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tar lrasta qué purrto sus nriernbros el'an in[E];;Es c eslar.art desespe-
rados rnientras vi.víarr juntos.
Cuanto nrá.s tiernpo ttayarr conv'iviCo j: . f e'scl'las, t¡tlto nlás
ticlldc ¿l' pr'()lorrgarsc cl ¡lcl'íorlo <lc rlr¡':ln, í-ll rlrc.'iu rlt:liv¡r tlc l¡r ¡rúr'-
dida clc los pluccrcs y cx¡)u'icnci¿rs cunlpi.irtidas, ¿tdctttas clc I¿r t'c-
nuncia obligada a las esperanzas puestas en otro tiernpo en la rela-
ción. Donde no se clé un proceso cle Cuellc, e! resultado suele ser la
pcrsislcrrcia prolorrgndn dc sortiruicntr,c hctidos quc llevat'árl quizá
a la desesperaciórr y al hundinrientc psicológico. De hecho, para la
mayoría de lns personas los sentirnicnl¡s generados por el tlivorcio
¡o pat.ecetl desapal'ecer del todo collel paso de los años; ciertos su-
cesos posteriores, como el nuevo matrinlonio cle la anterior parcja,
los apuros económicos o las clisputas sobre la eclucación de los hi-
jos pueclen revivirlos viotcntamente. E,n los casos ell que uno cle
los dos continúa estando muy implicado emocionalmente con el
otr.o. ¡unque seacle fonna decididanretrte desfavorable, el resultaclo
tiende a ser en tales situacio¡es un rebrote de amargura.
El paso por una fase de duelo es, según Wallerstein y Blakes-
lee, la tlaue para (recuperarseD tras el divorcio. Todo aquel que se
udespar.ejau b* su arrterior esposo o esposa afronta la tarea de esta-
blecer un (nuevo sentido del yo>, un
(nuevo sentido de identi-
dado, En un matrimonio cluradero, el sentido de identidad de cacla
uno de sus conrponentes se vincula al de la otra personfl Y, descle
luego, al nratriritonio misrno. A raíz de la ruptura matrirnonial,
cada uno cle los dos deberá <rr€fflontarse a su experiencia arrterior y
y raíces para su inclependcncia, para scr
encontr.ar otras irnágenes
de la seguncla oportunidacl que
capa z de vivir sola y huc.rse cargo
les ofrece el divorcio'>.
Una persona separada o divociada necesta coraje moral para
i¡rte¡rtar establecer ilueuar relaciones y encotrtrar ott'os itrtereses.
Muc¡a gente pierde en tales circunstancias la confianza en sus
propios iuicios y capacidades y puede llegar a sentir que lo vale a
p*nu hacer planes para el futuro. oAdvie¡ten que -la vida asesta
golpes ¿uros'y es funclanrentalmente irnpredecible, llcgan u lu cotl-
óluiiOn de quá los planes mejor trazados fracasan y no se animan a
proponerse objetivs a largo ni sir¡uiera a corttt plaz.o y tlluclro lllc-
nor'u trabajar pa ra alcanzarlos,u La superaciórr de esos sentimien-
tos r.equier.e co¡starrcia frente a los t'eveses y volurltacl para nloclili-
..1. z ¡
utr.ca':ásigl:.lii'ió'icornundial.-Eilé.''¡
It eiPresión ur'u'{51
industrializador>. lllteñTras se acepte que t Se
ik .¿*ot¡i¡i¿;r;'dr'produffi,*c-
rcs
nlercanclas que conrprcncle
t
t
lüéicaricía dc la [uerza
-
ffi*lasinstitucionesdeuigilancia.fundamentodelct.eci-
miento masivo clel poder organ izaiivo ligado a la aparición de la
vida social moderni" La vigiiancia5e rcfiere al control supervisor
dc las poblacioncs sclrrrüJiclis, t¿rnto si cstc control atlopta la fut"ttt¿t
cle su pL rui sión nvisi bl_.il.qr'r elleÍit dó clado- por'Foucault' .como L
¡
s
nal, pero esto es una equivalencia rnás bien itnplícita quc explicita'
rlerrte tenratizacla. E,l dstaclo nacional. e¡t cuanto entiCad sccioPo-
lítica, contrasta funclarnental¡nente con la ma]'oría de los tipcs
ciei
aJc lislaCo
orclep tradicit¡nal y nace sólo corno partc clc un sistcnne
(que tierte canácter I11!"!11''l rell'
nacional rnás urnpiio en la actualicJed
t'i-
por*" formas muy espé.ilicas de territorialicad ]"cepe;i'dad cc dc
gilancia y nlonopoliza eficazrnente el ccntroI scbre lcs nledios
interna-
coacciórr.a En la literatura especializaCa scbl e neleciones
<acto-
cionales, los E,stados nacionales se tratan a n:nenuCc como
28:
t-esD --{olno bien que cc}nc *<estructurasD- y exis-
(agerttes>> lnás
te para ello una neta justificación. En eiccto, los Estadtls nloclcrnos
(actúarrD en
son sistemas refiejalnente controlacJos que, si bierr no
el selltido estrictsdel térrnillo, persiguerr unos propósitos y planes
coordinados a e$cala geopolítica, En cuanto talcs, son un ejerrrplo
!
