You are on page 1of 115

Oe' un corazón joven

EMILIO L. MAZARIEGOS
EMILIO L. MAZARIEGOS

de un corazón joven

*-¿¿¿te*€a. a á / J £ n « > ( a w < > '^AJCOO4!Í¿ ¡

CENTRO VOCACIONAL
LA SALLE
VALLADOLID
• Al Equipo de Pastoral «La Salle»,
de Valladolid: los de ayer,
los de hoy
y los de mañana.
• Al Hermano Francisco Tudanca.

• Feliz el joven que


abre su corazón a
SEGUNDA EDICIÓN Dios, porque a lo
largo del camino de-
© Centro Vocacional "La Salle" jará sembradas es-
Fray Luis de León, 16-47002 Valladolid trellas.
ISBN: 84-85871-30-8
Depósito legal: S 587-1992
Printed ¡n Spain
Maqueta e impresión: Gráficas Ortega, S. A.
Polígono El Montalvo - Salamanca, 1992
I &<W't& eí fiájtvio-, e&m& eí ftef...
j<xá¿ eí conafórt!

«¿Cómo ha amanecido hoy tu corazón, hermano?», pre-


guntaba el indígena al j o v e n de la ciudad que había llegado
hasta la montaña para compartir la vida sencilla y limpia del
campesino. Y el «corazón del joven» no sabía dar respuesta.
Así un día y otro día hasta que el joven, al despertar, es-
cuchaba en silencio su corazón. En los últimos días de su
experiencia en la paz y el silencio de la m o n t a ñ a , el j o v e n
había descubierto que tenía corazón; había palpado su co-
razón; había aprendido a mirar y ver en lo p r o f u n d o de su
corazón. Al dejar la montaña el j o v e n preguntó al campe-
sino: «Hermano mío, ¿cómo ha amanecido hoy tu cora-
zón?». Y el indígena dándole un abrazo sincero le dijo: «Hoy
b i e n ; mañana, no lo sé. Durante este día que Dios me regala
vigilaré mi corazón y lo mantendré despierto, para que cuan-
do llegue la noche mantenga encendida la luz de la fe y arda
ante el Dios del silencio y de lo p r o f u n d o » .
El corazón, a m i g o , es lo más bello y delicado que habita
dentro de ti. Es c o m o la raíz de tu vida. Es c o m o el manantial
de tu río. Si tu corazón está v i v o , t o d o tu ser será luminoso
y transparente. Si tu corazón está d o r m i d o , todo tu ser será
apagado, indiferente y gris. Si tu corazón está m u e r t o , todo
tu ser será c o m o las hojas de o t o ñ o que moja la lluvia y
lleva el viento. Si tu corazón es p u r o , t o d o t u ser será limpio
y refrescante. Si tu corazón siente y ama, t o d o tu ser estará
dispuesto a la ayuda, al abrazo, al encuentro. Si tu corazón
está lleno de semillas de bien y paz, todo tu ser será una

9
primavera radiante y un verano cargado de frutos. Si tu co- alas de la t e n s i ó n , del conflicto, del problema, a la búsqueda
razón está lleno de Dios, todo tu ser será una fiesta continua. de la misericordia y el amor de Dios. Porque orar es abrir
Dice Jesús que del corazón nace t o d o lo bueno y t o d o lo las alas del m i e d o , la inseguridad, la noche o la prueba al
malo. Dice Jesús que los pensamientos y los deseos nega- Dios que es mi defensa, mi luz y mi salvación. Porque orar
tivos nacen de lo profundo del corazón. Dice Jesús que los es abrir las alas del corazón y dejarse llevar en el vuelo del
proyectos y los planes del h o m b r e se forjan en el corazón. Espíritu hasta el corazón del Padre d o n d e habita la paz en
Dice Jesús que la medida del h o m b r e es su corazón. Dice plenitud. Como el pájaro está llamado a volar, así el corazón
que si el árbol del corazón es bueno, sus frutos serán buenos. del h o m b r e está llamado a orar.
Dice que si el árbol del corazón es malo, sus frutos serán El corazón del h o m b r e , a m i g o , necesita respirar. Tu co-
malos. Lo dice Jesús, el h o m b r e de corazón manso, dulce y razón joven necesita del sol y el viento, de la luz y el hori-
humilde. Lo dice Jesús, el h o m b r e lleno en su corazón de zonte. Tu corazón j o v e n necesita un espacio de libertad d o n -
la ternura y misericordia de Dios. Lo dice Jesús, «corazón de ser libre. Tu corazón joven necesita salir de sí m i s m o y
de Dios» abierto de par en par a los hombres. adentrarse en los mares profundos de Dios. Tu corazón joven
Por el corazón pasan todas las cosas. Y duelen cuando necesita mojarse, empaparse, inundarse del amor de Dios.
tocan lo p r o f u n d o del corazón. Por el corazón pasa el bien Tu corazón j o v e n , a m i g o , necesita encharcarse, rociarse, m o -
y el mal que nos vienen de ese Caín y Abel que habitan jarse del agua y la lluvia viva de Dios. Tu corazón joven
dentro de nuestro corazón. En lo p r o f u n d o , en lo íntimo, en necesita purificarse, bañarse, liberarse en las aguas libres
el fondo, en la parte más entrañable de la vida sentimos el del amor de Dios. Tu corazón joven necesita profundizarse,
d o l o r del pecado y la alegría de la gracia. En lo p r o f u n d o hundirse, penetrarse, interiorizarse, ahondarse, llegar hasta
(léase corazón) sentimos la angustia y la tristeza; sentimos el f o n d o de las aguas llenas de vida del corazón de Dios. Tu
la depresión y la ansiedad; sentimos la apatía y la indife- corazón j o v e n , amigo, fue creado por Dios, para que sea
rencia; sentimos las ganas de vivir o el odio de la vida. libre c o m o el viento, libre c o m o el pájaro, libre c o m o el pez.
Cuando dejamos en el hoyo del corazón esas tensiones y Estás llamado a respirar las aguas de Dios. Estás llamado a
conflictos sin resolver... h e m o s dado un paso hacia atrás en vivir en la vida de Dios. Lo t u y o , c o m o el pez, no es asfixiarse
el camino de nuestro corazón. Cuando no damos salida al en la arena de la playa. Lo tuyo es explorar los mares pro-
sufrimiento de nuestro corazón, estamos cortando las alas f u n d o s del corazón de Dios: allí está toda la vida. C o m o el
d e nuestro corazón. pez está llamado a nadar, así tu corazón j o v e n está llamado
a sumergirse en Dios. Como el pez está llamado a nadar, así
¡Las alas del corazón! ¡Las alas del corazón para superar
tu corazón está llamado a orar.
lo que parece que no tiene respuesta! Las alas del corazón
se abren y se alzan en vuelo maravilloso cuando, en lo pro- Ora tu vida, amigo. Ora desde el interior de tu corazón.
f u n d o , está enraizado el gran don de Dios: la fe. Una fe que Ora tu vida con una palabra, con un sentimiento p r o f u n d o ,
se abre, con su historia personal, en busca de horizonte, con un gesto. Ora tu vida y ábrela desde la fe al plan de
playa y mar. Una fe que se hace ALAS cuando ORA. Porque Dios. Ora tu vida y sentirás que los problemas tienen otro
orar es sencillamente abrir las alas del corazón en vuelo libre sentido; sentirás que tu actitud ante el dolor es de otra ma-
y gozoso hacia el corazón de Dios. Porque orar es abrir las nera; sentirás q u e e n la oración t o d o tiene sentido, t o d o tiene

11
10
respuesta. Ora tu vida y mete tus problemas y tus proyectos A d e m á s de esos 62 Salmos t o m a d o s de la Biblia, a tus
y tu corazón en el corazón de Dios. Ora tu vida y apoya tu manos llegan también otros salmos con minúscula. Son un
oración en la Palabra de Dios. Ora tu vida y déjate llevar por conjunto de 15 salmos que quieren expresar ese m u n d o de
el ritmo de la Palabra, por la fuerza del Salmo. Ora tu vida utopías, ilusiones, búsquedas, retos y desafíos a un corazón
y haz de ella un Salmo. j o v e n . Es hacer de la vida un salmo. Un salmo nuevo cen-
En tus manos está SALMOS DE UN CORAZÓN JOVEN. trado en Jesús y su Evangelio. Un s a l m o nuevo que busca
De un joven que busca. De un joven que quiere romper la en Jesús un camino para dar sentido a un corazón j o v e n
limitación del pecado, de las estructuras, de la monotonía, creyente. Un salmo nuevo que pone alas a la vida y lo eleva
de sus mismas rebeldías. La oración, a m i g o , es la misma a lo alto, a las cosas de arriba, al corazón de Dios: JESÚS.
vida contada a Dios. La oración es esa historia tuya y de los Detrás de ellos hay algo más: una invitación a orar el Evan-
hombres que gritas, que elevas, que lloras, que cantas, que gelio, a hacer de tu oración un camino de conocimiento y
abres, que pones ante los ojos de Dios. La oración es ese amor de Jesús. Una invitación a aprender, orando, a vivir la
m u n d o tuyo de sentimientos profundos que encuentran cau- vida según el estilo de vida de Jesús de Nazareth.
ce cuando se los comunicas a Dios. La oración, a m i g o , es Te digo con sinceridad, a m i g o : t o m a la Biblia y ora. Toma
ese m u n d o tuyo de situaciones, de acontecimientos, de bús- la Palabra de Dios y hazla tuya. No te quedes en estos salmos
quedas, de fracasos, de aciertos, de malos y buenos ratos que te pueden ayudar a orar; vete más allá: después de orar
que compartes con Dios. La oración, a m i g o , es ese encuentro un salmo, busca en la Biblia el original y penétralo, sabo-
t u y o , en la fe, con Dios. réalo, hazlo t u y o . Porque estos salmos son un camino para
Dile a Dios t o d o . Grítale a Dios todo. Desahógate con llegar al Salmo auténtico. En ellos vuela, nada, respira, sé
Dios hasta el f o n d o . Cuéntale a Dios todas tus cosas c o m o libre. El c a m i n o es maravilloso. Porque los Salmos son la
al gran a m i g o que es. No ocultes a Dios nada en tu corazón. historia del corazón del h o m b r e de todos los t i e m p o s hecha
El te quiere y conoce hasta lo más escondido de tu corazón. plegaria. Porque los salmos son la historia del corazón de
A b r e tu corazón a Dios y déjate tocar por su a m o r ; abre tu Dios hecha ternura y misericordia. En el Salmo el corazón
corazón a Dios y déjate salvar por él. En el Salmo bíblico, de barro del h o m b r e toca la pureza del corazón de Dios y se
en esos 62 Salmos que tienes entre tus manos, hoy te ofrez- estremece de alegría. En el Salmo el orante comienza gri-
co, amigo, un camino oracional. Cada Salmo ha sido orado tando, llorando, a veces rabiando; pero siempre termina
con respeto p r o f u n d o . Cada Salmo ha sido respetado en su confiando, abandonando su vida en las manos de Dios. Y
mensaje central, en su «alma», en su hondura. Únicamente aún más: olvidándose de sí y alabándole.
ha cambiado el lenguaje, el estilo de ayer al de hoy, en busca A m i g o , ésta es la oración de la Iglesia: los Salmos. A m i -
de un lenguaje joven que exprese la vida de un corazón go, éste es el centro de todo el corazón de la Iglesia: Jesús.
j o v e n . Haz t u y o el Salmo según el clima de tu corazón. Entra A m i g o , ésta es la oración cristiana. Jesús oró con los Salmos.
en el Salmo y déjate llevar por el m o v i m i e n t o que te ofrece. Jesús cantó y gritó y recitó los salmos. Jesús sabía de tanto
No leas el Salmo, amigo. Ora, interioriza, ahonda el Salmo. orar, de m e m o r i a , muchos salmos. Y los Salmos le a c o m -
No te quedes en la mera lectura del S a l m o : haz de él en- pañaban a lo largo del día. Porque los Salmos están aquí,
cuentro con Dios. ante t i , para expresar los sentimientos profundos de tu co-

12 13
razón a Dios y a la c o m u n i d a d . ¿Harás de tu vida un salmo? con el otro, que vive a flor de piel, desde la superficie? ...Sin-
Tu vida j o v e n , ¿se abrirá, desde la fe, al Dios de la Historia ceramente, a m i g o , LA ORACIÓN ES EL CAMINO para libe-
al r i t m o del Salmo? rarse de esa superficialidad, de esa vida, desde fuera, desde
Así c o m o el pájaro ha nacido para volar; así c o m o el pez la piel. La oración que te lleva al interior, a lo p r o f u n d o , a
ha nacido para nadar... así el corazón del h o m b r e ha nacido vivir desde lo esencial: Dios y el A m o r . Ora y serás libre de
para orar. ¿No será la oración profunda y a solas con Dios las cosas que te a m a r r a n ; ora y serás profundo en tus re-
lo que más cueste al corazón del cristiano? ¿No será la ora- laciones con el o t r o ; ora y serás t ú m i s m o ; ora y t u corazón
ción constante algo difícil cuando la fe es débil? ¿Será po- será feliz, dichoso.
sible dar solución profunda a los problemas del creyente sin Sólo este detalle: la enumeración de los Salmos coincide
la experiencia de Dios en la oración? ¿Podrá un j o v e n ma- con la de la LITURGIA DE LAS HORAS.
durar en su fe si no ora? ¿Y podrá entregarse a los demás Quédate con tu CORAZÓN.
hasta las últimas consecuencias sin una vida seria de ora-
ción? ¿Es posible ser cristiano y no t o m a r e n serio la oración?
La oración, a m i g o , es camino de liberación profunda. La
oración es fuente de paz, serenidad, fuerza interior, luz. La
oración cristiana es obra del Espíritu Santo, el Espíritu de
Jesús que ora en el corazón creyente. En los m o m e n t o s de
oración el Espíritu va c a m b i a n d o el corazón del orante y lo
va t r a n s f o r m a n d o , identificando con el de Jesús. Así irá
aprendiendo el estilo de vida de Jesús. Así irá haciendo lo
q u e Jesús hizo; así llegará a ser testigo del a m o r de Dios
entre los h o m b r e s . Porque la oración, a m i g o , te hará feliz,
dichoso, bienaventurado. Tu corazón orante te llevará a vivir
las Bienaventuranzas, la Ley f u n d a m e n t a l del Reino, porque
la oración es sin duda, una «experiencia anticipada» del Rei-
n o de Dios. Orar, a m i g o , es t a n decisivo en t u vida cristiana,
c o m o al pájaro volar, c o m o al pez nadar. El corazón, si no
o r a , pierde su libertad y t e r m i n a asfixiado. Como el pájaro,
c o m o el pez... ¡ASI EL CORAZÓN!
¿Has pensado, a m i g o , en esta sociedad materialista que
t e rodea? ¿Has pensado en esta sociedad que sólo «ofrece
cosas», que se c o n s u m e n ? ¿Has pensado en esta sociedad
hedonísta, permisiva, q u e t o d o lo justifica con tal que satis-
faga sus instintos, su egoísmo? ¿Has pensado, a m i g o , en
esta sociedad despersonalizada, que no sabe relacionarse

14
15
otan co*t ¿04 S<zCma¿
¿a, 6cáton¿a feen4o*t<zí
y ¿a de ¿04 6twté>ie4>
I Saímo- de ¿o¿ do& comíaos no quiero ser c o m o paja que lleva el viento
y hace de ella un j u e g o fácil entre sus alas.
Quiero ser desde mis raíces y mi historia de ilusiones y fracasos,
desde mis luchas y mis crisis un camino de esperanza
abierto hacia la Vida eterna, d o n d e tú moras
y d o n d e esperas con un corazón de a m i g o , m i llegada.
Aquí estoy, Señor Jesús, a la vera del c a m i n o , sin c a m i n o ;
mis pasos buscan tus huellas d o n d e poner mis pisadas,
Tú eres, Señor Jesús, el c a m i n o de un corazón j o v e n ;
la vida y la muerte están ante mí c o m o un reto;
el camino de A b e l , el c a m i n o de la vida en la cruz entregada
el bien y el mal se cruzan en mi corazón de j o v e n por la salvación del h o m b r e , de t o d o h o m b r e que busca
que sin descanso busca, pide y llama. en ti la respuesta cierta y segura en la encrucijada.
Señor Jesús, c o n t i g o se hace el camino suave y ligero,
Yo quiero ser dichoso, Señor Jesús, h o m b r e en c a m i n o ; al llevar entre tú y yo —los dos juntos— esta pesada carga.
yo quiero ser libre con la libertad de tu Evangelio; Quiero ser discípulo t u y o , y aprender de t i , Maestro,
libre en opción sincera y decidida a tu Palabra. a ser libre c o m o el viento, en tu Espíritu, que guía y salva.
Quiero dejar atrás las llamadas opresoras del d i n e r o ,
del poder, del placer, de lo que en el f o n d o es nada. (Salmo 1)
Quiero hacer de tu Evangelio n o r m a de vida
y escucharlo día y noche hasta que penetre el f o n d o del a l m a .

Quiero ser, Señor Jesús, c o m o el árbol que crece j u n t o al río


y bebe en p r o f u n d i d a d y hondura en las corrientes del agua.
Quiero dar en su t i e m p o f r u t o s de paz y bien,
y dejar que las semillas que has s e m b r a d o en mí se abran.
No dejes jamás, Señor, que se marchiten mis hojas verdes,
ni que el viento las arranque, una a una, de sus ramas.

Quiero seguir el c a m i n o del h o m b r e nuevo,


del h o m b r e que dice sí a la vida y con tesón la guarda.
Quiero ser h o m b r e de espíritu que luche contra la carne
y que haga del a m o r la Carta M a g n a ,
la Ley fundamental de tu Reino abierto al corazón del joven ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 1):
en desafío radical, una a una, de tus Bienaventuranzas.
— Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro»... (57)
— A pie descalzo caminamos contigo... (1).
No m e dejes caminar por el c a m i n o de Caín, que lleva sangre; — En la mañana hazme escuchar tu gracia... (26).
y que a cada paso deja las señales del que m a t a ; — El camino eres tú, Señor... (20).

18 19
• Saím& at ctwtewpwi (¿t, <*ui¿uz*ui Guíame, Señor, tú que eres bueno y santo;
guíame hacia la luz y que camine c o m o hijo de la luz;
guíame y allana mi c a m i n o para que sea fiel a tu Ley.
Que tu c a m i n o , Señor, sea hoy la pasión de mi corazón j o v e n ,
y que tu Espíritu Santo me ayude en cada paso.
Que mi boca, Señor, sea hoy la expresión de mi interior;
Al tocar la luz del día mis ojos, Señor,
que mis palabras arranquen de lo p r o f u n d o y sean verdaderas.
mi corazón se levanta hacia ti en busca de tu mirada.
Escucha las palabras de quien siente la vida de nuevo, s Señor, d a m e un corazón limpio para que te pueda ver;
y estáte atento, Señor; sé cercano a mi m a n o abierta. Señor, dame un corazón de pobre para que viva hoy tu Reino;
Da respuesta a mi pregunta; a y ú d a m e en mi i n q u i e t u d , Señor, d a m e un corazón misericordioso
tú que eres mi Señor y mi Dios, en quien yo confío. para que derrame misericordia;
, Señor, d a m e un corazón lleno de paz para que sea hijo t u y o ;
A ti abro mi ser, mis ganas de vivir, mi despertar: Señor, d a m e un corazón que tenga h a m b r e y sed de justicia
de mañana, en tus m a n o s p o n g o mis miedos y mis ilusiones; para que sea saciado y haga tu v o l u n t a d ;
de mañana, en tus ojos p o n g o la pureza y sinceridad Señor, dame un corazón manso para que posea la tierra.
de mi búsqueda; Que mi corazón se alegre y se regocije hoy,
de mañana, en tu c a m i n o quiero dirigir mis pasos. porque t o d o lo espero de t i , Señor Dios mío.
Oye mi voz, Señor, tú que eres bueno y c o m p a s i v o
y alienta mi vida que busca en ti luz y calor. J\ A ti me acojo, Señor, al comenzar el día: p r o t é g e m e .
En tí p o n g o m i confianza c o m o un niño en su m a d r e : a y ú d a m e .
Mira, Señor, mi corazón de pobre, que c o m o un gorrioncillo A ti abro mis proyectos y los planes de este día: a c o m p á ñ a m e .
busca abrigo entre tus m a n o s ; t o m a mi arcilla A ti ofrezco lo que soy y lo que yo t e n g o : acógelo.
y moldéala según los proyectos que tienes en mí este día. A t i , que eres Dios de la vida, te pido fuerza: a n í m a m e .
Quiero estar ante tus ojos y dejarme penetrar por tu m i r a d a ; Mi corazón te ama y, lleno de gozo, exulta en t i .
delante de tus ojos, Señor, me siento pequeño y frágil.
Bendíceme, Señor, y guíame por el c a m i n o j u s t o ;
Derrama, al comenzar la mañana, tu ternura y tu bondad
c o m o un gran escudo d e f i é n d e m e , sé mi fortaleza.
para que m i corazón se sienta fljerte y animoso.-?.
Que tus alas, Señor, me cobijen y guarden
mientras yo v o y viviendo el día que hoy me entregas, 'h,
Señor, aparta de mi c a m i n o el mal que me rodea
(Salmo 5)
y no dejes que en este día la mentira se adueñe de m í ;
d a m e m a n s e d u m b r e y h u m i l d a d para que mi corazón, Señor,
ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 5):
no sea hoy violento ni haga j u e g o sucio a nadie.
Confío en la abundancia de tu a m o r y c a m i n o hacia ti / — En la mañana hazme escuchar tu gracia... (26).
— El Señor te bendiga y te proteja... (24).
f i r m e de que me acoges en tu casa.;Haz, Señor,
— Invoco al Dios Altísimo... (39).
que camine hoy en tu presencia y que tema apartarme de t i . — Si Dios está a nuestro favor... (65).

20 21
I Sétima- en ¿ituacián tímete que me dejan cansado y o p r i m i d o y sin ganas de vivir.
M e siento desfallecer y mi corazón j o v e n está cansado.
La vida para mí, Señor, no tiene sentido
y me encuentro contra el m u r o .
Mis pies están inseguros sobre la arena de mi desierto
y mis m a n o s han tocado el techo de mi vida. ¿Dónde estoy?
Ten paciencia c o n m i g o , Señor, y espera que de nuevo vuelva.
Señor, ¿hasta cuándo? ¿Hasta cuándo seguiré así? ¿Dónde estás?
No hagas caso de mis palabras, que tantas veces fallaron.
S o p ó r t a m e , a g u á n t a m e , sé c o m p a s i v o c o n m i g o , Señor,
No tengo razones para vivir y la vida es para mí un punto negro.
que a pesar de mis pecados, en el f o n d o , es a ti
Cuando respiro, mi aliento no llega al f o n d o y me ahogo
a quien más quiero.
en medio de mis miedos y fracasos escondidos.
Da t i e m p o a mi proceso, Señor, que soy c o m o un niño d é b i l ,
Estoy c o m o estuviste t ú , Señor, en la noche del huerto,
y aguarda a que de nuevo te deje de dar las espaldas.
cuando tu corazón se moría de tristeza.
Mírame, Señor, m í r a m e , que estoy sin fuerzas Estoy tenso, estoy en conflicto, no hay luz en esta noche
y he caído c o m o una hoja de otoño en el c a m i n o . y se han escondido, una a una, todas las estrellas.
Mírame, Señor, que tengo el alma golpeada y rota Señor, ¿hasta cuándo? ¿Hasta cuándo seguiré así? ¿Dónde estás?
y no consigo levantar mis pobres alas en vuelo.
Enséñame, Señor, h o m b r e de dolores, a orar m i s u f r i m i e n t o .
Sáname, Señor, sáname, que siento el corazón d e s m o r o n a d o
Enséñame a gritarle al Padre mi p r o b l e m a y mi pecado.
y m i casa se ha hecho un m o n t ó n de escombros.
Enséñame a que busque la v o l u n t a d de Dios en esta cruz
A ti grito, a ti c l a m o , por ti lloro y en ti espero
y que espere, c o m o tú esperaste, confiado en el a m o r del Padre.
aunque los miedos y la inseguridad me tienen a b r u m a d o .
Señor, yo sé que has oído mi súplica; que has sentido m i dolor;
Señor, ¿hasta cuándo? ¿Hasta cuándo seguiré así? ¿Dónde estás?
yo sé, Señor, que estás tan cercano a mí que me i m p i d e verte.
Acércate a mí, Señor, como buen samaritano y venda mis heridas; Yo sé que has oído la voz de mis sollozos
p o n tu ternura y tu misericordia en mis pobres llagas; y el dolor que no se grita;
llévame contigo, no me dejes tirado en el c a m i n o , yo sé que el aliento volverá a mi vida, porque eres Dios de la vida;
que de nuevo volverán los salteadores. yo sé que estás aquí y compartes mi cansancio y m i p r o b l e m a ;
Da paz a m i corazón o p r i m i d o y a n g u s t i a d o ; confío en tu b o n d a d y c o m p a s i ó n en esta hora
y espero v e r m e de nuevo en marcha por el c a m i n o .
devuelve la calma a mi alma sumida en profunda noche;
sálvame, por tu a m o r , que me siento perdido y solo; (Salmo 6)
sácame de esta situación que me llena de tristeza.
Señor, ¿hasta cuándo? ¿Hasta cuándo seguiré así? ¿Dónde estás?
ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 6):
Estoy extenuado de gemir, de sollozar, de gritar m i pena — Cuando todo me va mal... (13).
y cada noche mis lágrimas me hacen compañía. — ¿Quién podrá separarnos de amor de Cristo... (62).
— Siento tu mirada sobre mi corazón... (67).
C o m o una nube negra y pesada sobre mí está el tedio y la apatía — Vuelve, corazón mío... (80).

22
23
H Sa¿tm& de cctt eo>uz$ó*t> á¿*tc&ux salva el corazón del hombre, de la apatía y la mediocridad.
Oh Dios, Dios nuestro, acoge nuestro corazón que tiembla
ante el poder del mal que ha hecho nido en el barro del mentiroso,
y danos fuerza, sé tú nuestro escudo, en la hora de la prueba,
y defiéndenos del Malo, del Diablo que dispersa y divide.

Levántate, Señor, en tu bondad y misericordia Señor, tú conoces la fragilidad de nuestro ser


y acércate al corazón de los hombres; tocado por el pecado;
quita la venda de los ojos que no ven sino tinieblas, tú conoces la fuerza de la tentación cuando llama a nuestra puerta;
y ablanda el corazón del hombre soberbio y violento. tú conoces la debilidad de nuestras vidas cuando sufren la crisis:
Surge, Señor, como una llama viva, en medio de la tierra Ven, Dios nuestro, que a ti nos acogemos; ven y sálvanos.
y atrae hacia ti a los hombres, hijos tuyos, que viven sin conocerse. Libéranos y que nadie arrebate como un león nuestra vida.
Perdónanos cuando estábamos lejos de tu verdad y tu gracia.
Danos un corazón abierto al perdón y la misericordia
Despierta ya, Dios mío, ponte en píe y camina hacia nosotros,
y que nunca nos creamos mejores
tú que eres Señor del hombre y de la Historia.
Despierta ya el corazón del hombre golpeado por el pecado que ninguno de nuestros hermanos.
y acógenos a todos como hermanos en tu gran tienda.
Oh Dios, Señor de todos los pueblos, Señor de las naciones, No nos dejes, Señor, caer en la fosa, bajar a lo hondo del abismo;
no permitas que nuestro pie sea atrapado
derriba las murallas, destruye los muros y abre puertas y ventanas
en los lazos de la muerte,
para que el sol de tu amor y tu justicia unifique la tierra.
y allana nuestro camino y aliéntanos en la hora del cansancio.
Aquí estamos, Señor, unidos como un solo pueblo que te ama;
Oh Dios, danos un corazón justo, un corazón sincero
aquí estamos, Señor, abiertos a los hombres
que busque el bien de todos y no se esconda en el egoísmo.
y nunca sobre nosotros cerrados;
Oh Dios, danos un corazón inocente y limpio,
aquí estamos, Señor, pobres, humildes, como niños que necesitan
capaz de olvidarse de sí y preocupado por los hermanos.
la ayuda de tu mano materna que acompañe nuestros pasos.
Que cese la maldad del hombre pervertido y desfigurado;
que no triunfen los planes del hombre de corazón de piedra;
Te damos gracias, Señor Dios, Señor de la Historia y del hombre,
danos un corazón de carne, abierto a la amistad y a la ayuda,
te damos gracias porque eres justo, eres bueno, eres santo.
tú que conoces el interior del hombre y llegas hasta sus entrañas. Oh Dios, todopoderoso, único Señor de cuanto existe y vive,
Oh Dios, tú que eres justo; tú que eres santo, a ti elevamos, desde nuestro corazón sincero, nuestro canto.
danos un corazón sincero.
(Salmo 7)
Haz camino hacia los hombres que te buscan con limpio corazón
y que se empeñan en establecer en el mundo la paz de tu Reino; ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 7):
sé tú, Oh Dios, el escudo que nos cubra y nos proteja, — Aleluya, amén, aleluya: Dichoso el hombre... (4).
sé tú el salvador y liberador de los corazones rectos. — Bendito seas, Señor, en nuestro corazón... (7).
Salva el corazón del hombre, de la tiniebla de la mentira; — Invoco al Dios Altísimo... (39).
— Venid a mí, todos los que estáis... (79).
Salva el corazón del hombre, de la dureza del viejo orgullo;

24 25
I Saértuy cíe&de t<zfineyccnfa,a&íenta ¿Hasta cuándo, Señor, triunfarán en mí mis enemigos?
¿Hasta cuándo?
¿Hasta cuándo seguiré sin romper con amistades que me esclavizan?
¿Hasta cuándo seguiré sin romper con situaciones de opresión?
¿Hasta cuándo seguiré sin soltarme de las garras de la publicidad?
¿Hasta cuándo seguiré agarrado a los apoyos,
¿Hasta cuándo, Señor, te olvidarás de mí? a las muletas que me sostienen?
¿Será, tal vez, por siempre? ¿Hasta cuándo, Señor, seguiré una vida sin sentido y sin rumbo?
¿Hasta cuándo mi voz se elevará hacia ti sin recibir respuesta? ¿Hasta cuándo, Señor, seguiré enganchado a una vida
¿Hasta cuándo seguiré caminando solo, como si tú no existieses?
a lo que salga?
¿Hasta cuándo mi vida será como una línea paralela junto a la tuya?
¿Hasta cuándo, Señor, seguiré poniendo el dinero y el placer
¿Hasta cuándo, Señor, tus caminos seguirán sin ser mis caminos?
como centro?
¿Será por siempre? Señor, no dejes que en mi vida triunfe el mal sobre el bien.
Señor, aunque no entienda, aunque no comprenda, sigue a mi lado. Señor, no dejes que mi vida joven camine sin un proyecto de vida.
Señor, aunque no te vea, aunque te sienta ausente de mi vida,
no me abandones.
Mira, Señor, respóndeme; yo te he hecho mis preguntas.
Respóndeme, Señor, y sé tú mismo la respuesta a mi llamada.
¿Hasta cuándo, Señor, me ocultarás tu rostro? ¿Hasta cuándo?
Ilumina mis ojos y no me dejes dormir en la sombra de la muerte.
¿Hasta cuándo mi fe seguirá siendo tan débil que no te vea?
No dejes, Señor, que el enemigo, que me rodea, me pueda.
¿Hasta cuándo el rostro de tu Cristo estará confuso en mi vida?
Que mi pie no vacile, que mi existencia sea firme en ti.
¿Hasta cuándo Jesús de Nazareth llegará a ser luz de mis ojos?
Fortalece mi fe débil, incierta ante la duda, floja ante la prueba.
¿Hasta cuándo dejaré de ver hilos cruzados en mi vida joven?
Yo confío en tu amor, pues tú eres la respuesta a lo que busco.
¿Hasta cuándo, Señor, mis ojos llenos de fe, verán tu rostro?
Yo confío en tu salvación y mi corazón en ti exulta.
Señor, quita la venda de mis ojos y abre mi vida al misterio.
Señor, limpia mis ojos, purifica mi corazón para que te vea.
Yo te canto, Señor Dios, por el bien que me has hecho;
¿Hasta cuándo tendré, Señor, congojas en mi alma? ¿Hasta cuándo? yo te alabo por las maravillas que has obrado en mí;
¿Hasta cuándo mí corazón se sentirá angustiado y deprimido? yo te doy gracias porque en medio de mi pregunta abierta,
¿Hasta cuándo mi corazón se sentirá vacío y abandonado? en el fondo de mi ser... la respuesta cierta eres TU.
¿Hasta cuándo seguiré teniendo miedo a los problemas de mí vida?
¿Hasta cuándo seguiré siendo manejado por los otros? (Salmo 12)
¿Hasta cuándo, Señor, seguiré sin descubrir mi rostro?
¿Hasta cuándo, Señor, seguiré solucionando mi vida desde lo falso?
¿Hasta cuándo la ansiedad seguirá agarrada a mi corazón ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 12):
día y noche?
— Este es el grupo que busca al Señor... (30).
¿Hasta cuándo, Señor, triunfará el pecado sobre mi vida frágil?
— Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad... (6).
Señor, entra en mi corazón y fortalece mi interior y hazme enérgico.
— Señor, ¿a quién ¡remos?... (63).
Señor, alienta mi vida y llena mi existencia de optimismo. — Si Dios está a nuestro favor... (65).

26 27
I Sétimo- de&de eí fueya Cimfcio- engañándoles, m i n t i é n d o l e s , diciéndoles palabras
y más palabras.
Señor, con un corazón que haga siempre juego t i m p i o ,
quiero caminar, paso a paso, dejando a m o r y paz en mi marcha.

Yo quiero ser, Señor, h o m b r e de aguas cristalinas,


Señor, yo me p r e g u n t o : ¿quién morará en tu tienda? h o m b r e de aguas puras, d o n d e se vea el f o n d o al mirarlas.
¿Quién tendrá vía libre a entrar en tu casa? Quiero ser c o m o t ú , Señor Jesús, que al fin quedaste solo,
¿Quién podrá habitar contigo en la morada del Padre? pero s i e m p r e , en cada paso, fue limpia tu jugada.
¿Quién será capaz de llegar a poseer la Vida eterna? Dame, Señor, la fortaleza del que no busca intereses
¿Quién cantará tus alabanzas en la Jerusalén celeste? y su interés es servir allí, donde haga falta.
¿Quién habitará en tu santo m o n t e y participará de tu Reino? Dame ojos que descubran el s u f r i m i e n t o del h o m b r e
Señor, con un corazón l i m p i o y sincero, transparente y puro, y que sepa llegar hasta donde siente el dolor de su llaga.
quiero, Señor, llegar hasta tu casa Señor, con un corazón que haga siempre juego l i m p i o ,
donde vivir por siempre en alianza. quiero vivir la verdad de tu Evangelio,
sin ser h o m b r e de dos caras.
Yo quiero, Señor, andar sin tacha,
andar con un corazón verdadero, Que mi pie, Señor, nunca pise al inocente en el c a m i n o ;
que no haga j u e g o sucio, ni maneje al h o m b r e , que mis manos estén limpias al s o b o r n o del que aguarda
ni obre la injusticia. aplastar al que encuentra en sus caminos y no deja vía libre
Quiero obrar la justicia, llevar tu plan de salvación a los hombres, para comprar con dinero y con sangre
dando al que tiene h a m b r e , p a n ; y al d e s n u d o , abrigo; al que no deja avanzar su pancarta.
dando al que no tiene techo, una casa; No dejes, Señor, que mi corazón vacile ante lo i n j u s t o ;
dando amor, al que vive solo, haz que mi corazón sea limpio c o m o la luz de la mañana.
y dando un trozo de tierra, al que sin tierra propia trabaja.
Señor, con un corazón que diga la verdad s i e m p r e , ¿Quién podrá, Señor Jesús, morar en tu tienda abierta?
quiero, Señor, ser testigo entre los que no tienen nada. ¿Quién podrá, Señor, sentarse en tu mesa con túnica blanca?
El que tiene el corazón sincero y juega limpio con los h o m b r e s
Yo quiero ser, Señor, bueno de corazón para el h o m b r e
y practica la justicia siendo fiel a la palabra dada.
y que mi lengua no sea espada que destruye y corta,
que ataca y golpea y deja tirado en el c a m i n o
(Salmo 14)
con tal de seguir adelante y t r i u n f a r , caiga quien caiga.
No quiero dañar a mi h e r m a n o , ni destrozar su i m a g e n ; ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 14):
no quiero, Señor, hacer agravio a mi p r ó j i m o , ni dejarle h e r i d o ;
— Día tras día, Señor de mi vida... (15).
ni menospreciar al h o m b r e sencillo y que no puede defenderse; — Dios es Amor, y quien ha hecho del amor... (16).
no quiero, Señor, abusar de m i poder — Oh Dios, crea en mí un corazón puro (53).
frente a los pobres de la tierra, — Nuestra vida está escondida con Cristo... (52).

28 29
I Salmo- de cea c&uzyóa ¿eítf Tú caminas a m i lado y guías el sendero de mi v i d a ;
tú estás en m e d i o de m i existencia
y m e hablas al corazón con ternura.
Contigo me siento seguro y la marcha se hace ligera;
contigo no vacilo al dar mis pasos y m e siento a c o m p a ñ a d o .
M i corazón se m e alegra y mis entrañas saltan de gozo:
¡Aleluya, Señor! Guárdame pues tú eres mi refugio. me siento feliz c o m o un gorrioncillo en el alero del tejado,
¡Aleluya, Señor! A c ó g e m e pues tú eres mi casa y mi tienda. me siento feliz c o m o una gaviota v o l a n d o en libertad,
¡Aleluya, Señor! Protégeme, pues t ú eres mi escudo en la pelea. me siento feliz c o m o una estrella colgada del azul en la noche.
¡Aleluya, a m é n , aleluya! Dichoso el h o m b r e que cuenta contigo.
Yo digo de t o d o corazón: Tú eres m i Señor, el Dios de mi vida.
Yo digo en mi corazón: tú eres mi bien y fuera de ti no hay nada. Mi corazón descansa, se siente j u n t o a ti satisfecho;
Tú eres el goce y la alegría de mi corazón para siempre. tu Espíritu me conduce a la verdad plena y me siento libre;
Tú eres g r a n d e , magnífico, capaz de llenar m i existencia. tu a m o r , constante c o m o una ola, da seguridad a m i v i d a ;
Me uno a los que creen en ti y te d i g o : Te adoro, Señor. y tu rostro, c o m o sol de mediodía, inunda de luz mis pasos.
Me uno a los que esperan en ti y te d i g o : Espero en t i , Señor. ¡Aleluya, a m é n , aleluya! Dichoso el h o m b r e que cuenta contigo.
Me uno a los que a m a n de corazón y te d i g o : Te a m o , Señor.
¡Aleluya, a m é n , aleluya! Dichoso el h o m b r e que cuenta contigo. Enséñame, Señor, el c a m i n o de la vida y d a m e el don del vivir;
tu rostro esté siempre presente
Tú eres, Señor, el T o d o de mi existencia, la plenitud de mi vida. a lo largo de mis noches y mis días
Las cosas que busco, Señor, fuera de t i , son polvo y basura. y hazme gozar en lo interior de mi ser tu a m o r verdadero.
Los ídolos que desafían m i vida son marionetas sin libertad. Eres mi delicia, eres mi esperanza; eres m i t e s o r o , eres mi b i e n ;
soy feliz contigo y salto de gozo
Los «dioses» que gritan felicidad a mi lado, son paja al viento.
Mi vida es para t i , mi Bien y mi T o d o : ¡Te pertenece! c o m o un cervatillo en la montaña.
Alegra s i e m p r e m i corazón, oh Dios de la fiesta y la danza;
Mis ilusiones y mis utopías están puestas en tus caminos.
alegra mi corazón joven que busca en ti su mirada.
Tú eres el Dios que salva, porque tu n o m b r e es A m o r sin medida.
¡Aleluya, a m é n , aleluya! Dichoso el h o m b r e que cuenta contigo.
¡Aleluya, a m é n , aleluya! Dichoso el h o m b r e que cuenta c o n t i g o . i

(Salmo 15)
Eres la parte de m i herencia, eres el buen vino para mi c o p a ;
con tu gracia y tu f i d e l i d a d , mi suerte aseguras cada día;
mi felicidad está pendiente de la palabra de tu boca,
y mis ojos buscan sin cansarse la sonrisa de tus labios.
Te bendigo, Señor, porque me quieres y me aconsejas. ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 15):
Te alabo, Señor, porque llenas mi corazón de tus delicias. — Aleluya, amén, Aleluya. Dichoso el hombre... (4).
— El amor de Dios alegra nuestro corazón... (19).
De ti lo espero t o d o y es preciosa para mí t u gracia.
— En la mañana hazme escuchar tu gracia... (26).
¡Aleluya, a m é n , aleluya! Dichoso el h o m b r e que cuenta contigo. — Amarás al Señor tu Dios... (5).

30 31
I Salmo- e*t &u¿ca de afcoqo. haz gala de tus gracias, oh Dios bueno, tú que salvas;
y dame un lugar junto a tu corazón compasivo,
tú que eres misericordioso.

