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Martín Fierro:

¿una respuesta a
Facundo?

Instituto Superior Nº 9-001 “Gral. José de San Martín”


Espacio Curricular: Literatura Argentina I
Alumno: Jorge Zalazar
Año: 2010

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INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo abordaremos el estudio de las dos obras cumbres de la


Literatura Argentina del siglo XIX : Martín Fierro, de José Hernández y Facundo, de
Domingo Sarmiento, con el objeto de demostrar que el poema gauchesco es una respuesta
a la obra basada en el caudillo riojano, reivindicando y colocando al gaucho en un papel
de héroe trágico de las Pampas argentinas, categoría que nunca m´s abandonaría en
nuestra historiografía.

Para ello tomaremos como referencia los cuatro tipos de gaucho detallados por
Sarmiento en el capítulo II de Facundo “Originalidad y caracteres argentinos” y
trataremos de reconocer en los personajes masculinos de Martín Fierro a estos
estereotipos.

Previamente realizaremos una semblanza del gaucho rioplatense, personaje ya


desaparecido de los campos, debido a diversos factores que serán detallados en dicha
semblanza.

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El gaucho

El gaucho no es un tipo racial, a pesar de su innegable calidad de mestiza. El


gaucho es el campesino pobre, el trabajador sin un oficio especializado, díscolo y
enemigo de las ciudades, lo que da pie a la dicotomía sarmientina de Civilización y
Barbarie.

La palabra gaucho tiene, desde su concepción, una connotación eminentemente


peyorativa. Su acepción mas extendida es la de “huacho”, palabra de origen quechua que
significa “huérfano”, asimilable con la propia historia del gaucho, un ser sin familia ni
arraigo a un lugar. En el primer canto Fierro dice con respecto a la mujer y a la familia:
Yo no tengo en el amor
Quien me venga con querellas,
Como esas aves tan bellas que saltan de rama en rama-
Yo hago en el trébol mi cama
Y me cubren las estrellas.

Toda una declaración de principios. Esto dice con respecto al sedentarismo del
hombre de ciudad:
Mi gloria es vivir tan libre
Como el pájaro del cielo,
No hago nido en este suelo
Ande hay tanto que sufrir;
Y naides me ha de seguir
Cuando yo remonto el vuelo.

El término se cargó de tantos significados negativos que los propios miembros de


esta clase se colocaron a sí mismos el nombre de campesinos para diferenciarse del
gaucho, visto como un bandido.

El gaucho, en su calidad de mestizo expresa su desprecio tanto por el blanco como


por el indio, y un nuevo resentimiento nace en su alma, esta vez por el “gringo
enganchado”:
Yo no se porque el gobierno
Nos manda aquí a la frontera
Gringada que ni siquiera
Se sabe atracar a un pingo;
¡Si crerá al mandar un gringo
Que nos manda alguna fiera!.

El gaucho es un ser andariego, renuente a los trabajos que lo fijen a un lugar


determinado. Entran en relaciones con los indios, a pesar de su desprecio y desconfianza
mutuos, para escapara a esa vida aburrida. Pero allí también se encuentran con una
organización política y social que coarta, a su entender, su libertad.

Algo de razón tenía el gaucho para su poco apego al trabajo. Muchas veces
consigue trabajo en las estancias, siendo explotado por sus patrones, castigado por
capataces – que suelen ser también gauchos – o reclutados a la fuerza por el gobierno.

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Esta realidad es la que observa Sarmiento a mediados del siglo XIX y endilga
todos los males de la república al carácter de hombres de campo de los caudillos
federales, que se oponen sistemáticamente a la civilización, la educación y las letras del
hombre de la ciudad. Al fin, Facundo Quiroga era un gaucho de las estepas riojanas.

Biografía de Domingo F. Sarmiento

Domingo Faustino Sarmiento (San Juan, Argentina, 15 de


febrero de 1811 – Asunción del Paraguay, Paraguay, 11 de septiembre de 1888) fue
un político
,pedagogo, escritor, docente, periodista, estadista y militar argentino; gobernador de
la Provincia de San Juan entre 1862 y 1864, Senador Nacional por su Provincia
entre 1874 y 1879 y presidente de la Nación Argentina entre 1868 y 1874.
Se destacó tanto por su laboriosa lucha en la educación pública como a contribuir
al progreso científico y cultural de su país. En 1947 la Conferencia Interamericana de
Educación estableció como Día Panamericano del Maestro al 11 de septiembre en
homenaje a su fallecimiento.

