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Circunferencia y círculo

Una circunferencia es una curva cerrada y plana cuyos

Puntos equidistan de uno interior llamado centro.

Longitud de la circunferencia

L=2πR

Un círculo es una superficie limitada por una circunferencia.

Listado de Comunidades Autónomas


 Andalucía
 Aragón
 Canarias
 Cantabria
 Castilla-La Mancha
 Castilla y León
 Catalunya
 Ceuta
 Comunidad de Madrid
 Comunidad Foral de Navarra
 Comunidad Valenciana
 Extremadura
 Galicia
 Illes Balears
 La Rioja
 Melilla
 País Vasco
En Madrid, a 1 de marzo de 20

REUNIDOS:

De una parte: Mª Amelia García Muñoz, con NIF 50247828-G, mayor de edad,
domicilio en MADRID 28024, C/ Valmojado Nº 387 - 5º D

De otra parte: Matías Rodríguez Pérez, de nacionalidad española, con N


3963034-L y domicilio en MADRID 28047, C/ Camarena Nº 183 - 12º D

INTERVIENEN

Ambas partes en su propio nombre y derecho, reconociéndose capacidad


legitimación al objeto del otorgamiento del presente CONTRATO D
ARRENDAMIENTO PARA USO DE VIVIENDA, sobre el piso 12.º D, del inmueb
número 183 de la calle Camarena de Madrid, lo cual llevan a efec
convencionalmente, con sujeción a las siguientes:

ESTIPULACIONES

Primera: Mª Amelia García Muñoz, como arrendadora, cede en arrendamiento


inmueble anteriormente descrito a Matías Rodríguez Pérez, como arrendatario.

Segunda: el arrendamiento se pacta con el plazo de UN AÑO rigiéndose el mism


por lo establecido en el presente contrato y en lo no previsto por lo establecido en
Ley de Arrendamientos Urbanos 29/94 de 24 de noviembre, y en su caso por
establecido en el Código Civil.
Finalizado el plazo, se entenderá resuelto el contrato de arrendamientos s
necesidad de previo requerimiento, no habiendo lugar a tácita reconducción.
Tercera: la renta convenida es la de 7 200 € anules pagaderos por mensualidad
anticipadas de 600 € cada una, durante los cinco primeros días de cada mes.

Cuarta: cada doce meses de vigencia del presente contrato, contados desde el d
de hoy, la renta pactada en el mismo se revisará anualmente, aumentándola
disminuyéndola según proceda, por aplicación de la variación porcentu
experimentada en los doce meses inmediatamente a cada revisión, por el Sistem
de Índices de Precio al Consumo, elaborado por el Instituto Nacional de Estadísti
o por cualquier otro organismo que haga sus veces, en su Conjunto Nacional Total
La renta que resulte de cualquier revisión, obligará a ambas part
automáticamente, sin necesidad de notificaciones o requerimientos.

La revisión se efectuará siempre sobre la última renta resultante. Si llegada la fech


Ecuación de 2° grado
Resuelve la ecuación: x²-7x+10=0

X=
El flautista de Hamelín
Hace mucho, muchísimo tiempo, en la próspera ciudad de Hamelín,
sucedió algo muy extraño: una mañana, cuando sus gordos y satisfechos
habitantes salieron de sus casas, encontraron las calles invadidas por miles
de ratones que merodeaban por todas partes, devorando, insaciables, el
grano de sus repletos graneros y la comida de sus bien provistas
despensas.

Nadie acertaba a comprender la causa de tal invasión, y lo que era aún


peor, nadie sabía qué hacer para acabar con tan inquietante plaga.

Por más que pretendían exterminarlos o, al menos, ahuyentarlos, tal


parecía que cada vez acudían más y más ratones a la ciudad. Tal era la
cantidad de ratones que, día tras día, se enseñoreaba de las calles y de las
casas, que hasta los mismos gatos huían asustados.