No me dejes, Señor, en la mano de los que cercan mi vida;


no permitas que me acorrale quien quiere destruir mi existencia.
Escucha, Señor, mi corazón que busca apoyo en tu bondad; Aunque avancen contra mí, sé tú mi escudo protector,
atiende mi clamor que se levanta como la aurora; mi defensa,
presta oídos a mi plegaria, que confía en ti, pues soy débil y mi corazón joven necesita de tu apoyo.
y mira mi interior que no pacta con la mentira. No dejes, Señor, que claven en mí sus ojos para tirarme al suelo;
Tú ves, Señor, lo recto y te pones del lado del que a ti clama; no les dejes acercar a mi vida, que es un don tuyo.
tus ojos penetran mi corazón y son luz para mi camino. Cuando el peligro acecha mi vida, Señor, despierta mi corazón;
cuando la tentación golpee a mi puerta, ponme pronto a salvo.
Mi corazón tú sondeas, tú interiorizas y de noche me visitas;
no hay nada oculto para ti y todo a tus ojos es Levántate, oh Dios, haz frente a mi enemigo, derriba al Malo.
como la luz del mediodía. Haz frente al Maligno que tiende a mis pies una red engañosa.
Tú pruebas mi vida y dejas que el dolor toque mi corazón joven; Libra con tu poder mi alma de los ataques duros del Diablo.
pones a prueba mi amor y fidelidad, como el oro al fuego Tú, Señor, Dios mío, no me dejes caer en tentación;
y yo te digo, Señor, que te amo con amor profundo Tú, Señor, Dios mío, líbrame que estoy en apuros del mal.
por encima de todo.
Busco tu rostro, Señor, y me acojo al calor de tus manos;
He guardado tu palabra y confío siempre
busco sentirme seguro contigo y que nada me falte a tu lado;
en los proyectos que me brindas;
busco la fuerza y el poder de tu Espíritu de Vida,
busco cumplir tu voluntad, Dios mío, para que aliente los pasos de mi camino hacia tu casa.
más que el centinela la luz del día. Mi corazón tiene hambre y sed de ti
Mis pasos, Señor, se han ajustado y quiere saciarse con tu presencia.
a las sendas que tú has trazado, Sé para mí, Señor, la roca firme en quien me apoyo cada día
y mis pies no han vacilado en tus veredas y dame la seguridad de sentirme amado por tu corazón de Padre.
a pesar del cansancio del camino.
Yo amo tus sendas, yo amo tus veredas, yo amo tus proyectos; (Salmo 16)
regálame el don de tu Espíritu para que sea fiel a tus mandatos.

Yo te llamo, yo te busco, mi corazón tiende a ti, ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 16):
como el río al mar. — Venid a mí todos los que estáis... (79).
Tú, oh Dios, fortaleza de mi vida, me respondes con cariño. — Si Dios está a nuestro favor... (65).
— Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro»... (57).
Tiende hacia mí tu oído, acércate hasta sentir tu aliento;
— Cuando todo me va mal... (13).
escucha mis plegarias, acoge mis palabras, hazme tuyo;

32 33
Tu sabiduría, Señor, es eterna y has creado t o d o
M Sofoca deade Cu vccOz u &%• c o m o un canto de u n i d a d ;
tu ley, Señor, es perfecta y has llenado el existir de armonía.
Tus caminos y tus sendas. Señor, son rectos
y gozo de nuestro corazón;
t u Ley ha q u e d a d o marcada en tus obras
Nosotros buscamos tus huellas, Señor, en la vida de tu tierra; y es luz para nuestros ojos.
buscamos tus huellas profundas en la luz que inunda tus cielos. Oh, Señor, Dios nuestro, danos sensibilidad y un corazón puro
Tu gloria, oh Dios, alabamos en tus obras y nos llena de alegría; para respetar y admirar las obras maravillosas de tus m a n o s .
la obra de tus m a n o s , Señor, es un canto a tu b o n d a d y belleza. Tu Creación, oh Dios de la vida, es c o m o un gran libro
El día al día, la noche a la noche, abierto, página a página, al corazón del h o m b r e .
c o m u n i c a n tu mensaje de amor, ¡Bendito seas, Señor, cercano en tus obras
y nuestro corazón joven se llena de gozo y entusiasmo al h o m b r e que has creado!
ante tu presencia.
¡Bendito seas, Señor, en la luz y en la vida de tus obras! Nosotros creemos en ti y respiramos el d o n de tu vida.
Tú eres la raíz de nuestra existencia
Como la brisa suave, c o m o el rocío de la mañana, Señor nuestro,
y el manantial de nuestro río.
tu mensaje nos llega d e r r o c h a n d o la grandeza de tus manos.
Empápanos de tanta belleza y grandeza que rodea nuestra vida,
La tierra toda está salpicada de tu a m o r y tus p r o d i g i o s ,
y levanta nuestro corazón joven hacia t i ,
y tu rostro se descubre al oír de cerca tus pisadas.
A u t o r de tantas maravillas.
Tú te haces presente en la lluvia y en la flor, en la nieve y la luz;
Señor Dios nuestro, a ti cantamos con el corazón agradecido;
te haces presente en el canto de los pájaros
Señor Dios nuestro, a ti alabamos con el corazón lleno de gozo;
y el balar de los corderos.
Señor Dios nuestro, a ti te q u e r e m o s
Oh Dios de la vida, que inundas la existencia de tu vida y ternura.
porque has manifestado tu amor.
Oh Dios de la luz, que penetras t o d o y lo llenas de alegría.
¡Bendito seas, Señor, en la l u z y la vida q u e cada día r e s p i r a m o s !
¡Bendito seas, Señor, en la sencillez del vuelo de un pajarillo!
¡Bendito seas, Señor, desde el amanecer hasta el poner del s o l !
Tú has levantado en el mar una tienda para el sol ¡Bendito seas, Señor, en nuestro corazón
y habitas en sus aguas; que busca la luz y ama la v i d a !
tú has s e m b r a d o luz de estrellas en sus alas
y caminas c o m o el v i e n t o ; (Salmo 18)
te recreas en la i n m e n s i d a d de tus mares y tus playas,
y te asombras de la vida que sus entrañas llevan dentro.
Eres grande y nosotros te alabamos con el corazón gozoso. ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 18):
Eres grande y nosotros a p l a u d i m o s la vida que has derrochado. — Bendito seas, Señor, en nuestro corazón... (7).
Eres grande, Señor, y nos has dado la vida para que la v i v a m o s . — Cantaremos y tocaremos para el Señor... (9).
¡Bendito seas. Señor, en la pureza de la nieve — A pie descalzo caminamos contigo... (1).
en lo alto de la c u m b r e ! — El amor de Dios alegra nuestro corazón... (19).

34 35
H SaCma cCeírfmcyo-<¿&id<K{£n& Preparas, A m i g o , para mí una mesa y te sientas a mi lado;
unges con óleo perfumado m i cabeza
como prueba de amistad sincera,
y llenas del buen vino mi copa hasta rebosarla.
Tu mesa, tu óleo, tu copa, son mi mesa, mi óleo y mi copa.

Señor Jesús, eres Amigo verdadero, como el buen pastor La dicha y la gracia de tu amistad, Señor Jesús, pastor bueno,
que conoce una a una sus ovejas y las llama por su nombre. me acompañarán a lo largo de los días de mi vida.
Eres fiel en tu amistad para conmigo y nada me falta. Seré dichoso con tu fidelidad inquebrantable,
Nada me falta, porque tú llenas los deseos de mi corazón; y tendré siempre la seguridad de tu amor hasta el extremo.
nada me falta, porque tú estás a mi lado Mi morada, Señor Jesús, Amigo verdadero, como el buen pastor,
aunque todos me abandonen; será la llaga de tu corazón, en sangre y agua, abierta.
nada me falta, porque has dado la vida por mí en lo alto de la cruz; A lo largo de los días, creeré siempre en tu amor,
nada me falta, porque tu perdón y gracia me acompañan siempre. porque nadie tiene mayor amor que el que da la vida por el amigo.
Me regalas con tus dones, me alimentas con tu pan de vida;
me recreas en el gozo y paz de tu Espíritu. Tú eres. Señor Jesús, el Pastor bueno,
que guía hacia el aprisco su rebaño;
Me conduces, como buen pastor, hacia las aguas de reposo, tú eres, Señor Jesús, Amigo verdadero,
y mi sed se siente reconfortada en el agua viva de tu manantial. que ya nunca nos llamarás siervos.
Tú confortas mi alma, cuando me faltan fuerzas para el camino; Tú eres Amigo que me has dado a conocer
tú confortas mi alma, cuando me siento desanimado y solo. los secretos del corazón del Padre;
Tú me guías por senderos de justicia, como signo de tu amistad; eres A m i g o que has salvado mi vida dejándote colgar del madero.
eres siempre fiel en mi camino, y tu gracia fortalece mi pobreza. Enséñame, Señor Jesús, a dar mi vida
por los que necesitan seguir viviendo;
Señor Jesús, eres siempre amigo verdadero, como buen pastor, enséñame, Señor Jesús, a permanecer fiel
que sacrifica su vida en defensa de su rebaño; al lado del hermano que está solo.
aunque pase por valles tenebrosos, ningún mal temeré Tú eres la puerta que abre camino hacia el corazón del Padre:
porque tú siempre vas conmigo. Nada temo a tu lado, guíame, A m i g o , y condúceme hacia las aguas tranquilas
porque tu vara y tu cayado me sosiegan. Contigo, nada me falta. de su Reino.
Tu palabra es la fuerza que mantiene mi fe en tiniebla;
tu palabra es soporte que aguanta la oscuridad de mi noche; (Salmo 22)
tu Espíritu es el poder y la seguridad que aguanta mis dudas;
tu Espíritu es la luz y el calor que animan mis pies cansados.
ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 22):
Eres Amigo verdadero, Señor Jesús, como el buen pastor,
— Señor, ¿a quién iremos?... (63).
que al venir el lobo no huye monte abajo;
— Venid a mí todos los que estáis... (79).
tú estás siempre conmigo y defiendes mi causa con tesón — Ya no soy yo quien vive... (81).
hasta que me sienta libre y restablecido en mis fuerzas. — El camino, eres tú, Señor; la verdad... (20).

36 37
I Sa¿tH& de ccft cona^ó*t de ¿e ¿¿rime Mi corazón no me engaña; en lo p r o f u n d o oigo una voz.
Dice de ti m i corazón: «Busca su rostro».
Sí, tu rostro busco, Señor: no m e escondas tu rostro.

Tú eres m i a u x i l i o : no m e a b a n d o n e s , no me dejes solo.


Tú eres mi auxilio: ven en m i ayuda, Dios de mi salvación.
Tú eres, Señor, mi luz y mi salvación: estás c o n m i g o .
Yo estoy seguro, Señor, de que si m i padre y mi m a d r e
Eres la luz para mis pasos, ¿a quién he de temer?
me a b a n d o n a n ,
Eres el refugio de mi vida, ¿por quién he de temblar?
tú nunca harás eso, tú estarás s i e m p r e a m i lado y m e acogerás.
En ti está m i confianza y en tus m a n o s m i v i d a ;
mi corazón está f i r m e y a n i m o s o estando c o n t i g o ;
Enséñame tu c a m i n o de paz y bien, Señor;
eres mi luz, eres mi salvación, eres mi refugio.
p o n m e en marcha, g u í a m e por la senda llana.
Nada t e m o , aunque se acerquen a mí mis adversarios; Sé tú m i guía, m i luz, m i defensa, m i salvación.
nada t e m o , aunque intenten devorar mis fuerzas. Mi corazón no t e m e , porque tú vas c o n m i g o y me amas.
Tú estás c o n m i g o : eres m i luz y salvación, mi refugio, Mi corazón está seguro en ti y se siente f i r m e .
y ante t i , estoy s e g u r o ; ellos tropiezan y s u c u m b e n .
¿Quién m e hará t e m b l a r , Señor? Estás c o n m i g o . Yo quiero ver tu b o n d a d , Señor, y saborear tu ternura;'
A ú n más: aunque acampe contra mí un ejército; aquí, ahora, en la tierra d o n d e v i v o : hazme gustar tu amor.
aunque luchen contra m i vida las fuerzas del M a l i g n o ; Yo espero en t i , Señor; y o sé que c o n t i g o ,
aunque me cerquen por todas partes y me aprieten en su cerco, mis problemas tienen salida;
mi corazón no t e m e ; está seguro en ti y resiste. yo espero en t i . Señor, y estoy seguro
A u n q u e estalle una guerra contra mí y t i e m b l e t o d o , de que nunca me dejarás solo.
aun así, Señor, estoy seguro contigo en m e d i o de ella. Tú me hablas al corazón y me dices: « á n i m o , ten valor,
¿De quién he de temer, Señor, si estoy contigo? sé f i r m e en t u fe».
Tú me hablas al corazón y me dices: «espera en mí,
Una cosa te pido, Señor; una cosa busco con pasión:
confía en mi gracia».
habitar en tu casa, Señor, sentarme a tu lado, estar contigo
Mi corazón te dice. Señor: «creo en t i , estoy seguro a tu lado».
todos los días de mi vida. Quiero gustar tu dulzura, Señor,
y tener la seguridad plena de que tú m e amas.
(Salmo 26)
En el día del peligro me darás cobijo en tu cabana;
m e esconderás en lo escondido de tu t i e n d a ;
y mi pie estará seguro sobre tu roca f i r m e .
Contigo, nada t e m o ; tu poder es mi defensa y salvación. ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 26):
— Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro»... (57).
Quiero cantar de gozo, quiero salmodiar, quiero alabarte, — Tú, Señor, eres el camino... (76).
porque eres el Dios de mi vida y en tus m a n o s m e siento seguro. — Moverse es encontrarte a cada paso... (50).
Escucha mi canto. Señor; acoge m i plegaria y respóndeme. — Como el hombre que se hace a la mar... (10).

38 39
B S<Z¿ÍHO- ett, oca matPtewfo de afeuno- Mas yo confío en t i , Señor, porque eres mi Dios y yo te a m o ;
en tus manos he puesto mi pobre destino, líbrame, ábreme camino;
alumbra m i rostro con la luz de tu ternura y compasión,
y hazme renacer de nuevo en tu amor y misericordia.
Oh Dios, cuento contigo en mis apuros, no me falles, que te quiero.
Oh Dios, tú eres diferente y me amas así,
En ti, Señor, busco cobijo: acógeme entre tus brazos. deshecho como estoy ahora.
No me dejes solo, abandonado y confundido: échame una mano.
Tú que eres santo, tú que eres bueno y misericordioso, Qué grande es tu bondad, Señor, qué maravillosa tu ternura.
recóbrame, que vuelva a ser tuyo, líbrame: ¡date prisa! Has guardado para mí tu salvación y me la entregas como un regalo.
Me brindas tu perdón y yo me siento estremecer de gozo
Sé para mí una roca de refugio, mi fortaleza, mi alcázar. al saberme perdonado;
Guíame, dirige mis pasos, que han perdido el rumbo y vacilan. me siento de nuevo como un hijo tuyo, que regresa a casa
Sácame de esta red que me tendieron y me dejé atrapar por ella. y entra en la fiesta.
Mi vida pongo en tus manos, mi vida amenazada, rota, deshecha.
Rescátame, Señor, que estoy en apuros, que me siento perdido. Bendito seas, Señor, Dios de amor y misericordia,
respuesta en los apuros;
Yo me he dejado manejar por los ídolos que deslumhran mi vida; bendito seas, Señor, fiel como nadie, constante en tu amor
he caído en sus garras, me han estrujado hasta dejarme sin fuerzas. hasta el extremo.
Estoy confuso, estoy envuelto en la mentira y no sé el camino; Me has brindado las maravillas de tu amor: ¡Bendito seas!
tú que eres Dios de la Verdad, dame un rayo de luz para que vuelva. Has mirado mis ojos con la luz de tu pureza: ¡Bendito seas!
Tú que has visto mi miseria y conoces la angustia de mi corazón, Yo soy tu amigo, Señor, no me dejes otra vez meterme en la tiniebla.
líbrame ya, ven de prisa, pon mis pies en campo abierto. Afirma mi débil corazón, Señor, y haz que espere siempre
en tu ternura.
Tenme piedad, Señor, compadécete de mí, llora conmigo a mi lado, Gracias, Señor, porque de nuevo has alentado mi vida
porque estoy deprimido y mi alma está llena de angustias. y me siento libre.
Mis ojos están rojos de tedio; me siento corroído por la desgana;
mi alma, mis entrañas se retuercen y no sé cómo salir de mi ansiedad. (Salmo 30)
Me siento oprimido, me encuentro marginado,
nadie me toma en cuenta;
soy para mí como una cosa perdida y me doy, sinceramente, asco.
Creía que tenía amigos, y ahora, Señor, sólo me quedas tú. ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 30):

Camino por la vida como un sonámbulo y no tengo fuerzas; — Cuando todo me va mal, se tú, Señor... (13).
— Oh Espíritu, sondea nuestro corazón... (56).
me apoyo en el polvo blanco de la muerte y me siento asfixiado;
— Venid a mí todos los que estáis... (79).
animo mi mediocridad y mi fracaso con el trago que me hunde;
— En tus manos de Padre he encontrado morada... (28).
o me escapo a mis problemas refugiándome en el abuso de la carne.
Soy como basura, como un objeto de desecho abandonado.

40 41
H Saímo- de eiíeynúi y edfe&ieuija, desde tu morada te entristece el mal del hombre y su retroceso.
Tú has formado nuestro corazón de frágil arcilla,
y contemplas las acciones de cada hombre en la tierra.

Los poderosos, oh Dios, no triunfan con su sola fuerza;


el que destruye al hombre siembra en su corazón muerte.
¡Nosotros, amigos tuyos, gritamos de júbilo, oh Dios! Tú eres el único Señor del hombre y de la Historia;
Con un corazón limpio y sincero queremos alabarte. sólo t ú , Señor, permaneces para siempre: ¡Eres Dios!
Para ti, Señor Dios nuestro, este cántico de acción de gracias. Los poderes, los dineros, las soberbias de los hombres,
Juntas nuestra voces te decimos que eres grande y maravilloso; ante tus ojos son paja que lleva el viento;
juntos proclamamos tu bondad en este cantar nuevo; hoja que no llega a mañana.
lo mejor de nuestro corazón, oh Dios cercano, para ti.
Tus ojos llenos de amor y ternura cuidan de la Obra de tus manos,
Tu Palabra es sincera y llena el corazón de alegría; y todos los que esperamos en el triunfo de tu amor,
tus obras son grandiosas y están inundadas de verdad; tendremos' respuesta;
tú amas, oh Dios nuestro, la justicia y el derecho porque tú, oh Dios, has librado nuestra alma de la muerte,
y toda la tierra está rociada con la lluvia de tu bondad. entregando en la cruz al Hijo amado, al Enviado:
él nos ha dado vida nueva y en él te decimos: Abba, Padre.
Tu Palabra de Vida ha hecho los cielos salpicados de estrellas;
con el soplo de tu boca has dado aliento a cuanto existe; Juntos te cantamos y juntos esperamos en nuestra fe
en tus manos llenas de ternura se cobijan las aguas del mar, la llegada de nuevos cielos y nueva tierra; la llegada de tu Reino.
y los montes y las cumbres y los valles repiten sin cesar tu nombre. Sé tú, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Dios de misericordia,
socorro y escudo, baluarte y defensa en el proceso de la Historia.
Oh Dios, nos sentimos pequeños, como granitos de arena, ante t i ; En ti confiamos y creemos en la presencia viva de Jesús Resucitado.
que los hombres, Señor nuestro, admiren y alaben tu nombre. Sea tu amor, Señor Dios nuestro, como flor de primavera
Tú tienes Palabras de vida sin término; sobre nosotros;
palabras que se hacen acción; sea tu amor entrañable por el hombre, la razón de nuestra esperanza.
solamente tú, Señor, tienes poder para hacer lo que dices.
(Salmo 32)
Tu plan de salvación penetra el mundo entero,
y hace vanos los proyectos de los pueblos;
tu proyecto. Señor, se va realizando en la Historia, paso a paso,
aunque el hombre ciego no la descubra desde su pobre corazón.
¡Somos felices, porque somos tu Pueblo y tú eres nuestro Dios! ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 32):
¡Somos felices. Señor, porque nos has elegido como heredad tuya! — Alabado seas, mi Señor, en mis noches y en mis pruebas... (3).
— El mundo, la vida y la muerte, lo presente... (22).
Tú contemplas nuestro suelo desde la altura de tus cielos; — Tu Espíritu clama en nosotros: Abba, Padre... (74).
tu corazón de Padre ama, uno a uno, a todos los hombres; — Por tu gran amor, por tu bondad... (60).
desde tu morada te alegra el bien del hombre y su progreso;

42 43
H SaCmo- cUade éa, ¿Ua&itvpi yw^oáa, Guarda, Señor, m i lengua del m a l , de la palabra falsa;
no permitas que mis labios se encadenen a la mentira.
Quiero apartarme del m a l , Señor, y obrar el bien cada día;
quiero buscar la paz y trabajar en servicio del p e r d ó n .

Tú tienes, Señor, los ojos abiertos s o b r e nosotros,


Te b e n d i g o , Señor, con el corazón gozoso, en t o d o t i e m p o ;
porque tu corazón vela por la obra de tus m a n o s ;
día y noche, c u a n d o trabajo o descanso, quiero alabarte;
tu rostro brilla lleno de tu gloria y tu poder,
m¡ corazón sólo en ti encuentra vida, a m o r y lealtad;
y al mirarte la vida se siente segura y feliz.
y o me alegro, Señor, con t o d o s los h o m b r e s que te alaban.
Tú eres grande, eres maravilloso, eres único, Señor:
Oh Dios, que t o d o s los pueblos te engrandezcan; nuestros gritos tú los oyes y los acoges con t e r n u r a ;
que t o d o s los pueblos ensalcen tu n o m b r e por s i e m p r e ; nuestras ansiedades y angustias las haces tuyas.
te he buscado, Señor, y ahora m i corazón se llena de gozo, Tú estás cerca. Señor, de q u i e n tiene roto el corazón,
porque me has librado de t o d o s mis miedos y tensiones. y estás p r o n t o a salvar a los que se sienten hundidos.

Mis ojos te m i r a n y tu luz m e inunda de alegría; ¡Qué h e r m o s o , Señor, es tenerte a ti c o m o Dios y c o m o Padre!
me siento feliz, me siento t r a n q u i l o cuando te alabo. ¡Qué dichoso lite siento al saberme hijo t u y o !
Yo s o y pobre de corazón. Señor; a ti grito y t ú m e respondes; Yo confío en t i , lo espero t o d o de tu m i s e r i c o r d i a ;
s i e m p r e estás a punto para sacarme de mis angustias. confío porque me amas y defiendes siempre m i vida.
Te alabo, Señor, con el corazón lleno de gozo.
Tú acampas en t u tienda j u n t o al pueblo e s c o g i d o ;
eres c o m o una c o l u m n a f i r m e en m e d i o de los que en ti creemos. (Salmo 33)
¡Oh Dios, y o he gustado y he visto lo bueno que eres t ú !
Yo soy dichoso al haberte escogido c o m o el centro de m i vida.

Ante t i , Señor, siento respeto y reverencia;


a t u lado y o he e x p e r i m e n t a d o que nada m e falta.
Los que pasan de t i , se quedan pobres y vacíos;
los que te b u s c a m o s , Señor, q u e d a m o s saciados.

Yo c a m i n o hacia t i , Señor, y abro m i oído a tu palabra;


ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 33):
quiero aprender a t u lado t u sabiduría y t u a m o r ,
quiero vivir bajo la n o r m a de tus mandatos. — El amor de Dios alegra nuestro corazón... (19).
— Gloria a ti por siempre... (31).
Oh Dios, Dios de la vida, y o a m o el vivir;
— Oh Dios, tus maravillas se han hecho noticia... <55).
o h Dios, m i corazón desea gozar s i e m p r e de t u presencia. — Te doy gracias de todo corazón... (71).

44 45
Señor, tú bendices al hombre que cuenta contigo en su vida,
I Saimo- fuvui ¿a&en enfrenan y al que te rechaza, esperas a que cambie su corazón duro y ciego.
Tú guías los pasos del hombre. Señor, cada momento
con mano firme;
y cuando el hombre cae, tú le tiendes tu mano salvadora.

Señor, a veces no veo claro; parece que triunfa el mal. Yo sé, Señor, que al hombre que cree en ti, nunca lo abandonas;
Señor, me siento rodeado de juego sucio e injusticias. y que el pan de cada día nunca faltó en su mesa.
Siento a mi lado la ley del más fuerte, de la pura selva. Señor, que mi corazón se aparte del mal y obre el bien;
Y tengo momentos, Señor, que parece que todo va contra el muro. que camine junto a ti y sea siempre del grupo de tus amigos.
Y tú me dices, Señor, que el mal se seca presto como el heno;
que el mal como hierba tierna se marchita. ¡Es tu palabra! Tu tierra, Señor, toda la tierra será poseída por el hombre justo;
el hombre malvado quedará solo y estéril como tierra reseca.
Yo tengo confianza en ti, Señor, y he hecho opción por el bien; Tu ley, Señor, está en el corazón del hombre que te ama,
quiero vivir en la tierra dando vida y crecer desde la paz; y sus pasos no vacilan aunque a veces camino solo.
yo pongo en ti los intereses más profundos de mi vida
y estoy seguro, Señor, que me darás lo que pide mi corazón. Señor, yo espero en ti y guardo la norma de tu camino;
yo espero la herencia de tu tierra, porque así lo prometiste.
En ti he puesto mi suerte, Señor, y no en el juego sucio; Aunque el hombre malvado, Señor, sea arrogante y orgulloso,
espero que harás brillar sobre mí tu justicia; caerá como árbol derribado por la tempestad en la noche.
confío que tu derecho, tu ley orienten siempre mi camino.
Yo vivo en calma junto a ti, Señor, y espero en t i ; Dame un corazón íntegro, un corazón sencillo y humilde,
que mi corazón no se acalore con el que prospera a base de mentira. y que en medio de los hermanos sea siempre hombre de paz.
Yo estoy seguro, Señor, que poseeré la tierra si tengo paciencia. Que tu salvación acompañe día y noche el sendero de mi vida,
y aunque sea acorralado por el hombre sin conciencia
Yo estoy seguro, Señor, que poseerán la tierra los humildes, que tenga siempre claro que el único Señor de la Historia eres TU.
y que gozarán, como hermanos, de inmensa paz. ¡Es tu promesa!
Señor, aunque el justó se vea acorralado por el hombre sin piedad, (Salmo 36)
tú, Señor, sabes que el mal ha sido vencido por el bien.

No dejes, Señor, que el poderoso abata al mísero y al pobre;


no dejes, Señor, que el hombre de conducta recta sea eliminado.
Tú sostienes los brazos cansados del que en ti espera,
mientras poco a poco los planes del opresor caen por tierra.
ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 36):
Tú conoces el corazón, Señor, del hombre honesto y sincero, — Sólo se ve bien con el corazón... (68).
y preparas para él una herencia eterna sentado a tu mesa; — ¿Quién podrá arrebatarnos el amor de Cristo?... (62).
tú estarás al lado del pobre y oprimido en tiempo de desgracia — Tú, Señor, eres nuestro Padre... (77).
y en días de escasez llenarás sus manos de abundancia. — Bendito seas, Señor, en nuestro corazón... (7).

46 47
H Sa¿m<y de&de> utt con<i^6*t 6en¿cC& Soy como un sordo, Señor, y no escucho a nadie;
soy como un mudo, Señor, y no comparto mi situación límite.
Las palabras de los que me quieren bien, se quedan distantes
y me da igual el blanco que el negro: ¿Esto es vida?

Con todo, aquí estoy, como siempre, y espero en ti;


Señor, ten paciencia conmigo, soporta mis flaquezas;
te has convertido en la respuesta a la sin-respuesta de mi vida.
espera a que mi corazón cambie y se vuelva a ti.
Tú eres mi Dios, tú eres mi fuerza, tú eres mi refugio.
Los problemas los llevo clavados en mí como saetas,
Perdona mi pecado, libérame de los lazos que me atan;
y la vida ha caído sobre mí doblegando mi cabeza; que yo me sienta comprendido por ti, Dios bueno,
mi corazón está manchado y no me siento limpio; y deje de sentirme «el mártir» entre todos los míos.
el pecado está agarrado a mi vida y no encuentro mi libertad.
Mi corazón está herido; mi corazón está roto.
He pecado. Señor, y mis culpas son como un peso duro Mi corazón joven se siente golpeado por la no-vida;
que no me deja respirar y me quita la alegría; Dios mío, acércate al hielo de mis huesos descoyuntados,
me siento herido, me siento llagado, cubierto de cicatrices y no te quedes lejos, como un espectador que pasa de todo.
a causa de la locura de mi pobre corazón descontrolado.
Arrugado, encorvado, abatido totalmente, Señor, Señor, date prisa en auxiliarme; échame una mano pronto,
ando triste y pesaroso todo el día sin encontrar salida. tú que eres el Dios de mi salvación, el Dios de mi esperanza.
Que tu Espíritu de amor cure mis heridas y sane mis llagas;
Están mis espaldas arqueadas por el peso del absurdo; que tu Espíritu de Vida aliente mi corazón cansado y frío.
me miro, y no encuentro trozo de piel sano en mi cuerpo.
Me siento indefenso, sin coraje, como molido a palos (Salmo 37)
y mi corazón sangra y hierve hasta estallar de rabia.

A pesar de todo, Señor, mis ojos buscan respuesta en ti,


y de mis problemas y sufrimientos hago grito ante tu rostro.
El corazón me traquetea, las fuerzas me abandonan,
y he perdido la luz y la alegría de mis ojos.

Mis amigos, los de mí casa, los de siempre, Señor, ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 37):
los siento alejados, distanciados, perdidos en mi noche.
— Señor Jesús, ten compasión de mí, pecador... (64).
He llegado, Señor, a ser tremendamente susceptible a todos. — Venid a mí todos los que estáis... (79).
Hago problema de lo que no encierra dificultad, — El Señor te bendiga y te proteja... (24).
y no sé vivir en este momento si no me duele algo. — Oh Espíritu, sondea nuestro corazón... (56).

48 49
I Sa¿tn& deáde ¿a, ftequeñef deí &om&>ie> ten paciencia con mis locuras; soporta mis rebeldías: libérame.
No sé qué hacer con mi vida, ni c ó m o orientarla hacia el f u t u r o ;
realiza en mí el plan que tu Padre Dios tiene c o n m i g o .
Sé t ú , Señor Jesús, c a m i n o del h o m b r e h o y y s i e m p r e ,
el proyecto seguro y cierto por el que camine.
Cuántas veces, Señor, me p r o m e t í ser fiel a mi p r o y e c t o ;
cuántas veces dejé la cosa solamente en palabras vanas. Señor, s o p ó r t a m e , sé flexible c o n m i g o , ten tolerancia
Hoy llego ante t i , y quiero ir más lejos en mi c a m i n o : a mis o b r a s ;
quiero, Señor, dejar de hablar tanto y «callar y obrar». soy c o m o flor de primavera en el a l m e n d r o , frágil y amenazada,
y apenas puedo hablarte de promesas inciertas: ¡ A y ú d a m e !
Con frecuencia, Señor, m i corazón se acalora y desenfrena; Hazme entender el dolor, la tentación y la prueba,
y me dejo llevar por el fuego encendido de mis tiernos años. c o m o el c a m i n o de cruz, que tú llevaste hasta t e r m i n a r en vida.
A veces, Señor, me a r r i m o tanto al árbol que pierdo el bosque Soy pequeño, c o m o un niño desprotegido sin la madre al lado:
y el c a m i n o de m i vida se queda enredado en una encrucijada. Se t ú , Señor, lo fuerte de m i vida, cuando m e manifieste d é b i l .

Señor, hazme saber cuál es el final de m i c a m i n o ; Así, c o m o la arcilla en tus m a n o s de alfarero;


descubre en mi corazón cuál es la medida de mis días. así, c o m o un gorrioncillo que ha hecho su nido a tu lado,
Deja caer en mis m a n o s de m e n d i g o la fragilidad quiero poner m i v i d a , pequeña y p r o m e t e d o r a , c o m o una semilla
del hoy que v i v o , en la tierra de tu corazón para que la hagas crecer
y que busque en la luz de tu mirada seguridad y salvación. palmo a palmo.

Yo sé, Señor, que mi vida está tocada por lo f r á g i l ; (Salmo 38)


yo sé, Señor, que ante ti soy c o m o el polvo que lleva el v i e n t o ;
yo sé, Señor, que soy c o m o una s o m b r a que rasga
y deshace la luz;
yo sé, Señor, que las cosas, que el dinero
son en mis manos nada.
Yo sé, Señor, que mi vida sin t i , es c o m o árbol sin raíces,
es c o m o río, cuando se ha secado el manantial
que lo alimentaba.

Señor, ¿qué puedo yo esperar de mi vida si tú no eres mi Vida?


En ti está m i esperanza; de tus manos aguardo respuesta ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 38):
cada día. — Tú, Señor, eres nuestro Padre... (77).
No me hagas caso cuando soy loco o insensato, Señor, — Oh Dios, crea en mí un corazón puro... (33).
— Invoco al Dios Altísimo... (39).
que soy j o v e n ;
— Sondéame, Señor, y conoce mi corazón... (70).

50
51
0
I ?e¿¿f eí joven que tiene
un cenarán feoéne de eúfánitu,
fi&ique ya%a> <fa> deí ^eino-
de to& cteío¿

I *?eí¿f eí joven que ea> tnan&a-


u ¿uwulde de cma$ón,
fewiaue fi&ieetá en &enenc¿a<
¿a, ttevia> de tai 6a*HÍhe&

• 'peíty eí joven que e& ¿¿füfU*


yfcurto-de cona^ón,
fewique, 4¿n duda &íyun<fr,
venó, eí toatno- de 'D¿a&
OS<&Z^
I Sa¿m& de acción de <puic¿ei&: Quiero p r o c l a m a r tu justicia entre los h o m b r e s , hacer historia;
quiero llevar tu v o l u n t a d de c o m p a r t i r ante los p u e b l o s ;
quiero p r o c l a m a r tu lealtad al h o m b r e perseguido y m a r g i n a d o ,
quiero que t u a m o r y tu verdad lleguen
hasta el corazón más pobre.
Te d o y gracias de t o d o corazón; me alegro contigo.
En t i , Señor, he puesto m i confianza, m i esperanza;
tú te has inclinado con ternura sobre mí, Que tu ternura, Señor, se derrame sobre mi vida
y has escuchado mi c l a m o r y has acogido mi vida. y me haga fuerte;
Te d o y gracias de t o d o c o r a z ó n ; m e alegro c o n t i g o . que tu a m o r y tu verdad sean la tienda donde yo m o r e ;
mira que mis ojos están cercados por la tiniebla espesa,
Tu m e has sacado, Señor, de la fosa fatal, y mi corazón no acaba de arrancarse de los lazos opresores.
Te doy gracias de t o d o corazón; me alegro contigo.
tú me has levantado del fango cenagoso d o n d e estaba;
tú has asentado m i s pies sobre roca f i r m e ;
Quiero vivir haciendo c a m i n o con las obras del bien;
tú has dado consistencia a mis pasos en busca de sentido.
quiero dejar estelas a mi paso de paz y misericordia.
Te d o y gracias de t o d o corazón; m e alegro c o n t i g o .
No me dejes poner el pie en el hoyo p r o f u n d o del m a l ,
y no permitas nunca que de ti tenga vergüenza.
Yo m e siento dichoso y te canto un canto n u e v o ; Te doy gracias de t o d o corazón; me alegro contigo.
yo te alabo y exulto de alegría ante t i , Señor.
Tu presencia m e llena de respeto y ante ti m e a n o n a d o ; En ti mi corazón se goza y se alegra desde el f o n d o ;
y decidido me v o y en pos de t i , renunciando a la mentira. con los que te buscamos día a día yo repito:
Te d o y gracias de t o d o corazón; m e alegro contigo. ¡Grande eres, Señor!
Yo a m o tu salvación, he experimentado la verdad de tu amor.
¡Cuántas maravillas has realizado en m i vida, Señor m í o ; Soy pobre, indefenso, desdichado tantas veces, Señor del h o m b r e ,
c o m o tú no hay nadie capaz de tanto a m o r hacia el h o m b r e ! pero mi corazón confía en ti y te alaba en t o d o m o m e n t o .
Quiero dar t e s t i m o n i o de tu b o n d a d y ternura para c o n m i g o Quiero darte gracias s i e m p r e : en lo bueno y en lo d u r o ;
y cantar, Señor Jesús, lo que tú has hecho con mi historia. porque creo, Señor, que pase lo que pase,
Te doy gracias de t o d o corazón; me alegro contigo. siempre t ú estás c o n m i g o .

(Salmo 39)
Tú no quieres, Señor, cosas que m u e r e n , palabras sin certezas;
tú no quieres buenos sentimientos que barre
ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 39):
una nueva circunstancia;
— Te doy gracias de todo corazón...(71).
lo que tú quieres, Señor Jesús, es un corazón abierto y noble, — Por tu gran amor, por tu bondad...(60).
capaz de decir «SI» a la v o l u n t a d del Padre; decir: «Aquí estoy». — Ha llegado tu Reino...(35).
Te d o y gracias de t o d o corazón; me alegro contigo. — Si Dios está a nuestro favor...(65).

54 55
H Salmo- e*t (Ut&fiueda, de 'Dtoa Me siento desfallecer y el aliento se ha ido de mi boca;
me siento desorientado y mil cosas pugnan por mi vida joven.
No tengo razones para llegar hasta t i : regálame
con el don de la fe.
Dame un corazón humilde para que «te pruebe»
y no intente comprobarte.
Mi corazón joven busca sentido para mi vida;
mi corazón joven te busca a ti, Dios mío, Eres como un abismo que llama a otro abismo: así es tu amor.
y tiene sed y tiene hambre y tiene ganas de ti, Eres desconcertante, fascinante y deslumhra tu presencia.
como la cierva que busca el agua; o el niño hambriento, el pan. Eres como una ola embravecida que inunda la playa virgen.
¡Oh Dios, lleva en tus aguas este mi granito de arena!
¡Cómo lo siento, Señor!: mi corazón tiene sed de ti;
mi corazón busca en ti a Alguien que llene su existencia. Manda tu gracia, rompe la dureza de mi corazón;
Te busca con pasión y con fuerza, oh Dios vivo, Dios de la Vida, haz día de mi noche y noche de mi día; ¡luz en mis sombras!
y me pregunto a cada paso: ¿Cuándo veré tu rostro, Abre mi corazón en plegaria silenciosa y que llegue a ti
tu faz, oh Dios? con el amor.
Dios de mi vida: quiero tu vida, necesito tu vida; llena mi vida.
En mi camino muchas veces no te he buscado y me he perdido. Te digo, Dios, que eres como una firme Roca entre mi arena:
Mi pecado, mi desorden, mi egoísmo y mi orgullo ¿Por qué callas? ¿Por qué estás ausente? ¿Por qué te escondes?
cegaron la búsqueda; ¿Por qué no te siento? ¿Por qué a veces no te necesito?
mis limitaciones se convirtieron en lágrimas que mojaron mi pan; Oigo decir a mi lado, con burla y desdén: ¿Para qué tu Dios?
y al comerlo me preguntaba de nuevo: ¿Dónde está tu Dios? Yo espero en ti, un día seré tuyo y te alabaré.
Tú serás para mí «salvación de mi rostro y mi Dios».
Dentro de mi alma lo recuerdo y mi ser se derrama dentro:
tantas veces salté de júbilo en tu Casa de oración Envíame tu luz y tu verdad, que ellas me guíen;
cantando salmos; envíame tu Espíritu que me conduzca a la verdad plena.
tantas veces sentí tu presencia silenciosa dentro de mí. Quiero llegar hasta tu morada y cantarte, Dios de mi alegría.
Entre gritos de alabanza, en medio de la comunidad en fiesta Te encontraré, te miraré a los ojos, te alabaré
tú estabas presente, era real tu existencia entre nosotros. como un niño feliz,
y mi vida se sentirá segura y llena con tu presencia, oh DIOS.
Pero ahora, Señor, mi alma desfallece y me siento en baja forma; (Salmo 41-42)
mi alma está confusa y agitada y se revuelca dentro de mí.
Me siento contra el muro, vacío y solo: solo ante ti, sin ti. ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 41-42):
Oigo una voz dentro de mí que me dice: «Espera en Dios»; — Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro»... (57).
y yo, desde mi pobreza, espero, Señor, volver a alabarte. — Cuando encontraba palabras tuyas... (12).
— Este es el grupo que busca al Señor... (30).
Alabarte a ti que eres salvación de mi rostro y mi Dios. — Oh Dios, tú eres mi Dios... (54).

56 57
I SaUmo- e«ttte ta íuf y C<t 4<M<é>i<i y en el poster y en la pintada callejera y en el papel del kiosco,
se hace juego sucio y se mezcla todo sin la mínima vergüenza.

Llegan gritos de insultos y se oyen voces de blasfemias;


y en el fondo hay revancha y afán de destruir todo,
y hacer de lo más sagrado risa, espectáculo barato, farsa.
Oh Dios, nos lo han contado, lo hemos leído: es nuestra historia. Los valores de tu pueblo antiguo y nuevo hoy son leña
Tú has ¡do formando un pueblo a lo largo de los años; que arde en fuego y que muchos como bufones a la hoguera saltan.
lo sacaste de la esclavitud y lo condujiste por el desierto ¿Dónde estás, dónde te escondes, quién te oculta?
camino de una Tierra nueva, la Tierra prometida. ¿Dónde estamos, dónde nos escondemos, quién nos oculta,
Señor, éstas son nuestras raíces en la fe; los que nos llamamos creyentes, seguidores de tu Palabra?
éstos son los signos maravillosos que hiciste con tu pueblo.
Aunque la sombra quiera hacer cuenta rasa de nuestro pasado;
A tu paso, con tu pueblo, entre las naciones, aunque parezca que muchos han roto contigo la alianza;
abriste siempre sendero cuando el pueblo confiaba en t i . aunque el afán de lucro, de juego tonto en busca de fortuna;
Tu brazo fuerte y poderoso les dio la victoria; parezca que te han olvidado, como cosa trasnochada...
los llevaste en vuelo, como sobre alas de águila. nosotros queremos, Señor, seguirte por el sendero de la Vida,
Fuiste grande con un pueblo débil, testigo ante las naciones. y seguir adelante con fe firme bajo el poder de tus alas.

Tú solo, Rey y Dios nuestro, decidías los triunfos de los tuyos. Oh Dios, ¿de verdad hemos olvidado entre nosotros
Y cuando el pueblo era fiel a tu ley, a tus mandatos, tu Nombre santo?
la luz de tu rostro resplandecía en sus tiendas. ¿Es verdad que nuestras manos se han alzado
Fuiste grande con tu pueblo e hiciste tu historia de su historia; en busca de dioses extranjeros?
fuiste grande con ellos, y dejaron en su historia, tu historia. ¿Acaso no conoces tú el corazón del hombre
En sus páginas, vividas día a día, paso a paso, hombre a hombre; que caminó siempre a tu lado?
han dejado esculpidas letras con luz y sombra: pecado y gracia. ¿Acaso seguiremos impasibles ante la destrucción
A pesar de sus miserias, siempre fuiste el orgullo de su historia. por quien no tiene más que dineros?

