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PROCESOS PSICOLÓGICOS BÁSICOS

Un análisis funcional
INTRODUCCIÓN GENERAL
Para explicar cualquier proceso psicológico se ha generado una extraordinaria
proliferación de modelos y planteamientos teóricos desde las diferentes orientaciones
psicológicas. Cada aportación procede de un paradigma distinto. Por lo que cada
perspectiva ha dado origen a una terminología, metodología y principios explicativos
propios.
Desde otras orientaciones psicológicas se entiende que los procesos psicológicos en
general no pueden observarse directamente, sino que se deducen de sus efectos y
consecuencias sobre la conducta.
Los diferentes modelos y teorías de los procesos psicológicos básicos no siempre se
generan de la misma forma. Así como en procesos como la memoria y el aprendizaje
aparecen las teorías como producto de la investigación experimental, en procesos como
motivación y emoción se ha producido el fenómeno contrario, ya que en estos dos casos
los modelos teóricos han ido en la mayoría de las ocasiones por delante de las evidencias
empíricas, e incluso en ocasiones alejados de la comprobación y sustento empírico
(Mandler, 1979).
En los capítulos que se exponen a continuación no se pretende describir todas y cada una
de las teorías propuestas de cada fenómeno psicológico, sino que nos limitaremos a
señalar los principales modelos y conceptos más relevantes según diferentes
orientaciones.
Algunas orientaciones que se expondrán brevemente a continuación recurren, en
ocasiones, a los modelos teóricos para explicar un proceso psicológico. Los modelos
teóricos de cualquier proceso psicológico son modelos de funcionamiento y/o
estructurales. Los modelos teóricos en general postulan que procesos ocurren en
cualquier fenómeno psicológico, en que orden ocurren y cuál es su organización interna.
De esta forma, un modelo debe explicar los datos experimentales obtenidos hasta el
momento, así como predecir los resultados futuros que se pueden obtener a partir de
diferentes procedimientos experimentales. En principio, debe existir una coherencia
interna entre los modelos explicativos de un fenómeno y los datos experimentales.
Existen dos caminos en cuanto a conseguir esta coherencia. O bien se propone un
modelo teórico acorde con los datos o bien se ve cómo estos se adaptan a modelos ya
propuestos.

MEMORIA

1. Introducción
2. El estudio de la memoria
3. Procedimientos para la evaluación de la memoria
4. Modelo multialmacén o modelo modal
4.1. Memoria Sensorial
4.2. La Memoria operativa
4.3. Memoria a Largo Plazo
4.4. Sistema de Memoria a Largo Plazo
5. Modelo de niveles de procesamiento de Craik y Lockhart
6. El Olvido
6.1. Teorías sobre el olvido
7. Referencias bibliográficas
8. Referencias recomendadas

1. INTRODUCCIÓN
En este capítulo se analizará el proceso básico de memorizar desde el punto de vista de
la Psicología Cognitiva. Los psicólogos cognitivos definen memoria como el proceso por
medio del cual codificamos, almacenamos y recuperamos la información. Según los
psicólogos cognitivos, la memoria humana se parece en algunos aspectos al sistema de
procesamiento de la información de un ordenador. El ordenador en primer lugar, traduce
el input (los datos introducidos a un lenguaje computacional), así va almacenando
constantemente cantidades enormes de información en el disco duro, y a partir de este
almacén de información, se puede recuperar un archivo o un documento en la memoria
denominada de trabajo, que también puede recibir información nueva desde otros
periféricos (como el teclado). Una parte de la memoria de trabajo se puede visualizar en
la pantalla. De forma similar actuaría la memoria humana, desde el punto de vista
cognitivo. Para poder evocar cualquier información o suceso es necesario enviar
información a nuestro cerebro (codificación), retener dicha información
(almacenamiento) y, finalmente, recuperarla (recuperación). De modo parecido
almacenamos una gran cantidad de información en la memoria a largo plazo, y desde
este “almacén de memoria” se puede recuperar la información en la memoria activa de
trabajo, parte de la cual aparece en la pantalla mental como memoria a corto plazo
(Aguilar, 2004).

2. EL ESTUDIO DE LA MEMORIA
Hermann Ebbinghaus (1850-1909) ocupa un lugar destacado en los manuales sobre
memoria ya que fue el pionero del estudio científico de la memoria. La lógica del estudio
de la memoria propuesta por Ebbinghaus se fundamenta en dos aspectos: la elaboración
de un material neutro (como sílabas sin sentido) y la introducción de un método que
permita cuantificar el aprendizaje. Ebbingahus sabía que una mayor práctica conducía a
un mayor aprendizaje, pero lo que hizo fue analizar si la relación era de tipo lineal,
produciendo una cantidad doble de práctica produciría una cantidad doble de
aprendizaje. Para ello estableció un criterio objetivo de aprendizaje que lo denominó
aprendizaje sin error. La reproducción sin error estaba asociada al número de
repeticiones que tenía que hacer o bien al tiempo invertido para alcanzar el aprendizaje.
El ahorro en el reaprendizaje constituía una medida de la memoria. El estudio de
Ebbinghaus sufrió muchas críticas relacionadas con el uso de sílabas sin sentido y su falta
de validez ecológica. Por ello Frederick Bartlett, utilizó un material más cercano y
semejante al que se da en la vida cotidiana. Se centró en los estudios de recuperación,
reconocimiento y recuerdo y desarrolló una teoría que excluía, por un lado, la idea de
que las representaciones de la memoria constan de trazos exactos que permanecen
inestables en el tiempo, y por otro lado, que los fallos en el recuerdo se atribuyan a fallos
en la recuperación y a los procesos de codificación asociativa. En el funcionamiento de la
memoria proponía la intervención de la experiencia y el conocimiento previo. Para ello,
desarrolló la teoría de esquemas, en la que defiende que el recuerdo es un proceso
esquemático, donde los estímulos que se presentan son interpretados a través de un
conjunto de modelos o esquemas que se basan en la vida cotidiana ya vivida (Barlett,
1932).
Aunque el trabajo de Bartlet recibió críticas, sobre todo en lo referente al concepto de
esquema que resultaba demasiado vago y general para ser incorporado a cualquier teoría
susceptible de verificación, sí renovaron el interés por la memoria en los años 60 y 70 del
siglo XX, lo que llevó hacia una aproximación más natural. En la década de los 50, los
psicólogos cognitivos consideran a la memoria como un proceso mental, como una
función que se ejerce a través de una serie de pasos mediante los cuales la información
se procesa, en forma muy parecida a como un ordenador recupera almacena y recupera
la información. El modelo de memoria humana con mayor influencia y más impacto tanto
en la teoría como en la experimentación es el de Atkinson y Shiffrin (1968). Según este
modelo, denominado Modelo Modal, Estructural o Multialmacén, existen tres tipos de
sistemas de almacenamiento de memoria: la memoria sensorial, la memoria a corto
plazo, y la memoria a largo plazo. En los años 80 y 90 del siglo XX, se realizaron una
serie de investigaciones que cuestionaban los presupuestos básicos de la memoria como
almacén y dan lugar a modelos alternativos de memoria, siendo el más influyente el
modelo CHARM (véase para mayor profundidad Ruiz, 2003).

3. PROCEDIMIENTOS PARA LA EVALUACIÓN DE LA MEMORIA


En los experimentos para evaluar la memoria se sigue una estructura general que se
compone de dos fases (Crespo, 2002):
• Fase de aprendizaje o de presentación de los estímulos . En esta fase se proporciona a
los sujetos un determinado material (imágenes, palabras, sílabas, etc.) que tienen que
memorizar. Para la presentación de los estímulos se pueden adoptar dos modalidades:
• i. Aprendizaje serial. Se presentan listas o series de ítem (compuestos por imágenes,
palabras, sílabas, etc.) con objeto de ser recordadas o reconocidas en la fase de
evaluación.
• ii. Aprendizaje de pares asociados. Se presenta una secuencia de pares de elementos
(formadas por palabras, sílabas, etc.), en donde el primer término actúa como estímulo y
el segundo término como respuesta. En la fase de evaluación se presentan los elementos
estímulos y los sujetos tienen que emitir la respuesta correspondiente que estaba
asociada al estímulo.
• Fase de evaluación de la retención . En esta fase se mide el recuerdo del aprendizaje
proporcionado en la fase anterior, bien contabilizando los aciertos, o bien los errores.
Para ello se pueden utilizar dos procedimientos diferentes:
• i. Recuerdo : En esta técnica el sujeto tiene que reproducir el conjunto de ítems
presentados anteriormente lo mejor posible.
• Recuerdo Libre . El sujeto debe reproducir los ítem presentados en la fase anterior en
el orden que desee.
• Recuerdo Serial . El sujeto debe reproducir los ítem presentados en la fase anterior en
el orden en el que se presentaron.
• Recuerdo Señalado (también llamado con indicios ). Se le proporciona al sujeto
señales o ayudas que ayuden a la posterior recuperación, como por ejemplo cuando se
indica el nombre de la categoría a la que pertenece los ítem a recordar en una lista de
aprendizaje serial.
• ii. Reconocimiento : En esta técnica los ítem que son presentados en la primera fase,
se presentan en la fase de evaluación junto con otros ítem nuevos que actúan de
distractores. El sujeto debe discriminar los ítem memorizados en la fase inicial.

4. MODELO MULTI-ALMACÉN O MODELO MODAL


Uno de los modelos de memoria más difundidos por la Psicología Cognitiva fue descrito
por Atkinson y Shiffrin (1968) y recibe el nombre de Modelo Multialmacén, Modelo Modal
o Modelo Estructural de la Memoria. Este modelo afirma que hay tres clases o estructuras
de memoria: la memoria sensorial (MS), la memoria a corto plazo (MCP) y la memoria a
largo plazo (MLP) (los detalles de este modelo se muestran en cualquiera de los
abundantes manuales de Psicología Cognitiva que abordan el tema de la memoria, véase
por Ej.: Mestre y Palmero, 2004).

4.1. Memoria sensorial.


La memoria sensorial se caracteriza por tener una gran capacidad pero un gran
decaimiento de la misma (retiene la información durante poco tiempo). Además, se
asume que cada modalidad sensorial (visual, auditiva,...) tendría su propio sistema de
registro.

4.2. Memoria a corto plazo.


Parte de la información que selecciona y almacena la memoria sensorial es trasvasada a
la memoria a corto plazo. Esta memoria se caracteriza por tener una capacidad limitada
ya que sólo puede retener la información entre 15 o 20 segundos, nunca más de 30.
Durante este tiempo la información es interpretada y organizada para producir una
experiencia más significativa. La concepción clásica de la MCP la considera una estructura
unitaria de capacidad limitada, cuyo funcionamiento es indispensable para el
mantenimiento inmediato de la información, así como para asegurar el traslado de la
información a la memoria a largo plazo. La investigación sobre memoria a corto plazo ha
sido bastante exhaustiva, teniendo como fin conocer sus características estructurales y
dinámicas. Estos estudios se destacan los siguientes resultados:
• Capacidad de MCP. Los estudios sobre la capacidad limitada de la MCP tienen su origen
en el trabajo de George Miller en 1956 titulado “el mágico número 7, más menos 2”,
sobre la amplitud de la memoria inmediata. En este trabajo se mostró cómo la capacidad
física de almacenamiento permanece constante y la estimó en 7 ítem (7 ± 2). Demostró
que la capacidad de la MCP es independiente de la cantidad de información contenida en
los ítem. Es decir, si la amplitud de una persona es de n ítem, dicha amplitud es
independiente de que dichos ítem sean dígitos, letras u operaciones.
• Tiempo de almacenamiento de la MCP. Lloyd y Peterson (1959) valiéndose de la
técnica distractora ideada por Brown-Peterson (1959), determinaron el tiempo de
almacenamiento de la MCP. Esta tarea consiste en mostrar al sujeto un elemento que
posteriormente debe recordar. Sin embargo, una vez mostrado el elemento el sujeto
tiene que realizar una tarea distractora, normalmente difícil y tiene como fin impedir que
el sujeto pueda reproducir o recordar el elemento que se le enseñó. Con este
procedimiento el experimentador trata de determinar con qué rapidez olvida el sujeto el
elemento una vez que su atención ha sido asignada a la tarea distractora. Los autores
comprobaron que el elemento se olvida casi por completo a los 18 segundos si al sujeto
no se le permitía repetirlo. Este estudio puso de manifiesto el papel crucial de la
repetición o el repaso de la MCP.
• Procesos Implicados en la Recuperación de la Información de la MCP. El trabajo de
Sternberg (1969) es considerado como uno de los primeros trabajos que abordan los
procesos implicados en la recuperación de la MCP y de hecho supuso la creación de un
nuevo paradigma experimental y una rigurosa y prolongada línea de investigación. El
autor concluyó que el proceso de reconocimiento se lleva a cabo a través de un proceso
de búsqueda serial y exhaustiva. Esta investigación ha dado lugar a una serie de teorías
alternativas que se han extendido a los procesos de recuperación de la memoria a largo
plazo (véase para más detalle Crespo, 2002 y Ruiz-Vargas, 2002).
• La curva de posición serial. La curva de posición serial se refiere al hecho de que
cuando a un sujeto se le presenta una lista de palabras para que las retenga en su
memoria e, inmediatamente después, se les pide que las recuerde en el orden que quiera
(recuerdo libre), la probabilidad de recuerdo de cada palabra está en función del orden
que ocupaba la lista, y la representación gráfica adquiere forma de U. Esta
representación es conocida como curva de posición serial y muestra que los sujetos
recuerdan mejor las palabras del principio y las palabras situadas al final de la lista. La
tasa de reproducción más alta de los primeros ítems de la lista se llama efecto de
primacía y se atribuye a que tales palabras son recuperadas directamente de la MCP. El
mayor número de reproducciones de las últimas posiciones es el efecto de cercanía o
recencia , que se atribuye a que tales palabras son recuperadas directamente de la MLP.
Los trabajos de posición serial son considerados como los representantes de la dicotomía
entre la memoria a corto plazo y la memoria a largo plazo. Entre las variables que
afectan al efecto de primacía se encuentran: A) utilización de palabras de alta frecuencia
de uso frente a palabras de baja frecuencia: con las palabras de baja frecuencia
desaparece el efecto de primacía. B) La tasa de presentación de los ítems: cuanto más
rápido sea el ritmo de presentación de los ítems disminuirá el efecto de primacía. Según
la psicología cognitiva se debe a que el sujeto tiene menos tiempo o capacidad para
poner en marcha los procesos de control adecuados que le permitan la transferencia a la
MLP. C) La longitud de la lista. Cuanto más larga sea la lista, se encuentran peores
resultados en el efecto de primacía. También hay variables que influyen en el efecto de
recencia. Quizás la más importante sea el introducir una tarea distractora entre la fase
de aprendizaje y la fase de evaluación. Los resultados muestran que el efecto de recencia
es estable si no hay una tarea distractora, y empeora cuando se introduce ésta.

