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Por favor, leer 1º las Notas aclaratorias que están al final del texto…
Nos apuran los tiempos, lo que significa que no hay mucho espacio para reprogramar...
Y como no estoy canchera con la tecnología, me pareció que podríamos improvisar una clase virtual,
pero… a la antigua, o sea, por escrito.
Más que una clase les propongo revisar algunos conceptos que pueden ayudar a entender mejor
este asunto del Reproductivismo (y aquí no voy a establecer la discriminación que hace Julia Varela, que
creo pertinente, pero en este caso, este concepto atraviesa de forma directa o indirecta, al conjunto de las
Pedagogías Críticas)
Y junto con los conceptos, la idea es presentarles –sobre todo para los que no lo han visto en alguna
otra materia- a GRANDES RASGOS lo que podría ser (insisto, simplificando y groseramente!!) la concepción
de Marx, acerca de cómo se estructura una sociedad, puesto que es desde allí, que nutren sus
pensamientos los teóricos1 de la Reproducción.
La palabra misma Reproducción remite a las formulaciones del pensamiento marxista.
¿Qué es entonces el Reproductivismo? ¿A qué nos referimos cuando hablamos de las Teorías de la
Reproducción?
Podemos decir que se trata de una serie de discursos y teorías –surgidos en los albores de los años
’70- agrupados, insisto, simplificadoramente bajo este nombre.
En ellas se recupera la senda abierta por Marx (1818-1883) y Engels (1820-1895) sobre las
condiciones materiales de producción de la sociedad capitalista y los mecanismos mediante los
cuales se hace posible su reproducción. Aunque éstos no se ocuparon explícitamente de la educación,
los trabajos posteriores sobre los que estamos haciendo referencia, tomaron estos aportes fundacionales
para identificar en el Sistema Educativo a uno de los aparatos más eficaces para perpetuar las condiciones
sociales de dominación.
Tal vez, la mayor virtud de estos trabajos fue echar luz sobre el sentido y el funcionamiento de la
escuela en las sociedades capitalistas intentando explicar cómo ella opera, o coopera para el mantenimiento
del estado de cosas, esto es: de qué manera contribuye a reproducir las relaciones sociales existentes.
También fue sustancial el énfasis puesto en la localización de las relaciones de poder fuera de la
escuela y en la explicación de cómo ellas penetran y dan forma a la organización escolar y a las relaciones
sociales en las aulas.
Asimismo, y debido a la influencia determinante que dieron a la incidencia de la economía y de la
cultura hegemónica en el desarrollo de las prácticas educativas, éstas teorías desempeñaron un papel
significativo en la explicitación de los supuestos ideológicos que mueven la retórica de la neutralidad y la
movilidad social (se acuerdan del optimismo pedagógico?), propios de los enfoques liberales de la
escolarización.
A ver si me sale el esquema de cómo definían Marx y Engels a la estructura de una sociedad, para
después tratar de esclarecerlo un poco o, en todo caso, terminar de analizarlo en clase.
Ellos decían que la sociedad estaba constituida por dos instancias o niveles (A y B), y utilizaban una
metáfora espacial (tópica), la de un edificio, para sugerir que los pisos superiores (A) no podrían sostenerse
si no se apoyan sobre la base (B):
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1º Nota al pié. Y para variar 1º digresión Ramística (x Ramas)!! Algo está en Jaume Trilla (autor que no trabajamos en
esta oportunidad), en Varela y en algún otro autor que les dí. Pensar el carácter teórico de estos análisis, no para
desmerecer sus aportes, sino para pensar tal vez las deficiencias en términos de operar cambios al interior de las
instituciones educativas.
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Tal vez, podríamos graficarlo de la siguiente manera:
ESTRUCTURA DE LA SOCIEDAD
Ahora, ¿cómo hace una sociedad para asegurarse la reproducción de la fz. de trabajo?. Dirá
Althusser (parafraseando a Marx): dándole al trabajador el medio material para que se reproduzca, esto es:
el salario, indispensable para reconstituir la fz. de trabajo (mediante la vivienda, la vestimenta, la
alimentación), en definitiva, para que esté en condiciones de presentarse al otro día a trabajar.
Pero esta fuerza de trabajo (FT), a su vez, debe ser, diversamente calificada y por lo tanto, reproducida
como tal. Esto significa que la diversificación de la FT debe adecuarse a las exigencias de la división social-
técnica del trabajo, esto es: en sus diferentes puestos y empleos.
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Es importante destacar que este esquema corresponde, en Marx, a la estructura de cualquier sociedad. Por eso el
concepto de Formación económico-social remite tanto a las sociedades primitivas, como a la soc. esclavista, feudal,
capitalista, socialista o comunista. Cada formación económ.-social, es el conjunto de fenómenos involucrados (base y
superestructura) que representa un estadio regular del desarrollo histórico de la sociedad.
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La respuesta que darán estos pensadores será: por fuera del régimen de producción, por medio del
Sistema Educativo capitalista y de otras instituciones. Aquí el trabajo de las instituciones que conforman la
Superestructura de la sociedad será fundamental para reproducir las Relaciones de Producción.