Ahora, Señor nos sentimos pequeños y a veces confundidos; ¡Despierta ya! ¿Por qué duermes, Señor de nuestra historia?
algo así como si ya no caminases con nosotros ¡Levántate, ven presto en ayuda de tu pueblo peregrino,
haciendo nuestra historia. y rescátanos, por tu amor, y haznos un Pueblo nuevo,
Sentimos, Señor, como si estuvieras ausente y caminásemos solos: un Pueblo entero.
solos y a la deriva tantas veces; solos y sin rumbo y meta fijas.
(Salmo 43)
Somos pocos, Señor, y con frecuencia dispersos entre los hombres;
estamos vendidos al manejo de la historia por unos pocos ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 43):
bien organizados,
— Somos Iglesia, comunidad de creyentes... (69).
y a veces sentimos con fuerza el límite y la impotencia. — A pie descalzo caminamos contigo... (1).
Se burlan de nosotros; somos objeto de burla — Toma parte en los duros trabajos del Evangelio... (72).
en sus pantallas manejadas; — Si Dios está a nuestro favor... (65).

58 59
I S<zémo. cCeáde U«VOÚ- ojó4, Ccmfu&i mañana son otros que se aupan poniendo el pie
sobre los abatidos en las urnas.
¡Sólo tú. Señor Jesús, perduras en la historia para siempre!
¡Sólo tú, que subiste al madero de la cruz,
eres creíble en tu palabra]
(Yo te bendigo, Señor Jesús, Dios y Hombre, por siempre!
Bulle y canta mi corazón con palabras graciosas;
quiero recitar un poema lleno de ternura y belleza a ti, Señor. Dame, Señor de las Bienaventuranzas, unos ojos limpios,
A tí, Señor Jesús, que eres el más hermoso como los tuyos,
de los hijos de los hombres; para que pueda ver el rostro puro y transparente de Dios.
a ti, Señor, que te hiciste como uno de nosotros Dame un corazón limpio, libre de egoísmo y de prepotencia,
asumiendo nuestro barro; para que pueda ver desde dentro, desde donde sale el mal
a ti, Señor, que en tu palabra has derramado o el bien.
tu verdad y tu gracia. Señor, ante ti me rindo, ante ti mi corazón se hace pequeño.
¡Yo te bendigo, Señor Jesús, Dios y Hombre, por siempre! Señor, si mi corazón es sucio, mis ojos ante ti son ciegos.
¡Yo te bendigo, Señor Jesús, Dios y Hombre, por siempre!
Contigo camino ceñido de la verdad de tu Evangelio;
contigo marcho envuelto en la gloria de tu amor y lealtad; Aquí estoy, Señor Jesús, abierto a tu Persona y Evangelio.
contigo, Señor Jesús, entrego mi vida por la causa de la justicia; Quiero lograr hacer posible la Civilización del amor aquí y ahora,
contigo, Señor Jesús, hago de tu mandato de amor y que la vida y la verdad, y el servicio y la justicia...
norma de vida. sean la sal y el fermento de nuestra Historia confusa y tensa,
¡Yo te bendigo, Señor Jesús, Dios y Hombre, por siempre! para que el Reino del Padre sea la mesa que acoja a todos.
Que termine la Civilización de la muerte de hombres
Mis ojos se han abierto a la luz y la belleza de tu rostro; a tientas y ciegas
mis manos se levantan para aclamar tu triunfo en la cruz; y que nazca el hombre nuevo; el hombre de ojos limpios
mi corazón ama la justicia y la paz que dan tu Reino; de cara al Reino.
mi ser se abre a ti y queda inundado de la fuerza de tu Espíritu.
¡Yo te bendigo, Señor Jesús, Dios y Hombre, por siempre! (Salmo 44)
Mis ojos contemplan en la altura el trono que tu Padre
preparó para ti, Señor y Salvador del hombre y de la Historia.
Estás ungido con óleo de alegría por el Espíritu del Padre,
y llevas en tu frente la luz de tu victoria; ¡Eres el Único'.
¡Yo te bendigo, Señor Jesús, Dios y hombre, por siempre! ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 44):
— Yo te bendigo, Señor Jesús... (83).
Pasarán los poderosos de la tierra encumbrados en sus tronos; — Gloria a ti por siempre... (32).
de sus torres y palacios quedará arena convertida en desierto; — En Cristo todo ha sido SI... (25).
hoy son unos, que suben al poder bajando a otros; — Canta aleluya, aleluya... (8).

61
60
I S<Ut*t& fuvuz, &ztt?i fiaim&á. ¡Gloria a ti por s i e m p r e ! ¡Gloria a ti por s i e m p r e , Señor Jesús!

Que en tu n o m b r e los niños s a l m o d i e n a Dios,


que es bueno y justo.
Que en tu n o m b r e los jóvenes vitoreen a Dios,
que es vida y fuerza.
Reunidos en tu n o m b r e , Señor Jesús, q u e r e m o s batir p a l m a s ;
Que en tu n o m b r e los h o m b r e s y las mujeres aclamen a Dios,
unidos a t o d o s los pueblos, q u e r e m o s cantar al Dios de la v i d a ;
que es amor.
convocados por tu Espíritu, te alabamos, bendecimos
Que en tu n o m b r e los ancianos alaben al Dios de la vida
y glorificamos.
y de la gloria.
Con gritos de alegría te decimos: ¡eres grande, eres Señor nuestro!
¡Gloria a ti por s i e m p r e ! ¡Gloria a ti por s i e m p r e , Señor Jesús!
En tus manos el Padre ha puesto t o d o poderío: ¡Eres Rey!
En tus manos el Padre ha puesto la tierra entera: ¡Eres Señor! Reina, Señor, sobre los corazones de los hombres.
¡Gloria a ti por s i e m p r e ! ¡Gloria a ti por s i e m p r e , Señor Jesús! Que la v o l u n t a d de tu Padre sea hecha en nuestra tierra
c o m o en el cielo.
Todos los pueblos están entregados por el Padre a tu señorío.
Todos los h o m b r e s te los ha dado el Padre Que el Reino de tu Padre se haga presente en nuestra historia.
Que el pan de cada día que nos da el Padre
para que sean en ti hijos.
En t i , Señor Jesús, s o m o s herencia, pertenencia de Dios. llegue a la mesa de todos.
En t i , Señor Jesús, s o m o s o r g u l l o de la nueva raza ante el Padre. Y que tu Padre, Señor Jesús, no nos deje caer en la tentación.
¡Gloria a ti por s i e m p r e ! ¡Gloria a ti por s i e m p r e , Señor Jesús! Y t ú , Enviado del Padre, Mesías Salvador,
no nos dejes caer en el mal.
Contigo c o n t e m p l a m o s la gloria del Padre y le a c l a m a m o s . ¡Gloria a ti por s i e m p r e ! ¡Gloria a ti por siempre, Señor Jesús!
Nuestras voces unidas a la tuya, Señor Jesús,
se elevan en un h i m n o . Reunidos contigo, bajo la fuerza de tu Espíritu de V i d a ;
Para nuestro Dios, Señor Jesús, s a l m o d i a m o s , alabamos. congregados contigo, a la voz de t u llamada salvadora;
Nuestro corazón, a n i m a d o por tu Espíritu Santo, se regocija. unidos en c o m u n i ó n bajo el techo del m i s m o Padre;
Contigo d e c i m o s : T ú , Señor nuestro, eres único, eres grande. identificados con el m i s m o sello de un m i s m o B a u t i s m o ;
¡Gloria a ti por s i e m p r e ! ¡Gloria a ti por s i e m p r e , Señor Jesús! alabamos, bendecimos, a d o r a m o s y d a m o s gracias a tu Padre.
¡Gloria a ti por s i e m p r e ! ¡Gloria a ti por siempre, Señor Jesús!
Toda la tierra el Padre la ha puesto en tus m a n o s : ¡Eres Rey!
En tus m a n o s está la vida del niño que crece y vive en libertad. (Salmo 46)
En tus m a n o s está la vida del j o v e n que busca sentido
a su existencia. ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 46):
En tus m a n o s está la vida del h o m b r e y la m u j e r
— Gloria a ti por siempre... (32).
que caminan juntos.
— Cantaremos y tocaremos para el Señor... (9).
En tus m a n o s está la vida del anciano que llega a su plenitud.
— Glorificad en vuestro corazón... (33).
En tus manos, Señor Jesús, nuestras vidas son ofrecidas al Padre. — Proclama mi alma la grandeza del Señor... (61).

62
63
H Sa¿mn de¿de ¿et mcá&iccoftdcíi fortalécenos por dentro con la fuerza de tu Espíritu.
Limpia nuestro corazón para que podamos ver tu rostro,
y danos un corazón de niño para que nos alegremos contigo.

Devuélvenos, en tu misericordia, la alegría de tu salvación,


y abre nuestros corazones a un amor sin fronteras.
Tú eres, Jesús de Nazareth, la misericordia de Dios con nosotros; Queremos proclamar lo que tú has hecho con nosotros,
el Padre ha puesto su corazón en nuestro barro, en tu amor, para que se acerquen a saborear la ternura de tus manos.
y su inmensa ternura ha sido capaz de limpiar nuestro pecado.
Lávanos a fondo, Señor, de nuestras miserias y ruindades, Líbranos, Señor Jesús, de la violencia y del egoísmo,
y de las manchas que salpican nuestras vidas, purifícanos. y danos fuerza para gritar las maravillas de tu perdón.
Abre nuestros ojos, abre nuestras manos, abre nuestro corazón
Nosotros reconocemos, Jesús de Nazareth, a la reconciliación y la paz contigo y los hermanos.
nuestra condición de pecadores;
nuestra actitud de juego sucio está delante de nuestros ojos. Nos has hecho sentar en la mesa festiva de tu Padre,
Contra tu amor sin límites, contra la ternura de tu Padre y nos has cubierto de sus besos y ternura en el abrazo
hemos pecado. que nos diste al perdonar nuestro pecado: ¡Eres bueno!
Nos sentimos mal, nos sentimos avergonzados Que en tu casa y en tu hogar nos sentimos acogidos.
por el mal que hemos hecho.
En tu misericordia hemos renacido a una vida nueva;
Ante tu pureza y santidad, Jesús, Amigo, nos sentimos indefensos; con tu perdón has despertado en nosotros los dones de tu Reino.
ante el corazón bueno de tu Padre, nos sentimos incómodos. Sé cercano, sé amigo constante a nuestro lado,
Jesús, hermano nuestro, que te hiciste uno de tantos en la tierra, sé fiel aunque fallemos:
perdónanos, somos frágiles y el pecado está agarrado y llámanos de nuevo, cuando caigamos en el camino,
en nuestra piel. a levantarnos.

Tú eres santo, tú eres limpio y amas la verdad del corazón; Sí, Jesús amigo, iremos otra vez a la casa donde habita el Padre.
comprendes nuestros fallos y caídas: enséñanos sabiduría. Sí, Jesús amigo, gozaremos todos juntos una nueva fiesta.
Rocíanos con el agua pura de tu amor y seremos limpios;
lávanos en la sangre de tu cruz y quedaremos más blancos (Salmo 50)
que la nieve.

Mira nuestra tristeza: devuélvenos el gozo y la alegría,


ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 50):
y haz que salten de gozo las fibras de nuestro corazón joven.
No te acuerdes más de nuestros fallos, tú, Jesús, que eres bueno, — Oh Dios, crea en mí un corazón puro... (53).
y líbranos cada día de caer en la red de la tiniebla. — Señor Jesús, ten compasión de mí... (64).
— Siento tu mirada sobre mi corazón... (67).
Crea en nosotros, Señor, un corazón puro y sincero; — Venid a mí todos los que estáis... (79).

64 65
el comportamiento del hombre se hace ley de selva.
I S<z¿m& del fawt&ie ú¿*t> <72to& Cuando el corazón no te ama, cuando la vida no cuenta contigo;
cuando el hombre deja de ser religioso, abierto a t i ,
el hombre, Señor, vive sin normas, sin leyes, sin respeto.

Señor, sin tu presencia el mal que nos rodea se hace ley;


A mi lado, Señor, hay quien dice: «¡No hay Dios!». sin tu presencia no cuenta el hombre, sino el poder y más poder;
Mis ojos han visto hombres que se ríen y mofan de ti. sin tu presencia el corazón se entrampa, se mete en juego sucio;
Yo sé de hombres y mujeres, Señor, que pasan de t i . sin tu presencia todo está permitido con tal que el egoísmo crezca.
Yo sé de jóvenes, Señor, que nunca te buscaron, ni se inquietan
por dar a sus vidas un sentido de transcendencia. Donde está el odio y la venganza. Señor, allí no estás t ú ;
Sus vidas gritan, claman: «¡Dios no existe; no lo he visto!» donde está la suciedad y la lujuria desenfrenadas, allí no estás t ú ;
donde está el orgullo, la soberbia y prepotencia, allí no estás t ú ;
Señor, siento que mienten cuando niegan tu existencia, Señor, donde está la mentira y la calumnia, allí no estás t ú ;
pues he visto sus vidas manejadas por «mil dioses» falsos; donde está el miedo y la opresión, allí no estás t ú .
he visto cómo el dios del dinero les asfixia y esclaviza;
cómo el dios del placer les domina y lanza en la basura; Señor, «no hay Dios» cuando los hombres nos dejamos de querer;
he visto cómo el dios de la droga los lleva hasta la muerte; no existes tú en nuestras vidas, cuando nos damos al orgullo;
he visto cómo el dios del juego les hace vivir de sorpresa en sorpresa; te haces extraño cuando el egoísmo es la ley de convivencia;
he visto cómo el dios de la violencia les lleva a matar «no hay Dios» cuando el rencor y la envidia habitan nuestra vida.
todo lo que tocan;
he visto cómo el dios de lo superficial, de lo vacío Señor, mira este corazón del hombre falso y mentiroso;
les lleva hasta el hastío. mira este corazón del hombre duro y sin entrañas;
Y dicen con mentira: «No hay Dios»; y dicen mira este corazón del hombre metido en el juego sucio;
que «no necesitan de Dios». mira este corazón del hombre insoportable... cuando le faltas tú.

Señor, cuando tú faltas en nuestras vidas nos volvemos salvajes; Danos, Señor, capacidad de amar y perdonar a nuestro hermano;
cuando el hombre prescinde de ti su conducta se hace insoportable; danos capacidad de vivir compartiendo con el que necesita;
cuando el hombre se aparta de tu ley se sume en la ley de los sin ley; danos capacidad de acoger y comprender al hombre solo;
cuando el hombre se aleja de ti en su vida aparecen ENTONCES, con nuestra vida, diremos: ¡DIOS EXISTE: ES AMOR!
los ídolos- tiranos.
Sin t i , Señor, la libertad se vuelve libertinaje duro y cruel; (Salmo 52)
sin t i , Señor, el amor se vuelve egoísmo insaciable y demoledor;
sin t i , Señor, el corazón se hincha de soberbia y prepotencia; ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 52):
sin t i , Señor, los otros se convierten en enemigos que hay que abatir. — Tú estás aquí, Dios... (75).
— Como el hombre que se hace a la mar... (10).
Cuando tú faltas del corazón del hombre, la vida se vuelve absurda; — Día tras día, Señor de mi vida... (15).
cuando dejas de ser tú el principio que anima la existencia, — He aquí que Dios ha puesto su tienda... (37).

66 67
I Salmo- de u*t conayóa <st ftuttto- Quiero cantar, quiero alabarte, quiero salmodiar.
Porque t ú , Señor, me has dado un espíritu de energía;
p o r q u e t ú , Señor, no quieres en mí la cobardía,
ni el e n c o g i m i e n t o .
Quiero vivir despierto, quiero vivir feliz y contento.
Quiero que t o d o s los h o m b r e s sean libres en tu plan de amor.
Ten c o m p a s i ó n de mí. Señor, ten c o m p a s i ó n ;
m i corazón se cobija en la tienda de tu t e r n u r a ; No t e n g o m i e d o , Señor; mi corazón contigo c a m i n a .
a la s o m b r a de tus alas busca alivio y paz No t e n g o m i e d o , Señor; mis ojos tienen la luz encendida.
y hasta que pase la t o r m e n t a , déjame estar contigo. No tengo m i e d o , Señor; no me dejaré manejar por el palabrero.
No t e n g o m i e d o , Señor, seré libre con m i actitud crítica
Te invoco, a t i , Señor, a ti que eres t o d o p o d e r o s o ; ante t o d o .
a ti que me amas y haces, sin y o saberlo, t a n t o por mí.
Manda desde el cielo tu gracia y tu b o n d a d sobre mi vida Señor, auméntame la fe: creo que tú lo puedes t o d o .
y que me sienta salvado, q u e r i d o , a m a d o por t i . Señor, auméntame la fe: creo que la Historia está en tus manos.
Señor, auméntame la fe: contigo lo i m p o s i b l e se hace posible.
Mi vida, Señor, está rodeada por fuerzas del m a l ;
Señor, auméntame la fe: espero que tu reino se haga presente.
son c o m o leones que abren sus fauces para t r a g a r m e .
Contigo, Señor, no les tengo m i e d o y me siento seguro.
Mi corazón está a p u n t o . Señor; a punto para amarte.
Dame un corazón sensato y prudente para que me vea libre
Mi corazón está a p u n t o , Señor; a punto para seguir tu proyecto.
y no juegue con el f u e g o , m e t i é n d o m e en m e d i o de sus llamas.
Mi corazón está a p u n t o , Señor: a punto para realizar tu Obra.
Álzate, oh Dios, hazte presencia en m e d i o de t u iglesia; Mi corazón está a p u n t o , Señor; a punto para ser tu testigo.
ponte en pie, Señor, y camina en m e d i o de n o s o t r o s ;
anima nuestro corazón falto de entusiasmo y alegría (Salmo 56)
y manifiesta tu gloria, tu poder para a n i m a r n o s .

No nos dejes caer, Señor, en las garras del ave de rapiña,


que revolotea desde el poder, allá en la altura;
que acecha cada día c ó m o hacer presa al incauto y al cansado;
que se e m p e ñ a , día y noche, en hacer tinieblas de la luz.

A punto está m i corazón, Señor, mi corazón a punto,


a punto está mi corazón, pronto para seguirte con coraje; ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 56):
a punto está m i corazón, dispuesto a luchar con alegría; — Invoco al Dios Altísimo... (39).
a punto está mi corazón, entero para entregarse a tu servicio; — Ya no soy yo quien vive... (81).
a punto está mi corazón, aun en m e d i o de la indiferencia — Yo soy la vid, vosotros los sarmientos... (82).
— En tus manos de Padre he encontrado morada... (28).
y el hastío.

68 69
No dejes que el odio arañe las fibras de mi c o r a z ó n ;
I S¿Um& de un á<wt&ie cteafiíaqado. no dejes que la venganza haga en mis entrañas n i d o ;
no dejes que la rabia y la dureza vuelvan mi corazón de piedra,
y que t o d o lo que golpeo lo haga añicos.

Señor, en m i soledad, te pido por el corazón del h o m b r e ;


por el corazón que no sabe de calor y está m u e r t o de frío.
Estoy solo, Señor, cansado de huir y huir siempre.
Estoy solo, y llevo el m i e d o en mi c a m i n o , sin c a m i n o ; Cambia las entrañas del opresor, del tirano, del soberbio
estoy solo, sin cosas, sin f a m i l i a , sin vecinos que me acojan; y haz que la c o m p a s i ó n y misericordia le hagan ser más benigno.
estoy solo, Señor y a ti g r i t o : escúchame, defiéndeme.
Que tu a m o r y tu verdad entren hasta el f o n d o de la Historia.
Sólo me quedas t ú ; lo perdí t o d o y me siento ahora p e r d i d o ; Que tu Cruz y tu Resurrección nos hagan sentir r e d i m i d o s .
sólo me quedas, de un e x t r e m o al otro e x t r e m o de la tierra. T ú , Señor, que huíste c o m o yo ahora, desplazado fuiste;
Y no encuentro dónde colocar mi tienda, t ú , Señor, que huíste con los tuyos
dónde dejar mi cansancio, cuando no eras más que un niño,
y caer al suelo con el corazón d e s m a y a d o y abatido. abre el corazón del h o m b r e para que sea bueno
A c ú d e m e , Señor, que a nadie tengo y me congelo de frío. y respete a quien quiere vivir en bien y paz en cualquier sitio.

Me siento inseguro, me siento amenazado, (Salmo 60)


me siento p e r s e g u i d o ;
pon mis pies deshechos, ensangrentados sobre la roca f i r m e ;
sé t ú , en esta hora. Señor Dios, mi único abrigo.
Defiéndeme del e n e m i g o que sigue mis pasos, paso a paso,
y busca acabar con t o d o lo que soy y t e n g o , y o ,
un simple peregrino.

Oh Dios, Señor de mi alma angustiada y d o l o r i d a ;


acógeme en tu tienda, c o m o amigo, yo que hoy no tengo amigos;
d a m e un trozo de tierra donde levantar mi lona al v i e n t o ;
d a m e un trozo de tierra donde pueda descansar rendido.

Siento frío en el corazón, aun cuando d u e r m o ;


ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 60):
porque mi corazón está lejos, ausente con los m í o s ;
y veo a los hijos llorando h a m b r e en cada noche, — Cuando todo me va mal... (13).
y a su madre buscando c ó m o acallar aquel suplicio. — Venid a mí todos los que estáis... (79).
— Tú eres Padre, eres bueno... (73).
Oh Dios, la vida es dura, porque hay h o m b r e s m a l o s ;
— La paz contigo hermano... (44).
la vida es d u r a , porque la injusticia ha hecho o p r i m i d o s .

71
70
M ScUmo- co*t ¿ed de "Date Por ti v i g i l o ; por ti m i corazón no d u e r m e ;
por ti estoy c o m o centinela esperando tu llegada;
por ti m i corazón vuela hasta tocar tu rostro;
por ti m i alma se aprieta contra t i , buscándote en m i a l m a .

Líbrame, Señor, de los ídolos que g r i t a n , c o m o en ferias,


Dios, Dios m í o , yo te busco y no te e n c u e n t r o ; mercancías, baratijas, saldos viejos, hojarasca;
sed de ti tiene m i pobre y alocado corazón; líbrame, Señor, de los dioses que disputan m i existencia
te busco y m e siento con frecuencia defraudado, y que buscan m a n i p u l a r m i vida y deshacerla en sus garras.
p o r q u e m i alma se levanta c o m o tierra reseca, sin agua.
Oh Dios, mi corazón j o v e n te busca, fascinado y apasionado,
Tengo sed de t i : de tu a m o r y lealtad sinceros; porque sólo en ti hay respuesta a lo largo del c a m i n o ;
tengo sed de t i : de tu v e r d a d y sinceridad; te busco, después de dejar atrás cosas vacías que encontré
tengo sed de t i : de tu justicia y f i d e l i d a d ; y que ahora, son para mí nada ante t i ,
t e n g o sed de t i : de tu a m o r y misericordia. que eres m i Tesoro escondido.

Te busco, c o m o la flor tiende al sol por la m a ñ a n a ; Tengo sed de t i , de tu pan y de tu palabra de v i d a ;


te busco, c o m o el río se alarga hasta el m a r ; t e n g o sed de t i , de la verdad de tu Evangelio;
te busco, c o m o la semilla crece y camina en l i b e r t a d ; t e n g o sed de t i , de c o m u n i ó n con tu Iglesia;
te busco, c o m o el niño c h i q u i t o , la protección de su m a d r e . t e n g o sed de t i , de la fuerza de t u Espíritu.

Tu a m o r , Señor, es v i d a ; es mejor que mi propia v i d a ; Te busco, con m i c o m u n i d a d al lado, que t a m b i é n busca;


tu rostro irradia la luz de tu gracia y v e r d a d ; te busco, con los hermanos que caminan c o n m i g o c o m o amigos;
tus m a n o s están abiertas al perdón y la acogida; te busco, y sé q u e estás v i v o , presente entre nosotros,
t o d o tu ser es fuerza de salvación para el h o m b r e . que en tu n o m b r e , Señor Jesús, nos h e m o s reunido.

(Salmo 62)
E m p a p a , oh Dios mío, mi corazón de tu b o n d a d ;
rocíame con la lluvia suave de t u t e r n u r a ;
deja caer t u a m o r sobre mí c o m o rocío de la m a ñ a n a ;
y abre mis labios para que te cante con labios jubilosos.
ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 62):
En las noches, cuando en soledad me encuentro, pienso en t i ; — Oh Dios, tú eres mi Dios... (54).
y m i corazón hace c a m i n o hacia la luz de tu m i r a d a ; — Mi alma te ansia de noche... (48).
tú llenas m i noche, tú das sentido a m i existencia, — Mis ojos erraron por todos los confines... (49).
— Ya no soy yo quien vive... (81).
y eres para mí c o m o a m i g o bueno que m e a c o m p a ñ a .

72 73
I SeUtHo- coa yiífo de> ¿ú&iío- y de la mañana a la tarde los hombres se asombran
ante lo nuevo.

Has abierto las puertas que cerrojos de hierro envejecidos


las tenían cerradas y a los pueblos prisioneros de sus hierros;
has abierto las ventanas de la historia y el sol a raudales
A ti, desde la tierra que tú creaste, la alabanza; comienza a calentar los hogares vedados a la luz del mediodía.
a ti, el honor y la gloria, Señor Dios nuestro. Tú eres luz y tu luz ha visitado al hombre en las tinieblas;
A ti, que amas la obra de tus manos, te bendecimos; Tú eres libertad, y tu libertad ha liberado al hombre oprimido.
a ti, que cuidas de la vida de los hombres, la acción de gracias. Alabanza a ti, Señor del hombre libre,
Señor del hombre sin cadenas.
Nos hiciste, Señor, a imagen y semejanza tuyas;
nosotros hemos destruido el brillo de nuestros rostros. Has visitado nuestra tierra y la estás llenando hasta rebosar;
Nos vence el peso de nuestras rebeldías continuas, la colmas de bienes y dejas asombrados a los incrédulos;
aunque tú nos sigues reconociendo como hijos. tú estás, Señor, donde el hombre se pone en pie y se hace libre;
tú estás, Señor, impulsando el desarrollo de los pueblos.
Dichoso, Señor, el hombre que tú eliges, que tú llamas,
a seguir los pasos y las huellas de tu Cristo, el Enviado. Tu río, Señor, va lleno de agua y es agua para todos;
Tú llenas de bienes a los que viven en tu Casa, tu río, Señor, es fuente de riqueza para dar vida a los trigales;
visitas con tu amor y tu gracia a los que llegan a tu Templo. no dejes al hombre'ambicioso y cruel robarse el agua pura
que tú envías, como Padre bueno, para los campos de todos.
Tú eres grande, Señor, y nos regalas con prodigios de justicia;
eres para el que te busca. Dios de salvación y gloria; Has hecho florecer hasta la arena del desierto;
eres esperanza de todos los que en tí creen y confían; y las flores se ciñen de alegría en las colinas;
eres alegría y gozo de los sencillos y los humildes. las praderas se visten de rebaños de corderos blancos,
y los hombres se llenan de gritos de gozo y de canciones.
Eres maravilloso, y afirmas los montes con tu fuerza;
eres magnífico y derramas la abundancia sobre tus campos; Señor, Dios nuestro, Señor del hombre y de la Historia,
eres todopoderoso y acallas el estruendo de las olas; acompaña nuestros pasos y manten el grito de júbilo
eres sabio y justo y en tus manos se estremecen los mares. de los pueblos.
(Salmo 64)
A ti, Señor, la alabanza, el poder, la gloria para siempre.
A ti, Señor, la acción de gracias, el honor y la honra.
A tí nuestros gritos de júbilo y entusiasmo gozoso;
a ti, Señor, la victoria, el poder, ahora y siempre. ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 64):
— Bendito seas, Señor, en nuestro corazón... (7).
Los pueblos, Señor, están en bullicio y saltan de júbilo; — Oh Dios, tus maravillas se han hecho noticia... (55).
los muros se caen y se derriban las barreras; — Te doy gracias de todo corazón... (71).
hay signos en la Historia de nuevos vivientes; — Cantaremos y tocaremos para el Señor... (9).

74 75
• S<z¿mo- de ceafeue&io-que canta- defiende los derechos de los que sólo tienen deberes;
defiende los derechos de los que nunca es escuchada su voz;
defiende los derechos de los niños a los que no llega el pan;
defiende los derechos de los hombres
a quienes no llega el trabajo;
Somos tu pueblo, Señor, el Pueblo nuevo en la Historia; defiende los derechos de las mujeres
has tenido piedad con nosotros al enviarnos a tu Hijo, tratadas como objetos por el hombre;
que se hizo uno de tantos para salvarnos. defiende los derechos de los ancianos solos y abandonados.
¡Tú eres Padre, eres bueno, eres nuestro: Aleluya, amén!
Has hecho brillar su rostro sobre nosotros con luz de vida;
has hecho que cargue con nuestra cruz como un hermano. Derriba del poder a los que dicen que están con el pobre
¡Tú eres, Padre, eres bueno, eres nuestro: Aleluya, amén! y es mentira;
derriba a los que se apoyan en el pueblo y es demagogia;
Has revelado en tu hijo Jesucristo tus maravillas de amor;
derriba a los que prometen en campañas
has dejado de tener para los hombres, secretos y más secretos;
y es engaño descarado;
te has dado a conocer hasta el fondo de tu corazón
derriba a los que desde el poder se enriquecen y engordan.
en el Hijo alzado en la Cruz y muerto para salvarnos.
Desenmascara, Señor, a los de un bando y a los del otro,
Te has hecho cercano a nosotros, Dios clemente en misericordia;
porque bajo la misma piel, de color roja, negra o blanca,
te has dado sin medida en el Hijo hasta rescatarnos. son el mismo lobo que esconde su ambición de dominio y muerte
¡Tú eres Padre, eres bueno, eres nuestro: Aleluya, amén! dejando a los pobres, más pobres y más vacías sus pobres arcas.
¡Tú eres Padre, eres bueno, eres nuestro: Aleluya, amén!
Que te den gracias, Señor, todos los pueblos, todas las razas;
que todos los hombres, como un solo pueblo te alaben. Abre nuestro corazón de pueblo nuevo en la historia
Te cantamos unidos en un mismo Espíritu de amor; al encuentro del Cristo victorioso que a nuestro encuentro
te alabamos unidos a Jesús de Nazareth, nuestro hermano. cabalga;
¡Tú eres Padre, eres bueno, eres nuestro: Aleluya, amén! levanta el grito que pide justicia y liberación, desde la paz,
y que exulta de gozo al decir, como una sola voz: ¡Maraña- tha!
Nos alegramos con todas las gentes porque juzgas al mundo
con justicia; (Salmo 66)
derribas de los tronos a los poderosos que esclavizan la tierra,
y alzas de la basura a los pobres cansados de estar sentados.
A los que tienen hambre los llenas de pan y de bienes,
y a los ricos los despides con las manos vacías.
ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 66):
¡Tú eres Padre, eres bueno, eres nuestro: Aleluya, amén!
— Tú eres Padre, eres bueno, eres nuestro... (73).
Defiende a tu pueblo, Señor, ven con nosotros, — Somos Iglesia, comunidad de creyentes... (69).
— Si Dios está a nuestro favor... (65).
quédate a nuestro lado; — El mundo, la vida y la muerte... (22).

76 77
B Sétima e*t eáfe&ta, de axmfea¿¿á*t Me siento incomprendido, incomunicado y solo,
y el rechazo ha roto mi corazón y desfallezco de pena;
espero compasión y no la hay; espero ayuda,
y nadie se me acerca;
espero a alguien que se siente a mi lado como amigo,
y todos pasan de mí, como si no existiera.
Sálvame, oh Dios; las aguas me llegan hasta el cuello;
me hundo en el cieno del abismo, sin poder hacer pie; Los que parecían amigos, se han alejado como el viento;
he tocado fondo y el miedo se apodera de mi inseguridad; y los que creía que eran fieles a mi amistad, no cuento con ellos;
las olas me cubren, me siento indefenso y solo. no me dejes solo, tú que sabes de compasión y misericordia;
Estoy exhausto de gritar y ardo de angustia; acércate a mi dolor y desgana y anímame con tu Espíritu.
mis ojos se apagan esperándote, oh Dios mío.

Tú conoces, Dios mío, mi torpeza y mis fracasos; Tú te manifiestas al humilde y al sencillo,


y alegras su corazón y lo llenas de vida verdadera;
y sabes de verdad cómo mi corazón tiende hacia el pecado.
tú escuchas el gemido de los pobres, los cautivos,
Estoy avergonzado de mi vida deshecha y rota,
y les llenas de esperanza y les sientas a tu mesa.
y la confusión me envuelve y no encuentro salida.
Reconstruye, Señor, las murallas derribadas de mi vida;
Me siento extraño, soy un desconocido, un ausente; ponme en pie y anima mi corazón que en ti espera.
quiero luchar por el bien y me encuentro, solo;
quiero ser honrado y honesto y se ríen de mí a carcajadas. (Salmo 68)
¿Cómo ser verdadero, Señor, en un mundo corrompido?

Se burlan de mí si hablo de oración y ayuno;


se mofan de mí si espero respuesta de ti a mis problemas.
Con todo yo sigo fiel a tu ley y acepto tu palabra,
y quiero hacer de ella la norma de mi vida.

Por tu gran amor, respóndeme, Señor del hombre débil;


sé amigo del pobre que levanta su vida hecha plegaria;
por la verdad de tu salvación libérame de mis ataduras,
y sácame de la situación en que me encuentro sumergido.
ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 68):
Vuelve tus ojos de ternura hacia mi desgracia,
— Venid a mí todos los que estáis... (79).
pues tu amor es bondad y mano abierta al que a ti clama.
— Cuando todo me va mal... (13).
En angustias y depresión estoy, sin ganas de vivir, — Tú, Señor, eres nuestro Padre... (77).
y me siento abatido, sin fuerzas, sin ganas de nada. — ¿Quién podrá arrebatarnos el amor de Cristo?... (62).

78 79
I SaítHo- fio* Ctt, jcc&tícia, y ta, fitif Señor Jesús, que haya abundancia de trigo y maíz
para el que nada tiene;
que haya carne y arroz, para el que su salario no alcan/á para nada;
que haya el pan y la «tortilla» de cada día en cada mesa;
y que el niño y el hombre, la mujer y el anciano coman cada jornada.

Oh Cristo, en tus manos el Padre ha puesto todo poder; Señor Jesús, haz que la justicia se haga verdad entre los pueblos;
en tus manos ha puesto la justicia para la historia; haz que los ricos no se contenten con dar al pobre migajas;
conduce a tu pueblo escogido con justicia y equidad, que no muera más el hombre a causa de las naciones ricas,
y a los humildes levántalos del polvo de la tierra. poderosas,
que gastan sus dineros en cosas, siempre en cosas, de las más caras.
Que de los montes, de lo alto, venga la paz para tu pueblo;
que la justicia descienda hasta el último rincón de tu Reino; Que el hombre nuevo, Señor Jesús, se comprometa
que los pobres, los oprimidos, los marginados tengan pan; en la lucha por la justicia,
que los hijos de los pobres, los sin nada, tengan techo,
para que la voluntad de tu Padre se haga realidad, aún esperada;
Señor Jesús, desenmascara al opresor, despójalo de su poder.
que la paz surja de los bienes compartidos entre todos,
Que tu reinado de paz y de justicia dure tanto como el sol; como hermanos,
que tu reinado de amor y libertad dure como la luna; y los más débiles puedan levantar con fuerza la bandera blanca.
que la justicia y el derecho caigan como la lluvia temprana,
Líbranos, Señor de la justicia y la paz, del odio y la violencia;
y que, como rocío, el que tiene empape la tierra del desdichado.
líbranos de gritar los derechos del hombre con rabia;
Señor Jesús, que tu plan de salvación y liberación del hombre líbranos de caer en la tentación de enfrentarnos
se haga realidad entre los que duermen en el suelo los unos con los otros,
y lloran de hambre; y sembrar nuevas barreras, y matar lo que está vivo,
que tu proyecto de redención y de bienaventuranza para el débil, y seguir en la venganza.
se haga presente y destruya las barreras que dividen a los hombres.
Abre el corazón del hombre, Señor Jesús, al poner todo en común,
Tú has prometido liberar al pobre que suplica: ¡Libéralo, Señor! y entre todos, como un solo pueblo caminar de manos dadas.
Tú has prometido liberar al desdichado y al que nadie ampara: Que tu Espíritu de amor y comunión entre los hombres,
¡Ampáralo! nos ayude, paso a paso, a hacer un pueblo unido en alianza.
Tú has prometido apiadarte del débil y del indigente: ¡Apiádate!
Tú has prometido salvar la vida de los pobres: ¡Sálvalos, Señor! (Salmo 71)

Libra de la opresión a los que son manejados como bestias de carga;


libra de la violencia a los que son derribados ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 71):
como animal en la selva;
— Toma parte en los duros trabajos... (72).
rescata de esa vida donde el hombre camina hacia la muerte, — Ha llegado tu Reino... (35).
«a los sin derechos», — El mundo, la vida y la muerte... (22).
y que su sangre no sea más derramada en el barranco o en la sierra. — Glorificad en vuestro corazón... (33).

80 81
I S<zttn& e«t el día de ¿teáta que esclavizan, tiranizan y o p r i m e n a los pueblos que les sirven.
Tú eres nuestro, o h Dios; nosotros s o m o s t u y o s para siempre.
¡Hoy es día de fiesta: g o c é m o n o s en el Señor, Dios nuestro!

Hoy q u e r e m o s hacer de tu ley n o r m a de vida en nuestra v i d a ;


q u e r e m o s obedecer tu mandato y ser dóciles a tu palabra;
A ti g r i t a m o s de gozo, oh Dios, nuestra fuerza;
no nos abandones nunca a la dureza de nuestro pobre corazón,
a ti a c l a m a m o s con el corazón lleno de júbilo.
y haz que c a m i n e m o s siempre por tus c a m i n o s de paz y bien.
A ti e n t o n a m o s nuestra s a l m o d i a , para ti t o c a m o s ;
¡Hoy es día de fiesta: g o c é m o n o s en el Señor, Dios nuestro!
nuestros i n s t r u m e n t o s musicales quieren alabarte,
¡Hoy es día de fiesta: g o c é m o n o s en el Señor, Dios nuestro!
Contigo nuestra c o m u n i d a d seguirá por buen c a m i n o ,
y nuestros proyectos e inquietudes tendrán en ti respuesta;
Reunidos te d a m o s gracias, porque has estado grande
abate los peligros que la marcha presenta a cada paso,
con n o s o t r o s ;
y aliéntanos, Señor, con la fuerza de tu Espíritu.
tú cuidas de nuestras vidas más que de los lirios del c a m p o ;
¡Hoy es día de fiesta: g o c é m o n o s en el Señor, Dios nuestro!
tú te preocupas de nosotros, más que de los gorrioncillos.
A los lirios, Señor Dios, no les falta belleza ni c o l o r i d o ;
Danos un corazón l i m p i o y sincero, que se abra siempre
a los pajarillos. Señor Dios, no les faltan migajas de pan. a la luz;
A nosotros, Señor Dios, nos has regalado con tu a m o r y lealtad. susténtanos con tu poder, danos en a l i m e n t o la flor del t r i g o .
¡Hoy es día de fiesta: g o c é m o n o s en el Señor, Dios nuestro! Danos un corazón libre y verdadero, capaz de ilusiones
y utopías;
Nos has ayudado a llevar la carga sobre nuestros h o m b r o s ; sacia nuestros deseos p r o f u n d o s con la miel del r o m e r o .
el peso no lo h e m o s notado porque tú lo aligeraste; ¡Hoy es día de fiesta: g o c é m o n o s en el Señor, Dios nuestro!
tus m a n o s se han hecho m a n o s nuestras, m a n o s enlazadas;
tus pies se han hecho pasos nuestros, c a m i n o de la c u m b r e . ¡ A m é n , aleluya! Para t i , Señor, nuestro canto y nuestro aplauso.
¡Hoy es día de fiesta: g o c é m o n o s en el Señor, Dios nuestro! ¡ A m é n , aleluya! Para t i , Señor, nuestro corazón joven
que te aclama.
A u n q u e , Señor, has puesto a prueba nuestra f i d e l i d a d ,
s i e m p r e has estado de nuestra parte, aún en lo más duro. (Salmo 80)
Hemos escuchado tu voz, s o m o s tu pueblo escogido,
y queremos abrir el corazón de par en par
para seguir escuchándote.
ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 80):
¡Hoy es día de fiesta: g o c é m o n o s en el Señor, Dios nuestro!
— Hoy es día de fiesta... (38).
— Cantaremos y tocaremos para el Señor... (9).
S o m o s t u y o s , Señor, y hoy r e n o v a m o s c o n t i g o la alianza; — Te doy gracias de todo corazón... (71).
no nos dejes ir tras dioses extranjeros, de paja y barro, — El amor de Dios alegra nuestro corazón... (19).

82 83
t ú eres c o m o lluvia t e m p r a n a que hace florecer m i s c a m p o s ;
I Soteno- e*t (kcaca
t ú eres c o m o nieve en la altura y riachuelo escondido
de teta (*UWÓ¿ del "Padne que a su paso va dejando semillas de vida llenas de f r u t o .
¡En tus manos de Padre, he encontrado morada. Señor Dios m í o !