4.3. La memoria operativa.


La memoria operativa o de trabajo es la capacidad del sistema cognitivo de procesar y
retener temporalmente en activo porciones limitadas de información, mientras son
elaboradas e integradas con otras, como paso previo a su representación y
almacenamiento en la MLP (Aguilar, 2004).
Badeley y Hitch (1974) idearon un modelo de memoria operativa o de trabajo que
suponía una reconceptualización de la MCP. Según estos autores hay dos elementos
claves que diferencian la memoria operativa de la MCP: a) implica un sistema
multicomponente, en lugar de un módulo unitario; y b) desempeña una función especial
en otras tareas cognitivas como el aprendizaje, el razonamiento o la comprensión.
El modelo de memoria operativa incluye tres componentes: el ejecutivo central,
considerado como un sistema atencional de control que actúa conjuntamente con otros
dos sistemas subsidiarios: el lazo fonológico o lazo articulatorio (implicado en la
información auditiva y lo relacionado con el habla); y las agendas sensoriales
(visoespacial, odorífera, táctil, etc.), relacionadas con la información recogida por estos
sentidos.

4.4. Memoria a largo plazo.


La tercera estructura es la memoria a largo plazo que se caracteriza por mantener la
información que se transfiere de la MCP mediante la repetición, o algún otro proceso, por
largos periodos de tiempo, incluso es posible que de forma permanente. La memoria a
largo plazo sería análoga al disco duro del ordenador, es, desde el punto de vista de la
Psicología Cognitiva, el depósito permanente de la información que se acumula a lo largo
de la vida (edad, fecha de nacimiento, capital de Francia, etc.). También se hallan
almacenados recuerdos que permiten reconocer a las personas, objetos familiares, cómo
conducir, vestirse, lavarse los dientes, y otras habilidades necesarias en la vida cotidiana.
La MLP contiene conocimientos que tienen que ver con lo qué conocemos (conocimiento
o memoria declarativa) y conocimiento sobre el cómo conocemos (conocimiento o
memoria procedimental) (Aguilar, 2004).
Así como en la MCP, lo importante es la repetición o el repaso, en la MLP lo fundamental
es el significado y la organización de la información. Es decir, el recuerdo depende de que
comprendamos lo que significa la información y se pueda encontrar. La codificación que
se emplea en la MLP es la misma que la que se emplea en la MCP. La capacidad de la
MLP es ilimitada, es decir, no existe un límite conocido a la capacidad de almacenamiento
de la que en ella se puede depositar. La duración de la MLP, como se ha dicho ya
anteriormente, es ilimitada, y es esta característica la que la diferencia de la Memoria
sensorial y la MCP, que son sistemas transitorios. Los investigadores sostienen que el
proceso de olvido en la MCP consiste en un problema de pérdida de información,
mientras que el olvido de la MCP es un problema vinculado a una deficiente codificación o
recuperación de la misma.
4.5. Sistema de Memoria a Largo Plazo
La memoria a largo plazo está dividida en dos grandes estructuras que son la memoria
explícita o declarativa y la memoria implícita o procedimiental (Tulving, 1985).
La memoria declarativa es la memoria que almacena los contenidos de la información
que pueden declararse, es una memoria consciente e incluye cualquier conocimiento que
pueda ser expresado. Hay dos tipos de memoria declarativa, la memoria semántica y la
memoria episódica. La memoria episódica incluye la información sobre recuerdos
concretos personales y autobiográficos, asociados con el tiempo y el lugar donde
aprendimos esa información. La memoria semántica es toda la información general y los
conceptos disponibles, aunque no están vinculados a un contenido particular. En ella se
almacena el conocimiento sobre el lenguaje y sobre el mundo en general, el significado
de las palabras, etc. Por otro lado, la memoria implícita se compone de otros
subsistemas: la memoria procedimiental, el priming y el condicionamiento clásico (véase
Tulving, 1989; Ruiz-Vargas, 2002).
La memoria implícita o procedimental hace referencia a aquel conjunto de conocimientos
y capacidades que influyen en la realización de una tarea o conducta, que no se exige
una recuperación intencional. Son formas de memoria no conscientes. Existen tres tipos
de conocimientos no declarativos, desde el punto de vista de la Psicología Cognitiva: el
condicionamiento clásico, el conocimiento procedimental de habilidades y hábitos, y el
priming. En el condicionamiento clásico un estímulo que es de origen neutro adquiere
propiedades de respuesta condicionada (RC) (véase el capítulo Condicionamiento Clásico
del tema 2 del manual). Mediante el condicionamiento se descubre determinado
conocimiento del que no se es consciente y que afecta a la conducta en un momento
determinado. El conocimiento procedimental de habilidades y hábitos es un tipo de
conocimiento que se manifiesta a través de la acción y que es difícil de verbalizar. En la
mayor parte de las ocasiones no se tiene conciencia de este tipo de conocimiento y rige
la conducta de los organismos. Son habilidades que se han automatizado debido a la
práctica reiterada. El priming o reiteración hace referencia a la influencia que un
determinado aprendizaje ejerce en una tarea posterior sin que la persona sea consciente
del episodio previo de aprendizaje.

5. MODELO DE NIVELES DE PROCESAMIENTO DE CRAIK Y LOCKHART


La teoría de los niveles de procesamiento de Craik y Lockhart (1972) afirma que la forma
en la que se codifique la información va a tener repercusiones importantes sobre la
recuperación o evocación posterior. Esta teoría propone cuatro grandes supuestos acerca
de la memoria:
• Los trazos de memoria son el resultado del análisis perceptivo, el cual implica una
jerarquía de niveles o fases de procesamiento. Por tanto, la memoria es considerada
como un continuo de procesamiento que va de los productos transitorios de los análisis
sensoriales a los muy duraderos de las operaciones semántico-asociativas.
• A mayor profundidad de procesamiento, mayor duración de los trazos de memoria y,
en consecuencia, mayor retención.
• Un mejor rendimiento de la memoria sólo se relaciona con un nivel más profundo y no
con la repetición de análisis ya realizados. Según esta teoría hay dos tipos de
procesamiento: Procesamiento Tipo I, que corresponde al mantenimiento de la
información en un nivel concreto de procesamiento, y Tipo II, que se refiere al que
produce un análisis cada vez más profundo del material. Estos dos tipos de
procesamiento también se conocen como repetición de mantenimiento y repetición de
elaboración respectivamente. La repetición de mantenimiento (procesamiento Tipo I) es
un tipo superficial y repetitivo de reciclaje de información. La repetición o repaso
elaborativo (Procesamiento Tipo II), es un tipo más complejo de repetición que toma
como base el significado de la información para procesarla más profundamente cada vez,
hasta un nivel en el que entra en contacto otros significados ya almacenados en la
memoria. En consecuencia este material más elaborado será mejor recordado.
• Por último, según los autores del modelo la memoria, debe ser estudiada según un
aprendizaje incidental, donde el sujeto experimental debe desconocer que más tarde se
le administrará una prueba de retención.
Uno de los problemas de esta teoría es que la profundidad del procesamiento ha de ser
susceptible de verificación, de medición. Sin esta medida el concepto se vuelve circular
ya que si la manipulación de A produce un buen aprendizaje, se supone que ha implicado
un nivel de procesamiento profundo; si es pobre el procesamiento debe haber sido
superficial. No existe en la actualidad una forma generalmente aceptada para evaluar los
niveles de procesamiento, lo cual limita la potencia explicativa de los niveles de
procesamiento (Baddeley, 1998).

6. EL OLVIDO
Aunque se asume que la MLP puede durar toda la vida el problema del olvido afecta a la
MLP en el sentido de no poder recuperar un determinado contenido. El olvido se puede
considerar como un fallo debido a la codificación o a la recuperación. No obstante hay
varias teorías que tratan de explicar el olvido en la MLP.
6.1. TEORÍAS SOBRE EL OLVIDO
Fallos en la recuperación
Una razón principal para olvidar es que el material nunca fue codificado adecuadamente.
Si el material que se utiliza en la memoria operativa, no se transfiere a la MLP, debido a
que no haya suficientes estrategias de repetición o repaso activo o elaborativo. Puede
ocurrir, por ejemplo, cuando no somos capaces de recordar una información, porque
nunca la codificamos, es decir, nunca la llegamos a aprender.

Teoría del decaimiento


Otra teoría que trata de explicar el olvido es la teoría del decaimiento. Esta teoría
considera que el paso del tiempo puede afectar a la huella de un determinado material si
ésta no está activada. Esta teoría no explica porqué un determinado material se puede
recuperar en un momento determinado, cuando ese contenido no se ha recordado
durante un largo periodo de tiempo. Si la falta de uso de la huella ocasionara su
decaimiento tales fenómenos no deberían suceder.

Teoría de la represión
El psicoanálisis explica el olvido como un proceso de represión. Freud propuso que la
memoria se autocensura cuando el contenido a recordar es doloroso. Sin embargo,
aunque es cierto que se pueden olvidar experiencias negativas también se pueden
olvidar experiencias positivas.
Teoría de la Interferencia
A partir de estas teorías, el olvido se produce porque hay una información concreta que
perjudica el recuerdo posterior de una información diferente. Tradicionalmente se habla
de dos tipos de interferencias:
Interferencia retroactiva: cuando el efecto perjudicial se produce de aprendizajes nuevos
sobre antiguos aprendizajes.
Interferencia proactiva : cuando el efecto perjudicial se produce de aprendizaje previos
sobre nuevos aprendizajes.

7. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Aguilar, M. (2004). Memoria. En Mestre, J. M. y Palmero F. (Eds.). Procesos Psicológicos
Básicos: Una guía académica para los estudios en psipedagogía, psicología y pedagogía
(pp. 103-136). Madrid: McGraw-Hill
Atkinson, R. C. y Shiffrin, R. M. (1968). Human memory : A proposed system and its
control processes. En K. W. Spence y J. T. Spence (Eds.). The Psychology of learning and
Motivation, 2, 89-195. N. Y. Academic Press.
Baddeley, A. (1998). Memoria Humana. Teoría y práctica. Madrid: McGraw Hill.
Craik, F. L. M. y Lockhart, R. S. (1972). Levels of processing: A framework for memory
research. Journal of verbal Behavior , 11 , 671-684.
Crespo, A. (2002). Cognición Humana. Mente, ordenadores y neuronas . Madrid: Centro
de estudios Ramón Areces.
Ruiz, M. (2003). Las caras de la memoria . Madrid:Pearson-Prentice-Hall.
Ruiz-Vargas, J. M. (2002). Psicología de la Memoria . Madrid: Alianza Psicología.
Sternberg, S. (1969). The discovery of processing stages: Extensions of Donder´s
methods. Acta psicológica , 30 , 276-315.
Tulving, E. (1985). Genetic enhacement of learning and memory in mice. Nature , 401 ,
63-69.
Tulving, E. (1989). Memory: Performance, Knowledge and experience. European Journal
of Cognitive Psychology, 1 , 3-26.

8. REFERENCIAS RECOMENDADAS
Badeley, A. (1998). Memoria humana: teoría y práctica . Madrid: McGraw Hill.
Ruiz-Vargas, J. M. (2002). Memoria y Olvido. Perspectiva evolucionista, cognitiva y
neurocognitiva. Madrid: Trotta.
Schacter, D. (2003). Los siete pecados de la memoria . Barcelona: Ariel.
Ruiz, M. (2003). Las caras de la memoria . Madrid: Pearson-Prentice-Hall.
ATENCIÓN
1. Introducción
2. Los modelos estructurales y la ubicación del filtro atencional
2.1. El modelo de filtro atencional rígido
2.2. Modelos de selección atenuada
2.3. Modelos de selección tardía
3. Modelos de recursos limitados
4. Teorías duales de la atención
5. La atención como un sistema de control
5.1. La teoría atencional de Posner
6. Referencias bibliográficas
7. Referencias recomendadas
8. Enlaces

1. INTRODUCCIÓN
El proceso psicológico básico de la atención ha sido ampliamente estudiado desde la
orientación de la psicología cognitiva y la neurociencia. Según estas orientaciones la
atención es un complejo sistema neuronal que se encarga del control de la actividad
mental de un organismo.
No obstante, hay que decir que el concepto de atención ha ido evolucionando desde las
primeras teorías que la consideraban como una estructura que se encargaba de filtrar la
información perceptiva, hasta conceptos más actuales que la definen como un sistema de
control de la actividad mental de un organismo. A continuación se describen brevemente
algunas de las teorías cognitivas más relevantes sobre este fenómeno.

2. LOS MODELOS ESTRUCTURALES Y LA UBICACIÓN DEL FILTRO ATENCIONAL


Los objetivos fundamentales de las primeras investigaciones sobre atención que se
realizaron desde la psicología cognitiva eran 1) determinar cuales son las limitaciones del
sistema de procesamiento en aquellos casos en los que se recibe información múltiple y
variada, y 2) averiguar cómo se seleccionaba la información que el sistema debe
procesar entre todos los estímulos que pueden llegar al canal a través de los sentidos.
La primera tarea con objeto de resolver estas cuestiones fue llevada a cabo por Cherry
(1953). Esta tarea consistía en presentarle a los sujetos dos mensajes verbales
diferentes de forma dicótica (uno en cada oído simultáneamente). A los sujetos se les
instruía para que repitiesen uno de los mensajes palabra por palabra, e ignorasen el
mensaje presentado en el oído no atendido. Los resultados de este autor mostraron que
los sujetos extraían muy poca información del oído no atendido, no captaban las
variaciones a nivel semántico, tan sólo las diferencias en las características físicas, como
por ejemplo el cambio de una voz masculina a una femenina. Resultados de este tipo
llevaron a que Broadbent en 1958 elaborara el primer modelo de filtro atencional.

