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Nivel 3
COSAS DE SIEMPRE
ABSTEMIOS
Yo pertenezco a una minoría.
A la de las personas que son abstemias.
Y como tal minoría siento que se me discrimina.
No es que ahora me haya dado por la abstemia porque sea la última moda,
lo he sido toda mi vida, jamás he probado más alcohol que el que pueda
haber en un bombón relleno de licor o en un pastel borracho, y esto por
error.
Pues bien, llevo toda la vida, que ya son muchos años, sintiendo que no se
me tiene en cuenta.
NO SÉ…
Pero el refrán no sólo es cierto para los maestros sino que puede aplicarse a
cualquier persona y a cualquier situación de la vida.
Vamos a verlo con unos ejemplos cotidianos.
COMIDAS FAMILIARES
Hay unos días al año en los que parece que es obligatorio reunirse
en familia, reunirse a comer, o a cenar, o para ambas cosas.
Hablamos de días como Navidades, cumpleaños, u otro tipo de
celebraciones.
En estos casos los niños lo pasan muy bien porque como hay mucha
gente junta, hay mucho ruido, muchas cosas que hacer, mucha gente para
ocuparse de ellos, o por el contrario no hay tiempo para ocuparse de ellos,
por lo que se sienten más libres.
Los adultos pueden llegar a sentir como un castigo este tipo de reuniones
familiares, pero no pueden librarse de ellas.
Y casi siempre hay algún motivo para sentirse incómodos, motivos como
tener que coincidir con ese cuñado del que no entiendes cómo puede
formar parte de tu familia, semejante espécimen.
O esa cuñada que siempre sabe más que nadie y le dice a todo el mundo lo
que tiene que hacer, lo que debe comprar o cómo educar a los hijos, aunque
no tenga ni idea de lo que dice, aunque los suyos no sean unos hijos como
para dar envidia o para poner como modelos a imitar.
Menos mal que siempre hay cuñados y cuñadas con quienes da gusto estar.
Y aún hay otros detalles a tener en cuenta como son: el lugar de reunión, el
menú, la compra, etc.
Hay familias que lo resuelven celebrándolo en un restaurante y pagando a
partes iguales, o proporcionales, o si se trata de un cumpleaños pagando
quien los cumple.
Esto resulta más caro pero es más descansado para todos porque ¡hay que
ver lo que le toca trabajar a la familia que recibe en su casa a los
demás!
Para empezar hay que sacar la vajilla y la cristalería buenas, las que sólo se
usan en estas ocasiones, además de manteles, cubiertos, infinidad de
detalles que luego debe recoger.
Y aún estará contenta si tras la reunión familiar no hay algún desperfecto
de esos que no tienen arreglo, como una mancha de grasa en la madera del
suelo, una copa de la cristalería rota, o un plato de esa vajilla buena, piezas
que no es posible reponer porque tienen muchos años y ya no se hacen
iguales.
Por no hablar de esas manchas que caen en algunos manteles y que ya son
para siempre.
Todo esto, aunque molesto, se puede entender como algo normal puesto
que al juntarse mucha gente es lógico que se produzcan accidentes.
Más cosas:
- hay personas educadas que entienden que lo importante es estar juntos y
¡qué más da la comida!, otros por el contrario se comportan como si
estuvieran en un restaurante de cinco tenedores y pensaran pagar, porque
exigen, critican, a todo le ponen pegas, etc., casi siempre suelen ser los que
“nunca ponen la casa”.
- hay quienes antes de ir preguntan qué deben llevar, o dan una parte de lo
que ha podido costar la comida, o llevan cosas útiles y que no se estropean
por lo que si no se usan en esa ocasión, los de la casa las pueden llegar a
aprovechar en otro momento.
- hay quienes siempre aparecen con algo “ostentoso”, algo que igual sólo le
gusta a quien lo lleva y que, generalmente, supone un trabajo extra para
quien pone la casa porque no llega preparado para ir directamente a la
mesa.
- hay quien se sienta a la mesa y no se levanta hasta el final, pero hay quien
lo hace veinticinco veces yendo y viniendo, tocándolo todo, dejando sus
huellas por toda la casa, por lo que tras la reunión familiar, además, hay
que hacer limpieza general.
Se puede hablar largo y tendido del tema, pero por hoy lo vamos a dejar
así.