En lo p r o f u n d o de m i corazón d o n d e has puesto tu t i e n d a ,


Qué maravilloso es hacer morada en t i , Señor; a c ó g e m e en lo escondido y escucha m i plegaria;
q u é dicha más g r a n d e encontrarte en lo p r o f u n d o de m i ser. te hablaré al oído c o m o un niño que busca t u ternura,
Tu a m o r es más bello que la puesta de sol sobre el m a r ; y esperaré s i e m p r e el abrazo de tu corazón de Padre.
tu ternura es más apetecible que la brisa mañanera. ¡En tus manos de Padre, he encontrado morada, Señor Dios m í o !
¡En tus manos de Padre, he encontrado morada, Señor Dios mío!
Vale más un día en t u casa, j u n t o a ti que m e amas,
M i corazón te busca, m i corazón desea estar c o n t i g o , que m i l d o n d e t u presencia no se encuentra ni se siente;
y no descansa hasta que tú seas el Centro de m i vida. estar c o n t i g o , j u n t o al hogar de tu b o n d a d y cariño,
Mi corazón y m i ser entero gritan j u n t o a ti de alegría; es más grande que ir de un lado a otro buscando hojarasca.
la alegría de m i corazón j o v e n , eres t ú . Dios de la vida. ¡En tus manos de Padre, he encontrado morada. Señor Dios m í o !
¡En tus manos de Padre, he encontrado morada, Señor Dios m í o !
Tú eres. Señor, Tienda puesta entre los hombres para siempre;
eres Casa de todos, abierta al que busca, al que llama;
Hasta el pajarillo ha encontrado un rincón, y se siente feliz,
eres c o m o el oasis en el desierto al caer la tarde;
d o n d e dejar sus p l u m a s y construir su n i d o ;
eres c o m o un lago de paz y serenidad para quien j u n t o a ti acampa.
hasta la g o l o n d r i n a ha dejado colgada en el alero
¡En tus manos de Padre, he encontrado morada, Señor Dios m í o !
su casa de barro,
d o n d e colocar sus polluelos hasta que levanten en v u e l o Cuando c o n t i g o m e encuentro en t u tienda j u n t o al río,
sus alas. t ú m e das a beber de tus limpias y frescas aguas;
Yo m e siento feliz. Dios mío, porque en tus m a n o s de Padre,
que t u gracia y tu gloria i n u n d e n nuestro encuentro,
c o m o un gorríoncillo f r á g i l , c o m o una g o l o n d r i n a mensajera,
y que siempre salga de j u n t o a ti lleno de esperanza.
he e n c o n t r a d o u n rincón d o n d e descansar t r a n q u i l o .
¡En tus manos de Padre, he encontrado morada, Señor Dios m í o !
¡En tus m a n o s de Padre, he encontrado m o r a d a , Señor Dios mío
(Salmo 83)
Yo me siento dichoso con los que m o r a n en t u Casa;
dichoso y feliz con los que te alaban para s i e m p r e .
Yo s o y feliz p o r q u e m i s fuerzas están en t i ; ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 83):
soy feliz p o r q u e habitas en lo p r o f u n d o de m i corazón.
— En tus manos de Padre he encontrado morada... (28).
¡En tus manos de Padre, he encontrado morada, Señor Dios m í o ! — Venid a mí todos los que estáis... (79).
Tú eres para m í c o m o un valle i n m e n s o , salpicado de f l o r e s ; — Nuestra vida está escondida... (52).
t ú eres c o m o una m o n t a ñ a e n o r m e , llena de paz y silencio; — Si Dios está a nuestro favor... (65).

84 85
I S<Z¿#H& de&de el ¿una* y ¿z> vendad, Tú nos quieres en tu casa c o m o a m i g o s v e r d a d e r o s ,
y cuentas con nosotros para trabajar en los c a m p o s de tu Reino;
que tu salvación se haga presente en nuestras obras,
y tu gloria i l u m i n e lo llano y lo a b r u p t o del sendero.
¡Por tu gran a m o r , por tu v e r d a d , te d a m o s gracias!
Has sido b u e n o . Señor con nuestra t i e r r a ;
El a m o r y la verdad en tus m a n o s se dan cita;
has hecho de nosotros un pueblo libre;
la justicia y la paz en tu corazón se abrazan;
has liberado a sus gentes de sus cadenas;
que de la tierra, nuestra tierra, brote la V e r d a d ,
has cubierto con t u a m o r nuestros pecados;
y que la justicia, abra de par en par cada puerta cerrada.
nos has m i r a d o con b o n d a d y m i s e r i c o r d i a ;
¡Por tu gran a m o r , por tu v e r d a d , te d a m o s gracias!
has t e n i d o paciencia y m a n s e d u m b r e con nosotros.
¡Por tu gran a m o r , por tu v e r d a d , te d a m o s gracias!
Tú m i s m o , oh Dios, serás la dicha de quien te busca;
Haznos volver, Dios de nuestra salvación, con paso f i r m e , tú m i s m o , oh Dios, serás la alegría de quien te a m a ;
por el c a m i n o que marcan tu ley y tus m a n d a t o s ; tú m i s m o , oh Dios, serás v e r d a d y a m o r para el que cree;
haznos volver, t o d o s j u n t o s , c o m o un racimo u n i d o , tú m i s m o , oh Dios, serás respuesta cierta a quien te llama.
hasta estrecharnos con verdad y amor, c o m o hermanos. ¡Por tu gran a m o r , por tu v e r d a d , te d a m o s gracias!
¡Por tu gran a m o r , por tu v e r d a d , te d a m o s gracias!
(Salmo 84)
Sé indulgente, ten paciencia, ten aguante con n o s o t r o s ;
s o m o s c o m u n i d a d que busca y poco a poco va e n c o n t r a n d o ;
s o m o s peregrinos que c a m i n a n , tantas veces, sin saber a d ó n d e ,
pero en el f o n d o te q u e r e m o s siempre a nuestro lado.
¡Por tu gran a m o r , por tu v e r d a d , te d a m o s gracias!

Muéstranos tu a m o r , Señor, manifiéstate en nuestra noche;


danos la b o n d a d que brota a raudales de tus o j o s ;
derrama sobre nuestras vidas que se abren al crecimiento,
los dones de tu Espíritu que t r a n s f o r m e n nuestros deseos.
¡Por tu gran a m o r , por tu v e r d a d , te d a m o s gracias!

Q u e r e m o s escuchar c o n el corazón de par en par, ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 84):


lo que tú hablas, lo que sale de tus labios;
— Por tu gran amor, por tu verdad... (60).
q u e r e m o s acoger tu Palabra de vida en la nuestra
— Dios es amor... (16).
y que la paz y el bien a c o m p a ñ e n nuestros pasos.
— El amor de Dios alegra nuestro corazón... (19).
¡Por tu gran a m o r , por tu v e r d a d , te d a m o s gracias! — ¿Quién podrá arrebatarnos el amor de Cristo?... (62).

86 87
H S<i¿tH& cuando- fod& va- mal Concentra m i corazón en el t e m o r de tu n o m b r e ;
aprieta t o d o m i ser entre tus brazos de Padre;
enséñame tus c a m i n o s y á b r e m e a la luz de t u v e r d a d ,
y sé para mí c o m o la ternura de una madre.
¡Cuando t o d o me va m a l , Señor, sé tú m i a m i g o !

Nadie me entiende, Señor; e n t i é n d e m e t ú , que eres b u e n o ;


Gracias de t o d o corazón p o r q u e m e has r e s p o n d i d o ;
mira m i corazón j o v e n que soy desventurado e i n c o m p r e n d i d o ;
daré gloria por s i e m p r e a tu n o m b r e , Dios del h o m b r e ;
g u á r d a m e j u n t o a t i , que no t e n g o d ó n d e pasar la noche,
te alabaré aun en m e d i o de mis días fríos y grises;
y mi pobre corazón está g o l p e a d o , hasta el límite, por el frío.
tú me has librado, en el f o n d o de mi a l m a , de un d u r o azote.
¡Cuando t o d o m e va m a l , Señor, sé tú m i a m i g o ! ¡Cuando t o d o m e va m a l , Señor, sé t ú m i a m i g o !

A u n q u e no me acuerdo m u c h o de t i , te llamo ahora; Has dado fuerza a tu siervo, a tu a m i g o que te busca;


s á l v a m e , líbrame de este m o m e n t o desconcertado y d u r o ; no me dejes volver a caer en las redes del pecado;
t e n m e piedad, Señor, pues te busco c o m o a m i Dios, da fuerza a m i corazón descontrolado y loco,
y ante tu a m o r y ternura, c r é e m e : ¡de ti no h u y o ! y que tu Espíritu de A m o r camine siempre a mi lado.
¡Cuando t o d o m e va m a l , Señor, sé tú m i a m i g o ! ¡Cuando t o d o me va m a l , Señor, sé tú m i a m i g o !

Recrea m i corazón que ha p e r d i d o el sentido de la fiesta; Gracias p o r q u e c u a n d o t o d o va m a l y no tiene salida,


tú que eres bueno e indulgente, d a m e aunque sea un respiro; eres tú la puerta abierta a m i llanto y a m i pena;
tú que eres rico en a m o r para los que te invocan, gracias p o r q u e eres a m i g o del que sufre contra el m u r o ,
a ti levanto m i alma tensa y f r á g i l , c o m o un grito. y te haces presente llenando de alegría su tristeza.
¡Cuando t o d o me va m a l , Señor, sé tú m i a m i g o ! ¡Cuando t o d o me va m a l , Señor, sé tú mí a m i g o !

En el día de la angustia y depresión yo te i n v o c o ; (Salmo 85)


yo sé, estoy seguro que m e vas a dar una respuesta;
c o m o t ú , oh Dios, no hay nadie parecido, nadie tan cercano,
que se interese por el dolor del h o m b r e tirado en la cuneta.
¡Cuando t o d o m e va m a l , Señor, sé tú m i a m i g o !

Sólo tú eres g r a n d e , sólo tú haces maravillas con nosotros,


ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 85):
deja en m i vida un signo de tu ternura y b o n d a d ;
de^a en m i corazón la señal de tu paso, de tu gracia, — Cuando todo me va mal... (13).
— Venid a mí todos los que estáis... (79).
para que m i pobre fe se haga fuerte al caminar.
— Vuelve, corazón mío... (80).
¡Cuando t o d o m e va m a l , Señor, sé tú m i a m i g o ! — Si Dios está a nuestro favor... (65).

88
89
H Sa¿«no. deade, Ca, ¿oiedñd Yo grito desde m i s o l e d a d ; a ti abro m i dolor.
Desde la m a d r u g a d a va a tu encuentro mi oración.
y ¿a, c»tco4*uc«Uc<i¿có*t No m e ocultes t u rostro: sólo te t e n g o a t i .
A c ó g e m e y cubre de ternura mi corazón d o l o r i d o .

Me siento desdichado, me siento c o n f u n d i d o .


Tú eres, Señor, el Dios de m i salvación. He s o p o r t a d o el peso de la vida y no puedo más.
Me siento m a l ; por eso clamo ante ti día y noche. Estoy lleno de miedos y los fantasmas me cercan.
Tú que eres bueno, acoge mi súplica, mi grito de d o l o r ; ¿Dónde estás, Señor, que no te v e o , ni te siento?
tú que estás cercano a mi vida, échame una mano.
A u n q u e estoy solo c o m o un grano de arena en el desierto;
Me siento saturado de tensiones y conflictos; aunque estoy solo c o m o cardo en la estepa,
mi vida está al borde del fracaso y no tengo salida. mi corazón te busca y quiere tu c o m p a ñ í a ;
Me siento c o m o un h o m b r e acabado, solo, i n c o m u n i c a d o , y o sé que siempre respondes al corazón afligido.
y no tengo fuerza para abrir mi d o l o r a nadie.
Señor, eres el Dios de mi salvación: ¡ A y ú d a m e !
A s í ; c o m o un o b j e t o de deshecho, gastado, c o n s u m i d o , Señor, eres la luz en mi noche obscura: ¡ I l u m í n a m e !
Señor, eres la fuerza en m i d e b i l i d a d : ¡Fortaléceme!
me encuentro al borde del precipicio. ¡Estoy solo, Señor!
Señor, eres mi única compañía en esta s o l e d a d : ¡ Á m a m e !
Tengo la sensación de que te has olvidado de m í ;
siento c o m o si me hubieran arrancado de tu m a n o .
(Salmo 87)

Estoy s u m e r g i d o en lo p r o f u n d o de mi p r o b l e m a ;
y me rodea la tiniebla y no veo en la noche;
sobre m í cae una losa pesada y n e g r a ;
y mi vida se va c o m o si una ola brava la llevase.

Estoy solo, Señor. Mis a m i g o s , están distantes.


Estoy cerrado y sin salida. Me c o n s u m o en la pena.
¿No se dan cuenta, Señor, de que sufro y lloro?
Te l l a m o , Señor; tiende hacia mí tus manos de ternura.

Haz un signo de b o n d a d con mi pobre vida. ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 87):
Que tu a m o r r o m p a el hielo que m e bloquea. — Cuando todo me va mal... (13).
Rompe las barreras que cercan m i ansiedad y mi angustia, — Mi alma te ansia de noche... (48).
— En tus manos de Padre... (28).
y que tu misericordia haga salir el sol sobre mí. — Si vivimos, vivimos para el Señor... (66).

90 91
0
I ?eíc% eí ¿aven aue tcette
un cotafótt, azftaf de dotan
eo*t eí aue ¿ufiíe, fiotaue
fatttoú, ¿etátt cottáoíadoá,

0
I pettf eí ¿aven de conayáa
ctMifia4¿wt- y m¿&e*¿emd¿o4a>,
fronaue un día, aíca*t$artá,
cniAeiccondca-

I *peícf eí joven aue ¿¿ente


en ¿u cotaqán úatHifaie u ¿ed
de ju&ttcta, fcwiaue ¿ená
¿ociado-
Yo quiero, Señor, c u m p l i r tu ley, seguir tu n o r m a de v i d a ;
yo q u i e r o , Señor, acoger tu Palabra y hacerla realidad;
y ¿a, ¿¿deUdad yo quiero ser fiel a tus m a n d a m i e n t o s , a tu v o l u n t a d ;
yo q u i e r o . Señor, ser feliz andando por tus caminos.

Gracias, Señor, porque nunca olvidas la obra de tus m a n o s ;


Yo canto tu a m o r por siempre. Señor del h o m b r e .
gracias. Señor, porque s o m o s pertenencia t u y a ;
Proclamo tu lealtad y fidelidad con el corazón gozoso.
gracias, Señor, porque en Jesús te manifestaste fiel y leal;
Eres Dios, eres A m o r : feliz el corazón que en ti cree;
gracias, Señor, porque en Jesús te hiciste salvación del h o m b r e .
eres Padre, eres t e r n u r a : feliz el que te ama.

Cuando falle en mi c a m i n o ; cuando sea débil al dar mis pasos,


Tú has hecho alianza con el h o m b r e , con n o s o t r o s ; ten piedad c o n m i g o , Señor, y fortaléceme
tú cumples tu palabra y realizas tu p r o m e s a ; con tu Espíritu de amor.
es grande saber que nunca fallas en tus proyectos Cuando quiera v o l v e r m e atrás para r o m p e r tu alianza,
y que en ti está la seguridad del h o m b r e frágil. ilumina mi ceguera y fortalece m i corazón j o v e n .

El sol y las estrellas, la luz y el viento, Que tu a m o r sea el aliento y el estímulo de mi v i d a ;


proclaman las maravillas de tu b o n d a d y belleza; que tu a m o r sea quien despierte en mi corazón a m o r sincero;
c o m o t ú , Señor, no hay nadie; eres el Único, aunque flaquee en el a m o r que te t e n g o , s i g ú e m e a m a n d o ,
y tu poder es fuerza salvadora en la historia. Señor,
y d e v u é l v e m e el calor de m i a m o r p r i m e r o .
Todo es t u y o , Señor; la tierra salió de tus manos.
Todo es t u y o , Señor, y conservas la vida de cuanto existe. Bendito seas t ú . Señor, por siempre. ¡ A m é n , aleluya!
Justicia y Derecho, A m o r y Verdad son tus obras; A l a b a d o seas t ú , Señor, por tu lealtad. ¡ A m é n , aleluya!
dichoso el p u e b l o , Señor, que camina a la luz de tu rostro. Gloria a t i , Señor, por tu f i d e l i d a d : ¡ A m é n , aleluya!
Honor a t i , Señor, por tu b o n d a d : ¡ A m é n , aleluya!
Tú llenas el corazón del h o m b r e de paz y b i e n ;
te conviertes para el débil en escudo que protege. (Salmo 88)
Me has ungido con el óleo de tu divino Espíritu,
y tu m a n o poderosa está siempre a mi lado.
ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 88):
Gracias, Señor, por tu a m o r y tu lealtad; — Tú eres Padre, eres bueno... (73).
gracias porque tu vida se manifiesta en m i v i d a ; — Por tu gran amor, por tu bondad... (60).
gracias porque tú eres mi Padre, mi salvación; — Bendito seas, Señor, en nuestro corazón... (7).
gracias porque en Jesús me amas c o m o a hijo. — El amor de Dios alegra nuestro corazón... (19).

94 95
Haz, Señor, que vivamos con fuerza y pureza
H Sa¿m& de u*t cofuv$6#L de devino- nuestros años jóvenes;
no dejes que los malgastemos al buscar nuestro camino;
manten nuestras lámparas encendidas en la noche
en espera cierta de tu llegada, tarde o temprano, como Amigo.

Enséñanos, Señor, a contar nuestras años, nuestros días;


Señor, tú has sido y eres para todos nosotros,
llena nuestro corazón de tu sabiduría y tu ternura;
como una tienda abierta donde se está bien de verdad;
permanece a nuestro lado, fortalece nuestros pasos vacilantes
tú has sido y eres para nosotros, que te buscamos, y no dejes sin respuesta a quien con sinceridad te busca.
casa con el hogar encendido donde se encuentra paz.
Sacia nuestro corazón, Señor, de tu amor por la mañana;
Tú eres Dios, desde siempre y por siempre: ¡Gloria a til haz que exultemos y cantemos toda nuestra vida;
Eres Dios y de tus manos nacieron los montes y los valles; haz que nuestros ojos sepan mirar hacia lo alto, hacia la cumbre,
eres Dios y el gorrioncillo y la golondrina mensajera, y que el cansancio y el dolor no dobleguen nuestras rodillas.
tienen un lugar en tu corazón de Padre: ¡Tú eres Padre!
Devuélvenos la alegría, a nuestro corazón joven que te ama;
Nos sentimos ante ti, Señor, como una motita de polvo; que tus maravillas se manifiesten en tus siervos;
que tu dulzura sea abundante con nosotros. Señor,
nos sentimos, frágiles, como paja que lleva el viento.
y haz que aspiremos a la vida eterna de tu Reino.
Acepta, Señor, nuestro pobre corazón de barro,
e infunde en lo profundo de su ser tu aliento. Confirma, Señor, con tu Espíritu nuestras vidas.
Marca, Señor, con tu amor nuestro pobre barro;
Señor, mil años ante tus ojos son como un ayer que pasó; sé Alfarero del hombre, sé forjador del que busca,
y la vida ante tu mirada es como un río que se alarga y deja tus huellas profundas en nuestro corazón humano.
y peregrino va buscando salida a su camino, hasta que el mar
lo acoge en libertad plena en el seno de sus aguas. Desde el barro que somos, Señor de la Historia y del hombre;
desde la arcilla maleable perdida en tus manos de Padre,
Señor, nuestras vidas son como la hierba que brota hoy, abre nuestras ilusiones e inquietudes que tantas veces se apagan
y que al mediodía se abre y en la noche se estremece; a la luz de tu rostro limpio y tu corazón entrañable.
nuestras vidas, Señor, son ante tus ojos que todo lo penetran, (Salmo 89)
como una vela que se va gastando y que de nuevo tú enciendes.
ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 89):
Aquí está, ante tu corazón de Padre, nuestro pecado; — Tú, Señor, eres nuestro Padre... (77).
aquí está, ante tu misericordia nuestra debilidad humana; — Por tu gran amor, por tu bondad... (56).
ten compasión de nosotros, que en ti esperamos, — Le llevaré al desierto... (41).
— En la mañana hazme escuchar tu gracia... (26).
y da a nuestro pobre barro la alegría de tu esperanza.

97
96
• SaCmo- &zfo tx& <ní¿t¿
A u n q u e a mi lado caigan m i l , Señor, no t e m o ;
aunque a mi derecha el t e r r e m o t o quiebre los c a m i n o s ,
contigo t o d o es posible, aun los mayores i m p o s i b l e s ,
porque tu gracia y tu b o n d a d están c o n m i g o .

Tú me cubres, tú m e proteges con tus alas de Padre; Señor del h o m b r e y de la historia de los h o m b r e s ,
a la s o m b r a de tu b o n d a d y ternura descansa m i vida. que no me alcance el m a l , que salga libre de la p r u e b a ;
Yo te digo, Señor: Eres m i refugio y fortaleza, sé tú mi refugio, el poder que actúa en mi d e b i l i d a d ,
eres m i Dios, m i esperanza, la Estrella que me guía. y la fuerza que a n i m a , paso a paso, mi flaqueza.

Bajo el poder de tu a m o r , no t e m o ; estoy seguro. Tú me llevas en tus manos para que mi pie no t r o p i e c e ;
Bajo la lona de tu tienda, Señor, me siento tranquilo. tú guías mis pasos y haces llano mi sendero;
A u n q u e la lluvia caiga con fuerza y el viento m e golpee, tú eres la luz que abre c a m i n o a mis noches:
a tu lado, Señor, mi vida j o v e n está f i r m e ante el peligro. c o n t i g o mi pobre corazón se mantiene entero.

Tú me libras con tu m a n o , tú me amparas con tu ternura. Yo me abrazo a t i , Señor, Dios m í o : ¡Líbrame!


Tú conoces mi d e b i l i d a d : ¡Ponme en tierra f i r m e !
A u n q u e la tentación llame a m i puerta y golpee a mi ventana;
Permanece s i e m p r e a mi lado: ¡No me a b a n d o n e s !
aunque la prueba y la crisis obscurezcan m i c a m i n o ,
Que tu salvación, Señor, sea fuerza que me anime.
estoy seguro, Señor, de que tu gracia no m e falta.

A la s o m b r a de tus alas, p o n g o mi vida, Señor.


Como la gallina acoge a sus polluelos bajo sus p l u m a s ;
Bajo la b o n d a d y firmeza de tu ternura me cobijo.
c o m o el niño busca calor y protección en los brazos de su m a d r e , G u á r d a m e , d e f i é n d e m e , sé fuerte a m i lado,
así m i corazón j o v e n te busca a t i , Dios m í o , que a pesar de t o d o , Señor, quiero ser siempre tu hijo.
desde el amanecer hasta el caer de la tarde.
(Salmo 90)
Bajo tus alas tengo refugio, tengo una defensa;
eres baluarte, roca f i r m e en quien se estrella la ola;
eres escudo y armadura contra el M a l i g n o que me cerca,
eres mi salvación, mí esperanza cada hora.

Contigo, Señor, no t e m o el terror de la n o c h e ; ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 90):


contigo, Señor, no t e m o la flecha que vuela de día; — En tus manos de Padre he encontrado morada... (28).
contigo, Señor, no t e m o la peste que avanza en la tiniebla, — Siento tu mirada sobre mi corazón... (67).
contigo, Señor, no t e m o el azote que devasta al mediodía. — ¿Quién podrá arrebatarnos el amor de Cristo?... (62).
— Si Dios está a nuestro favor... (65).

98
99
H Saima- de í<t maHatta <z tu nacAe Alza de la basura al pobre que no tiene donde levantar su casa;
derrama sobre su frente la fuerza y el amor de tu Espíritu;
que tus manos defiendan su vida contra el hombre mentiroso,
y abre los ojos del pobre para que no sea engañado
ni manipulado.
Es bueno darte gracias, Señor Dios nuestro; Haz, Señor, que florezca el hombre justo junto a tu río;
es bueno cantar salmos a tu nombre único y maravilloso; que crezca como la palmera, que dé fruto como el naranjo;
es bueno proclamar tu amor por la mañana, muy temprano,
que su vida se llene de flores como almendro en primavera
y reconocer tu lealtad y fidelidad por las noches.
y que sea fecundo como el trigal hecho mies dorada.
Nosotros reunidos te cantamos con el corazón lleno de júbilo, Señor de la vida, Señor del hombre, Señor de lo que vive:
porque nuestras vidas están llenas de tu ternura paso a paso; danos respeto profundo a todo ser animado que siente
nosotros te cantamos porque eres bueno y compasivo cada día bajo el cielo:
con aquél que te busca con un corazón sincero y transparente. danos. Señor, capacidad de acoger las semillas de vida
y dejarlas crecer, palmo a palmo, en busca de su libertad.
Tú nos alegras la existencia y nos llenas de tu fuerza,
al saber que nos cubres con tu manto y nos quieres Nosotros te pedimos, Señor, que nuestros mayores
como a hijos. sigan dando fruto;
Tus hechos, tus obras son la alegría de nuestro corazón joven, te pedimos. Señor, que se mantengan frescos y lozanos
y nos llenas de entusiasmo, de energía y fortaleza. a nuestro lado;
te pedimos, Señor, que haya un lugar para ellos, que dieron todo
Ante las obras de tus manos gritamos con el corazón en fiesta: y que se sientan felices al final de su jornada.
¡Qué grandes tus hazañas, qué grandes tus proezas con tu pueblo;
qué maravillas has realizado a lo largo de la marcha, Tu amor desde la mañana; tu lealtad aun por las noches,
con los hombres que sacaste de la opresión y pusiste en camino! nos enseñan a vivir gozosos y felices en esta vida,
anunciando a los hombres que tú te preocupas de nosotros,
Gracias te damos, Padre, Señor de cielo y tierra, que tú nos quieres y eres leal y fiel en tu alianza.
porque has revelado estas cosas a la gente sencilla
y las has ocultado a los de corazón engreído. (Salmo 91)
Gracias, Padre, porque nos has hecho comprender estas cosas.

No dejes, Señor, que los agentes del mal, ciegos y prepotentes, ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 91):
destruyan la tierra salida de tus manos para el hombre; — Te doy gracias de todo corazón... (71).
derriba del poder a los que se aprovechan — Oh Dios, tus maravillas se han hecho noticia... (55).
de los pueblos pequeños — El amor de Dios alegra nuestro corazón... (19).
y pon en pie, Señor, al hombre aplastado, destruido, oprimido. — Bendito seas, Señor, en nuestro corazón... (7).

100 101
B SaCmo- fiana adnuruin cp ad&uvi A b r e nuestro corazón frágil y poco estable a tu Palabra;
haz que escuchemos tu voz y no endurezcamos nuestro oído.
Cuando estemos puestos a prueba m a n t e n n o s con t u t e r n u r a
y que no nos apartemos de tu plan, de tu proyecto.

Ten paciencia con nosotros y muéstrate indulgente


Venid, cantemos gozosos a nuestro Dios y Señor; ante nuestros fallos;
v e n i d , a c l a m e m o s a la Roca de nuestra salvación. cuando nuestro corazón se tuerza en el sendero de la vida,
Vayamos hacia él con gritos de acción de gracias; danos tu luz para que v e a m o s otra vez tus caminos.
v a y a m o s hacia él a c l a m á n d o l o al son de nuestros salmos. Déjanos seguir adelante hasta entrar en tu reposo.

Alegraos todos de corazón, p o r q u e nuestro Dios es g r a n d e ; Te adoramos, Señor Dios: ¡no nos dejes rendirnos ante los ídolos!
rendios ante el Señor de la Historia porque sólo él permanece. Te a d o r a m o s , Señor Dios: ¡no nos dejes en m a n o s
En sus manos está lo p r o f u n d o y oculto de la t i e r r a ; de otros dioses!
suyas son las c u m b r e s de los m o n t e s , los árboles del bosque. Te a d o r a m o s , Señor Dios: ¡no nos dejes prisioneros del d i n e r o !
Te a d o r a m o s , Señor Dios: ¡no nos dejes en una vida sin s e n t i d o !
A d o r e m o s al Señor, que hizo el mar y lo lanzó sobre las playas;
a d o r e m o s al Señor que hizo el cielo y lo llenó de estrellas. Oh Dios, danos un corazón puro y limpio, capaz de admirar lo bello.
A d o r e m o s al Señor que puso la luna c o m o centinela en la noche, Oh Dios, danos un corazón desenmascarado, d e s n u d o ,
y nos dio el sol c o m o hoguera luminosa que mantiene el día. sin postizos.
Oh Dios, danos un corazón transparente, verdadero, sincero.
Tú eres grande, eres t o d o p o d e r o s o , eres Señor y Dios nuestro:
te a d o r a m o s , nos p o s t r a m o s en tierra ante t i , que eres Santo. Oh Dios, danos un corazón que j u e g u e s i e m p r e ,
Tú eres el Dios de la vida, el Trascendente, el A b s o l u t o : ante ti y los h o m b r e s , l i m p i o .
nos r e n d i m o s ante t i , nos sentimos pequeños, te a d m i r a m o s . Señor Dios, danos el saber c o m p r e n d e r que no p o d e m o s servir
Oh Dios, estamos ante ti hincados en la tierra, de rodillas, a dos señores:
y te d a m o s gracias de corazón por t o d o lo que en nosotros que nuestro corazón está en j u e g o ante ti y ante el d i n e r o ;
has hecho. que de los dos al m i s m o t i e m p o es i m p o s i b l e compartirlo.
Oh Dios, tú eres T o d o , tú eres la Razón y el Sentido Sé el único Señor de nuestras vidas: ¡Te a d o r a m o s , nuestra vida
de cuanto existe, te pertenece!
nosotros ante ti s o m o s nada, s o m o s c o m o un soplo. (Salmo 94)
Nos alegramos y saltamos de gozo ante tu presencia, oh Señor,
porque eres un Dios cercano, a m i g o del h o m b r e , ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 94):
Dios-con-nosotros;
— Alabado seas, mi Señor, en mis noches... (3).
nos alegramos y batimos palmas ante tu rostro lleno de luz — Proclama mi alma la grandeza del Señor... (61).
porque nos has hecho tu pueblo, porque nos guías — Bendito seas, Señor, en nuestro corazón... (7).
por tus c a m i n o s . — Aleluya, amén, aleluya. Dichoso el hombre... (4).

102 103
I Sataui de utt azoto- tuceoo- Ante todas las naciones te aclamamos unánimes:
¡Eres nuestra Esperanza!
Ante todo el universo te gritamos unidos: ¡Estamos ante t i !
Ante todas las cosas que viven te decimos: ¡Somos tuyos!
Tú diriges el curso de la Historia de los hombres;
Te cantamos, Señor, un canto nuevo; tú gobiernas el universo con sabiduría y bondad.
te cantamos, Señor, con alegría de corazón. Tu ley es una ley que busca el bien y la paz del hombre;
Te cantamos, Señor, unidos a toda la tierra; tus mandatos son manifestación de tu voluntad de salvación.
te cantamos, Señor, bendecimos tu nombre glorioso.
Cielos alegraos con nosotros; tierra, regocíjate con nosotros.
Anunciamos, Señor, tu salvación a todos los pueblos; Que el mar retumbe y sus olas estallen como aplauso de alabanza.
tu gloria, tu vida contamos a todas las naciones; Que los campos salten de alegría como símbolo
has hecho maravillas, eres poderoso y grande; de agradecimiento.
a ti nuestro honor y alabanza por siempre. Que todos los árboles del bosque canten y vitoreen tu gloria.
Tu rostro, Señor, queremos ver; danos la luz de tu mirada.
Los ídolos que nos quieren esclavizar, Señor,
Tus pasos, Señor, queremos oír; acércate hasta nuestras vidas.
son como espuma, como ceniza que barre el viento;
Tú vienes, como Señor, para juzgar la tierra,
sólo tú permaneces para siempre en nuestra historia;
para salvar a los hombres.
sólo tú eres digno de nuestro canto nuevo.
Abre nuestro corazón a la alegría y al júbilo de tu llegada.
Tu gloria y tu grandeza proclaman las flores del campo; Nosotros cantamos unidos y esperamos tu justicia
tu poder y tu fulgor gritan las estrellas de tu cielo; en nuestra tierra.
tu majestad y tu inmensidad pregonan las aguas de los mares; Llena las manos del que nada tiene y da pan al que pasa hambre.
los volcanes y los montes nos hablan de tu señorío eterno. Mueve el corazón del que todo le sobra y despilfarra.
Da a cada hombre el sentido de justicia y de hospitalidad.
Familias de los pueblos, cantad con nosotros
las grandezas de Dios; Ven, Señor, llega a nuestra tierra y pon las cosas en su sitio;
familias de los pueblos, alabad con nosotros su gloria y su poder; tú que eres justo, confunde al que abusa del poder y miente.
rendid a Dios el honor que se merece, la alabanza que él espera; Ven, Señor, y trae la paz y el bien al corazón del hombre,
rendid a Dios la gloria de su nombre por siempre. que se agita en el dolor, en el vacío y la hipocresía.
(Salmo 96)
A tu casa nos dirigimos para ofrecerte nuestros dones.
Ante tu esplendor sagrado encendemos nuestras luces. ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 96):
Acepta nuestra oblación, Padre del hombre y de la tierra, — El amor de Dios alegra nuestro corazón... (19).
llena nuestras manos del trigo de tus campos. — Oh Dios, tus maravillas se han hecho noticia... (55).
— Glorificad en vuestro corazón... (33).
Ante todas las gentes te decimos jubilosos: ¡Eres nuestro Rey! — Te doy gracias de todo corazón... (71).

104 105
I Saímó- de cea c&iayóa yafoao.
deja que mi vida se empape de la verdad y la gracia
y que t o d o m i ser se estremezca ante el Dios tres veces santo.

Que mi corazón, Señor Jesús, se una al b r a m i d o del mar


que te alaba;
Yo te canto, Señor, desde m i vida nueva y llena de luz; que m i corazón se una a las aves de los cielos
te canto un salmo nuevo con el corazón gozoso; que surcan el espacio;
porque has hecho maravillas en mi vida j o v e n que m i corazón se una a los ríos que j u b i l o s o s baten p a l m a s ;
y has dado la victoria a quien estaba lejos de tu lado. que m i corazón, Señor Jesús, se una a los m o n t e s
que gritan de alegría.
Has sido bueno conmigo, Señor Jesús: ¡Yo te bendigo y te alabo!
Es bello, Señor, salir del cerco que me aisla; r o m p e r la muralla
Me has dado a conocer tu salvación derramada en la cruz;
que me separa;
me has liberado de mi pecado: ¡gracias por la ternura de tu amor!
es bello, Señor Jesús, ser muchos, vivir unido al universo entero;
Sobre mí has dejado caer tu justicia: ¡Eres leal, eres fiel!
es bello, Señor Jesús, sentir la creación que t i e m b l a de gozo;
Gracias, Señor Jesús, por el don maravilloso del b a u t i s m o ; es bello, Señor Jesús, romper el egoísmo y abrirse a los hermanos.
gracias, por el regalo de la fe que alienta m i v i d a ;
Mi corazón, Señor, salta de alegría al saber que vienes
gracias, Señor Jesús, por ser creyente y aceptarte c o m o Señor;
a mi e n c u e n t r o ;
gracias, Señor Jesús, por ser el Salvador de mi existencia.
mi corazón espera que tu presencia sea paz y bien
Mis ojos han visto tu salvación, mis m a n o s la han t o c a d o ; para los h o m b r e s ;
m i corazón ha sentido tu perdón y misericordia; mi corazón confía en tu justicia y tu misericordia;
y tu Palabra de vida tiene morada en mi casa abierta. mi corazón, Señor Jesús, te espera y quiere ser por ti juzgado.
Quiero proclamar ante los pueblos que tú eres Dios que salva.
¡Amén, aleluya: Ven, Señor Jesús; es la hora de tu Reino!
Con toda la tierra yo te alabo y exalto tu n o m b r e para siempre. ¡Amén, aleluya: v e n , Señor Jesús; es la hora de tu p l e n i t u d !
Con t o d o s los pueblos quiero gritar: ¡Tú, Señor, eres g r a n d e ! ¡Amén, aleluya: v e n , Señor Jesús; es la hora de la V e r d a d !
Desde un confín al otro de cuanto existe y tiene vida, ¡Amén, aleluya: v e n , Señor Jesús; es la hora: «tu Hora».
quiero estallar de gozo y decirte: ¡En t i , Señor, está la Salvación! (Salmo 97)

Para ti m i canto, Señor; para ti mis sentimientos p r o f u n d o s .


Para ti m i capacidad de amar y ser a m a d o : quiero ser tu a m i g o .
Para ti mis proyectos, mis ilusiones y utopías: te pertenezco. ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Safmo 97):
Para t i , Señor Jesús, esta vida que crece a tu lado y se fortalece.
— Yo te bendigo, Señor Jesús... (83).
— No ceséis, no ceséis de dar gracias... (51).
A b r e m i s ojos a la luz de tu Padre Dios, y Padre nuestro;
— Glorificad en vuestro corazón... (33).
abre mis m a n o s y que esperen la lluvia que viene de lo alto; — Por tu gran amor, por tu bondad... (60).

106
107
I Satm& de¿de ¿a> terutccui de "Dcoá. El amor del Señor, alma mía, es más firme
que nuestras rebeldías.

Bendice, alma mía, al Señor, por la ternura de sus manos.


Bendice, alma mía, al Señor, que es más bueno que una madre.
Bendice, alma mía, al Señor, que él sabe de lo frágil
Bendice, alma mía, al Señor, desde el fondo de mi ser.
de nuestro barro.
Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus muchos beneficios.
Bendice, alma mía, al Señor, que él comprende
Bendice, alma mía, al Señor, porque él ha sido grande conmigo.
nuestro corazón enfermo.
Bendice, alma mía, al Señor, porque ha llenado de paz mí vida.
El Señor conoce la profundidad del corazón del hombre.
El Señor te ha perdonado todas tus culpas; te ha limpiado. El Señor sabe que su vida es como la hierba del campo.
El Señor te ha curado de todas tus dolencias; te ha sanado. El Señor entiende la fragilidad de nuestras alas.
El Señor te ha sacado de lo profundo de la fosa; te ha liberado. El Señor sabe que el hombre es como el polvo.
El Señor te ha puesto en pie después de la caída; te ha rescatado.
El amor del Señor, alma mía, es desde siempre y para siempre.
El Señor te corona de amor y de ternura día a día. El amor del Señor, alma mía, es para aquellos
El Señor satura de bienes y regalos tu existencia. que le temen y respetan.
El Señor te guarda como a las niñas de sus ojos. El amor del Señor, alma mía, se hace justicia para sus hijos.
El Señor renueva tu juventud como el águila. El amor del Señor, alma mía, es para los que guardan su alianza.

Bendice, alma mía, al Señor, que hace obras de justicia. Bendice, alma mía, al Señor, unida al coro de sus ángeles.
Bendice, alma mía, al Señor, que otorga el derecho al oprimido. Bendice, alma mía, al Señor, en medio de la asamblea congregada.
Bendice, alma mía, al Señor, que manifiesta sus caminos Bendice, alma mía, al Señor, el único Dueño de la Historia.
al que lo busca. Bendice, alma mía, al Señor, en todos los lugares de su señorío.
Bendice, alma mía, al Señor, que ha hecho prodigios
con nosotros. ¡Bendice, alma mía, al Señor: alábale de todo corazón!
¡Bendice, alma mía, al Señor: su amor sin límites
El Señor ha sido clemente y compasivo contigo. merece nuestro canto!
El Señor ha sido tardo a la cólera y lleno de amor ante tus fallos. (Salmo 102)
El Señor no guarda rencor de tus juegos sucios en su presencia.
El Señor no te ha tratado como merecen tus culpas y pecados.
ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 102):
El amor del Señor, alma mía, es más alto que los cielos. — El amor de Dios alegra nuestro corazón... (19).
— Dios es amor... (16).
El amor del Señor, alma mía, es más grande que los mares.
— Por tu gran amor, por tu bondad... (60).
El amor del Señor, alma mía, es más fuerte que las montañas. — El Señor te bendiga y te proteja... (24).

108 109
H S<z¿m& de cttt con¿i$á«t ¿a&eittado- Los corderos que dejan en libertad sus balidos en la pradera;
los potros salvajes que se adentran en la espesura del bosque;
el lobo que deja su aullido triste y prolongado en la noche;
el caballo que galopa y relincha buscando al hombre... ¡Todo te canta!
¡Oh Dios, tus maravillas se han hecho noticia en tu Creación!

¡Oh Dios, qué grande eres: yo te bendigo! Tú has dado trigo a los campos para que el hombre recoja pan;
Te bendigo a ti, vestido de esplendor y majestad; tú has dado racimos a la cepa para que el hombre recoja vino;
te bendigo a t i , arropado de luz como de un manto; tú has dado a los campos maíz para que el hombre haga su «tortilla»;
te bendigo a t i , que despliegas los cielos como una tienda. tú has dado al árbol frutos para que el hombre saboree tus delicias.
¡Oh Dios, tus maravillas se han hecho noticia en tu Creación! ¡Oh Dios, tus maravillas se han hecho noticia en tu Creación!

Tú levantas sobre las aguas tus altas moradas para acogernos; Cuando el sol sale de tu seno de Padre cada mañana
de las nubes has hecho lugar donde cabalgas; todo se pone en pie y recobra vida y tú te alegras;
te deslizas sobre las alas del viento, en la luz del arcoiris; el hombre vuelve de nuevo a sus trabajos, a sus sudores,
y en las llamas del fuego te manifiestas como el Dios que vive. y contigo se hace continuador de la obra de tu Creación.
¡Oh Dios, tus maravillas se han hecho noticia en tu Creación! ¡Oh Dios, tus maravillas se han hecho noticia en tu Creación!