2.1. EL MODELO DE FILTRO ATENCIONAL RÍGIDO: SELECCIÓN TEMPRANA


Según Rosellò i Mir (1997) el modelo de Broadbent (1958) se puede considerar el primer
modelo de filtro atencional y la primera teoría de la atención selectiva.
El modelo afirma que toda la estimulación que se presenta en una escena se analiza en
paralelo en función de sus características físicas y se almacena.
El modelo postula que cuando se le presenta a un sujeto toda la estimulación que
contiene una escena, ésta se analiza en paralelo en función de sus características físicas
y se almacena durante un corto periodo de tiempo en el almacén sensorial (almacén a
corto plazo). Posteriormente, y debido a las limitaciones de capacidad del procesador
central (sistema perceptivo “P”) la información se filtra para evitar la sobrecarga de dicho
sistema. Una vez que la información ha pasado por el sistema perceptivo pueden ocurrir
dos cosas: 1) que dicha información pase a la memoria a largo plazo, o 2) si se requiere
una respuesta ante esa información, iría al sistema de regulación de respuesta y de ahí a
los sistemas encargados de la ejecución de la misma (sistemas efectores de respuesta).
La forma de actuación del filtro atencional en este modelo es de “todo o nada”, ya que la
información pasa o no pasa. Es decir, tiene un carácter absoluto, de ahí su naturaleza
rígida. La selección se realiza en función de los atributos físicos de la estimulación que
estaba presente en la escena. Y, además, según propuso Broadbent, el estado emocional
influía en la velocidad de la selección.
En cuanto al lugar de actuación del filtro atencional, según este modelo, la selección era
de naturaleza precategorial, debido a que ésta se realiza a través de las características
sensoriales de la información presentada, las cuales eran analizadas en las etapas
iniciales del procesamiento y antes de que se realice el contenido semántico de la
información. Debido a esta característica, el modelo de Broadbent es considerado como
un modelo de selección temprana. Este modelo tuvo una influencia decisiva tanto en el
desarrollo de la psicología cognitiva en general como en la investigación en torno a la
atención (Fernandez-Abad, 2004). No obstante, pronto surgieron una serie de estudios
(Moray, 1959; Treisman, 1960) cuyos resultados venían a cuestionar algunos de los
principios básicos.
Las principales críticas hacían referencia a la forma de actuación del filtro atencional y a
su localización precategorial. Muchos de los modelos posteriores surgieron como reacción
a estas críticas.

2.2. MODELOS DE SELECCIÓN ATENUADA


Diferentes estudios demostraron que los sujetos eran capaces de percibir parte del
mensaje ignorado y que la facilidad para seleccionar el mensaje relevante dependía de la
similitud semántica con el mensaje ignorado, es decir, a mayor similitud entre el
contenido de ambos mensajes, peor rendimiento en la tarea de seguimiento (Moray,
1959 y Treisman, 1960).
A su vez, cuando el mensaje del canal atendido cambiaba al canal no atendido, los
sujetos cambiaban a este canal por un tiempo, sin percibir prácticamente la
transformación. Estos resultados indicaban que el mensaje presentado por el canal no
atendido podía recibir en ciertas ocasiones un procesamiento semántico y dio lugar a la
aparición de nuevos modelos en los que se postulaba que la atención actuaba atenuando,
pero no impidiendo el procesamiento de la información ignorada. Un modelo de este tipo
es el modelo de Treisman (1960) en el que la información irrelevante pasaría a través del
filtro al canal de capacidad limitada, pero con menor intensidad que la información
relevante (atendida), con el fin de evitar una sobrecarga en el mecanismo central de
procesamiento. La flexibilidad del filtro estaría determinada por dos factores: 1) por la
relación de significado entre la información atendida e ignorada, lo que supone que la
selección no siempre está basada en las características físicas de la estimulación sino que
también puede llevarse a cabo por un criterio de selección semántico; 2) el menor
umbral de activación de aquellas unidades lingüísticas que fueran muy significativas para
el sujeto.
2.3. MODELOS DE SELECCIÓN TARDÍA
Una segunda crítica al modelo de Broadbent estaba relacionada con la localización
precategorial del filtro atencional. Una de las primeras teorías de selección tardía o post-
perceptuales fue la de Deutsch y Deutsch (1963). Estos autores establecieron un filtro de
localización relativamente tardío. Una vez que los estímulos eran procesados en paralelo
hasta los niveles superiores (semántico), el filtro atencional pasaría a evaluar dichas
características y seleccionaría aquél estímulo que poseyera mayor relevancia para el
individuo. La información así seleccionada pasaba entonces a la “memoria activa”. Por
tanto, la información ignorada sería procesada semánticamente, independientemente de
la actuación de la atención selectiva.
La dicotomía, de carácter excluyente, en cuanto a la ubicación del filtro entre los modelos
estructuralistas de selección temprana y tardía llevó a algunos autores a una postura de
síntesis dando lugar a las teorías de selección múltiple . Un ejemplo de esta alternativa
sintética es el modelo de Johnston y Heinz (1978), según el cual el sistema cognitivo
puede seleccionar estímulos a partir de sus características físicas o semánticas, es decir,
en distintas fases de procesamiento. El lugar de la ubicación del filtro dependería de las
demandas particulares de la tarea que se estuviera llevando a cabo.
La importancia teórica por intentar resolver la polémica acerca de la naturaleza “pre o
post categorial” del filtro atencional reside en el hecho de que se empezaba con la idea
de postular un sistema de control. Es decir, si la actuación del filtro atencional no es
rígida sino flexible, significa que deberían existir unos criterios que determinaran dicha
flexibilidad y, por tanto, un sistema de control para activar el funcionamiento de los
mismos con el objetivo de conseguir una selección eficaz.
Esta idea de control sería la clave del desarrollo de modelos atencionales posteriores: los
modelos de control atencional. Sin embargo, a partir de los años 70, coincidiendo con el
declive de las teorías estructurales de filtro, apareció una nueva terminología y forma de
entender la atención. Fundamentalmente se centraron en los mecanismos de división, es
decir, en como repartir la atención para realizar más de una tarea de forma simultánea.
Estos modelos han recibido el nombre de recursos limitados.

3. LOS MODELOS DE RECURSOS LIMITADOS


Los modelos de recursos limitados consideran también la existencia de limitaciones en la
ejecución debidas a estructuras localizadas en las diferentes etapas del procesamiento.
Sin embargo, tienen una concepción “energética” de la atención, caracterizándola según
un conjunto de recursos de procesamiento. En el momento de determinar en qué
consistía este tipo de energía surgieron varias posturas teóricas, pero la más conocida y
la que mayor repercusión posterior tuvo en la investigación atencional fue la de Daniel
Kahneman (1973). Para Kahneman, atender a una o varias tareas implica invertir un
esfuerzo mental, que es una capacidad general inespecífica del sistema de procesamiento
humano. La cantidad de energía que está disponible en un momento dado es limitada y,
por tanto, se reduce así el funcionamiento de los procesos que elaboran la información.
De acuerdo con este modelo, se asume que para realizar una actividad y suministrarle
los recursos necesarios se requiere la selección de la misma. Los criterios de selección
vendrían determinados por las disposiciones duraderas y las intenciones momentáneas .
Una vez que se ha seleccionado la actividad, el sistema de evaluación de demandas se
encargará de determinar qué cantidad de recursos requiere la actividad. La asignación de
los recursos atencionales dependen de dos factores: 1) el nivel de activación del
organismo; 2) la dificultad de la tarea. Una vez que se ha llevado a cabo la evaluación de
las demandas de la tarea o tareas, el sistema responde suministrando la cantidad
suficiente de energía.
Este modelo supuso un cambio significativo en la forma en que se desarrollaron
posteriormente las teorías y la investigación en la psicología cognitiva. Concretamente a
partir de este modelo se generaron una serie de investigaciones con el objetivo de
estudiar las características de la ejecución simultánea de más de una tara en función de
diferentes variables (interferencia entre ellas, nivel de dificultad, prioridad asignada, etc).
Un claro ejemplo de la influencia del modelo de Kahneman, fue el modelo de Norman y
Bobrow (1975) cuyo objetivo principal fue el análisis de distribución de los recursos. La
influencia del modelo de Kahneman en el desarrollo de investigación acerca de la
ejecución en tareas duales supuso también la aparición de resultados que contradecían el
supuesto fundamental de su propio modelo: la existencia de una única fuente general e
inespecífica de recursos atencionales.
A partir de ahí surgieron concepciones alternativas que defendían la existencia de
diferentes fuentes de recursos. Estos modelos negaron la existencia de un procesador
central común y postularon una serie de módulos o procesadores diferentes que poseían
específicos y políticas de distribución de estos recursos totalmente independientes. Para
distintas tareas existían distintos recursos completamente autónomos. Uno de los
modelos de recursos múltiples que más destacó fue el de Navon y Gopher (1979). Su
modelo supuso la ruptura definitiva con las teorías estructurales, sustituyendo el
concepto de estructura por el de recursos específicos (Rosellò i Mir, 1997).
No obstante, aunque los modelos de recursos específicos lograron solventar las
principales críticas al modelo energético pionero de Kahneman, al proponer distintas
fuentes de recursos independientes para distintas tareas, fue esta misma solución la
responsable de que el concepto de atención descrito como un recurso energético, ya
fuera unitario o múltiple, cayera en desuso (Fernández-Abad, 2004). Como han señalado
algunos autores (Rosellò i Mir, 1997; Tudela, 1992) la necesidad de postular tantos
recursos atencionales como fenómenos de interferencia sugiere la posibilidad de distintos
tipos de atención y, por tanto, la existencia de diferentes tipos de estructuras para cada
tipo de atención, lo que llevaría a su vez a anular el valor del propio concepto de
atención.

4. TEORÍAS DUALES DE LA ATENCIÓN


Según las teorías duales, existen dos formas cualitativamente distintas de
funcionamiento de un proceso (Posner y Snyder, 1975) o dos tipos de procesos (Shiffrin
y Schneider, 1977): el automático y el que se encuentra bajo control atencional. Este
tipo de teorías defienden que cada forma de actuar se caracteriza por poseer una serie
de rasgos o criterios diferenciadores. Una de las teorías más influyentes fue la formulada
por Posner y Snyder (1975). Para estos autores existen dos tipos de procesamientos:
• Procesamiento mental automático: cuando un proceso se lleva a cabo sin intención, sin
conciencia y sin interferir con otros procesos mentales concurrentes.
• Procesamiento mental bajo control atencional: cuando el proceso se lleva a cabo
conscientemente, con intención, y su realización provocaría interferencias con la
ejecución de otras operaciones cognitivas.
Shiffrin y Schneider, (1977) también propusieron una serie de criterios diferenciadores
entre ambos procesos utilizando en sus investigaciones un paradigma de búsqueda
visual:
- Cuando los estímulos mantenían su papel como objetivo o distractores en toda la serie
de ensayos (práctica consciente) el tiempo de reacción era independiente del número de
distractores. Sin embargo, cuando un mismo estímulo cambiaba su papel de estímulo
objetivo a distractor a lo largo de los ensayos, el tiempo de reacción sí dependía del
número de distractores presentes en la escena. Este resultado demostraba la actuación
de un proceso de búsqueda serial, con la consiguiente implicación de la atención. Y a su
vez estos resultados sirvieron de base empírica para defender que con la práctica
reiterada y consistente, ésta se automatiza, lo que supone la reducción de las demandas
de procesamiento para llevarla a cabo.
- La práctica (y, por tanto, la automatización) tiene como consecuencia la pérdida de
control del procesamiento con la consiguiente pérdida de flexibilidad para superar un
cambio en la ejecución de una tarea. Sin embargo, los procesos controlados pueden ser
modificados con facilidad.
Un aspecto común de los modelos de automaticidad fue el de establecer una dicotomía
entre los procesos de funcionamiento automático y controlado. Como consecuencia de
ello, muchas de las investigaciones realizadas en torno a este tema tuvieron como
objetivo el establecimiento de unos criterios válidos vara diferenciar un proceso como
automático o controlado. Lo que se encontraba mayoritariamente era que una tarea
podía ser clasificada de una u otra forma dependiendo del criterio que se utilizara
(Fernández-Abad, 2004). Para abordar estos problemas, autores como LaBerge (1981) y
Shiffrin y Dumais (1981) investigaron si algunos de aquellos criterios (por ejemplo, los
criterios de capacidad y control) podían considerarse esenciales para la distinción entre
ambos tipos de procesos. Los distintos resultados experimentales les hicieron llegar a la
conclusión de que los procesos que tienen lugar en determinadas tareas pueden ser o
bien automáticos o bien controlados, pero las tareas consideradas en su conjunto
constituyen una combinación compleja de procesos automáticos y atencionales operando
conjuntamente (Rosellò i Mir, 1997). Con la aparición de diversas pruebas empíricas los
teóricos de la automaticidad se alejaron de la postura dicotómica en la conceptualización
de los procesos automáticos y controlados.

5. LA ATENCIÓN COMO SISTEMA DE CONTROL


A partir de la década de los ochenta se genera la idea de que la atención es un
mecanismo capaz de controlar la ejecución de los procesos mentales y se intenta
delimitar como la atención lleva a cabo esa función. En este sentido es importante
distinguir entre problemática atencional y teoría de la atención. Tudela (1992) distingue
entre estos dos términos confiriéndole al primero un uso más descriptivo (un conjunto de
problemas a los cuáles el término ha sido aplicado), y al segundo un uso más explicativo
del mecanismo subyacente.
Partiendo de que la atención es un mecanismo cognitivo independiente de lo que son los
diferentes sistemas de procesamiento (perceptivos, motores, de memoria, de
aprendizaje), actualmente muchos autores defienden que la atención funciona como un
mecanismo central (cognitivo, no sensorial o motor) cuya función principal es controlar y
orientar la actividad consciente del organismo de acuerdo a un objetivo determinado,
actuando de forma indirecta sobre el procesamiento ya que lo que hace es activar o
inhibir los procesos mismos (Tudela, 1992).
Aunque este mecanismo funciona de manera unitaria, su estructura perece estar
compuesta de distintos módulos que trabajan de manera coordinada aún teniendo
diferentes funciones (Tudela 1992). Los datos que apoyan esta teoría provienen de la
neurociencia cognitiva. Las investigaciones en este campo han relevado la existencia de
un complejo sistema neural cuya actividad se manifiesta fundamentalmente cuando la
tarea que está realizando el individuo requiere su atención en alguna medida, el cual
parece estar integrado por varias redes de áreas cerebrales interconectadas (Posner y
Petersen, 1990).
Una de las teorías más completas y globales producto de la neurociencia es la teoría
atencional de Posner.

5.1. Teoría Atencional de Posner


Posner y colaboradores (Posner y Petersen, 1990; Posner y Raichle, 1994) defienden que
el sistema de control atencional está compuesto por un sistema modular. En concreto
contiene tres sistemas modulares o redes modulares:
1. La red atencional posterior: se encarga de la orientación de la atención al espacio
extrapersonal del sujeto con el fin de captar información relevante, controlar el
procesamiento perceptivo y seleccionar dicha información.
1. La red atencional anterior: se encarga del sistema de control atencional de las
acciones del sujeto.
1. La red de alerta o vigilancia: se encarga de producir y mantener el estado de
alerta necesario para ejecutar una tarea de manera conveniente en cada
momento.
Según Posner y colaboradores, aunque estas redes operan de manera conjunta en la
mayor parte de las actividades cotidianas, los datos experimentales han permitido
identificar sus componentes en términos neuroanatómicos, así como aislar la función
principal de cada uno de ellos. Por último, destacar que las principales funciones de las
dos primeras redes o sistemas atencionales propuestos por Posner y colaboradores, que
además son las que mayor investigación han generado, son la orientación espacial y la
red ejecutiva.

