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AUGUSTO RIERA
vacilación acmli('i iil llniiKiniioiilo de, los gobernanles, y las De pronto llega una serie de malas noticias. Italia se
brigadas, las divisimies y los ejércitos se lanzaron liacia declara enemiga de Austria ; los ingleses envían muchos
las fronleras. miles de hombres a Francia; los rusos atacan; Calais no
Durante unas senian:is los liechos confirmaron las pi'o- puede ser tomado. Empiezan los apuros para comer, líl
niesas y las profecías. Los ejércitos alemanes atravesaron gobierno raciona a los alemanes, a los pobres sobre todo,
las llanuras de Bélgica anulando toda resistencia, peneti'a- porque, con dinero, hasta en Alemania caen todas las con-
^ron en Francia, vencieron en dos batallas campales a los signas y se alcanza lo que se desea.
íranceses, tomaron rápidamente, gracias a su potente ar- Pasan meses y meses; ]¡asan dos ari(;s. Los alemanes
tillería, todas las fortalezas que les cerraban el paso y lle- han conquistado Polonia, Servia,. Montenegro, Lituania.
garon a una jornada de París. Decididamente, la previ- Verdad que han perdido todas sus colonias; pero ya se las
s¡(jn de las autoridades alemanas era mucha y loao ocu- devolverá el tratado de paz. Ni los zeppelines ni los sub-
ri'ía (Minfoi'uie lo anunciaron. La jjrensa de Berlín, de Mu- ni;u'ÍM(!s habí'in dado los resultados que se esperaba. Nin-
nich, de Dresde, de Colonia, de Francfort, de Hamburgo ginia victoria era definitiva. Precisaba dar un golpe deci-
exultaba. El entusiasmo rayaba en delirio, en frenesí. sivo. Y se ideó la ofensiva contra VOI'Í I lin. En torno de la
De pronto los rusos ]¡enetran en Prusia Oriental y los plaza y de sus defensas acumularon !i)s alemanes enormes
íranceses vencen a los imi)eriales a orillas del Marne. Los cantidades de arlillería y empczi') el a'taqiie con un vigor
cosacos incendian aldeas prusianas, los íranceses obligan ([ue parecía irresistible. No lo fué. Contraatacaron los fran-
a sus adversarios a soterrarse pai'a resistir. Los austria- ceses, defendieron palmo a palmo el terreno y dijeron :
cos padecen una serie de tremendas derrotas en Rawa ¡No pasarán!
Puiskn, Lcmberg, a orillas del Dniéster y del Bug. ¡Bah! Los alemanes no pasaron. Los austríacos se arrojai'on
Si' Ira la de una reacción sin importancia que puede pro- contra los italianos en demanda de la cuenca del Po.
longar un par de mieses las hostilidades. La prensa ale- Y cuando habían logrado algunas ventajas, he aquí que en
mana afirma que la sumisión del enemigo está próxima; el otro extremo del Imiperio resuena im clamor de angus-
que una paz gloriosa coronará en breve la obra magnífica tia. Los rusos, los'malditos, los odiados rusos, se preci])i-
e indemnizará todos los sacrificios hechos. Turquía toma tan como un alud contra las líneas austríacas, las rom-
partido por Alemania. Rumania y Bulgaria no tardarán en pen; desbaratan divisiones y ejércitos, ganan todos los
seguir su ejemplo. Italia no quebrantará su neutralidad. días una batalla, invaden Gaützia y Bukovina, en seis días
Dios está con los alemanes. Guando los ingleses hayan or- se apoderan de 170,000 prisioneros y causan 200,000 ba-
ganizado su ejército estarán ya vencidas Francia y Rusia. jas al enemigo. Verdún resiste; Italia no conoce los horro-
Empiezan entonces las escaseces. El bloqueo inglés no res de la invasión; los húngaros claman auxilio. Y la ca-
sólo ha paralizado el comercio alemán, sino que amenaza restía aumenta en Alemania. Y los alemanes sienten las
con la carestía de los víveres. Pero Hindenburg vence a los primeras dudas acerca del resultado de la guerra. Ya no
rusos, reaccionan los austríacos, los íranceses no aciertan se combate por la victoria, sino por la existencia.
a romper la muralla de hierro del frente alemán. Guestión Empieza la batalla del Somme; es necesario abando-
de semanas. El enemigo pedirá la paz. Alemania nadará nar la empresa de Verdún. Los alemanes no han pasado.