Todos estamos, oh Dios, esperando que nos des alimento a cada hora;
En tus manos de ternura cimentaste la tierra para el hombre;
cuando tu abres la mano nos sacias y alegras con tus dones,
la sembraste, la llenaste de vida y la cuidas bajo tus alas;
Todos estamos esperando de las manos de los hombres, hijos tuyos,
el mar lo salpicaste de olas que van y vienen
que compartan, como lo haces t ú , sus bienes como hermanos.
y lo mantienen despierto;
¡Oh Dios, tus maravillas se han hecho noticia en tu Creación!
los montes los coronaste en la cumbre rocosa
con el beso de tus nieves. En ti, Señor de la vida, pongo mi gozo y a ti abro mi esperanza.
¡Oh Dios, tus maravillas se han hecho noticia en tu Creación! Para t i , Señor del universo, quiero cantar mi poema
con un corazón despierto.
La nube, el trueno, el relámpago que cruza el cielo y lo rasga; Tu amor, tu bondad, tu ternura se han hecho maravillas
las aguas que arrancan del manantial y bajan hasta los valles;
en todo lo creado.
el viento que lleva en sus alas la arena, el polvo, la hoja envejecida,
Abre mi corazón joven y que descubra tus huellas en el Cosmos.
todo es noticia de tu amor, todo es irradiación de tu belleza. ¡Oh Dios, tus maravillas se han hecho noticia en tu Creación!
¡Oh Dios, tus maravillas se han hecho noticia en tu Creación!
(Salmo 103)
La alondra en la mañana; la paloma que cruza el aire al mediodía;
el gorrión que busca cobijo en el alero del tejado al caer la
tarde; ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 103):
el buho que abre sus ojos a la luz en la oscuridad de la noche;
— Oh Dios, tus maravillas se han hecho noticia... (55).
la gaviota que surca el mar, deja sus huellas en la playa... — Día tras día, Señor de mi vida... (15).
¡Todo te canta! — Mi alma te ansia de noche... (48).
¡Oh Dios, tus maravillas se han hecho noticia en tu Creación! — Te doy gracias de todo corazón... (71).

110 111
M Satán* deáde e¿ $of& ty ¿a, ¿¿cfcít&i Condúceme, oh Dios, hasta la plaza fuerte,
donde me encuentre seguro.
Condúceme, oh Dios, por el sendero libre de tropiezos.
Condúceme, oh Dios, a través de la montaña silenciosa.
Condúceme, oh Dios, y no me dejes de tu mano.
A punto está mi corazón, oh Dios: quiero cantar,
Sal conmigo, Señor; te necesito más que la luz en la noche.
voy a salmodiar.
Sal conmigo, Señor; te necesito más que el agua en el desierto.
Digo a mi corazón: ¡Despierta, anda, levántate, mira hacia arriba
Sal conmigo, Señor; te necesito más que el aire que respiro
y alaba a tu Dios, bendícele con ternura, dile cosas bellas.
Contigo, oh Dios, estoy; para ti es hoy mi canto joven. Sal conmigo, Señor; te necesito más que el sueño
para mi descanso.
Otra vez quiero alabarte y sentirme fascinado por tu hermosura.
Otra vez quiero exultar de gozo y sentir tu amor profundo. Contigo, Señor, el camino se hará más fácil y el monte llano.
Otra vez quiero darte gloria y sentirme seguro junto a ti. Contigo, Señor, la crisis tendrá salida y la pregunta, respuesta.
Otra vez quiero glorificarte y entregarte mi vida joven. Contigo, Señor, mi corazón se saciará hasta el fondo.
Contigo, Señor, en la lucha, en la superación serás mi fuerza.
Quiero despertar al que duerme sin saber que tú eres bueno;
quiero despertar al que camina solo en la vida sin tu compañía; Yo te alabo y te suplico; te canto y por ti suspiro.
quiero despertar al que pasa de ti, al que no cuenta contigo; Sé la luz en mi vida cuando la sombra la llene de miedos;
quiero despertar al que está sumido en el sueño de la muerte. sé la sombra en mi vida cuando el sol abrase en mi camino.
Yo te llamo y tú respondes; te alabo y tú te alegras.
¡Álzate, oh Dios, manifiéstate al corazón del hombre!
¡Rasga la tiniebla que el pecado ha puesto en sus pobres ojos! (Salmo 107)
¡Ven ya, Señor, que el corazón del hombre está cansado y solo!
¡Acércate, Señor, y pon tu tienda entre nosotros como hermano!

Todo es tuyo, Señor, todo salió de tus manos y te pertenece.


Yo soy feliz al sentirme propiedad, posesión tuya y solo tuya.
Yo me siento dichoso al saberme en ti enraizado.
Toma mi corazón joven, toma mis ilusiones,
toma mis proyectos.
ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 107):
Quiero ser vasija de barro y que tú la llenes de tu gracia. — Invoco al Dios Altísimo... (39).
Quiero ser sandalia para tus pies descalzos. — La tienda de Dios está entre nosotros... (45).
Quiero ser cantimplora para tu marcha por el desierto. — Siento tu mirada sobre mi corazón... (67).
Quiero ser una candela en la noche que alumbre tu descanso. — Moverse es encontrarte a cada paso... (50).

112 113
• Sa¿m& eutte Caá, tHaneivrfííiá, de Z W Tu corazón, Señor, es c o m o la nieve en la c u m b r e
llena de pureza;
Tu corazón, Señor, es c o m o las estrellas en la noche
d e r r o c h a n d o luz;
Tu corazón, Señor, es c o m o la puesta de sol en el mar
irradiando paz;
Te d o y gracias, Señor, de t o d o corazón;
Tu corazón, Señor, es c o m o el lago escondido
m i espíritu se eleva en busca de t u grandeza;
i n v i t a n d o a la q u i e t u d .
eres maravilloso, único y a d m i r a b l e ¿
J
en ti mi corazón j o v e n se siente bien y en paz.
Has liberado a tu pueblo y establecido con él alianza;
has sellado con la sangre de t u Hijo la v e r d a d de un nuevo pacto;
Quiero cantarte desde la c o m u n i d a d que m e acoge)
has salvado la vida de los h o m b r e s y les has hechos libres,
quiero elevar m i alabanza j u n t o al corazón de mis h e r m a n o s ;
para que en su libertad te sigan c o m o hijos a m a n d o .
quiero unirme a ellos y decirte de corazón: ¡Eres entrañable!
Quiero darte gracias por no estar solo, por ser alguien con ellos.
Eres santo, eres j u s t o , eres perfecto, m i s e r i c o r d i o s o ;
eres c o m p a s i v o con el que se acerca a tu corazón de Padre;
Tus obras son grandes: ¡tu misericordia con el p o b r e !
eres bueno y acoges con fiesta al hijo que vuelve a casa;
Tus obras son grandes: ¡tu ternura con el que cae!
eres lo mejor de nuestras vidas, de la mañana a la tarde.
Tus obras son grandes: ¡tu b o n d a d c o n el que s u f r e !
Tus obras son grandes: ¡tu c o m p a s i ó n con el m a r g i n a d o !
De t o d o corazón te d o y gracias porque eres maravilloso
en tus obras;
Que tu justicia, Señor permanezca entre nosotros.
m i alabanza quiere proclamar tus maravillas una a u n a ;
Que tu justicia brote en tierra árida y desolada.
bendito seas, Señor del corazón del h o m b r e que te busca,
Que tu justicia sea el f r u t o de un corazón que apoya al otro.
y entre sus fibras dejas las marcas profundas de tus huellas.
Que tu justicia, Señor, haga g e r m i n a r la paz en nuestra tierra.

Maravilloso eres, Señor; maravilloso has estado c o n m i g o .


Eres clemente y c o m p a s i v o y en t u corazón la paz
Maravilloso eres, Señor; maravilloso en mi pobreza.
brota a raudales.
Maravilloso eres, Señor; maravilloso te siento en m i vida.
Eres fiel a tu alianza con el h o m b r e y cumples la palabra dada.
Maravilloso eres, Señor; maravilloso al llenarme de tus grandezas.
Das a l i m e n t o al que abre la m a n o en busca de tu a y u d a ,
y ante ti t o d o s los pueblos, uno a u n o , son iguales. (Salmo 110)

ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 110):


Las obras de tus m a n o s son verdad y transparencia;
en t i , Señor, no hay doblez ni e n g a ñ o : eres v e r d a d e r o ; — Te doy gracias de todo corazón... (71).
eres leal, eres fiel, eres sincero, eres auténtico, — Oh Dios, tus maravillas se han hecho noticia... (55).
— Si Dios está a nuestro favor... (65).
y en ti yo puedo confiar porque sé que m e amas.
— Proclama mi alma la grandeza del Señor... (61).

114
115
I Sa¿#tt& ai ¿caceo- "Dcaá, (A&idad&ia Mi Dios es un Dios manifestado en Jesús de Nazareth;
mi Dios es u n Dios dado a conocer en un Rostro h u m a n o ;
mi Dios vive resucitado en Jesús, vencedor de la m u e r t e ;
mi Dios está v i v o en su Espíritu y lo siento a mí bien cercano.

Los ídolos, Señor, son de barro y caen con el v i e n t o ;


A tu n o m b r e , Señor, d a m o s la gloria ahora y por siempre.
son de paja y se deshacen con el fuego de una noche;
Por t u a m o r , por t u lealtad te alabamos c o m o hijos.
los ídolos son crueles, son tiranos, son rabiosos
Tú eres Dios, presente en m e d i o de nosotros, día a día;
eres Dios, cercano y entrañable c o m o verdadero a m i g o . y d o m i n a n los corazones hasta encarcelarlos con barrotes.

Nos han preguntado a q u e m a r r o p a : «¿Dónde está No dejes, Señor, que nuestro corazón joven vaya tras el h u m o ;
vuestro Dios?» no dejes, Señor, que nuestro corazón j o v e n busque
Se han reído y burlado de nosotros diciendo que no existes. lo que está p o d r i d o ;
Nos machacan con la publicidad y quieren borrar tu i m a g e n . no dejes, Señor, que nuestro corazón joven se desfigure
Nos atacan por un lado y el otro y no logran el desquite. con el l o d o ;
no dejes, Señor, que nuestro corazón joven se vaya
Tú estás en los cielos de allá arriba y en los de aquí abajo.
en pos de unos ídolos.
Tú habitas el corazón del h o m b r e que es justo y l i m p i o ,
y se abre a tu misericordia y a tu ternura.
Sabemos dónde estás, oh Dios: estás en m e d i o de nosotros.
Tú eres una experiencia de a m o r p r o f u n d o ; no eres un m i t o .
Sabemos dónde estás, Señor: estás en el que te busca y a ti clama.
Nos alegramos, Señor, de no poder c o m p r e n d e r t e , ni abarcarte. Sabemos d ó n d e estás, Señor: estás donde hay a m o r verdadero.
No eres idea, no eres «razones» que busco a m i ceguera; Sabemos d ó n d e estás, oh Dios: estás en nuestra tierra desolada.
no eres «fantasma» que cuelgo en mis archivos y que d o m i n o ;
sólo tú ERES y soy feliz de estar ante tu presencia. Y sabemos dónde no estás: donde hay odio, donde hay soberbia.
Y sabemos d ó n d e no estás: d o n d e hay c o r r u p c i ó n y libertinaje.
Eres A m o r ; A m o r que busco y que he encontrado en tu Enviado; Y sabemos dónde no estás: d o n d e hay injusticia y robo.
eres V e r d a d ; Verdad que busco y he encontrado en Jesucristo; Y sabemos d ó n d e no estás: d o n d e hay mentira y disfraces.
eres Libertad; Libertad que busco y he encontrado
en el Libertador; (Salmo 114)
eres Belleza; Plenitud que busco y he encontrado
sólo en tu Hijo.

Tú eres, Señor, el Manantial profundo de donde nace mi pobre río; ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 114):
t ú eres, Señor, la Raíz encendida de donde surge m i pobre á r b o l ; — Amarás al Señor tu Dios, con todo el corazón... (5).
t ú eres, Señor, la Razón y el Sentido de m i existencia — Si Dios está a nuestro favor... (65).
como hombre; — El camino, eres tú Señor; la verdad... (20).
t ú eres, Señor, Revelación plena y total en el Hijo A m a d o . — Cristo está en el centro de nuestra vida... (11).

116 117
I Saítuo- fievuz tecoétan éa ozíma t e n g o fe en t i , Señor, a u n q u e m e brinden soluciones falsas
a m i fracaso;
tengo fe en t i , Señor, aunque me duela la lucha por s u p e r a r m e ;
tengo fe en t i . Señor, aunque me quede aislado
y solo en mi c a m i n o .
Te a m o , Señor, p o r q u e escuchas m i voz suplicante; Vuelve, corazón mío, vuelve a tu reposo, recobra tu c a l m a ;
te a m o , porque inclinas t u oído hacia mí cuando te invoco. vuelve, corazón mío, vuelve a tu sosiego, recobra t u paz;
Estoy contigo, Señor, porque tu a m o r da sentido a m i v i d a ; vuelve, corazón mío, vuelve a tu alegría, recobra el aliento;
estoy contigo, porque eres mi salvación y m i esperanza. vuelve, corazón mío, vuelve a tu reposo, recobra el amor.

A veces me siento solo, Señor, y no me ayuda el a m b i e n t e ; Quiero caminar en tu presencia apoyado en la luz de tu palabra;
tienden hacia m í sus lazos, c o m o una tela fina de araña, quiero caminar en tu presencia apoyado en la vida de tu Evangelio;
los agentes del mal que buscan g a n a r m e para su causa. quiero caminar en tu presencia apoyado en la fuerza
En la angustia y la tristeza abro a ti mi corazón j o v e n . del Pan de V i d a ;
quiero caminar en tu presencia apoyado en el amor de tu Espíritu.
Salva mi vida, Señor, de los golpes duros de la m e n t i r a ;
salva m i vida, Señor, de las palabras falsas y enmascaradas; Gracias, Señor, soy tu discípulo, seguidor de tu p r o y e c t o ;
dame tu fuerza, Señor, para luchar con la cara descubierta; aquí me tienes cargando con la cruz día tras día, paso tras paso;
dame tu fuerza, Señor, para ser fiel a la fe que he aceptado. yo v o y contigo y quiero ser fiel a la voz de tu llamada.
Has roto mis cadenas, soy libre y mi corazón se alegra en la fe.
Tú eres tierno y justo, Señor; eres c o m p a s i v o con el h o m b r e .
Seré fiel hasta las últimas consecuencias, Señor en mi c a m i n o ;
Tú guardas a los pequeños y h u m i l d e s en tus m a n o s ,
c u m p l i r é tus mandatos, guardaré tus normas con f i d e l i d a d ;
y al h o m b r e abatido y postrado en tierra lo levantas.
seré f i r m e en las opciones que por ti he t o m a d o l i b r e m e n t e ;
Has salvado m i vida y siento que tu a m o r me da firmeza.
con t e s ó n , Señor, llegaré c o n t i g o , seguro, hasta el final.
Vuelve, corazón m í o , vuelve a tu reposo, recobra tu c a l m a ;
Vuelve, corazón mío, vuelve a tu reposo, recobra tu c a l m a ;
vuelve, corazón m í o , vuelve a tu sosiego, recobra tu paz;
vuelve, corazón mío, vuelve a tu sosiego, recobra tu paz;
vuelve, corazón mío, vuelve a tu alegría, recobra el aliento;
vuelve, corazón mío, vuelve a tu alegría, recobra el a l i e n t o ;
vuelve, corazón m í o , vuelve a tu reposo, recobra el amor.
vuelve, corazón mío, vuelve a tu reposo, recobra el amor.
Tú, Señor, has guardado mi alma de la m u e r t e , (Salmo 115)
m i pie de la caída;
has enjugado las lágrimas de mis ojos, el sueño de mis noches; ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 115):
t ú , Señor, m e has dado la m a n o y c a m i n o en t u presencia; — Vuelve, corazón mío... (80).
soy peregrino entre los h o m b r e s por el sendero de la luz. — Adoro en todo la voluntad... (2).
— Padre, Padre, Padre, hágase tu voluntad... (58).
Tengo fe en t i , Señor, aunque me sienta desdichado y s o l o ; — Guardo tus palabras en mi corazón... (34).

118
119
H Saimo- deí eutuvi de 'Dote Entre nosotros, Señor, hay clamor de júbilo y salvación;
nuestra tienda mantiene la puerta abierta para el que llega;
somos felices, Señor, con tu presencia en medio de nosotros,
y estamos contentos porque contigo es posible la victoria.
¡El amor de Dios alegra nuestro corazón, aleluya!

Te damos gracias, Señor, porque eres bueno; Nosotros queremos vivir, queremos sellar contigo la alianza;
te damos gracias, porque es eterno tu amor. queremos vivir el Amor derramado en nuestros corazones,
Proclamamos desde nuestra experiencia que nos quieres; en la fuerza y el poder de tu Espíritu de Vida.
decimos a las gentes que has estado grande con nosotros. Tu gracia y tu verdad es más fuerte que nuestra flaqueza.
¡El amor de Dios alegra nuestro corazón, aleluya! ¡El amor de Dios alegra nuestro corazón, aleluya!

En nuestra aflicción a ti gritamos y nos diste respiro. Que se abran de par en par las puertas de tu Reino;
Tú estás por nosotros: ¿quién podrá hacernos daño? que el hombre que cumple tu Palabra se siente a tu mesa;
No tenemos miedo porque tu amor es nuestra defensa; que haya pan en abundancia para el hombre justo y honesto;
tú estás con nosotros; entre los que nos ayudan. y que el corazón feliz con tus dones, te dé gracias.
¡El amor de Dios alegra nuestro corazón, aleluya! ¡El amor de Dios alegra nuestro corazón, aleluya!

Mejor es buscar en ti refugio cuando arrecia la prueba, Tú eres, Jesús, la Piedra angular que otros rechazan;
que confiar en nuestras fuerzas sin contar contigo. hoy eres cimiento donde se apoya en pie tu Iglesia;
Mejor es sentirse protegido por tu amor y lealtad, nosotros admiramos la obra maravillosa de tus manos
que confiar en los que tienen poder y abusan de su fuerza. y exultamos de gozo al sabernos cimentados en tu vida.
¡El amor de Dios alegra nuestro corazón, aleluya! ¡El amor de Dios alegra nuestro corazón, aleluya!

Cuando nos rodean los agentes del mal tendiéndonos sus lazos, Con ramos en la mano te aclamamos, oh Cristo,
la fuerza de tu Espíritu fortalece nuestras vidas. Salvador del hombre.
Cuando la propaganda machacona y descarada nos ataca, Con vítores y cantos te decimos: ¡Eres Camino, Verdad y Vida!
con la fuerza de tu Evangelio salimos victoriosos. Ven con nosotros al caminar y alienta nuestra marcha;
¡El amor de Dios alegra nuestro corazón, aleluya! desde la salida del sol hasta el ocaso, sé tú nuestro Guía.

(Salmo 117)
Como enjambre de avispas agresivas el mal llama
a nuestra puerta; ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 117):
como fuego prendido en zarzas el placer absurdo nos reclama. — El amor de Dios alegra nuestro corazón... (19).
Nos empuja para abatirnos, nos apuntan con el dedo; — Si Dios está a nuestro favor... (65).
en medio de la tormenta tú, Señor, eres ayuda segura. — Ha llegado tu Reino... (35).
¡El amor de Dios alegra nuestro corazón, aleluya! — ¿Quién podrá arrebatarnos el amor de Cristo?... (62).

120 121
I S<ZÍCH& eCe ¿<z 'PñCn^u^ cíe I/ida Tu Palabra es más rica para mí que la plata y el oro;
tu Palabra es para mi boca más dulce que la miel;
tu Palabra es antorcha para mis pasos por el camino;
tu Palabra es manantial que apaga mi sed.
¡La Palabra de Dios es vida, la Palabra de Dios es amor!

Quiero, Señor, hacer de tu Palabra un camino para mi vida; Yo amo tu Palabra y gozo al sentirme en comunión contigo;
quiero amar tu voluntad de todo corazón. yo espero tu Palabra y ella es respuesta a mis preguntas;
Quiero guardar puro mi camino cumpliendo tu Palabra; yo cumplo tu Palabra y ella me da fuerza como nadie;
de todo corazón te ando buscando, Señor Dios mío. yo creo en tu Palabra y ella alimenta mi pobre fe.
¡La Palabra de Dios es vida, la Palabra de Dios es amor! ¡La Palabra de Dios es vida, la Palabra de Dios es amor!

Quiero ser discípulo tuyo y ponerme a tu escucha cada día; Tu Palabra me enseña a amar la verdad y rechazar la mentira;
quiero hacer de tu Palabra la norma que me guíe, paso a paso; tu Palabra me enseña a amar hasta las últimas consecuencias;
y encontrar en tus mandatos y preceptos mis delicias. tu Palabra me enseña a mantener el corazón limpio y puro;
Abre mis ojos, Señor, a la luz y al calor de tu Palabra. tu Palabra me enseña a buscar la justicia entre los hombres.
¡La Palabra de Dios es vida, la Palabra de Dios es amor! ¡La Palabra de Dios es vida, la Palabra de Dios es amor!

Sostenme en pie, fortaléceme con la fuerza de tu Palabra; Manten mi corazón firme en el proyecto de tu Palabra;
aléjame del camino de la mentira y que siga tu ley de amor. que tu Palabra sea siempre la alegría de mi corazón;
Quiero correr por el camino de tus mandamientos, Señor, que yo me incline siempre a guardar tus mandamientos,
y que busque en tus mandatos el camino de la salvación.
y guardarlos en el corazón y hacerlos vida en mi vida joven.
¡La Palabra de Dios es vida, la Palabra de Dios es amor!
¡La Palabra de Dios es vida, la Palabra de Dios es amor!

Tu Palabra de verdad alumbra mis pasos por el sendero;


en tu Palabra he puesto mi esperanza día y noche;
con todo corazón quiero empeñarme en cumplir tu voluntad,
y que mis caminos sean sierjipre tus caminos.
¡La Palabra de Dios es vida, la Palabra de Dios es amor!

Enséñame sabiduría y aprenderé a ser libre y feliz;


enséñame prudencia y aprenderé a situarme en la vida;
enséñame los secretos de tu corazón de Padre,
y aprenderé a vivir desde lo profundo de mi existencia.
¡La Palabra de Dios es vida, la Palabra de Dios es amor!

122 123
H SaCetto- de Co¿ &jo¿ ett aéfo En ti confío, Señor, cuando la tentación sacude mi cabana;
en tus manos me abandono, Señor, cuando la crisis
me deja inseguro;
tú eres mi esperanza cuando se apaga la vela en la noche;
tú eres el gozo y la alegría en los días en que todo va contra mí.

Busco las cosas de arriba, Señor; las de tu Reino. Guarda mi pobre corazón, Señor, que es joven
Alzo mis ojos a los montes en espera de tu auxilio. y aún no está maduro;
De ti, Señor; de tu amor y fidelidad espero tu respuesta; guarda mi pobre corazón, Señor, que es joven
de tus manos, Padre, espero la gracia y la verdad. y aún no tiene resistencia;
guarda mi pobre corazón, Señor, que es joven
Toma mis manos abiertas: llénalas de tus dones abundantes; y tiene miedo a lo definitivo;
toma mis manos abiertas: derrama en ellas el don de la vida. guarda mi pobre corazón, Señor, que es joven
Alzo mis ojos a t i : espero ver la luz de tu rostro; y no sabe de fidelidad.
alzo mis ojos a ti: espero palpar tu compasión y misericordia.
Quiero salir de mis ataduras y romper los lazos que me amarran;
quiero derribar las cercas que limitan mi libertad,
Yo sé que tú no duermes, Señor; yo sé que velas siempre.
quiero romper los barrotes que me tienen prisionero y oprimido;
No duermes ni descansas cuidando a los hombres.
quiero derribar las alambradas que no me dejan respirar.
Que mi pie no titubee al dar un paso adelante.
Que camine siempre despierto con los ojos puestos en la meta. Haz que yo entre, Señor, por el camino de lo bello y puro;
haz que yo entre. Señor, por el camino del bien y la paz;
No; tú no duermes ni descansas ante la obra de tus manos; haz que yo entre, Señor, por el camino que conduce a la Vida;
tu corazón de Padre está despierto y atento haz que yo entre, Señor, por el camino de la verdad y sinceridad.
a los pasos del hombre.
No; tú no duermes ni descansas ante la creación que nos has dado; Desde ahora y por siempre quiero buscar las cosas de arriba;
tu corazón de Padre vigila sobre ella como centinela en la noche. desde ahora y por siempre quiero vivir el mundo de tus valores;
desde ahora y por siempre quiero ser joven de corazón limpio;
Mis ojos se alzan buscando la verdad en tus caminos; desde ahora y por siempre quiero que en mi vida
mis ojos se abren para que me inundes de la fuerza de tu luz; el Centro seas Tú.
mis ojos están atentos al paso de tu ternura por la Historia; (Salmo 120)
mis ojos vigilan tu llegada en espera de tu salvación.
ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 120):
Tú eres mi sombra protectora ante el calor del sol de mediodía; — En tus manos de Padre he encontrado morada... (28).
tú eres mi tienda en la montaña ante la lluvia persistente; — Venid a mí todos los que estáis cansados... (79).
tú eres el agua fresca que corre saltando entre los guijarros; — Mi alma te ansia de noche... (48).
tú eres la brisa suave que acaricia mi rostro al caer el sol. — Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro»... (57).

124 125
H Salmo- del áam6%e en asuntfto- y que d e j e m o s en el c a m i n o el pan y la sal
c o m o señal de testigos.

Por a m o r de mis h e r m a n o s , por a m o r a t o d o s los h o m b r e s :


¡danos tu a m o r !
por amor a los que sufren, a los que lloran: ¡danos tu compasión!
¡Qué alegría he descubierto al sentirme Iglesia! por a m o r a los h u m i l d e s y o p r i m i d o s : ¡danos tu v e r d a d
¡Qué alegría al saber que c a m i n o dentro de un Pueblo n u e v o ! y libertad!
¡Qué alegría c o m p a r t i r mi fe en ti con los seguidores t u y o s ! por a m o r al d é b i l , al niño, al indefenso: ¡danos el d o n de la f e !
¡Qué alegría, Señor, caminar, c o m o h e r m a n o s hacia tu Casa!
La paz contigo, h e r m a n o : tú que vives bajo el techo
de las estrellas.
Es bello caminar t o d o s unidos, c o m o un solo h o m b r e ;
La paz contigo, hermano: tú que no tienes una tierra
es suave avanzar apoyado en el h o m b r o de mi h e r m a n o ;
para tus manos.
es dulce compartir los gozos y las alegrías en g r u p o ;
La paz c o n t i g o , h e r m a n o : tú que no sabes el calor de un hogar.
es hermoso hacer de nuevo el c a m i n o con las m a n o s dadas.
La paz c o n t i g o , h e r m a n o : tú que lloras en silencio
Nuestros pies, Señor, se han puesto en marcha y sueñas con pan.
y tu Espíritu es su aliento; Danos tu paz, h e r m a n o : tú que tienes un corazón de pobre
nuestros pasos, Señor, están guiados por tu Palabra; verdadero.
ante nosotros se abren las puertas de una nueva H u m a n i d a d ; Danos tu paz, h e r m a n o : tú que eres l i m p i o , puro, transparente.
y se llena el corazón de gozo a medida que el Pueblo avanza. Danos tu paz, h e r m a n o : tú que eres c o m p a s i v o y justo.
Danos tu paz, hermano: tú que eres manso y humilde de corazón.
Con tu Iglesia, Señor Jesús, c a m i n a m o s dejando huellas
en la Historia; Unidos en Iglesia que c a m i n a : te deseamos, h e r m a n o , t o d o bien.
v a m o s s u b i e n d o c o n t i g o , t o m a n d o parte en tu destino: la Cruz; Unidos en Iglesia que c a m i n a : nos c o m p r o m e t e m o s en llevarte
dejamos a nuestro paso semillas profundas de tu Evangelio. la justicia.
Alienta nuestra m a r c h a ; anima nuestro peregrinar, Señor. Unidos c o m o Iglesia que c a m i n a : Te deseamos, h e r m a n o ,
la libertad que no tienes.
C a m i n a m o s contigo hacia la Casa del Padre abierta a t o d o s ; Unidos c o m o Iglesia que c a m i n a : nos c o m p r o m e t e m o s
c a m i n a m o s en espera de la Vida eterna que nos a g u a r d a ; a que seas HOMBRE, hijo de Dios.
llevamos en el corazón la verdad de un más allá cercano; (Salmo 121)
y nuestra fatiga se queda atrás al responder a tu llamada.
ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 121):
Haznos s e m b r a d o r e s de paz a lo largo del c a m i n o ; — A pie descalzo caminamos contigo... (1).
que g e r m i n e la paz c o m o fruto de la justicia en nuestra tierra; — Somos Iglesia, comunidad de creyentes... (69).
que nuestras manos se abran al dolor del h o m b r e — Tú, Señor, eres el camino... (76).
de corazón r o t o ; — La paz contigo, hermano... (44).

126 127
I *?eí¿f eí joven que enfoeya-
¿u canalón en ¿envccto- de ¿z
fui%, fi&ique &eiá ííanuzdo
fojo de "D¿o4,

I *?eítf eí joven que con un


cota^ón ¿¿rime <zyuattt<z eí ¿en,
ftet&eautdo a cau&a de ¿a,
juáttcta, poique tcene ¿a
c&itefa de que ÚUUO- e& eí
^eino de ¿04, cceíot,

I *?eíéf eí joven que foice de écc


conafón ¿uf deí mundo- y ¿oí
de ta, ttevuz, fiofiaue eatá
eonáútuuendo í<z ^iv¿íc^ac¿ó*t
deí amo*, eí ^eitto de 'Dtoú,
Tú has llenado nuestras vidas con tus dones y riquezas.
Nos has engrandecido porque sencillamente eres bueno.
de ¿ó- yuztcUta Danos un corazón capaz de c o m p a r t i r con los hermanos.
Danos un corazón capaz de ser, en el amor, los p r i m e r o s .

A b r e nuestros ojos a la sociedad que nada ofrece, ni regala.


Si t ú , Señor, no construyes nuestra casa,
Haznos descubrir que t o d o «se consigue» con el dinero.
en vano nos esforzamos en ponerla en pie.
Haznos ver que «las cosas» dejan siempre el corazón vacío.
Si t ú , Señor, no guardas nuestra c i u d a d ,
Haznos ver que lo que se consume no satisface al corazón entero.
en vano se esfuerzan los que la vigilan.
S o m o s jóvenes, Señor: q u e r e m o s «ser» y no v e n d e r n o s
Construye, Señor, nuestra casa: afírmala en la v e r d a d .
al «tener».
Construye, Señor, nuestra casa: levántala sobre el amor.
S o m o s jóvenes, Señor: q u e r e m o s «ser» y no vendernos
Construye, Señor, nuestra casa: ponía en pie sobre la fe.
al «placer».
Construye, Señor, nuestra casa: ciméntala en la esperanza.
S o m o s jóvenes, Señor: q u e r e m o s «ser» y no vendernos
Guarda nuestra ciudad: libéranos del egoísmo y el o r g u l l o . al «parecer».
Guarda nuestra ciudad: sálvanos del pecado de la indiferencia. S o m o s jóvenes, Señor: q u e r e m o s «ser» y no v e n d e r n o s
Guarda nuestra ciudad: rescátanos de la mentira disfrazada. al «poder».
Guarda nuestra ciudad: libéranos del m u n d o de las injusticias.
Somos hijos de la j u v e n t u d , nacidos de la fuerza de tu Espíritu.
Queremos madrugar, Señor, para gastar la vida en tu servicio. Somos hijos de la juventud, capaces de construir un m u n d o nuevo.
Queremos madrugar, Señor, para ayudar a ponerse en pie Somos hijos de la j u v e n t u d , abiertos a nuevas f o r m a s de vida.
al h o m b r e . Somos hijos de la j u v e n t u d , e m p e ñ a d o s en construir tu Reino.
Queremos m a d r u g a r , Señor, para c o m p r o m e t e r n o s
con los que sufren. Llena nuestra aljaba de tu a m o r y que nos sintamos felices.
Q u e r e m o s m a d r u g a r , Señor, para construir un m u n d o nuevo. Abre nuestra vida al don y que d e j e m o s en el c a m i n o flores.
A y ú d a n o s a descubrir que hay más gozo en dar que en recibir.
Tú eres bueno y generoso con el h o m b r e que en ti cree.
Danos un corazón libre, capaz de caminar «ligeros de equipaje».
Tú le das el pan y llenas su mesa mientras d u e r m e en la noche.
Colmas de bienes al pobre de corazón que espera en t i . (Salmo 126)
Regalas con tus dones al que c u m p l e tus mandatos y te es fiel.
ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 126):
Danos entender, Señor, que tú lo das t o d o y lo pides t o d o .
Danos entender, Señor, que todo es gracia y t o d o exige esfuerzo. — Aleluya, amén, aleluya. Dichoso el hombre... (4).
Danos entender, Señor, que tu amor es siempre grande, sin medida. — Toma parte en los duros trabajos... (72).
— Ya no soy yo quien vive... (81).
Danos entender, Señor, que s o m o s siervos inútiles a tu lado.
— Oh Espíritu, sondea nuestro corazón... (56).

130
131
I S<si¿m& de ta, comatUdad Tú nos diste una ley para vivir en comunidad y ser hermanos;
tu ley es para corazones que saben amar sin pedir nada a cambio;
tu nos diste el mandamiento nuevo para corazones nuevos;
tú hiciste del amor la norma esencial de tu Reino.

El amor es, Señor Jesús, libre como gaviota al viento;


/Qué bueno, qué dulce, habitar los hermanos juntos! el amor es fuerte como el fuego crepitante en la hoguera;
¡Qué bueno es vivir apiñados como un racimo todos! el amor es flexible como la arcilla en nuestras manos;
¡Qué dulce es sentirse acompañado de los hermanos! el amor es fiel como la madre que no cesa de darse entera.
¡Qué maravilloso, Señor Jesús, es vivir juntos en comunidad!
Tú hiciste comunidad, Señor Jesús, en la cruz alzada en alto;
Todos unidos en comunidad somos como una espiga madura. de tu pecho abierto en agua y sangre hemos nacido;
Todos unidos en comunidad somos como colmena trabajadora. tú nos amaste hasta el extremo de dar tu vida sin medida;
Todos unidos en comunidad somos piedras que sostienen la casa. tú nos hiciste de nuevo, en la casa de Dios, hijos.
Todos unidos en comunidad somos como granos de arena
El amor es, Señor Jesús, bello como los ojos
que forma un desierto.
de una niña enamorada;
el amor es suave como la espuma de la ola sobre la roca;
Tú nos quieres, Señor Jesús, miembros de un mismo grupo.
el amor es limpio como la nieve que cubre la cima de la montana;
Nos quieres sentados alrededor de tu palabra y de tu pan.
el amor es sincero y está pronto y es constante cada hora.
Tú nos has reunido con la fuerza de tu Espíritu de amor.
Tú eres el Centro y la fuerza de nuestras vidas. Tú nos dijiste, Señor Jesús, que nadie tiene amor más fuerte,
que aquel que de verdad da la vida por el amigo;
El amor, Señor Jesús, es como perfume precioso y caro; danos saber buscar fecundidad en nuestras relaciones
el amor es como la luz que abre camino en la noche; y que muramos, como muere para ser fecundo, el grano de trigo.
el amor es como la lluvia temprana sobre el prado;
el amor es como darse sin miedo al derroche. ¡Qué bueno, qué dulce, habitar los hermanos juntos!
¡Qué bueno, Señor Jesús, tenerte a ti como Centro
Tú llamaste a los Doce a juntarse como amigos a tu lado. de nuestra Comunidad!
Y les diste como norma el servicio y el compartir.
(Salmo 132)
Les diste el reto de olvidarse cada cual de sí mismo.
Les desafiaste a ocupar el último lugar como norma en el vivir.

El amor, Señor Jesús, es como la rosa nacida en primavera; ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 132):
el amor es como la mirada limpia y transparente de un niño; — Somos Iglesia, comunidad de creyentes... (69).
el amor es como la pureza y claridad de las estrellas; — El amor, Señor, es «amor en ejercicio»... (18).
— Piedra preciosa es la unidad... (59).
el amor es como el canto en la mañana de un pajarillo. — ¿Quién podrá arrebatarnos el amor de Cristo?... (62).

132 133
B S<z¿#n& de tu ynattd&pi del aman, En tu a m o r guiaste a tu pueblo libre por el desierto;
y le diste el maná c o m o alimento y el agua c o m o bebida.
En tu a m o r cayeron a su lado los que interferían su m a r c h a ;
y los llevaste en vuelo c o m o sobre alas de águila.
¡EL A M A R , Señor, es a m o r en ejercicio: enséñanos a A M A R ! »

Te damos gracias, Señor, porque eres bueno de corazón.


En a m o r hiciste con tu pueblo alianza j u n t o al m o n t e ;
Porque tu a m o r y b o n d a d , tu ternura y c o m p a s i ó n son eternos.
y le diste una ley para que guiara sus c a m i n o s .
Te damos gracias, Señor, a ti que eres el Único, el Verdadero.
En a m o r sellaste con ellos la alianza para s i e m p r e ;
Te d a m o s gracias, Señor, p o r q u e es eterno, eterno siempre
y lo hiciste p r o p i e d a d tuya entre las naciones de la tierra.
tu amor. ¡EL A M A R , Señor, es «amor en ejercicio»: enséñanos a A M A R !
¡EL A M A R , Señor, es «amor en ejercicio»: enséñanos a A M A R !
En a m o r hiciste entrar a t u pueblo en una tierra nueva;
En tu a m o r hiciste maravillas con los h o m b r e s ; y cumpliste con ellos la palabra dada haciéndola realidad.
y llenaste los cielos de belleza incomparable. En a m o r hiciste crecer a tu pueblo c o m o las estrellas del cielo;
En tu a m o r juntaste las aguas en un mar sin fronteras; y en a m o r le hiciste n u m e r o s o c o m o las arenas de las playas.
y revestiste la tierra de árboles y de flores. ¡EL A M A R , Señor, es «amor en ejercicio»: enséñanos a A M A R !
¡EL A M A R , Señor, es « a m o r en ejercicio»: enséñanos a A M A R !
En a m o r has hecho de nosotros el Pueblo nuevo en Jesús,
Hiciste las grandes lumbreras que i l u m i n a n nuestra v i d a ; tu Hijo;
de tu a m o r surgió el calor del sol y la luz de la luna. y en sangre nacimos en la fiesta de la Pascua nueva.
Sembraste el cielo de estrellas puras y relucientes; En a m o r nos has hecho Iglesia peregrina entre los pueblos;
de t u a m o r salió radiante la estrella m a t u t i n a . y en t u Espíritu de vida, paso a paso, de nuevo nos alientas.
¡EL A M A R , Señor, es «amor en ejercicio»: enséñanos a A M A R ! ¡EL A M A R , Señor, es «amor en ejercicio»: enséñanos a A M A R !

En tu a m o r libraste de la esclavitud a tu pueblo prisionero; (Salmo 135)


con m a n o fuerte y tenso brazo lo condujiste por el desierto.
En t u a m o r llenaste de luz con la Nube sus noches;
y en la n u b e derramaste sobre ellos la ternura de tu amor.
¡EL A M A R , Señor, es «amor en ejercicio»: enséñanos a A M A R !

En tu a m o r el mar de los juncos se abrió por m e d i o ; ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 135):
y pasaron t u s hijos dejando en él sus huellas.
— El amar, Señor, es «amor en ejercicio»... (18).
En tu a m o r hundiste en las aguas al e n e m i g o de tu p u e b l o ; — Por tu gran amor, por tu bondad... (60).
y diste a los t u y o s el gozo desbordante de la victoria. — Dios es Amor... (16).
¡EL A M A R , Señor, es «amor en ejercicio»: enséñanos a A M A R ! — El amor de Dios alegra nuestro corazón... (19).

134 135
I Satma de éo¿ m^n^ctuido^
No podemos olvidarnos de los nuestros, de la casa, de los hijos;
no podemos olvidar el maíz de nuestros campos en invierno,
ni «los frijoles», ni «la tortilla», ni el banano ni el aguacate;
todo ese mundo es nuestro y lo perdimos por no poder vivirlo.

A orillas de los ríos de otras tierras bien distantes, Que nuestra lengua se pegue al paladar si nos olvidamos
nos sentamos a llorar y a recordar nuestra familia; de la tierra;
sentimos el corazón triste y desolado, Señor Dios nuestro, que enmudezcan nuestros labios si olvidamos nuestra oración
y ahora, despojados de todo, sin nada, sólo nos quedas tú. con la luz;
que callemos para siempre si no tenemos ganas de volver
En los álamos de la orilla dejamos colgadas nuestras guitarras, con los nuestros;
y el rumor del viento sobre las hojas nos estremece el corazón; que seamos errantes siempre si lo que ahora no somos
en las aguas del río se van nuestros recuerdos e ilusiones, lo consideramos mejor.
y el camino nuevo lo soñamos sin saber dónde llegar.
Acuérdate, Señor, de nuestras pobres casas dejadas
Somos peregrinos, Señor, en busca del pan nuestro de cada día; en la montaña;
la tierra no tiene un lugar donde acoger nuestra pobre tienda. bendice nuestros hijos que crecen sin el cariño de unos padres;
Día y noche; noche y día el camino se hace duro y desconocido, sé tú misericordia y compasión con los pobres alejados,
y el corazón de los hombres se ha congelado a la hospitalidad. y manten sus vidas en pie, siempre en pie, hasta el regreso.
Donde llegamos, Señor, nos piden trabajos duros No queremos, Señor, devolver el mal a los que nos arrojaron
que ellos no hacen; de la casa;
y hacen fiesta con nuestro folklore y nuestras costumbres. ni queremos la violencia para volver a lo que era nuestro;
Somos el indio, el emigrante, el exiliado, el fugitivo, reconcilia a los hombres, hazlos buenos y que sean
y nos sentimos como hoja al viento, como un gran circo. como hermanos,
y que tu tierra sea una gran casa para todos: aun para nosotros.
Nos piden, Señor, que toquemos y cantemos nuestras canciones;
que dancemos con el colorido inigualable de nuestros vestidos: Alegra nuestro corazón que busca peregrino una salida;
¿Cómo cantar un cantar nuestro en tierra extranjera? fortalece nuestra debilidad que lucha por sobrevivir;
¿Cómo divertir con nuestros aires limpios al sucio que explota? da esperanza a nuestras vidas y que dejemos de ser marginados,
y que la fe en ti, Padre bueno, dé seguridad
No podemos, Señor, olvidar nuestras raíces
a nuestro pobre corazón.
ni nuestra historia;
no podemos desenraizarnos para entrar en (Salmo 136)
el anonimato del consumo. ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 136):
El árbol de nuestra tierra tiene frutos propios y sabrosos
— La paz contigo, hermano... (44).
y no podemos perder la identidad que nos hizo — Venid a mí todos los que estáis... (79).
un pueblo diferente. — Toma parte en los duros trabajos... (72).
— Tú eres Padre, eres bueno... (73).
136
137
• Satmo- de ¿<zfite&euccade "PCQÚ
Si en alas de la aurora cabalgo por los aires y cruzo m a r e s ;
si corro agarrado a la velocidad y huyo de mí m i s m o ;
si me meto en la tiniebla y apago la luz para no verte,
aun ahí, en m e d i o del pecado y de lo sucio... otra vez estás t ú .
¡Tú estás aquí: Dios, tú eres A m o r !
Señor, tú me sondeas, me penetras y me conoces;
sabes de mi vida más que nadie; lo sabes t o d o . ¡Si cierro mis ojos y m i r o en lo p r o f u n d o de mí m i s m o ;
Cuando me siento, allí te t e n g o ; cuando m e acuesto, allí estás; si peregrino a lo más secreto y h o n d o de mi corazón;
donde quiera que esté tú te haces siempre presente. -1 si hago silencio y escucho dentro de mí una palabra,
¡Tú estás aquí: Dios, tú eres A m o r ! : allí te siento, allí te oigo, allí en m i interior estás t ú .
/ ¡Tú estás aquí: Dios, tú eres A m o r !
1
Cuando v o y de c a m i n o , cuando corro c o m o un loco;
Cuando me encuentro c o n m i g o m i s m o y me sondeo a f o n d o ;
cuando huyo de mí m i s m o buscando lo que no e n c u e n t r o ;
cuando toco mis sentimientos y palpo mi corazón j o v e n ;
cuando llamo a una y otra puerta y todas se me cierran,
cuando callo y me dejo surgir c o m o realmente soy,
donde quiera que vaya o huya, allí presente estás t ú .
en lo p r o f u n d o de mi ser j o v e n estás y surges t ú .
¡Tú estás aquí: Dios, tú eres A m o r !
¡Tú estás aquí: Dios, tú eres A m o r !

