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Longitud de la circunferencia
L=2πR
REUNIDOS:
De una parte: Mª Amelia García Muñoz, con NIF 50247828-G, mayor de edad,
domicilio en MADRID 28024, C/ Valmojado Nº 387 - 5º D
INTERVIENEN
ESTIPULACIONES
Cuarta: cada doce meses de vigencia del presente contrato, contados desde el d
de hoy, la renta pactada en el mismo se revisará anualmente, aumentándola
disminuyéndola según proceda, por aplicación de la variación porcentu
experimentada en los doce meses inmediatamente a cada revisión, por el Sistem
de Índices de Precio al Consumo, elaborado por el Instituto Nacional de Estadísti
o por cualquier otro organismo que haga sus veces, en su Conjunto Nacional Total
La renta que resulte de cualquier revisión, obligará a ambas part
automáticamente, sin necesidad de notificaciones o requerimientos.
X=
El flautista de Hamelín
Hace mucho, muchísimo tiempo, en la próspera ciudad de Hamelín,
sucedió algo muy extraño: una mañana, cuando sus gordos y satisfechos
habitantes salieron de sus casas, encontraron las calles invadidas por miles
de ratones que merodeaban por todas partes, devorando, insaciables, el
grano de sus repletos graneros y la comida de sus bien provistas
despensas.
Dicho esto, comenzó a pasear por las calles y, mientras paseaba, tocaba
con su flauta una maravillosa melodía que encantaba a los ratones,
quienes saliendo de sus escondrijos seguían embelesados los pasos del
flautista que tocaba incansable su flauta.
Y así, caminando y tocando, los llevó a un lugar muy lejano, tanto que
desde allí ni siquiera se veían las murallas de la ciudad.
Horario Lunes Martes Miércoles Jueves
8:20- 9:10 Lengua Sociales Ingles E.F
9:15 – 10:05 E.F Lengua Sociales Ingles
10:10- 11:00 Informática A. Biología Tutoría Lengua
11:00-11:30 RECREO
11:30-12:20 Biología Física Religión Ética
(x + a)² =x²+2ax+a²
Lo dejo suelto y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas,
celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: "¿Platero?", y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe, en
no sé qué cascabeleo ideal...
Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar; los higos
morados, con su cristalina gotita de miel...
Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña...; pero fuerte y seco por dentro, como de piedra...
Cuando paso sobre él, los domingos, por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y
despaciosos, se quedan mirándolo:
— Tiene acero...
Es, pues, de saber que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso, que eran
los más del año, se daba a leer libros de caballerías, con tanta afición y gusto, que
olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza, y aun la administración de su
hacienda. Y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió muchas hanegas
de tierra de sembradura para comprar libros de caballerías en que leer, y así, llevó a
su casa todos cuantos pudo haber dellos; y de todos, ningunos le parecían tan bien
como los que compuso el famoso Feliciano de Silva, porque la claridad de su prosa y
aquellas entricadas razones suyas le parecían de perlas, y más cuando llegaba a leer
aquellos requiebros y cartas de desafíos, donde en muchas partes hallaba escrito: La
razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que
con razón me quejo de la vuestra fermosura. Y también cuando leía: [...] los altos
cielos que de vuestra divinidad divinamente con las estrellas os fortifican, y os hacen
merecedora del merecimiento que merece la vuestra grandeza.
Con estas razones perdía el pobre caballero el juicio, y desvelábase por entenderlas y
desentrañarles el sentido, que no se lo sacara ni las entendiera el mesmo Aristóteles, si
resucitara para sólo ello. No estaba muy bien con las heridas que don Belianís daba y
recebía, porque se imaginaba que, por grandes maestros que le hubiesen curado, no
dejaría de tener el rostro y todo el cuerpo lleno de cicatrices y señales. Pero, con todo,
alababa en su autor aquel acabar su libro con la promesa de aquella inacabable
aventura, y muchas veces le vino deseo de tomar la pluma y dalle fin al pie de la letra,
como allí se promete; y sin duda alguna lo hiciera, y aun saliera con ello, si otros
mayores y continuos pensamientos no se lo estorbaran. Tuvo muchas veces
La Quintilla
La quintilla es una estrofa de la métrica castellana que consiste en cinco versos de ocho
sílabas (octosílabos) o menores con dos rimas consonantes distribuidas según el principio de
que no pueden tener la misma rima tres versos seguidos, ni acabar en pareado ni quedar
alguno suelto o sin rima.