6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Broadbent, D. E. (1958) Percepción y comunicación. Madrid. Debate, 1983.
Cherry, E.C. (1953). Some experiments on the recognition of speech with one or two
ears. Journal of the Acoustical Society of America, 25 , 975-979.
Deutsch, F A., y Deutsch, D. (1963). Attention: Some theorethical considerations.
Psychological Review, 70 , 80-90.
Fernández-Abad, M. J. (2004). Atención. En Mestre y Palmero (Eds.), Procesos
Psicológicos básicos: Una guía académica para los estudios en psicopedagogía,
psicología, y pedagogía , 3 , (pp 49-73) McGraHill. 2004.
Johnston, W. A. y Heinz, S. P. (1978). Flexibility and capacity demands of attention.
Journal of the Experimental Psychology; General, 107 , 420-435.
Kahneman, D (1973). Atención y Esfuerzo . Madrid: Bibliotéca Nueva, 1997
LaBerge, D. (1981). Automatic information processing: A review. En J. Long y A.
Baddeley (Eds.), Attention and Performance IX . Hillsdale, N.J. Erlbaum.
Moray, N. (1959). Attention in dichotic listening: Affective cues and the influence of
instructions. Quarterly Journal of Experimental Psychology , 11 , 50-60.
Navon, D., y Gopher, D. (1979). On the economy of the human processing system.
Psychological Review, 86 , 214, 255.
Norman, D. A., y Bobrow, T. (1975). On data-limited and resource-limited processes,
Cognitive Psychology, 7 , 44-64.
Posner, M. I. y Petersen, S. E. (1990). The attention system of the human brain. Annual
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Posner, M. I., y Raichle, M. E. (1994) Images of mind . Nueva York, Scientific American
Library.
Posner, M. I. y Snyder, C. R. R. (1975). Attention and cognitive control. En R. L. Solso
(Ed.), Information processing and cognition: The Loyola Symposium (pp. 55-85).
Hillsdale, NJ: Erlbaum.
Rosellò i Mir, J. (1997). Psicología de la atención: Introducción al mecanismo atencional .
Madrid: Pirámide.
Shiffrin, R. M. y Dumais, S. T. (1981). The development of automatism. En J. R.
Anderson (Eds.), Cognitive skills and their adquisition (pp.11-140). Hillsdale, NJ.:
Erlbaum.
Shiffrin, R. M. y Schneider, W. (1977). Controlled and automatic human information
procesing : II. Perceptual learning automatic attending and general theory. Psychological
Review, 84 , 127-190.
Treisman, A. (1960). Contextual cues in selective listening. Quarterly Journal of
Experimental Psychology , 12 , 242-248.
Tudela, P. (1992) Atención. En J. Mayor y J. L. Pinillos (Eds). Tratado de Psicología
General: Atención y percepción , 3 , 119-162. Madrid: Alambra Universidad.

7. REFERENCIAS RECOMENDADAS
- Fernández-Abad, M. J. (2004). Atención. En Mestre y Palmero (Eds.), Procesos
Psicológicos básicos: Una guía académica para los estudios en psicopedagogía,
psicología, y pedagogía , 3 , pp 49-73. McGraHill. 2004.
- Rosellò i Mir, J. (1997). Psicología de la atención: Introducción al mecanismo atencional
. Madrid: Pirámide.
- Tudela, P. (1992) Atención. En J. Mayor y J. L. Pinillos (Eds). Tratado de Psicología
General: Atención y percepción , 3 , 119-162. Madrid: Alambra Universidad.

8. ENLACES
ATTENTION. Web con información actualizada sobre el tema de atención, problemas
relacionados con el déficit de atención, artículos y otros enlaces relacionados con este
proceso básico.

PERCEPCIÓN
1. La Psicofísica
2. Teorías de la percepción
2.1. Reduccionismo Biológico
2.2. Percepción Directa
2.3. Teorías Computacionales
2.4. Teorías Constructivistas
3. Referencias Bibliográficas
4. Referencias Recomendadas
5. Enlaces
1. LA PSICOFÍSICA.
La psicofísica tiene como objeto de estudio el describir la forma en que las experiencias
preceptúales se relacionan con los estímulos externos. La psicofísica ofrece diversas
técnicas de medición:
• La detección
• La discriminación
• La identificación
• Las escalas

La detección. Esta técnica estudia la intensidad mínima del estímulo necesaria para que
éste sea percibido. Los sistemas sensoriales responden a un cambio de energía a partir
de 0. Tradicionalmente se ha denominado umbral absoluto a la cantidad mínima de
cambio de energía necesario para que el sistema sensorial lo detecte o registre. El
umbral absoluto para la detección de señales puede medirse utilizando diferentes
técnicas:
• Método de estímulos constante . Este método consiste en elegir con antelación un
conjunto fijo o constantes de estímulos. Una vez seleccionado los estímulos se le pide al
observador que indique cuando “detecta” el estímulo.
• Método de Límites . Consiste en concentrarse en estímulos que se encuentren cercanos
al umbral absoluto.
• Pruebas de adaptación. Este método consiste en mantener los estímulos de prueba
alrededor del umbral adaptando la secuencia de presentaciones del estímulo a las
respuestas del observador.
La teoría de detección de señales proporciona procedimientos matemáticos que permiten
la medición separada de la sensibilidad y el criterio del juicio del observador. Esta teoría
se elaboró debido a que las estrategias de decisión del observador mostraron ser un
factor importante.

La discriminación. Esta técnica permite estudiar la capacidad para considerar dos


estímulos iguales o diferentes. La Ley de Weber describe la relación entre el tamaño del
umbral diferencial y la magnitud estándar, demostrando que se pueden detectar
diferencias más pequeñas en los estímulos más débiles que en los estímulos más
intensos.
La identificación . Utilizando esta técnica se estudia la capacidad de reconocimiento de
un estímulo de un conjunto de dos o más estímulos.
Las Escalas. Con esta técnica se estudia cómo la intensidad de la sensación que se
experimenta se relaciona con la intensidad del estímulo físico. Se pueden crear escalas
sensoriales utilizando dos procedimientos:
• Método de escala Indirecta: este método está basado en mediciones de discriminación.
Las mediciones indirectas producen una relación logarítmica entre la magnitud de
sensación y la intensidad del estímulo, conocida como Ley de Fechner.
• Método de Escala Directa: fundamentado en la clasificación de los estímulos en
categorías, o bien utilizando la estimación de magnitud. Los métodos indirectos han dado
como resultado una función exponencial que con frecuencia se conoce como ley de
Stevens.
No obstante, se han desarrollado variaciones especiales en las escalas con el fin de
abordar cuestiones de percepción específicas.
Por último, hay que tener en cuenta que la percepción de un estímulo no es un hecho
aislado. El contexto (otros estímulos presentes en la situación) pueden influir en un juicio
sobre la magnitud de un estímulo. La teoría de adaptación (Helson, 1964) señala cómo
para juzgar la intensidad de un estímulo, con frecuencia se establece un nivel de
referencia interna.

2. TEORÍAS DE LA PERCEPCIÓN.
De la misma forma que existen multitud de aspectos de la percepción, también hay
múltiples enfoques teóricos a los problemas perceptuales. A continuación se describen
brevemente algunas de los enfoques teóricos que explican y describen el proceso
perceptual desde diferentes niveles de análisis.

2.1. Reduccionismo biológico.


El enfoque del reduccionismo biológico se basa en el siguiente supuesto “para cualquier
aspecto de la sensación del observador hay un hecho fisiológico correspondiente”. Según
este enfoque, el objetivo principal de la investigación en percepción consiste en aislar los
mecanismos fisiológicos subyacentes. Este tipo de teorías se ha centrado en la búsqueda
de unidades rutas o procesos neurológicos específicos, que corresponden a una
experiencia sensorial determinada.

2.2. Percepción directa.


Este tipo de teorías parte de la premisa de que toda la información necesaria para formar
la percepción consciente está en los estímulos que llegan a los receptores. Fue Gibson
(1979) quien asignó la etiqueta de percepción directa a este tipo de teorías al afirmar
que dicha información está a disposición de quien la percibe y no está basada en un
proceso o cálculo cognoscitivo de nivel superior.
2.4. Teorías computacionales.
Entre los teóricos más relevantes, el más relevante de este tipo de teorías es David Marr
(1982), quien partió del supuesto general acerca de la percepción directa de que toda la
información que se requiere se encuentra en la entrada del estímulo.
Este enfoque se diferencia del de la percepción directa en que describe la información
basándose en algunas de las dimensiones simples del estímulo (por ejemplo, límites,
bordes extremos de líneas, pautas específicas en las que se unen los estímulos, etc.). Por
otro lado, consideran que este proceso de interpretación requiere varios cálculos y
diversas etapas de análisis que en ocasiones ha sido indicadas como ecuaciones
matemáticas. De hecho, ciertos aspectos de algunas teorías computacionales específicas
se indican mediante formulas matemáticas difíciles, entre ellos la geometría no
euclidiana, transformaciones de puntajes, etc.

2.5. Teorías constructivistas.


Un enfoque más antiguo, aunque aún vigente. son las teorías constructivistas de la
percepción que se caracterizan por considerar que la impresión consciente final podría
implicar la combinación de varios factores para “construir” la percepción final.
Este enfoque teórico considera que la representación perceptual de nuestro entorno es
más rica de lo que cabría esperarse debido a que la información que contienen los
estímulos que existen en un momento específico. Algunas de estas teorías consideran
que la percepción es muy similar a otros procesos lógicos. Y lo explican de la siguiente
forma: además de utilizar la información disponible para los órganos sensoriales en ese
instante, puede utilizarse también la información que se base en experiencias propias,
expectativas, etc. La similitud de algunos de estos mecanismos con el razonamiento ha
hecho que ha este tipo de teorías se les denomine también como percepción inteligente.
Las diversas orientaciones en la psicología de la percepción tienen una dirección concreta
lo que produce que vaya en busca de mecanismos diferentes.

3. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
Helson, H. (1964). Adaptation level theory. An experimental and systematic approach to
behavior. Nueva York: Harper.
Gibbson, J. J. (1979) The ecological approach to visual perception . Boston: Houghton
Mifflin.
Marr, D. (1982). Visión: Una investigación basada en el cálculo acerca de la
representación y el procesamiento humano de la información visual . Madrid: Alianza
Psicología.

4. REFERENCIAS RECOMENDADAS.
Ballesteros, S., y García, B. (1996). Procesos Psicológicos Básicos . Madrid: Universitas.
Corens, S. W., Ward, L. M., Enns, J. T. (2001). Sensación y percepción . (5ª Ed).
Mcgraw-Hill interamericana Editores, S.A. de C.V.
Golds tein, E.B. (1999). Sensación y Percepción (5ª Ed.). Madrid: Debate.
5. ENLACES.
SCIENTIFICPSYCHIC.COM. Compendio de diferentes ilusiones visuales y otros fenómenos
perceptivos.
WEBVISION. Web en inglés sobre la organización neural de la retina.
CGM. Centro Gestalt de México.
La Psicología Gestalt. Aquí se puede encontrar algunos elementos introductorios a este
paradigma de las ciencias psicológicas contemporáneas.

MOTIVACIÓN
1. Introducción
2. Teorías biológicas de la motivación
3. Teorías basadas en la Personalidad
4. Teorías Cognitivas
5. Teorías Emocionales
6. Referencias bibliográficas
7. Referencias recomendadas
8. Enlaces

1. INTRODUCCIÓN
Tradicionalmente, la psicología de la motivación ha tenido como objeto de estudio
explicar cómo y por qué se inicia una conducta o por qué se produce un cambio de
actividad. El concepto de motivación se ha empleado genéricamente para:
• Describir la energía que activa a un organismo para iniciar y dirigir su conducta
(activación).
• Explicar las diferencias en la intensidad de la conducta (vigor y persistencia).
• Explicar la dirección de la conducta (direccionalidad).
Explicar cada uno de estos aspectos ha originado diferentes conceptos referidos a una
serie de principios explicativos (necesidad, pulsión, activación, homeostasis, metas,
planes, intenciones, etc.). De hecho existe una falta de integración en esta serie de
principios explicativos debido a que las diversas aproximaciones han establecido
diferentes modelos conceptuales en función de los principios de los que parten para
confirmar los postulados que mantienen. Por lo que establecer una definición de
motivación no ha sido ni es una tarea fácil. En un trabajo realizado por Kleinginna y
Kleinginna (1981) presentaron más de 100 definiciones de motivación diferentes
enfatizando en algún aspecto de la motivación como la activación, la persistencia o la
direccionalidad de la conducta. Los autores agruparon todas las definiciones en nueve
categorías, las cuales se muestran en la siguiente tabla:

Categoría fenomenológica Este tipo de definiciones enfatiza en la importancia de


los mecanismos internos y subjetivos de la motivación.
Están relacionadas, además, con conceptos como la
necesidad, el deseo, la volición y la elección.

Categoría fisiológica Esta categoría incluye definiciones que marcan la


importancia de los mecanismos internos de la
motivación, concretamente en los procesos fisiológicos
responsables de las necesidades físicas, sobre todo de la
activación del sistema nervioso.

Categoría energética Estas definiciones ponen de relieve la importancia que


tienen los procesos de activación como facilitador del
comportamiento y su responsabilidad en la intensidad
del mismo.

Categoría Enfatiza el papel de la motivación en la dirección que


direccional/funcional toma el comportamiento hacia metas, así como de la
capacidad de la persona para seleccionar y guiar la
acción de su conducta, entre las múltiples alternativas
existentes.

Conceptualización En esta categoría se incluyen aquellas definiciones que


vectorial ponen énfasis en el componente energético, así como la
direccionalidad y persistencia del comportamiento.

Categoría temporalmenteEsta conceptualización incluye aquellas definiciones que


restrictiva se refieren a las influencias inmediatas sobre la
dirección, intensidad y persistencia del comportamiento.

Categoría Estas definiciones ponen énfasis en la importancia de las


equilibradamente amplia múltiples características de la motivación para incluirlas
en su definición.

Categoría descriptiva Este tipo de definiciones ponen de relieve todos los


aspectos que comprende la motivación, incluyendo
causas y determinantes, tanto internos como externos
del comportamiento.

Categoría escéptica Esta categoría cuestiona la utilidad del concepto de


motivación.

La psicología de la motivación se ha caracterizado tanto por la proliferación de los


modelos teóricos explicativos, como por el déficit de las investigaciones experimentales
proporcional a semejante cantidad y disparidad de teorías (Choliz, 2003). Los diferentes
modelos teóricos que se han acercado a esta disciplina pueden agruparse en varías
categorías u orientaciones en función de las variables a las que apelen en la explicación
de estos procesos, de la metodología utilizada e incluso del objeto de estudio, o ámbito
de aplicación a los que se refieran. Las orientaciones principales distinguen entre teorías
fisiológicas, del aprendizaje, cognitivas o de la personalidad. La mayoría de los modelos
teóricos se podrían clasificar en alguna de estas categorías, aunque bien es cierto que
dentro de cada una de estas diferentes orientaciones globales se pueden establecer
diferencias sustanciales respecto a los procesos a los que hace especial referencia cada
teoría en concreto.
Hay que aclarar que en este capítulo no se pretende realizar una clasificación exhaustiva.
Con esta exposición, tan sólo se trata de presentar someramente un panorama teórico de
la psicología de la motivación, como marco de referencia.
A continuación se describen algunos de los autores más importantes, agrupados según la
orientación que los caracteriza tanto por sus propias aportaciones, como por haber
contribuido al estudio e investigación de alguna parcela de la motivación que, en algunos
casos, ha llegado a crear un modelo teórico definido. Por último se indica el principio o
concepto motivacional sobre el que inciden y sobre el cual han organizado los diferentes
postulados.