Tú conoces los pensamientos de mi corazón;


Siempre t ú ; siempre t ú , vaya donde vaya;
tú sabes de los deseos limpios o confusos de mi a l m a ; tu presencia inunda mi vida y t o d o cuanto existe.
tú estas al tanto de las tensiones o conflictos de mi v i d a ; Porque eres A m o r lo llenas t o d o , lo vives t o d o ,
tú sientes mi dolor cuando quiero ocultarlo: en el d o l o r lo sabes t o d o ;
estás t ú . porque eres A m o r te encuentro siempre a mi lado, peregrino.
¡Tú estás aquí: Dios, tú eres A m o r ! ¡Tú estás aquí: Dios, tú eres A m o r !

Cuando la crisis m e aprieta y me siento desesperado; ¡OhtDios, penetra, sondea mi corazón joven que busca;
cuando la prueba me golpea y me siento cansado y s o l o ; entra hasta el f o n d o de mi ser, que necesito de tu A m o r !
cuando la soledad y el absurdo llaman a m i puerta,
en m e d i o de mi agitación y c o n f u s i ó n , de nuevo estás t ú . (Salmo 138)
¡Tú estás aquí: Dios, tú eres A m o r !

¿A d ó n d e iré, Señor, que pueda alejarme de tí y no verte?


¿A d ó n d e huiré y deje a mis espaldas tu rostro? ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 138):
¿A d ó n d e caminaré que no encuentre tus huellas en el camino? — Tú estás aquí. Dios... (75).
Donde quiera que vaya, allí, d o n d e yo llego, estás t ú . — Sondéame, Señor, y conoce mi corazón... (70).
¡Tú estás a q u í : Dios, tú eres A m o r ! — Mis ojos erraron por todos los confines... (49).
— Moverse es encontrarte a cada paso... (50).

138
139
M Saéma a*tte e¿ nued& a C<t caída,
Que mi corazón joven diga no al c o n s u m i s m o desenfrenado;
que mi espíritu de búsqueda diga no al placer del e g o í s m o ;
que mi alma libre diga no a los parches y muletas;
que mi ser que vive diga no a lo que poco a poco es m u e r t e .

Yo te invoco, Señor, ven deprisa a mí y a y ú d a m e ; Quiero ser libre y construir mi libertad en tu Evangelio.
escucha m i voz cuando a ti c l a m o ; te necesito. Quiero ser libre y tener mi autenticidad aunque me cueste.
Que mi oración suba ante ti y t o q u e tu corazón, Quiero ser libre y r o m p e r con t o d o lo que ata mi utopia.
que al alzar mis manos descubras m i angustia. Quiero ser libre y vivir la experiencia de tu Resurrección.

Me siento flojo: no t e n g o razones fuertes para vivir.


Tengo miedo a caer cuando soy t e n t a d o ;
Me siento flojo: v i v o a lo que sale, a lo que llega.
me siento inseguro y en mí no hay consistencia;
Me siento flojo: en mi vida j o v e n no hay convicciones.
estoy aprendiendo a vivir y los miedos me d o m i n a n ;
Me siento flojo: v i v o c o m o si en verdad no existiera.
pon un vigía a la puerta de m i corazón j o v e n .

Fortalece, señor Jesús, mi vida con tu Espíritu de amor.


No dejes que m i corazón frágil tienda a cosa m a l a ; Ilumina, Señor Jesús, mi vida con tu Espíritu de Verdad.
no le dejes huir y perderse entre el barullo loco; A n í m a m e , Señor Jesús, con tu Espíritu de fortaleza.
encauza las tendencias poco limpias de m i corazón ciego; Libérame, Señor Jesús, con tu Espíritu de libertad.
y no me dejes amarrar por la red del m u n d o de los vicios.
Aquí estoy, Señor, y quiero enfrentar la vida con firmeza.
A n t e mí, Señor, está el c a m i n o del mal abierto c o m o un t ú n e l ; Aquí estoy, Señor, con ganas de superar mi pobre v o l u n t a d .
ante mis ojos está el arcoiris d e s l u m b r a n t e de las pasiones; Aquí estoy, Señor, contigo no t e n g o miedo al M a l i g n o .
el t e d i o , el asco, la desgana y la indiferencia, t o d o j u n t o , Aquí estoy. Señor, a y ú d a m e en este duro caminar.
me amenazan y m e piden una solución a la ligera.
(Salmo 140)
No dejes a m i pie caminar hacia lugares de pecado;
no m e dejes meter en espacios de opresión y de m e n t i r a ;
que no frecuente ambientes de relación de piel a piel;
que no dé respuestas falsas a mi vida vacía y floja.

A b r e m i corazón j o v e n al m u n d o de lo bello y v e r d a d e r o ; ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 140):


dale la luz para que rasgue la tiniebla de mis o j o s ; — En tus manos de Padre he encontrado morada... (28).
levanta m i s alas y que vuele en libertad y alegría; — Venid a mí todos los que estáis... (79).
pon en m i corazón el sentido de la fiesta que no se acaba. — El Señor te bendiga y te proteja... (24).
— Mi alma te ansia de noche... (48).

140
141
H SaCma de&de ¿m CCattunda ¿íicmcCde
Haz que sienta tu a m o r en la mañana y me a c o m p a ñ e
t o d o el día.
Hazme saber el c a m i n o que debo seguir d e n t r o del t u y o .
Da respuestas a mis llamadas cuando g o l p e o en tu puerta;
y no me dejes a b a n d o n a d o y solo por el c a m i n o sin destino.
Señor, escucha mi o r a c i ó n ; viene de un corazón j o v e n .
Te invoco, Señor; he decidido buscar en ti ayuda. Enséñame, Señor, a c u m p l i r tu v o l u n t a d que es buena;
y líbrame de los agentes del mal que ofrecen lo m a l o ;
No mires mis palabras t o r p e s ; mira mi interior e m p o b r e c i d o .
que tu Espíritu guíe mis pasos hacia la verdad plena,
Alarga tus m a n o s y aprieta entre las tuyas mis pobres manos.
y no me dejes seducir por el engaño del Diablo.
Tú eres fiel y leal; eres diferente a c o m o yo soy.
Dame vida, Señor del h o m b r e y de la historia, por tu n o m b r e ;
Tú eres bueno y transparente; y o quisiera ser así.
por tu justicia saca mi alma de la angustia y la a n s i e d a d ;
Tú eres c o m p a s i v o y misericordioso; necesito de tu experiencia.
por tu a m o r líbrame de los que buscan mi destrucción;
Tú eres justo y v e r d a d e r o ; necesito cambiar de verdad.
y aparta de mi c a m i n o a los que quieren perder mi alma.

Mi corazón dentro de mí está frío y enmudece. Mira mi corazón pobre que te llama con ternura y en ti confía;
No sé dar respuestas a las cosas negras que me pasan. mira mis ojos que quieren tu luz para ser l i m p i o s ;
Busco la paz y quiero salir de esta guerra que llevo dentro. mira mis pasos que están orientados por tu Palabra;
Busco el a m o r y no acabo de r o m p e r con este egoísmo mira el r u m b o de mi vida que busca en tu vida
que me deshace. un sentido p r o f u n d o .

No sé d ó n d e mirar cuando la sociedad me ofrece (Salmo 142)


cosas contradictorias.
No sé escoger entre caminos que marchan sin encontrarse.
Me siento indeciso ante lo que es o no es esencial en la vida.
No soy capaz de hacer opciones en esta dura encrucijada.

Mi alma es c o m o una tierra buena que tiene sed de t i , Señor.


Mi alma es c o m o una semilla buena que quiere germinar.
Mi alma es c o m o el agua libre que busca libertad en su c a m i n o .
Mi alma es c o m o la raíz del árbol bueno que se agarra a la tierra.
ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 142):
Me falta el aliento y el cansancio se apodera de mis pasos;
— Invoco al Dios Altísimo... (39).
me siento flojo y sin ganas para superar mi dolor.
— En la mañana hazme escuchar tu gracia... (26).
Despierta m i corazón j o v e n y hazlo l i m p i o c o m o la nieve p u r a ; — Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo... (54).
alegra m i vida j o v e n y enraízala en la ternura de tu amor. — Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro»... (57).

142 143
• Sa¿m& de 6a, pionca de "Dc&i Tú eres fiel en todas tus palabras; ¡gloria a ti, Señor!
Tú eres fiel en todas tus acciones: ¡gloria a ti, Señor!
Tú eres fiel en la alianza con los hombres: ¡gloria a ti, Señor!
Tú eres fiel como un amigo verdadero: ¡gloria a ti, Señor!

Mis ojos están fijos en ti y esperan tu salvación.


Yo te alabo, oh Rey, Dios mío; yo te doy gloria.
Mis manos se alzan hacia ti y esperan tu alimento.
Bendigo tu nombre con el corazón lleno de gozo.
Mi corazón está abierto ante ti y espera tutternura.
Todos los días quiero ensalzarte porque eres el Señor.
Mis pies caminan hacia ti y busco llegar a tus brazos.
Eres grande, eres digno de alabanza: ¡Bendito seas!
Tú eres justo, Señor, en todos tus caminos y senderos;
Quiero proclamar la grandeza de tu amor entre nosotros. eres amoroso y entrañable con el hombre que te quiere;
Quiero pregonar las proezas que has hecho con los hombres. estás cerca de los que te buscan y aún no te encuentran,
Tu esplendor, tu majestad, la grandeza de tu gloria, y te manifiestas a los que te invocan de verdad.
quiero anunciar a todas las gentes, oh Dios nuestro.
Tú realizas el deseo del corazón que te ama y cumple tu palabra;
Yo canto tus grandezas en mi vida, las obras de tu amor. tú escuchas el clamor del que confía y espera tu liberación;
Mi corazón joven sabe la ternura de tu corazón de Padre. tú guardas la vida del hombre que te escucha y ama;
Tu justicia, tu santidad han tocado mi vida joven. tú eres Dios de la gloria y das tu vida, tu amor y lealtad.
Alabado seas, Señor, por lo grande que has estado conmigo.
Alabado seas, mi Señor, en mis noches y en mis pruebas;
Eres clemente y compasivo con el hombre, Señor; alabado seas, mi Señor, en los días de luz y alegría;
tardo a la cólera y grande en el amor; eres bueno. alabado seas, mi Señor, cuando todo me sale al revés;
Mi vida tiene experiencia de tus ternuras y tus caricias; alabado seas, mi Señor, cuando la vida me sonríe.
y tu perdón y compasión han sido la delicia de mi corazón.
¡Amén, aleluya: a ti la gloria y alabanza por siempre!
¡Amén, aleluya: a ti honor y la acción de gracias!
Yo te doy gracias, Señor, con todo lo que has creado;
me uno a tus amigos, Señor y te digo que eres entrañable;
(Salmo 144)
tus huellas de bondad habitan en el corazón de nuestra tierra
y tu paciencia y mansedumbre son prueba de tu amor.

Tu Reino, Señor, es Casa común para todo el que te ama; ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 144):
tu Reino, Señor, es Casa común para el hombre que ama — Bendito seas, Señor, en nuestro corazón...(7).
a su hermano. — Somos Iglesia, comunidad de creyentes...(69).
— Alabado seas, mi Señor, en mis noches y en mis pruebas...(3).
Me siento feliz, Señor, al saberme miembro de tu Familia; — Gloria a ti por siempre...(32).
mi orgullo, Señor, es pertenecer a la Comunidad de creyentes.

144
145
• SeUmo- del ¡/tíeioccfo,! Gloria a t i , Señor de las noches donde no hay luna llena.
Gloria a t i , Señor de los m o m e n t o s difíciles .del fracaso.

A l e l u y a , Señor, por la alegría de los niños corriendo mariposas.


Aleluya, Señor, por la alegría de los muchachos
¡Aleluya, Señor, es nuestro canto y nuestro h i m n o ! en t o r n o de un balón.
¡Aleluya, Señor, es el nuevo cantar del corazón j o v e n ! Aleluya, Señor, por la alegría de los jóvenes e n a m o r a d o s .
¡Aleluya, Señor, es la alabanza en la asamblea de los a m i g o s ! Aleluya, Señor, por el a m o r que se mantiene fiel en el hogar.
¡Aleluya, Señor, es el regocijo hecho grito de los que te a m a n !
Te bendecimos, Señor por los h o m b r e s que caminan
Alabamos tu n o m b r e glorioso al son de la danza festiva: ¡Aleluya! hacia el ocaso.
Con guitarras y palmas q u e r e m o s saltar de alegría: ¡Aleluya! Te bendecimos, Señor, por la serenidad y ternura
Nuestros cantos son un concierto a la gloria de tu Reino: ¡Aleluya! de los mayores.
Nuestros salmos son la fiesta de una vida n u e v a : ¡Aleluya!
Te b e n d e c i m o s , Señor, por el silencio del que espera la llegada.
Te bendecimos, Señor, por la vida gastada en don sin cálculos.
Tú te complaces con nosotros y nos quieres c o m o s o m o s :
¡Gloria a t i !
Tú adornas con tu salvación nuestra vida sencilla y p o b r e : Gracias, Padre, por lo mejor que nos has dado: tu Hijo Jesucristo.
¡Gloria a t i ! Gracias, Padre, por lo mejor que compartiste: tu Espíritu de Amor.
Tú llenas de a m o r y ternura a tus a m i g o s , a n o s o t r o s : Gracias, Padre, por darte sin medida en el Hijo que tu amabas.
¡Gloria a t i ! Gracias, Padre, por tu a m o r a los h o m b r e s , alegre y feliz.
Tú llenas nuestro corazón de paz y bien, por eso te d e c i m o s :
¡Gloria a t i ! ¡Aleluya, Señor, es nuestro canto y nuestro h i m n o !
¡Aleluya, Señor, es el nuevo cantar del corazón j o v e n !
X Gracias, Señor, por el a m o r que nos tienes ¡Aleluya, Señor, es la alabanza en la asamblea de los a m i g o s !
y el aguante con nosotros.
¡Aleluya, Señor, es el regocijo hecho grito de los que te a m a n !
Gracias p o r q u e sabes esperar nuestra respuesta a tu llamada.
Te q u e r e m o s a pesar de ser frágiles, inconstantes e indecisos.
(Salmo 149-150)
Te q u e r e m o s que es lo más bello ante t i , que eres A M O R .

Te a l a b a m o s , Señor, en lo alto de tus cielos: ¡Bendito seas!


Te a l a b a m o s , Señor, en la flor y en el canto del pajarillo.
Te alabamos, Señor, en el amor de los amigos, bello c o m o la luz. ANTÍFONAS PARA ACOMPAÑAR (Salmo 149-150):
Te a l a b a m o s , Señor, en el perdón de los que se reconcilian. — Hoy es día de fiesta... (38).
— Por tu gran amor, por tu bondad... (60).
Gloria a t i , Señor de las horas duras y los días grises. — Te doy gracias, de todo corazón... (71).
Gloria a t i , Señor de los días llenos de fe y entusiasmo. — Gloria a ti por siempre... (32).

146 147
Otan C&, (Aódaí
e#t 6#áca, de camitíó-
coa icüno- de S<%¿m<*>

(Para la oración personal)


I Salttto- deáde eí e«tccce«ttn& Aquí me tienes en busca de mis raíces, de mi historia;
aquí me tienes con ganas de ser verdadero y libre;
aquí me tienes con ganas de salir de mi egoísmo y vivir en amor;
aquí me tienes sin definirme cómo soy, sin poseerme en mi realidad.
Aquí me tienes con ganas de cambiar, de vivir otro estilo;
Aquí estoy contigo y quiero ser «yo mismo» de verdad. aquí me tienes con ganas de ser hombre nuevo, hombre en pie.
Contigo, Jesús, amigo, que eres auténticamente TU y no otro.
Ayúdame, Jesús amigo, a no venderme a lo más fácil y vacío;
Contigo: con tu rostro, con tus manos, con tu corazón, con tu ser.
ayúdame, Jesús amigo, a romper con las amarras que me esclavizan;
Contigo, Jesús de Nazareth; con tu personalidad inconfundible.
ayúdame, Jesús amigo, a romper la concha donde estoy encerrado;
Me fascina tu persona; me atrae tu palabra;
ayúdame, Jesús amigo, a superarme, a buscar la cumbre.
me arrastra tu estilo de vida.
Ayúdame, Jesús amigo, a hacer de mi vida un estilo como el tuyo;
En ti no hay ambigüedad, ni «sí y no»; en ti sólo hay verdad.
ayúdame, Jesús amigo, a hacerme hombre según la norma
Quiero estar ante ti y sentirme ante el HOMBRE pleno
de tu Evangelio;
y ante DIOS mismo.
ayúdame, Jesús amigo, a tenerte a ti como Modelo de HOMBRE.
Quiero hacer encuentro conmigo mismo; quiero bajar
hasta mi fondo; Quiero ser original y no copiar modas, ni vestir anuncios;
quiero tocar mi hondura y dejar de vivir desde la superficialidad; quiero ser auténtico y no perder mi verdad por la imagen barata;
quiero, Jesús, amigo, descubrirme por dentro y vivir desde dentro; quiero ser valiente y no buscar componentes a mi vida;
quiero tomar conciencia de lo que no soy y de lo que soy; quiero ser enérgico, decidido y no andar en duda continua.
quiero asumir mis sombras y mis luces, mis miedos y conflictos; Quiero, Jesús amigo, ser fiel a la palabra que he dado;
quiero tocar mi barro y levantarlo a pulso hacia ti. quiero ser constante en el amor, en la amistad
que ha nacido en mí,
Aquí estoy, Señor, cansado de no ser yo mismo; ser marioneta;
cansado de ser manipulado, manejado, llevado y traído; Quiero, Jesús amigo, ser creativo, vivir desde el centro de mí mismo;
cansado de mi libertinaje y mi falta de libertad auténtica; quiero ser yo, desde mi YO profundo y vivir desde mi corazón.
cansado de vivir desde la careta, la máscara, el postizo;
Aquí estoy, Jesús amigo: quiero encontrarme
cansado de «darme oxígenos» con tantas cosas
y sólo desde ti me encontraré;
sin llegar a respirar a fondo;
dame conocimiento de mí mismo a la luz de lo que eres T ú ;
cansado de mi inseguridad, mi inestabilidad, mi vida
dame conocimiento de lo que soy a la luz
sin apoyo profundo.
del hombre del Evangelio.
Quiero, Señor Jesús, poner en mi vida razones profundas Sólo quiero, Señor Jesús, vivir como hombre nuevo,
que me hagan vivir; el Proyecto de vida que tu Padre y Padre nuestro me entregó,
quiero tener motivaciones sanas y puras que me eleven a la altura; y llevarlo acabo para así dar gloria a Dios de corazón.
quiero tener voluntad propia, fuerza a la hora de decidir;
quiero ser libre y optar sin que nadie me empuje ni dé cuerda;
quiero, Jesús, dejar la arena y apoyarme en roca firme.

150
151
I ScUma de¿de Ca, <ateync<i de tet, ¿e Contigo, Señor del hombre, mi vida joven se llena de entusiasmo;
contigo, Señor de la Vida mi caminar se hace más ligero y gozoso;
contigo, Señor de lo Bello, mi corazón busca lo limpio y puro;
contigo. Señor de la Verdad, mi búsqueda se ha hecho luminosa.
Contigo, Jesucristo, me siento salvado y seguro en la vida;
contigo, Jesucristo, me siento perdonado y libre de mi ser;
Es duro, Señor Jesús, caminar por la vida sin apoyo profundo; contigo, Jesucristo, me siento feliz, me alegro de vivir;
es duro no tener razones para vivir y andar rodando; contigo, Jesucristo, me vida vale la pena y es otra cosa.
es duro vivir de limosnas, de migajas sin sentirse
nunca satisfecho; Gracias, Señor, por el don de la fe que me diste en el bautismo;
es duro, Señor, no saber cuál es el sentido profundo de la vida. gracias, Señor, por el don de tu Palabra que alimenta mis creencias;
Duro, Señor, no haber encontrado el origen de la vida en Dios; gracias. Señor, por el don de tu Espíritu que me acerca a t i ;
duro, Señor, andar cada día sin tener una razón que te anime; gracias, Señor, por el don de tu Cuerpo y tu Sangre que yo acepto.
vivir sin Dios;
duro, Señor, consumir, gastar, morir ahora, porque el final Creo, Señor, que el Padre te envió a la Historia
es un final sin Dios. para salvar al hombre;
Yo sé, Señor, lo que es una vida sin fe, sin el sentido de ser hombre; creo que eres el Mesías, el Cristo, el Ungido, el Libertador;
yo sé lo que es una vida cuando, en el fondo, le faltas TU. creo, Señor, que eres hombre nacido de Mujer, de María la Virgen;
No hace falta, Señor, que me demuestren que Tú eres una realidad; creo, Señor, que eres el Hijo de Dios, nacido del seno del Padre.
no hace falta que nadie me pruebe que Dios existe; Creo, Señor, que viviste como uno de tantos y amaste como nadie;
yo no necesito probar tu existencia con razones, creo, Señor, que realizaste tu Misión con la fuerza de tu Espíritu;
saber que eres Dios; creo, Señor, que anunciaste un Reino nuevo,
yo necesito, Señor Jesús, Dios y Hombre, PROBARTE, vivirte, una Nueva Humanidad;
experimentarte. creo, Señor, que en tu palabra dejaste una Buena Noticia
Yo quiero conocerte para amarte; quiero amarte para servirte; para el hombre.
yo quiero que Tú, Señor, seas el Centro y el Fundamento de mi ser; Creo que sanaste, curaste, liberaste al hombre del pecado
yo quiero experimentar tu fe y probar tu amor y ternura; y del dolor.
yo quiero, Señor Jesús, sentirme salvado por ti, mi Dios y Señor. Creo que te dieron muerte en una Cruz, para salvar a los hombres.
Creo que tu Padre Dios te resucitó con el poder de tu Espíritu.
Haz, Señor, que cierre los ojos para ver, para verte; Creo que vives resucitado en tu Iglesia y sigues salvando hoy
y que salte de alegría desde la oscuridad de la noche de la fe; la historia.
haz, Señor, que camine siguiendo tus huellas sin miedo a seguirte, Creo que eres Señor y Salvador y estás sentado a la derecha
y que goce haciendo realidad en mi vida la verdad de tu Evangelio. de Dios Padre en el Reino.
Yo creo en ti, Señor Jesús, y te quiero como eres en mi vida; Creo que vendrás y que la Humanidad será tuya para siempre.
yo creo en ti, Señor, y te amo como el sentido de mi existencia; Creo que los que en Ti creemos, Señor Jesús,
yo creo en ti, Señor, y exulto de gozo al saber que me amas; tendremos Vida ahora
yo creo en ti, Señor, al saber que has muerto y resucitado por mí. y en el Reino de los cielos Vida que no terminará nunca. Amen.

152 153
H Satmó- deade Ca (/¿cía. <%uté*tt¿c<i y le has dado el Pan de vida para que camine con valor.
Señor de la v i d a : quiero vivir desde el centro de mi ser.
Señor de la v i d a : quiero crecer, superarme, abrir c a m i n o .
Señor de la v i d a : quiero ser feliz y mantener
mi d i g n i d a d de h o m b r e .
Señor de la v i d a : q u i e r o enraizar m i vida en t i , que eres A m o r x "
Soy j o v e n , Señor, y quiero vivir con fuerza y alegría;
soy joven y quiero estrujar mi vida y llegar hasta el f o n d o ; Yo sé, Señor, que hay cosas que matan y llevan a la t u m b a ;
soy joven y, la v e r d a d , Señor, no sé lo que es vivir a veces; yo sé que cuando vivo mi egoísmo con rabia y desenfreno,
soy joven y busco c a m i n o s , aunque no he encontrado estoy m u r i e n d o ;
el sendero cierto. y o sé que cuando vivo mi o r g u l l o y prepotencia,
Quiero vivir y buscar m i libertad en lo que h a g o ; me estoy m u r i e n d o ;
quiero sentir y probar hasta lo más p r o f u n d o lo que es la v i d a ; yo sé que cuando busco satisfacer mi instinto en el o t r o ,
quiero tocar, palpar, hacer mío todo lo que encuentre en mi camino; estoy m u r i e n d o ;
quiero, Señor, dar sentido a esta única vida que t e n g o . yo sé que cuando me entrego a la evasión del j u e g o ,
estoy m u r i e n d o ;
Hay cosas, Señor, que no vale la pena volver de nuevo a ellas;
yo sé que cuando huyo en alas de la v e l o c i d a d , estoy m u r i e n d o ;
hay cosas que al tocarlas se marchitan entre las m a n o s ;
yo sé que cuando vivo de cosas, de objetos... Ime estoy muriendo!
hay sabores que son agradables sólo por un m o m e n t o ;
hay colores que atraen y ciegan c o m o la luz a la m a r i p o s a ; X Quiero vivir, Señor: hacer de la verdad el c a m i n o para mis pasos.
hay experiencias que al final te quedas solamente con la cascara; Quiero vivir, Señor: hacer del amor limpio la norma de mi conducta.
hay m o m e n t o s fuertes que te dejan vacío, desilusionado y roto. Quiero vivir, Señor: hacer de la libertad espacio para mi búsqueda.
Quiero vivir, Señor: hacer del servicio la constante de mi vida.
Yo quiero vivir y no m o r i r ; yo quiero vida y no muerte. Quiero vivir, Señor: hacer de la reconciliación un c a m i n o de paz.
Yo q u i e r o e n c o n t r a r m e con la felicidad y no consigo saber Quiero vivir, Señor: hacer de la Belleza una luz para mis ojos.
d ó n d e está. Quiero vivir, Señor: hacer de la esperanza una fuerza hacia adelante.
Yo quiero sentirme sereno, t r a n q u i l o , bien y no sé c ó m o . Quiero vivir, Señor: hacer de la oración un lugar
A q u í m e tienes en busca de razones que den sentido a mi v i d a ; de encuentro contigo.
aquí m e tienes l l a m a n d o de puerta en puerta, Quiero vivir, Señor: hacer de la justicia un c a m i n o
sin encontrar respuesta; hacia el h e r m a n o herido.
aquí m e tienes cansado a veces, desilusionado Quiero vivir, Señor: hacer de la h u m i l d a d la base de cuanto soy.>(
c u a n d o m e n o s lo esperaba.
Busco y no encuentro. Mi corazón me p r e g u n t a : Aquí me tienes en busca del bien y la aceptación
¿Sabes el camino? de tus mandatos.
Aquí me tienes en lucha contra el mal y en decisión de vivir el bien.
V Tú a m a s la vida, Señor Jesús, y quieres al j o v e n en pie, f i r m e ; A q u í me tienes en tensión con mi propia vida, con mi corazón.
amas la vida y has roto las ataduras de la m u e r t e , resucitando; A q u i me tienes con ganas de ser auténtico, sencillamente yo.
tienes Palabras de vida eterna para el corazón del h o m b r e , A q u í me tienes j u n t o a t i , Señor Jesús, Señor de la VIDA.

154 155
I Saírtto- e*t &u&c<a, de ¿cftentad ¿Cómo ser libre y saber prescindir de lo que crea en mí dependencia?
¿Cómo ser libre, Señor, y ser yo mismo, con mi originalidad?
Tú has dicho. Señor, que la verdad nos hará libres.
Nos has dicho que tú eres el Camino de la libertad.
Tú fuiste libre como el viento, como la ola sobre la playa.
He tirado m¡ toalla, Señor; me siento atrapado, contra el muro. Tú fuiste libre en medio de una sociedad podrida y opresora.
Siento que todas las puertas y ventanas se me han cerrado una a una. Tú fuiste libre proclamando tu Evangelio sin callar ninguna palabra.
Tengo la sensación, Señor, de que los caminos no llegan a nin- Tú fuiste libre saltando las normas que iban contra el hombre.
guna parte. Tú fuiste libre y te enfrentaste con los poderes a cara descubierta.
Y me siento enredado en esta tela de araña que lo domina todo. Tú fuiste libre y la coherencia de tu vida la firmaste con tu muerte.
Me siento sin libertad, me siento preso y manipulado. Tú fuiste libre en el poder y fuerza de tu Espíritu de Verdad.
Me siento llevado y traído por el aire de la moda estúpida. Tú fuiste libre, Jesús de Nazareth, y apasiona y fascina seguirte.
Me siento manejado por el mundo de las ídolos que rechazo.
Me siento al compás de la música vacía y chavacana que me aturde. Enséñame, Señor, el camino de libertad en alas de tu Evangelio.
Que sea libre ante el egoísmo y me lance al servicio.
No sé ir a otros sitios diferentes de donde van los demás.
Que sea libre ante el odio y que asuma el perdón.
No sé hacer otras cosas sino las que hace todo el mundo.
No sé hablar sino con expresiones vacías y que nada dicen. Que sea libre ante la mentira y entre en la luz.
No sé pensar sino con el slogan que mancha el muro de enfrente. Que sea libre ante el orgullo y tenga un corazón sencillo.
No sé llevar sobre mi cuerpo otra cosa que lo que me ofrecen Que sea libre ante la violencia y trabaje por la paz.
en el «super». Que sea libre ante mi afán de dominio del otro
No sé llegar a casa sino a la hora «en que todos llegan». y respete su estilo de vida.
No sé gastar sino en lo que todos piden y beben. Que sea libre ante la superficialidad y emprenda
No sé; no sé; «no sé»... y ésta es la expresión de todos y la mía. un camino de interiorización.
Que sea libre diciéndote SI a ti, hombre libre,
¿Cómo ser libre, Señor, verdaderamente libre, siendo yo mismo? ante un mundo en libertinaje.
¿Cómo ser libre viviendo tu Evangelio
hasta las últimas consecuencias? Dame un corazón que sueñe despierto caminos sin fronteras.
¿Cómo ser libre y no ser un juguete de la propaganda machacona? Dame un corazón que sueñe utopías y cruce montañas.
¿Cómo ser libre y aprender a decir «no» Dame un corazón que ame lo desconocido
aunque vaya contra corriente? y se arriesgue en la aventura.
¿Cómo ser libre y saber llegar hasta donde debo Dame un corazón capaz de crear una vida nueva, original.
y no dar un paso más? Dame un corazón que tenga alas de águila y escale la altura.
¿Cómo ser libre y aprender a decidir sabiendo lo que quiero? Dame un corazón que se enamore y se haga loco
¿Cómo ser libre y al mismo tiempo depender de una familia? por la pureza y verdad.
¿Cómo ser libre y al mismo tiempo buscar apoyo Dame un corazón lleno de tu Espíritu que irradie en mí
en un grupo de amigos? semillas de libertad.

156 157
I Saimo- dedde eí fojo- de C& efuatcUfo Dame, Señor, un corazón limpio en medio de esta ciénaga;
un corazón limpio que se abra camino desde la honestidad;
un corazón limpio capaz de estar por encima de las cosas;
un corazón limpio capaz de poner las cartas boca arriba.

Señor, yo sé que «las cosas por las cosas» no llenan el corazón;


Yo quiero ser creyente; hombre de fe en ti. yo sé que el afán por el dinero es una esclavitud bochornosa;
Quiero hacer norma de mi vida la verdad de tu Evangelio. yo sé que «jugar y jugar» para «tener» es pura dependencia;
Tú eres radical, en t¡ no hay medias tintas; yo sé que el corazón se vuelve frío y ciego cuando le faltas tú.
la ambigüedad no tiene cabida en tu seguimiento. No quiero, Señor, venderme al parecer bien, a la foto fácil;
Lo quieres todo porque tú te has entregado sin medida, no quiero la primera página para que todos me miren;
eres «lo gratuito» de Dios al hombre, su «gran regalo». no quiero lucir al aire de lo más caro y banal;
Ante ti no es posible tomar partida por el juego sucio; no quiero almacenar como si tuviera miedo al mañana.
ante la fe que exiges no tienen entrada las componendas.
Eres claro y pones al hombre en situación de desafío: Señor, dame el pan de cada día y que aún pueda compartirlo;
Tú o el Dinero; los dos, contigo, son un imposible. enséñame a confiar en ti como un pobre
que te extiende la mano;
Este es tu reto; esta es tu osadía ante una sociedad materialista. alegra mi corazón con el don de tu alegría y tu paz;
Esta es tu alternativa ante una sociedad montada en el dinero. fortalece mi vida con la firmeza y la energía;
Esta es la oferta que haces para que el hombre sea libre. hazme libre sembrando a mi paso bondad y luz.
Que viva tus dones derramados sobre mí a manos llenas;
Este es el camino que sólo se anda ligero de equipaje.
que aprenda a vivir sólo con lo que es esencial;
Esta es la llamada que haces desde el primer momento:
que para mí la riqueza seas tú y el amor a los hermanos;
dejar todo, vender todo, quedarse sin nada;
<«que mi felicidad sea el sentirme querido por ti.
esta es la llamada fascinante que tú haces ante un mundo
«levantado» sobre el tener, el poder, la compra-venta. Señor de lo puro y limpio: dame unos ojos que te vean.
Señor del amor desinteresado; dame unas manos
Señor, quiero decir sí a las exigencias que me haces; que compartan.
decir sí cuando mi corazón tiende a lo más fácil, Señor libre en tu pobreza: dame un corazón
a lo que no cuesta. más allá de las cosas.
Quiero abrirme camino quedándome sólo con lo imprescindible, Señor del hombre: dame el saber valorar a las personas
aunque el consumismo me golpee por todos los lados. por lo que son.
No quiero caer en el juego sucio para triunfar «como el mejor». Señor de la Vida eterna: dame un corazón
No quiero ocupar un puesto que lucre a base de influencias. abierto a los valores definitivos.
No quiero aplastar al más débil para seguir subiendo Señor de lo esencial: dame un corazón capaz de dar con gozo;
como la espuma. de dar siempre.
No quiero mentir, robar, hacer trampas para tener imagen.

158 1
I Salmo- en &cc¿ca, eteí amo* Ccmfiio- Quiero, Señor, amar siendo fiel en el amor.
Quiero amar, sin hacer nunca juego sucio.
Quiero amar construyendo la vida del otro.
Quiero amar dando siempre paz y bien.
Quiero amar y permanecer en el amor aunque me canse.
Quiero amar y respetar al otro donde tú habitas.
Tú eres amor; amor entregado hasta el extremo.
Quiero amar y saber comprender y perdonar siempre.
Tú eres amor, oh Padre, y en ti quiero buscar mi amor.
Quiero amar y aprender a esperar cada día.
Tú eres bueno, eres misericordioso y compasivo.
Tú amas y llamas al hombre a ser feliz. Dame, Señor, un corazón limpio y generoso;
Enséñame, Padre, a amar como tú amas; a ser fiel en el amor. un corazón limpio donde el otro encuentre
Enséñame a abrir mis ojos al otro y olvidarme de mí. un espacio de libertad;
un corazón limpio donde el otro encuentre
Tú eres amor: amor entregado hasta el extremo. un rincón para ser acogido;
Tú eres amor, oh Cristo, ternura de Dios en la historia. un corazón limpio donde el otro encuentre
Tú eres el corazón del Padre abierto de par en par; un clima para ser feliz;
abierto hasta estallar de gozo en lo alto de la cruz. un corazón limpio donde el otro encuentre
Tu amor, Jesús, es amor que salva, que cura; un oasis donde descansar;
tu amor, Jesús, es la liberación y rescate del hombre; n corazón limpio donde el otro encuentre
tu amor lo has puesto en el enfermo y el pecador
y te has hecho, amando, como uno de tantos.
€ una llama encendida donde ardas tú.

Enséñame, Jesús, amigo del hombre, a amar como tú. Señor Jesús, alegra mi corazón para que sea
un arcoiris de alegría.
Tú eres amor; amor entregado hasta el extremo. Fortalece mi corazón para que sea roca firme que dé apoyo.
Tú eres amor, oh Espíritu de vida; amor del Padre y del Hijo. Libera mi corazón para que sea un mar sin fronteras
Tú eres el Regalo de Dios al hombre para salvarlo; donde ser libre.
tú eres el que vivifica, el que anima y consuela. Da esperanza a mi corazón para que ayude siempre a caminar.
Enséñame, Espíritu de amor, a amar como amas tú. Tú que eres el amor del Padre entre los hombres,
Enséñame, Espíritu de la verdad, a ser verdadero en mi amor. dame tu Espíritu de amor para que ame, sencillamente
y de verdad.
Yo quiero, Jesús amigo, amar con el corazón de tu Iglesia. Tú eres AMOR; amor entregado hasta el extremo;
Quiero ser comunidad abierta a todos los hermanos. tú eres amor; AMOR sin dos caras, abierto al juego limpio.
Quiero ser casa donde sea bienvenido el que llega.
Yo quiero amar con un amor desinteresado y libre.
Quiero amar con un corazón limpio y transparente.
Quiero amar sin esperar recompensa por lo que he dado.

160 161
Soy calculador, Señor, y no me gusta arriesgar nada.
I SaCmó- e*t> 6#ac<i de un ftuMfecfo de veda Yo quiero tener mis seguridades y tengo miedo a lo imprevisible.
Yo quiero dar respuesta pero desde una fe razonada.
A fin de cuentas: ¿Te busco o me busco, Señor?
¿Pongo los ojos en ti o me miro a mí?
¿Son tus intereses los que busco o sólo los míos?
Es el momento, Señor, de orientar mi vida; ¿Estoy disponible ante ti?
es la hora de dar rumbo a mi existencia;
Quiero, Señor Jesús, salir de esta confusión en que vivo.
estoy a punto para descubrir un nuevo camino;
Quiero, Señor Jesús, escucharte y dar respuesta a tu llamada.
no me sirve, Señor, el vivir en eterna encrucijada.
Quiero, Señor Jesús, dejar todo, quedarme libre para seguirte.
Estoy ante ti abierto como la playa al mar; Quiero, Señor Jesús, arriesgar mi camino con el tuyo.
estoy en busca de tus pasos, de tus huellas; Quiero, Señor Jesús, dejar mis miedos, dar paso
quiero dejar atrás mis caminos y entrar por «tus caminos»; a mi fe de joven.
quiero decir sí al plan de Dios para los sueños de mi vida. Quiero, Señor Jesús, fiarme de tu plan porque me amas.
Aquí estoy, Señor, como Saulo en el camino de Damasco; Yo sé que me has mirado, que has puesto tus ojos en mí.
y te digo sin rodeos: Señor, ¿qué quieres que haga? Yo sé que me quieres para ser servidor de tu Reino.
Aquí estoy, Señor, como Samuel en la noche Yo sé que me das la fuerza de tu Espíritu para ser enviado.
y te digo: Habla, que tu siervo escucha. Yo sé que es posible realizar tu plan y ser feliz.
Aquí estoy, Señor, como María cuando era joven Señor, quiero hacer de tu Persona y tu Evangelio,
y te digo: He aquí la esclava; que se haga según tu Palabra. el Proyecto de vida que dé sentido a mi existencia.
Aquí estoy, Señor, con un corazón disponible como el tuyo Aquí me tienes, Señor, para hacer tu voluntad.
y te digo: «Quiero hacer tu voluntad».

Señor, ¿qué quieres de mí? ¿Qué me pides?


Señor, ¿cuál es el plan del Padre para mi vida?
Señor, ¿cuál es el proyecto que quieres que realice?
Señor, ¿a qué me llamas? ¿Por dónde quieres que camine?
Señor, ¿cómo estar seguro de tus caminos en mi vida?
Señor, ¿cómo sé yo que es eso lo que deseas de mí
y no otra cosa?
Señor, ¿seré capaz de ser fiel a la llamada que me haces?
Señor, ¿y si me equivoco y tengo que volver atrás?
Señor, ¿cómo comprometerme si no estoy plenamente seguro?

Preguntas, Señor, siempre preguntas. ¿Cómo saldré de la duda?


Yo quiero tener claro cada paso del camino.