INGREDIENTES
6 huevos, ½ de nata líquida, 12 cucharas de azúcar y 50 gramos de almendra
¿Cómo hacerlo?
Acaramelar un recipiente.
Montamos la nata. Batimos las yemas con el azúcar. Ponemos las claras a punto de
nieve.
Palabras llanas
Desarrollo
Desde el siglo VIII, una serie de acontecimientos
históricos posibilitaron la renovación y expansión de
la cultura europea: la subida al trono de Francia de los
Capetos, la consolidación y difusión del cristianismo,
el inicio de la Reconquista en la Península Ibérica y,
fundamentalmente, el nacimiento de las lenguas
románicas, son los hitos que marcaron este
resurgimiento.
El término románico, como concepto que define un estilo artístico, fue utilizado por
primera vez en 1820 por Charles de Gerville, considerando con este término todo el arte
que se realiza anterior al estilo gótico desde la caída del Imperio romano; y por analogía
al término ya conocido de lenguas románicas, el arte románico sucedía al arte antiguo
A una Rosa
Ayer naciste, y morirás mañana.
Para tan breve ser, ¿quién te dio vida?
¿Para vivir tan poco estás lucida,
Y para no ser nada estás lozana?
La locomotora es el material
rodante con motor que se utiliza
para dar tracción a los trenes
siendo, por tanto, una parte
fundamental de este. El tren a un
conjunto de vehículos destinados
al transporte de personas o
Blancanieves
En un país muy lejano vivía una bella princesita llamada Blancanieves, que tenía una madrastra, la Reina, muy
vanidosa.
La madrastra preguntaba a su espejo mágico y este respondía:
–Tú eres, ¡oh, Reina!, la más hermosa de todas las mujeres.
Y fueron pasando los años. Un día la Reina preguntó como siempre a su espejo mágico:
–¿Quién es la más bella?
Pero esta vez, el espejo contestó:
–La más bella es Blancanieves.
Blancanieves era la hijastra de la malvada Reina, que llena de ira y de envidia, ordenó a un cazador:
–Llévate a Blancanieves al bosque, mátala y como prueba de haber realizado mi encargo, tráeme en este cofre su
corazón.
Pero cuando llegaron al bosque el cazador sintió lástima de la inocente joven y dejó que huyera, sustituyendo den
cofre su corazón por el de un jabalí.
Blancanieves, al verse sola, sintió miedo y lloró. Llorando y andando pasó la noche, hasta que, al amanecer, llegó
claro en el bosque y descubrió allí una preciosa casita.
Entró sin dudarlo. Los muebles eran pequeñísimos y, sobre la mesa, había siete platitos y siete cubiertos diminuto
Subió a la alcoba, que estaba ocupada por siete camitas. La pobre Blancanieves, agotada tras caminar toda la noch
el bosque, juntó todas las camitas y al momento se quedó dormida.
Por la tarde, llegaron los dueños de la casa: siete enanitos que trabajaban en unas minas y se admiraron al descubr
Blancanieves.
Entonces ella les contó su triste historia. Los enanitos suplicaron a la niña que se quedase con ellos y Blancanieve
aceptó, se quedó a vivir con ellos y todos estaban felices.
Mientras tanto, en el palacio, la Reina volvió a preguntar al espejo:
–¿Quién es ahora la más bella?
–Sigue siendo Blancanieves, que ahora vive en el bosque, en la casa de los enanitos.
Furiosa y vengativa como era, la cruel madrastra se disfrazó de inocente viejecita y
partió hacia la casita del bosque.
Blancanieves estaba sola, pues los enanitos estaban trabajando en la mina. La malvada
Reina ofreció a la niña una manzana envenenada y cuando Blancanieves dio el primer
bocado, cayó desmayada.