Orientaciones Teóricas Principales Autores Principio Motivacional

Teorías Biológicas

Lorenz, Tinbergen,• Homeostasis.


Eilbefeldt • Modelo Hidráulico (nivelo de
energía e instigadores).
• Instinto.

Duffy, Hebb, Humpheys y- Homeostasis.


Revelle; Lindsley; Malmo,- Activación general.
Yerkes, Dodson

Carlsson, Derryberry y- Homeostasis.


Tucker; Eysenck; Gray;- Diferentes sistemas de
Lacey; Swerdlow y Koob. activación (cortical,
subcortical,
Psicofisiológica.

McDougall - Instinto.

Teorías basadas en la
personalidad

Condry, - Motivación Intrínseca.


Csikszentmihalyi; Deci;- Necesidad de competencia y
deCharms; Glucksberg;control.
Leeper; Ryan.

Adler, Allport; Cattell;- Motivos de logro, poder,


Goldstein; Maslow;afiliación.
McClelland; Murray. - Autorrealización.
- Necesidades
Personales.
- Pulsión, erg

Freud; Horney; Jung. - Energía Psíquica


- Pulsión
- Hedonismo.

Teorías Cognitivas

Atkinson; Bandura;- Expectativa.


Tolman, Lewin. - Matriz de expectativa-valor

Brehm; Festinger;- Consistencia;


Newcomb; Rosenberg. Congruencia; Disonancia.

Azjen; Fishbein; Tolman. - Propósito, Intención.

Heider; Kelley; Rotter;- Atribución de


Weiner. causalidad.

Milgram - Conformidad.

Teorías Emocionales

Olds; Milher; Pfaffman;- Hedonismo.


Young, Berlyne, Harlow. - Necesidad de estimulación.

Cuadro adaptado de Chóliz, 2003.

2. TEORÍAS BIOLÓGICAS DE LA MOTIVACIÓN


Los sistemas motivaciones en los que predominan las variables biológicas parten de la
base de que la conducta es reactiva tanto a estímulos internos como externos, aunque
principalmente ante estímulos provenientes del organismo.
El análisis de las variables biológicas es uno de los más relevantes en los sistemas
motivacionales directamente implicados en la supervivencia del organismo y en los
animales inferiores, en el mantenimiento de la especie. En estos tipos de motivación,
tanto la dirección como la intensidad de la conducta motivada están directamente
relacionadas con el estado de necesidad biológica generado por el organismo y con la
reducción de dicha disfunción.
Las explicaciones biologicistas de la motivación se caracterizan por tener un
planteamiento nomotético, mecánico, innatista, y el hecho de que la conducta es reactiva
tanto a estímulos internos como externos, aunque principalmente ante estímulos que
provienen del organismo.
Los principios biológicos más relevantes de la motivación son la homeostasis y la
activación, los sistemas motivacionales más característicos son la sed, el hambre o el
sueño, y algunas de las teorías más significativas son las de Lorenz, Tinbergen, Duffy,
Malmo, o Derryberry y Tuker. A continuación se describen brevemente los dos principios
biológicos fundamentales de la motivación.
Por homeostasis se entiende la propiedad de los seres vivos para mantener tanto las
constantes biológicas, como las funciones fisiológicas dentro de los límites apropiados, a
pesar de las alteraciones que puedan ejercer agentes externos o internos. La motivación
así entendida se pone en funcionamiento cuando el valor de una determinada variable
fisiológica, o psicológica, se altera considerablemente respecto a los niveles que son
óptimos.
Por otro lado, el nivel de activación es una de las variables responsables tanto del inicio y
mantenimiento de la conducta, como de la intensidad de la misma. La presencia de la
conducta es un buen indicador de la existencia de la activación, si bien lo contrario puede
no ser cierto. En psicología, la activación puede definirse como la energía de la conducta
resultante de factores fisiológicos, cognitivos y conductuales, es el proceso que moviliza
los recursos para que se produzca el comportamiento deseado. La activación no puede
reducirse a uno sólo de éstos procesos, sino que involucra a los dintintos mecanismos
que ponen en funcionamiento la ejecución conductual. La influencia de la activación se
manifiesta tanto en el rendimiento, como en el estado emocional. Según Swerderlow y
Koob (1987), habría dos sistemas de activación: uno de ellos estaría gobernado por el
cortex cerebral, que sería responsable del rendimiento, mientras que el otro estaría
gobernado por el sistema límbico, responsable del tono afectivo.
El nivel de activación influye en multitud de procesos psicológicos implicados en la
motivación. Por ejemplo, entre las perspectivas teóricas más representativas de la
activación está la que defiende que el rendimiento óptimo se produce cuando el nivel de
activación es el apropiado, principio que agrupa a las denominadas teorías del nivel
óptimo de activación. Esta teoría fue propuesta inicialmente por Yerkes y Dodson en
1908, la relación expresada en una curva en forma de U invertida entre activación y
rendimiento, que ha inspirado a autores como Lindsley (1951), Hebb (1955), Malmo
(1959) o Duffy (1972) en sus planteamientos teóricos respecto a la relación entre
activación y diferentes procesos psicológicos.
Respecto a la relación entre activación y reacción afectiva, Berlyne (1967) puso de
manifiesto que los niveles moderados de arousal (activación general del organismo)
coinciden con estados emocionales placenteros, mientras que los niveles bajos de
activación están relacionados con el aburrimiento y la agitación. Por otro lado, si la
activación es excesiva las reacciones emocionales más frecuentes son las
manifestaciones de estrés: tensión y malestar. Una de las implicaciones de este
argumento es que los diferentes estados de activación que experimente el organismo
harán que se busquen tareas más o menos activadoras, para llegar al punto de
equilibrio.
Algunos de los estudios más conocidos acerca de la relación entre activación y estado
emocional son las investigaciones clásicas sobre los efectos de la deprivación sensorial
(véase estudios realizados originalmente por Bexton, Heron, Scott, 1954; Heron, 1957)
Por otro lado, según Eysenck (1967), es muy probable que el nivel de activación se
encuentre en función de dos mecanismos cerebrales: el córtex cerebral (regulado por el
SRA) y el sistema límbico. A partir de ahí, Gray (1971) describió tres sistemas
comportamentales implicados en la activación emocional: aproximación conductual,
lucha/huida e inhibición conductual, cada uno de ellos mediados por estructuras
cerebrales específicas.

3. TEORÍAS DE LA MOTIVACIÓN BASADAS EN LA PERSONALIDAD


Un segundo grupo de teorías que abordan el análisis de la necesidad hace referencia a
los factores individuales responsables de las diferencias interpersonales que se presentan
tanto en los sistemas motivacionales como en las conductas asociadas. Se trata de
variables personales que dan cuenta de la relativa diferencia en las manifestaciones
comportamentales ante condiciones externas similares.
Los sistemas motivacionales en los que predominan las tendencias personales de acción
se caracterizan por tener un planteamiento nomotético, cognitivo, fundamentalmente
reactivo a estimulación interna y una explicación sobre la conducta de tipo adquirido,
aunque los factores de predisposición innata jugarían un papel de extraordinaria
relevancia en algunas orientaciones teóricas.
Algunos de los principios en los que se basan estas orientaciones son la necesidad de
autorrealización, el motivo de logro, o la autodeterminación. Los modelos teóricos que
siguen esta orientación se basan en trabajos de autores como Freud, Maslow, McClelland,
o Murray, entre otros.
Una de las variables relevantes que tienen en cuenta estas teorías es el hecho de que en
ocasiones la persona puede dedicarse a realizar una actividad con gran esfuerzo sin que
obtenga en apariencia un beneficio por realizarla. A dicha explicación de este
comportamiento de le ha denominado tradicionalmente como motivación intrínseca, que
se puede definir como los factores que inducen a realizar ciertos comportamientos en
ausencia de cualquier contingencia externa. La diferencia entre la motivación intrínseca y
extrínseca se centra en que en ésta el incentivo es independiente de las características
de la tarea, sin embargo, en la motivación intrínseca el incentivo es la propia ejecución
del comportamiento. Para que el hecho de llevar a cabo una conducta sea el principal
motor del comportamiento ésta debe de provocar una serie de consecuencias,
principalmente motivacionales y emocionales, que impulsen a la ejecución. Para que una
conducta adquiera propiedades de motivación intrínseca debe proporcionar sentimientos
principalmente de competencia y autodeterminación.
Otro de los conceptos especialmente relevantes desde esta perspectiva es el de motivo,
entendido como una disposición relativamente estable para ejecutar determinadas
acciones.

4. TEORÍAS COGNITIVAS DE LA MOTIVACIÓN


Las orientaciones cognitivas tienen como eje principal la importancia que posee la
representación mental, presente, de un objeto o situación más o menos alejado en el
tiempo sobre la conducta.
Las explicaciones cognitivas también se caracterizan por tener un planteamiento
nomotético, cognitivo, adquirido, y reactivo tanto a estímulos internos como externos.
Algunos de los principios fundamentales de esta perspectiva son la congruencia
cognitiva, la atribución causal, la intencionalidad de la conducta y las expectativas de
resultado.
De entre las teorías más significativas cabe destacar las de Atkinson, Brehm, Tolman y
Weiner, entre otras. Los diferentes acercamientos cognitivos se agrupan en función de
las variables sobre las que profundizan y se base el modelo explicativo de la motivación.
Así se describen teorías basadas en la expectativa, en la congruencia o consistencia, en
la atribución, modelos explicativos del propósito, intención conductual, etc.
Algunos de los constructos cognitivos implicados en la motivación y en la secuencia
cognición-acción son los siguientes: los planes, las metas, la disonancia, los esquemas,
las expectativas y las atribuciones. El enfoque cognitivo de la motivación centra su
estudio en cómo la representación de un plan, meta etc., influye en los estados
motivacionales y en la acción.
5. TEORÍAS EMOCIONALES DE LA MOTIVACIÓN
La motivación y la emoción están íntimamente relacionadas, ya que una de las
dimensiones de cualquier sistema motivacional conlleva la afectiva.
Desde este punto de vista, hay diversos modelos teóricos de la motivación que han
centrado la explicación de la misma en los aspectos emocionales. Según estos modelos la
reacción afectiva puede explicar tanto el hecho de que se realice una conducta
determinada sin que haya un estado de privación, o sin que haya un mecanismo
autorregulador, como por ejemplo, entender las preferencias por algún tipo de incentivo.
Los acercamientos teóricos que se basan en la relevancia de las variables emocionales se
caracterizan por su planteamiento idiográfico, cognitivo (aunque también mecánico),
interno y adquirido, si bien en algunos casos la predisposición innata tiene un papel
importante. El nivel de análisis es individual y fisiológico.
Algunos de los modelos teóricos característicos de esta orientación son los representados
por autores como Berlyne, Delgado, Olds o Young.
Los principios fundamentales a los que apelan son el hedonismo y la activación , que
vienen a representar las dos dimensiones ortogonales que caracterizan la emoción:
dimensión de placer-displacer, y la de intensidad, respectivamente.
La activación da cuenta en gran medida de la dimensión de intensidad. Por otro lado, el
componente afectivo de la necesidad, desde el punto de vista de las teorías emocionales
de la motivación, es el valor hedónico conseguido por la ejecución de la conducta
motivada, es decir, el placer o displacer que proporciona.

6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Berlyne, D. E. (1967). Arousal and reinforcement. En D. Levine (Ed.), Nebraska
Symposium on Motivation , 15 , 1-110. Lincoln: University of Nebraska Press.
Bexton, W. H., Heron, W., y Scott, T. H. (1954). Effects of decreased variation in the
sensory enviroment. Canadian journal of Psychology , 8 , 70-76.
Choliz, M. (2003). Procesamiento Motivacional. En Fernández Abascal, E. G., Jiménez
Sánchez, M. P., Martín Díaz, M. D., (Eds), Emoción y Motivación: La adaptación humana
II. 13 , 501-565. Centro de Estudios Ramón Areces, S. A. Colección de Psicología.
Madrid. 2003.
Duffy, E. (1972). Activation. En N.S. Greenfield y R.A. Sternbach (Eds.) Handbook of
Psychopsysiology (pp.577-622). Nueva york: Holt, Rinehart and Winston.
Eysenck, H.J. (1967). The Biological Basis of Personality . Pringfield, Illinois: Thomas.
(traducción 1970, Barcelona: Fontanella).
Gray, J. A. (1971). The psychology of fear and stress . Nueva York: McGraw-Hill.
Hebb, D.O. (1955).drives and the CNS (Conceptual nervious Sistem). Psychological
Review, 62 , 243-254.
Heron, W. (1957). The pathology of boredom. Scientific American , 196 , 52-56.
Kleinginna, P. R. Jr. y Keinginna, A. M. (1981). A categorized list of motivation
definitions, with a suggestion for a consensual definition. Motivation and Emotions, 5 ,
263-291.
Lindsley, D.B. (1951). Emotion. En S.S. Stevens (Ed.) Hanbook of Experimental
Psychology (pp.473-516). Nueva York: John Wiley and Sons.
Malmo, R. B. (1959). Activation: A neuropsychological dimension. Psychological Review,
66 , 367-386.
Swerderlow, N.R. y Koob, G.F. (1987). Dopamine, schizophrenia, mania and depression.
Toward a unified hypothesis of cortico-striato-pallido-thalamic function. Behavioral and
Brain Sciences, 10 , 197-245.
Yerkes, R. M. y Dodson, J. D. (1908). The relation of strength of stimulus to rapidity of
habit formation. Journal of Comparative Neurology of Psychology, 18 , 459-482.

7. REFERENCIAS RECOMENDADAS
Fernández Abascal, E., Jiménez Sánchez, M.J., Martín Díaz, M.D. (2003) Emoción y
Motivación: La Adaptación Humana II . Centro de Estudios Ramón Areces, S.A. Colección
de Psicología. Madrid. 2003.

8. ENLACES
REME. Revista electrónica de motivación y emoción.
KLUERONLINE. Buscador de revistas científicas con acceso directo (en formato pdf ) a
artículos de revistas especializadas, entre ellas, “ Motivation and Emotión ”.

