Professional Documents
Culture Documents
7
Einsatzstelle tiene un significado militar que se entiende como el lugar de operaciones en el
campo de batalla donde el mando indica el punto decisivo de ruptura, aconsejado por las
inconveniencias tácticas, que puede ser distinto que el determinado por las conveniencias
estratégicas y en esa hipótesis, si la variación del punto de ataque no trae problemas
insuperables que puedan hacer malograr el éxito de la batalla, es más decisivo dar preferencia al
orden de combate que permita obtener mayores y más rápidos resultados de la victoria, en
consonancia con el objetivo final de las operaciones. Recordemos que es típico de la jerga
nacionalsocialista, la llamada Lingua terta imperii en el NS-Staat, el abusar del uso de
conceptos militares en el lenguaje político.
8
En el curso dedicado a San Agustín, Sommer Semester 1921, “Augustinus und der
Neoplatonismus” (anunciado como de tres horas), ahora en: Heidegger, Martin;
Gesamtausgabe ; II Abteilung : Vorlesungen 1919-1944 ; Band 60, Klostermann, Frankfurt am
Main, 1995. la primera mención se remonta a una alusión al “temor” en un comentario sobre el
concepto de experiencia de lo sagrado de Walter Otto ya en 1919-1920.
9
Aristóteles, Retorica, Libro II, 5, “El temor y la confianza”. Heidegger realizó un extensivo
estudio de la Retórica de Aristóteles y un curso completo durante el Sommer Semester de 1924.
De este interés puede constatarse su posterior influencia en Sein und Zeit, aunque no existe un
estudio en particular sobre la relación entre el Aristóteles de la Retórica y la filosofía práctica de
Heidegger. El curso fue programado para su publicación en el tomo 18 de las Gesammtausgabe.
10
Aubenque, Pierre; “Encore Heidegger et le nazisme”, en: Le Débat, janvier–février, 1988, pp.
113-123. En español: “Otra vez Heidegger y el Nazismo”, en: Disenso, 5, II, 1995, pp. 9-17.
11
Sobre Paul Nizan, véase: Ory, Pascal; Nizan, destin d'un révolté, Éditions Complexe,
Bruxelles, 2005. Nizan descubrirá la filosofía de Husserl y de Heidegger antes incluso que
Sartre, justamente a través del trabajo de Corbin. Nizan también estaba ligado al grupo de la
revista Bifur, ya que fue su editor.
filosofía reaccionaria en su novela La Condition Humaine de 1933, ganadora del
Prix Goncourt, que derivaba ingenua y acríticamente bajo formas literarias las
conclusiones más conservadoras y reaccionarias del famoso libro de Heidegger
Ser y Tiempo de 192712. Las tesis de Sein und Zeit, y de otros textos en
apariencia abstractamente filosóficos, estaban pensadas y escritas con la idea de
ser “utilizadas” para legitimar un movimiento, un régimen político, un líder,
podían, sin sufrir contradicciones ni inversiones, ser potentes y sólidas
justifications théoriques. ¿Sein und Zeit una suerte de Arkhé-Fascismo?
En julio de 1933, y en lo que constituye la primera crítica y recensión pública del
compromiso con el Nacionalsocialismo de Heidegger, el pintor y ensayista suizo
Karl Ballmer publica en Basilea un pequeño libro titulado Aber Herr
Heidegger!, donde analiza críticamente el discurso de asunción del rectorado en
la Universidad de Freiburg.13 La exégesis trata de colocar en situación al
discurso dentro del propio Denkweg de Heidegger. Heidegger no “representa” a
la Filosofía alemana sin más, sino a una de sus dos grandes tendencias,
Hauptströmung, presentes en la actualidad, aquella que parte de la filosofía
francesa de Descartes. Descartes es el que inauguró, con su Ich denke, la
definitiva extirpación de las nociones de Esencia, Ser y Mundo del ámbito
teológico. Es esta visión la que influyó sobre Leibniz, Spinoza y Kant, la misma
que desembocó en el siglo XVIII en la filosofía alemana del idealismo subjetivo
y objetivo. Serán recién Hegel, Fichte y Schelling quienes le darán al
Cartesianismus un sesgo nuevo y radical. El mismo Hegel, encontrándose
limitado dentro de los estrechos límites de la teología cristiana, intentó asimilar
en su sistema a los antiguos griegos, pre y postsocráticos, refundirlos y
superarlos dentro de una nueva manera de pensar. Es justamente dentro de esta
senda, que en el fondo es una reacción a la antropología de Hegel, donde hay
que ubicar a Martin Heidegger.14 La segunda gran tradición filosófica alemana
es la que parte, para Ballmer, del despertar consciente de la actitud científica
(Nicolás de Cusa), que combina el misticismo de Meister Eckhardt con la
investigación científica de la Naturaleza, y que se refiere despectivamente a la
tradición centrada en la autodisciplina del pensamiento del Hombre como mera
Scholastik. Esta tradición ya no mora en la duda sistémica y en el exagerado
cuestionamiento típico de la ratio de Occidente, sino que sostiene su fe en el
Pensamiento y en su potencialidad por entender y convivir con la realidad.15
Para Ballmer los representantes modernos de esta tradición son los
12
Nizan, Paul; “André Malraux par Paul Nizan” (traducido de Literatournaïa Gazeta, Moscou,
12 junio de 1934 por Hèléne Reshetar), en: Cahier André Malraux, T.I, sous la direction de W.G.