163
162
I SaCttuy má¿ aíiá de Ca¿ co&aa. aquí me tienes resistiéndome a «morir por morir».
Lo mío es vivir para siempre: lo dice tu Evangelio.
Lo mío es vivir Vida eterna: es lo que has prometido tú.
Lo mío es vivir el amor que no muere: eso es lo tuyo.
Lo mío es vivir tu vida nueva: la de tu Espíritu.
Lo mío es vivirte a ti: ¡mi vida es tu Resurrección!
Yo quiero romper toda valla que limite mi horizonte;
no me resisto a quedar atrapado en el ascensor; Vivo la paz de tu Reino: camino hacia tu plenitud.
quiero llegar más lejos de donde llegan mis ojos; Vivo la verdad de tu Reino: camino hacia tu luz.
no soporto las tinieblas; busco la luz. Vivo la libertad de tu Reino: camino hacia tu gloria.
Cuando toco algo con la punta de los dedos; Vivo la pureza de tu Reino: camino hacia tu perfección.
cuando agarro algo entre mis manos y lo hago mío; Vivo la justicia de tu Reino: camino hacia tu santidad.
cuando consigo lo que buscaba con ilusión... Vivo la esperanza de tu Reino: camino hacia tu Realidad.
hay algo que no toco, que no alcanzo, que no consigo;
hay algo que intuyo en lo profundo y no veo; ¡Yo viviré para siempre: Creo en tu vida eterna!
hay algo más allá de las montañas y el mar; ¡Yo viviré para siempre: creo en mi resurrección!
hay algo más allá del azul del cielo y las estrellas; ¡Yo viviré para siempre: creo en el Reino prometido!
hay algo más de mi frágil e inquieto corazón. ¡Yo viviré para siempre: creo en el más allá!
¡Yo viviré para siempre: creo en tu amor que nunca muere!
Cuando lucho por algo y lo alcanzo, algo se acaba; ¡Yo viviré para siempre: creo que me esperas al final!
cuando deseo algo y lo poseo, algo termina;
cuando sueño algo y lo hago realidad, algo muere; Señor Jesús, Señor Resucitado: Espero la vida eterna.
cuando proyecto algo y lo llevo a cabo, algo se me escapa; Señor Jesús, Señor siempre joven: Espero
cuando amo algo y lo vivo, algo no me llena; contra toda esperanza.
cuando espero algo y me llega... ¡algo ha tocado fin!

Señor de la vida: ¡quiere vivir una vida que no termine!


Señor del amor: ¡quiero amar sin límites!
Señor de mis sueños: ¡quiero ser libre en plenitud de libertad!
Señor de la esperanza: ¡quiero caminar sin llegar!
Señor de lo definitivo: ¡quiero lo que aún no tengo!
Señor de lo absoluto: ¡quiero que mi vida seas tú!

Aquí me tienes lleno de juventud y entusiasmo;


aquí me tienes con ganas de hacer algo bello por t i ;
aquí me tienes en busca de una entrega sin medida;

164 165
I Saimo- de Cu utofeía buscar t u v o l u n t a d y hacerla ley de m i c o m p o r t a m i e n t o ;
yo quiero saciarme de tus bienes sentado en tu mesa.

Yo quiero ser feliz y ser de corazón m i s e r i c o r d i o s o ;


quiero ser c o m p a s i v o y acoger al h o m b r e s o l o ;
quiero un día alcanzar tu misericordia.
No quiero dejar entre mis m a n o s tu Evangelio;
Yo q u i e r o ser feliz y tener l i m p i o el corazón;
quiero, Señor Jesús, hacer de tu mensaje n o r m a de v i d a ;
quiero ser sincero, transparente, h o m b r e v e r d a d e r o ;
quiero entrar en el r i t m o gozoso de tu Palabra; y quiero un día ver tu rostro l u m i n o s o , Señor.
quiero encontrar en tu llamada mi libertad.
Dame tu fe que rompa los esquemas que me cercan.
Yo quiero ser feliz y trabajar por la paz;
Dame tu fe para que entre en la luz de tus caminos.
quiero ayudar a que los h o m b r e s se perdonen c o m o h e r m a n o s ;
Dame tu fe para que ame la v e r d a d de corazón.
quiero un día ser llamado hijo de Dios.
Dame tu fe para que sea fiel a tu Noticia. Yo quiero ser feliz aunque sea perseguido a causa de la justicia;
quiero ayudar al h o m b r e a defender sus derechos;
A q u í estoy, Señor, d e s b o r d a d o con el s e r m ó n de la m o n t a ñ a ; y quiero un día heredar el Reino de los cielos.
aquí estoy, Señor, fascinado por tus retos;
aquí estoy, Señor, desconcertado ante tus exigencias; Yo quiero ser feliz aunque me injurien,
aquí estoy, Señor, apasionado por t u utopía. aunque me persigan y me ataquen con mentira,
Eres audaz, eres arriesgado en tu mensaje; a causa de ser de los t u y o s y vivir el Evangelio.
eres un imposible al corazón del h o m b r e , Quiero alegrarme y regocijarme contigo, Señor,
sólo posible en tu Espíritu. porque me espera una gran recompensa en tu Reino.

Yo quiero ser feliz y tener un corazón de p o b r e ; Señor Jesús, Señor de las Bienaventuranzas para el h o m b r e ;
quiero ser feliz desde lo pequeño, lo h u m i l d e , lo sencillo; Señor del c a m i n o lleno de exigencias, de utopía:
quiere ser feliz sin poderes que d o m i n e n al h o m b r e ; abre m i corazón j o v e n a lo i m p o s i b l e , a lo inalcanzable,
quiero ser feliz y hacer presente en mi vida t u Reino. y alienta mi e m p e ñ o con tu Espíritu de Vida.
Yo q u i e r o ser dichoso y tener un corazón m a n s o ;
un corazón capaz de aguante y dulzura;
un corazón capaz de firmeza y esperanza,
capaz de poseer la tierra.

Yo q u i e r o ser feliz y llorar con el que llora;


llorar con el que sufre y se siente o p r i m i d o ;
sentir el d o l o r y experimentar t u consuelo.
Yo q u i e r o ser feliz y tener hambre y sed de j u s t i c i a ;

166 167
Tú miraste a los ojos del hombre con un corazón limpio.
M Saímo* de¿ juey& ¿cmfi¿& Tú dijiste que lo esencial estaba en el «amar».
Tú rompiste la muralla que defendía al hipócrita.
Tú sacaste de su concha al que tira la piedra y se vuelve a ocultar.
Tú fuiste hombre verdadero ante el hombre envuelto
en la mentira
Estás clavado en la cruz, colgado del madero, y en tu vida la fuerza de tu palabra era el poder de tu bondad.
por ser coherente con tu vida, Señor Jesús;
apareces a los ojos ciegos como un maldito, Te pusiste del lado del pobre e indefenso.
y eres para el que se te acerca señal de contradicción. Tocaste con tus manos puras la impureza del marginado.
Eres bandera discutida; ante ti nadie puede ser neutral; Anunciaste tu Evangelio al hombre de corazón roto.
eres locura y vergüenza para el hombre que te rechaza; Levantaste del suelo al hombre despreciado y aplastado.
eres sabiduría y poder de Dios para el que te acoge. Llevaste la alegría y la paz al hombre en situación límite.
Eres, Señor Crucificado, la lealtad de Dios en la historia; Dejaste un beso de ternura en el dolor del niño abandonado.
eres manifestación de la gloria de Dios al hombre;
eres fuente de vida y camino de salvación. No te pusiste del lado de los hombres con imagen.
Ni diste la mano a los hombres con poderes y ambición.
Denunciaste el odio, la venganza y el orgullo de sus vidas,
Aquí estoy ante ti, callado y desconcertado;
y los dejaste desnudos en medio de su fatuo esplendor.
fascinado y atraído por tu presencia;
Te juraron devolver la jugada hasta hacerte daño;
aquí estoy asombrado ante el final de tu vida;
te esperaron, acorralándote, hasta llevarte de cara al paredón;
aquí estoy, Señor Jesús, en camino de búsqueda.
te empujaron, golpe a golpe, contra las sombras de la muerte,
Quiero preguntarte desde el silencio profundo: y machacaron tu vida con saña y rabia dejando las marcas
¿Por qué te llevaron a la cruz como un maldito? de su ruin corazón.
¿Por qué te acusaron de blasfemo y subversivo?
¿Por qué callaste y no tuviste defensa propia?
Estás en la cruz, Señor Jesús, por hacer juego limpio.
¿Por qué te abandonaron los tuyos a la hora de la verdad?
Estás en la cruz por vivir desde la fuerza de la verdad.
¿Por qué se hizo ausente tu Padre Dios en tu noche?
Estás en la cruz por ser fiel y salvar al hombre.
¿Por qué, en esa hora, triunfó el mal sobre el bien?
Estás en la cruz porque lo tuyo fue... «la verdad única es amar».
Tu Padre, Señor de la Historia y del Hombre,
Tú fuiste coherente, verdadero hasta el fondo contigo mismo; te puso en pie, resucitándote, como el gran Acontecimiento
proclamaste tu Evangelio, hoja a hoja, línea a línea, de la Nueva Pascua.
de par en par.
Tú pusiste la luz en alto para que alumbrase a todos.
Tú sembraste semillas de vida; abriste caminos de verdad.
Tú tiraste de la capa al hombre enmascarado y oportunista.
Tú quitaste la careta al hombre que siempre juega al carnaval.

169
Zxzlmo- cua«td& ya tt& ¿ay %e&eidtei
¿Por qué, Señor, he dejado de ser j o v e n y he matado
mi flor de primavera?
¿Por qué, Señor, he perdido mi rebeldía y he dejado de subir
a la cumbre?
¿Por qué, Señor, he pactado con lo establecido y c o m p r o
He perdido m i capacidad de pelea y lucha, Señor J e s ú s ;
lo más barato?
y «paso de todo» c o m o pasa el viento frío entre las ramas;
¿Por qué, Señor, en mi saco cabe t o d o y no soporta
me siento indiferente, gris, apático ante la vida,
el peso de mi fardo?
y me da igual t o d o ; t o d o , m e n o s m i sucio egoísmo.
¿Por qué, Señor, no soy rebelde, no soy contestatario,
Sólo me interesa lo que toca mis mezquinos intereses;
no soy diferente?
voy por la vida vestido de impermeable y bajo un negro paraguas.
¿Por qué, Señor, no soy original, no soy auténtico,
Estoy encerrado en «mi concha» y «me m u e r o » dentro,
no soy yo mismo?
m i palabra es el silencio p r o f u n d o , hecho muralla protectora,
¿Por qué, Señor, este t o n o gris de m i vida, donde no tiene lugar
y ya no lucho, ni peleo, ni chillo c o m o un loco.
un sueño?
¡Mi batalla es ser «tipo duro» que da la espalda y se larga!
Siento que mi corazón languidece y está triste;
A q u í estoy, Señor, ante t i ; así me encuentro a h o r a ;
siento que m i corazón ha pactado con la m e d i o c r i d a d y lo fácil;
es c o m o si mis años aún tan jóvenes hubieran envejecido; siento que mi corazón «pasa» de t o d o s y de t o d o , menos de mí
es c o m o si estuviese representando el d u r o de la película; mismo;
es c o m o si m i corazón se hubiera vuelto d u r o y frío. siento que m i corazón vive y muere a flor de piel.
A q u í estoy y no existe diálogo en m i v i d a ; soy p u r o m o n ó l o g o . Ya no escribe pintadas en los m u r o s callejeros de protesta.
Vivo i n c o m u n i c a d o y s o l o ; vivo perdido en mi desierto. Ya no grita el eslogan de la última tonada.
A q u í estoy y, a veces, busco evasión en el trago Ya no m i r o la luz de las estrellas en la noche.
o en el polvo blanco, Ya no tengo reacción ante la imagen tonta de la pantalla.
o sencillamente busco «cansarme» hasta rendirme ¿Me da t o d o igual, Señor? ¿Por qué este «pasar» absurdo?
en un absurdo sueño. ¿No será que mi vida no tiene fuerza interior que la anime?
¿No será que estoy v e n d i d o y me valoro c o m o pura basura?
Tengo m i e d o a estar solo por las noches;
de día no estoy con nadie. Dame un corazón rebelde, c o m o el t u y o , Señor Jesús.
Tengo m i e d o a que desenmascaren m i farsa y m i d r a m a oculto. Un corazón capaz de t e r m i n a r colgado en el madero.
Tengo m i e d o a que sepan que «el duro» es bien «blando». Despiértame de este tedio, de esta indiferencia que me ahogan.
Tengo m i e d o a que se enfrenten c o n m i g o y descubran m i vacío. Que broten, de nuevo, Señor, las rebeldías de m i corazón j o v e n .
No quiero luchar, no quiero gritar mis derechos; todo me da igual. ¿Será posible, Señor, ser j o v e n - j o v e n sin ser rebelde con causa?
No q u i e r o discutir, no quiero dar la cara por nada: ¿para qué? ¿Será posible, Señor, tener fe y «pasar de todo»?
Al fin de cuentas, Señor, es mejor seguir callado en esta apatía. Desengánchame, Señor, de este estilo de vida que es pura muerte,
y abre mis alas en búsqueda de nuevos cielos y nuevas tierras.
170
171
• Sa¿m<L e*t> &u&c¿t, de comcutccCnd
No tengo claro, Señor, el camino de quedarme con los otros.
Tengo miedo a perder mis ideas, a dejar de ser yo mismo.
Tengo miedo a sentirme inseguro, inestable, desenraizado.
Tengo miedo a que no me tomen en serio y no cuenten conmigo.
¿Cómo romper este egoísmo absurdo que llevo
Por libre, Señor Jesús, no es posible seguirte. en mis entrañas?
Tu llamada es adhesión profunda a tu persona ¿Cómo terminar con esta desconfianza en el hermano?
cuando recibe respuesta. ¿Cómo dejar atrás los miedos a la hora de compartir la vida?
Tu oferta es vivir con gozo la alegría de tu Evangelio. ¿Cómo creer que los otros son también parte de mi fe?
Tu reto es vivir con fuerza la fe en comunidad.
Tu exigencia es cargar con la cruz en alto cada día. Dame, Señor, la fuerza de tu Espíritu de amor;
Tu misión es llamada profunda al compromiso por el Reino. úngeme con el óleo perfumado de la caridad ardiente;
Ser creyente en ti, Señor, no es jugar al protagonismo; hazme sentir mi flojedad, mi inseguridad
ser creyente en ti es aceptar las reglas limpias de tu juego; cuando me quedo solo;
ser creyente, Jesús, es contar y sentir al hombre a mi lado; hazme experimentar la alegría de ser muchos, de ser «ellos».
ser creyente en ti es hacer de la vida un servicio gratuito. Señor Jesús, ponme en camino y dame sentido de Iglesia.
Ayúdame a hacer éxodo y dejar atrás la esclavitud
Tú me llamas, Señor, a buscar «lugar» donde vivir mí fe; de «mi egipto».
me llamas a romper mi cascara y derribar mi muro; Rompe mi individualismo y ábreme a la fraternidad.
me llamas a abrir mi corazón de par en par; Enséñame a compartir los dones para que florezcan y den fruto.
me llamas a seguirte a ti con la ayuda de un grupo.
Tú quieres que comparta mis planes y proyectos; Quiero ser servidor de tu Palabra y mano abierta al hombre.
tú quieres que haga realidad mi capacidad de amar; Quiero ser servidor de tu Evangelio y Buena Noticia que alegre.
tú quieres que sea sensible al misterio escondido del hombre. Quiero ser trigo molido y racimo pisado hecho Eucaristía.
tú quieres que me olvide de mí y viva en comunión de amor. Quiero ser miembro de tu Cuerpo restaurado en la unidad de
los hermanos.
Quiero ser «enviado» por la comunidad en nombre tuyo.
Yo te he entregado mi vida llena de ilusiones y utopías.
Señor Jesús.
Yo sé que la opción profunda de mi vida eres tú.
Quiero ser creyente entre los creyentes reunidos en tu Espíritu.
Yo quiero vivirte viviendo la realidad de tu Iglesia.
Yo quiero servirte trabajando en la Civilización del amor.
¡Feliz el hombre, Señor Jesús, que cuenta
Yo me pregunto, Señor: ¿dónde está mi comunidad?
con el apoyo del hermano!
¿Dónde integrar mi vida joven para vivir tu proyecto?
¡Feliz el hombre, Señor Jesús, que te sigue
¿Dónde poner en común lo que he buscado, lo que soy,
desde el calor de una comunidad!
lo que tengo?
¿Dónde ser y echar raíces para llegar a «ser fecundo»?

172
173
• Sa¿m& deáde e¿ <twt<n <t ía- ^yleáón A m o tu Iglesia, Señor, c a m i n o de liberación para el h o m b r e ;
esta Iglesia, que salva y r e d i m e ; esta Iglesia, que cura y sana.
A m o tu Iglesia, Señor, c o m u n i d a d de tus seguidores,
de tus discípulos,
lugar d o n d e tú quieres que el discípulo viva la fe.
A m o tu Iglesia, Señor, que ha hecho o p c i ó n por los más pobres;
A m o tu Iglesia, Señor Jesús, presente hoy en la historia; esta Iglesia, que es servidora, buen samaritano
esta Iglesia, Sacramento universal de salvación entre los h o m - del h o m b r e apaleado.
bres;
esta Iglesia tuya y nuestra, pobre y pecadora, limpia y santa. A m o tu Iglesia, Señor, institución abierta al m u n d o ;
A m o tu Iglesia, Señor, misterio p r o f u n d o de Dios y del h o m b r e , a m o vivir en c o m u n i ó n con el Papa, tu Vicario en la tierra;
esta Iglesia que ha puesto su tienda en m e d i o de nuestro barro. a m o vivir en c o m u n i ó n con los Pastores, los O b i s p o s ;
A m o esta Iglesia, Señor, proyecto maravilloso del Padre, a m o vivir en c o m u n i ó n con los fieles sellados por tu Espíritu.
que t ú , el Enviado, has realizado con el poder de tu Espíritu. A m o tu Iglesia, Señor, presencia de tu resurrección g l o r i o s a ;
A m o esta Iglesia, Señor, lugar donde el Padre ama y llama; nacida de la sangre y del agua en lo alto de la cruz.
lugar d o n d e tú curas y salvas; donde tu Espíritu libera y vivifica. A m o tu Iglesia, Señor, « c o m u n i d a d de c o m u n i d a d e s »
en el m u n d o ;
A m o tu Iglesia, Señor, Pueblo nuevo, Pueblo de Dios en c a m i n o ; esta Iglesia, Señor, que hace unidad en la fracción del pan.
esta Iglesia, llamada a t o d o s los p u e b l o s ; casa abierta esta Iglesia, Señor, que hace unidad
a todas las naciones. en la c o m u n i ó n con tu Palabra.
A m o esta Iglesia, Señor, Cuerpo t u y o , d o n d e tú eres
Cabeza y Guía; Amo tu Iglesia, Señor, c o m o respuesta de tu a m o r al h o m b r e ;
amo tu Iglesia, Señor, f e r m e n t o en la historia de tu Reino;
Cuerpo tuyo con los h e r m a n o s que viven una m i s m a fe en t i .
amo tu Iglesia, Señor, sal y luz del m u n d o , de las naciones;
A m o tu Iglesia, Señor, Familia de los hijos de Dios;
amo tu Iglesia, Señor, único rebaño bajo un único Pastor.
esta Iglesia, techo c o m ú n donde t o d o s tienen acogida;
esta Iglesia, hogar encendido donde el h o m b r e
Que tu Espíritu, Señor Jesús, cree la unidad entre nosotros.
se siente h e r m a n o .
Que tu Palabra, Señor, nos una en un m i s m o estilo de vida.
Que tu Pan de Vida, Señor, nos haga sentar a la m i s m a mega.
A m o tu Iglesia, Señor, c o m u n i d a d de creyentes en la tierra; Que tus sacramentos, Señor, nos salven en tu a m o r redentor.
esta Iglesia, donde t o d o s están unidos en un m i s m o B a u t i s m o ; Que tu Madre, Señor, nos acoja en una m i s m a Casa.
esta Iglesia, en la que t o d o s se centran en la única Palabra; Que tu Padre, Señor, nos una a t o d o s c o m o hijos.
esta Iglesia, anuncio salvador para t o d o s los h o m b r e s . Que tu Reino, Señor, sea la esperanza que nos una a todos.
A m o tu Iglesia, servidora del h o m b r e pobre y necesitado;
A m o tu Iglesia, Señor, Testigo fiel entre los p u e b l o s ; Ven, Señor Jesús: c o m o un solo Pueblo c a m i n a m o s hacia t i .
esta Iglesia pobre, testigo de tu m u e r t e Ven, Señor Jesús: c o m o u n i d a d de a m o r s o m o s tus Testigos
y resurrección liberadora. en la Historia.

174 175
• Saíma deúde e¿ co*ttfi>uwtiá& Donde el amor es más fuerte que el odio, allí está tu Reino.
Donde el perdón es más fuerte que la venganza,
fc&i el l^eirtó- allí está tu Reino.
Donde la verdad es más fuerte que la mentira, allí está tu Reino.
Donde la justicia es más fuerte que la opresión, allí está tu Reino.
Donde la libertad es más fuerte que la esclavitud,
Tu Reino, Señor Jesús, habita dentro de mí; allí está tu Reino.
tu Reino es como un Tesoro escondido dentro de un campo; Donde la ternura es más fuerte que el desamor, allí está tu Reino.
llevo en el fondo de mi ser la libertad y el amor, ¡Tu Reino, Señor, habita en el corazón de los hombres
la justicia y la verdad, la luz y la belleza. que se aman: Gracias!
Llevo dentro de mí el amor de tu Padre que me llama;
la gracia de tu amor que me salva y libera, Tu Reino, Señor Jesús, será en plenitud en la Vida eterna.
la amistad y comunión de tu Espíritu que me hace fuerte. Tu Reino está presente y llena la Casa de los cielos.
¡Tu Reino, Señor, habita dentro de mí: Gracias! Caminamos hacia tu Reino, Señor: anima nuestra marcha.
Caminamos con esperanza: alienta nuestro cansancio.
Tu Reino, Señor Jesús, está en medio de nosotros. Caminamos con fe, con los ojos puestos en t i :
Tu Reino se ha hecho presente en nuestra comunidad. Ven a nuestro encuentro.
Llevamos en el fondo de nuestras relaciones como hermanos, Caminamos unidos como un solo Pueblo:
la bondad y la ternura de tu Espíritu de amor; buscamos el rostro del Padre.
llevamos el gozo y la gracia de tu presencia resucitada; Caminamos en busca de la Nueva Humanidad:
llevamos la misericordia y la compasión de tu Padre. anhelamos los nuevos cielos.
¡Tu Reino, Señor, habita en medio de nosotros: Gracias! Caminamos como peregrinos en la tierra:
seremos hombres nuevos para siempre.
Tu Reino, Señor Jesús, habita en nuestra Iglesia. ¡Tu Reino, Señor, será pleno al final de los tiempos: Gracias!
Tu Reino está presente en medio de los creyentes.
Llevamos en nuestros corazones la semilla de tu Palabra; Señor Jesús, danos tomar parte ahora, entre los hombres,
llevamos en el fondo de nuestro ser el amor de tu Espíritu. en los duros trabajos de tu Evangelio de libertad;
Cuando compartimos los bienes, tu Reino se hace fuerte. danos la fuerza de tu amor para ser testigos libres y gozosos
Cuando oramos juntos, tu Reino se manifiesta. del Reino que tu Padre nos ha dado: un Reino para ahora
Cuando ayudamos al necesitado, tu reino se desvela. y para siempre.
Somos, Señor, en tu Iglesia, fermento de tu Reino. Contigo decimos al Padre: ¡Venga a nosotros, Padre nuestro,
Somos, Señor, en tu Iglesia, sal y luz del mundo. tu Reino!
¡Tu Reino, Señor, habita en medio de la Iglesia: Gracias!

Tu Reino, Señor, habita en medio del mundo.


Tu Reino está presente-oculto en medio de los hombres.

176 177
Tu corazón joven dijo: Hágase en mi según tu Palabra;
y tu Palabra.
Titania, Ca 'Vtnyea Tu corazón joven dijo: Tus caminos son mis caminos;
mis caminos.
Tu corazón joven dijo: ¿Qué quieres, Señor, que yo haga?
N Tu corazón joven dijo: Tu proyecto es mi proyecto; mi proyecto.
Tú eres, María, la experiencia más bella de Evangelio.
Tu corazón joven dijo: Me alegro en el Dios que me salva.
En ti Dios se ha hecho Noticia Buena para el hombre.
Eres como la luz del alba que abre camino al Sol;
Gracias, María, por tu corazón bueno y disponible.
eres esa estrella matutina que anuncia el Día.
/Gracias, María, por tu corazón de ojos limpios y puros.
Eres la mujer creyente que acoge y guarda la Palabra;
J Gracias, María, por tu corazón sincero y transparente.
la Mujer joven que entra en el plan de Dios libre y gozosa. Gracias, María, por tu corazón claro y luminoso.
Eres estilo de vida, nuevo y fascinante en la Historia; Gracias, María, por tu corazón sencillo y humilde.
eres, María, la virgen bella y fecunda de Nazareth. Gracias, María, por tu corazón lleno de luz y de amor.
Gracias, María, por tu corazón abierto al infinito.
Mi corazón joven se alegra ante tu presencia luminosa; Gracias, María, por tu corazón joven; sencillamente, joven.
mi corazón joven busca en el tuyo un camino de verdad;
mi corazón joven se abre a tu vida limpia y profunda; Aquí me tienes, en busca de un camino libre de fe.
mi corazón joven busca en tus ojos un camino en libertad. /Aquí me tienes, en busca de un proyecto de vida.
Me siento feliz porque eres madre y eres virgen; ^ Aquí me tienes, en busca de Alguien en quien dejar mi amor.
me siento feliz porque eres como un lago profundo de paz; Aquí me tienes, en busca de semillas de alegría.
me siento feliz porque eres limpia como la luz de las estrellas; / Aquí me tienes, en busca de la paz y el bien.
me siento feliz porque eres libre como agua de manantial. \Aqui me tienes, en busca de un sendero de justicia.
Aquí me tienes, en busca del rostro del Dios vivo.
Eras joven, María, cuando revolucionaste la Historia; Aquí me tienes, en busca de la libertad perdida.
eras joven cuando Dios, de puntillas, llamó a tu puerta;
eras joven cuando dijiste «sí» a su proyecto de vida; ¡Gloria a ti, María, Casa donde Dios mora!
eras joven cuando diste decidida, a su plan, respuesta. / ¡Gloria a ti, María, Madre de Cristo y Madre mía!
Eras joven y te abriste a Dios como la flor al sol;
eras joven y dejaste a Dios que entrara libre en tu tienda;
eras joven y tus alas alzaron el vuelo hasta la cumbre;
eras joven y en tu vida, con Dios, entró el ritmo de la fiesta.

Tu corazón joven dijo: ¿Cómo podrá ser eso? ¿Cómo?


"V Tu corazón joven dijo: He aquí la esclava; he aquí.
Tu corazón joven dijo: Mi alma glorifica al Señor; mi alma.

178 179
fiam ¿a o>KZC¿ó*t>

Música: Antonio Botana


Los Salmos bíblicos son un p o e m a ; un bello y p r o f u n d o
poema que canta el a m o r entrañable de Dios por el h o m b r e y
la búsqueda apasionada del corazón del h o m b r e por un Dios
presente-ausente. Los salmos necesitan «un clima» para ser
« p r o c l a m a d o s » , «orados». Quedarse en «una simple lectura», o
en «una recitación acelerada» de los Salmos es c o m o mirar al
sol en día de negros nubarrones o buscar el horizonte envuelto
en densa niebla. Los salmos «tocan» el corazón y le «ponen
alas» hasta levantarlo a Dios. Orar con los salmos es entrar en
un r i t m o a veces festivo o interior; a veces d o l o r o s o o inquie-
t a n t e ; a veces reposado, sereno, t r a n q u i l o o gritante, exultante,
dichoso.
«Salmos de un corazón joven» llegan a la m a n o del j o v e n -
creyente para que en clima de silencio y soledad le ayuden a
interiorizar la vida a solas. Llegan para que en g r u p o , en co-
m u n i d a d , la fe pueda ser compartida en r i t m o oracional.
A q u í s i t u a m o s estas ANTÍFONAS o M A N T R A S inspirados
n o r m a l m e n t e en la Palabra de Dios con la finalidad de «hilva-
nar», «crear clima» al salmo. A n t o n i o Botana ofrece esta serie
de antífonas oracionales «como un granito de sal» que hace
más sabroso la recitación del s a l m o . Las antífonas tienen r i t m o
diferente c o n f o r m e el mensaje que la Palabra de Dios, en quien
se inspiran, t r a n s m i t e : un r i t m o alegre y saltarín, a veces; un
r i t m o reposado y c a l m o , otras: un r i t m o para entrar en lo pro-
f u n d o del corazón o para saltar de g o z o ; un r i t m o de alabanza,
de acción de gracias o de súplica y entrega sincera, otras. Las
antífonas son «como la vela del velero» que lleva mar adentro
en busca de lo p r o f u n d o e inmenso.
Las antífonas que presentamos en «Salmos de un corazón
joven» no pueden ser cantadas de cualquier manera; piden cier-
to estilo de oración y exigen una sensibilidad del corazón hacia

183
Dios y hacia el grupo orante. Las antífonas son sencillas, claras,
transparentes, y por eso piden verdad y sinceridad a la hora de
cantarlas. Normalmente, necesitan un tono suave, a media voz;
no salen de los labios, sino del corazón. Las antífonas o mantras
arropan, envuelven, «visten de gala» al salmo y no le dejan caer
en la monotonía o tono gris. Las antífonas son «como un fós-
foro» que enciende el salmo y lo envuelve en llama viva.
Según el espíritu, el mensaje de cada salmo, así viene a su
encuentro la antífona. A veces será bueno cantarla sin repetirla
cada vez; otras veces será mejor, sobre todo si es corta, cantarla
dos veces; en otras ocasiones será oportuno cantarla a boca
cerrada para que el murmullo ayude a interiorizar. El grupo
Do _ re Fa
orante sabrá escoger y usar la antífona conforme pidan las cir-
cunstancias.
«Salmos de un corazón joven» queda enriquecido por esta A pie des - cal - zo ca-m¡ -na-mos con - ti - go A pie des -
serie de antífonas oracionales que Antonio Botana ofrece como
un servicio a la Iglesia que canta la vida, la historia, el corazón / . <<} . a DoR . Fa;;;. Do Do7 —

del hombre..., que canta al Dios vivo y verdadero, cercano y


entrañable. -cal - zo con la fuer-za de tu_es - pí-ri-tu A pie des - cal - zo ca-mi-

r a
r^ A rH i

-na-mos ha-cia_el Pa -dre A pie des - cal-zo, Se - ñor Je - sus

Despacio
f*» jpp la
la Sol
JUI MI
IVII la

A - do - ro en to - do la voluntad del Se - ñor en mi vi -


üf
Fa re mi la

[fe=i=^É^I^^^^É
-da A - do - ro en to-do la vo-lun-tad del Se-

184 t> i, mi I I ._ ¡ ja, ,

-ñor en mi vi
Agll
r « ii Sol Do sol p-. m |. n i a l Pausado
Do Sol Fa Do

A -la - b a - d o se-as m i Se - ñor e n mis n o - ches y_en mis


ü[fe m ¿! w^
é-^——<r—*^
4 - - J J> I
A - m a - ras al Se-ñor tu Dios con t o - do_el c o - r a - z ó n , con

s A 11

p r u e - bas
D o

A -la
Sol

- ba -
_ _ Re__.

d o se-as m i Se
^m en los
f A

to
I

- d a el
Fal

al
_ Mli L

con
Fo,

to - das las
^__^ _|_

fuer
Do

_j . a ""' l—I -rfl Sol , , Do Sol


Do Sol7 Do

di - as d e luz y de_a-le - grí - a A-la - ba - d o se-as m i Se.-


gül ¥=*
A - ma - ras
»^#
al Se - ñor
É
tu Dios

Animado
e n el ba-rro d e mi p o - b r e c o - r a - zón A-la- < A i mi si mi ^ ^ si Re

Sol , , Re
[ •h

A - quí es-toy, Se - ñor p a - r a _ h a -cer tu v o - lun - t a d

-ba - d o se-as mi Se - ñor e n el c a - mi - no q u e voy ha-cien-do <• A. iiSoli .mi si Do si mi -

Solp—, Re7 Sol


-qul es-toy, Se - ñor cúm-Dla-se__en mí t u p a - la - bra

c a -da di - a

Alegre
A, re La7 . — re

A - le - lu - ya, A - mén, A - le - lu - ya. Di - c h o - so_el 1 Hf3=


Ben - di -to se - as. Se - ñor, en nues-tro co-ra - zón,
^
que

(IÉÉ^ÜMÜI^ _• A La La/ n

h o m - b r e q u e c u e n - t a c o n - ti A - le - lu -
bus - c a la luz a - ma la vi - d a Ben - d i - t o

gÉÉüüdüÉi
-ya a - mén. A - le - lu
\tfT~l l7^^:.-^fl: Pfeül
se - as, Se - ñor. en nues-tro c o - r a - zón.
Canon
Re La Tranquilo

•14*11 j ^ ^ É ^ ^ i f l
Can - ta A-le - lu - ya A -le - lu 12|fp£S=^== « a;
ya. • •- | i } ¿ y _ — o — E . — 0 é—•

B Re

Can - ta A-le - lu - ya Je
sus es mi Se - ñor.

-gri -a de mi co - ra - zón tus pa -


km=nla-bras e - ran mi
Can - t a - re - mos y t o - c a - re - mos pa-ra_el Se -ñor
des-de lo

hon-do del co - ra - zón. Can - ta - la_a - le - grí -a de mi co - ra - zón.


5

Co -mo_el hom -bre que se_ha-ce_a la mar sin ve-las ni r e ^ mos -*—*— # ^-*—-y.
Cuan-do to - do me va mal se tú.Se-ñor, ml_a - mi - go.

I -^ —~~T~

s-so„es ere - er
i La
La

e-so_es ere - er
Mi
Mi
Sib Do

Sé tú, Se - ñor.

re Fa Do
Crls-to_es-tá_en el cen-tro de nues-tra vi - da Cris-to_es el ci - «1 -k-8—
1*3
Da -
t »
nos tu_es - pí - r¡ - tu.
3

da -
J á

nos tu_a - mor,


—f
-J= m M Re-
r> « iSib I " " - 1 dq i Fai i sol
Sib
-mien-to y ra - íz de nues-tro $% fe^EEEE^
-nue - va tu_i - ma - gen en nues-tro co - ra' - zón
Lanío
Estilo gregoriano

Wtíttí 17
* n si Sol si Re SI Re,

m
Se-ñordem¡ vi - d a es-ta - ré an-te
Dios te
^g^CFi
sal -ve, ivia -n~ - a lle-na
A l -
e-res de gra - cía. El Se-

[m^mj ca-ra_a
Fa,

c a - ra
^ípup^pgü
(Coda)

Se-ñor de mi vi - da
-ñor es-tá con - ti -go Ben - di - ta tú en-tre to-das las mu -je

i MM
Re si Sol si fa# si

m-
-res y ben - di -to es el
^
fru - to
ífWW^
de tu vlen - tre Je - sus

Dios es A - mor y quien ha he -cho del a - mor el


pjjf^sgfez^r^^Hjj^^ii^
San-ta Ma - rí - a, Ma -dre de Dios. Rue-ga por no - so-tros pe-ca-

EÜ^S^j KAJ m Re fa#^_ mi fa# si


vi -ve en Dios y Dios vi -ve en
WmW^ -do-res, a - ho-ra y_en la ho - ra de nues-tra muer - te. A - men.
Andante

ESTROFA: Dios es la fuen - te del a - mor


II*
.

5 Sz
Fa

El f
a-mar,
£
Se - ñor, es "A - mor
mm
Slb Do

en e-jer - cS—"'ció"
$m
íülg^^IÉ Fa Do7 Fa

|!Ír¿i==m En-sé - ña - nos a_a-mar


pi^pm
En-sé - ña - nos a_a-mar
Alegre
iü^^ « ii Sol i i i mi | I Sol i i —i Do
Dios y co -no-ce_a Dios
El que no a - ma no c o - no - ce a
Í El a - mor de Dios a - le - gra nues-tro co - ra - zón.

A - le - lu
Animado

Í
rt la mi-- le
2Z§^i-j).^fplÍp El mun-do la
Do

vl-da_y la
re

E
muer-te,
nm^m
lo pre - sen-te_y tam-blén lo fu -
El c a - mi - no, e - res tú. Se - ñor.La ver - d a d ,
Luz del mun - do. e - res
e - res tú, Se - ñor. Buen Pas-tor, e - res
Ro-ca - flr - me, e - res tú, Se - ñor. Dios de paz, _• » re Do , Slb re . Do
El Me-sí-as, e - res
e - res tú, Se - ñor. Sal-va - dor, e - res

-tu - ro: to -do es núes tro Pe - ro no - so - tros

gtaiÉJ^y
Sib Do
tú,
tú,
tú,
Se-ñor. Y la vi-da
Se-ñor. Pan de vi-da
Se-ñor. A-gua vi-va
E-res
E-res
E-res
tú,
tú,
tú,
Se
Se
Se
ñor
ñor
ñor i_i so-mos de Cris-to, y Cris - to es de Dios
¿m
tú, Se-ñor.Nuestro herma-no E-res tú, Se ñor

Canon
rr A

A

El
^ i—i

Se-ñor Je - sus
Fa Sol

ha
m
Fa

re-su - el -
Do

ta - do.

mmm B El Se-ñor Je - sus


B~m±=ji
vi -ve_en-tre no - so - tros.

mis - mo lo po - nes en mis ma nos Yo te lo_o-


Pausado

É=3=it / k so1
24
Re

mmmmmmmmmmM
El Se - ñor te ben - d¡-ga_y te pro - te - ja, i - lu - mi - ne su
-frez co, Se - ñor. Y_a - sí mul-ti - pli - ca - do, me

La 7-

ÉSÉÜÉÉ^ÉfeEEE3
r. lo da-rás de nue - vo
p

en
La7
La/

feÉÉIllpÜÉ=
,_ |

el c¡en-to por
| | re .
®mrm¿Tn' ros-tro so -bre ti y te con - ce -da su fa - vor
ijjk n Fl Se-

Re La7 Re

= BE mÉ
-ñor se fl-je_en ti y te con - ce - da la paz,
Tranquilo
Re

En Cris - t o t o - d o _ h a si - d o SI
km
^
Por El d a - m o s al
29 mz^m^mmMmmM En - v i - a - n o s tu_es - pí - ri - t u y_a - llen-ta nues-tra
si 1

fe.
Do

Ven, es-

i^-te
Pa - dre nues-tro_A-mén,
'^m^^^^^mm
A
\ ^ s
- f mén. La glo -ría slem-pre_a El
|K2fc d
-pí
é.
- r¡ - t u ,
w En-

J3o

Enlama-ña -
Sol

na
la i , ,

haz-me_es-cu-char tu gTO
Fa, mi

-
Do

cía.
Fa|

In - d í - c a - m e el c a
30| lt=?
Mi

Es -
wm^m
te_es el
,sol#

gru - po que
m
bus - c a _ a l Se - ñor.
Mi

que

{^^mimmmm
-mi - n o q u e _ h e d e se-guir. En la m a -ña
Sol

na
Sol7

te_es-cu-cha-ré.
Dof>

w^ vie-ne_a tu pre -sen - cia, Dios d e Je-sús. Dios d e Je-sús.

sol

til
do sol Fa Tranquilo
'4=

En
lüfp§
m e - dio d e no - so-tros es - tas
ÉÜÉliüil
tú Se 31
^ A a Sol
Sol . 1 Do Re

G l o -ria_a t i , M a - rí - a, hl - j a d e Dios Pa - dre


f A i doi r n ^ n r n

n o m - b r e noshe-mos re -u - ni - d o
Slbi _ , ^

e n t u n o m -bre
do sol Re7

Je - sus
Sol

m ^,. H Re7 I I I

M
Sol 1 i Re7¡—i—i

„ H _ J _ * , Y__I
e7
Sol 1n 1T P- r—1—i
sol

^ iEpl^EdSli
.
Sol

m a - dre d e Dios Hi - jo, es - po-sa d e Dios Es - pí - ri - t u S a n — to.

Andantino

En tus m a - nos d e P< he_en - c o n •


!$M
szw^^p^
Fa Do

<7
Fa 1

m?^^
1 1 Do _ F.

ln¡
Glo-rla_a ti por slem - pre Glo-rla_ a ti por siem - pre Se

Re, sol , Re7 sol

pS§¡É -tra - d o m o - ra da. Se - ñor Dios mí


r- ,. Sib la ..
la Do7
Do7 Fa

5
-ñor Je
Alegre Despacio
Do Sib Fa Fa7

safl^j^EE^pSÜ m 36[pfi f^
Glo - ri - f¡ - c a d en vues-tro co-ra - zón Ha - bla. Se - ñor

l$km¡=mm^^mm
Cris - to el Se - ñor Glo-ri - fi - cad
•3*
PLT
gÜHÉÉi^l
Ha - bla. Se - ñor, yo te_es-cu - c h a - ré. (isam,3,10)

A Sib i . 1 Do
Do i re Do , Fa

Í 11 I Glo-ri -fi - ccjd L


—1 V la Cris-to el Se - ñor
(1 Pe, 3,15)
-cad glo - r¡ - fi - c a d

Andante Re rs
Re__ ____ La 7 Re La7
G

Guar -do tus pa


mmw
la - bras
g=£sg
en mi co - ra
SOLO He a-quí que Dios ha pues-to su tien - da en-tre los hom - bres.

mm mm wm^ mm
(Variante para voz o flauta)

e - llos.e-llos se - rán su pue - blo y_él será_el Dios con

m
mi La7 fa* La Re , Ha-bi -ta-rá con
É#ÉÜ r^Hü w Re
E lias, en mi ca - ni luz y vi - da La7 Re

wm i=m ¿=a=i (W
líos. En-ju-ga-rá las
^ ^
lá - grl-mas de sus
^
o jos

Solemne

l$m^mÉ^=^m^M
Fa

35I
Ha lie - ga - do tu rei - no el rel-no de Dios nuestro pa - dre y~ya no_ha-brá más muer-te ni Iu-to ni Han - to ni do - lor.

im re.

rei - no del A
so

- mor
mm
Do Fa

rei -no de la
Do

paz
Do7 Fa

mm
reí -no de vi-da jus-
, . j . Re

S0
i•' S 0 L 0 B to-do_un
to-do^un mun -do vle
si La7 r

- jo el que pa - só is to-do_un mun -do

rit

($m -ti-cla_y ver-dad


Fa Fa
|^g
ven-ga_a no-so-tros tu rei - no Se -ñor.
Fa

vie - jo el que pa - so
FIN
Pausado
do

Hoy es dí-a de fies - ta:


go - cé-mo-nos en el Se 41
Re

Dios núes - tro.

m
Sib do

#
al co-ra

pi
Andante
^ . Fa Do Do71 I I i , Fa

La pa-la-bra de Dios da.