ffiranaquíenconsicIeración,ycadaunodeelloseS
en cste tibro. Ul pri-
[unclarnental para tos argurnen!.os expucstos
mero es lo que llarno n W1io'-Toda{
lasculturashanposeído,porsupuesro,deffiio-rTTárnlodost
No
de calcular el tiempo así como formas de situarse en el espacio.
existe sociedad .uyor individuos no tengatt un selrtido del futurt¡,
el presente y el pasaclo. TorJa culturu posee algún tipo de nlarcado-
,., *rpaciales rormalizados que indican una particular conciencia
clc la localiznciórr. Sip crrrbargo. en c()rrrliciottcs clc ¡rt'ctttoclcl'llitlfltl' ¿
es íones ntodcr-
í-) r.
r con el \ --' i
"-
libro.
de
ün¡urrsulización sigrrifica que nadie puede o<lesentenderse¡r
por la en cuanto a las
las transfor¡naciones gineraclai
'rodernidad
.onr..u"n"¡as cle, al ñ..nor, algünos de los mecanisnlos de desen-
clavc: así octtrre. por eicrnplo. con los ricsgos rntlndinles de
una
guerra nuclcar o tlc una catástrofc ccr'rló8ica' Muchos otros as'
iectos clc las inslituciolrcs r'¡roclcrtras. incluitlos los quc aclúan a
o se dalr
nales se producen con mucha frecuencia imponderables
;s-páüt que son objeto de acaloradas discusiones); tantpoco
se
rcflcxiviclacl
la
trala de un proceso unilateral, pues at ser p.arle
cJc
Duropa
svr
-rr4
cientos clc inrprentas. t k:y cn 9ío lÍ, palabra-imprcsa,:l?::
ocupanclo el ccntro,ir la nlockrniclacl y de sus recles nlundiales.
vvvrs..t-v . I f l^---
han
I)r.ácticamcntc toclas las lcnguas conociclas dc la humanirjacl
y la parn
siclo pucstas por.cscrito y cl rnatcri¿rl itttpt'eso gapaciclad
producir.lo e interpretarlo es ur1 nlcclio indisperrs,obl. de coordirra-
ción aclnrinistrativa y social, incluso cn las sociedades con un bajo
irivcl d- ¡;,,-,, , t.,., lctr'.¡Ja. Scgu¡r cilculus, la cnrltitlnrl clc lllIlt':ri'tl
impreso produciclo en toclo J rnunclo se ha itlo dupticando
cada
quina" ,ñot desde la época de Gutenberg'tn . .- !-.^^-a^a,a¡
que contri
ffiionesPre@ oficlact:pe@t-
a¿ recienlg,-b imPortancia re-
!',
impre.sos Y coln
ff
na idea ha-
"
circulación nlasiva de ma-
la de los mensa-
teriales impresos pertenece a una época anterior a
ha ri¿o sostenida en especial por
ies electrónicos. b,sta opinión y otros. Desde
McLu¡a', que contrapoire de manera radical unos
cronológica, es cierto quc cl
e[ pu'to de vista cle la pura sucesión
prensa p€-
.j;plo por excelencia cle material impreso masivo
-la
antes del adve-
riódica- inició su existencia alreclcclor de un siglo
cornpletamente equivo-
ni'rierrto de la tclevisión. Sin embargo, es
anterior a la apa-
cado co¡siclerar la prinrera corrlo unisintple fase
ha sido ya desde
rición de la segun,la; la c<tntunicación eleótrónica
dc los tncdio's clc
nluy pronto uñ clcrr',.ni,, vital para cl clc.sarrolltl
lu-
inrpresos. Aurxluc la invcnciór'r tlcl tclógrafo tuvo
cor'unicación
prirncr ilorecirrliento cle los diarios y las re-
;;;,rtgo clespués {*lpara la fonnaciórr dc lo que conoccrnos collto
uirtnr, ru* escncial
clc e+not'i'
publicacigncs pcrióclicas c inclu.so para la itJca misma
aún más estos
cia,r. I-a comunicación telófonica y por radio amplió
