Una vez cada año

Vienen los tipos de rojo y blanco

Prometiendo regalos

A los niños desesperados.

¡Pobres ellos por sus padres,

Que no enseñan las verdades!

El tipo de rojo traje

Es un cuento, tú lo sabes.

Solo viene para Diciembre

Y te pregunta “¿Qué quieres?”

 Si eres diestro responderás:

“Quiero algo que no puede dar.

Deseo paz y felicidad

Y que cierto niño nazca ya.

No solo por Navidad,

Sino de aquí a la eternidad.”

“¿De qué niño hablas con tanta devoción?

¿No sabes que la navidad soy yo?”

“De eso se equivoca, señor panzón.

Hay alguien que lo es con razón.

Es Jesucristo, nuestro Señor,

Que de una Virgen nació

Y por todos en la cruz murió.”

 “Te creo, no lo dudes.

Por la Iglesia he pasado.

Pero, Él nació en podredumbre

Y yo te doy regalos

Que Él no puede costearlos.”

“Los presentes que usted otorga

Se desvanecen con las horas

Y los del Señor de los Cielos

Se jactan de ser eternos.”

 “¿Qué te puede dar Él?

¿Algo mejor que un televisor 3D?”

“Por supuesto, ¿usted no cree?

Puede dar salud y bien

Y paz y amor sin merced.

Eso sin mencionar

Una vida en eternidad.”

 “Eso es mucho mejor

De lo que pensaba yo.

¿Para cuándo nacerá

Este Hijo de Adán1?”

1
Hijo de Adán porque es hombre. Nada más.
 “Él ya nació

En el inicio de los tiempos.

Sólo espera que tú

Respondas a su mandamiento.”
 “Pronto me escuchará

Más antes me he de quitar

Este traje singular

Que no es más que bestialidad

Porque te lleva a olvidar

El significado de la Navidad.”
“Sígame, señor, no espere más.

Su Señoría aguarda ya.

En el altar ha de esperar

Por quien va a regresar.”

 Y así, tomados de la mano,

Salen estos dos hermanos,

Uno grande y uno pequeño

Quienes van al dulce encuentro

De este cumpleañero

Quien, curiosamente,

En estas fechas se borra de la mente

Siendo que, si no fuera por El,

No habría navidad, no habría bien.