Las ciencias y las artes en la Colonia

Ciencias: Durante la colonia, la filosofía de los escolásticos influyó marcadamente.

En el siglo XVIII los jesuitas introdujeron el método científico.

Literatura: Los escritores más destacados fueron Francisco Xavier Clavijero

(historiador), Juan Ruiz de Alarcón (poeta y dramaturgo), Carlos de
Singüenza y Góngora y Sor Juana Inés de la Cruz (poetas). En 1536 se
introdujo la imprenta a México facilitando la elaboración de libros y
periódicos, entre ellos “la Gaceta de México”

Arquitectura: Durante el virreinato se desarrollaron varios estilos arquitectónicos, los

más sobresalientes fueron:
a) Franciscano. De muros altos y gruesos, con torres y almenas;
ejemplo Convento de la Santa Cruz (Qro.) y Convento de Yuridia
(Gto.)
b) Plateresco. Con bóvedas sostenidas con arcos en sus capillas;
ejemplo Parroquias de Atotonilco y Silao (Gto.)
c) Herrero. Es un estilo clásico con columnas dóricas y cúpulas
hemisféricas; ejemplo catedrales de México y Puebla.
d) Churrigueresco. Se da como una mezcla entre el barroco europeo
y el plateresco mexicano; es abundante en adornos tallados en
madera y cubiertos con polvo de oro como en Santa Clara y Santa
Rosa (Qro)
e) Neoclásico. Impulsado por Manuel Tolsá y Eduardo Tresguerras,
usan columnas al estilo de los griegos, ejemplo Teresitas (Qro.) y
el Carmen (Celaya, Gto.)

Escultura: Se tallaron estatuas en madera estofada (rellena) que se pintaba de

diversos colores (policromada). Se labraron esculturas en madera para
retablos churriguerescos y en piedra o cantera para fachadas de templos
o edificios.

Pintura: En el siglo XVI la pintura fue de línea religiosa de estilo manierista (con
abundancia de claro – obscuro). En los siglos XVII y XVIII las pinturas
fueron más claras y se elaboraron retratos y murales.

Música: Con influencia de la música barroca europea, los músicos de la Nueva

España desarrollaron gran acervo tanto religioso como profano. Se
compusieron obras polifónicas, música para orquesta de cámara, misas,
óperas y canciones: muchas de las partituras quedaron en las bibliotecas
de las catedrales, parroquias y conventos. Los músicos más destacados
fueron Antonio de Salazar, Manuel de Zumaya e Ignacio de Jerúsalem.
En las provincias se estimuló la formación de orfeones que cantaban en
las misas.