Ante la gravedad de la situación, los prohombres de la ciudad, que veían


peligrar sus riquezas por la voracidad de los ratones, convocaron al
Consejo y dijeron: "Daremos cien monedas de oro a quien nos libre de los
ratones".

Al poco se presentó ante ellos un flautista taciturno, alto y desgarbado, a


quien nadie había visto antes, y les dijo: "La recompensa será mía. Esta
noche no quedará ni un sólo ratón en Hamelín".

Dicho esto, comenzó a pasear por las calles y, mientras paseaba, tocaba
con su flauta una maravillosa melodía que encantaba a los ratones,
quienes saliendo de sus escondrijos seguían embelesados los pasos del
flautista que tocaba incansable su flauta.

Y así, caminando y tocando, los llevó a un lugar muy lejano, tanto que
desde allí ni siquiera se veían las murallas de la ciudad.
Horario Lunes Martes Miércoles Jueves
8:20- 9:10 Lengua Sociales Ingles E.F
9:15 – 10:05 E.F Lengua Sociales Ingles
10:10- 11:00 Informática A. Biología Tutoría Lengua
11:00-11:30 RECREO
11:30-12:20 Biología Física Religión Ética

Magnitudes unidades símbolos


longitud metro m
Masa kilogramo Kg

Cuadrado de una suma


Es igual al cuadrado del primero más el doble del primero por el segundo más el
cuadrado del segundo

(x + a)² =x²+2ax+a²

Combustión del propano


Platero y yo
Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos.
Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.

Lo dejo suelto y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas,
celestes y gualdas... Lo llamo dulcemente: "¿Platero?", y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe, en
no sé qué cascabeleo ideal...

Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar; los higos
morados, con su cristalina gotita de miel...

Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña...; pero fuerte y seco por dentro, como de piedra...
Cuando paso sobre él, los domingos, por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y
despaciosos, se quedan mirándolo:

— Tiene acero...

Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo.


El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
Capítulo Primero
Que trata de la condición y ejercicio del famoso hidalgo don Quijote de la Mancha

En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordar-me, no ha mucho


tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y
galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches,
duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los
domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de
velarte, calzas de velludo para las fiestas, con sus pantuflos de lo mesmo, y los días de
entresemana se honraba con su vellorí de lo más fino. Tenía en su casa una ama que
pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo
y plaza, que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de
nuestro hidalgo con los cincuenta años; era de complexión recia, seco de carnes,
enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el
sobrenombre de Quijada, o Quesada, que en esto hay alguna diferencia en los autores
que deste caso escriben; aunque, por conjeturas verosímiles, se deja entender que se
llamaba Quejana. Pero esto importa poco a nuestro cuento; basta que en la narración
dél no se salga un punto de la verdad.

Es, pues, de saber que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso, que eran
los más del año, se daba a leer libros de caballerías, con tanta afición y gusto, que
olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza, y aun la administración de su
hacienda. Y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió muchas hanegas
de tierra de sembradura para comprar libros de caballerías en que leer, y así, llevó a
su casa todos cuantos pudo haber dellos; y de todos, ningunos le parecían tan bien
como los que compuso el famoso Feliciano de Silva, porque la claridad de su prosa y
aquellas entricadas razones suyas le parecían de perlas, y más cuando llegaba a leer
aquellos requiebros y cartas de desafíos, donde en muchas partes hallaba escrito: La
razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que
con razón me quejo de la vuestra fermosura. Y también cuando leía: [...] los altos
cielos que de vuestra divinidad divinamente con las estrellas os fortifican, y os hacen
merecedora del merecimiento que merece la vuestra grandeza.

