Sobre La Razón Instrumental

Ensayo
Desde la época del Renacimiento, la razón ha sido privilegiada como la cualidad del hombre
destinada a satisfacer todas sus necesidades. En el momento en que el hombre pierde la certeza
de aquello que creía entender, la razón se convierte en el único medio fiable de enfrentar el
futuro. En un inicio, según la entendían Galileo, Descartes o Newton, la racionalidad aún tenía
aquella concepción unitaria que habían presupuesto los griegos, entendida y dirigida de forma
distinta pero conservando cierto idealismo.

La Ciencia surge, en este punto, como consecuencia de la transformación del pensamiento del
hombre, que adquiere el carácter de pensador pragmático, se desembaraza de todo romanticismo
y va modificando su razón, limitándola solamente a aquello existente, verificable y mensurable. La
razón origina la ciencia, pero esta a su vez restringe a la razón. La nueva racionalidad nace del
desencuentro entre la objetividad y la subjetividad de la realidad, el problema de correspondencia
entre el ser y el conocer que menciona Platón.

El advenimiento de la modernidad naciente en Europa, junto al capitalismo y al surgimiento de las

primeras naciones-estado, que poco después se trasladarían a Norteamérica, dan lugar a un nuevo
pensamiento en el que la ciencia se constituye en un instrumento puramente utilitario,
transformada en el medio o el camino para conseguir un fin, a pesar de. Dentro de esta
perspectiva positivista, la razón se transforma en el medio del incipiente capitalismo para obtener
prosperidad y felicidad para el hombre, pero al mismo tiempo es una pesada cadena que no le
permite apartarse de la máquina para disfrutar del producto de su esfuerzo. Aquí, La racionalidad
instrumental que Max Weber reconoce , es el motor que impulsa al hombre durante este periodo
de su historia.

¿Basta la pura utilidad un objetivo para justificar su concreción? La razón instrumental nos dice
que sí. Pero solamente buscar la utilidad sin repara en las consecuencias es un error. Es mantener
cegada la razón. O más bien mantenerla encarcelada. Instrumentalizar la razón y reducirla a la
consecución de un fin se transforma a escala social en la reducción del hombre a un instrumento
más, carente de personalidad y juicio propios. Esta es la posición defendida por los teóricos
sociales de la Escuela de Frankfurt en su Teoría Crítica iniciada en la primera mitad del siglo XX.
Paradójicamente en este periodo, es en la misma Alemania donde se evidencia este rasgo
patológico de la razón: la guerra, las masacres, los holocaustos. El razonamiento del pueblo que
cometió estos actos era perfectamente lógico y coherente a su modo de pensar, por lo tanto su
acción se justificaría plenamente.

Personalmente, creo que esta forma de razonar priva al hombre de una característica esencial: la
libertad. La libertad necesaria para decidir por sí mismo. Deshumanizar al hombre no es el camino
para procurar su bienestar. La pérdida de esta cualidad representa el fracaso de la promesa de la
ciencia de darle todo aquello que la religión le negó en la tierra, que creyó alcanzar por medio de
la razón, pero que al fin y al cabo no alcanzó. Es necesario devolverle al hombre sus facultades
originales, así como el control de su vida para que pueda continuar libremente su evolución
buscando, cualquiera que fuese, su propio camino hacia la felicidad.
Giovanni Becerra Alegría (070215)