Al volver, ya de noche, los enanitos a la casa, encontraron a Blancanieves tendida en el
suelo, pálida y quieta, creyeron que había muerto y le construyeron una urna de cristal
para que todos los animalitos del bosque pudieran despedirse de ella.
En ese momento apareció un príncipe a lomos de un brioso corcel y nada más
contemplar a Blancanieves quedó prendado de ella. Quiso despedirse besándola y de
repente, Blancanieves volvió a la vida, pues el beso de amor que le había dado el
príncipe rompió el hechizo de la malvada Reina.
Blancanieves se casó con el príncipe y expulsaron a la cruel madrastra. Y desde entonces, todos vivieron felices.
FIN
Hubo una vez una joven muy bella que no tenía padres. Su única familia era s
madrastra, una viuda impertinente, y las dos hijas de esta, a cuál más fea.
ella quien hacía los trabajos más duros de la casa y como sus vestidos estab
siempre tan manchados de ceniza, todos la llamaban Cenicienta.
Un día, el Rey de aquel país anunció que iba a dar una gran fiesta a la que
invitaba a todas las jóvenes casaderas del reino.
–Tú, Cenicienta, no irás -dijo la Madrastra-. Te quedarás en casa fregando e
suelo y preparando la cena para cuando volvamos.
Llegó el día del baile y Cenicienta apesadumbrada vio partir a sus hermanast
hacia el palacio real. Cuando se encontró sola en la cocina no pudo reprimir
sollozos.
–¡Por qué seré tan desgraciada! –exclamó. De pronto se le apareció su Hada
Madrina.
–No te preocupes –exclamó el Hada–. Tú también podrás i
baile, pero con una condición, que cuando el reloj de
palacio dé las doce campanadas tendrás que regresar sin
falta. Y tocándola con su varita mágica la transformó e
una maravillosa joven.
La llegada de Cenicienta al palacio causó honda admirac
Al entrar en la sala de baile, el Rey quedó tan prendad
su belleza que bailó con ella toda la noche. Sus
hermanastras no la reconocieron y se preguntaban quién
sería aquella joven.
En medio de tanta felicidad, Cenicienta oyó sonar en el
reloj de palacio las doce.
–¡Oh, Dios mío! ¡Tengo que irme! –pensó, nerviosa.
Como una exhalación atravesó el salón y bajó la escalin
perdiendo en su huida uno de sus zapatos, que el Rey recogió asombrado.
Para encontrar a la bella joven, el Rey ideó un plan. Se casaría con aquella
pudiera calzarse el zapato. Envió a sus heraldos a recorrer todo el reino. L
doncellas se lo probaban en vano, pues no había ni una a quien le fuera bien
zapatito.
Al fin llegaron a casa de Cenicienta, y claro está que sus
hermanastras no pudieron calzar el zapato, pero cuando se lo
puso Cenicienta, vieron con estupor que le estaba perfecto.
Y así sucedió que el Rey se casó con la joven y vivieron muy
felices.
FIN
Los tres cerditos
En el corazón del bosque vivían tres cerditos El lobo persiguió al cerdito por el bo
que eran hermanos. El lobo siempre andaba que corrió a refugiarse en casa d
persiguiéndolos para comérselos. Para hermano mediano. Pero el lobo empu
escapar del lobo, los cerditos decidieron empujó, y la casita de madera derribó
hacerse una casa. El pequeño la hizo de dos cerditos salieron pitando de allí.
paja, para acabar antes y poder irse a jugar.
Casi sin aliento, con el lobo pegado a
El mediano construyó una casita de madera. talones, llegaron a la casa del her
Al ver que su hermano pequeño ya había mayor.
terminado, se dio prisa para irse a jugar con
él. Los tres se metieron dentro y cerraron
todas las puertas y ventanas. El lobo em
El mayor trabajaba en su casa de ladrillo. a golpear las paredes para derribarlas,
como eran de ladrillo, no las pudo tir
–Ya veréis lo que hace el lobo con vuestras además se lastimó.
casas –riñó a sus hermanos, mientras estos
se lo pasaban en grande. Escapó de allí dando unos terribles au
que se oyeron en todo el bosque. Se c
El lobo salió detrás del cerdito pequeño y él