en la abundancia. Su esfuerzo sólo sirvió para demostrar su impotencia. La
LA GUERRA ILUSTRADA l44á
balalla del Somme continúa. Los franceses no pasan tam- de los moscovitas. ¡Y la ración de pan,sé acorta, se redu-
poco, pero conmueven tocia la línea alemana. La situación ce a 225 gramos diarios i
es apurada. Rumania entra en campaña. El ejército de Estallan huelgas y motines en muchas ciudades del
Salónica da señales de vida. Las privaciones y la carestía Imperio. Los alemanes quizá no hagan una revolución,
abruman a los alemanes. Hay que dar un golpe decisivo. quizá crean hasta el fm en la victoria; pero el período del
Y Palkenhayn y Mackensen emprenden la ofensiva con- descontento ha empezado. Los diarios de Lei]izig publi-
tra Rumania. Rusia, por complicidades de sus malos go- caron hace unos días, por orden de las autoridades mili-
bernantes, no envía socorros en tiempo oportuno, y Ru- tares, en primera piigina y con caracteres del dieciséis,
mania sucumbe. Antes de empezar esa ofensiva decían esta proclama-:
los pei'i()dicos alemanes que una vez tomado Hucarest y «Obreros: La decisión de la gucri'a mundial os inmi-
Constanza habría pan en. abundancia; que de Rumania nente. La más grande batalla de la historia se está libran-
llegarían continuamente cantidatles enormes de grano. No do en el oeste. La derrota de nuestros enemigos en esta
llegaron. guerra que nos han impuesto está próxima. La desespe-
El gobierno alemtin quiso mostrarse magnánimo y ración les ha llevado a buscar una decisión en la batalla
ofreció la paz. í^os gobiernos aliados no quisieron discu- de la Champaña. Quieren romper nuestras líneas para no
tirla siquiera, y dijeron : «Quien tal hizo, que tal pague». verse ])er(U(los. Para hacer estéril el esfuerzo de nuestros
Continuó la guerra; aumentó la carestía en Alemania. La advei'sai'ios nos hacen falta municiones y material.
ración de pan, de un pan poco apetitoso, era de 300 gramos «Obreros y obreras: No traicionéis a vuestros herma-
por per.sona y día, cantidad suficiente teniendo abundan- nos, a vuestros padres, a vuestros esposos. Volved a los
cia de otros comestibles; pero que no basta cuando esca- tornos, a las calderas, a las máquinas.»
sean la carne, las grasas, los huevos. Esas huelgas indican que el malestar es ¡trofundo en
Se recurrió a la guerra submarina. Al cabo de unas se- Alouiania, adviei'ten que toda resistencia tiene un límite.
manas de hacerla tendría que capitular Inglaterra. Espe-
raron los buenos alemanes que el tiempo hiciera buenas EN LA R;EGIÓÍ\ DESOLADA
las esperanzas de sus gobernantes, las promesas de sus
periódicos. Se apretaron algo más los cinturones, porque' (Concliisión)
la comida escaseaba de un modo alarmante, y se resigna-
ron. De pronto se supo una noticia infausta. La guerra Es raro que alguna casa quede en pie, y la vista de un
submarina, en vez de acarrear la sumisión de la Gran Hre- tejado produce la impresión conmovedora que engendra
taña, suscitaba nuevas hostilidades. Los Estados Unidos el encuentro de un superviviente de una hecatombre.
declaran la guerra, Cuba les imita, el Rrasil y China rom- Para destruir los edificios, los alemanes inventaron
pen las relaciones diplomáticas con Rerlín. ¡Donner wel-, sistemas y formaron escuadras encargadas de aplicarlos.
