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Textos de guerra espiritual

1888 La armadura de DIOS Ef.6:10-20

Ef.6:10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. (1 Co.16:13; Ef.1:19)
Ef.6:11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. (1
Co.16:21)
Ef.6:12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los
gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. (1
Co.9:25; Ro.8:38)
Ef.6:13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado
todo, estar firmes. (2 Co.10:4; Ef.5:16)
Ef.6:14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, (Is.11:5;
59:17)
Ef.6:15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. (Is.52:7)
Ef.6:16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. (1
Jn.5:4)
Ef.6:17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; (Is.59:17; He.4:12)
Ef.6:18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia
y súplica por todos los santos; (Lc.18:1; Mt.26:4; Fil.1:4)
Ef.6:19 y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio
del evangelio, (Hch.4:29; 2 Co.3:12)
Ef.6:20 por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar. (2 Co.5:20;
Fil.1:20)

Stg.4:7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. (1 P.5:6-9)


Stg.4:8 Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble
ánimo, purificad vuestros corazones. (2 Cr.15:2; Is.1:16; Stg.1:8)

1P.5:8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a
quien devorar; (Lc.21:34; Job.1:7)
1P.5:9 al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros
hermanos en todo el mundo. (Stg.4:7; Col.2:5; Hch.14:22)
1P.5:10 Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido
un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. (He.13:21; 2 Ts.2:17)
1P.5:11 A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.

1Ti.3:6 no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. (1 Ti.6:4)
1Ti.3:7 También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en
lazo del diablo. (1 Co.5:12; 2 Ti.2:26)

1Ti.5:15 Porque ya algunas se han apartado en pos de Satanás.

1Ti.5:8 porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor
que un incrédulo. (Ga.6:10; Tit.1:16)
1Ti.5:9 Sea puesta en la lista sólo la viuda no menor de sesenta años, que haya sido esposa de un solo marido,

2Co.2:11 para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones.
(Mt.4:10; Lc.22:31; 2 Co.4:4; 1 P.5:8)

2Co.2:10 Y al que vosotros perdonáis, yo también; porque también yo lo que he perdonado, si algo he
perdonado, por vosotros lo he hecho en presencia de Cristo,

2Co.4:3 Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; (2 Co.2:12; 3:14;
1 Co.1:18)
2Co.4:4 en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca
la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. (Jn.12:31; Col.1:5; Jn.1:18)

1Co.13:9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; (1 Co.8:2)


1Co.13:10 mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.
1Co.13:11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui
hombre, dejé lo que era de niño.
1Co.13:12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte;
pero entonces conoceré como fui conocido. (2 Co.5:7; Fil.3:12; 1 Jn.3:2; 1 Co.8:3)
1Co.13:13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor. (1
Co.16:14)

Lc.7:20 Cuando, pues, los hombres vinieron a él, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, para preguntarte:
¿Eres tú el que había de venir, o esperaremos a otro?

Ex.3:13 Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me
ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé?
Ex.3:14 Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió
a vosotros. (Ex.6:3; Jn.8:58; Heb.13:8)
Ex.3:15 Además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de
Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Este es mi nombre para siempre; con él se
me recordará por todos los siglos. (Sal. 135:13; Os.12:5)

Lv.17:7 Y nunca más sacrificarán sus sacrificios a los demonios, tras de los cuales han fornicado; tendrán esto
por estatuto perpetuo por sus edades. (Ex.22:20; 32:8; 34:15; Dt.32:17; 2 Cr.11:15)

Dt.32:17 Sacrificaron a los demonios, y no a Dios; A dioses que no habían conocido, A nuevos dioses venidos de
cerca, Que no habían temido vuestros padres. (Sal.106:37; Dt.28:64; Jue.5:8)

Sal.106:37 Sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios, (2 R.17:7)

1Co.10:20 Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero
que vosotros os hagáis partícipes con los demonios. (Dt.32:17; Sal.106:37; Ap.9:20)
1Co.10:21 No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del
Señor, y de la mesa de los demonios. (2 Co.6:15,16)

Mal.3:6 Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos. (Nm.23:19; Stg.1:17)

He.1:1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,

2Ti.3:14 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; (2 Ti.1:13)
2Ti.3:15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la
salvación por la fe que es en Cristo Jesús. (2 Ti.1:5; Jn.5:39)
2Ti.3:16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia, (Ro.15:4; 2 P.1:20,21)
2Ti.3:17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. (1 Ti.6:11; 2
Ti.2:21)

Mt.28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo,
y del Espíritu Santo; (Lc.24:47; Hch.1:8)

Ro.5:1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; (Ro.3:28)
Ro.5:2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en
la esperanza de la gloria de Dios. (Ef.2:18; 1 Co.15:1; He.3:6)
Ro.5:3 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce
paciencia; (2 Co.12:10; Stg.1:2,3)
Ro.5:4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;
Ro.5:5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el
Espíritu Santo que nos fue dado. (Fil.1:20; Ef.1:13)

Ro.15:30 Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis
orando por mí a Dios, (Ga.5:22; 2 Co.1:11; Col.4:12)

2Co.13:14 La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos
vosotros. Amén.

He.1:1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,
He.1:2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien
asimismo hizo el universo; (Ga.4:4; He.2:3; Sal.2:8; Jn.1:3; 1 Co.8:6)
He.1:2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien
asimismo hizo el universo; (Ga.4:4; He.2:3; Sal.2:8; Jn.1:3; 1 Co.8:6)
He.1:3 el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las
cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí
mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, (Jn.1:14; Col.1:17; He.7:27; 8:1)

He.1:6 Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle todos los ángeles de Dios.
(He.10:5; Dt.32:43)

He.1:8 Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; Cetro de equidad es el cetro de tu reino.
(Sal.45:6,7)

He.1:10 Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, Y los cielos son obra de tus manos. (Sal.102:25)
He.1:11 Ellos perecerán, mas tú permaneces; Y todos ellos se envejecerán como una vestidura, (Is.34:4)
He.1:12 Y como un vestido los envolverás, y serán mudados; Pero tú eres el mismo, Y tus años no acabarán.
(He.13:8)

Gn.3:16 A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos;
y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. (Is.13:8; Gn.4:7; 1 Co.11:3; Ef.5:22)
Gn.3:17 Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé
diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu
vida. (1S.15:23; Gn.2:17; Ro.8:20,22)
Gn.3:18 Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. (Sal.104:14)
Gn.3:19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado;
pues polvo eres, y al polvo volverás. (Gn.2:7; Sal.90:3; 104:29; Ec.12:7)

Gn.3:21 Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.

Gn.3:15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza,
y tú le herirás en el calcañar. (Jn.8:44; Hch.13:10; 1 Jn.3:8; Is.7:14; Mt.1:23; Ro.16:20; Ap.12:7)

Ap.21:22 Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.
(Jn.4:21,23; Ap.1:8; 5:6)

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