Con estas razones perdía el pobre caballero el juicio, y desvelábase por entenderlas y
desentrañarles el sentido, que no se lo sacara ni las entendiera el mesmo Aristóteles, si
resucitara para sólo ello. No estaba muy bien con las heridas que don Belianís daba y
recebía, porque se imaginaba que, por grandes maestros que le hubiesen curado, no
dejaría de tener el rostro y todo el cuerpo lleno de cicatrices y señales. Pero, con todo,
alababa en su autor aquel acabar su libro con la promesa de aquella inacabable
aventura, y muchas veces le vino deseo de tomar la pluma y dalle fin al pie de la letra,
como allí se promete; y sin duda alguna lo hiciera, y aun saliera con ello, si otros
mayores y continuos pensamientos no se lo estorbaran. Tuvo muchas veces
La Quintilla
La quintilla es una estrofa de la métrica castellana que consiste en cinco versos de ocho
sílabas (octosílabos) o menores con dos rimas consonantes distribuidas según el principio de
que no pueden tener la misma rima tres versos seguidos, ni acabar en pareado ni quedar
alguno suelto o sin rima.

Hubo una selva y un nido


y en ese nido un jilguero
que alegre y estremecido,
tras de un ensueño querido
cruzó por el mundo entero.

Hubo una selva y un nido


y en ese nido un jilguero
que alegre y estremecido,
tras de un ensueño querido
cruzó por el mundo entero.
RECETA DE HELADO

INGREDIENTES
6 huevos, ½ de nata líquida, 12 cucharas de azúcar y 50 gramos de almendra

¿Cómo hacerlo?

Acaramelar un recipiente.

Montamos la nata. Batimos las yemas con el azúcar. Ponemos las claras a punto de
nieve.

En el recipiente acaramelado mezclamos la nata, las yemas, las claras y añadimos la

Reglas generales de acentos


Palabras agudas

Llevan tilde cuando acaban en vocal o en consonante -n o –s.

Ejemplos: mamá, café, bebí, dominó, champú, compás.

Palabras llanas

Llevan tilde cuando terminan en consonante que no sea ni –n ni –s.

Ejemplos: árbol, carácter, lápiz, azúcar, césped, álbum.

Palabras esdrújulas y sobresdrújulas

Llevan tilde siempre.