En este punto podemos ver las diversas formulaciones que hacen los autores que Varela denomina
como Teóricos de la Correspondencia y, a partir de allí también esclarecer los matices que introducen
otros sociólogos que la autora ubica dentro de las Teorías de la Reproducción, para luego pensar las
diferencias con las Teorías de la Resistencia. Y tal vez, preguntarnos por algunas de esas diferencias…
Pero… ese era el trabajo de Uds. para la clase siguiente. Les propongo que los vuelvan a leer,
tratando de completar el cuadro que les envié y enfatizando las diferencias y semejanzas entre unas teorías
y otras.
Estoy segura de haber contribuido con este texto-charla a la confusión generalizada del tema. No es la
intención, pero tampoco, lo contrario. Qué estoy diciendo? Mis bronquios se me subieron al cerebro? 3
Tal vez, pero me parecía que si no tratamos de entender el marco conceptual en que se inscriben no
sólo las teorías de la reproducción, sino todas las críticas posteriores que dieron lugar a nuevas
formulaciones y experiencias pedagógicas críticas y alternativas (ya sea tomando, desechando,
complejizando o actualizando muchas de las afirmaciones del marxismo), mal podemos saber de qué
hablamos cuando nos referimos a la escuela como reproductora o como productora (dirán algunos) de las
relaciones sociales existentes en una determinada sociedad.
Los denominados neomarxistas y las diferentes lecturas que han hecho de esta teoría, los conceptos
de estructuralismo y pos-estructuralismo, sumados a los fenómenos políticos, sociales, económicos y
culturales que desde los años ´60 a los ´80 marcaron fuertemente el discurso político y pedagógico, tuvieron
una fuerte incidencia en la interpretación de los procesos educativos, y por lo tanto, en la función que se le
asigna a la escuela en la sociedad.
También es importante destacar los matices en cuanto a la lectura en clave latinoamericana que han
realizado pedagogos como Paulo Freire, o Tadeu da Silva (en Brasil); los norteamericanos como Henry
Giroux y Peter Mc. Laren y en Europa, desde Foucault hasta Jaques Rancière.
No se preocupen, no les voy a hablar de todos. Hay muchos más!!!
De arriba p’ abajo…
Fue Paulo Freire quien dijo alguna vez que “Nada (es) más inútil que tratar de agotar un concepto,
(pero también) nada más irresponsable que repetirlo sin problematizarlo”.
A esto me quiero referir para esbozar algunas cuestiones relativas a la dinámica de funcionamiento de
la Superestructura y, específicamente al carácter reproductor que ejerce la ideología sobre la conciencia del
sujeto. Digamos que, en todas las lecturas hechas sobre Althusser, el sujeto aparece como un sujeto que
nace “sujetado”; ligado a unas condiciones de existencia que determinan su subjetividad y por lo tanto su
grado de conciencia.
Y, a decir verdad, este hombre dijo algo de esto y mucho más. Por supuesto el rol que le otorga a los
AIE permite pensar en ese relación directa entre Ideología dominante- AIE- y sujeto/sujetado.
Lo que quiero recuperar aquí, no es a Althusser, el hombre (que en clase les cuento lo que hizo,
aunque temo que quieran hacer lo mismo con sus mujeres!!), el teórico, pero sí relativizar algunas de las
lecturas que han simplificado sus análisis (Varela se podría incluir en esta crítica), en tanto no prestaron la
debida atención a la segunda parte de su libro, donde reflexiona sobre la forma en que opera la Ideología.
Ya sé, todavía no trabajamos el texto de Varela, y ya estamos problematizando algunas de sus
afirmaciones.
Bueno, en realidad yo entiendo que lo están trabajando, en soledad, pero lo están haciendo. Y, por
otra parte, creo que si estamos cursando en el año 2010, no podemos leer estas teorías, estos procesos de
pensamiento del mismo modo que se leían en los ´80 o en los ´90. Aunque en esta última década había
otras cosas más interesantes para leer, como los conceptos que fueron emblema de esa época: calidad,
gestión, eficiencia, reconversión, etc., etc. Y que tuvieron a algunos pedagogos entretenidos armando
proyectos para el Banco Mundial, mientras otros, los docentes fundamentalmente, se desgranaban el
cerebro (y el cuerpo) tratando de lidiar con la cotidianeidad escolar y con los nuevos vientos neoliberales que
traían, junto con aquellos conceptos, el más feroz desmantelamiento del SEA.
Pero, otra vez, me fui…
Me bajo del árbol y sigo.
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Cuando escribí este texto/clase estaba atravesando un cuadro de bronquitis….
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Alejandro Cerletti, en el texto que aquí tomo de referencia, trata de desmenuzar el libro de Althusser y
retoma el post scriptum que acompaña al texto en cuestión y señala que los AIE constituyen la garantía de
que todo funcionará y estará en orden en la medida en que los sujetos reconozcan lo que son y actúen en
consecuencia, como sujetos subordinados (sujetados). Así, cualquier disonancia, cualquier fuera de lugar
que pudiera ocurrir, provocará de inmediato la entrada en acción de los ARE. Entonces, el buen
funcionamiento de los AIE define el marco de lo que es posible decir y hacer.