Langlois, La Revue des Lettres Modernes Paris, Ed. Lettres Modernes, Paris, p. 134 y ss.
13
Ballmer, Karl; Aber Herr Heidegger!. Zur Freiburger Rektoratsrede Martin Heideggers,
Verlag von Rudolf Geering, Basel, 1933. El libro está prologado por el autor en Hamburgo, julio
de 1933 e incluye un comentario del teólogo reformista Friedrich Eymann. Como Croce, Ballmer
utiliza la edición oficial del discurso impresa por la editorial Korn de Breslau. Se había formado
bajo al influencia de la Antroposofía de Rudolf Steiner y pertenecía al grupo de artistas llamado
Hamburgische Sezession. Su arte fue acusado por el NS-Staat de Entartete Kunst, arte
degenerado y tuvo que abandonar Alemania en 1938. La obra de arte de Ballmer tuvo un
enorme impacto en el escritor Samuel Beckett. Sobre Ballmer: Spallek, Johannes; “Karl und
Katharina Ballmer. Opfer der nationalsozialistischen Gewaltherrschaft”; en: Jahrbuch für den
Kreis Stormarn, 24. Jahrgang, M+K Hansa Verlag, Ahrensburg, 2006.
14
Ballmer, Karl; ibidem, p. 15.
15
Ballmer, Karl; ibidem, pp. 14-15. Textualmente: “Diese Strömung nun lebt nicht aus dem
fragenden Zweifel der westlichen überspitzten Ratio, sie lebt aus dem Vertrauen in die Kraft des
Gedankens, dem sie zutraut, daß er mit der Wirklichkeit zu leben vermag.” Ballmer llama a
Heidegger berühmte deutsche Philosoph.
neokantianos de la llamada Marburger Schule, “Escuela de Marburg”,16
Hermann Cohen y Paul Natorp, que tendría como destino fungir de mediadores
entre la Escolástica y la Modernidad. El representante más notorio de esta
segunda corriente era justamente el filósofo Ernst Cassirer. La Gegensatz, la
lucha en Davos entre Cassirer y Heidegger, representó para Ballmer un conflicto
que iba más allá del meramente filosófico-generacional: se trataba de una
contradicción interior que representaba de manera mediada la lucha espiritual
de toda nuestra época y del presente, la contradicción expresada filosóficamente
entre el “Reino del Espíritu” (Cassirer) y el Welt des existenziell daseienden
Menschen, el Mundo de los hombres existenciales existiendo(Heidegger).17
Ballmer identifica una lucha sórdida al nivel filosófico entre una “izquierda” (el
Neukantianismus de Marburg) y una nueva “derecha” (la novísima filosofía de
la existencia, el Dasein-Mystizismus).18 También puede entenderse en toda su
significación la virulencia y dureza del ataque de Heidegger a Cassirer, que
excedía el estrecho marco de un congreso académico para abrirse a
connotaciones filosófico-políticas de fondo. Heidegger habría negociado los
elementos racionales de toda Filosofía por un nuevo misticismo, y la
construcción del sistema ya estaba conformada mucho antes de 1933, mucho
antes incluso que el debate con Cassirer en Davos en 1929. Específicamente en
cuanto a la Rektoratsrede, Ballmer encuentra que los tres grandes conceptos
que le dan sentido filosófico y articulan el discurso de 1933, los
Fundamentalbegriffen de Política, Ciencia y Espíritu se derivan de su obra
anterior. También se pregunta: ¿es el Dasein auténtico de Heidegger un rebelde
de algún signo? Sí, dirá Ballmer, pero un rebelde reactivo que encuentra su
estado de decisión (ausgezeichnete Erschlossenheit) en el enfrentamiento
angustioso con la muerte.19 Ballmer hace suyas in toto las críticas a Sein und
Zeit realizadas en 1928 por el filósofo husserliano Maximilien Beck20 y como
16
Sobre la Escuela de Marburg, también conocida como Escuela Neokantiana del Suroeste, que
además de Cohen y Natorp la componían Alois Riehl, Hermann Lotze, Ernst Cassirer y Karl
Vörlander, véase el artículo de Helmut Holzhey, “Cohen and the Marburg School in context”, en:
Reinier Munk (ed.); Hermann Cohen's critical idealism, Springer, Dordrecht, 2005, pp. 3-37. La
escuela tenía su propio órgano oficial, la revista Logos (1910-1933). Cohen basaba su revolución
epistemológica en las críticas al Materialismo realizadas por Friedrich Albert Lange en su
famosa historia del Materialismo de 1866, Geschichte des Materialismus und Kritik seiner
Bedeutung in der Gegenwart, que tanto influyó en el pensamiento de Nietzsche. Sobre la
relación e influencia de obra de Lange en Nietzsche nos remitimos a nuestro libro Nietzsche
contra la Democracia, Editorial Montesinos, Mataró, 2010, pp. 119-122. Obviamente la
Marburger Schule era profundamente anti-nietzscheana.