Biografía de José Hernández

Escritor argentino, militar, político y periodista. Creador del extenso poema "El
gaucho Martín Fierro", Hernández se sitúa como el mayor exponente de la poesía
gauchesca. Hijo del federal Rafael Hernández, de origen gaucho, y de Isabel Pueyrredon,
cuya noble familia era partidaria de los unitarios, José Hernández nació en la alquería de
Pedriel, cerca de Buenos Aires. Por motivo de negocios, el padre decidió llevar al campo
y dejar a sus hijos Magdalena y José al cuidado de sus tíos Victoria ("Mama Toto") y
Mariano Pueyrredon. La infancia de José se desarrolló en ese ambiente hasta 1840, año
en que se trasladó a vivir con su abuelo materno en Barracas, debido a que sus tíos se
vieron a emigrar a Brasil por razones de índole política. Hernández estudió en el Liceo
Argentino de San Telmo y en 1846, muerta la madre, su padre decidió llevárselo a las
pampas. Las experiencias en el campo y el contacto con la vida gaucha durante parte de
su niñez y juventud, dejaron importante huella en el futuro poeta. Desde 1853 hasta 1886,
Hernández participó activamente de las luchas civiles de su país. A diferencia de otros
románticos de entonces, se hizo federal y se alistó en el ejercito rosista, hecho que
desencadenó la enemistad entre el y Sarmiento. En 1858 emigró a Paraná en donde
realizó actividades políticas, periodísticas y trabajó como contador de una casa comercial.
De regreso a Buenos Aires, fundó el periódico "El Río de la Plata" (1869-1870), en el que
asumió las protestas contra las injusticias de las que considero era objeto el gaucho,
después del triunfo liberal y en especial durante el gobierno de Sarmiento. En 1870, tras
la derrota del levantamiento de López Jordán, Hernández se refugio en Brasil. En 1872
viajo a Buenos Aires y publicó la primera parte del "Martín Fierro", conocido como la
"Ida"; en 1873, perseguido por Sarmiento, salió a Montevideo y dos años mas tarde
regresó a la capital argentina; continuó participando en la política y en 1879 publicó la
segunda parte del poema conocida como la "Vuelta.

En el año 1886 murió siendo senador en Buenos Aires.

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Facundo o Civilización y Barbarie

Facundo o civilización y barbarie en las pampas argentinas es un libro escrito


en 1845 por el político y educador argentino Domingo Faustino Sarmiento, durante su
segundo exilio en Chile. Es uno de los principales exponentes de la literatura
hispanoamericana: además de su valor literario, la obra proveyó un análisis del desarrollo
político, económico y social de Sudamérica, de su modernización, su potencial y su
cultura. Como lo indica su título, Facundo analiza los conflictos que se abrieron en la
Argentina inmediatamente después de la Independencia declarada en 1816, a partir de la
oposición entre civilización y barbarie.
Facundo describe la vida de Juan Facundo Quiroga, un militar y
político gaucho del Partido Federal, que se desempeñó como gobernador y caudillo de
la Provincia de La Rioja durante las guerras civiles argentinas, en las décadas
de 1820 y 1830. El federal Juan Manuel de Rosas gobernó la provincia de Buenos
Aires entre 1829 y 1832 y nuevamente de 1835 hasta 1852; en el curso de los
enfrentamientos entre unitarios y federales, Sarmiento, miembro del bando unitario, se
exilió en dos oportunidades en Chile (1831 y 1840), y en la segunda oportunidad escribió
el Facundo. Sarmiento ve a Rosas como un heredero de Facundo: ambos son caudillos y,
según Sarmiento, representan la barbarie que deriva de la naturaleza y la falta de
civilización presente en el campo argentino. Como explica Pigna, «Facundo, a quien odia
y admira a la vez, es la excusa para hablar del gaucho, del caudillo, del desierto
interminable, en fin, de todos los elementos que representan para él el atraso y con los
que hay que terminar».
A lo largo del texto, Sarmiento explora la dicotomía entre la civilización y la
barbarie. Como observa Kimberly Ball, «la civilización se manifiesta mediante Europa,
Norteamérica, las ciudades, los unitarios, el general Paz y Rivadavia», mientras que «la
barbarie se identifica con América Latina, España, Asia, Oriente Medio, el campo, los
federales, Facundo y Rosas». Es por esta razón que Facundo tuvo una influencia tan
profunda. Según González Echevarría: «al proponer el diálogo entre la civilización y la
barbarie como el conflicto central en la cultura latinoamericana, Facundo le dio forma a
una polémica que comenzó en el periodo colonial y que continúa hasta el presente».
La primera edición de Facundo fue publicada en 1845. Sarmiento eliminó los
últimos dos capítulos para la segunda edición (1851), pero los volvió a incluir en 1874,
decidiendo que eran importantes para el desarrollo del libro.

