6 al 12 de febrero de 2011 ev: 15
Joven dominico
hace voto
San Juan
perpetuo
HEIDY Marrero Pérez
h.marrero@elvisitante.net
Fray Emanuel Toledo se preparaba
por las diócesis
para hacer su profesión solemne cuando,
muy amablemente, sacó unos minutos
para conversar con El Visitante.
Nacido en Arecibo, Fray Emanuel se
crió en el seno de un hogar católico. Su
madre era lectora de la parroquia, y su pa-
dre, ministro de la eucaristía.
“Desde pequeño decía que quería ser
sacerdote. Recuerdo que a los 5 años la
maestra nos pidió que dibujáramos y yo
tracé las líneas de un altar, el cáliz y el sa-
cerdote. Le decía que el sacerdote era yo”,
recordó.
Conforme fue creciendo, ese deseo se
aplacó. Seguía activo en el servicio de la
Casa de Dios, pero “ por tradición”.
“Nunca dejé de ser monaguillo. Pero
no es hasta que en grado 11 ( con 16 años
de edad), hago un retiro de Papa Juan
XXIII y comencé a enfocarme otra vez,
pero de una manera más genuina”, expli-
có Fray Emanuel.
Una vez sintió el llamado de Dios, co-
menzó a visitar congregaciones, hasta que
dio con la Orden de los Padres Dominicos.
“Me impactó su manera de ser. Ade-
más de su carisma, que es la predicación.
Antes predicaban solo los obispos, pero
Santo Domingo se dio cuenta de que la
multitud no los estaba escuchando. En-
tonces, se hizo llamar Fray (hermano),
para ser uno más en medio de la gente”,
manifestó.
Fray Emanuel es hijo único. Con 26
años de edad, ha puesto mucha atención
a cada paso en el proceso de su formación
ministerial.
“Cada etapa ha tenido su crisis. Y cada
una de ellas me ha fortalecido. Me siento
ansioso por hacer mis votos perpetuos,
pero también estoy muy seguro y conten-
to”, afirmó.
Después de la profesión solemne,
Fray Emanuel continuará sus estudios teo-
lógicos y eventualmente, tendrá su orde-
nación presbiteral.
En el corazón de este joven, se en-
cuentra un amor especial por las comuni-
dades pobres de la Isla.
“La gente piensa que no hay pobre-
za en Puerto Rico, pero sí la hay”, recalcó
el joven, quien también está haciendo su
práctica como trabajador social. Asimis-
mo, compartió su anhelo de involucrarse
con la población de confinados.
Un joven apasionado por Jesús aban-
donó las inmediaciones del periódico. La
sonrisa en el rostro de Fray Emanuel, era
sinónimo de una nueva generación de
hombres consagrados.
“¿Qué es lo que más te impacta de
Jesús? “, pregunté.
Fray Emanuel es hijo único y fue criado en el seno de un
“Su gran humanidad”, respondió.
hogar católico. Fotoperiodista Heidy Marrero Pérez.