NOVELA DE RINCONETE Y CORTADILLO
Autor: Miguel de Cervantes Saavedra
En la venta del Molinillo, que está -Mi tierra, señor caballero -respondió el
puesta en los fines de los famosos preguntado-, no la sé, ni para dónde
campos de Alcudia, como vamos de camino, tampoco.
Castilla a la Andalucía, un día de los
calurosos del verano, se hallaron en -Pues en verdad -dijo el mayor- que no
ella acaso dos muchachos de hasta parece vuesa merced del cielo, y que
edad de catorce a quince años: el uno éste no es lugar para hacer su asiento
ni el otro no pasaban de diez y siete; en él; que por fuerza se ha de pasar
ambos de buena gracia, pero muy adelante.
descosidos, rotos y maltratados; capa,
no la tenían; los calzones eran de -Así es -respondió el mediano-, pero yo
lienzo y las medias de carne. Bien es he dicho verdad en lo que he dicho,
verdad que lo enmendaban los porque mi tierra no es mía, pues no
zapatos, porque los del uno eran tengo en ella más de un padre que no
alpargates, tan traídos como llevados, y me tiene por hijo y una madrastra que
los del otro picados y sin suelas, de me trata como alnado; el camino que
manera que más le servían de cormas llevo es a la ventura, y allí le daría fin
que de zapatos. Traía el uno montera donde hallase quien me diese lo
verde de cazador, el otro un sombrero necesario para pasar esta miserable
sin toquilla, bajo de copa y ancho de vida.
falda. A la espalda y ceñida por los
pechos, traía el uno una camisa de -Y ¿sabe vuesa merced algún oficio? -
color de camuza, encerrada y recogida preguntó el grande.
toda en una manga; el otro venía
escueto y sin alforjas, puesto que en el Y el menor respondió:
seno se le parecía un gran bulto, que, a
lo que después pareció, era un cuello
-No sé otro sino que corro como una
de los que llaman valones, almidonado
liebre, y salto como un gamo y corto de
con grasa, y tan deshilado de roto, que
tijera muy delicadamente.
todo parecía hilachas. Venían en él
envueltos y guardados unos naipes de
figura ovada, porque de ejercitarlos se -Todo eso es muy bueno, útil y
les habían gastado las puntas, y provechoso -dijo el grande-, porque
porque durasen más se las cercenaron habrá sacristán que le dé a vuesa
y los dejaron de aquel talle. Estaban los merced la ofrenda de Todos Santos,
dos quemados del sol, las uñas porque para el Jueves Santo le corte
caireladas y las manos no muy limpias; florones de papel para el monumento.
el uno tenía una media espada, y el
otro un cuchillo de cachas amarillas, -No es mi corte desa manera -
que los suelen llamar vaqueros. respondió el menor-, sino que mi padre,
por la misericordia del cielo, es sastre y
Saliéronse los dos a sestear en un calcetero, y me enseñó a cortar
portal, o cobertizo, que delante de la antiparas, que, como vuesa merced
venta se hace; y, sentándose frontero bien sabe, son medias calzas con
el uno del otro, el que parecía de más avampiés, que por su propio nombre se
edad dijo al más pequeño: suelen llamar polainas; y córtolas tan
bien, que en verdad que me podría
examinar de maestro, sino que la corta
-¿De qué tierra es vuesa merced, señor
suerte me tiene arrinconado.
gentilhombre, y para adónde bueno
camina?
-Todo eso y más acontece por los
buenos -respondió el grande-, y
Arte romántico
El Arte románico fue un estilo artístico predominante en Europa en
los siglos XI, XII y parte del XIII. El románico supone el arte cristiano,
agrupando las diferentes opciones que se habían utilizado en la
temprana Edad Media (romana, prerrománica, bizantina, germánica
y árabe) y consiguiendo formular un lenguaje específico y coherente
aplicado a todas las manifestaciones artísticas. No fue producto de
una sola nacionalidad o región, sino que surgió de manera paulatina
y casi simultánea en Italia, Francia, Alemania y España. En cada uno
de estos países surgió con características propias, aunque con
suficiente unidad como para ser considerado el primer estilo internacional, con un ámbito
europeo.

Desarrollo
Desde el siglo VIII, una serie de acontecimientos
históricos posibilitaron la renovación y expansión de
la cultura europea: la subida al trono de Francia de los
Capetos, la consolidación y difusión del cristianismo,
el inicio de la Reconquista en la Península Ibérica y,
fundamentalmente, el nacimiento de las lenguas
románicas, son los hitos que marcaron este
resurgimiento.

Sin embargo, el arte hasta alrededor del año 1000,


cuando una expansión generalizada en los ámbitos
económico y cultural propició un importante
crecimiento demográfico en las sociedades
occidentales, roturándose nuevas tierras y abriéndose
antiguas rutas de comercio, que posibilitaran los
caminos de peregrinación.

Toda Europa se vio invadida por una auténtica fiebre


constructiva; se había conseguido formular un arte capaz de representar a toda la
cristiandad: el románico.

El término románico, como concepto que define un estilo artístico, fue utilizado por
primera vez en 1820 por Charles de Gerville, considerando con este término todo el arte
que se realiza anterior al estilo gótico desde la caída del Imperio romano; y por analogía
al término ya conocido de lenguas románicas, el arte románico sucedía al arte antiguo
A una Rosa
Ayer naciste, y morirás mañana.
Para tan breve ser, ¿quién te dio vida?
¿Para vivir tan poco estás lucida,
Y para no ser nada estás lozana?

Si te engaño su hermosura vana,


Bien presto la verás desvanecida,
Porque en tu hermosura está escondida
La ocasión de morir muerte temprana.

Cuando te corte la robusta mano,


Ley de la agricultura permitida,
Grosero aliento acabará tu suerte.