ter! Para colmo de contrariedades hasta los rusos se in- Clavan ganchos especiales a las vigas, a las ménsulas de
fl.ignan, dan un punta])ié a sus gobernantes, dejan cesante madera y, pasando por ellos recias cnerdas, tiran hacia
a Nicolás II. Ya los políticos alemanes no podrán confabu- sí: ¡Eins', zwei, drei!—Y eltecho entero de la casa se mue-
larse con los malos pastores rusos para impedir ofensivas ve, se corre como un gran sombrero puntiagudo, se incli-
Avance de la artillería australiana- en el trente del norte de Francia (Fot. Central News)
1444 LA GUERRA ILUSTRADA
Vista de la cubierta de proa del Calatea, uno de los modernísimos cruceros ingleses (Fot. Central News)
Lanchas de vapor y de salvamento vistas desde una de las cofas del acorazado inglés Iron-Duhe
(Fot. Central Neics)
MAPA DE LA EEGION DE LENS-AERAS
Diversae fases del avance inglés a partir del día 1.° de Abril 1." de Abril 10 de Abril , « • • . - . — 25 de Abril • • • • • • • • •
LA GUERRA ILUSTRADA
TEINCHEEA ALEMANA TOMADA POR LOS ATJSTEALIANOS EN SU AVANCE ULTIMO (fot. Central News)
LA GUERRA ILUSTRADA 1449
na, se deshace, pierde sus escamas de pizarra, cae. Des- como si esperasen a alguien y quisieran reconocerlo. La
pués los ganchos se pegan a las vigas de los lechos, y esos persona que esperan no llega todavía. Algunos viejos pa-
edificios añosos, que son mitad de madera, mitad de pie- san arrimados a las paredes y nos saludan. Los alemanes
dra, se descoyuntan y se desploman. Muchos tejados fue- les habían mandado saludar a todos los oficiales y tienen
ron arrancados intactos y dejados junto al edificio que cu- ya la costumbre de la sumisión. Varios niños juegan con
brían, el cual parece una enorme cija abierta que tiene al la serena indiferencia de la infancia. Están pálidos, algo
lado la tapadera. Estas casas que no están destruidas, que ñacos; ]>ero ríen y alborotan. Acuden a nuestro encuen-
no viven ya, pero que aun no están muertas, ofrecen un tro como una bandada de ]iajarillos y quieren estrechar-
aspecto desolado, trágico, parecen dominadas por un te- nos la mano. En las ventanas llamean banderas tricolores
rror sin límiles, por una desesperaci(jn sin térniino, por que conservan los pliegues que les imprimió su larga es-
un dolor atroz, y en las ventanas hundidas se agitan al tancia en los escondrijos más ocultos. Se las guardaba cui-
viento restos de maderas y jirones descoloridos como se- dadosamente, como se guarda una ilusión en el fondo del
ñales de auxilio. El método alemán aplicado a la devasta- alma. Hasta en las aldeas abandonadas y arruinadas, en
ción, produce estupendos resultados. las ciudades que fueron pasto de las llamas tremolaban al-
Looomotora alemana destruida por el fuego de los cañones aliados en el frente de Francia (Fot. C. Ricart)
Viejos y niños ganas banderas entre los escombros. Las vimos en Dapau-
me. En cada ruina hay, de fijo, una bandera escondi-
Llegando a Nesle por la parte de Roye se entra en un da,, como cada iglesia tiene su reliquia.
suburbio destruido. Las paredes de las casas fueron de-
i'ribadas para que sus escombros obstruyesen la calle.
Cuadrillas de zapadores ingleses trabajan para el deses-
combro. A ambos lados de la vía quedan en pie algunos Viejos y niños y nada más. Todos los iiabilantes que
edificios medio derruidos, con las puertas y ventanas sirven para trabajar, de los diecisiete a los cincuenta años,
arrancadas, con las paredes maestras y chamuscadas y fueron deportados. En varios puntos hasta los muchachos .
ennegrecidas algunas por el fuego que devoró el interior. de quince años fueron desterrados. Los hombres fueron
En el centró del arroyo se abre la oquedad vasta y triste los primeros en partir. Se les dedicó principalmente a la
de una mina que subvirtió el suelo. tala de bosques y a recomponer caminos y carreteras. Mu-
De pronto, en aquel cuadro de violencia y estrago, apa- chos franceses fueron emjileados en los servicios ferrovia-
reció una niña. La miramos con sorpresa conmovida. Era rios; otros en las manufacturas de guerra. Las mujeres
una primera inesperada señal de vida civil, la imagen de- tardaron más en ser esclavas. En Febrero se realizó las
licada y frágil de un dolor oscuro y profundo. Vestida de últimas requisas humanas. La trata de blancos se llevó en
luto, seria, pensativa, llevando un cubo vacío, la niña iba Nesle a más de seiscientas personas. Una cuarta parte de
a la fuente, pasando lentamente por entre los escombros. la población de los países invadidos fué deportada. Con
Más allá, al otro lado del puentecillo destruido sobre l)alabra tranquila, grave, sencilla,, sin énfasis, sin exaspe-
el Inger, la población alienta. Viejecitas con cofia, negra ración, con resignación dolorida, viejos aldeanos y aldea-
ge asoman a la calle, miran con expresión estupefacta, nas nos cuentan esos horrores.