EL ABORTO
Sólo una vez he pasado por la experiencia de sufrir un aborto, un aborto
natural, y con una es suficiente para poder hacerse una idea de lo que
supone.
Físicamente puedes recuperarte en unos pocos días, basta con que hagas
reposo o por lo menos descanses más que otros días, comas bien e intentes
olvidar
Pero aquí está el problema, olvidar no es fácil, nada fácil. Comienzas a
darle vueltas en la cabeza a ideas que sólo sirven para seguir sufriendo.
Te preguntas si sería niño o niña, cómo sería su carita, cómo su voz, cómo
lloraría, cuándo andaría,… ¡un suplicio!
Un día leí en una revista una entrevista que le hacían a una señora muy
famosa, señora que hoy es muy mayor pero que evidentemente también fue
joven. Tiene hijos pero son adoptivos y explicaba que había sufrido 11
abortos. Tiene que ser durísimo hacerse ilusiones tantas veces y sufrir
desilusiones tantas otras.
Tiene que ser desesperante creer que vas a ser madre y de repente enterarte
de que no, una, dos, tres, cuatro,… once veces ¡qué terrible!
Sobre el mismo tema otra versión: hace años, muchos años, una famosa
locutora de radio ya desaparecida, decía en una entrevista que como ella no
podía tener hijos estaba en contra de la legalización del aborto.
Es como si yo, por haber tenido la mala suerte de sufrir un aborto natural
estuviera en contra de las inseminaciones artificiales.
Hay que tener en cuenta a todas las mujeres y considerar todas las
posibilidades, porque parece más conveniente que una mujer aborte que
obligarla a tener un hijo no deseado, hijo que puede acabar siendo
maltratado, infeliz, marginado,…
Menos mal que sólo iba porque me molesta la garganta, desde hace unos
días no paro de toser y me estoy quedando sin voz.
Menos mal que no iba con fiebre, ni malestar general, ni dolor fuerte en
ninguna parte, porque de lo contrario me podía haber dado algo.
Se armó un buen guirigay en la sala de espera.
Me explicaré:
La señora que estaba dentro de la consulta cuando yo llegué, salió y se fue,
pero a los 15 minutos estaba de vuelta y pretendió que la dejaran volver a
entrar y ese fue el inicio del “ruido”.
Además de mí había otras tres personas esperando, las tres estaban delante
de mí y las tres se opusieron a dejarla pasar.
Yo como no tenía mucha prisa y no tenía la garganta para dar
explicaciones, la habría dejado pasar si me hubieran dejado opinar, pero
visto lo visto y oído lo oído, opté por callarme.
Cuando salió de la consulta la señora que había entrado con su papel, se fue
con ella, supuse que era para que le dijera lo que había comentado el
médico, pero no volvió.
EN LA MESA Y EN EL JUEGO
Hay un refrán que dice: “en la mesa y en el juego se conoce al caballero”
y estoy de acuerdo con él porque viendo cómo come una persona, te puedes
hacer una idea clara de su educación.
No digamos nada de lo que puedes conocer de cualquiera si lo ves jugar y
ves si hace trampas, si sabe perder sin enfadarse, si sabe ganar sin humillar
al otro, etc.
En el cine hay gente que parece que fuera allí a comer, se pasan el tiempo
tragando, tragando cosas con olores muy fuertes, envueltas en papeles que
hacen mucho ruido, y a veces haciendo también ruidos con la boca ¡qué
mal gusto! Y qué manera de impedir al vecino de asiento disfrutar de la
película.
No digamos nada de aquellos que deciden hacer de comentaristas y nos
castigan con sus opiniones en voz alta, o de aquellos que como ya antes han
visto la película la van anticipando.
ENVIUDAR
Conozco a algunas mujeres que podrían decir que enviudar es lo mejor que
les ha pasado en la vida, para ellas enviudar ha sido lo mismo que
empezar a vivir.
Claro, es normal, porque tenían “maridos de los de otra época”, hombres
que si algún día las quisieron nunca lo demostraron, hombres que las
esclavizaron desde todos los puntos de vista, hombres que nunca las
trataron como a personas.
Por eso, si tienen la suerte de quedarse viudas cuando aún no son muy
mayores y cuando la salud aún no les da problemas serios, como los hijos
ya estarán crecidos y hasta fuera de casa, es el momento de empezar a
vivir.
