-
triz , al que la posseyere , según consta de la clausula siguiente suya*.
Otrosí mandamos a Doña Beatriz nuestra fija, Reina de Portugal i del
Algarbe, la villa de Niebla con todos sus términos , que la haya para en
toda su vida: i después que finque a aquel, que por nos derechamente he-
redare a Castilla e León.
5 Entrambos privilegios, de que dejamos hecha memoria, se hallan
confirmados de los Prelados, Ricoshombres i cavalleros que se hallaron
en Sevilla al tiempo de su otorgamiento, que como dejamos advertido,
fue a 4 de Marzo del año 1 2 8 3 , según se ofrece en las copias suyas
que produce Fr. Francisco Brandaon, aunque perturbado el orden que
se observava en la graduación de los confirmadores ; porque antes que
todos firma el Infante D. Jaime , Señor de los Cameros, hijo del Rei;
por donde consta se hallava ya en su obediencia i servicio: i que no
passo a él después de haver cumplido con la obligación misma el Infan-
te D. Juan su hermano, como da a entender la Cnronica impressa, pues
si ya estuviera en gracia suya, no podia dejar de confirmarlos también.
6 Inmediatamente al Infante firma D. Ramón , Arzobispo de Sevilla,
D. Fr. Aimar , Ele£to de Avila; D. Fredolo, Obispo Oviedo; D. Sue-
ro , de Cádiz: i de los Ricoshombres, D. Juan Alonso de Haro, D. Gu-
tierre Suarez de Meneses, D. Gonzalo Añez, fijo de D. Juan Alfonso;
D. Garci Gutiérrez; Alfonso Fernandaz , sobrino del Rei i su Mayordo-
mo; Fernán Pérez de Guzman; Pedro Suarez; Tel Gutiérrez, Justicia de
la casa del Rei 5 Garci Jofre, Copero mayor del Rei; D. Fernán Pérez
Ponce 5 D. Martin Gil, Suero Pérez de Barbosa , D. Garci Fernandez
Maestre de Alcántara 5 D. Juan Fernandez, Maestre del Temple, Garci
Fernandez de Sanabria, Portero mayor del Reino de León; Pelai Pérez,
Canciller mayor de Castilla i de León, i Abad de Valladolid.
7 Por el orden referido los produce Brandaon inmediatos a la copia
del primer instrumento , aunque en el segundo faltan algunos Ricoshom-
bres , i se hace memoria en él de estar vacas las Iglesias de Orense, Lu-
g o , Mondoñedo i Santiago; i se añade: Alonso , Portero mayor del Rei
en el Reino de Castilla; Diego Alonso, Thesorero del Rei. I concluye:
To Millan Pérez de Aellon lo fice escrivir por mandado del Rei en 3 1
años que el Rei sobredicho reino.

CA-
D. ALONSO E L SABIO. LIB. VI. 423

CAPITULO XXVI.
Desampara el Infante D. Juan a su hermano D. Sancho : i se passa
al partido del Rei su padre.