Fa
Dios que_ha-ce tan-to por
Fa ^ ^ ^ Do

DO7L Fa Do7

Canon 5 La pa-la-bra de Dios

- „ J * > _ * _ _ I a _ Do Spl7 Do a
5_F __P°, Sol7

Adagio
Re La Re
43
? bra es tá
i
muy cer-ca de tí
SE £=E5
Es-tá en tus
La pa - la
6 -sus es el Se

jLi=^m
Re
m i ±rp
la - bios y_en tu pro - pió cora - zón La pa-

P -la - bra
* * \d-
es tá
La 7

^mpi£$=
muy cer-ca de
Re


Animado
sol Canon

tVmmiM^: La paz con-ti-go__her - m a ^ n o :


K-AJL A
* Re
Re
í~"l L<P , Sol |i La7|—q
lo7|—g R»,
R«| •..••L. Na

tú que vi ves
ba-j0 La tien - d a d e Dios es - tá_en - tre no - lo liol, A - bfu itm» lun
'-.el
Re7
La S o l L a 7 Re

te - aho de las es - tre - Has.


P Q2 con-ti -
9o,her-
i
w=m
puer - t a s y__él en-tra - rá
m La

Andante
Si s
aplFAAJLr-^-, r^^-i ^ * ^ - T X " n _
-ma - no: tú que lio - ras eñsi - len
clo
-V s u e " a s 1
M n - rí _ ."i ,-n i/-<r
Ma - rí - a guar - d,-J—a - bi —
a _._ _
en su co-ra - zón to - das las

mmmmm
M i
— La Si , MI

"S"
co - sas con-tem-plán-do - las

Si Mi

tie - nes u -na tle - rra pa-ra tus ma - nos.


La
i**pe A - le - lu - ya.

Alegre

paz con-ti - go_her - ma

Re7 sol
- no
tú que no sa-bes de la lla-r
« P # ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ Ma - rí - a, tú e - res mo - ra - da don-de Dios ha-

HÜH Re
vi - v a d e un no g :jr
^
6
-bi - t a com-pla - ci
wm do
p ^
Despacio
,• A i sol i do) , sol i Re, sol

Do ,Do7 i
Mi
Mi ni
al - mn
m o t ee_ n
a nn - sí
cí - ^-i
o He
d ^ n~ o
~ ->-- —! -
che, mi_es-
Nues-tra vi - da es-ta_es-con - d i - da
-- A i Fa7 sol Re7 sol

o l
-pí-ri-tu_en m íl jl n - t e - rior mon -- H
m m
dru - nn ™,
por *¡
ti. * *26,9)
(is,

Cris - to Dios.
re D re Fa
f t ____. ° r—r

Mis o -jos e - rra-ron p o r t o -dos los c o n -tí -nes an-tes que Lento
mi si Re .
53
(^ÉH^Ü^ü^m
yo los c e - rra • ra di - cien-do: A - quí es - t o s , a
PP
&
-
lo

quí I s
^
r e ^

- tas.
Oh_
iU Dios cre-a_en mí un c o - r o - zón pu

Fa# si | L | i Re, mi

M o - ver - se es e n - c o n - trar - t e a c a - d a
m^mk
p a - so, c o m - p a - ñ e - ro ca-mi-
Re - n u é

La
- va-me por den

si
- tro,

/C\
re - n u é - v a - m e por

. „ La7 ,—. — — L a 7 den -


X-íT^i£^=ppiil
tro con es- pí - ri - tu #
R e

-nan - te.
Es c o n - tar a l c o m - pás d e tus pies Tranquilo
ts c a n - t a r al c o m p á s d e tus pies.
«, re

í
n\m Fd,
Canon

• 11 Re A i — i Sol i n Re, B__ Sol Re


-r—-* ^Hm
—^-i—^-¿—dfr¿ *' ' =É
W'J^^-J- m ^ ^

Í
Oh Dios, tu_e-res mi Dios, por ti m a - dru-go. MI a l -ma_es-tá se

s
No c e - seis, n o c e - seis d e dar g r a - cias a Dios Pa -dre, rlfl ?l , La, I , | Slb La7

m
$mmmmM n o m - b r e d e J e - sus. No ce-
Mi car - n e tle - ne an-sla
Fa Do re i i—| la Sib Do Do7
t< ^ ru | LAJ
J
59[fe-J Jj m Pie-dra pre-cio - sa es la_u-n¡-dad eni
e n u -na c o - m u - n i - ddaadd. Se -

Fa

gfl—J .H'J i'EJ


en - se - na-nos a_a - mar.

S A ¡i SOI Re Re7 t Sol


Lento
I" - f¡ A Si (5e 60
Por tu g r a n a - mor, por tu bon - dad, te

;
Oh
O h F e --pí
Es ni -- Trí .- ttu
., -,_ _ L . _.
son - d e - a nues-tro c o - r a - zón.
• Q ii Re
i<e i— i_ " " ¡si
si i Sol

d a - mos gra" olas. te d d - mos g r a - cias.


V e n e n a-yu de nues-tra de-b¡ - II - dad.

Alegre
Canon Ri
Tranquilo
re
S7 Do Do7 Fa

LPPP Oi - g o _ e n m¡ c o - r a - zón: "Bus - cad mi ros - tro. Tu


Pro - cía - ma mi al - m a la g r a n - d e - za del Se - ñor Pro-

J J J i J-IJHTJ 177 «TJ AA


igi
Do

ros-tro bus-ca-ré Se - ñor.


S^^p^T^
N o me_es - c o n - d a s tu ros - tro.
-cía - ma mi al - m a la g r a n - d e - za del Se - ñor se_a-

r" ñ i. _ sisl ffa—


# si
si La
La si
si _ La
La sisi f fa#
1 * — si - le - gra mi_es - pí - r¡ - tu e n Dios mi Sal-va - dor.

Pa -dre. Pa -dre, Pa - - dre: ha - g a - se tu v o - lun - tad.

(Variante) P a - d r e , Pa-dre, Pa - - dre: h á - g a - se tu vo-lun - tad.


Marcado y ágil
do

¿Quién p o - d r a _ d - rre-ba - tar-nos el A - m o r de Cris - to? Na - d a ni Si vi - vi - mos vi - vi - mos pa-ra_el Se - ñor. Si mo-

mi
' h , . Fa I I la Sol Fa, Sol, .

[
k

na - die se-rá ca - paz de_a - rre-ba - tar - nos es - te_a - mos, mo - rl-mos pa-ra_el Se - ñor. En la vi - d a y_en la

l^ig^i - -
Sib

- -m- -f-
do/T\

•*• (Rom 8, 35-39)


i =fe
muer - te
Fa

m^
so - mos del
Sol

Se
Do

-6^

- ñor
Fa

* -*•W-'
so - mos del Se
Sol7

-
Do

«•
ñor
q u e Dios nos h a mos - tra - d o por m e - dio d e Cris - t o Je-su
Andante

r'A

«I^EÍPÉIÉÉÉ
Canon
A
A , r ere Dq>7 La;
La7 r< Do7 La7 67
Sien - t o tu mi - ra -
m
da
Si

m
S¡7 —-^

so - bre mi c o - r a - zón
Mi

Se ñor ¿a q u i é n i - re-mos? Tú tie-nes p a - l a b r a s d e vi-da Se -


Mi

f A Do7
u o / La7
La/ re
re ¿=£ W^
c o - m o _ e l si-len-cio c o n sol d e la m a - ña - na. Sien - t o t u mi -

-ñor ¿a q u i é n i - re-mos? Se-


MI S¡7 MI

Slb Lq7 re
í -ra - da
T-W*so - bre mi co-ra - zón.

M¿j Pausado
Se - ñor Je-sús, ten com-pa-sión d e mí, pe - ca - dor. i Canon Mi
ir o i l - fa# Si7 Mi

Só - lo se v e bien co-ra - zon.


Mi , La

Pf^^S w
Si Dios es - tá a nues-tro f a - vor, ¿quién p o -drá es - tar
B Só - lo se v e bien con el co-ra - zon.

§*Jfe con-tra no -
Si7

so tros?
^m fa# Si7_

C Só - lo se v e bien con el co-ra - zon.


Andante marcado

«i3=
Sib
Fa^ -p= Do "~ i i p ^

:
—i «i' *é
So - mos I - gle - sia. co-mu-n¡-dad de ere - yen - tes. ge - lio
To -ma par-te_en los du - ros tra - ba - jos del E - van

So mos
" I - gle - sia, dis - cí-pu-los de Je - sus.
se - aún la fuer aue Dios te dé.
Tranquilo
_ ij^A-|JU—-_ f °* do# La ^_fa# Re_ _ d o # _ J a # ^

Son - dé - a- me. Se - ñor y co - no-ce mi co - ra - zón, Pon-me_a


nlpili^p Tú e-res Pa dre, -res bue - no e-res núes
m- tro.

La

prue - ba, co-no-ce mis sen - ti -mibft—^' - los.


A - le-lu ya, a - men.

Tu^es - pí - r¡ - tu cla-ma_en no - so - tros: AB

por el cá -mi - no_e - ter - no.

Lento pero marcado


Do

75

13 Me_a - le - gro con - ti - go Se -ñor. (Variante para B.C. o flauta)


Animado

La

W^tmmm^mrgmám Tú, Se - ñor,


e-res el Ca - mi - no. Tú, Se - ñor. Vuel -ve co-ra-zón mí - o, VIJdt V i ' c| | l | (ti | lo

e-res la Ver - dad. Tú, Se ñ™


- ñor, ~—
e-res •-
la Vi _ -i~
m^m^ -co - bra tu cal - ma.
#
Vuel
J.
- vri,
1^-

^E^^^mM^^m^m^ *\i
P
^rrtt mi s[
si Do
Do SI
Do vuel-ve_a tu so - sie - go re - co - bra tu i K U.

Tú, Se - ñor e -res nues-tro Pa - d r e . Tu n o m - b r e d e síem - p r e es


Tú, Se - ñor e -res nues-tro Pa - d r e . N o - so - tros la_ar-c¡ - Ha y

Do Vuel - ve co-ra-zón mí - o, vuel-ve_a tu_a - le - grí - a re -


Ut-1
--J--
"nues-tro Re-den-tor".
tú el A l - f a - r e - ro.
So - mos to - dos o -bra de tu ma - no.
(is. 63.16. 64, 7)
$&m K.7 ' Vuel-ve, co-ra-zón mí - o.
co - bra_el a - lien - to

i' A I La/ fa#


la
Lento y muy suave

vuel - ve_a tu re - po - TW^TZTW^-


so re - co - bra_el a - mor.

Ven, Se-ñor Je - sus. Ven, Se-ñor Je - sus. Ven. Se-ñor Je - sus.

Pausado
La7

81¡p¡^to La si
Animado
Do r<
^^s|s^p#^
710 Ya no soy yo quien vi - ve: Es Crls-to quien vi -ve mi mí.

Ve - nid
w o mí to - dos los que_es - tais can - sa - dos y_a - go - La7 __^_ . si , Fa#7 , si

f h D o
i*. re ^ ^ D o _ La^_ Do
ff Ya no soy yo quien vi - ve: Es Cris-to quien vi - v e e n mi.

-bia -dos que yo_os a -1¡ - vía - ré.


Ve - yo_os a - ll-vla - r é.
i
i.on caima
, « ji Sol Re Do Re Sol

Yo soy la vid, vo - so -tros los sar-mlen - tos. Quién es-

Sol
Sol Í Re7, /T\
éEÚEE^é
-tá u -ni - do_a mí
m da mu - cho ^r
fru - to.
AGRADECIMIENTO (ver también «Alabanza»):
— No ceséis, no ceséis de dar gracias a Dios Padre
en nombre de Jesús (51).
Rítmico
— Por tu gran amor, por tu bondad, te damos gracias
_ L5 Fa
(60).
83[ — Te doy gracias de todo corazón. Me a\egro contigo,
Yo te ben - di - go Se - ñor Je Dios y
Señor (bis) (71).
ALABANZA:
ftasdS S=ü Sib

i — Alabado seas, mi Señor, en mis noches y en mis


hom - bre, por siem pre.
P3p=p
por sierrf pre.
pruebas... (3).
— Bendito seas, Señor, en nuestro corazón, que bus-
ca la luz y ama la vida (7).
— Cantaremos y tocaremos para el Señor desde lo
hondo del corazón (9).
— Gloria por ti por siempre (bis), Señor Jesús (32).
— Glorificad en vuestro corazón a Cristo el Señor (33).
— Hoy es día de fiesta: gocémonos en el Señor Dios
nuestro (38).
— Oh Dios, tus maravillas se han hecho noticia en tu
creación (55).
— Proclama mí alma la grandeza del Señor (bis). Se
alegra mi espíritu en Dios mí salvador (61).
— Yo te bendigo. Señor Jesús, Dios y hombre, por
siempre (83).

AMOR - UNIDAD:
— Dios es Amor, y quien ha hecho del amor el centro
de su vida vive en Dios y Dios vive en él (16).
— El amar, Señor, es «Amor en ejercicio»; enséñanos
a amar (18).

213
— El amor de Dios alegra nuestro corazón. Aleluya
(19). — Tú eres Padre, eres bueno, eres nuestro. Aleluya,
— La paz contigo, h e r m a n o : Tú que vives bajo el te- amén (73).
cho de las estrellas... (44). — T ú , Señor, eres nuestro Padre, tu n o m b r e de siem-
— Piedra preciosa es la unidad en una c o m u n i d a d . pre es «Nuestro Redentor». T ú , Señor, eres nuestro
Señor, enséñanos a amar (59). Padre; nosotros, la arcilla y tú el alfarero. Somos
todos obra de tu m a n o (77).
BUSCADORES DE DIOS: — Si Dios está a nuestro favor, ¿quién podrá estar
— A pie descalzo caminamos contigo. A pie descalzo, contra nosotros? (65).
con la fuerza de tu Espíritu. A pie descalzo camina- — Venid a mí todos los que estáis cansados y ago-
mos hacia el Padre. A pie descalzo, Señor Jesús (1). biados y yo os aliviaré (79).
— Como el h o m b r e que se hace a la mar sin velas ni
remos, eso es creer (10). ESPÍRITU SANTO:
— En la mañana hazme escuchar tu gracia. Indícame
— Danos tu Espíritu, danos tu amor. Renueva tu ima-
el camino que he de seguir. En la mañana te es-
gen en nuestro corazón (14).
cucharé (26).
— Envíanos tu Espíritu y alienta nuestra fe. Ven Es-
— Este es el grupo que busca al Señor, que viene a
píritu, ven (29).
tu presencia, Dios de Jesús (bis) (30).
— M i alma te ansia de noche, m i espíritu en m i in- — Oh Espíritu, sondea nuestro corazón. Ven en ayuda
terior madruga por ti (48). de nuestra debilidad (56).
— Mis ojos erraron por todos los confines antes que — Tu Espíritu clama en nosotros: A b b a , Padre (74).
yo los cerrara diciendo: Aquí estás (49).
— Oh Dios, tú eres m i Dios, por ti m a d r u g o . M i alma FE (ver t a m b i é n : «Presencia de Dios»):
está sedienta de ti... (54). — Amarás al Señor, tu Dios, con t o d o el corazón, con
— Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro». Tu rostro toda el alma, con todas las fuerzas. Amarás al Se-
buscaré, Señor, no me escondas tu rostro (57). ñor, tu Dios (5).
— Como el h o m b r e que se hace a la mar sin velas ni
CONFIANZA:
remos, eso es creer (10).
— Aleluya, a m é n , aleluya. Dichoso el h o m b r e que — Cristo está en el centro de nuestra vida. Cristo es
cuenta contigo (4). el cimiento y raíz de nuestro ser (11).
— Cuando todo me va mal, Señor, se tú mi amigo (12). — El camino eres t ú , Señor. La verdad, eres t ú . Señor.
— En tus manos de Padre he encontrado morada. Y la vida, eres tú Señor... (20).
Señor Dios mío (28). — El Señor Jesús ha resucitado. El Señor Jesús vive
— ¿Quién podrá arrebatarnos el a m o r de Cristo? entre nosotros (23).
Nada ni nadie será capaz de arrebatarnos este — Jesús es el Señor (ter) (40).
a m o r que Dios nos ha mostrado por medio de Cris- — Señor, ¿a quién ¡remos? Tú tienes palabras de vida.
to Jesús (62). Señor, ¿a quién ¡remos? (63).
— Si Dios está a nuestro favor, ¿quién podrá estar
214 contra nosotros? (65).

215
— Sólo se ve bien con el corazón (ter) (68). — Vuelve, corazón m í o , vuelve a t u reposo, recobra
— T ú , Señor, eres el c a m i n o . T ú , Señor, eres la ver- tu calma... (80).
dad. T ú , Señor, eres la vida (76). — Ya no soy y o quien vive, es Cristo quien vive en
m í (bis) (81).
INTERIORIZACIÓN:
— A m a r á s al Señor, tu Dios, con t o d o el corazón, con JESUCRISTO:
toda el alma, con todas las fuerzas. A m a r á s al Se- — Canta aleluya... Jesús es mi Señor (8).
ñor, tu Dios (5). — Cristo está en el centro de nuestra vida. Cristo es
— Cristo está en el centro de nuestra vida. Cristo es el cimiento y raíz de nuestro ser (11).
el cimiento y raíz de nuestro ser (11). — El c a m i n o , eres t ú , Señor. La v e r d a d , eres t ú , Señor.
— C u a n d o e n c o n t r a b a palabras tuyas las d e v o r a b a ; Y la vida, eres t ú , Señor... -(20).
t u s palabras eran m i gozo y la alegría de m i co- — El m u n d o , la vida y la muerte, lo presente y t a m -
razón (12). bién lo f u t u r o : t o d o es nuestro. Pero nosotros so-
— En tus manos de Padre he encontrado m o r a d a , mos de Cristo, y Cristo es de Dios (22).
Señor Dios mío (28). — El Señor Jesús ha resucitado. El Señor Jesús vive
— Guardo tus palabras en m i corazón. Ellas, en m i entre nosotros (23).
c a m i n o , luz y vida son (34). — En Cristo t o d o ha sido SI. Por él damos al Padre
— Habla, Señor, que tu siervo escucha. Habla, Señor, nuestro A m é n . La gloria siempre a él (25).
yo te escucharé (36). — Gloria a ti por siempre, gloria a ti por siempre,
— Le llevaré al desierto y le hablaré al corazón (41). Señor Jesús (32).
— María guardaba en su corazón todas las cosas, con- — G l o r i f i c a d en v u e s t r o corazón a Cristo el Señor
templándolas. A m é n , aleluya (46). (bis) (33).
— M i alma te ansia de noche. Mi espíritu en m i in- — Jesús es el Señor (ter) (40).
terior madruga por ti (48). — Nuestra vida está escondida con Cristo en Dios (52).
— Mis ojos erraron por todos los confines antes que — ¿Quién podrá arrebatarnos el amor de Cristo?
yo los cerrara diciendo: A q u í estás (49). Nada ni nadie será capaz de arrebatarnos este
— Nuestra vida está escondida con Cristo en Dios (52). a m o r que Dios nos ha mostrado por m e d i o de Cris-
— Oh Espíritu, sondea nuestro corazón. Ven en ayuda to Jesús (62).
de nuestra debilidad (56). — Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida.
— Oigo en mi corazón: «Buscad m i rostro». Tu rostro Señor, ¿a quién iremos? (63).
buscaré, Señor, no me escondas tu rostro (57). — Si v i v i m o s , v i v i m o s para el Señor. Si m o r í m o s ,
— Siento tu mirada sobre m i corazón, c o m o el silen- m o r i m o s para el Señor. En la vida y en la muerte,
cio con sol de la mañana. Siento tu mirada sobre s o m o s del Señor (66).
m i corazón (67). — T ú , Señor, eres el camino. Tú, Señor, eres la ver-
•••— Sólo se ve bien con el corazón (ter) (68). dad. Tú, Señor, eres la vida (76).
— Sondéame, Señor, y conoce m i corazón. Ponme a — Ven, Señor Jesús (ter) (78).
prueba y conoce mis sentimientos... (70). — Ya no soy y o quien vive, es Cristo quien vive en
— Tú estás aquí. Dios, tú eres A m o r (75). m í (81).

216
217
— Yo soy la v i d ; vosotros, los sarmientos. Quien está — Tú, Señor, eres nuestro Padre, tu n o m b r e de siem-
unido a mí, da mucho fruto (82). pre es «nuestro Redentor». Tú, Señor, eres nuestro
— Yo te bendigo, Señor Jesús, Dios y h o m b r e , por Padre, nosotros la arcilla y tú el alfarero. Somos
siempre (83). todos obra de tu m a n o (77).
MARÍA:
PALABRA DE DIOS
— Aquí estoy, Señor, para hacer tu v o l u n t a d , aquí
estoy, Señor. Cúmplase en mí tu palabra (6). — Cuando encontraba Palabras tuyas las devoraba;
— Dios te salve, María, llena eres de gracia. El Señor tus Palabras, eran mi gozo y la alegría de mi co-
está contigo...(17). razón (12).
— Guardo tus Palabras en mi corazón. Ellas, en mi
— Gloria a tí, María, hija de Dios Padre, madre de
c a m i n o , luz y vida son (34).
Dios Hijo, esposa de Dios Espíritu Santo (31).
— Habla, Señor, que tu siervo escucha. Habla, Señor,
— María guardaba en su corazón todas las cosas, con-
yo te escucharé (36).
templándolas. A m é n , aleluya (46).
— La Palabra de Dios es vida. La Palabra de Dios es
— María, tú eres morada donde Dios habita compla-
amor (42).
cido (47).
— La Palabra está m u y cerca de t i . Está en tus labios
— Proclama m i alma la grandeza del Señor (bis), se
y ep tu propio corazón. La Palabra está m u y cerca
alegra mi espíritu en Dios mi Salvador (61).
de ti (43).
— Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes Palabras de vida.
OFRENDA:
Señor, ¿a quién iremos? (63).
— Alabado seas, m i Señor, en mis noches y en mis
pruebas... (3) PAZ
— Amarás al Señor, tu Dios, con t o d o el corazón, con
toda el alma, con todas las fuerzas. Amarás al Se- — El amor de Dios alegra nuestro corazón. Aleluya,
ñor, tu Dios (5). Aleluya (19).
— Aquí estoy. Señor, para hacer tu v o l u n t a d . A q u í — El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro
estoy, Señor: cúmplase en mí tu palabra (6). sobre ti y te conceda su favor. El Señor se fije en
— Día tras día, Señor de mi vida, estaré ante t i , cara ti y te conceda la paz (24).
a cara, Señor de m i vida (15). — La paz contigo, h e r m a n o : tú que vives bajo el techo
de las estrellas... (44).
— El grano de trigo que me pides, tú m i s m o lo pones
— Piedra preciosa es la unidad en una c o m u n i d a d .
en mis manos. Yo te lo ofrezco, Señor... (21).
Señor, enséñanos a amar (59).
— El m u n d o , la vida, la muerte, lo presente y t a m b i é n
lo f u t u r o : t o d o es nuestro. Pero nosotros s o m o s
de Cristo, y Cristo es de Dios (22). PERDÓN:
— Si v i v i m o s , v i v i m o s para el Señor. Si m o r i m o s , — Oh Dios, crea en mí un corazón puro. Renuévame
m o r i m o s para el Señor. En la vida y en la muerte, por dentro con espíritu f i r m e (53).
s o m o s del Señor (66). — Señor Jesús, ten compasión de mí, pecador (64)

218 219
PRESENCIA DE DIOS: SUPLICA:
— Día tras día, Señor de m i v i d a , estaré ante t i , cara — Cuando t o d o m e va m a l , Señor, sé t ú m i a m i g o
a cara, Señor de m i vida (15). (13).
— En la mañana hazme escuchar tu gracia. Indícame — Invoco al Dios A l t í s i m o , a\ Dios que hace tanto por
el c a m i n o que he de seguir. En la mañana te es- mí (bis) (39).
cucharé (26). — Ven, Señor, Jesús (ter) (78).
— En m e d i o de nosotros estás t ú , Señor. En tu n o m -
bre nos hemos reunido, en tu n o m b r e , Jesús (27). VOLUNTAD DE DIOS:
— Este es el g r u p o que busca al Señor, que viene a
tu presencia, Dios de Jesús (bis) (30). — A d o r o en t o d o la v o l u n t a d del Señor en m i vida
— He aquí que Dios ha puesto su tienda entre los (bis) (2).
hombres... (37). — Aquí estoy, Señor, para hacer tu v o l u n t a d , aquí
— La tienda de Dios está entre nosotros. A b r a m o s las estoy, Señor. Cúmplase en m í t u palabra (6).
puertas y él entrará (45). — Padre, Padre, Padre: Hágase tu v o l u n t a d (58).
— Mi alma te ansia de noche. Mi espíritu en m i in-
terior madruga por ti (48).
— Mis ojos erraron por todos los confines, antes que
yo los cerrara diciendo: Aquí estás, aquí estás. (49).
— Moverse es encontrarte a cada paso, compañero
c a m i n a n t e ; es cantar al compás de tus pies (50).
— Oh Dios, t ú eres m i Dios, por ti m a d r u g o . M i alma
está sedienta de t i . . . (54).
— Siento tu mirada sobre m i corazón, c o m o el silen-
cio con sol de la mañana. Siento tu mirada sobre
m i corazón (67).
— S o n d é a m e , Señor, y conoce m i corazón. Ponme a
prueba y conoce mis sentimientos... (70)
— Tú estás aquí, Dios, tú eres A m o r (75).
— Vuelve, corazón m í o , vuelve a tu reposo, recobra
tu calma... (80).

REINO DE DIOS:
— Ha llegado tu Reino, el Reino de Dios nuestro Pa-
dre: Reino del amor, Reino de la paz, Reino de v i d a ,
justicia y v e r d a d . Venga a nosotros tu Reino, Señor
(35).
— T o m a parte en los duros trabajos del Evangelio
según la fuerza que Dios te dé (72).

220 221
H ¿Itdta de ?4iitc¿o*t<i&

1. A pie descalzo caminamos contigo. A pie descalzo, con la fuerza


de tu Espíritu. A pie descalzo caminamos hacia el Padre, a pie
descalzo, Señor Jesús.
2. Adoro en todo la voluntad del Señor en mi vida (S. J. B. S.).
3. Alabado seas, mi Señor, en mis noches y en mis pruebas,
Alabado seas, mi Señor, en los días de luz y de alegría. Alabado
seas mi Señor, en el barro de mi pobre corazón. Alabado seas,
mi Señor, en el camino que voy haciendo cada día.
4. Aleluya, amén, aleluya. Dichoso el hombre que cuenta contigo.
Aleluya, amén, aleluya (S 83).
5. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el
alma, con todas las fuerzas. Amarás al Señor, tu Dios (Dt 6, 5).
6. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad. Aquí estoy, Señor,
cúmplase en mí tu Palabra (Heb 10, 7; Le 1, 38)
7. Bendito seas, Señor, en nuestro corazón, que busca la luz y
ama la vida. Bendito seas, Señor, en nuestro corazón.
8. Canta aleluya, aleluya. Canta aleluya, Jesús es mi Señor.
9. Cantaremos y tocaremos para el Señor desde lo hondo del
corazón (Ef. 5, 19).
10. Como el hombre que se hace a la mar sin velas ni remos, eso
es creer (S. J . B. S.).
11. Cristo está en el centro de nuestra vida. Cristo es el cimiento
y raíz de nuestro ser (Ef 3, 17).
12. Cuando encontraba palabras tuyas las devoraba; tus palabras
eran mi gozo y la alegría de mi corazón (Jer 15, 16).
13. Cuando todo me va mal, sé tú, Señor, mi amigo. Sé tú, Señor.
14. Danos tu Espíritu, danos tu amor, renueva tu imagen en nuestro
corazón.
15. Día tras día, Señor de mi vida, estaré ante ti cara a cara, Señor
de mi vida (Tagore).
16. Dios es Amor, y quien ha hecho del amor el centro de su vida,
vive en Dios y Dios vive en él. —Dios es la fuente del A m o r :

223
32. Gloria a ti por siempre; gloria a ti por siempre, Señor Jesús.
arriémonos, pues, unos a otros. El que ama es hijo de Dios y 33. Glorificad en vuestro corazón a Cristo el Señor (1 Pe 3, 15).
conoce a Dios; el que no ama no conoce a Dios, porque Dios 34. Guardo tus palabras en mi corazón. Ellas, en mi camino, luz y
es Amor (1 Jn 4, 17. 7). vida son.
17
- Dios te salve, María, llena eres de gracia. El Señor está contigo. 35. Ha llegado tu Reino, el Reino de Dios nuestro Padre: Reino del
Bendita tu entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu amor, Reino de la paz, Reino de vida, justicia y verdad. Venga
vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios: ruega por nosotros, a nosotros tu Reino, Señor.
pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
18 m 36. Habla, Señor, que tu siervo escucha. Habla, Señor, yo te es-
°- t i amar, Señor, es «Amor en ejercicio». Enséñanos a amar.
cucharé (1 Sam 3, 10).
9- El amor de Dios alegra nuestro corazón. Aleluya, aleluya.
20 37. He aquí que Dios ha puesto su tienda entre los hombres. Ha-
- El camino, eres tú, Señor. La verdad, eres tú, Señor. Y la vida,
bitará con ellos, ellos serán su pueblo, y él será el Dios con
eres tú, Señor. - L u z del mundo, eres tú, Señor. Buen Pastor,
ellos. Enjugará las lágrimas de sus ojos y ya no habrá más
eres tú, Señor. Pan de Vida, eres t ú , Señor.— Roca firme, eres.
muerte ni luto ni llanto ni dolor. Es todo un mundo viejo el que
tú, Señor. Dios de paz, eres tú, Señor. Agua viva, eres tú, Señor.
— El Mesías, eres tú, Señor. Salvador, eres tú, Señor. Nuestro pasó (Ap 2 1 , 3-4).
Hermano, eres t ú , Señor. 38. Hoy es día de fiesta: gocémonos en el Señor Dios nuestro.
'• El grano de trigo que me pides, tú mismo lo pones en mis 39. Invoco al Dios Altísimo, al Dios que hace tanto por mí (S 56).
manos. Yo te lo ofrezco, Señor. Y así, multiplicado, me lo darás 40. Jesús es el Señor (ter).
de nuevo en el ciento por uno de tu Cuerpo sagrado. 41. Le llevaré al desierto y le hablaré al corazón (Os 2, 16).
- " • El mundo, la vida y la muerte, lo presente y también lo futuro: 42. La Palabra de Dios es vida. La Palabra de Dios es amor.
todo es nuestro. Pero nosotros somos de Cristo, y Cristo es de 43. La Palabra está muy cerca de ti. Está en tus labios y en tu
Dios (1 Cor 3, 22-23). propio corazón. La Palabra está muy cerca de ti. (Dt 30, 14;
23. El Señor Jesús ha resucitado. El Señor Jesús vive entre no- Rom 19, 8).
sotros. 44. La paz contigo, hermano: tú que vives bajo el techo de las
24. El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y estrellas. La paz contigo, hermano: tú que lloras en silencio y
te conceda su favor. El Señor se fije en ti y te conceda la paz sueñas pan. La paz contigo, hermano: tú que no tienes una
(Núm 6, 22-27). tierra para tus manos. La paz contigo, hermano: tú que no
25. En Cristo todo ha sido SI. Por él damos al Padre nuestro Amén. sabes de la llama viva de un hogar.
Amén. La gloría siempre a él (2 Cor 1, 19-20). 45. La tienda de Dios está entre nosotros. Abramos las puertas y
26. En la mañana hazme escuchar tu gracia. Indícame el camino él entrará.
que he de seguir. En la mañana te escucharé (S 142). 46. María guardaba en su corazón todas las cosas, contemplán-
27. En medio de nosotros estás tu, Señor. En tu nombre nos hemos dolas. A m é n , aleluya (Le 3, 51).
reunido, en tu nombre, Jesús (Mt 18, 20).
47. María, tú eres morada donde Dios habita complacido.
28. En tus manos de Padre he encontrado morada, Señor Dios mío.
48. Mi alma te ansia de noche. Mi espíritu en mi interior madruga
29. Envíanos tu Espíritu y alienta nuestra fe. Ven, Espíritu, ven.
por ti (Is 26, 9).
30. Este es el grupo que busca al Señor, que viene a tu presencia,
49. Mis ojos erraron por todos los confines antes que yo los cerrara
Dios de Jesús (S 23).
diciendo: Aquí estás (Tagore).
31. Gloria a ti, María, hija de Dios Padre, madre de Dios Hijo, esposa
de Dios Espíritu Santo. 50. Moverse es encontrarte a cada paso, compañero caminante,
es cantar al compás de tus pies (Tagore).
224
225
51. No ceséis, no ceséis de dar gracias a Dios Padre, en nombre
de Jesús (Ef 5, 20). 71. Te doy gracias de todo corazón. Me alegro contigo, Señor.
52. Nuestra vida está escondida con Cristo en Dios (Col 3, 4). 72. Toma parte en los duros trabajos del Evangelio según la fuerza
53. Oh Dios, crea en mí un corazón puro. Renuévame por dentro, que Dios te dé (2 Tim 1, 8).
renuévame por dentro con espíritu firme (S 50). 73. Tú eres Padre, eres bueno, eres nuestro. Aleluya, amén.
54. Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo. Mi alma está sedienta 74. Tu Espíritu clama en nosotros: Abba, Padre. (Gal 4, 6).
de ti, mi carne tiene ansia de tí, como tierra reseca, agostada, 75. Tú estás aquí. Dios, tú eres Amor.
sin agua (S 62). 76. Tú, Señor, eres el camino. Tú, Señor, eres la verdad. Tú, Señor,
55. Oh Dios, tus maravillas se han hecho noticia en tu creación. eres la vida (Jn 14, 6).
56. Oh Espíritu, sondea nuestro corazón. Ven en ayuda de nuestra 77. Tú, Señor, eres nuestro Padre. Tu nombre de siempre es «nues-
debilidad (Rom 8, 26-27). tro Redentor». Tú, Señor, eres nuestro Padre, nosotros la arcilla
57. Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro». Tu rostro buscaré, y tú el Alfarero. Somos todos obra de tu mano (Is 63, 16. 64,
Señor, no me escondas tu rostro (S. 26). 7).
58. Padre, Padre, Padre: Hágase tu voluntad (Mt 26, 42). 78. Ven, Señor Jesús (Ter) (Ap 22, 20).
59. Piedra preciosa es la unidad en una comunidad. Señor, ensé- 79. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados y yo os
ñanos a amar. (S. J. B. S.). aliviaré (Mt 11, 28).
60. Por tu gran amor, por tu bondad, te damos gracias. 80. Vuelve, corazón mío, vuelve a tu reposo, recobra tu calma.
61. Proclama mi alma la grandeza del Señor (bis). Se alegra mi Vuelve, corazón mío, vuelve a tu sosiego, recobra tu paz. Vuel-
espíritu en Dios mi Salvador (Le 1, 46-47). ve, corazón mío, vuelve a tu alegría, recobra tu aliento. Vuelve,
62. ¿Quién podrá arrabatarnos el amor de Cristo? Nada ni nadie corazón mío, vuelve a tu reposo, recobra el amor (S 115).
será capaz de arrebatarnos este amor que Dios nos ha mos- 81. Ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mí (Gal 2, 20).
trado por medio de Cristo Jesús (Rom 8, 35. 39). 82. Yo soy la v i d ; vosotros, los sarmientos. Quien está unido a mí,
63. Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida. Señor, ¿a da mucho fruto (Jn 15, 5).
quién iremos? (Jn 6, 68). 83. Yo te bendigo, Señor Jesús, Dios y hombre, por siempre.
64. Señor Jesús, ten compasión de mí, pecador.
65. Si Dios está a nuestro favor, ¿quién podrá estar contra noso-
tros? (Rom 8, 31).
66. Si vivimos, vivimos para el Señor. Si morimos, morimos para
el Señor. En la vida y en la muerte somos del Señor (Rom 14,
8-9).
O'- Siento tu mirada sobre mi corazón, como el silencio con sol
de la mañana. Siento tu mirada sobre mi corazón (Tagore).
68. Sólo se ve bien con el corazón (ter) (Saint Exupery).
9. Somos Iglesia, comunidad de creyentes. Somos Iglesia, dis-
cípulos de Jesús.
u
- Sondéame, Señor, y conoce mi corazón. Ponme a prueba y
conoce mis sentimientos. Mira si mi camino se desvía, guíame
por el camino eterno (S 138).

226
227
Como el pájaro, como el pez... ¡así el corazón! 9
ORAR CON LOS SALMOS LA HISTORIA PERSONAL Y
LA DE LOS HOMBRES 17
Salmo de los dos caminos (Salmo 1) 18
Salmo al comenzar la mañana (Salmo 5) 20
Salmo en situación límite (Salmo 6) 22
Salmo de un corazón sincero (Salmo 7) 24
Salmo desde la pregunta abierta (Salmo 12) 26
Salmo desde el juego limpio (Salmo 14) 28
Salmo de un corazón feliz (Salmo 15) 30
Salmo en busca de apoyo (Salmo 16) 32
Salmo desde la vida y la luz (Salmo 18) 34
Salmo del Amigo verdadero (Salmo 24) 36
Salmo de un corazón de fe firme (Salmo 26) 38
Salmo en un momento de apuro (Salmo 30) 40
Salmo de alegría y esperanza (Salmo 32) 42
Salmo desde la alabanza gozosa (Salmo 33) 44
Salmo para saber esperar (Salmo 36) 46
Salmo desde un corazón herido (Salmo 37) 48
Salmo desde la pequenez del hombre (Salmo 38) 50
Salmo de acción de gracias (Salmo 39) 54
Salmo en búsqueda de Dios (Salmo 41-42) 56
Salmo entre la luz y la sombra (Salmo 43) 58
Salmo desde unos ojos limpios (Salmo 44) 60
Salmo para batir palmas (Salmo 46) 62
Salmo desde la misericordia (Salmo 50) 64
Salmo del hombre sin Dios (Salmo 52) 66
Salmo de un corazón a punto (Salmo 56) 68
Salmo de un hombre desplazado (Salmo 60) 70
Salmo con sed de Dios (Salmo 62) 72
Salmo con grito de júbilo (Salmo 64) 74
Salmo de un pueblo que canta (Salmo 66) 76

229
Salmo en espera de compasión (Salmo 68) 78 Salmo desde la vida auténtica 154
Salmo por la justicia y la paz (Salmo 71) 80 Salmo en busca de libertad 156
Salmo en el día de fiesta (Salmo 80) 82 Salmo desde el gozo de lo gratuito 158
Salmo en busca de las manos del Padre (Salmo 83) Salmo en busca del amor limpio 160
Salmo desde
desde el
el amor
amor yw la
i= verdad 1
'-- (Salmo
"- 84
84) Salmo en busca de un proyecto de vida 162
Salmo cuando todo va mal (Salmo 85) ™ Salmo más allá de las cosas 164
Sa mo desde la soledad y la incomunicación (Salmo 87)' 90 Salmo de la utopía 166
Sa mo desde la lealtad y , a fidelidad (Salmo 88) 94 Salmo del juego limpio 168
Salmo de un corazón de barro (Salmo 89) it Salmo cuando ya no hay rebeldía 170
Salmo bajo las alas (Salmo 90) q£ Salmo en busca de comunidad 172
Salmo de la mañana a la noche (Salmo 91) 1n¿ Salmo desde el amor a la Iglesia 174
Salmo para admirar y adorar (Salmo 94) '" ,-, Salmo desde el compromiso por el Reino 176
Salmo de un canto nuevo (Salmo 95) 1Q4 Salmo desde la ternura a María, la Virgen 178
Salmo de un corazón gozoso (Salmo 97) 10fi
Salmo desde la ternura de Dios (Salmo 102) ..." ANTÍFONAS CANTADAS PARA LA ORACIÓN EN GRUPO . . . 181
10o
Salmo de un corazón fascinado (Salmo 103) . . . . . . . . . 110 Antífonas clasificadas por temas 213
Salmo desde el gozo y la súplica (Salmo 107) . . . . . . . . 112
Salmo ante las maravillas de Dios (Salmo 110) 114
Salmo al único Dios verdadero (Salmo 114) 11fi
Salmo para recobrar la calma (Salmo 115) 11R
Salmo al amor de Dios (Salmo 117) 1?
Salmo de la Palabra de Vida (Salmo 118) •,,?
Salmo de los ojos en alto (Salmo 120) 124
Salmo del hombre en camino (Salmo ,121) 12R
Salmo desde la experiencia de lo gratuito (Salmo 126) 130
Salmo de la comunidad (Salmo 132) -|g_
Salmo de la grandeza del amar (Salmo 135) 13 4
Salmo de los marginados (Salmo 136) 13„
Salmo de la presencia de Dios (Salmo 138) 13 8
Salmo ante el miedo a la caída (Salmo 140) 14Q
Salmo desde la llamada humilde (Salmo 142) l42
Salmo de la gloria de Dios (Salmo 144) 144
Salmo del ¡Aleluya! (Salmo 149-150) 146

ORAR LA VIDA EN BUSCA DE CAMINO CON RITMO DE


SALMO 149
Salmo desde el encuentro consigo mismo l5o
Salmo desde la alegría de la fe 15 2

230
231

You might also like