LA CLASE DE HISTORIA
Me encantan las clases de Historia, la verdad es que tiene razón la
profesora cuando dice que la Historia es como un cuento, sobre todo si te
lo cuentan con las ganas que ella le pone, puedes estar un buen rato con
la boca abierta.
Por otro lado es verdad que “la Historia se repite” y puedes ver que
algunos errores que ahora cometemos también los cometieron hace años o
incluso siglos, y que cosas que ahora nos parecen muy modernas estaban ya
pensadas hace tiempo, sólo que no pudieron ponerse en práctica por falta
de dinero o de otros medios.
LA DEPRESIÓN POST-PARTO
Como su nombre indica es esa depresión que tienen, o pueden tener, las
mujeres después de un parto.
Pero este después no quiere decir que haya de ser inmediatamente después
del parto, qué va, puede ser unos días más tarde, o a los tres meses de nacer
el bebé.
Y mientras tanto, todo el día con un pecho al aire para que el monstruito
tragón te devore.
Tienes la impresión de que tú no eres tú, tú eres una vaca lechera, una
sirvienta, una enfermera, una MADRE, es decir que sólo existes en función
de que el OTRO te necesita.
Ese OTRO a la vez es tan bonito, tan pequeño, tan débil, tan dependiente
de ti, y le quieres tanto que todos tus sentimientos parecen contradecirse, y
te sientes HARTA pero a la vez CULPABLE de sentirte harta y de pensar
en ti.
Visto todo esto, lo raro no es que tengamos depresión, sino que lo raro
es no tenerla.
Claro está que todo es distinto, o al menos más llevadero, si tienes cerca a
tu madre o a alguien de confianza, alguien que te entienda porque ha
pasado por lo mismo, alguien que te puede echar una mano, y no sólo en el
trabajo sino y sobre todo en lo “espiritual”.
Para estos casos no suele servir el marido o padre de la criatura, aunque sea
un compañero de los que ayudan, aunque intente ponerse en tu lugar,
aunque lo intente de cualquier modo jamás entenderá cómo te sientes, ni él
ni nadie que no haya pasado por lo mismo.
LA EMIGRACIÓN
Este es un tema que ahora, desgraciadamente, está muy de moda.
Y digo que desgraciadamente porque va unido a las noticias de muchas
muertes, naufragios y desgracias.
Cada cierto tiempo oímos hablar de pateras, de emigrantes ilegales, de los
sin papeles, del tráfico de personas, etc.
Pero si echamos la vista hacia atrás, sólo unos pocos años, o unos pocos
siglos, nos daremos cuenta de que en aquellos tiempos éramos nosotros los
emigrantes.
Es cierto que en este caso la vida no estaba en peligro, es cierto que los
españoles que se fueron a Europa, todos o casi todos, iban con un contrato
de trabajo, es cierto que la historia no es la misma, pero no es menos cierto
que los que hemos salido de nuestro pueblo tenemos muchas cosas que
contar.
Por eso cuando oigo hablar a cierta gente con desprecio de los emigrantes,
yo no puedo entenderlo, porque este ha sido a lo largo de toda su historia
un país de emigrantes y deberíamos ser más solidarios.
Por otro lado, cuando paseando por la calle veo a extranjeros que se nota
que lo son por sus rasgos físicos, por su forma de vestir, o por cómo
hablan, y cuando salta a la vista que no se trata de extranjeros ricos que
están aquí de vacaciones, yo no puedo dejar de pensar “qué lejos están de
su casa, de su gente, de sus olores, de sus paisajes, de todo lo suyo, qué
pena que esto ocurra”
LA MEMORIA
Yo tenía antes mucha memoria, es decir, que no olvidaba nada, ni lo
reciente ni lo que me había sucedido hacía mucho tiempo.
Solía decir que de lo único que podía presumir era de buena memoria, pero
ahora ya ni de eso puedo presumir.
Supongo que es la consecuencia lógica de la edad, que lo que me ocurre
tiene que ver con que ya estoy más cerca de los 50 años que de los 40.
Es curioso que no sea capaz de recordar lo que hice ayer y sin embargo sea
capaz de recordar lo que hice un día cuando tenía 14 años, esto me
preocupa porque he oído decir que este es un problema de la gente mayor,
pero yo pensaba que por gente mayor se entendía gente de bastante más
edad que yo.
Recuerdo con especial simpatía las discusiones que podía mantener con
cualquier miembro de mi familia, o con cualquier compañero, cuando se
trataba de recordar un dato, daba igual que se tratara de una fecha, de un
color o de un suceso.