Ii50 LA GUERRA ILUSTRADA
Soldados franceses construyendo alambradas delante de una posición tomada a los germanos en el nuevo frente
(Fot. Central News)
Las madres esperaban de día en día, con angustia ine- las medidas tomadas, la política, las personas y bienes de los norteame-
ricanos.
fable, la «papeleta azul» que debía arrebatarles sus hijos. «Ningún subdito enemigo podrá cometer ni provocar actos hostiles
Hemos visto algunos de esos documentos infames. Son contra los Estados Unidos, ni dar informes, prestar ayuda o asistencia a.
papeles de color azul claro en los cuales se ordena presen- los enemigos de los Estados Unidos.
tarse al comandante de armas, a una hora dada, para «Ningún subdito enemigo residirá o continuará residiendo, no podrá
«marchar por etapas». Camiones llenos de muchachas Ho- penetrar en toda localidad que en cualquier momento, por acto del poder
ejecutivo, el presidente declare zona prohibida. El hecho de residencia de
josas partieron así por la carretera de Ham. Se habla de un subdito enemigo en una de estas zonas será considerado como un peli-
ellas como si hubieran muerto, con tristeza, sin lágrimas. gro público para la seguridad y tranquilidad de los Estados Unidos, excep-
Pero las lágrimas henan todos los ojos cuando se evoca la tuando el caso en qiie haya sido concedido permiso por el presidente.
definitiva liberación. El día 17 empezaron los tudescos su «Todo subdito enemigo que el presidente crea se ocupe en ayudar o es-
obra de destrucción. Ordenaban evacuar las casas de los t a r a punto de ayudar al enemigo, o que haya violado los reglamentos,
será desterrado de todas las localidades designadas por el presidente y
suburbios y las saqueaban.;Lo que no podían llevarse lo abandonará los Estados Unidos, si recibe esta orden.
rompían, destrozaban, destruían. El 18 sólo quedaban en «Ningún subdito enemigo podrá salir de los Estados Unidos sin previa
Nesle los ciclistas devastadores. A las siete de la mañana autorización del presidente, exceptuando si es por orden de un magistrado,
de anteayer los últimos ciclistas desaparecieron por la ca- con arreglo a los artículos 4,369 y 4,070 de los estatutos.
«Ningún subdito enemigo podrá desembarcar ni entrar en lea Estados
rretera de Ham. La población se reunió callada y conmo- Unidos como no sea con arreglo a las restricciones provistas. Deberá en-
vida en la plaza, esperando, adivinando la liberación. Un tonces permanecer en las localidades qvie el presidente designe.
aeroplano desconocido apareció; el alcalde hizo tocar «Si es necesario, para impedir la violación de las disposiciones antedi-
alarma; nadie se movió. A las ocho y media llegó un gru- chas se procederá a la inscripción de todos los subditos enemigos.
])o de jinetes por la parte de Morlemont. Era la caballería «Todo subdito enemigo al cual se crea ocupado en ayudar al enemigo,
o que viole o intente violar los reglamentos, que el presidente puede pro-
inglesa. Poco después llegaban dragones franceses del mulgar, lo mismo que todas las leyes penales de los Estados Unidos, o de
lado de Roye...' los diferentes Estados o territorios norteamericanos, será arrestado por
el comisario de policía o por sus delegados, o por cualquier otro funciona-
Luis BARZINI. rio que el presidente designe, y trasladado a la prisión penitenciaria, celda
de corrección o cualquir otro lugar designado por el presidente.
DOCUMENTOS HISTÓRICOS «Esta proclamación y sus disposiciones se aplicarán en todos los terri-
torios, aguas territoriales o insulares, pertenecientes a la jurisdicción
de los Estados Unidos.»
Franceses construyendo enramadas para ocultar una posición a la vista del enemigo, en el Oise
(Fot. Branger)
1452 LA GUERRA ILUSTRADA
Emplazamiento de un cañón de grueso calibre en un bosque del frente francés (Fot. C. Ricart)
Jouy y Laflaux. Se apoderan también de un fuerle. Hacen 1,500 gramos; colee, 500 gramos; leche un litro y tres cuartos si es posible;
mantequilla, 75 gramos; queso, 100 gramos, y carne, 500 gramos.
liaos 2,000 prisioneros y cogen doce cañones de grueso ca- Durante las dichas semanas no se distribuirá ninguna ración de azúcar,
libre con sus almacenes de municiones. de huevos ui de pastas alimenticias.
