Professional Documents
Culture Documents
La economía del A.R. era básicamente rural. Entre el 80% y el 90% de la población
se dedicaba a tareas agrícolas.
Las tierras en manos del señor se llamaban señoriales y estaban formadas por la
reserva señorial, que eran las tierras más productivas y en ella estaba su residencia
y los principales establecimientos como horno, molino, etc.
El resto del territorio eran los mansos, que eran parcelas lo suficientemente
grandes como para dar de comer a una familia. Los campesinos que trabajaban
estas tierras debían pagar un censo, productos o realizar una serie de trabajos para
el señor.
En cuanto a los derechos jurisdiccionales, estos eran los que podía ejercer:
funciones militares, impartir justicia, cobrar impuestos, gobernar, etc, tanto en sus
tierras como en la adyacentes.
1.3.- Una producción insuficiente
Como la agricultura en esta época era muy rudimentaria, es decir, muy atrasada
técnicamente, se puede decir que era una agricultura de subsistencia. Se basaba en
el policultivo de cereales y daba lo justo para comer; el poco excedente que se
producía se vendía en los mercados locales. Estos cereales se plantaban en campos
abiertos u openfields, y se utilizaba el barbecho para no agotar la fertilidad de la
tierra.
Con este tipo de agricultura, que estaba tan condicionada por la Naturaleza, se
producían de vez en cuando crisis de subsistencia. Cuando un año la cosecha era
mala, provocaban la escasez de alimentos y los precios de los productos básicos se
encarecían. A menudo, estas crisis desembocaban en protestas como las revueltas
del pan.
Por otro lado, podemos hablar en esta época del comercio colonial que se había
empezado a desarrollar a partir del siglo XVI. Era el comercio que se producía entre
territorios lejanos, separados por mar. Se abrieron rutas marítimas y era un
comercio muy estimulante para la economía, ya que proporcionaba materias primas
baratas y permitía vender objetos manufacturados, más caros, dando grandes
beneficios a los comerciantes.
En este tipo de sociedad, nacida con el feudalismo, los individuos están adscritos a
un estamento que define las actividades a las que se pueden dedicar y los derechos
de los que gozan.
Los estamentos eran grupos sociales a los que se pertenecía, normalmente, por
nacimiento y en los que el ascenso era muy difícil. Había tres estamentos: clero,
que se dedicaba a rezar; nobleza, que se dedicaba a luchar; y estado llano; que se
dedicaba a trabajar para mantener a los otros dos estamentos. Estos estamentos se
agrupaban, además, en dos tipos: los privilegiados y los no privilegiados.
2.2.- Los privilegiados
El clero no paga impuestos y tenían muchos ingresos que provenían del diezmo y
del patrimonio que acumulaba la Iglesia porque tenía muchas propiedades urbanas
y rurales. Dentro de este grupo se puede distinguir una división. Por un lado estaba
el alto clero ( abades, obispos…) que provenían de las clases nobiliarias y vivían
como tal. Por otro, estaba el bajo clero ( sacerdotes, párrocos..) de origen
campesino, vivían sin lujo.
La nobleza era el otro grupo privilegiado. Gozaba de algunos privilegios como llevar
espada, derecho a caza, dispensa de pagar impuestos… Dentro de la nobleza había
varios subgrupos. La nobleza de la Corte era la más rica y poderosa; la nobleza de
provincias era más modesta; finalmente, la nobleza de toga era aquélla a la que el
rey le había otorgado un título para pagarle un favor.
Las clases populares urbanas las componían los trabajadores manuales de las
ciudades, obreros de manufacturas o cualquier persona que desempeñara un oficio
en la ciudad.
Los campesinos, por su parte, era el grupo más numeroso y en él se distinguía a los
campesinos libres, a los jornaleros y los siervos.
Según el derecho divino, la autoridad del monarca provenía de Dios, en nombre del
cual ejercía el poder. El monarca concentraba en sus manos todo el poder,
legislativo, ejecutivo y judicial.
Además, este poder era muy arbitrario, es decir, no se regía por ninguna norma y
los súbditos estaban desprotegidos ante el rey.
A pesar de que todo el poder estaba concentrado en manos del soberano, había una
serie de instituciones que le ayudaban a gobernar. En Consejo de Estado, dividido
en secciones especializadas como Consejo de Justicia o Finanzas. Sus secretarios
eran comparables a los actuales ministros. La administración provincial estaba en
manos de gobernadores que podían aplicar leyes, mantener el orden, dirigir obras
públicas… Por último, la monarquía contaba con una legión de funcionarios que se
encargaba de ejecutar las órdenes, administrar justicia, recaudar impuestos…
Una de las limitaciones del poder real venía por los parlamentos, que eran
instituciones medievales que reunían a los representantes de los tres estamentos.
Estos parlamentos tenían muy pocas atribuciones, como votar nuevos impuestos y
los reyes intentaron marginarlos.
Los ilustrados criticaron los fundamentos del Antiguo Régimen a todos los niveles.