Yo sólo discutía y apostaba cuando estaba segura, pero es que si yo estaba
segura era porque mi buena memoria me permitía semejante seguridad,
cosa que a los demás no les entraba en la cabeza y que les sorprendía
cuando llegaba el momento de la comprobación.
Recuerdo que a veces alguien me decía cosas como “no es posible que
recuerdes semejante detalle” o “ese tipo de cosas no las recuerda nadie”,
pero luego se alegraban o se enfadaban, según lo que les tocara, al
comprobar que yo sí podía recordar tales nimiedades.
Menos mal que soy una persona normal y corriente y no tengo ningún
secreto de estado, ni ninguna fórmula secreta de vital importancia para la
humanidad que deba ser transmitida.
LA MUERTE
¡Qué tema!
Hasta hace poco tiempo yo no podía hablar de este tema sin sentir algo
extraño, era como si hablar de ella me hiciera sentirla más cerca, pensaba
que era un tema que a los jóvenes entristecía y a los mayores asustaba.
Tengo miedo a llegar a vivir tantos años que al final mi mente se deteriore
y lo que tenga en ese momento sea cualquier cosa menos vida, y me
convierta en un problema para quienes me rodean.
Es decir, que hay muchas cosas que me dan miedo pero entre ellas no
está la muerte.
Por otra parte, ahora empiezo a entender que la muerte es algo que puede
ocurrirle a cualquiera que esté vivo, que puede ocurrirle sin tener en cuenta
su edad y desde el mismo momento en que uno nace.
LAS MATEMÁTICAS
Todo en la vida es pura matemática.
Desde que te levantas hasta que te acuestas estás utilizando las
matemáticas.
Si lo que ganas al mes lo multiplicas por 12 meses que tiene el año, sabrás
más o menos lo que ganas al año, pero aún falta sumar las pagas extras, y
además habrá que sumar o restar, lo que Hacienda te devuelva o te cobre
al hacer la declaración.
Como los tomates no están muy buenos y encima están caros, no vas a
llevar más que un kilo, pero de naranjas llevarás dos kilos y la red de
patatas pesa 3 kilos.
Las magdalenas en cambio no las compras al peso sino por docenas, igual
que los huevos, bueno, estos a veces se pueden comprar por medias
docenas.
Ves que unos productos se venden al 50% de su valor, es decir que de 100
euros que valían han rebajado 50, o sea que sólo hay que pagar ahora la
mitad.
En otros artículos la oferta es menor, el 30%, tampoco está mal, porque
piensas, si a 100 le resto 30 me sale que debo pagar 70.
Como lo que me puede interesar valía 200 euros, multiplico 70 por 2 y veo
que pagaré 140, por tanto, 200 que valía menos 140 son 60 euros que me
ahorro, que no es poco.
Con estos cálculos se te pasa el tiempo sin darte cuenta y ya estás en casa,
hogar dulce hogar, sacas muchos papeles del buzón y al entrar en el
ascensor das a la tecla del 8º que es donde vives.
Podríamos seguir citando ejemplos del quehacer de cada día que están
relacionados con las matemáticas, pero tampoco hay que aburrir al
personal.
No parece lógico porque ocurre que, esas mismas personas, pueden ser
capaces de cálculos mentales muy difíciles, tales como acertar con los
puntos que hay que echar para hacer un jersey, las vueltas que hay que
hacer, o cuándo y cuánto hay que mermar o aumentar.
Lo mismo en un trabajo de ganchillo y no digamos nada en los de bolillos.
Pero naturalmente no puedes irte de casa cada vez que un vecino se pone a
hacer obras y ¡hay que ver con qué alegría se ponen algunos!
Dan ganas de salir corriendo cada vez que ves muebles en el portal.
¡Horror! Alguien que se va, por tanto alguien que viene, por tanto obras de
nuevo ¡qué pesadilla!
Paciencia señor.
Y menos mal que se trata de algo barato porque ¡hay que ver la cantidad
de pinzas que se caen!
Yo vivo en un 7º piso y la ropa la tendemos en un patio cubierto, es decir
que las pinzas no caen a la calle, y si a todos los vecinos les ocurre lo que a
mí, a diario caerán varias pinzas, como supongo que no siempre se
romperán con la caída ¿qué ocurre con esas pinzas? ¡Misterio!