17
Ballmer, Karl; Aber Herr Heidegger!. Zur Freiburger Rektoratsrede Martin Heideggers,
Verlag von Rudolf Geering, Basel, 1933, p. 17.
18
Una conclusión que no parece tan forzada: por ejemplo Cohen interpretaba a Kant desde un
punto de vista evidentemente socialdemócrata, “welfarista” y Vörlander, en contacto con el
socialismo austríaco, desarrollaba el nexo Kant-Marx. Entre los miembros de la Marburger
Schule podemos nombrar a socialistas de izquierda como Max Adler, Kurt Eisner, Franz
Staudinger o el fabiano Eduard Bernstein. Sobre la Escuela de Marburg como “ala izquierda” del
neokantismo alemán, véase el trabajo de Harry Van den Linden; Kantian Ethics and Socialism,
Hackett, Indianápolis, 1988. Un crítico precoz del socialismo neokantiano de Marburg fue Franz
Mehring, el político y biógrafo de Marx, líder del ala izquierda del SPD, así como Karl Kautsky.
19
Ballmer cita el parágrafo 40 de la edición original de Sein und Zeit.
20
Beck, Maximilian Beck; “Referat und Kritik von Martin Heideggers 'Sein und Zeit'”, en:
Philosophische Hefte, Heft 1, Juli 1928, pp. 5-44. Beck encuentra muchos elementos marxistas
transfigurados en la analítica existencial de Heidegger (importancia de la Historia, el carácter
social del Dasein, la reificación de la conciencia), demostrando que en realidad no existe
originalidad en la filosofía heideggeriana, véase, ibidem, p. 10. Es intersante notar que como
eslabón intermedio y necesario entre Marx y Heidegger, Beck coloque la problemática de
Vossler encuentra profundas influencias de la Teología, incluso su auténtica
Motivationskraft. También el extremismo político platónico de Heidegger en su
concepción de la forma estado. Para lograr la completitud política de Sein und
Zeit, su retraducción en un Staatsmystizismen moderno, obliga a Heidegger a
recurrir a reminiscencias platónicas como alternativa a la tradición hegeliano-
marxista. En su crítica Ballmer denuncia además su artificial falta de claridad,
oscuridad conceptual y una ambigüedad concientemente buscada como efecto
filosófico, a la que denomina moderne Wahrheitsautarkismus.
Por otro lado en Francia el gran filósofo Emmanuel Levinas reconoció que
escuchó hablar del nacionalsocialismo de Heidegger de la boca del historiador
de la ciencias Alexandre Koyré después de un viaje a Alemania, pero después del
ascenso de Hitler en enero de 1933.21 Al enterarse de la noticia quedó
estupefacto, aunque Levinas en ese momento tenía la tenue esperanza que fuera
un lapsus de una “gran mente especulativa en la banalidad práctica.”22 Otro
filósofo e historiador de la Filosofía como Maurice de Gandillac 23 en un increíble
paralelismo entre Heidegger y la evolución totalitaria de la propia Alemania,
comparaba en un texto de 1934 el comportamiento hipnótico y sumiso del
filósofo neokantiano Ernst Cassirer con respecto al desafiante Heidegger en el
famoso debate ocurrido en Davos (donde había estado presente) en 1929 con “la
sumisión del pueblo de Alemania al magnetismo del Führer Adolf Hitler.”24 En
dicho encuentro Heidegger se negó a darle la mano a Cassirer por su origen
judío.25 Gandillac, nietzscheano-heideggeriano, será el primer filósofo en
retomar el contacto con personal con Heidegger después de 1945 y en tratar de
legitimar el compromiso del filósofo con el NS-Staat. Fue Gandillac, mucho
antes que Hanna Arendt y los heideggériannes, quién explicó la conducta
política de Martin Heidegger como la de un “niño entusiasmado” por los
aspectos externos, superficiales y accesorios del Nacionalsocialismo, al que
nunca se tomó en serio. Gandillac también fue el primero en sostener la
absoluta escisión entre la analítica de Sein und Zeit y la acción política personal
26
Sobre la primera generación de heidéggeriannes franceses, matriz del futuro Posmodernismo,
véase el libro de Ethan Kleinberg: Generation existential: Heidegger's philosophy in France,
1927-1961, Cornell University Press, Ithaca, 2005.