EMOCIÓN
1. Introducción
2. Teorías biológicas sobre la emoción
3. Teorías cognitivas sobre la emoción
4. Referencias Bibliográficas
5. Referencias Recomendadas
6. Enlaces
1. INTRODUCCIÓN
Durante el desarrollo de la Psicología como ciencia, el concepto de emoción, así como el
de otros procesos psicológicos básicos, ha ido transformándose según los paradigmas
teóricos dominantes. Con respecto a la psicología de la emoción, tal y como señala
Mandler (1979), se ha producido un fenómeno contrario al de otros procesos, como el
aprendizaje o la memoria, y es que en la mayoría de las ocasiones, los modelos teóricos
han ido por delante de las evidencias empíricas.
Definir que es una emoción no ha sido ni es una tarea sencilla. Kleinginna y Kleinginna
(1981) recopilaron más de cien definiciones de emoción que se refieren a este proceso en
función de diferentes efectos funcionales (organizativos y desorganizativos) y de sus
aspectos afectivos, psicofisiológicos, motivacionales, adaptativos, etc. Como resultado de
sus análisis obtuvieron once categorías en las que se pueden agrupar las diferentes
concepciones. A continuación se presenta una breve descripción de las mismas.

Categoría afectiva Reúne las definiciones que hacen referencia a los cambios
corporales que siguen directamente a la percepción de un hecho
elicitador, y considera que los sentimientos de tales cambios es
la emoción

Categoría cognitiva Agrupa las definiciones que hacen referencia a los aspectos
perceptivos, de valoración situacional y de catalogación de las
emociones. Consideran por tanto a los aspectos cognoscitivos el
elemento principal de la emoción.

Categoría basadaAcentúa el papel de la estimulación externa como factor


en estímulosdesencadenante del fenómeno.
elicitadores

Categoría Pone énfasis en los procesos fisiológicos de la emoción


fisiológica

Categoría Enfatiza en la dimensión expresiva de las emociones.


emocional/expresi
va

Categoría Se caracterizan por conceptuar la emoción como un proceso


disruptiva disruptivo, enfatizando en los efectos desorganizadores y
disfuncionales de la emoción en función de los efectos viscerales
y vegetativos.

Categoría Pone de relieve el papel organizador y funcional de las


adaptativa emociones. Estas definiciones están basadas en planteamientos
darvinistas.

Categoría Incluye a todas aquellas definiciones que subrayan la


multifactorial importancia de la multidimensionalidad del proceso emocional.
Considera que la emoción está determinada por fenómenos
afectivos, cognitivos, fisiológicos y conductuales.

Categoría Define la emoción por contrastación y diferenciación de este


restrictiva proceso frente a los restantes procesos psicológicos con los que
se encuentra relacionado.

Categoría Este tipo de definiciones plantea el solapamiento que existe


Motivacional entre los procesos motivacionales y los emocionales. Según esta
conceptualización, las emociones activan los procesos
motivacionales.

Categoría ExcépticaIncluye aquellas definiciones que cuestionan la utilidad del


concepto de emoción.

A partir de este trabajo se dedujo el carácter multidimensional de las emociones, lo que


llevó a entender las emociones, según Fernández-Abascal, Martín y Jiménez, (2003)
como un proceso que implica:
• Una serie de condiciones desencadenantes (estímulos relevantes)
• La existencia de experiencias subjetivas (interpretación subjetiva)
• Diversos niveles de procesamiento cognitivo (procesos valorativos)
• Cambios fisiológicos (activación)
• Patrones expresivos y de comunicación (expresión emocional)
• Que tiene unos efectos motivadores (movilización para la acción)
• Una finalidad: que es la adaptación a un entorno en continuo cambio.

2. EXPLICACIONES BIOLÓGICAS DE LA EMOCIÓN


La orientación biológica está basada en principios evolucionistas y fisiológicos. A partir de
los principios evolucionistas surgieron las teorías derivadas del estudio del componente
expresivo del proceso emocional. Sin embargo, a partir de los principios fisiológicos,
surgieron las teorías basadas en la activación y en el estudio de los sistemas cerebrales
relacionados con el procesamiento emocional.
Del estudio de la activación surgieron dos líneas de investigación: la conceptualización
periférica y las centrales. La conceptualización periférica surge a partir de los
presupuestos de la teoría periférica de las emociones de James-Lange, cuyo postulado
básico es que la percepción de cambios en la actividad fisiológica será el desencadenante
de las emociones. Por otro lado, las conceptualizaciones centrales basan el estudio de la
emoción en los patrones de activación controlados por el sistema nervioso central. Esta
línea de investigación surgió a partir de la teoría de Emergencia de Cannon.
A continuación se muestran algunos de los autores más relevantes, tanto por sus propias
aportaciones, como por haber contribuido al estudio e investigación de alguna parcela de
la emoción.

Teoría Principales Conceptos de Conceptos relacionados con


Autores valoración/procesamienactivación y expresión
to y emociones básicas

Teoría del McDougall - La percepción produce la - Componente conativo.


instinto emoción - Componente afectivo.

Teoría James, La percepción de los - Cambios fisiológicos.


PsicofisiológicaLange cambios corporales - Especificidad psicofisiológica.
produce la emoción
(cambios vasculares y en Especificidad individual.
la presión arterial)

Teoría de la Cannon La experiencia emocional - Activación del Sistema


emergencia es anterior a los cambios Nervioso Central.
fisiológicos. - Cambios emocionales.

Teoría central McLean - Cerebro reptiliano.


neurológica - Cerebro mamífero antiguo.

Teoría de la Plutchik, El procesamiento es previo - Patrón programado de


expresión Tomkins a la emoción. vocalizaciones y respuestas
facial musculares faciales.
- La expresión de la emoción
puede producirse antes del
procesamiento cognitivo de
ella.

Teoría de Izard, - Cualidad emocional. - Hipocampo.


feedback facial Ackerman - Intensidad emocional. - Cada emoción tiene
- Nivel experiencial. características emocionales
únicas.
- La actividad neuroquímica
produce cambios faciales y
corporales.
- Los cambios faciales sirven
para experimentar y
comunicar las emociones.

Teoría del Damasio, - Doble sistema de - Activación fisiológica por


doble LeDoux procesamiento. eferencias de la amígdala.
procesamiento - Procesimiento
amigdaliano o vía rápida.
- Procesamiento cortical o
vía lenta.

Cuadro de Fernández-Abascal, Martín y Jiménez (2003) adaptado.

3. EXPLICACIONES COGNITIVAS DE LA EMOCIÓN


Las diferentes teorías cognitivas de la emoción consideran que la emoción es el resultado
de los patrones subjetivos de la evaluación, fruto del procesamiento cognitivo de un
antecedente o acontecimiento relevante (Scherer, 1997). Uno de los principios clave en
el enfoque cognitivo para explicar la emoción es el concepto de valoración.

TEORÍA PRINCIPALES CONCEPTOS DE CONCEPTOS


AUTORES VALORACIÓN/ RELACIONADOS CON
PROCESAMIENTO Y ACTIVACIÓN Y
EMOCIONES EXPRESIÓN
BÁSICAS

Teoría del Leventhal, - Mecanismos - Sistema de reacción


procesamiento Patrick-Miller, interpretativos que corporal.
perceptual Tomarken activan la reacción - Sistema de acción
motor emocional. motor.
- Sistema expresivo.

Teoría Schachter, Singer - Procesos cognitivos. - Activación fisiológica.


Bifactorial - Cualidad emocional. - Emoción fría.

Teoría de la Arnold - Valoración - Activación emocional


valoración automática. (córtex, diencéfalo y
automática - La emoción se troncoencéfalo).
deriva de las
valoraciones que se
realicen de los
estimulos.
- Los sentimientos se
derivan de considerar
beneficiosas o
perjudiciales la
valoración realizada.

Teoría del Beeper - Las emociones son Las emociones son


control una forma de “planes”.
cognición.
- Las emociones
organizan y motivan.

Teoría de la Averill, Lazarus, - Proceso de - Aspectos fisiológicos.


valoración Kanner, Folkman. valoración de las - Aspectos subjetivos.
cognitiva consecuencias y las - Impulsos de acción.
expectativas.
- La valoración es la
desencadenante de la
emoción.

Teoría de la Weiner, Graham - Emociones como - Atribuciones-específicas


atribución producto de las consecuencias
atribuciones de emocionales.
causalidad.
- Las emociones
básicas son
dependientes del
resultado y de la
atribución.

Teoría procesual Scherer Procesamiento - Proceso


cognitivo neurofisiológico.
Estado afectivo - Expresión motora.
Evaluación del
producto
Evaluación del
potencial de
afrontamiento

Teoría Lang - Actividad cognitiva / - Actividad visceral y


bioinformacional imaginativa. someto-motora.
- La estructura de la
información.

Cuadro Fernández-Abascal, Martín y Jiménez (2003) adaptado.

4. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Fernández-Abascal, E. G., Martín, M. D., Jiménez, M. P., (2003). Psicología de la emoción
y la motivación. En Fernandez-Abascal, E. G., Jiménez, M. P., Martín, M. D. (Eds).
Emoción y Motivación: La adaptación humana. (pp. 3-43) Madrid: Editorial Centro de
Estudios Ramón Areces, S. A
Kleinginna, P. R. Jr. y Keinginna, A. M. (1981). A categorized list of emotion definitions,
with a suggestion for a consensual definition. Motivation and Emotions, 5 , 345-379.
Mandler, G. (1979). Emotion. En E. Hearts (Ed.), The first century of experimental
psychology . Hillsdale NJ: Lawrence Erlbaum Asociates.
Scherer, K. R. (1997). The role of culture in emotion. Antecedent appraisal. Journal of
Personality and Social Psychology , 73 , 902-922.
5. REFERENCIAS RECOMENDADAS
Fernandez-Abascal, E. G., Jiménez, M. P., Martín, M. D. (2003). Emoción y Motivación:
La adaptación humana I . Madrid: Editorial Centro de Estudios Ramón Areces, S. A.
Fernandez-Abascal, E. G., Jiménez, M. P., Martín, M. D. (2003). Emoción y Motivación:
La adaptación humana II . Madrid: Editorial Centro de Estudios Ramón Areces, S. A.
Palmero, F., Fernández-Abascal, E. G., Martínez, Choliz, M. (2002). Psicología de la
motivación y emoción . Madrid: McGraw-Hill.

6. ENLACES
BRAIN & EMOTIONS. Investigación en neurobiología y emoción.
GENEVA. Web del grupo de investigación sobre la emoción de la Universidad de Geneva.
REME . Revista electrónica de Motivación y Emoción.
SEAS . Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés.
Inteligencia Emocional . Más de 500 artículos sobre inteligencia emocional.

PENSAMIENTO Y LENGUAJE
1. Pensamiento
1.1. Introducción
1.2. Razonamiento Inductivo
1.3. Razonamiento deductivo
2. Lenguaje
2.1. Introducción
2.2. El lenguaje como sistema de comunicación
2.2.1. La comprensión del lenguaje
2.2.2. La producción del lenguaje
3. Referencias Bibliográficas
4. Referencias Recomendadas
5. Enlaces

1. PENSAMIENTO
1.1. INTRODUCCIÓN
En este capítulo se mostraran dos formas básicas de razonamiento: el razonamiento
inductivo y el razonamiento deductivo. Estas dos formas de razonar han sido
consideradas como los pilares en los que se fundamenta el pensamiento humano.
El concepto de falta de certeza es el que marca la diferencia entre un argumento
deductivo y un argumento inductivo. Concretamente, razonamiento inductivo hace
referencia al proceso de razonamiento que se realiza en situaciones de incertidumbre, y
razonamiento deductivo a los procesos de razonamiento que se realizan en contextos
seguros (Ballesteros-Jiménez, 2000; Fernández-Berrocal y Moreno, 2004).