No salgas, que te aguarda algún tirano;


Dilata tu nacer para tu vida
Que anticipas tu ser para tu muerte

Soneto atribuido a Góngora


Vehículos sobre ruedas

Una motocicleta es un vehículo de dos ruedas impulsado


por un motor de combustión interna a gasolina. El
cuadro y las ruedas constituyen la estructura
fundamental del vehículo. La rueda directriz es la
delantera y la rueda motriz es la trasera. Comúnmente,
en castellano se la conoce mediante la abreviatura moto.
Las motocicletas pueden transportar hasta dos personas, y tres si están
dotadas de sidecar. El sidecar, un carro con una rueda lateral que se une a
un lado de la motocicleta. Consta de un bastidor (de una sola rueda) y de
una carrocería que protege al pasajero.

El automóvil, es un vehículo mecánico de propulsión


propia destinado al transporte de personas y objetos,
generalmente con cuatro ruedas y capacidad entre una y
nueve plazas. Las ruedas delanteras pueden moverse
hacia los lados para permitir giros y tomar curvas. La
palabra automóvil proviene del griego auto (por sí mismo) y del latín móvil
(que se mueve). Los automóviles suelen propulsarse a través de un motor
de combustión interna alimentado por gasolina, gas licuado del petróleo o
gasóleo. El motor hace girar a algunas o todas las ruedas del automóvil.