víncutos'
r rr gran varlrgclacl clg rgvis'
"u,,,.r^o ,lo
..r.-.^..A^ clia¡ios
Los p¡irtreros cle nolicias f v ttna
n^r inins (.v
tas y p;blicaciones periódicas) fueron tlc inrportancia principal
y el tiempo,
;;; licua, a térrnino la separación entre el espacio
40
de la Drensa actual.rs
clcl tc-
Rrooker-Cross ha'clcnrostraclo quc ¿ultcs dc l¡r np¿lriciórr
rccientes y al alca¡tce de los
lógrafo las noticias cJcscribían sucesos
particu-
lectores; cuarrto nrás alejado estuviera un acontecirrliento
lar, tanto rnás se clemoraría su fecha de aparición. Las
noticias
prove'ientes de lugares lejarros llegaban gn fornra de lo que esta
europeos,
autora denornina upaquetes geográficosrr. Los tnateriales
literalrnenlc en paqtrctes plt barco
ou, ejemplo. se transportabin <Es-
y se pr-ese¡taban en la forrna ell que la prensa los encolrtraba:
tas son las noticias traíclas por un barco llegado de
Londres.>) E'n
provocada
otru, palabras, los canales db comunicación y la presión
por las cliferencias espaciotemporales contiguraban_directatnente
lapresentaciónclelaspáginasi*preSasdenoticias.@la
introducción det tel¿gr&X, {4s lur4g-dcl telófone y olles
medios
ffiFf¿croffi-detErrñlñaría la inclusión cle un suceso
;
---<lancto así
cle nluáor privilegiadou respecto a su propia ubicaciórr
pr.eferincia a las noticias locales-, pero sólo por contraste con la
pr..*inencia atribuida al suceso'r6
Las irnágenes visuales presentadas pot' la televisión, el .ttti;
los vícjeos crcan, sin cluda, retlcs cle expcriencia mediatla inalcgn'
zables para la palabra impresa. Sin embargo, estos T*dios, al igual
quc ln prcnsa. las rcvistas. las publicaciones periódicas y otros ti'
pot clc material inrpreso, son tanto ntedios de expres-ión de las ten'
i.,.,.ias al clesencláve y la nrundialización de la modernidad como
irrstr.ur¡cntos clc cliclras tendcncias. Las serttejanzas entre nrcdios
irnpresos y electrónicos son lnás importantes que sus diferencias
puiu la fornlaciórr de las irrstituciones modernas. Así ocuffe col'¡
bor rasgos básicos cle la experiencia mediada en coJdiciones de
-;u¿.*Trra. mae-
el suce-{
ffieguiclc¡impclncrScnrfficonrpletamcntcalalo-t
cali zación, i; presenlación que de él hacen los medios adopta la
fur rrr¿r cJc un¿t v.uxtnptrsición clc rclatos v lrrateriaLeq quc c,orllP:1l'tctl
tan sólo su carácter (cronológico" y secuencial. La página dc un
son ejemPlos
igualnren,. rigrrificativos del .f."to collage. ¿Podría este efecto ser i
¡rcrlte no. U¡i cctllug,c no cs, por cJcllnición, ur relato; pero ta coe-
xistepcia cle clif-erentes nrateiialcs en los ¡neclios de comunicación
po constituye ur'r revohijo caótico de signos. l,as ahistoriaso sepa-
t
radas yuxtapuestas una al lado cle otra expresan, más bien, ciertos
ordenanrientos y una secuerrcialidacl' típica de un entorno espacio'
tenrporal modificado en el que se ha desvanecido en gran rnedida
el predominio de lo local. No se suman, por supuesto. para consti-
tuir un único relato, siuo que clepertdert de urridaclcs dc '' pcrls¿t-
nliento y conciencia y las expresar, en cierto sentido.