Tipos de gaucho en Facundo

Sarmiento era un hombre del interior, nacido y criado en la pequeña provincia de


San Juan. Allí pudo observar con detenimiento al gaucho, tipificándolo en una
descripción minuciosa en el capítulo “Originalidad y caracteres argentinos”.
Los describe con sus barbas, sus ponchos, su vanidad y arrogancia manifestada en
el rechazo a la forma de vestir del hombre de ciudad.
El rastreador

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El rastreador conoce hacia donde van las huellas de un animal, a que tropilla
pertenece, si va despacio o rápido. Es un personaje circunspecto, y para los demás su
palabra es ley.
En Martín Fierro el rastreador aparece desdibujado, con algunas pocas referencias,
como la partida que busca al héroe y lo encuentra, y de la que después se desprende
Cruz, al ver el coraje y la destreza con el cuchillo del héroe del poema.

El baqueano

Este es un gaucho grave y reservado, que es un topógrafo infalible. El baqueano


anuncia la proximidad del enemigo por el movimiento de los animales de la Pampa.
Conoce cada tramo del campo con minuciosidad. En Facundo el personaje que encarna
este tipo de gaucho es Calíbar, está muy emparentado con el rastreador, y suelen aparecer
juntos. En el poema de Hernández lo podemos detectar en el conocimiento del suelo de
Martín Fierro al escaparse de los indios y perderse entre las malezas.

El gaucho malo

Es el gaucho perseguido por la justicia. Es nómade y se defiende con valentía de


las partidas. Suele robar mujeres de los bailes de campaña. Está divorciado de la sociedad
y proscripto por las leyes.
Aquí encontramos a varios de los personajes masculinos de Martín Fierro que
detallaremos a continuación.
Cruz:
como su nombre lo indica es la otra cara de Martín Fierro, su reverso. Es un traidor, que
decide pasarse al lado de Martín Fierro cuando la lucha ya está decidida. Acepta los
encargos del Comandante y toma venganza en el cantor de pulpería y el ayudante,
revelándose su cobardía.
Dice Cruz: Andaremos de matreros
Si es preciso pa salvar;
Nunca nos ha de faltar
Ni un güen pingo para juir;
Ni un pajal ande dormir,
Ni un matambre que ensartar.
Es un personaje plano, no evoluciona, sino que mantiene su carácter ladino hasta
el final, donde revela un secreto que debió contarle antes al amigo, la existencia de un
hijo.

Vizcacha:

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el ejemplar más característico de esta clase de gaucho. Es el personaje quizá mejor
descrito por Hernández, en todas sus características. Su vida es una vida de cueva, como
la de las vizcachas. Es malvado, blasfemo y sin ningún escrúpulo moral. Su filosofía es
pragmática, pero es más honesto que Martín Fierro, pues mientras este no lleva a la
práctica lo que predica, aquel habla como vive.
Vizcacha es una alma sin contacto con otras almas, desconfiado con los hombres y
solamente rodeado de sus perros.
He aquí su descaro: Hacete amigo del juez
No le des de qué quejarse;
Y cuando quiera enojarse
Vos te debés encoger,
Pues siempre es bueno tener
Palenque ande ir a rascarse
Otro personaje plano, nunca renuncia a sus inmoralidades.

El hijo mayor

El hijo mayor estuvo preso, y si bien su cuerpo está fuera de la celda, su alma
sigue prisionera, sujeta a una condena injusta. Es una víctima de la injusticia y es la voz
de los sin voz. La justicia muy severa
Suele rayar en crueldá;
Sufre le pobre que allí está,
Calenturas y delirios,
Pues no esiste peor martirio
Que esa eterna soledá..