1.2. EL RAZONAMIENTO INDUCTIVO


El razonamiento inductivo se caracteriza porque, partiendo de premisas de tipo
particular, se llega a proponer una conclusión de tipo general. En la inducción la verdad
de las premisas no garantiza la verdad de la conclusión, ya que siempre puede haber un
caso concreto que no se ajuste a lo expresado en las premisas. Es por esta razón por la
que en el razonamiento inductivo la conclusión se expresa siempre en términos de
probabilidad.
Según Kahneman y colaboradores (1982), las personas toman decisiones utilizando un
conjunto limitado de heurísticos . Se considera heurístico a los procedimientos rápidos y
fáciles para solucionar problemas o tomar decisiones, que se activan de forma
automática y requieren de la persona poco gasto de recursos de atención y memoria. De
ahí que tengan un gran valor adaptativo aunque puedan producirse ciertos errores y
sesgos (Fernández-Berrocal y Santamaría, 2004).
Los textos más relevantes para su estudio se pueden encontrar en Kahneman, Slovic y
Tversky (1982) y en Gilovich, Griffin, y Kahneman, (2002).
Los heurísticos más relevantes son representatividad, disponibilidad, simulación, anclaje
y ajuste . Las investigaciones sobre los heurísticos han sido realizadas utilizando un
procedimiento sencillo. Éste consiste en exponer a los sujetos a una serie de
problemas/historias con diferentes alternativas en las que hay encubiertos ciertos
principios básicos de la probabilidad. Tras la elección del sujeto se analiza su ajuste a la
teoría normativa de la probabilidad y, en caso de no coincidir, se especifican las causas
posibles de su elección.
Tversky y Kahneman (1983), recoge una de las tareas más utilizadas denominada Linda
es cajera o versiones más simples como el test transparent e. Según estos autores, las
personas en su toma de decisiones no utilizan los principios formales de probabilidad, es
decir, no le dan el mismo peso a todos los ejemplares de una categoría, sino que cuando
realizan alguna predicción utilizan un razonamiento intuitivo guiado por heurísticos.
El heurístico de representatividad está basado en la similaridad. Entre los sesgos que se
pueden producir relacionados con este heurístico se encuentran: la desestimación de las
probabilidades previas , la regresión a la media y la ley de los pequeños números.
Las probabilidades previas hacen referencia a la frecuencia con la que ocurre algún
patrón en la población general, y es una pieza clave en la toma de decisiones
normativas, como el teorema de Bayes. El teorema de Bayes determina que una
inferencia adecuada a partir de una evidencia errónea debe combinar esta certeza con la
información previa relevante, como, por ejemplo, las probabilidades previas (Fernández-
Berrocal y Santamaría, 2004). Los resultados muestran como las personas en ocasiones
no integran sus conocimientos previos con la información diagnóstica que se les
presenta.
Por otro lado, la regresión a la media es un fenómeno estadístico por el cual las
puntuaciones altas o bajas tienden a regresar a las puntuaciones promedio. Los
resultados muestran como las personas tienden a subestimar este fenómeno y realizan
estimaciones sesgadas debido a que se tiene la necesidad de encontrar explicaciones
causales.
Otro sesgo de la representatividad es conocido como la ley de los pequeños números,
basado en el descubrimiento de J. Bernoulli. Este autor descubrió que cuando se realiza
un experimento aleatorio como tirar una moneda no trucada al aire mil veces, la
frecuencia relativa del suceso asociado se va acercando progresivamente a la
probabilidad del suceso. El sesgo en la representatividad se produce cuando las personas
esperan encontrar el principio de Bernoulli en pequeñas muestras que ellos consideran
representativas de la población, de forma que reproduzcan las probabilidades y
distribución de ésta independientemente de su tamaño.
Respecto al heurístico de disponibilidad, éste está basado en el siguiente principio:
cuanto mayor sea la fuerza de asociación, mayor será la frecuencia de los datos. Esta
regla resulta de utilidad debido a que en muchas situaciones permite dar una respuesta
correcta. Su utilidad está basada en que la disponibilidad está altamente correlacionada
con las frecuencias reales y objetivas del ambiente. No obstante, en ciertas ocasiones
conducen a error ya que pueden existir otros factores que estén influyendo en la
recuperación de la información de la memoria y que no están correlacionadas con las
frecuencias reales. Por ejemplo, la exposición previa de ciertos estímulos nos inclina a
pensar que volverán a ocurrir. Lo que está sucediendo es que el priming o exposición
previa a ciertos estímulos, ocasiona que esta información esté más accesible en la
memoria y se recupere con mayor rapidez que otras posibles explicaciones más
ajustadas a la realidad.
El heurístico de simulación hace referencia a los procesos de construcción y simulación de
modelos mentales, ya sean futuros o pasados. Las primeras investigaciones se centraron
en juicios contrafácticos, es decir, juicios en los que existe una distancia entre lo real y lo
posible en un mundo ficticio o potencial.
Por último, el heurístico de anclaje o ajuste hace referencia a cuando para emitir un
juicio se toma algún punto de referencia inicial a partir del cual, tras sucesivas
modificaciones, se obtiene una estimación final.
1.3. RAZONAMIENTO DEDUCTIVO
La investigación tradicional sobre razonamiento deductivo sugiere que las reglas de
inferencia que utiliza funcionan siguiendo las pautas de un sistema lógico.
Los tres tipos de inferencias deductivas más frecuentemente estudiados son: la
inferencia condicional, el silogismo categórico y la serie de tres términos . La inferencia
condicional hace referencia a cómo se razona cuando aparece el condicional “si...
entonces”. El razonamiento con condicionales es fundamental en el uso de la vida diaria.
Existen cuatro tipos de inferencias asociadas al condicional. Dos constituyen
razonamientos válidos y las otras dos son falacias. Los razonamientos válidos son:
• El modus ponens : si p , entonces q; p, entonces q.
• El modus tollens : si p, entonces q; no q, luego no p.
Y los razonamientos no válidos son:
• La negación del antecedente : si p , entonces q; no p, luego no q.
• La afirmación del consecuente : si p , entonces q; q, luego p.
Los estudios psicológicos han demostrado que existe una asimetría en las dos inferencias
correctas. Mientras que el modus ponens es prácticamente aceptado como válido, no
ocurre lo mismo con el modus tollens , a pesar de que ambos son lógicamente válidos.
Además, los sujetos suelen aceptar como válidos las dos falacias, tanto la negación
antecedente , como la afirmación consecuente .
La tarea más utilizada en la investigación sobre razonamiento ha sido la tarea de las
cuatro tarjetas inventada por Wason (1966). Los resultados de estos estudios coinciden
en indicar que los sujetos tratan de confirmar la regla que se proponen en la tarea en
lugar de intentar desconfirmarla. Otra interpretación consiste en suponer que los sujetos
comenten un sesgo de emparejamiento al elegir las dos tarjetas que se mencionan en la
tarea.
Por otro lado, Holoyoak y colaboradores defienden que las personas utilizan ciertas
estructuras abstractas de conocimiento, obtenidas a partir de la experiencia cotidiana, a
las que se denominan esquema de razonamiento pragmático (Cheng y Holyoak, 1985).
Estos esquemas están formados por reglas que son sensibles al contexto, a la situación.
La regla que utilizan es “Si alguien tiene que hacer X, entonces debe satisfacer la
precondición de Y”.
Los silogismos categóricos son problemas de razonamiento con cuantificadores (todos,
alguno, ninguno y alguno no). Un silogismo es lógicamente válido cuando la conclusión
se sigue necesariamente de las premisas. En este tipo de razonamiento, las personas
comenten multitud de errores que generalmente consisten en la aceptación de
conclusiones inválidas. Un silogismo consta de una premisa mayor, una menor y una
conclusión. Las premisas suelen tener tres términos: sujeto, predicado y término medio.
El término medio se repite en las dos premisas y la conclusión relaciona siempre el sujeto
con el predicado. La solución a los silogismos se produce en tres fases:
1. Comprensión y codificación de las premisas.
2. Combinación de la información contenida en las premisas.
3. Obtención de la información.
Una teoría que ofrece una explicación al razonamiento deductivo es la de los modelos
mentales, propuesta por Jonson y Laird. Esta teoría no acepta la existencia de reglas de
inferencia lógica ni tampoco reglas de contenido específico. Según esta teoría, los sujetos
razonan construyendo modelos que representan estados del mundo en los que las
premisas son verdaderas. Después construyen conclusiones generando una descripción
de sus modelos. Para profundizar en esta teoría véase (Jonhson-Laird, 1983).
Además de la inferencia condicional y del razonamiento silogístico, existe un tercer tipo
de razonamiento deductivo conocido como series de tres términos, o inferencia
transitiva.
Un posible ejemplo de inferencia transitiva sería:
X es mejor que Y.
Z es mejor que Y.
¿Cuál es la mejor de las tres?
La variable que suele medirse en este tipo de tareas es el tiempo de reacción, debido a
que el número de errores cometidos por los sujetos es pequeño. De este tipo de tareas lo
que interesa conocer, desde el punto de vista psicológico, es cómo representan los
sujetos las premisas cuando se enfrentan con el problema de tener que resolver
inferencias de este tipo.
Se han propuesto diversas teorías para explicar la forma como las personas razonan con
series de tres términos que se pueden agrupar en tres categorías:
• Hipótesis espacial o de imágenes. Según esta hipótesis, cuando los sujetos razonan
con serie de tres términos construyen imágenes mentales de las premisas (Huttenlocher,
1968). El sujeto lo que hace es construir la imagen de una línea en la que va colocando
los tres términos del problema. La solución la encuentra leyendo visualmente la
localización de los elementos en esta imagen así construida.
• Hipótesis Lingüística. De acuerdo con esta hipótesis (Clark, 1969a, 1969b), el sujeto
representa la información contenida en el problema de razonamiento relacional de forma
lingüística, para lo cual construye una representación proposicional de las premisas.
• Hipótesis Mixta. Esta hipótesis propuesta por Sternberg (1980) consiste en la
combinación de las dos hipótesis anteriores, admitiendo tanto aspectos lingüísticos como
imágenes mentales en la solución de silogismos lineales. Es esta hipótesis la que mayor
respaldo tiene de los resultados experimentales.

2. LENGUAJE
2.1. INTRODUCCIÓN
La adquisición del lenguaje como función cognitiva superior, tiene lugar dentro de un
contexto interactivo, en íntima relación con la estimulación social recibida. Existen
distintos enfoques que han interpretado dicha interacción; entre ellos se pueden
destacar, por su repercusión actual, las aportaciones de Piaget, Vigotsky y Luria.
Piaget defiende que el lenguaje es una manifestación del pensamiento conceptual que se
va construyendo a medida que el niño va evolucionando. El lenguaje sería así una forma
particular de la función simbólica, que va a facilitar su adquisición. Sería, pues, posterior
al pensamiento y contribuiría a la transformación del mismo, ayudando a lograr un
equilibrio. Se apoya en tres argumentos:
• Considera que el lenguaje depende de la función simbólica. Sólo es una forma de
simbolismo (como el juego simbólico o la imitación diferida).
• En segundo lugar, las operaciones intelectuales dependen de la acción y no del
lenguaje. Las operaciones concretas (clasificación, seriación, etc.) son acciones antes que
operaciones del pensamiento, antes de poder ser traspuestas bajo forma verbal y, por lo
tanto, no es el lenguaje la causa de su formación.
• Y en tercer lugar, que las operaciones formales no son llevadas a cabo por el lenguaje.
Estas operaciones se caracterizan por su agrupación en sistemas, pero estas estructuras
de conjunto se dan ya en el ámbito de las operaciones concretas (de manera más
simple), estableciéndose posteriormente mayor número y calidad de combinaciones.
Combinaciones que se producen tanto a nivel verbal, como no verbal. Será el dominio de
las operaciones combinatorias lo que permitirá al sujeto completar sus clasificaciones
verbales.
El planteamiento de Vigostsky, es opuesto a la concepción presentada por Piaget,
orientada ésta desde una interpretación evolutiva que se encaminaría de lo individual
(lenguaje egocéntrico) a lo social (lenguaje socializado). Vigotsky plantea el desarrollo
del niño desde una perspectiva distinta, que se dirigiría de lo social a lo individual. Así, la
primera función del lenguaje es la comunicación, el contacto social.
Con respecto al problema de la relación entre pensamiento y lenguaje, Vigotsky
considera que en el desarrollo infantil existe una fase prelingüística en el pensamiento y
una fase preintelectual en el lenguaje. Para Vigotsky, el vínculo que une pensamiento y
lenguaje es primario y, además, se origina, cambia y crece en el curso de su evolución.
Siendo ésta una relación continua, que va de la palabra al pensamiento y, a su vez, del
pensamiento a la palabra.
El pensamiento pasa por diferentes fases antes de ser formulado en palabras: a)
Lenguaje interno (significativo y semántico) y b) Lenguaje externo (esencialmente
fonético).
Dichos lenguajes forman una unidad, aunque cada uno se rige por sus propias leyes,
constituyendo procesos opuestos. El lenguaje interno parte del habla y se transforma en
pensamiento, mientras que en el lenguaje externo es el pensamiento el que se convierte
en habla.
Así, para Vigotsky, lenguaje y pensamiento son dos cosas diferentes. Ambos se
desarrollan en un proceso propio y confluyen en un momento determinado. Por tanto, la
relación entre pensamiento y palabra no es constante e inmutable, es una relación
dinámica.
Por último, Luria sigue la tesis de Vigotsky al afirmar que el lenguaje juega un papel
fundamental en el desarrollo intelectual. Considera que el lenguaje posee una función
fundamental en: la formación de nuevas estructuras mentales (formación de conceptos),
l a transmisión del saber y la capacidad de abstracción y generalización.
Según este autor, la función principal del lenguaje es la generalización, que hace posible
la adquisición de las experiencias de las generaciones anteriores. Aunque también es la
base del pensamiento, permitiéndole al niño organizar su percepción, la memoria,
reflexionar sobre los objetos, deducir conclusiones de sus propias observaciones, etc.,
desarrollando todas las potencialidades del pensamiento. Contando no sólo con su propia
experiencia, sino también con la de la humanidad.
Otra función del lenguaje que señaló Luria como importante es la regulación del
comportamiento. El adulto se sirve del lenguaje verbal para incidir y regular la conducta
del niño, aprendiendo progresivamente a manifestar sus propios deseos e intenciones de
manera independiente. Primero mediante el lenguaje externo y luego con el lenguaje
interior.
La función reguladora del lenguaje presenta dos aspectos para Luria. Por un lado, se
ejerce de forma externa, al ser utilizado por el adulto para controlar las pautas de
comportamiento del niño. Por otro lado, el lenguaje permite al niño la autorregulación de
su propia acción, al hacer posible la organización de pautas de comportamiento que le
faciliten la resolución de dificultades, es decir, la planificación de la acción (regulación
interna).
Según Luria (1975, 1977) el lenguaje debe entenderse como un sistema de códigos que
permite designar el entorno, los objetos del mundo, sus acciones, cualidades y
relaciones. Entendido como medio de comunicación permite al ser humano guardar y
transmitir información y asimilar la experiencia acumulada por la especie, por lo que
contribuye en la formación de la compleja estructura del sistema cognitivo humano.

2.2. LENGUAJE COMO SISTEMA DE COMUNICACIÓN


El lenguaje como proceso cognitivo se puede caracterizar de múltiples formas, una de
ellas es abordar el estudio del lenguaje junto a su función comunicativa. Esta función es
considerada especialmente relevante ya que el lenguaje está muy relacionado con el
proceso de hominización del ser humano, por lo que se puede afirmar que la función
comunicativa ha marcado la evolución filogenética y ontogenética del lenguaje, lo que
hace que en su estudio primen los aspectos pragmáticos y semánticos (Alameda, Lorca y
Salguero, 2004).
Se puede decir que el lenguaje es un sistema indirecto ya que se articula en torno a un
conjunto de signos lingüísticos que se combinan mediante reglas de composición (la
gramática).
Entre los procesos implicados en el uso del lenguaje que permiten la interacción con los
demás se encuentran dos: la comprensión y la producción del lenguaje. La dicotomía
comprensión/ producción surge de las direcciones en que puede fluir el mensaje y las
actividades diferenciadas que en consecuencia realizan hablante (producción) y oyente
(comprensión). Desde el punto de vista del procesamiento, ambos procesos comparten
algunas operaciones pero sin implicar procesos idénticos con sentidos inversos.

2.2.1. La comprensión del lenguaje


La comprensión del lenguaje hace referencia al proceso activo que va desde la presencia
de un estímulo lingüístico hasta que se accede a su significado. Así, el proceso de
comprensión implica extraer información semántica compleja contenida en la señal
acústica o visual. Este proceso se realiza a través de tres subprocesos, según Alameda,
Lorca y Salguero (2004): reconocimiento de palabras, procesamiento sintáctico y
procesamiento del significado .