La experiencia nrediada de los tiernpos modernos se caracteriza
por un segundo lasgo importante: la introntísiott de sucesos dis-
tanrcl -
se tengd de ellos. Así, Por
ejemplo, ciertas personas puecJen sentir como algo ajeno y remoto
rnuclros de los sucesos referidos en las noticias; pero muchos otros
penetran igualmente de manera habitual en la actividad de cada
día. La [anriliaridad gertcrada por la experiencia mediada puede
42
glie"s
ñ;J;r rJffii.,.'irür-J--fiñi@i '-.-*J
,"G; nos ha
-
en el tc'
posibiliclacles contrafácticas es intrínseca a la reflexividacl
y evaluación de riesgos. No hay duda de
rreno cle la estirnaciórr
las insti-
que, €n cierto senticlo, .rtu opinión se ha introducido en
virrculado ya
tucioncs nlodc.nas. Los seguros. por ejernplo. se harr
clesde muy pronto, no sólo a los riesgos que irnplican
los mercados
potcniir,l.t de trn amplio abanico dc
capitalistas, sino a los [utu'os
El cálculo de futuros por
características inclividuil.r y colectivas.
par.te de las compañías de seguros es en sí mismo una empresa
clave clcl
arriesgacla, pero es posibte ¿ári¡nitai algunos aspectos
la ntayoría de las si-
riesgJcie unu forma que no se'ia posible en
del riesgo por parte de
tuaciones prácticas de la acción. Ei cálculo
y actitud típica es la de in-
las cornpaniu, cle seguros es actuarial su
que no se aju-stan al
te*tar elirninar.aspJctos o fornras de riesgo <actos
decir, los
cálculo de probabiti¿o,l.s cle nluestras anrplias:
es
46 ..
lante clc ln ficr.r'a. pet'o srlbrc loclt) pat'Ít qtricttcs vivctl ell las'7.ollils
geogr'á{icas del corazórr cle la tltoderlriclad.
Ál .ornparar los sistemas premodernos y rnodernos, la clifererr-
cia de relaciones entre conocirniento trácnico y profano se refiere a
la posibiliclad tlc acccsu clc los agcntcs prulbnos a la dcstrc7.it c irr-
fonnación cle los expertos. El conocitniento profesiona{ de las cul-
turas prernodcrnas ticnde a dcpordcr tlc proccdirnicntos y ft¡rtttits
SinffiopollenauttacocIificaciónexplícita.[rrloscasoS
en que este conocimierrto esté codificado, ño estará a disposición
dc inclivicluos rro cxpcrtos, pucs la insl.rucciórr cs utl tllollopolio dc
una rrrinoría celosainente guarclaclo. La salvagtrarcla .t*l-g3.tgt
esgtérico det congcinrientó espccializ.ado, sobrc todo allí tlonrlc
este aspec dcstrc r.a y cl arte>, es proba-
blemente la base principal cle cualquier rango distintivo alcanzado
por tos expertos. Én los sistenlas modernos, los aspec:tos esotéricos
¿* la pr.ofesionaliclad tiencrr poco o nnda que ver con su incfabili-
dad y'd.p*rrclen de una conlbinación de entrenattliento y especiali-
zacié¡ prolongada (aunque no hay ducla cle qrte algunos expcrtos
los sociólogos- suelerr nluy a tttettudo levatrtal' ull llluro
, -colllo sus pretensiones de diferenciación
de jerga y ritual paia proteger
técnica). La mp*.ializáción es en realidad la clave del carácter cle
lossisternds.mocle¡nosabstrac,tos.r|Wconterlidoen
las fortttat ¿. O."gtionalización nrocleñT está en Wt
ffialquiera oles
A- L toclo cuanto
Una pefs()na pUgLla IUE,IAf bUal LLrllvsl tirse en \,/alrur
I'll )s t'/r-¡ tv en
exPerto -'r\¡r o
v". uno \¡' clos
.