La locomotora es el material
rodante con motor que se utiliza
para dar tracción a los trenes
siendo, por tanto, una parte
fundamental de este. El tren a un
conjunto de vehículos destinados
al transporte de personas o
Blancanieves
En un país muy lejano vivía una bella princesita llamada Blancanieves, que tenía una madrastra, la Reina, muy
vanidosa.
La madrastra preguntaba a su espejo mágico y este respondía:
–Tú eres, ¡oh, Reina!, la más hermosa de todas las mujeres.
Y fueron pasando los años. Un día la Reina preguntó como siempre a su espejo mágico:
–¿Quién es la más bella?
Pero esta vez, el espejo contestó:
–La más bella es Blancanieves.
Blancanieves era la hijastra de la malvada Reina, que llena de ira y de envidia, ordenó a un cazador:
–Llévate a Blancanieves al bosque, mátala y como prueba de haber realizado mi encargo, tráeme en este cofre su
corazón.
Pero cuando llegaron al bosque el cazador sintió lástima de la inocente joven y dejó que huyera, sustituyendo den
cofre su corazón por el de un jabalí.
Blancanieves, al verse sola, sintió miedo y lloró. Llorando y andando pasó la noche, hasta que, al amanecer, llegó
claro en el bosque y descubrió allí una preciosa casita.
Entró sin dudarlo. Los muebles eran pequeñísimos y, sobre la mesa, había siete platitos y siete cubiertos diminuto
Subió a la alcoba, que estaba ocupada por siete camitas. La pobre Blancanieves, agotada tras caminar toda la noch
el bosque, juntó todas las camitas y al momento se quedó dormida.
Por la tarde, llegaron los dueños de la casa: siete enanitos que trabajaban en unas minas y se admiraron al descubr
Blancanieves.
Entonces ella les contó su triste historia. Los enanitos suplicaron a la niña que se quedase con ellos y Blancanieve
aceptó, se quedó a vivir con ellos y todos estaban felices.
Mientras tanto, en el palacio, la Reina volvió a preguntar al espejo:
–¿Quién es ahora la más bella?
–Sigue siendo Blancanieves, que ahora vive en el bosque, en la casa de los enanitos.
Furiosa y vengativa como era, la cruel madrastra se disfrazó de inocente viejecita y
partió hacia la casita del bosque.
Blancanieves estaba sola, pues los enanitos estaban trabajando en la mina. La malvada
Reina ofreció a la niña una manzana envenenada y cuando Blancanieves dio el primer
bocado, cayó desmayada.
Al volver, ya de noche, los enanitos a la casa, encontraron a Blancanieves tendida en el
suelo, pálida y quieta, creyeron que había muerto y le construyeron una urna de cristal
para que todos los animalitos del bosque pudieran despedirse de ella.
En ese momento apareció un príncipe a lomos de un brioso corcel y nada más
contemplar a Blancanieves quedó prendado de ella. Quiso despedirse besándola y de
repente, Blancanieves volvió a la vida, pues el beso de amor que le había dado el
príncipe rompió el hechizo de la malvada Reina.
Blancanieves se casó con el príncipe y expulsaron a la cruel madrastra. Y desde entonces, todos vivieron felices.
FIN
Hubo una vez una joven muy bella que no tenía padres. Su única familia era s
madrastra, una viuda impertinente, y las dos hijas de esta, a cuál más fea.
ella quien hacía los trabajos más duros de la casa y como sus vestidos estab
siempre tan manchados de ceniza, todos la llamaban Cenicienta.
Un día, el Rey de aquel país anunció que iba a dar una gran fiesta a la que
invitaba a todas las jóvenes casaderas del reino.
–Tú, Cenicienta, no irás -dijo la Madrastra-. Te quedarás en casa fregando e
suelo y preparando la cena para cuando volvamos.
Llegó el día del baile y Cenicienta apesadumbrada vio partir a sus hermanast
hacia el palacio real. Cuando se encontró sola en la cocina no pudo reprimir
sollozos.
–¡Por qué seré tan desgraciada! –exclamó. De pronto se le apareció su Hada
Madrina.
–No te preocupes –exclamó el Hada–. Tú también podrás i
baile, pero con una condición, que cuando el reloj de
palacio dé las doce campanadas tendrás que regresar sin
falta. Y tocándola con su varita mágica la transformó e
una maravillosa joven.
La llegada de Cenicienta al palacio causó honda admirac
Al entrar en la sala de baile, el Rey quedó tan prendad
su belleza que bailó con ella toda la noche. Sus
hermanastras no la reconocieron y se preguntaban quién
sería aquella joven.
En medio de tanta felicidad, Cenicienta oyó sonar en el
reloj de palacio las doce.
–¡Oh, Dios mío! ¡Tengo que irme! –pensó, nerviosa.
Como una exhalación atravesó el salón y bajó la escalin
perdiendo en su huida uno de sus zapatos, que el Rey recogió asombrado.
Para encontrar a la bella joven, el Rey ideó un plan. Se casaría con aquella
pudiera calzarse el zapato. Envió a sus heraldos a recorrer todo el reino. L
doncellas se lo probaban en vano, pues no había ni una a quien le fuera bien
zapatito.
Al fin llegaron a casa de Cenicienta, y claro está que sus
hermanastras no pudieron calzar el zapato, pero cuando se lo
puso Cenicienta, vieron con estupor que le estaba perfecto.
Y así sucedió que el Rey se casó con la joven y vivieron muy
felices.
FIN
Los tres cerditos
En el corazón del bosque vivían tres cerditos El lobo persiguió al cerdito por el bo
que eran hermanos. El lobo siempre andaba que corrió a refugiarse en casa d
persiguiéndolos para comérselos. Para hermano mediano. Pero el lobo empu
escapar del lobo, los cerditos decidieron empujó, y la casita de madera derribó
hacerse una casa. El pequeño la hizo de dos cerditos salieron pitando de allí.
paja, para acabar antes y poder irse a jugar.
Casi sin aliento, con el lobo pegado a
El mediano construyó una casita de madera. talones, llegaron a la casa del her
Al ver que su hermano pequeño ya había mayor.
terminado, se dio prisa para irse a jugar con
él. Los tres se metieron dentro y cerraron
todas las puertas y ventanas. El lobo em
El mayor trabajaba en su casa de ladrillo. a golpear las paredes para derribarlas,
como eran de ladrillo, no las pudo tir
–Ya veréis lo que hace el lobo con vuestras además se lastimó.
casas –riñó a sus hermanos, mientras estos
se lo pasaban en grande. Escapó de allí dando unos terribles au
que se oyeron en todo el bosque. Se c
El lobo salió detrás del cerdito pequeño y él

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