Los alemanes contraatacan con tropas frescas; pero ?io En otros puntos de Alemania, y especialmente en las grandes poblacio-
consiguen recuperar el terreno perdido. La prensa de Ale- nes, las raciones son aún más pequeñas. Y lo peor es que resultan nomi-
nales muchas veces, puesto que p a r a conseguirlas hay que pasarse horas
mania dice qiic la retirada de las tropas imperiales se debe y horas ante las puertas de las panaderías y carnicerías. Las grasas esca-
a la inlerioiidad del material de guerra, del que disponen sean de un modo que para las mujeres y cocineros se hace imposible pre-
los anglo-¡ranccscs en cantidades fabulosas. sentar platos apetitosos. Acerca de la calidad del pan, todos los alemanes
20 de AbriL — Toman los franceses el pueblo de Soucy. ' están conformes en que no puede ser peor, y si lo tragan es porque «a buen
hambre no hay pan duro». Hace algunos meses que ha empezado la esca-
Continúan los combates y prosigue la retirada alemana. sez de toda clase de géneros de lana y algodón. Todas las fábricas de algo-
21 de AbriL — Una escuadrilla alemana bombardea du- dón se cerraron hace tiempo, porque toda la primera materia disponible la
rante unos min-utüs las ciudades de Dóvcr y Calais; pero reclamaron las autoridades militares para la fabricación de explosivos, y
únicamente los géneros ya manufacturados y almacenados se vendían al
unos buques ingleses echan a pique a tres de los destro- público. En la actualidad faltan sábanas, ropa interior y tela p a r a faldas
yers alemanes y aJnryentan, a los demás. y vestidos. En cuanto a los tejidos de lana, que también escasean, alcan-
Los alemanes afirman luibei' liiindido el buque aimirav- zan precios poco menos que fabulosos, como el calzado, que ya casi ha pa-
tc i\iglés. sado a la categoría de mito.
Los franceses rechazan un violento ataque de los ale-
manes efectuado con diez divisiones. LA DEVASTACIÓN
22 de AbriL — Los ingleses dan cuenia de una derrota
qu.e sus tropas de Mesopotamia infligieron a un,a división He aqui lo que un periódico alemán dice de la destrucción sistemática
turcu, que quedó casi aniquilada. Los anglo-indios lucie- de todos los pueblos y terrenos que los soldados del Kaiser han tenido que
evacuar en Francia :
ron 1,400 prisioneros y recogieron armas y míuniciones «No queremos negar la devastación realizada por los alemanes en la re-
abandonadas por los otomanos en su huida. . gión que evacuamos.
»Eué impuesta por una dura, pero inflexible necesidad militar. En primer
término fueron destruidos todos los puentes, ferrocarriles y carreteras. En
NOTAS aegundo término los alemanes debieron destruir los bosques p a r a privar
al enemigo del material necesario para las construcciones y fortificacio-
nes. Las aldeas y pueblos fueron destruidos, lo propio que los campos, jar-
LO OUL COMRN LOS ALEMANES dines y huertas por igual motivo. Así lo querían las necesidades militares.
«Como era natural, sólo dejamos los habitantes inhábiles p a r a el ser-
He aquí, según algunos periódicos bávaros, cuáles son las raciones de vicio militar. Sería cometer un crimen contra nuestra seguridad, dejar en
víveres distribuidas a los habitantes en Munich en la semana del 22 al Hierra de Francia cientos de hombreu que tomarían las armas contra nos-
28 de Abril : pan y harina, 1,750 gramos; patatas, 875 gramos; nabos. otros. En la práctica el interés ha de sobreponerse al sentimentalismo.»
E n e l p r ó x i m o n ú m e r o p u b l i c a r e m o s e l r e t r a t o d e E l e u t e r l o V e n l z e l o s ; e l m a p a d e l a r e g i ó n «le L a o n - R e i m s , c o n e l a v a n o e
francés (doble página), e n colores, y retratos y grabados de actualidad e n negro
HISTORIA DE LAS NACIONES
El constante interés con que hemos seguido siempre el movimienio literario contempnrrineo nos lia puesto en
presencia, de una producción i'inioa on el mundo, que con verdadero placer prcsonlanios al público español e his-
panoamericano : LA HISTORIA DE LAS NACIONES, publicada en Londres por la casa llulchinson y Co.