pcqucñ<.rs írrlrbitos clc i,rs sislon¿ls dc conocirlricttto
-h-__ ttttxlct'll(!s. sil¡-
nifiro que los sistemas abstractc.ls son opacos para la tttayoría. Su
cualidacl cle opaciclad +l elemento que fundamenta la expansión
cle la confianz.a en el contcxto de los ntecanisrnos cle deserlclave-
pr.ovicrrc cle la irrtensiclad nrisnta cle especialización que lo! siste-
rnas abstt'acto o tiemP
os con tribu-
ye clir.ectarnente al carácter errático y desbocado de la moderniclad.
La activación cle esa pericia nrodet'n0, a diferencia cle la mayoría
cle sus forr¡as prernodernas, es de car'ácter altarnettte rcflejo y se
oricnta, por lo general, lracia un pcrfcccionanrictrto intct'no tl clica-
cia co¡ t irruos. Los esfucrzos clc los expet'tos ell la resoluciórt clc
47
.termedios(porejemplo,entreentidadeslocalesy
,oiganizaciones estatales). Pero el grado de distanciarniento espacio-
i turitooral intruducido por la nrocle n-
x
la-sr-oc¡ed@errela
varios los
factorcs que inüuycn clc n]ancra dirccta en la rclación entt'c la
identidact clel yo y las irrstituciones nroclet'nas. Segútr hemos subra-
vado en las págirlas anteriores. la rn<¡clerniclad introcluce un elirra-
nlisrno elen'lental en lt¡s ssuntos humanos ligaclo a cambios cn los
mecsnismos de confianza y en los entornos de r{esgo. No creo que
sea cierto, óomo han sugericlo algunos, que la Edad Moclerna $ea
específicarnente una época de angustia, por contraste con épocas
anteriores. La angustia y la inseguridad, han torturado a otros pe-
ríodos además del nuestro y probablemente hay pocos motivos
para suponer, co¡no sc ha hccho algunas veces, que la vids cn cul-
turas más reducidas y tradicionales fue más equilibrada que la de
hoy. No hay duda, sin e¡nbargo, de que el contenido y la fonna
cle las angustias do¡ninantes ltan cambiado.
t,¡r rclicxivitl¿rtl clc l¡r tntrlcrrrirl¡rd ¡rlcnnzir nl cot'¿tr.útt ctcl yo. Di-
cho cle otra nlanera, etr el contexto de un orden postradicit¡rral. cl
leWrcnvi Las tmnsiciones en las vidas
inclivicluales han exigido siemprc una rcorganización psíquica, algo
que en las culturas tradicionales solía quedar ritualizado en forma
,i. rilos de paso. Pero en tales culturas, donde las cosas se nrante-
nían más o menos inlnutables generación tras generación en lo co-
lectivo, los cambios en la identidacl queclaban claramente marcados
(como en el paso del individuo de la adolescencia a la edad adulta).
En cambio, én las circunstancias de la modernidad, el yo alterado
deberá ser explorado y construido corno parte de un proceso reflejo
para vincular el cambio personal y el social. En el estudio de Wal-
iersteirr y lllakeslee se insiste claranrente en ello y su obra no es sólo
urr clocunrcnto sobre ese pr'oceso sino que cotrstituyc tanrbión utla
contribución al rnismo. El (nuevo sentido del yo)> que, como dicen
lasautoras,clebellcultivarparacióntttar.ital.
se construye como parte de un proceso de introducción de fonnas
sociales inrrovadoras, conro las que irnplica la moderna paternali-
dad no consanguínea (el nrisrno térnrino de (parentalidad> fparen'
tingl es una invención relativamente reciente que ha ayudado a la
constitución de Io que ahora describe), El proceso de (remontarse a
las expcriencias tcmpranas de uno mismo>, analizado por Wallers'
tein y Blakeslee, forma parte precisamente de una activación refle'
xiva de Ia identidad del yo; no está limitado a los momentos críticos
de la vicla. sino que es un rasgo general de la actividad social mo-
clcnra cn rclación cotl la organizaciórr psíquica.
En semejantes circunstarrcias, los sistenlas abstractos intervie-
nen de manera crucial no sólo en el orden institucional de la mo-
i0
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