Y es que si lo que se te cae es un calcetín, o una camisa, o un mantel, antes
o después alguien lo recoge y lo deposita en una especie de mostrador que
hay en el portal, por lo tanto, antes o después terminarás recuperando esa
prenda.
Pero es un misterio lo que pueda ocurrir con las pinzas.
Claro que de aparecer sería difícil saber cuáles son mías y cuáles del
vecino, puesto que todas son iguales o parecidas.
¡Hay que ver la cantidad de cosas que puedes hacer con las pinzas de la
ropa!
Puedes entretener a los niños haciendo con ellas trenes de colores, puedes
cerrar esa bolsa de patatas fritas o de magdalenas que no se ha terminado,
puedes sujetar esa pequeña cosa que acabas de pegar y aún no se ha
secado, puedes poner en una percha esa prenda tan especial que de otro
modo se arrugaría o no cabría en el armario por lo larga que es, y hasta
puedes coleccionarlas, sí, yo conozco a alguien que colecciona pinzas,
¿por qué no?
Ya hemos quedado en que es un buen invento.
LAS REBAJAS
Seguro que no conoces a mucha gente que pueda decir que jamás ha
comprado algo en rebajas.
Son una verdadera tentación, porque es difícil resistirse al atractivo que
tiene un artículo que hoy está a mitad de precio.
Por la misma razón da mucha rabia ver que ese abrigo que te costó tanto,
ahora vale mucho menos, parece que ahora ya no fuera ni tan bonito ni tan
bueno, parece que ahora hubiera perdido parte del encanto que tenía
cuando tú lo compraste, sólo unos meses antes.
Además no te consuela para nada el poder pensar que llevas unos meses
disfrutándolo, porque ¿a quién le importa si lo acabas de comprar o lo
tienes desde antes de las rebajas?
Pero las rebajas también son peligrosas porque la atracción que ejercen los
buenos precios hace que compremos cosas inútiles, o que no necesitamos,
pero ¡es tan barato!
¿Y quién no ha comprado alguna vez algo que no le gusta pero que como
es tan barato ¡ya lo usaré para andar por casa!?
O puede que hayas comprado unos zapatos preciosos para el niño, en las
rebajas de invierno, son grandes pero se los guardarás para el próximo
invierno, y cuando llega el próximo invierno ocurre que al niño le han
crecido los pies, pero no un número como tú habías calculado sino dos, así
que ahí se quedan los preciosos zapatos pequeños y sin estrenar, quizá haya
suerte y tenga el niño hermanos, o primos, o vecinos menores que los
puedan aprovechar.
Por todo ello, cada vez que hay rebajas, las asociaciones de consumidores
suelen dar consejos, consejos encaminados a que no tiremos el dinero.
Por ejemplo nos aconsejan hacer una lista con las cosas que podemos
necesitar comprar, hacer también un presupuesto, es decir, “me puedo
gastar hasta…” y no pasar de ahí.
Tanto en ofertas como en rebajas los productos deben tener las mismas
características que tenían antes, deben llevar en la etiqueta el precio actual
y el anterior y deben permitirte devolverlo si, al llegar a casa, descubres
que tiene algún defecto.
Bueno, pues ahora que sabemos todo esto ¡buenas rebajas y buenas
compras!
Pero he observado que no sólo les ocurre a las parejas de cierta edad, qué
va, si vamos por la calle con un poco de atención, veremos que les ocurre a
las parejas de cualquier edad, incluso a los muy jóvenes.
Hay quienes piensan que es bueno enfadarse de vez en cuando, porque así
luego viene lo bueno que es la reconciliación, pero yo no estoy de acuerdo
para nada.
Para mí, una bronca de pareja es lo suficientemente desagradable como
para que ninguna reconciliación compense el mal rato pasado.
MATRIMONIO
¿Qué es el matrimonio?
Así dicho parece muy poco romántico, pero es la verdad, es decir, que
aunque no se escriba se da por supuesto que se han de respetar el uno al
otro, que se han de ayudar desde cualquier punto de vista, que se han de
querer por encima de todo, etc.
Por eso, cuando el contrato no se puede cumplir, es cuando llega la
imposibilidad de vivir juntos.
Esto ocurre si uno de los dos faltando al respeto al otro lo engaña con una
tercera persona, si uno de los dos carga con todo el trabajo de la casa, o si
uno de los dos deja de querer al otro.