Picardía y el hijo segundo

Podemos vincular a estos personajes como seres con vidas paralelas, pero con
matices que los diferencian claramente. Picardía, como su nombre lo indica, es un
personaje propio de la picaresca española. El tramo en el que su voz es la voz narradora
se acerca a los modelos del Lazarillo o Guzmán de Alfarache. Carece de voluntad para
oponerse a su destino y se aprovecha de esas circunstancias. Conserva el carácter
acomodaticio de su padre, Cruz, de quien es una continuación.
Ansí por ella empujado
No se las cosas que haría
Y aunque con vergüenza mía
Debo hacer esta advertencia
Siendo mi madre Inocencia

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Me llamaban Picardía
El hijo segundo, en cambio, es arrastrado por la presión de los hechos y conserva
una reserva moral que lo guarece de caer en el delito, a pesar de vivir con Vizcacha.
Demuestra que el gaucho puede resguardarse de caer en la barbarie total, primera
oposición al modelo canónico de gaucho de Sarmiento.

El cantor

Es el trovador de la Edad Media, el que canta las historias cotidianas del gaucho y
su ambiente. El cantor vive donde la noche lo sorprende. A veces canta sus propias
hazañas y no está libre de tener problemas con la justicia (inclusive algunas muertes).
El moreno
Es la figura de más alta jerarquía moral de todo el poema. Se destaca en él el amor
por la familia y el apego al trabajo.
Mientras que Martín Fierro lo ofende, el Moreno se mantiene respetuoso, tratando
de usted a su rival.
Lleva de manera inteligente a Fierro a su terreno, para recordarle el asesinato de
su hermano y la desolación en la que quedó su familia.

Martín Fierro

El héroe trágico de la pampa. Se reconoce como gaucho cantor, no como guacho


malo. Si mató es porque lo ordenaron las cirscuntancias. Ser cantor significa una
vocación y un don que le agradece a Dios y a la Virgen.
Su orgullo se basa en que el canto es tomado como símbolo de coraje y virilidad,
ya que el gaucho considera el trabajo como una obligación, y la única libertad que tiene
es tocar la guitarra.
Así comienza el poema: Aquí me pongo a cantar
Al compás de la vigüela
Que el hombre que lo desvela
Una pena extraordinaria
Como el ave solitaria
Con el cantar se consuela
Es un personaje redondo, evoluciona durante el poema. Comienza siendo un
gaucho malo, “matrero” como se autodefine, pero las circunstancias lo van modificando.
Sus años de padecimientos entre soldados e indios marcan su carácter, que se va
moldeando por las privaciones a que está sometido. La amistad con Cruz lo termina de
marcar, al encontrar su otro lado, su reverso. Un hombre que cuenta lo que el no se
atreve, que hace de su vida privada un motivo de conversación. A partir de allí Fierro ya
no será el mismo, se va amansando y adaptando a la vida sedentaria que el siempre

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despreció, sobre el final finaliza la metamorfosis del guacho, imposible en la visión
sarmientina.
Fierro es el gaucho sabio, que abre el camino a su descendencia para que puedan
escapar del destino esquivo del paisano, inflama de moral los pechos de sus hijos y de
Picardía, el hijo de Cruz. El ya no podrá mejorar su vida, pero las nuevas generaciones
podrán entrar en una nueva etapa de reivindicación, fuera de las influencias de políticos
inescrupulosos (¿otra referencia velada a Sarmiento?)

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Conclusión

Martín Fierro es la obra cumbre de la gauchesca. Nos presenta al gaucho como el


verdadero héroe argentino. Sarmiento lo despreciaba pero no del todo. Sostenía que tenía
una gran virtud: la fe en si mismo. Por lo demás era un elemento despreciable que debía
ser domesticado por medio de la educación.

Hernández presenta una nueva imagen del hombre de las pampas, en pleno
proceso de desaparición al publicarse el poema. Es el gaucho que ha sido llevado a su
estado, no por caracteristicas naturales de su estado, sino por los aprovechados de
siempre: estancieros, policías, militares, y políticos inescrupulosos que hicieron del
gaucho carne de cañón y que, aunque casi en extinción, creyó el vate criollo que debía
rescatar del olvido y terminar con su leyenda negra.

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Bibliografía

Croci, Paula. Mito, fábula, épica y tragedia. Aula Taller. Buenos Aires. 2010

Drenen, Olga. Cómo escribir cuentos y novelas. Longseller. Buenos Aires. 2007

Hernández, José. Martín Fierro. Editorial Betina. Buenos Aires. 2005

Martínez Estrada, Ezequiel. Muerte y transfiguración de Martín Fierro. Centro Editor


de América Latina. Buenos Aires. 1983

Pérez, Alberto. Facundo: Sarmiento interpreta su nación. En Dilemas políticos de la


cultura letrada. Corregidor. Buenos Aires.

Sarmiento, Domingo. Facundo. Centro Editor de Cultura. Buenos Aires. 2005

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Anexos

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