1 T OS insultos tan execrables i violentos que iva executando el In-


J - > fante D. Sancho, difícilmente podian tener defensa , siendo pre-
ciso descubriesse el tiempo su maligno artificio i paliado engaño. En
cuya consequencia vimos se hallava ya en Sevilla el Infante D. Jaime
en servicio del Rei $ de cuyo passage hace también memoria la Chro-
nica .aunque señalándole posterior, no solo al del Infante D. Juan , sino
también al tratado con que estava resuelto a executar lo mismo el Infante
D. Pedro, que es el primero que supone intentó desamparar el partido
de D. Sancho su hermano. I assi escrive : El Infante D. Sancho vínose
para Caceres, e dende para la Puente de Alcántara : i llególe ahí manda-
do en como el Infante D. Pedro su hermano, que era en Ledesma, andava
por se desavenir del, i tener la voz por el Rei su padre, porque el Rei
su padre le dava el Reino de Murcia, de que se llamasse Rei.
2 Después en el mismo capitulo, que es el ultimo de la Chronica
impressa, se hace memoria del passage del Infante D. Juan a la obedien-
cia i partido del Rei su padre con los términos siguientes : El Infante
D. Juan andava bullendo en tierra de León , por cuidar haver aquellas
villas : i el Infante D. Sancho embib a él por lo assossegar consigo, e
llego a Falencia e finco bien avenido con él: i luego el Infante D. Juan
fuese para Valencia, e dende tomo su muger e su gente , e fuese camino
para Portugal, e dende para Sevilla el Rei D. Alonso su padre.
3 Diego Rodríguez de Ármela refiere con mas especialidad este su-
cesso, i assi escrive: Este Infante D. Juan arrepintiéndose mucho de lo.
que contra su padre el Rei havia hecho, porque fue desheredado: i por
le facer emienda i haver del perdón , tomo a su muger Doña Margarita,
fija del Marques de Monferrat, i un fijo que en ella tenia, i fuese pa-
ra Sevilla : i quando hovo de entrar al Rei su padre desnudóse él i SU
muger e hijo, i descalzos entraron en el palacio del Rei, el Infante de-
lante una soga a la garganta, i finco los hinojos ante el Rei , pidiéndole
merced que lo perdonasse. El Rei quando assi lo vio, fue todo movido con
piedad i dolor que hovo del Infante su hijo 5 lloro con él, levantólo i
abrazólo , i besólo i echóle la bendición. El Infante , i su muger i su hijo
besáronle los pies i las manos. E de aquel dia adelante sirvió mui bien
el Infante a su padre en el tiempo que vivió.
4 No se puede señalar fixamente quando se passó el Infante D. Juan
a la obediencia de su padre , sin embargo consta de un privilegio, que
concedió aquel Principe , en que confirma a la ciudad de Sevilla todos
los que hasta entonces tenia, se hallava con él en la de Avila a 1 de
Septiembre del año 1 2 8 3 , en que se otorgó, pues empieza : Sepan quan-
tos esta carta vieren, como Nos D. Alfonso por la gracia de Dios Rei de
Castilla, en uno con mis fijos el Infante D. Juan i el Infante D. Jaime,
Por
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5 Por el mismo privilegio parece también que no se conservo siem-
pre en Sevilla D. Alonso , desde que aclamaron en Valladolid por Se-
ñor al Infante D. Sancho su hijo, los que concurrieron en aquel alevoso
congresso, i que se mantenían a devoción suya algunas ciudades de Cas-
tilla , pues le hallamos en la de Avila , tan distante de ella, adonde no
podría haver passado sin gran riesgo s u y o , si no estuviessen por él los
lugares intermedios; pero como no se conservan mas materiales de esta
solevación, que los que ofrece la Chroníca, a quien han seguido quan-
tos han escrito después , se ofrecen perturbados i confundidos los suces-
sos que contiene, aunque sin poderse distinguir por falta de monumen-
tos , con que devan reducirse al orden i tiempo en que fueron aconteciendo.
6 Pero sin embargo se reconoce su poca diligencia en algunos que
son capaces de corrección, pues ya vimos en el capitulo precedente, an-
tepone la reducción del Infante D. Juan a la obediencia de su padre a
la del Infante D. Jaime, constando del privilegio, de que en él hicimos
memoria, se hallan confirmando el ultimo a 4 de Marzo , sin que se
ofrezca en él la del Infante D. Juan , señal evidente de que aun no se
havia reducido a la obediencia de su padre.
7 De la propria manera después de haver hecho memoria de como
se fue al partido de su padre el mismo infante D. Juan, añade la Chro-
níca , hablando de D. Sancho su hermano : E llególe mandado en como
Fernán Pérez Ponce se havia ido para el Reí D. Alfonso a Sevilla; sien-
do constante le assistió siempre desde los principios de estas inquietudes:
i que la misma Chroníca hace memoria de como passó governando los
novecientos cavallos que embiava el R e í , para que acompañassen al Afri-
cano, i retirándose de su compañía passaron a Cordova , a cuya vista
derrotaron la gente que salió de ella , según referimos con los mismos
términos, con que se ofrecen expressados estos sucessos en el códice ma-
nuscrito que dejamos copiado.

CAPITULO XXVII.
Gana el Infante D. Juan la ciudad de Merida; i en vano intenta ga-
narla D. Sancho.

X T } A r a no omitir ningún sucesso de quantos pertenecen a estas Me-


A morías, copiaremos el que conserva la Chroníca, que tantas ve-
ces dejamos citada, con sus mismas palabras, por no hallarse advertido
en la impressa, para que mejor se reconozca los grandes estragos que
ocasiono en estos Reinos la tiránica solevación de D. Sancho.
2 Dice pues: " Estando el Reí D. Alonso en Sevilla , embiaronle
» decir como facía mucho mal un Fraile, que estava en Merida , que
?> era de la Orden de Santiago , e como tomara la voz por el Infante
»> D. Sancho. E el Reí D. Alonso embió allá a su fijo D. Juan e a D.
9» Ferrand Pérez Ponce, e a D. Alvaro e a D. Juan Ferrandez, que fues-
» sen sobre Merida , e llevassen toda la mesnada : e ellos fueron sobre
« ella, e a cabo de ocho días que ahi llegaron, tomaron la villa, e la
» gen-

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