Y menos mal que a pesar de todo, hoy existe la posibilidad legal de romper
o deshacer ese contrato que es el matrimonio.
Porque hasta hace unos años era imposible y si una pareja decidía vivir por
separado, todo eran problemas legales, ahora por lo menos pueden
divorciarse o separarse legalmente, y si lo intentan y tienen mucho dinero
hasta pueden conseguir la nulidad de su matrimonio.
MENOPAUSIA
Se le da este nombre a ese momento en la vida de una mujer en el que deja
de tener menstruación, o regla, o periodo, o como cada una le llame, es
decir, cuando deja de sangrar una vez al mes.
Antes era un tema tabú, no se hablaba de ello más que entre mujeres y en
voz baja. Ahora afortunadamente se habla de la menopausia en cualquier
momento y lugar y hasta se bromea con el tema.
Sobre todo entre los jóvenes, es fácil oír a alguien diciendo que Fulanita
parece menopáusica, para decir que está rara, sensible, insoportable o
cualquier otra cosa de este tipo.
Hace unos años, por supuesto en el siglo pasado, y sobre todo en los
pueblos, al llegar a este momento la mujer se vestía de negro y no volvía
a quitarse este color, como para dar a entender que la vida se había acabado
para ella.
Si además le había tocado la mala suerte de tener que ponerse de luto por la
muerte de algún familiar unos años antes, pues podía pasarse los últimos 10
o 12 años de su vida vestida de negro.
Parece claro que “todo depende del color del cristal de las gafas con las que
se mira”, así que “valor y al toro”, o “al mal tiempo buena cara”
MUERTE DE UN HIJO
La muerte de un ser querido siempre resulta dolorosa, pero algunas son
insoportables.
Lo que sí sabe quien ha pasado por esta terrible experiencia, es que se trata
de algo que no se le desea ni al peor enemigo.
NO ES LO MISMO PREDICAR
No es lo mismo predicar que dar trigo, asegura un refrán y qué cierto es.
Seguro que todos podemos contar casos en los que se ve claro que es así,
yo voy a contar uno.
Se trata de un retazo de conversación que se produjo en mi presencia y sin
que yo pudiera hacer otra cosa que escuchar y sentir vergüenza.
Quienes hablaban eran conocidos míos, un hombre y una mujer, ambos aún
jóvenes y cuyos padres ni eran ni habían sido ricos, aunque eso sí, en casa
de ambos hubo siempre “servicio”, “chica”.
Y ambos volvían a decir que en sus casas siempre había habido chicas y
nunca tuvieron problemas.
Supongo que sería porque sus padres nunca fueron tan imbéciles como
ellos.
Porque ambos presumen de modernos, de progres, de haber conseguido
cosas que sus padres ni soñaron, ambos, seguramente, serán defensores de
los derechos humanos, pero para ellos y no para sus empleadas.
Además ella le exige a la chica que la trate de usted pero la tutea.
Lo curioso es que no entendían por qué les duraban tan poco tiempo las
chicas, es decir, que además parecían ciegos y cortos de entendederas.
PLANCHAR
De todas las tareas que hay que hacer en casa, para mí la más delicada y la
que más tiempo te ocupa es la de cuidar de la ropa.
Y como todos tenemos cada vez más ropa, cada vez hay más cosas que
lavar, tender, recoger, planchar, repasar botones u ojales, y por fin colocar,
etc.
Por ejemplo, mientras los niños llevan uniforme al colegio tienes que
cambiarles cada día de ropa interior y de camisa, pero falda, jersey y
pantalón que suelen ser de colores oscuros, pueden servir toda la semana y
sólo hay que lavarlos el fin de semana.
Y qué decir de esas telas que al pasarles la plancha cogen una especie de
brillo, o de aquellas en las que si pones un poco más alta la temperatura en
lugar de planchadas se quedan arrugadas.
Y por mucho que digan los anuncios de algunos suavizantes no hay nada
como la plancha, ni nada tan feo como algo sin planchar o mal planchado.
PRIMER AMOR
Primer amor, primer dolor.
Fue él, como estaba mandado, quien escribió la primera carta y ella le
respondió de inmediato, a vuelta de correo, estaba loca, loca de alegría,
loca de amor, loca y ciega.
Y a partir de ese momento empezó entre ellos una relación muy rara y que
duró varios años.
Durante este tiempo, aunque no se citaban, coincidían en las vacaciones y
siempre acababan juntos, luego se dejaban de ver y ella le escribía cartas a
las que él nunca respondía.