Reconocimiento de Palabras.
Para poder comprender el lenguaje, antes se deben reconocer o comprender las palabras
que lo componen. A su vez, para reconocer una palabra se debe cotejar la información
entrante con la almacenada en la memoria, es decir, para poder reconocer una palabra
se debe haber tenido alguna experiencia previa con ella (Valle, Cuetos, Igoa y del Viso,
1990). Por tanto, el reconocimiento de una palabra implica el proceso completo que
comprende desde su presentación hasta el acceso a su significado. Esta tarea de
reconocimiento se puede separar en dos procesos sucesivos (Belinchón, Rivière, e Igoa,
1992; Berko y Berstein, 1999; Valle, 1991): los análisis perceptivos y el procesamiento
léxico.
Los análisis perceptivos hacen referencia al proceso por el que se asocia las distintas
grafías o fonemas (objeto) con las letras del sistema alfabético (objeto lingüístico) y se
compara esta información con la almacenada en la memoria. Una vez identificada la
palabra se asocia ésta con un concepto o significado concreto. Para ello, hay dos
opciones: la ruta léxica o la ruta fonológica. En la ruta léxica se compara la forma
ortográfica de la palabra con las distintas representaciones del léxico mental y se
comprueba cual de esas representaciones del léxico mental puede encajar con la palabra.
La ruta fonológica consiste en transformar las distintas letras de la palabra en sus
correspondientes sonidos, y a partir de éstos reconocer la palabra.
Hay multitud de modelos teóricos diferentes que postulan qué procesos, en que orden y
con qué organización interna intervienen en el reconocimiento de palabras. De hecho,
algunos de los modelos son variaciones de otros. Sin embargo, se puede decir que son
cuatro los modelos teóricos de mayor repercusión: El modelo de logogén, el modelo de
búsqueda, el modelo de activación-verificación y el modelo de activación interactiva
(PDP). De ellos, los que más respaldo experimental han tenido han sido el modelo de
logogén y el modelo de activación interactiva.
El modelo de Logogén (logo = palabra / gen = origen, nacimiento) está basado en el
concepto de activación. El logogén es la representación de la palabra en la memoria
léxica; ésta va acumulando información y aumentando su nivel de activación según la
información que le va llegando y cuando alcanza su umbral de disparo se emite.
Las principales características de este modelo, son las siguientes: en primer lugar,
rechaza la división del reconocimiento en etapas independientes y sucesivas. En segundo
lugar, se considera un modelo interactivo debido a que defiende que el sistema de
logogenes puede recibir información del input sensorial y del sistema cognitivo, que
proporciona tanto información semántica como sintáctica. Y en tercer lugar, considera
que cuando se está procesando o reconociendo una palabra, la activación que se puede
producir no va dirigida únicamente a su logogén correspondiente, sino que también se
dirige a otros logogenes que comparten características de similitud. Esta activación
multidireccional es lo que hace que una representación léxica competidora pueda ser
reconocida con anterioridad.
Entre los textos más relevantes para el estudio de este modelo se encuentran la primera
propuesta del modelo del Logogén (1969) hasta la de Patterson y Schewell (1987) (ver
por ejemplo, Bellichón, et al 1992 o Vega y Cuetos, 1999).
Por otro lado, los modelos conexionistas o de activación interactiva (Rumelhart y
McClelland, traducido en Valle et al, 1990) utilizan una metáfora de funcionamiento
basada en la estructura neuronal que representa un procesamiento en paralelo,
interactivo y a varios niveles, siendo el flujo de la información bidireccional.
Desde este modelo se establecen tres niveles de procesamiento diferentes para el
reconocimiento de las palabras:
1. De rasgos (auditivos y visuales).
2. De letras (para la escritura) y de fonemas (para el reconocimiento auditivo)
3. El nivel de palabras.
El concepto básico es el de nodo, que es la unidad que recibe la activación o la inhibición.
Las conexiones que se pueden producir entre los nodos son tanto positivas (incremento
de activación) como negativas (activación inhibitoria), y éstas se pueden producir entre
nodos del mismo nivel o entre nodos de diferente nivel.
Las características básicas de los modelos PDP pueden resumirse en las siguientes: en
primer lugar, el procesamiento del input visual o auditivo se produce dentro de los tres
niveles de procesamiento, encargándose cada uno, a través de los nodos, de formar una
representación del input sensorial. La dirección de este procesamiento es doble, desde el
nivel de rasgos hasta el de palabras y viceversa. En segundo lugar, el procesamiento de
la información se produce en paralelo, tanto dentro del mismo nivel como en niveles
diferentes. En tercer lugar, la comunicación entre los diferentes niveles se comprueba a
través de mecanismos de propagación de la activación. De este modo la activación de un
nivel determinado se propaga a otros niveles.

Procesamiento sintáctico.
El sistema perceptivo segmenta los sonidos del habla en una secuencia de palabras
ordenada y reglada sintácticamente. Este proceso de segmentación incluye la localización
de los componentes gramaticales, así como la asignación de sus funciones (sujeto,
predicado, etc.). En ocasiones es difícil separar los aspectos sintácticos de los
semánticos. No obstante, el análisis sintáctico es relevante para la comprensión del
lenguaje, ya que, por ejemplo, si la forma sintáctica de una expresión se altera, el
significado se ve afectado, de manera que hay que recurrir a la sintaxis para acceder a la
semántica (Valle, 1991; Belinchón et al, 1992).
Otro factor relacionado con el aspecto sintáctico es el de ambigüedad. Muchas palabras
son ambiguas (por ejemplo, banco o cura), y pueden serlo según el significado y según al
significado asociado a la categoría gramatical. La ambigüedad a nivel léxico desaparece
de forma bastante sencilla ya que el contexto suele aportar las claves necesarias para
deshacerla. Sin embargo, a nivel sintáctico deshacer la ambigüedad estructural es más
complejo. Aunque ambos tipos de ambigüedades son momentáneas, la cuestión es cómo
y cuándo se desarticula la ambigüedad y qué tipo de información se utiliza. Este tipo de
cuestiones han sido abordadas tanto desde el enfoque en paralelo, como desde el
enfoque serial.
Para ampliar conocimientos relativos a estos temas, véase Tyler y Marslen-Wilson
(1977). Estos autores realizaron un experimento, considerado por algunos como
histórico, para estudiar la ambigüedad sintáctica. También se puede consultar en Valle
(1991), donde se puede encontrar un amplio resumen en español.

El procesamiento semántico.
El procesamiento semántico consiste en describir la estructura proposicional de las
representaciones semánticas contenidas en el enunciado e implica el análisis de los
participantes, actores u otros objetos implicados en una expresión, de los estados y
acciones que se desarrollan y del contexto o circunstancias donde se desarrollan dichas
acciones. Desafortunadamente el concepto de significado es complejo, ya que incluye
tanto el sentido, como el valor de verdad (Alameda, Lorca y Salguero, 2004).
Extraer el significado de un enunciado implica considerar el contexto general en que se
produce, el sistema de procesamiento no puede determinar la referencia de una
expresión de forma separada al contexto, ya que éste controla el valor de verdad del
enunciado con la ayuda del conocimiento previo del sujeto, puesto que la comprensión de
un enunciado conlleva la elaboración de hipótesis (presuposiciones e implicaciones),
identificar referentes o establecer anáfora o establecer inferencias (Valle, 1991; Valle y
Cuetos, 1999).
De entre los modelos que han abordado el procesamiento del significado de una palabra
se puede decir que son tres los más significativos: el de rasgos semánticos, el de redes
semánticas y el de semántica procedimental.
Los defensores del modelo de rasgos semánticos parten de que el significado de las
palabras se puede obtener por definiciones, al menos en una primera aproximación.
Las redes semánticas, sin embargo, están interesadas en saber cómo se organizan las
representaciones semánticas. Para este tipo de teorías lo fundamental es que los
distintos conceptos están representados por las relaciones de inclusión (pertenencia) y
posesión que se pueden dar entre distintos conceptos o palabras. Esto es lo que permite
establecer las distintas redes semánticas.
Para las teorías basadas en la semántica procedimental, el significado de una palabra
viene dado por un conjunto de procedimientos u operaciones mentales necesarios para
decidir cuándo se puede aplicar una palabra a una cosa, es decir, hay que introducir
procedimientos perceptivo-funcionales que sean capaces de determinar que un objeto al
que se le ha aplicado una palabra reúne las características perceptivas y funcionales
asociadas con la palabra utilizada.
Para la comprensión de oraciones o textos es fundamental la información contextual, ya
que sin esta referencia toda información puede ser ambigua. Se puede decir que el
contenido transmitido por un texto es mayor que la suma de los contenidos transmitidos
por las oraciones que lo componen. Cuando se habla o se escribe no se transmite toda la
información, nunca se es lo suficientemente explícito, sino que se expresa lo necesario
para que el interlocutor pueda extraer el significado. Un texto se comprende cuando se
ha sido capaz de obtener información implícita. Es por este motivo por el que se
considera a la comprensión como un proceso activo en el que no sólo se analiza el input,
sino que se pone en contacto ese input con la información que ya se dispone. Estos
conocimientos previos son los que posibilitan la realización de inferencias y la resolución
de problemas relacionados con las referencias, lo cual a su vez permitirá construir un
todo integrado en términos de comprensión.
Según Alameda, Lorca y Salguero (2004), son tres los factores importantes a la hora de
hablar de comprensión de textos: la necesidad de conocimiento del mundo y de su
activación; las inferencias, y la integración (para datos experimentales véase Sanford y
Garrod, 1985; o la versión en castellano de Valle et al, 1990).

2.2.2. La producción del lenguaje.


Cuando el sujeto actúa como emisor realiza procesos de producción del lenguaje
mediante los cuales se formula y articula un mensaje. Es necesario que haya una
necesidad comunicativa, y, basándose en ella, se seleccionan palabras, organizándose
sobre la base de una estructura capaz de transmitir la información, y finalmente se
produce o ejecuta el lenguaje.
Las principales fuentes de datos de los lapsus linguae (errores) y las pausas en el habla.
En el habla espontánea pueden observarse periodos de silencios o pausas. Propiamente
las pausas son algo más que los silencios, pudiendo ser consideradas como un tipo de
titubeo, en contraposición a los momentos de fluidez, de forma que se pueden distinguir
entre pausas vacías o silencios y pausas lemas o difluencias (coletillas, repeticiones,
etc.). Las pausas pueden estar motivadas por diferentes factores, como la necesidad de
respirar (entre otros), pero las importantes en relación a la producción del lenguaje son
las dedicadas a planificar, a distintos niveles, lo que se va a decir. En este sentido, las
pausas pueden interpretarse como un indicador de la actividad cognitiva del sujeto, o
como marcador de los momentos en los que la carga de procesamiento es mayor. La
duración y distribución de las pausas varía según distintos parámetros (tipo de
vocabulario, complejidad de lo transmitido, etc.), por ello, pueden aportar datos
relevantes para la comprensión de la producción.
En el trabajo de Batlle y Bradbury se muestran trabajos experimentales que demuestran
que las pausas son necesarias para la planificación del discurso, y que ésta se realiza
durante las pausas (ver Berko y Berstein 1999; Valle, 1991).
Una limitación importante en el estudio de las pausas es que proporcionan información
de carácter muy general, ya que prueban que es necesaria la planificación pero no
aportan nada sobre el objeto de dicha planificación o de cómo se realiza ésta.
El estudio de los lapsus linguae o errores del habla espontánea son capaces de aportar
información más precisa. Estos errores se producen como consecuencia de una
interferencia entre mensajes, cuando algunos elementos lingüísticos aparecen
desplazados, o son intercambiados o sustituidos por oros elementos del mismo mensaje
o pertenecientes a un mensaje diferente del pretendido. A partir del análisis cuantitativo
y cualitativo de los errores se puede obtener información relevante acerca de las
unidades de procesamiento implicadas en los procesos de producción de lenguaje.
Además, también pueden aportar información sobre los distintos procesos o fases que se
dan en la producción del lenguaje.
De entre los procedimientos experimentales que se utilizan en la investigación sobre la
producción del lenguaje, como complemento a los procedimientos observacionales se
encuentran: la denominación de dibujos, el estudio del fenómeno “tenerlo en la punta de
la lengua”, la técnica de inducción de errores, etc.
A partir de los datos obtenidos con datos experimentales, neuropsicológicos, y de pausas
y errores, se puede categorizar la producción como un proceso articulado en tres niveles
(Beblinchón, et al 1992; Berko y Bernstein, 1999; Valle, 1991; Vega y Cuetos, 1999: a)
planificación, b) producción, y c) articulación.
La planificación se considera un estado cognitivo (conceptualización) donde se lleva a
cabo la selección del contenido que se va a comunicar, la presentación de dicha
información y la ordenación del mensaje. La formulación es un proceso específicamente
lingüístico, encargado de transformar el mensaje conceptual (preverbal) en una
secuencia coherente de palabras. La articulación se refiere a la codificación motora, es
decir, elaborar un plan motor siguiendo el esquema del mensaje lingüístico y en poner en
funcionamiento la secuencia de movimientos que deben realizar los distintos músculos.
Hay bastante consenso en admitir que para la producción del lenguaje se producen estas
tres etapas. Sin embargo, hay grandes diferencias en cómo se llevan a cabo estas
etapas, lo que ha dado lugar a la elaboración de diversos modelos explicativos en torno a
la producción del lenguaje. Entre los más destacados se encuentran el modelo de Levelt
y el modelo conexionista de Dell.
Para Levelt la producción del lenguaje está articulada en tono a dos codificadores: la
gramatical (formulador sintáctico) y la fonológica (formulador fonológico).
El recuperador gramatical recupera los elementos léxicos. Separa las propiedades
semánticas y sintácticas de los elementos del léxico (los lemas) y las informaciones
fonológicas correspondientes a los lemas (los lexemas). El codificador gramatical se
caracteriza por su capacidad para producir una cadena de lemas en el orden adecuado. El
codificador fonológico toma los datos provenientes del codificador gramatical y general
un plan fonológico para su emisión, incluyendo los patrones acentuales y prosódicos. Por
último el articulador ejecuta dicho plan fonético, transmitiendo las instrucciones
correspondientes al sistema nervioso.
Por el contrario, el modelo de producción del discurso de Dell está basado en la
propagación de la activación y establece que palabras y (posiblemente) reglas se
organizan en redes con conexiones basadas en afinidades semánticas y fonológicas.
Mediante esta organización interna la activación se propaga a los elementos del léxico
que comparten rasgos semánticos con el pensamiento a transmitir. Debido a que la
activación se supone bidireccional, todo está relacionado con todo. Según el modelo
interactivo de Dell, el procesamiento de la información se produce en función de cuatro
niveles diferenciados: la conceptualización, la sintaxis, la morfología y la fonología, a la
vez que considera que estos cuatro niveles funcionan en paralelo y de forma interactiva.

3. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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4. REFERENCIAS RECOMENDADAS
Referencias recomendadas para el tema de pensamiento:
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Referencias recomendadas para el tema de lenguaje:
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Valle, F.,Cuetos, F.,Igoa, J. M., y Del Viso, S. (1990). Lecturas de psicolingüística. 2.
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5. ENLACES
COGLAB. Laboratorio Cognitivo Online. Requiere inscripción.
Language Experiments. Portal de psicología experimental del lenguaje.
Modelos Mentales. Página personal de Ruth Byrne.
Espacio Logopédico. Web muy completa sobre trastornos en el lenguaje.
Adult Dislexia Organisation. Web en inglés de apoyo a personas con dislexia.
Dislexia Online. Revista electrónica en inglés que ofrece una nueva perspectiva sobre la
dislexia.
Afasic. Web en inglés que proporciona información y técnicas de entrenamiento sobre
trastornos del lenguaje.
Alzheimer's Society. Web en inglés que proporciona información y recursos para las
personas con demencia, para sus familias y cuidadores.
Alzheimer's Disease Resource Center. Otra web en inglés con recursos relacionados con
la enfermedad de alzheimer.
Alzheimer Canarias. Asociación de familiares de enfermos de alzheimer de Gran Canaria.

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