El asunto tr:itado en esta obra realmente oxiraordinaria, basla ya por sí solo para atraer y cautivar hasta el más
alto grado la atención de todos los lectores. La historia de la Civilización desde su origen en el valle del Nilo; la
del Arte desde sus cunas de Grecia e Italia; la de las Ciencias a partir de los primeros pasos dados por los pueblos
orientales; la de las Conquistas realizadas por los reyes egipcios, por los emperadores romanos, por los ca|)ilanes
de la Edad media, por los más famosos guerreros de nuestros tiempos, las proezas de Álciandro el Grande, de Julio
César, de Carlomagno, de Gonzalo de Córdoba, de Hernán Corles, de Napoleón /, de Federico de Prusia; el relato de los
Descubrimientos Geográficos, las atrevidas expediciones de Jlannón, Mareo Polo, Vasco de Gama, Cristóbal Colón, Cook,
Peary, Scott; la Hisloria Hcligiosa de los pueblos asiáticos, las Cruzadas, los coníliclos entre el Ponlilicado y el Imperio,
las luchas de la Re¡orma; la crónica de las grandes Conmociones l*olí(icas, la caída del Imperio Romano, las invasiones
de los bárbaros, árabes y mongoles, la Guerra de Treinta :\ños, la lucha de los Pueblos Americanos por su Independen-
cia, la Revolución Francesa, la Guerra Europea comenzada en Í9I4..., he aquí algunos de los interesantísimos episo-
dios que el lector verá desarrollarse ante sus ojos como cuadros vivos puestos en movimiento por la magia de una
pluma elocuente y una ilustración espléndida.
El texto original de la HI.STORIA DE LAS NACIONES fué confiado a especialistas eminentes, a verdaderas celebridades
que por su preparación y aptiludes p;>rticulares se encontraban en estado de unir la más rigurosa exactitud docu-
mental a un estilo conciso, claro y pintoresco. Logrado este objeto por aquellos editores, sólo nos restaba el cuidado de
elegir un colaborador que por su ilustración, criterio y perfecto conocimiento de las lenguas inglesa y castellana,
pudiese trasladar fielmente a esta última tan valioso tesoro científico y literario. Creemos haberlo conseguido plena-
mente al confiar la traducción de la HISTORIA DE LAS NACIONES al distinguido abogado y publicista don Guillermo de
Boladeres Ibern.
Nos creemos igualmente con derecho para llamar la atención del público sobre la notabilísima y abundantísima
ilustración que la acompaña. Nuestros grabados son en gran parle reproducciones de las oi)ras maestras de la pintura.
La belleza de nuestra ilustración está a la misma altura que su inestimable valor documental.
Otro molivo de orden menos elevado, pero de positiva importancia práctica, nos permite recomendar al público
esta obra: su extremada baratura. Lo mismo que en su día lo dijo la casa Hutchinson y Co., podemos decir ahora
nosotros, que sólo la enorme tirada ejecutada nos permite ofrecer la serie completa de 130 cuadernos al precio
reducidísimo de 65 pesetas. Nunca se ha presentado en el mercado editorial una obra de tan considerable extensión y
precioso valor por un precio tan limitado.
CONDICIONES DE SUSCRIPCIÓN
La cbra completa comprenderá 130 cuadernos, siendo de regalo los que excedan de dicho número, cada uno de lo<:
cuales constará de 16 páginas de lexln, e ilustraciones en papel ((Coiiché)) y una magnífica tricromía, reproducción
de un cuadro célebre o mapa histórico. Aparecerá un cuaderno cada semana, al precio único de
DOS REÍALES C U A D E R N O
A fin de que et público pueda formarse una idea aproximada del considerable desarrollo de nuestra HICTORIA DE
LAS NACIONES, incluímos a conlilinación la lista comiileta de los países que son objeto de un estudio especial, por el
orden en que están tratados :
Según queda indicado, el final de la obra está consagrado a la narración, llevada hasta el día, de los episodios
que constituyen esla lucha única en la Historia.
Pídase en todas las librerías, centros de suscripciones y kioscos para la venta de periódicos.