En este contexto, la única libertad posible es la de aceptar libremente4 la sujeción, ya que la ideología
(esto es, la “representación de la relación imaginaria de los individuos con sus condiciones de existencia”),
define el horizonte posible de las decisiones. Más precisamente, el individuo es interpelado para que acepte
(libremente) su sujeción y, por lo tanto, para que “cumpla solo” los actos y gestos de su sujeción. Esto es
necesario que sea así para garantizar la reproducción de las relaciones de producción; para que el sistema
de relaciones dominante sea asegurado día a día en las conciencias.
En el caso de la escuela, se trataría de uno de los AIE de una envergadura tal que, en las formaciones
capitalistas maduras, logró desplazar a la pareja Familia-Iglesia de su lugar de privilegio, reemplazándolo por
la pareja Escuela-Familia (se acuerdan del texto de Narodowski?).
La institución escolar funciona entonces, como un gigantesco aparato de encauzamiento y distribución
social (que reproduce las relaciones de clase y los lugares que éstas determinan), pero lo hace bajo la
apariencia de neutralidad ideológica. Es decir, se presenta como un ámbito de asepsia ideológica en el que
lo único que interesa es el cuidado y la socialización de los niños a través de la transmisión de los
conocimientos y la cultura, respetando y promoviendo su libertad y autonomía.
Algunos de los autores y textos que consulté para dialogar con uds. son:
NOTAS ACLARATORIAS:
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Tal vez hoy este concepto suene un tanto anacrónico en el marco de las democracias que supimos ganarnos en nuestros países
latinoamericanos y más aún en los no ya tan prósperos países del primer mundo. . Pero también ese anacronismo podría ser
revisado en función de los sucesos ocurridos en países como Bolivia y Honduras…y, algún que otro suceso de los ocurridos en
nuestro país. Ej.: Disputa campestre/ Ley de Medios…
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Aquí también resuenan ecos (aunque desde lugares diferentes) del texto de Frigerio.
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1. No tomen este texto como un material de cátedra, en el sentido formal de la palabra. Hay que leerlo,
forma parte de los contenidos que estamos trabajando. Pero verán que no hay citas, ni un lenguaje
formal, ni nada que se parezca a un texto académico. Sólo es un intento de suplir los baches que el
tiempo, las ausencias y las sucesivas contingencias sociales e institucionales no permiten abordar, o
al menos no con el desarrollo que necesitan.
2. La idea es que en tanto en la clase, como en sus propios recorridos de lectura, puedan hacer uds. los
aportes y las conexiones entre los distintos textos para esclarecer algunas relaciones entre
conceptos y autores. Y también tener una reflexión más fundada sobre la complejidad que implica
analizar los procesos educativos, y entre ellos los de subjetivación y experiencia.
3. Me interesa destacar que la importancia de leer a estos autores radica también en la necesidad de
revisar conceptos tales como: poder, ideología, hegemonía, cultura y analizarlos en relación con
los procesos sociales que se dan al interior y en los bordes del sistema educativo, y sus mutuas
realimentaciones.
4. Otro aporte que me parece importante es que, si bien vamos a situarnos en un período específico de
la producción teórica sobre las problemáticas educativas, lo estamos haciendo desde este presente,
es decir, desde una actualidad que, a la luz de la crisis internacional y, aún un poco antes, obligó a
algunos sociólogos, filósofos y pedagogos, a retomar aquellas interpretaciones realizadas en las
décadas del `70 -`80. En estas nuevas lecturas aparecen intentos de revisión que no podemos
soslayar. Me refiero específicamente a análisis más pormenorizados que se están haciendo sobre los
aportes del reproductivismo, específicamente de Althusser, quien en su momento fue leído (y muy
criticado también) en clave determinista, desoyendo algunas consideraciones que se desprenden de
su mismo texto y que ponen, al menos, entre paréntesis esa lectura lineal que la tildaba de cerrada
en sí misma y por ende, incapaz de dejarse atravesar por el conflicto. Pero, esto tal vez lo podamos
discutir más en clase.
5. El último punto referido a la función de los AIE, corresponde a una síntesis (casi) textual de los
planteamientos de A. Cerletti en el libro citado.
6. Creo que ahora sería saludable que el texto de Varela se apoye sobre la misma mesa que el de
Duschatzki, o el de Frigerio, Antelo, Gagliano, Freire, etc.
7. No crean nunca que lo planteado aquí es “la teoría marxista”, pues de trata de un pensamiento más
complejo –como otras tantas teorías- que difícilmente se pueda pensar en términos de esquemas.
Además de la infinidad de conceptos y procesos que aquí ni siquiera los rozamos.
PD: De todas formas, en nuestro próximo encuentro podrán hacer su descargo, aunque claro que
virtualmente. O sea, cuando me haya retirado del Instituto.