Ella terminó antes que él de estudiar porque su carrera era más corta.
Era joven, activa, trabajadora, alegre, no era fea, tenía trabajo y coche, era
un buen partido y tenía muchos pretendientes.
A algunos incluso les dio esperanzas de llegar a algo, con algunos llegó a
salir como pareja, pero no cuajaba ninguna relación, ella se dejaba querer
pero no los quería, no tenía pensamientos más que para aquel primer
amor.
Una y otra vez, incluso si tenía pareja, volvía a estar con él cuando
coincidían, estaba marcada por aquella relación.
PROSTITUTAS
Se dice de ellas que trabajan en el oficio más antiguo del mundo.
Desde luego que no lo haría por dinero puesto que el dinero apareció
bastante después.
¡Ah, ya sé!
Sería a cambio de una piel de oso, o de un pescado, o de un trozo de carne,
o de algo parecido, pero no, no puede ser, no puede ser porque cuando la
sociedad era tan primitiva, cuando aún no tenían religión como las actuales
religiones, cuando no existía el pecado, cuando lo importante era
sobrevivir, llegar al día siguiente, entonces no creo que los hombres y
mujeres entendieran la prostitución como hoy.
No puede ser que se trate del oficio más antiguo, qué va, debe haber un
error.
Para colmo es un oficio del que se habla con desprecio, pero que no
existiría si no hubiera clientes.
SAN SEBASTIÁN
El día 20 de Enero se celebra el día de San Sebastián.
Es día festivo en muchos pueblos de España, pueblos que tienen como
patrón a este santo, y como no podía ser menos, es festivo en la ciudad de
Donostia-San Sebastián.
Aquí la fiesta comienza la víspera por la noche, la gente suele salir de cena
y a las 12 acude a la plaza de la Constitución a ver la izada de la bandera
de la ciudad, se hace en los balcones de lo que fue en otro momento el
Ayuntamiento y que hoy es biblioteca municipal.
La bandera, blanca y azul, será arriada 24 horas más tarde, es decir a las
12 de la noche del día 20.
En cuanto a los niños cabe decir que también tienen su sitio, alrededor de
5000 niños participarán el día de San Sebastián, al mediodía, en la llamada
tamborrada infantil, todo un espectáculo de color y de ruido.
SER MADRE
Yo soy madre y creo que es lo mejor que me ha ocurrido en toda mi vida.
Hay quienes piensan que igual de importante es ser padre, pero yo creo que
no y ahora lo explicaré.
Pero antes de nacer, los nueve meses que pasa en la tripa de la madre son
muy importantes.
Hay estudios que han llegado a la conclusión de que el feto oye y llega a
conocer la voz de su madre, por eso es tan especial y tan intensa la relación
que la madre tiene con sus hijos.
Recuerdo que sentí que aquella cosita era mía (mía y de su padre), pero
mía en el sentido de que se trataba de algo que nadie me había regalado y
que no podría comprar en ninguna parte, era mía y además era algo
exclusivo, algo especial, algo irrepetible.
Supongo que es lo mismo que cada madre siente por sus hijos, aunque
sean muchos.
Por todo ello yo creo que ninguna mujer debería pasar por el mundo sin el
placer de ser madre.
TABACO
¿Te molesta? Si tú no piensas en los demás, no esperes lo mismo.
Y es que en este tema, como en todos, hay quien fuma pero antes de
hacerlo en un lugar cerrado o ante desconocidos, tiene el detalle de
preguntar si puede, si no molesta.
Pero hay otras personas que, como son mal educadas, lo son también para
esto, y egoístamente fuman en cualquier lugar y en cualquier momento, sin
preocuparse de si molestan o no, se creen con derecho a ensuciar el aire que
respiran ellas y todos los presentes y encima, se molestan si alguien les dice
algo, si les llama la atención o incluso si educadamente les pide que
apaguen el cigarrillo.
Además hay momentos en los que resulta cruel que alguien fume.
Como por ejemplo cuando en una reunión familiar hay una persona con
problemas de asma, o cuando se usa un ascensor, o cuando está cerca un
bebé.
Parece mentira pero hay gente tan insensible que ni en estos momentos es
capaz de ver que molesta.
¡Ah! Hay que añadir que esta campaña recibió un premio en el mundo de la
publicidad.
Refranes